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64. El Cowboy de Changmin (10) por dayanstyle

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Jinwoon no sabía qué le molestaba más, tener un arma en la cabeza o estar desnudo ante un desconocido que lo mantenía cautivo. Podía oler que el hombre era humano. Era sorprendente cómo había entrado tan rápidamente a la casa y tomado a Jinwoon del sofá sin hacer ruido.

—Déjalo ir —Changmin gruñó las palabras. Jinwoon vio cómo su pareja dejaba los dos vasos de jugo a un lado. Si solo pudiera tomar su ropa interior, Jinwoon podría ser capaz de manejar esta situación un poco mejor.

—Lo siento, tengo un trabajo que hacer —dijo el desconocido—. Me lo llevaré conmigo.

Jinwoon se encogió cuando el desconocido levantó su pelo rubio. Sabía que el hombre estaba viendo sus orejas. —Justo lo que pensaba —dijo el extraño con un tono satisfecho—. Eres un elfo.

En ese momento Jinwoon sabía que estaba tratando con un cazador. Nadie más podría meterse en este problema. Sólo se preguntaba cómo fue encontrado. Jinwoon no había hecho nada con lo que pudiera… ¡el armario!

Apenas había pensado en el armario cuando el hombre que lo sostenía dijo: —Gracias por dejar tu cartera.

Jinwoon miró sus jeans en el suelo y de repente se dio cuenta de que no había tenido su cartera desde hace días. Nunca la usaba mucho por lo que no se había dado cuenta. Maldición. —

¿Te importa si me pongo algo de ropa?

 

El hombre jaló el cabello de Jinwoon, sus uñas se clavaron en el cuero cabelludo. —No tienes ninguna necesidad de vestirte decentemente, no eres humano, por lo tanto no tienes ningún derecho.

—Él no es quien actúa inhumanamente. —Changmin se acercó, deteniéndose y levantando las manos cuando el desconocido empujó el arma más fuerte contra la sien de Jinwoon.

—Nadie dijo que tenía que llevarlo con vida.

 

Jinwoon tenía que pensar en una forma de salir de esto. No había manera en el infierno que estuviera desnudo y siendo secuestrado. No estaba seguro de qué infiernos estaba pasando últimamente. Parecía que el cosmos estaba en contra de él. Lo único bueno que había ocurrido en la semana pasada fue que Jinwoon encontró a su pareja.

Aparte de eso, Jinwoon tenía una mano rota, un duende fugitivo que había acudido a él en busca de ayuda, y ahora esto. Realmente estaba empezando a pensar… —¡Ouch! —dijo Jinwoon fuerte, cuando el desconocido jaló su cabello.

—Pongámonos en marcha, Jeong Jinwoon. —El hombre comenzó a caminar lentamente hacia la puerta, manteniendo Jinwoon entre él y Changmin.

Jinwoon sabía que si el desconocido lo sacaba de la casa, sería como si estuviera muerto. Prefería morir aquí, viendo a su pareja, que en un lugar extraño.

Jinwoon sabía lo que tenía que hacer. Estaba muerto de miedo de hacerlo. Si su idea no iba según su plan, Jinwoon era hombre muerto. Antes de que pudiera cambiar de opinión, Jinwoon relajó su cuerpo. Se dio cuenta de que atrapó al desconocido con la guardia baja porque el agarre del hombre sobre su cabello se deslizó.

 

Cayó al suelo al mismo tiempo que Changmin cambió. Jinwoon se apartó del camino de su pareja que atacaba. Jinwoon se estrelló de espaldas contra la pared, cuando oyó un disparo, temiendo lo peor.

El desconocido huyó, dejando que Jinwoon supusiera que Changmin estaba herido. Jinwoon gritó mientras corría hacia el puma. No vio sangre en ningún lado, pero eso no significaba nada.  —¿Estás herido?

 

Sus manos recorrieron la piel de Changmin, en busca de cualquier humedad que pudiera indicar que su pareja había recibido la bala. No encontró nada. Abrumador alivio llenó a Jinwoon cuando vio el agujero en el suelo.

El desconocido había disparado al suelo en lugar de a Changmin. Su pareja cambió y se puso de pie viendo hacia la puerta principal. —Ese es el mismo maldito hombre que vi en el restaurante viéndote. Sabía que algo no estaba bien con él.

Jinwoon finalmente tuvo la oportunidad de vestirse. Sabiendo que su pareja no resultó herido, Jinwoon tomó su ropa y rápidamente se vistió. —¡Era un cazador!

