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Chico heterosexual: Solo un poco Obsesionado por Mir_Min18

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Capítulo 8

Taemin se limpió las manos sudorosas en sus jeans y tragó saliva, mirando la puerta del departamento de Minho.

Tendría que haberse negado.

Debería haberse negado cuando Yoona lo sugirió. Al principio había estado nervioso y avergonzado cuando Yoona le había dicho que sabía sobre el beso. Aparentemente, Minho siempre le contaba todo. Cómo el novio perfecto que él era.

Taemin no estaba seguro de por qué le molestaba tanto - por lo menos eligió no examinarlo muy de cerca. Hasta su conversación con Yoona, había estado tratando de no pensar en el beso, y la oferta de Yoona había sido un choque para él.

Al parecer, ella - y Minho - querían un trío. Un verdadero trío. Un trío en el cual él podría tocar a Minho y Minho lo tocaría. Taemin había estado tan asustado que dio su consentimiento sin pensarlo. No fue su momento más brillante.

Maldita sea, esto tenía “mala idea” escrito por todas partes. Tendría que haberse negado. Porque realmente le gustaba Yoona.

Y él no confiaba en sí mismo, no después del beso.

“Deja de ser un cobarde”,  murmuró Taemin y golpeó. Mientras esperaba, se volvió cada vez más consciente del tubo de lubricante en su bolsillo. ¿Presuntuoso? Tal vez. Tal vez no.

La  puerta  se  abrió.  Yoona  se  quedó  allí,  vestida  con  un  delgado camisolín blanco.

“Hola”,   Yoona dijo con una sonrisa.

Taemin devolvió el saludo y le dio un beso en la mejilla.

Ella cerró la puerta, tomó su mano y lo llevó hasta el dormitorio.

El corazón de Taemin latía en algún punto en el área de su garganta. Él no podía recordar alguna vez haber estado tan nervioso por sexo.

Minho estaba sentado en la cama, vistiendo sólo un par de boxers negros. Ojos azules oscuros se encontraron con los suyos, ilegibles. El rostro desaliñado de Minho era completamente impávido. Sólo el bulto en sus boxers lo delató - él no estaba tan desinteresado como aparentaba.

Taemin sintió las manos de Yoona desnudarlo, sus labios besando su cuello mientras ella lo hacía. La mirada de Minho seguía a las manos de Yoona, mirándola desabrocharle la camisa. 

Con dedos un poco inestables, Taemin desabrochó sus jeans y los empujó hacia abajo junto a su ropa interior.

Se sintió ruborizar mientras la mirada de Minho recorría su cuerpo desnudo.  Era  ridículo:  él  tenía  un  gran  cuerpo,  y  no  era  como  que Minho no lo había visto desnudo antes. Aun así, Taemin no pudo evitar sentirse cohibido. Minho era sobre todo hétero, después de todo.

¿Le gustaba lo que estaba viendo?

“Vamos,” dijo Yoona, empujándolo hacia la cama.

Taemin se sentó en la cama. Incómodo, vio como Yoona trepó en el regazo de Minho y lo besó. Vio cómo las grandes manos de Minho eliminaban su negligé. Taemin se removió, odiando su inusual timidez y torpeza. No era propio de él en absoluto.

Molesto consigo mismo, Taemin se acercó y deslizó una mano hacia abajo por la suave espalda de Yoona, hasta que su mano tropezó con la de Minho. Acarició los nudillos de Minho con sus dedos, sintiéndolos contraídos, y trabados. Minho lo miraba mientras besaba a Yoona.

Taemin se humedeció los labios y los ojos de Minho se clavaron en ellos. Taemin sintió una emoción atravesarlo. Acarició los dedos de Minho, mirándolo a través de sus pestañas.

Minho dejó de besar la espalda de Yoona, con los ojos pegados en Taemin. Estaban vidriosos y un poco fuera de foco. Los propios ojos de Taemin probable no se verían mejor en ese momento.

Probablemente  notando  que  Minho  ya  no  estaba  besando  su espalda, Yoona volvió la cabeza hacia Taemin y lo atrajo hacia sí para besarlo.  Él  la  dejó,  sintiendo  que  Minho  apretaba  sus  dedos  casi dolorosamente. 

Cuando Yoona finalmente rompió el beso, Taemin encontró el rostro de Minho sólo a pulgadas de distancia. Se miraron el uno al otro.

