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64. El Cowboy de Changmin (10) por dayanstyle

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Changmin se detuvo en la entrada de la casa de los Moon, apagó el motor y salió de su Focus. Jinwoon y Siwan lo siguieron. Vio a los gemelos que trabajaban con los caballos en el corral, pero se dirigió hacia la puerta principal.

No estaba aquí para una visita.

 

—¿Estás seguro de que estaré a salvo aquí? —preguntó Siwan, con los ojos fijos en los gemelos. Cuando se dio la vuelta, Changmin vio a Seung Ho levantar las cejas antes de rápidamente ocultar su rostro.

Eric le había dicho a Changmin lo que  pasó hace tanto tiempo, y sabía que Seung Ho había rescatado a Siwan. Parecía que Seung Ho recordó al hombre.

—Este es el lugar más seguro en el que podrías estar —dijo Jinwoon—. Los osos no dejan que nadie que no sea de aquí entre.

Siwan no parecía muy convencido, pero de todos modos subió los escalones. El chico estaba nervioso como el infierno. Changmin no estaba seguro si era por ver a Seung Ho y recordar lo que le había pasado hace mucho tiempo, o si era porque estaba huyendo. Podría ser ambas o que el hombre era naturalmente nervioso.

Eric se reunió con ellos en la puerta, abrió la puerta de malla para que entraran en la casa. —Doctor Lee —dijo con buen humor. Changmin no estaba seguro de qué esperar—. Deja de mostrarte como si fuera a arrancarte la cabeza —dijo a Changmin—. Agua bajo el puente.

 

Bueno, eso no era lo que había estado esperando, pero Changmin se alegró de que no hubiera resentimientos entre él y Eric. —Él es Siwan —puso una mano sobre el hombro del nervioso fey.

Eric hizo un gesto brusco. —Va a ser atendido. Llamé a Jongin para informarle lo que estaba pasando.

Eso fue un sabio movimiento. Si la mierda se extendía, siempre era bueno tener al Alpha de su lado. Nadie jugaba con Jongin.

—¿Cómo está la mano? —Eric le preguntó a Jinwoon, sus rasgos se suavizaron cuando miró a la pareja de Changmin.

—Vamos a ir a ver al doctor Kim —respondió  Jinwoon—.Tengo la esperanza de saber más una vez que vea mi mano.

 

Changmin dio un gruñido cuando vio a Soo Hyun de pie en la puerta de la cocina. Él y Eric pudieron haber resuelto sus diferencias, pero aún estaba enojado con Soo Hyun. Pero al menos el hombre tenía la suficiente decencia para parecer culpable.

—Tenemos que salir —dijo Changmin. Tenía que salir de aquí antes de que perdiera los estribos. Era un hombre muy tranquilo, hasta que se metían con su pareja. Changmin no tenía ni idea de que fuera tan feroz. Pero Jinwoon era su pareja y Changmin sería feroz para proteger al pequeño fey.

Jinwoon lo miró, y sabía que se había dado cuenta de que estaba en el borde. Quizás algún día iba a perdonar a Soo Hyun, pero hoy no era ese día. Puso su brazo sobre el hombro de Jinwoon, guiándolo hacia la puerta. —Te llamaré para saber de Siwan —le dijo a Eric.

Changmin salió, tomando una profunda respiración mientras caminaban hacia su coche. Jinwoon no dijo una palabra. El hombre se metió en el asiento del pasajero y se colocó el cinturón de seguridad.

 

El viaje hasta la Casa fue en silencio. Changmin se detuvo en el portón negro. Una vez que anunció quien era, las puertas se abrieron. Se estacionó junto a una fila de motocicletas brillantes y se dirigió a la casa.

Él y Jinwoon, llegaron a la oficina del doctor.

 

—Es genial verlos —el doctor Kim dijo mientras agitaba una mano hacia las dos sillas—. Tomen asiento para que podamos ver lo que está pasando con la mano.

Changmin se sentó junto a Jinwoon mientras el doctor retiraba las vendas de Jinwoon.

—¿Cómo se ve? —Jinwoon preguntó mientras veía lo que el doctor estaba haciendo.

—Se está recuperando muy bien. Ahora, vamos a ver si puedes doblar los dedos.

Changmin se acercó más, dispuesto a consolar a Jinwoon si no podía mover los dedos. —Sólo recuerda que tengo una mano que puedes pedir prestada si la necesitas —le guiñó un ojo a Jinwoon.

—No empecemos de nuevo —dijo el  doctor   Kim—.Nada de sexo en mi sala de exploración.