Sus manos temblaban y sus nervios estaban destrozados. Jinwoon nunca había tenido una arma dirigida hacia él antes. Había sido la cosa más aterradora en su vida. Sus entrañas estaban retorcidas y Jinwoon sentía como si no pudiera respirar.

Changmin se le acercó. Su pareja sentó a Jinwoon en el sofá y luego hizo que Jinwoon doblara la cintura, metiendo la cabeza entre las rodillas. —Respira.

—¡Estoy respirando!

 

—No, estás hiperventilando, bebé. —La voz de Changmin era fuerte y firme. Pero no se perdió del hecho de que las manos de su pareja estaban temblando tanto como las de él.

 

—¿Qué hacemos? Kang Ta sabe ahora acerca de los elfos de los Bosques. —Jinwoon tomó unas largas respiraciones, respirando lentamente. Ya no se sentía seguro en la casa de Changmin. Habían sido invadidos y Jinwoon se sentía violado—. No quiero quedarme aquí.

Changmin envolvió a Jinwoon en sus brazos, abrazándolo. Jinwoon absorbió la seguridad que su pareja le daba, incluso aunque no la sentía después de lo que había sucedido. —Voy a llamar al rancho. Podríamos quedarnos allí hasta saber que está sucediendo.

Jinwoon sabía que era un gran sacrificio por parte de Changmin. Su pareja iba a tener que estar cerca de Soo Hyun. Jinwoon sólo esperaba como el infierno que no se mataran. De la forma en que la semana iba eso podría suceder.

—Ve a empacar algo de ropa mientras hago la llamada.

 

Jinwoon rápidamente salió de la sala, aún en shock por lo que acababa de suceder. Aún podía sentir la sensación en su piel del frio y duro acero. Tomó algunas prendas de vestir, sin prestar atención a lo que estaba tomando cuando un sollozo escapó de su garganta.

Casi había muerto. Ese bastardo casi le había disparado. Podría haberlo hecho, Jinwoon podría haber quedado tirado en el     suelo... muerto.

—Hey, hey, hey —dijo Changmin suavemente entrando en la habitación y jalando a Jinwoon a sus brazos—. Está bien, mi pequeño cowboy. Ahora estás seguro.

Divertido, Jinwoon no se sentía seguro. Se sentía como si el arma aun estuviera siendo presionada contra su cabeza. — Nuestra   casa   fue   allanada,   Changmin.   ¿Qué   tan  seguro podríamos estar? Ese tipo volverá, no se dará por vencido hasta que me haya capturado.

Lo que hizo que Jinwoon se sintiera aun peor era el hecho de que tenían la cartera y dentro de ésta la única foto que tenía de sus padres. Quería su cartera. Quería la fotografía de nuevo.

—Vamos a resolver esto y luego tú, yo, y Roger tomaremos unas largas vacaciones.

Jinwoon se apartó, mirando a su pareja como si hubiera perdido la cabeza. —¿Acaso Roger no le pertenece a alguien?

Changmin le guiñó un ojo. —Estoy bastante seguro de que nos lo prestaran.

Con lo asustado que Jinwoon se sentía, le dio una pequeña risa. Parecía que su pareja sabía como animarlo cuando Jinwoon se sentía que todo se desmoronaba a su alrededor. Se limpió la cara en su camisa y luego terminó de ordenar sus cosas.

Changmin lanzó algunas cosas en una bolsa y luego se dirigieron a la puerta. —¿Estás seguro de esto? Sé que realmente no quieres estar en el rancho.

—Tu seguridad es lo primero, dulzura. Si tengo que estar cerca de Soo Hyun, que así sea.

De alguna manera Jinwoon no confiaba en la fácil aceptación de Changmin. Tenía la sensación de que la mierda iba a golpear el ventilador. Pero no había nada que pudiera hacer al respecto. Tenían que salir de aquí antes de que el matón regresara.

 

 

 

—¿Qué diablos quieres decir con que tuviste que salir corriendo? —Kang Ta le preguntó en un tono ácido—. Tenías un objetivo, y era traerme a ese elfo.

—El tipo que estaba con Jinwoon se convirtió en una especie de gran felino. Le disparé, pero no estuve seguro de haberle dado.

Buena ayuda es tan difícil de encontrar. Sabía que tenía que haber enviado a su segundo, pero en cambio, Kang Ta había enviado en esta mierda. Ahora el elfo sabía que alguien estaba detrás de él.

—¿Quieres que lo intente de nuevo?

 

Kang Ta caminó pasando al tonto, le dio una ligera inclinación de cabeza al hombre de pie detrás del tonto hombre.