Lo siguiente que supo, se estaban besando con furia, todo lengua y dientes,  manos  en  el  pelo  del  otro,  y  Dios,  se  sentía  tan  bien,  y atemorizante, pero adictivo. Taemin gimió en la boca de Minho y chupó su lengua, acercándolo más, con más fuerza, hasta que él estaba sobre su espalda y Minho estaba encima suyo, su pesado cuerpo aplastándolo abajo. Tan bueno. Jadeando, Taemin enganchó su pierna alrededor de la cadera de Minho y molió sus erecciones juntas. Minho gimió contra su boca y lo besó con más fuerza.

 Taemin gimoteó cuando tuvieron que dejar de besarse para tomar un muy necesario oxígeno en sus pulmones.

“Oh wow.” 

Él se estremeció al oír la voz de Yoona. Cierto. Ella también estaba allí.

Taemin abrió los ojos y miró a los de Minho, a pulgadas de distancia de los suyos. Las pupilas de Minho quedaron completamente dilatadas, y estaba respirando con tanta dificultad como él. Sus cuerpos estaban entrelazados tan estrechamente que no había espacio para que quepa un pelo entre ellos. Pero Taemin todavía lo quería más cerca. Más. Con más fuerza.

“Follame,”   susurró, mirando a Minho a los ojos.

Las fosas nasales de Minho se encendieron.  “Nunca he follado a un hombre.”

“Bueno.” Taemin, casi dijo.  “¿Quieres hacerlo?”  Parecía una pregunta estúpida, teniendo en cuenta que la erección de Minho presionaba contra su muslo, pero él sabía que podría ser un asunto importante para Minho: era mayormente heterosexual, después de todo.

Los   ojos de   Minho vagaban por   su cara antes de que repentinamente besara a Taemin de nuevo. 

“Sí,”  dijo, abandonando los hinchados labios de Taemin solamente para continuar con su cuello en su lugar, dejando calientes, besos urgentes por su garganta y lamiendo chupetones en su piel.

Taemin  jadeó,  apenas  capaz  de  pensar.

“Hay  lubricante  en  mi chaqueta.” 

Minho no se movió, todavía arrastrando los labios por todo su cuello, pulgares frotando los pezones de Taemin, su vientre.

“Ming,”  intentó de nuevo.  “Lubricante.” 

“Sí.”  Minho levantó la cabeza y le dio un breve y duro beso.

 Excepto que el corto beso se convirtió en uno muy largo y Taemin terminó con las piernas envueltas alrededor de la cintura de Minho, sus estómagos  y  erecciones  apretados  uno  contra  el  otro.  Se  besaron  así; húmedos  besos  con  la  boca  abierta,  lenguas  entrando  y  saliendo,  por interminables minutos. Taemin se apartó con un gemido, jadeando en busca de aire. “Nunca vamos a llegar a follar si seguimos besándonos. Vamos. Lubricante. Y un condón.” 

“Aquí,”  dijo una voz tranquila.

Taemin volvió la cabeza y miró a Yoona. Ella estaba acostada de lado, observándolos. Su bonita cara sonrojada. Empujó el lubricante y un condón hacia él.

Taemin le dijo a Minho a regañadientes,  “Sal de encima. Tengo que prepararme. No puedo hacerlo contigo encima.”

Minho tomó el lubricante de él.  “Yo lo haré.” 

“¿Estás seguro de saber cómo? Ha sido un tiempo para mí, y va a doler como una perra si no lo haces apropiadamente.”

Minho le dio una mirada.  “Las Mujeres tienen sexo anal también, ya sabes.” 

“Correcto.”

Minho rodó fuera de él.

Sus ojos recorrieron el cuerpo desnudo de Taemin, casi como un toque físico.  “Abre las piernas,”  dijo, con voz baja y ronca.

Taemin lo hizo, y luego Minho estaba empujando sus muslos abiertos y tocando su agujero con sus dedos largos y lisos, masajeándolo.

Taemin se mordió el labio inferior, sin saber si debía empujar hacia arriba o hacia abajo, y se conformó con retorcerse un poco frenéticamente. Tenía que mantener sus dientes apretados para evitar mendigar por más. Estaba muy sensible allí abajo. Demasiado sensible.

Lentamente, un dedo se  deslizó en él.  Quemó, sólo  un poco, y Taemin se cerró alrededor de él, tratando de intensificar la quemadura. Se sentía bien, y él quería más. “Vamos, yo no estoy hecho de porcelana. Puedo tomarlo.” 

El rostro de Minho estaba tenso, con la mandíbula apretada con fuerza.  “No. Cuando nosotros empecemos, no voy a ser suave.”

