Capítulo 7
El club estaba lleno de sombras y luces intermitentes. El aire olía a químicos, bebidas y sudor. La gente se amontonaba en la pista de baile, indistinguibles, no identificables. De vez en cuando uno o dos fueron elegidos por un reflector al azar, dándoles su momento de fama, y luego absorbidos nuevamente por la masa palpitante.
Este no era el escenario de Minho. Con cada minuto que pasaba se arrepentía de haber dejado a Yoona convencerlo. Pero ella había estado cansada y estresada de todo el estudio y quería apartar su mente de los próximos exámenes, y él había cedido.
El bar al menos tenía Yuengling (3) , lo que era un alivio, y Minho bebió hasta que la mitad de ella había desaparecido. Era tan ruidoso allí dentro, y las luces estaban a la vez bajas y palpitantes, lo que le hacía doler la cabeza.
“Vamos, no seas un asesino de estados de ánimo,” Yoona le gritó al oído. “¡Vamos a bailar!”
“Sabes que odio bailar.”
“¡Pero todo el mundo está bailando! ¡Vamos! ¡Quiero bailar!”
“Entonces ve a bailar,” dijo Minho y tomó un sorbo de su cerveza.
“¿En serio?” Yoona se puso las manos en las caderas. “¿Dejarás que otros tipos bailen conmigo? ¿No te importa?”
“Confío en ti,” Minho dijo inexpresivamente.
“En serio, ¿qué te pasa? Has estado tan malhumorado los últimos días. ¡Yo soy la estresada por los finales, no tú!”
Minho tomó un sorbo de la botella. “No he estado malhumorado.” Él cómo que lo estuvo, tal vez, aunque no pudiera precisar el motivo. Podía sentir esta extraña especie de frustración creciendo en él, pero no sabía que era lo que le molestaba. Todo estaba bien. El negocio funcionaba como una máquina bien aceitada. Su relación con Yoona no podría ser mejor. No había nada por lo que sentirse frustrado.
“Ve a bailar,” dijo Minho. “Ve a divertirte –“ Se interrumpió cuando un reflector atrapó a dos chicos bailando juntos.
Yoona siguió su mirada.
“Oh, mira quién está aquí! Tae no perdió mucho tiempo después de abandonarnos. ¡Él tiene buen gusto! Es muy atractivo.”
Minho se quedó mirando las grandes manos en las caderas de Taemin mientras Taemin se movía, moliéndose contra el otro tipo, su cabeza en el hombro del hombre, con los ojos cerrados y los labios entreabiertos. El chico lo miraba con hambre, con las manos moviéndose para deslizarse debajo de la camiseta de Taemin.
Minho bajó su cerveza. “Vamos a decir hola.”
“¡No puedes estar hablando en serio!” Dijo Yoona. “Taemin no estará feliz. ¡Estoy segura de que no quieren ser interrumpidos!”
“Vamos,” Dijo Minho, capturando la muñeca de Yoona y prácticamente arrastrándola hacia la pareja.
“¡Minho!”
Hizo caso omiso de sus protestas, abriéndose paso entre la multitud.
Cuando llegaron a su destino, Minho agarró el brazo de Taemin - sólo para llamar su atención, por supuesto.
Los ojos de Taemin se abrieron y parpadeó aturdido unas cuantas veces antes de que su mirada se centrara en Minho. Entonces una sonrisa lenta y radiante iluminó su rostro. Sus labios formaron una palabra, pero la música era demasiado fuerte para que Minho pudiera escucharla.
Taemin se alejó de su pareja de baile y prácticamente cayó contra Minho. “¡Hey!” Gritó alegremente.
Fue entonces cuando Minho se dio cuenta de que Taemin estaba borracho. Tuvo que envolver su brazo alrededor de la cintura del hombre para sostenerlo. “Estás borracho.”
Enroscando un brazo alrededor de su cuello, Taemin negó con la cabeza. “Sólo achispado”
Minho resopló y miró al otro chico - que estaba arrojando dagas con la mirada hacia él.
“Piérdete,” dijo Minho. “Él está demasiado borracho para sacarlo.”
Resoplando con molestia, el hombre desapareció entre la multitud.
“Nunca estoy demasiado borracho para sacar,” Taemin anunció en su oído.
Minho hizo una mueca.