—No, ya no necesito tus servicios. —Cuando salió del almacén, Kang Ta oyó el disparo mortal.

Iba a tener que hablar con su hombre de confianza sobre el uso de un maldito silenciador. ¿Era todo el mundo a su alrededor incompetente?

Subiendo al asiento trasero de su carro, Kang Ta marcaba su teléfono mientras el chofer arrancaba. —Te toca —colgó el teléfono y lo guardó. Si su segundo al mando— no le traía al elfo, Kang Ta iba a buscar al pequeño hombre él mismo.

 

 

 

Changmin podría decir que a Jinwoon le gustaba estar de regreso en el rancho. Se sentó en la sala a charlar con Yoseob y DongHo. Changmin ahora conocía a los hombres con los que su pareja estaba charlando sobre la clínica.

 

A Jinwoon parecía gustarle estar aquí. Changmin comenzaba a preguntarse si tal vez él no había cometido un error al alejarlo del rancho.

—¿Y dices que entró sin que nadie lo detectara? — Eric preguntó mientras se acercaba a Changmin—. Parece un poco extraño.

Changmin estaba demasiado ocupado disfrutando del resplandor del sexo y no había prestado ninguna atención. —Lo escuché, pero pensé que era Jinwoon.

—Eso sucede. Aquí no es una fortaleza. Gente nos ha invadido antes. Pero estarán más seguros por el número. — Eric le dio unas palmaditas a Changmin en su hombro—. Vamos, vamos a ir a tomar un café.

Dándole a su pareja una última mirada, Changmin siguió al oso a la cocina. Aunque odiaba admitirlo, Eric tenía razón. Él y Jinwoon estarían más seguros con más hombres a su alrededor. — Aún tendré que ir al trabajo mañana. No voy a dejar que quien sea interrumpa mi vida.

Eric fue a preparar café fresco. —Y hacerlo es lo inteligente —dijo Eric—. Tienes a algunos de los hombres de Jongin en la clínica. —El hombre debió haber detectado la resistencia de Changmin—. No se trata de ti, doctor Lee. Quien sea que sea el hombre que esta tras Jinwoon. Creo que tu pareja debe ser mantenida a salvo.

El oso tenía que sacar la tarjeta de la seguridad. Changmin odiaba el hecho de necesitar ayuda para proteger a su pareja, pero Eric tenía razón.

No había manera de que pudiera hacer su trabajo y mantener un ojo en su pareja las veinticuatro horas.

 

—Ambos pueden quedarse en la antigua habitación de Jinwoon. —Eric colocó la taza de café delante de Changmin—. Eres bienvenido a quedarte el tiempo que sea necesario.

Por mucho que le agradeciera el gesto, Changmin no iba a esconderse para siempre. Él y Jinwoon tenían una vida para vivir y no iba a dejar que ese tonto los hiciera huir. Al menos, no por mucho tiempo.

—¿Algo está mal con uno de los animales? —Chansung preguntó mientras entraba en la cocina, llenando una taza de café y tomando un trago. Se apoyó en el mostrador, mirando a Changmin.

—El doctor Lee y Jinwoon se quedarán con nosotros un tiempo —respondió Eric.

Changmin se dio cuenta de que Chansung no estaba muy contento con la noticia. —¿Lo sabe Soo Hyun?

Eric dio una risa profunda. —La última vez que revisé, esta era mi casa. No necesito el permiso de Soo Hyun.

La mano de Chansung apretó la taza. —Pero sabes que esto va a causar problemas. El doctor Lee sigue pensando que Soo Hyun lastimó a Jinwoon a propósito. ¿Cómo puedes dejar…?

—No rechazamos a nadie, hijo. —El tono de Eric era firme, diciéndole a Chansung que no quería hablar más al respecto.

—Si esto va a causar un problema —comenzó Changmin—, Jinwoon y yo…

—Tonterías —Eric interrumpió.

 

—¡Pero, papá! —Chansung comenzó a discutir—. ¿No te importa que…

 

—¡No vuelvas a cuestionar mi lealtad a mi familia! — Eric bramó. Changmin realmente se apartó, moviéndose a un lado. El padre se veía intimidante como el infierno al enfrentar a su hijo. No había manera de que quisiera estar atrapado en medio de esa conversación.

Chansung tomó una respiración profunda mientras dejaba la taza de café en el fregadero. Si las miradas mataran...

—Todo lo que estoy diciendo es que Soo Hyun está caminando por ahí culpándose por lo sucedido. Quizás él tuvo la culpa, pero la última vez que comprobé, había algo llamado perdón. —El hombre salió de la habitación. Eric parecía cansado cuando se sentó a la mesa.