 

El corazón de Changmin se congeló y luego latió más rápidamente cuando Jinwoon lo miró a través de su caído flequillo, su sonrisa increíble y provocadora. Sentía su estómago pesado y estaba casi sin aliento por la manera en que Jinwoon estaba mirándolo. —Lo tendré en cuenta.

Changmin lo vio y deseó no haberlo hecho. Podía ver el esbozo de la erección de Jinwoon en sus pantalones. Su pareja no dejó de mirarlo mientras movía la mano para el doctor. Changmin tenía la sensación de que Jinwoon lo estaba usando como una distracción y estaba bien con eso.

 

Pero no había manera de que pudiera fingir un duro pene. Changmin había sido lo suficientemente paciente. Cuando llevara a su pareja a casa...

—Muy bien —dijo el doctor Kim—. Parece que la funcionalidad de tu mano no está perdida. Creo que vas a tener una recuperación completa, Jinwoon.

La cabeza de Jinwoon giró bruscamente cuando movió sus dedos. Ellos se movían lentamente, pero se movían. Changmin sonrió ampliamente cuando un suave sollozo salió de la garganta de Jinwoon. Pasó el dorso de sus nudillos por la espalda de Jinwoon, colocando un suave beso en su hombro. —Ves, no había nada  de qué preocuparse.

El doctor comenzó a vendar la mano de Jinwoon. —Aún necesitas tiempo para sanar, pero está progresando bien.

Esa fue la mejor noticia que Changmin podría haber esperado. Jinwoon iba a estar bien. Su corazón se iluminó cuando el doctor se levantó. —Sólo cuida la mano. Pronto voy a retirar los puntos, pero la curación va a tomar mucho más tiempo.

Changmin estrechó la mano del doctor. —Me aseguraré de que cuide bien de ella.

—Trata de ejercitar esos dedos —dijo el doctor Kim—. Has un par de flexiones un par de veces al día para fortalecerlos.

Changmin salió de la Casa con Jinwoon, convencido de que su pareja iba a recuperarse. —Supongo que después de todo, no necesitas mi mano.

Jinwoon le dio una sonrisa tímida. —Yo no diría eso.

 

—Nunca llegamos a almorzar —dijo Changmin. Tuvo que pasar por alto la declaración de Jinwoon o iba a saltar a los huesos del hombre aquí en la entrada.

 

—Pero ahora está más cerca la cena —Jinwoon  señaló al entrar en el carro.

—Entonces creo que cenaremos. —Changmin se dirigió al pueblo y se estacionó frente al restaurante. No había preparado nada para la cena, así que cenarían fuera.

Mientras tomaban asiento en una de las mesas, Changmin vio a un hombre entrar en el restaurante. Ahora, no era que normalmente reconociera a los extraños. Infiernos aún estaba  tratando de conocer a la gente del pueblo. Pero ese hombre  estaba mirando directamente a Jinwoon.

Pensó que eran celos, por la manera en que el hombre estaba estudiando a su pareja. El extraño se sentó en la barra y, finalmente, no les hizo caso.

—Aún estoy hambriento —Jinwoon estaba diciendo—. Todo en el menú se ve bien.

Changmin le sonrió a DongHae cuando se acercó a la mesa para tomar sus pedidos de bebida. Aún no había decidido lo que quería para la cena y Changmin seguía mirando al hombre que había estado observando a Jinwoon.

El desconocido no los había volteado a ver mientras seguía en el restaurante. Eso no significaba que Changmin confiara en el hombre. Podría estar siendo paranoico después de tratar con Siwan y su padre.

—¿Listo? —Changmin tomó la nota y se fue a la barra para pagar. Le dio una mirada de reojo al desconocido, pero el hombre no lo veía. Se encontró con Jinwoon en la puerta y luego salieron y se dirigieron al carro.

Changmin se dirigió a la casa, sacando al extraño de su mente. Tenía otras cosas en que pensar, como reclamar a su pareja.  Había  sido  más  que  paciente  y  su  puma  se estaba poniendo  nervioso.   Changmin  prácticamente  podía  sentir el zumbido de anticipación recorrerlo mientras llegaban a su casa.

—Gracias por la cena —dijo Jinwoon a su lado. Changmin podría decir que su pareja estaba nervioso. El hombre seguía jugueteando con la correa del cinturón de seguridad, la vista hacia la ventana.