“Estás definitivamente demasiado borracho para conducir. ¿Cómo has llegado hasta aquí?”
Hubo una pausa. “No lo sé. Creo que caminé.”
“¿Tú crees?” Dijo Minho. “¿Cómo harás para llegar a casa?”
Taemin presionó su nariz contra su oído. “No quiero ir a casa. Quiero follar.”
“Realmente,” Dijo Minho de forma inexpresiva. “Pensé que tú rechazaste la invitación de Yoona porque no querías follar.”
“No quiero una niña,” Taemin murmuró a su oído. “Quiero un hombre. Quiero que me sostenga abajo y me folle.”
Minho tragó. Se encontró con la mirada preocupada de Yoona, y se estremeció, aunque no había manera de que ella pudiera haber escuchado. E incluso si pudiera, él no tenía ninguna razón para sentirse culpable. Él no era responsable sobre lo que Taemin estuviera balbuceando.
Minho se aclaró la garganta. “Vamos a llevarte a casa. Necesitas dormir la mona.” Gesticulando a Yoona para que lo siguiera, Minho medio cargó, medio arrastró a Taemin fuera de la pista de baile.
“¿Dónde vamos?” Taemin dijo una vez que obtuvieron sus chaquetas y salieron fuera a la noche de diciembre.
Había frío y humedad, pero no mucho viento.
“¿Dónde vives?”
Después de un momento, Taemin le dijo su dirección.
“Ahí es a donde vamos, entonces,” dijo Minho, empujándolo hacia su coche.
“¡Oye, con calma allí!” Dijo Taemin, tropezando. “Mis piernas están algo chistosas.”
“Tú estabas lo suficientemente bien, cuando estabas moliéndote contra ese tipo en la pista de baile.”
“Suenas enojado, Ming,” dijo Taemin, volteando y guiñándole un ojo. Aparentemente, no estaba demasiado borracho para su tonto coqueteo.
“No estoy enojado,” dijo Minho, agarrando a Taemin cuando tropezó de nuevo. “Estoy molesto. Ser tu niñera no estaba en mi lista de cosas por hacer de hoy.”
“No seas tan duro con él, dulzura.”
Sorprendido, Minho volvió la cabeza. Se había olvidado por completo de Yoona.
Ella alargó sus zancadas para ponerse al día. “En todo caso, tú deberías ser el que se disculpe con Taemin por cortarle el polvo.”
“Yo no hice tal cosa,” Minho dijo, abriendo su coche y empujando a Taemin en el asiento del pasajero.
“Tú lo hiciste,” murmuró Taemin.
“Tú, lo hiciste,” dijo Yoona, subiéndose en el asiento trasero.
“Él está perdido.” Minho subió a su asiento, tirando a Taemin hacia arriba, abrochado su cinturón, y encendiendo el motor. “Quién sabe lo que ese tipo le habría hecho.”
Taemin se echó a reír - o más bien, reír tonta-ebriamente. “Aw, eres tan dulce.”
Minho lo acribilló con la mirada.
Taemin le lanzó un beso.
Apretando los dientes, Minho volvió a mirar a la calle.
Sintió la mirada de Taemin en él.
“Esto es tan extraño,” Taemin dijo, sonando confundido. “Eres dulce, pero te ves muy amargado. Extraño.”
“¿Nadie te dijo que eres un borracho horrible?” Minho dijo, ignorando la risa de Yoona desde el asiento trasero.
“No,” Dijo Taemin después de un momento.
“Eres un borracho horrible.”
“No lo soy. ¡Soy un borracho impresionante! Me recupero bastante rápido.”
“Eso no es exactamente a lo que me refiero.”
“Eres malo. Te ves tan bien, pero eres tan malo.”
“Tú acabas de decir que era dulce.”
“¡Yo nunca dije eso!”
Minho se echó a reír. “Eres algo ridículo.”
“Y tú eres un pendejo.”
“Y tú eres irritante.”
“Agradable,” Yoona dijo, riendo. “Insultos de jardín de infantes. ¿Qué sigue, chicos?”
“¡Él Empezó!” Dijo Taemin con un puchero en su voz. “A mí realmente, realmente no me gusta tu novio. No sé cómo puedes estar con él. O por qué.”
“Tiene sus momentos,” dijo Yoona. “Además, tiene una gran polla.”
Eso silenció a Taemin. Por un momento.