Lo último que Changmin quería era dividir esta familia. Se sentía como una mierda porque Eric se quedó atrapado en el medio.

—Creo que tal vez Jinwoon y yo deberíamos irnos y alojarnos en la Casa.

Eric levantó una mano. —Nunca le he dado  la espalda a nadie que necesitaba ayuda y no voy a empezar ahora.

Eso podía ser cierto, pero Changmin sabía que no podía quedarse aquí. ¿A quién había estado engañando? Él no estaba dispuesto a perdonar a Soo Hyun y su presencia sólo estaba causando problemas en el clan de los osos.

—Realmente aprecio lo que estás haciendo, pero insisto.

 

Changmin se levantó de la mesa y buscó a Jinwoon. Seguía sentado en la sala, pero estaba solo. —Te ves bastante sexy sentado delante de esa chimenea, mi pequeño cowboy.

 

Jinwoon sonrió mientras se levantaba, acercándose y entrelazando sus brazos alrededor de la cintura de Changmin. Su pareja apoyó la cabeza en el pecho de Changmin. Se sorprendió considerando que Jinwoon nunca había dado el primer paso en nada cariñoso, pero lo único que podía hacer era envolver sus brazos alrededor de su pareja y agradecer a los cielos que el desconocido no había matado al pequeño fey. Sus entrañas se congelaron ante la idea de que alguien lastimara a Jinwoon. —Creo que deberíamos irnos y alojarnos en la Casa. —Changmin pasó las manos por el rubio cabello de Jinwoon.

Jinwoon se retiró, mirándolo. —¿Por qué, Pa te pidió que nos fuéramos?

Changmin podía ver el dolor y la decepción en los ojos azul aciano de Jinwoon. El chico ya se había sentido como si nunca hubiera pertenecido a esta familia. No podía permitir que el hombre pensara que estaba siendo echado del rancho. —No. Creo que sería mejor por el bien de todos, si nos quedamos en otro sitio.

—Eso es un disparate —dijo Leo, mientras cruzaba la puerta principal. Se quitó el sombrero de vaquero, limpiándose las cejas—. ¿Quién infiernos encendió la chimenea en la sala? Está a más de treinta grados afuera.

Jinwoon se veía culpable como el infierno. Torció la boca hacia un lado, sus ojos mirando alrededor. —Infiernos si lo sé.

Leo se acercó a la chimenea y apagó el fuego. —Ustedes dos se alojarán aquí y no se hablará más al respecto.

Siwan entró en la casa, casi radiante cuando vio a Leo.

 

—Conozco esa mirada —dijo Jinwoon—. Yo tenía la misma mirada cuando llegué por primera vez aquí. Siwan está encaprichado por Leo.

 

—¿Lo está? —Hyuk preguntó mientras bajaba las escaleras. El humano no se veía muy feliz mientras miraba a Siwan—. Bueno, Leo es mío.

Lo que sorprendió a Changmin fue el pequeño cerdo que seguía a Hyuk. La maldita cosa tenía una cinta alrededor de su cuello y... ¿las uñas pintadas? El cerdito corrió hacia Siwan y embistió su cabeza contra el pie de Siwan.

—Creo que Bacon defiende a Hyuk —Jinwoon se rio—. Será mejor que tengas cuidado, Siwan.

El fey se sonrojó profundamente y salió por la puerta principal. Leo se veía como si quisiera saltar a los huesos de Hyuk y reclamarlo. Hyuk y su cerdo salieron por la puerta principal detrás de Siwan mientras los gemelos entraban. —Bueno, mira lo que trajo el gato —dijo Lee Joon—. Y sí, eso es un juego de palabras.

Changmin rodó los ojos.

 

—Parece que ya no te asusta tu pareja. ¿Ya jodiste? — Lee Joon le guiñó un ojo mientras empujaba un codo hacia Jinwoon.

—¡Lee Joon! —Hoon lo reprendió—. No te enojes si el doctor Lee golpea tu culo.

Lee Joon extendió la mano y acarició el cabello de   Jinwoon.

—Él sabe que solo estoy divirtiéndome un poco.

 

Changmin no estaba seguro de qué hacer con la interacción. Escondió su sonrisa cuando Jinwoon extendió la mano y alejó el brazo de Lee Joon.

—Eres un gran tonto.

 

—Oh, que arisco —dijo Seung Ho—. Yo digo que fue reclamado.