En el momento en que se detuvo en el camino de entrada, Jinwoon estaba nervioso como el infierno. Changmin apagó el motor y salió del carro, tan casual como pudo. Estaba nervioso, pero no por la misma razón que Jinwoon. Su pequeña pareja estaba nervioso porque esta era su primera vez.

Changmin estaba caliente como el infierno y no podía esperar para llevar a su pareja a la cama. No podía esperar para reclamar al pequeño fey. Se había comportado bastante bien en los últimos días y ahora Changmin estaba a punto de ser recompensado.

 

—¿Quieres ver una película? —Jinwoon preguntó al entrar en la sala.

 

Infiernos, no. —Estaba pensando más en la línea del postre.

—Changmin llevó sus brazos alrededor del delgado cuerpo—. Si no recuerdo mal, alguien me dijo que podía tenerlo.

Changmin caminó hacia atrás hasta llegar al sofá. Estaba demasiado tenso para llegar hasta la habitación. Su pene ya se sentía como si fuera a explotar en sus jeans. Changmin necesitaba piel desnuda y la necesitaba ahora.

Llevando los dedos bajo el dobladillo de la camisa de Jinwoon, Changmin la levantó con cuidado y se la quitó a su pareja. Era consciente de la mano lesionada de Jinwoon y se aseguró de que la  tela no se quedara atrapada en las vendas.

—Mira ese cuerpo tan bonito. —Changmin bajó la cabeza, lamiendo uno de los pezones de Jinwoon. Provocó la carne con los dientes, jalando el pequeño brote en la boca. Bajo sus dedos, Changmin podía sentir el pecho de Jinwoon que subía y bajaba   rápidamente. El corazón le latía violentamente.

Estaba adolorido, quería que Jinwoon lo tocara, que le mostrara que estaba tan necesitado como él. Apartándose el tiempo suficiente para quitarse la camisa, Changmin llevó la boca al descuidado pezón, bañándolo con su lengua.

Pequeños gemidos salieron del pecho de Jinwoon cuando Changmin comenzó a desabrochar los jeans del hombre. Quería sentir ese grueso pene en su mano.

Los dedos de Jinwoon comenzaron a recorrer el cabello de Changmin, sus dedos se abrían y cerraban. Su mano herida estaba apoyada en el hombro de Changmin.

Los ojos azules de Jinwoon se deslizaron hacia abajo, a donde Changmin estaba de rodillas y sus labios abiertos. Changmin sonrió mientras seguía acariciando el cuerpo de Jinwoon. No iba a pedir ni   exigir nada a su pareja.

No, esta noche Changmin iba a hacerle el amor lentamente para mostrarle al hombre lo que era ser reclamado por un puma.

Agarrando la cintura de los jeans de Jinwoon, Changmin bajó el material por sus piernas. Gimió cuando el pene de Jinwoon salió libre.

—Siéntate en el sofá.

 

Jinwoon hizo lo que le pidió. Changmin le quitó los zapatos a su pareja y luego le sacó los jeans, arrojándolos a un lado. Pasó sus manos por los muslos de Jinwoon, acariciando la suave piel. Hubo un ligero temblor bajo sus dedos y Changmin sabía que era de esperar.

Quería hacer el amor sin prisas. Más importante aún, Changmin quería a Jinwoon relajado. Sus dedos rozaron la piel desnuda, jugando con el rastro de vello que iba desde el ombligo de Jinwoon a los rubios rizos alrededor de su pene. Estaba tentado a explorarlo, volviéndose loco con las lujuriosas caricias.

Un rubor pintó las mejillas de Jinwoon cuando encontró la mirada de Changmin. Sus ojos, del color del cielo de verano, se abrieron cuando Changmin bajó la cabeza, tomando en su boca el duro pene de su pareja. Inhaló el aroma de Jinwoon, disfrutando de la sorpresa en el rostro del hombre antes de que deslizara la lengua por la punta del pene, lamiendo el pre-semen.

—Oh dios —Jinwoon gimió mientras inclinaba la cabeza hacia atrás. Su respiración era tan rápida que Changmin pensó que el hombre iba a desmayarse. Quería mostrarle lo que era el real placer y la verdadera intimidad.

Jinwoon dejó caer la cabeza contra los cojines y levantó las caderas en dirección a Changmin. Changmin dejó escapar un profundo gemido visceral mientras tomaba Jinwoon en su boca. El placer en su interior ardía más fuerte, más caliente, y más allá de cualquier cosa que jamás hubiera conocido. Jinwoon era cualquier cosa menos experimentado y Changmin lo sabía.