“Supongo”, murmuró a regañadientes. “Creo que las pollas grandes pueden ser bastante incómodas cuando el tipo no sabe cómo usarla. Pero supongo que – “
“Él está justo aquí, “ dijo Minho, mirando frente a él. “Y a él realmente le gustaría que ustedes dos dejaran de discutir sobre su polla.”
“Aguafiestas” dijo Yoona.
“Aburrido,” dijo Taemin.
Yoona se rió un poco. “Espero que no estés demasiado enojado con Minho. Ese tipo era muy atractivo.”
“Sí. Tenía unos ojos bonitos. Tan azules. Lástima.”
Minho miró a Taemin. Se veía con sueño ahora.
“¿Puedo preguntarte algo?” Dijo Yoona.
Cuando Taemin hizo un ruido soñoliento, le preguntó: “¿Por qué no tienes una novia o un novio? Quiero decir, eres probablemente el tipo más popular de la universidad, todo el mundo te ama, pero nunca sales con nadie. Tú solo te encamas por ahí. La gente dice que tienes miedo al compromiso.”
“Nop,” Murmuró Taemin, bostezando. “Es todo lo contrario. Mis padres se aman - su amor es épico como la mierda - y yo básicamente crecí sin conocer nada más. Conformarme con nada menos parece un poco superficial. Así que sólo follo. Tienes que besar muchos sapos antes de encontrar a tu príncipe y todo eso. No conocí a nadie al que quiera tanto como para dejar de follar por ahí”
Había una mirada nostálgica en el rostro de Taemin. No se veía tan borracho ya.
“Yo realmente quiero conocer a esa persona,” dijo Yoona.
Taemin encontró los ojos de Minho y desvió la mirada. “Tú y yo ambos, cariño.”
“Está bien, ¡vamos a tener un pequeño juego!” Dijo Yoona
“¿Un juego?”
“Uh huh. ¿Una mujer o un hombre?”
“Fácil,” murmuró Taemin. “Un hombre.”
“¿Por qué estás tan seguro?” preguntó Yoona, un rastro de molestia en su voz. Podrías enamorarte de una mujer.
Minho miró a Taemin de nuevo. Tenía los ojos cerrados.
“No me malinterpretes, me gustan las mujeres,” dijo Taemin. “Ustedes son agradables para tocar, agradables para conversar, pero no puedo realmente - no puedo verme a mí mismo enamorándome de una chica. Hay cosas que las mujeres no pueden darme.”
“¿Cómo qué?” dijo Yoona
No quiero una niña. Quiero un hombre. Quiero que me sostenga abajo y me folle.
Minho se movió en su asiento ligeramente, fijando sus ojos en línea recta.
“Estar con un hombre es diferente a estar con una mujer,” Taemin murmuró. “La dinámica es diferente. Estoy a favor de la igualdad de género y todo, pero todavía hay algunas cosas que simplemente no puedes –“ Seinterrumpió con un ruido frustrado. “Es difícil de explicar. Me siento
diferente con los hombres y queremos cosas diferentes, ¿sabes?”
Yoona lanzó una risita tonta. “Sólo di que te gustan las pollas más.”
Taemin se rio disimuladamente. “Eso también, pero no es tan simple, de hecho.”
“Está bien, lo que sea. Así que la persona será más probablemente un hombre. ¿Alto y construido o bajito y delgado?”
“Pregunta tonta. ¿Te gustan los chicos bajitos y delgados?”
“¡No es lo mismo! Escuché que a algunos chicos gay les gustan los twinks .
“No a mí. Me gustan altos y construidos. Alguien más fuerte que yo.”
“Lo pillo,” Yoona dijo, con una sonrisa en su voz. “Déjame Adivinar: te gusta, ehm, ¿ser el que recibe?”
Taemin se echó a reír. “He hecho ambos.”
“Pero prefieres recibir,” Yoona presionó.
Minho lanzó una mirada de lado hacia Taemin.
“Sí,” dijo, encontrando los ojos de Minho. Había un rubor en sus mejillas.
Minho volvió a mirar a la calle. Estaban casi en la dirección que Taemin le había dado.
“Pero en realidad no lo hago frecuentemente,” dijo Taemin. “Yo por lo general sólo tengo encuentros de una sola noche, y tu realmente no vas tan lejos con algún extraño. Y es un poco demasiado intenso y te hace sentir demasiado vulnerable y mierda cuando el chico –“
“Demasiada información,” dijo Minho.