 

—Cállate, Seung Ho —Jinwoon ladró mientras se volvía de siete tonos de rojo—. No es de tu incumbencia.

Lee Joon movió un dedo a la cara de Jinwoon. —Mira, está sonrojado.

Changmin dejó escapar una risa suave. Jinwoon parecía que estaba listo para golpear el trasero de esos dos. Mientras los dos no se salieran de la línea, Changmin se quedaría fuera de esto. Se dio cuenta de que tenían una larga historia de bromas juntos. También le gustaba el hecho de que Jinwoon se irritara y no se mostrara asustado.

—Sigue así y le diré a Mir que estuviste coqueteando con Siwan —amenazó Jinwoon.

—¡No lo hice!

 

—¿Qué están discutiendo? —Mir preguntó mientras entraba en la casa—. He estado trabajando duro todo el día. Por favor, no me digas que tengo que volver a casa y salvar tu culo.

Lee Joon le dio una mirada a Jinwoon. La pareja de Changmin se limitó a sonreír inocentemente a Mir.

Changmin sabía quien era Mir porque lo conoció con Lee Joon hace un mes más o menos, cuando visitó la librería.

Estaba empezando a ver la relación que Jinwoon tenía con todo el mundo. Porqué el hombre creía que esta familia no se preocupaba por él estaba más allá de la comprensión de Changmin. A pesar de que Lee Joon le lanzaba dagas a Jinwoon con la mirada, Changmin también veía la picardía en los ojos grises del hombre.

—No pasa nada, honey bunny.

 

Esta vez Changmin dejó escapar una carcajada. Era gracioso como el infierno ver a un hombre tan grande bajar   la cabeza ante el pequeño humano. Hoon estaba sonriendo de oreja a oreja mientras Seung Ho rodaba los ojos como si estuviera avergonzado de que su hermano fuera tan cobarde.

Changmin no había conocido realmente a esta familia. Había oído muchas cosas acerca de ellos y luego que el accidente ocurrió se agrió su opinión. Pero cuanto más tiempo se quedaba aquí, más veía lo mucho que se preocupaban por los demás y a quienes consideraban amigos.

—¿Ellos se están metiendo con Jinwoon, doctor Lee? — preguntó Mir.

—Llámame Changmin.

—¿Por qué él puede llamarte por tu nombre de pila? — Lee Joon se quejó.

—Muchacho, ¿no tienes trabajo que hacer? —Eric le preguntó mientras entraba en la sala.

—No —dijo Lee Joon—. Lo tengo todo hecho.

—Sí, claro —masculló Jinwoon—. Lo creeré cuando los cerdos vuelen.

—Lo he oído —Lee Joon se quejó mientras cruzaba la sala y se dirigía hacia la cocina—. ¿Algo para cenar?

Eric negó con la cabeza. El hombre parecía  que había estado frente a Lee Joon y su locura por demasiados años. —Ya cenaste, Lee Joon, dos veces.

—¿Sólo dos veces? —Mir bromeó mientras se dirigía hacia la cocina, detrás de su pareja.

—Supongo que será mejor revisar a Hansol y G.O —Seung Ho subió los escalones a la planta de arriba.

 

—Es mejor asegurarse de que Kiseop no esté sosteniendo la cabeza de Siwan bajo el agua —Hoon salió de la sala y por la puerta principal.

—Esa es su manera de darles un poco de privacidad —dijo Eric—. Bueno, todos excepto Lee Joon. —El hombre negó con la cabeza mientras salía de la habitación.

 

—¿Nunca sentiste encajar aquí? —Changmin le preguntó a Jinwoon.

—Eso es porque nunca he tenido una pareja como todo los demás —dijo Jinwoon mientras sus brazos se apretaban alrededor de Changmin—. Y me trataban como a un lento, pero... —Jinwoon suspiró—. Supongo que sí les importo.

—Habría que ser ciego si crees que no lo hacen —y admitirlo hizo que Changmin apretara los dientes. Eso significaba que Soo Hyun intencionalmente no lastimó a Jinwoon. También significaba que se quedarían. Changmin no podía apartar a Jinwoon de la gente que se preocupaba por él.

No se quedarían aquí de manera permanente, solo por protección, estaba bastante seguro de que los osos y él defenderían a Jinwoon.

Era bueno saber eso.

 

Justo cuando llevaba a Jinwoon arriba, tres hombres aparecieron en la sala de los osos. Changmin lanzó a Jinwoon detrás de él y descubrió los caninos. Habían aparecido, lo cual significaba que eran fey y estaban aquí por Siwan.

 

 

 

continuara....

 


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