Pero la forma en que el hombre estaba atormentando a Changmin con sus gemidos y la forma en la que se retorcía bajo Changmin podría haberse confundido con pura seducción. Sabía que Jinwoon no estaba tratando de seducirlo, pero maldición el pequeño hombre estaba volviéndolo loco.

Dios, estaba duro.

 

Tan fuerte que sentía como si su pene estuviera a segundos de volverse de acero puro. Su gato ronroneaba largo y extenso mientras que Changmin chupaba el pene de Jinwoon, al mismo tiempo, desabrochaba sus jeans y los empujaba hacia abajo por sus muslos.

Quería entrar en Jinwoon urgentemente, pero tenía que mantenerse en control. Changmin no iba a joderlo  rápidamente en su primera vez ni para reclamarlo. Jinwoon se movía, arqueaba la espalda mientras apoyaba la cabeza en el sofá. Maldición, estaba tan jodidamente hermoso, excitado.

Y los ruidos, Dios, los ruidos excitaban su sangre. Le decían que Jinwoon se estaba volviendo loco en sus brazos y que Changmin tenía a su pareja en llamas.

De abajo del sofá, Changmin tomó el lubricante que había dejado allí antes, con la jodida esperanza de que tendría suerte esta noche. Nunca había estado nervioso cuando se trataba de sexo. Había tenido un montón, nunca alardeaba de ser un experto, pero su corazón nunca latió tan fuerte como ahora y sus manos nunca temblaron así. Pero Changmin logró mojar sus dedos.

Separando las piernas de su pareja, Changmin usó dos dedos bien lubricados para masajear suavemente el apretado anillo de músculos que iba a tomar pronto. Deslizando un dedo dentro de su compañero, Changmin escuchó un jadeo. Sus dedos se apretaron en el cabello de Changmin mientras trabajaba la carne, estirando el músculo mientras deslizaba el dedo dentro y fuera del culo de Jinwoon.

Changmin vio la lluvia de emociones en el rostro de Jinwoon, la forma en que su cuerpo se tensaba y luego se relajaba al escuchar los sonidos que salían de los labios entreabiertos del hombre. Jinwoon jaló las rodillas hacia su pecho, sus piernas caían a los lados cuando Changmin insertó un segundo dedo.

Changmin comenzó a moverse a un ritmo constante, asegurándose de golpear la glándula de Jinwoon tan a menudo cómo podía. Bajó la cabeza, usando su lengua para un placer añadido. Empujó su lengua dentro, en varios firmes empujones, añadió otro dedo, dejando a Jinwoon temblando.

Cuando levantó la mirada, Changmin vio el gesto de placer de Jinwoon, la cruda lujuria evidente en su hermoso rostro. No hubiera creído  que   el  hombre  pudiera  tener mejor aspecto, pero viéndolo, sabía que se había equivocado.

Incapaz de soportarlo más, Changmin se movió entre las piernas de Jinwoon. La cabeza de su pene tocó el sensible agujero de Jin, pero Changmin no se empujó hacia adelante. Aún no. Pero el ver la fascinación en su pareja causó que un escalofrío lo recorriera, por lo que su cuerpo tembló ligeramente. Changmin vio que los ojos de Jinwoon no habían regresado a la normalidad. Se habían vuelto más oscuros con su orgasmo.

Changmin respiró tembloroso, diciéndose a sí mismo una y otra vez que mantuviera el control de su cuerpo. Ya estaban tan malditamente cerca.

Los ojos de Jinwoon brillaban como gemas de cristal, diciéndole a Changmin lo que su pareja de verdad quería. Changmin se inclinó hacia adelante, colocando sus  manos a cada lado de la cabeza de Jinwoon, su pene rozando el pliegue de Jinwoon mientras pasaba la lengua por los labios entreabiertos de su pareja.

Changmin tocó los húmedos labios de Jinwoon, las yemas de sus dedos recorrieron la tersa y suave piel. Jinwoon mordisqueó los dedos.

El pene de Changmin presionando contra la entrada de su pareja. Los ojos de Jinwoon rodaron hacia arriba, empujó sus caderas hacia el pene de Changmin. Changmin no se movió, dejó que Jinwoon tomara el control. Infierno si el hombre no se sentía bien alrededor de su pene. Lo único que podía hacer era temblar y cerrar los ojos al sentir su pene entrar en el húmedo y apretado calor. Changmin gritó, sus brazos temblaban mientras colocaba sus manos en las rodillas dobladas de Jinwoon. Estaba abrumado por la sensación de estar dentro de su pareja y la mirada de puro éxtasis en el rostro de Jinwoon.