El silencio que cayó en el coche era casi ensordecedor, y Minho se dio cuenta de que prácticamente había gruñido las palabras.
“¿Por qué?” Taemin murmuró al fin. “¿Eso te hace sentir incómodo, Ming?”
Minho mantuvo sus ojos en la carretera. “Existe algo así como el exceso de comunicación.” Minho detuvo el coche delante del edificio. “¿Es este el edificio correcto?”
“Yo - Sí.”
“Entonces baja.”
Gracias por el paseo, supongo. Adiós, Yoona.”
“Chau, Tae.”
Minho no miró como Taemin abría la puerta, pero tuvo que mirar cuando el chico tropezó y cayó al suelo.
“Por el amor de Dios,” dijo Minho y salió del coche.
“El mundo está girando,” dijo Taemin. “Extraño. No me siento así tan borracho ya”
Minho lo levantó. “Vamos.”
Taemin pasó un brazo alrededor de su cuello y se apoyó en gran medida en su contra.
“¿Necesitas ayuda?” Yoona gritó desde el coche.
“No” dijo Minho y comenzó a caminar. “¿Dónde está tu departamento?”
“Allí. Quinto piso. El ascensor no funciona.”
“Era de imaginar.”
Cuando finalmente llegaron al departamento, se apoyaron contra la puerta, recuperando sus respiraciones.
“Creo que me estoy poniendo enfermo,” dijo Taemin.
“No lo hagas,” dijo Minho.
“Muy útil, amigo.”
“Puedes manejar el resto por tu cuenta, ¿verdad?”
“Si digo que no, ¿me cargas adentro?” Taemin estaba sonriendo ligeramente, pero sus ojos estaban extrañamente serios.
Minho se enderezó.
“Si estás de nuevo coqueteando, estás lo suficientemente bien para llevar tu culo dentro.” Se volvió para irse, pero una mano cogió su chaqueta.
“Ming.”
Inhaló y miró a Taemin. “¿Qué?”
Taemin dejó ir su chaqueta. Se mordió el labio inferior, una extraña expresión en su cara.
“Es como, la última vez que nos veremos el uno al otro, ¿verdad?”.
Minho metió las manos en los bolsillos de su chaqueta y se encogió de hombros.
“Vamos probablemente a cruzarnos uno con otro en tu universidad.”
“Sabes a lo que me refiero.”
Los ojos de Taemin eran como el chocolate fundido.
Evitando su mirada, Minho tiró de su cuello. “Puede ser. ¿Y qué?”
“Odio dejar cabos sueltos,” dijo Taemin.
“¿Qué cabos sueltos?”
“Tú sabes de lo que estoy hablando. Mírame.”
Minho sabía que no debía. Él lo sabía.
Pero lo hizo de todos modos.
Se miraron el uno al otro en silencio; el único sonido en la escalera era su respiración entrecortada.
Taemin se lamió los labios.
“Sólo una vez,” susurró.
Y Minho se lanzó hacia adelante, aplastando sus labios con los suyos. Gimiendo, Taemin lo agarró del pelo y le devolvió el beso, ansioso y necesitado, y Minho lo beso más profundo, empujando su lengua dentro. El beso fue desordenado y carnal - lengua, dientes, gruñidos
jadeantes y gemidos - y él no podía besarlo lo suficientemente duro y lo suficientemente profundo. Nada tenía sentido - nada excepto esto: el más básico, deseo físico, su sangre palpitante por la necesidad en sus venas y haciendo a su polla más espesa y más dura. Él quería -
Su teléfono celular sonó. Era el tono del timbre de Yoona.
Minho se apartó como si ardiera.
Respirando con dificultad, se miraron el uno al otro. Las pupilas de Taemin estaban tan dilatadas que sus ojos parecían negros, el rostro enrojecido, el pelo revuelto, los labios hinchados y rojos. Minho odiaba que incluso con la culpa retorciendo su estómago en nudos, una parte de él quería volver a chupar y besar esos labios, su cuerpo ardiendo de deseo.
“No,” dijo con voz ronca y retrocedió, casi cayéndose por las escaleras en su prisa.
Una vez fuera, el aire frío de la noche no hizo nada para refrescar su piel.