—Nunca pensé que iba a sentirse tan bien —Jinwoon dijo mientras levantaba más sus caderas.

 

Changmin estaba luchando para no hundirse más profundo en Jinwoon. Podía sentir a su gato tratando de tomar el control, pero Changmin se negó a permitir que eso sucediera. Y luego casi se volvió loco cuando Jinwoon apretó los músculos internos, dándole al pene de Changmin un apretón de perno.

Cuando sintió que estaba en el fondo, Changmin estaba muy seguro de que iba a perder la cabeza. No había otra manera de describir la creciente necesidad dentro de él. Changmin comenzó a moverse dentro de Jinwoon lentamente al principio, saliéndose casi por completo y luego volviendo a entrar.

—Oh. Dios. Changmin.

 

Changmin aceleró sus movimientos y pronto estaba jodiendo a Jinwoon con pasión, su duro pene entrando profundamente dentro del culo de su amante. Que era la sensación más increíble del mundo. Changmin podría morir en ese segundo, sabiendo que había visitado el cielo.

Jinwoon empezó a deslizarse hacia el pene de Changmin, aferrándolo como en un puño de hierro, el cuerpo de Changmin tembló. Gruñó suavemente, miró hacia abajo, donde sus cuerpos se unían, observando que su pene reaparecía de entre el cuerpo de Jinwoon.

Los ojos de Jinwoon brillaban mientras que su cabeza rodaba lado a lado, arqueaba la espalda mientras dejaba escapar un gemido gutural. Los músculos de los muslos de Changmin se tensaron al ver la hermosa vista debajo de él. Sus dedos recorrieron el rostro de Jinwoon, tocando a su pareja mientras su pene entraba y salía del cuerpo de Jinwoon.

Hundió sus colmillos profundamente en el hombro de Jinwoon, sosteniendo sus caderas mientras empujaba su pene dentro y fuera del culo del hombre. Changmin sintió un primitivo gruñido construirse en su garganta, había reclamado a su pareja. Era un sentimiento poderoso y uno que nunca había sentido antes.

Le sorprendió.

 

Jinwoon arqueó la espalda, dejando escapar un sonido gutural mientras su semilla salpicada entre ellos. Cuando sacó sus colmillos libres, Changmin jadeó. Pequeñas, cintas de colores comenzaron a formarse, unas provenían de Changmin y otras de Jinwoon, Giraron alrededor y luego dos pequeñas formas transparentes de la imagen exacta de él y Jinwoon bailaban alrededor de la otra, fusionándose, y luego se separaron, la imagen de Jinwoon entró en Changmin y la imagen de Changmin entró en Jinwoon.

Nunca en su vida había visto algo así antes. Jinwoon tomó a Changmin, jalándolo para darle un beso mientras empujaba su culo hacia el pene de Changmin.

Changmin gruñó mientras se movía más rápido, más profundo y más fuerte en el cuerpo de su pareja, lo que prolongó el placer de Jinwoon mientras luchaba por encontrar su propio clímax. Jinwoon se retorcía debajo de él, aferrándose a Changmin, jalando su cuerpo. Changmin golpeó la suave carne, gruñendo en el hombro de Jinwoon mientras su semilla llenaba el culo de su pareja.

—¿Qué fue eso? —Changmin preguntó mientras acariciaba el cuello de Jinwoon y seguía moviendo lentamente sus caderas.

—Nuestras almas ahora están unidas —Jinwoon contestó mientras se acurrucó más cerca de Changmin—. Así es como se aparean los fey.

«Wow». Changmin estaba impresionado. Estuvo medio tentado a extender la mano y agarrar una de las pequeñas figuras, pero algo le decía que no interfiriera. Ahora tenía   una parte de Jinwoon en su interior y el puma de Changmin ronroneó con ese pensamiento.

Saliéndose  del  cuerpo  de  Jinwoon,  Changmin  se  sentó. —¿Tienes sed?

 

Jinwoon asintió.

 

Changmin fue a la cocina y tomó dos vasos. Luego fue al refrigerador y sacó el jugo. Se quedó quieto cuando oyó algo que provenía de la sala. Pero mientras estaba allí, Changmin comenzó a pensar que estaba imaginando cosas.

Se encogió de hombros y luego sirvió el jugo en ambos vasos. Dejó la caja sobre el mostrador y volvió a entrar en la sala. Changmin se detuvo cuando vio al desconocido del restaurante en su casa, sosteniendo a Jinwoon y apuntándole con una pistola.

 

 

continuara...


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