Minho tomó unas cuantas respiraciones profundas, tratando de que su erección se fuera por fuerza de voluntad. Él pensó en Yoona esperándolo en el coche, y se sintió mal del estómago.
No quería ir allí, pero no podía quedarse ahí para siempre.
Armándose de valor, Minho se acercó al coche y se metió en el asiento del conductor.
“¿Qué te ha tomado tanto tiempo?”
Minho miró hacia la noche oscura a través del parabrisas.
Él podría mentir. Él podría omitir la verdad.
Se le revolvió el estómago. No.
“Yo lo besé,” dijo inexpresivamente.
Un latido pasó. “¿Discúlpame?”
“Besé a Taemin.” Él no la miró.
El silencio se prolongó más tiempo esta vez.
Por fin, ella se echó a reír, un poco insegura. “Guau. No estoy segura de cómo tengo que reaccionar a esto. Pensé - pensé que eras un cien por ciento hétero.”
“Lo soy,” dijo Minho, agarrando el volante.
“Dulzura, odio decírtelo, pero no eres cien por ciento heterosexual si besas a otro tío.” Una pausa. “Aunque yo realmente no te culpo. Él es ridículamente atractivo y volvería a cualquier hombre bi-curioso.”
Al exhalar, Minho volvió la cabeza hacia ella. “Pensé que estarías enojada.”
Yoona hizo girar un mechón de su cabello en su dedo. “¿Por qué? Le di un beso también e hice más que besarlo. Estoy solo sorprendida.” Ella lo miró curiosamente. “¿Te gustó?”
Minho casi se echó a reír. ¿Cómo se suponía que iba a responder a eso?
Gustar ni siquiera se acercaba a ello. El hambre seguía arañando en él, su polla aún estaba medio dura.
Pero a pesar de toda su amplitud mental, Yoona no lo tomaría bien si supiera el alcance de su atracción por Taemin. Ella no lo tomaría bien si supiera que sus dedos todavía temblaban por la descarga de adrenalina, su cuerpo rígido con la excitación.
“Fue lo suficientemente bueno,” dijo cortamente Minho, escapando.
Yoona le puso una mano en el hombro. “Entonces ¿Qué vamos a hacer al respecto?”
“No estoy seguro de a qué te refieres.”
“¿No es obvio? Me siento atraída por él, te sientes atraído por él, y yo presumo que él se siente atraído por los dos. Es perfecto. Podemos disfrutar de un auténtico trío, no sólo dos chicos compartiendo una chica.”
Minho respiró lento. Ella no podía estar seriamente sugiriendo esto, “No estoy seguro de que sea una buena idea Yoona”
“¿Por qué? Fue realmente caliente cuando los vi a los dos besarse accidentalmente” Ella rió. “Hay que decir que hay algo muy excitante sobre ver a dos tipos calientes hacerlo. En realidad yo ni siquiera me siento celosa. Es como... se siente como que no contara, ¿sabes?”
Minho podía entender de dónde venía lo que ella decía: a él no le molestaría tampoco si viera a Yoona haciéndolo con otra chica sexy. Pero el problema era...
Él suspiró, pasándose una mano por los ojos. ¿Cómo podía decirle que él tenía un muy mal presentimiento sobre esto?
“¿Esto es sobre que él es un hombre?” Yoona preguntó cuándo él no dijo nada. “Si lo es, es una tontería. ¡Así que eres bisexual, gran cosa! Es sólo sexo, no es una relación. ¡Vamos, vamos a intentarlo! Si no te gusta, no vamos a hacerlo de nuevo. Sencillo.”
Minho miró hacia la oscuridad. Él no debería estar tomando ninguna decisión mientras su cuerpo todavía dolía por el deseo y las ganas.
Pero él dijo: “Esta bien.”
“¡Genial! Le diré a él mañana, entonces.”
La incómoda sensación en su estómago no disminuyó.
Algo le decía que no sería tan simple como Yoona hizo sonar que fuera a ser.
(3)Yuengling Traditional, es la cervecería más antigua de los Estados Unidos (fundada en 1829) y es la marca de cerveza más popular entre los norteamKrystalnos.
(4)Twin es un argot que se usa para describir a hombres gay de apariencia joven y que apenas superan (o no superan aún) la mayoría de edad. Con aspecto de adolescente o adulto joven, cuerpo delgado, usualmente con poco vello corporal o facial.