Taemin se estremeció y cerró los ojos. Luego de un par de minutos, Minho estaba penetrándolo con su dedo, duro y profundo. Trabajó un segundo dedo al lado del primero, y esta vez hubo algo de verdadero dolor mientras el músculo se estiraba para dar lugar a la intrusión, pero añadido a la sensación, hizo que todo se sintiera más nítido y mejor. Taemin empujó sus caderas de nuevo en la mano de Minho y su polla consiguió ponerse más dura por las entradas y salidas de su interior, dedos romos capturados en el borde de su agujero con cada embestida de la mano de Minho.

Podía sentir la presión construyéndose en sus bolas mientras los dedos follaban en él, pero no era suficiente. Todavía se sentía hueco, vacío.

“¿Otro?”   Minho dijo, la voz increíblemente baja.

“Sí,”  Taemin gimió con voz entrecortada, al borde de la mendicidad.

Minho agregó un tercer dedo, y Taemin ya no podía formar palabras. Eran sólo las sensaciones sensoriales - frescas sábanas bajo él, el cuerpo caliente de Minho en contra suyo, el olor a sudor y pre-semen. La manera ridícula en que su culo se sentía, repleto por tres gruesos dedos, su agujero  ya  estirado  y  dolorido,  y  los  dedos  de  Minho  no  tenían comparación con el ancho de su pene. Los músculos de Taemin apretaban alrededor de los dedos, y el aliento de Minho atrapado en su garganta.

“Muy bien, eso es todo,”  Minho dijo entre dientes.

Los dedos se deslizaron lentamente, dejando a Taemin sintiéndose vacío y frío. 

El sonido de la apertura del envoltorio del condón lo excitó de una manera que no podría describir.

Tomando  una  profunda  respiración,  Taemin  forzó  sus  ojos  a mantenerse abiertos. Minho  estaba allí,  sonrojado, despeinado y excitado, los ojos oscuros y salvajes - su compostura desaparecida - y luego Taemin sintió la presión de la polla de Minho contra su suave agujero dolorido.  Minho  deslizó  sus  manos  bajo  Taemin,  levantando  sus caderas.

Con  el  lento  deslizar  de  la  polla  de  Minho  en  él,  Taemin renunció a pensar y sólo podía gemir, el sonido procedente de algún lugar profundo en su pecho. Echó la cabeza hacia atrás, con las manos en puño en las sábanas tan apretadas que sus dedos se sentían entumecidos. Oyó a Minho esbozar un suspiro tembloroso.

“Jesús,”  dijo Minho, su voz vacilante.

Otra embestida, golpeando en su próstata, y los ojos de Taemin se voltearon en su cabeza. “Dios.  Sí, ahí.” 

Desenredando las manos de las sábanas, Taemin pasó sus brazos alrededor de la espalda de Minho, trayéndolo más cerca, y sus bocas se reunieron en otro hambriento y profundo beso. La sensación de su propia polla atrapada entre sus cuerpos, manchada de sudor y pre-semen, le hizo gemir.

Minho aceleró el ritmo, y Taemin clavó las uñas en la espalda de Minho mientras sus ojos se cerraron y su boca se abrió con la forma de una O. Dios, él se sentía perfecto en su interior, largo y grueso, estirándolo hasta esa delgada línea entre el dolor y el placer, cada golpe volviéndo a Taemin loco. Él estaba gimiendo y rogando por más y no podía parar, y Minho no estaba mejor, gruñendo y gimiendo encima de él mientras se movían juntos.

En poco tiempo, el autocontrol de Minho se perdió por completo, y empezó a embestir con todas sus fuerzas.

“Oh Dios,”  Taemin se quedó sin aliento cuando Minho jaló su cabeza hacia atrás, el ritmo nada menos que frenético. Animal. La cama crujía bajo ellos, y el olor a sexo llenaba el aire. Taemin sabía que su agarre sobre Minho era lo suficientemente apretado para dejar moretones, pero no podía dejarlo ir, no podía acercarlo lo suficiente. Él escarbó en los hombros de Minho y gruñó, torciendo sus piernas alrededor de la mitad del cuerpo de Minho. Su agujero estaba demasiado sensible y dolorido, y él sólo quería más, más de Minho, en este ángulo perfecto, rápido y brutal, chocando contra él, llenándolo tan bueno y tan mucho-

Minho se retiró para mirar hacia abajo en él. Sus ojos aturdidos se encontraron. Una estocada final, dura y profunda, y un músculo a lo largo de la cara de Minho tembló, sus ojos ampliándose y sin ver. Su estómago empujó contra la polla de Taemin, duro, y Taemin arqueó la espalda mientras se corría con un grito lloroso, su agarre tan fuerte en los hombros de Minho que probablemente sería doloroso. Él estaba diciendo algo, pero no tenía ni idea de lo que estaba diciendo. Minho no estaba nada mejor, jadeando algo que sonaba como “Joder” y posiblemente  “Dios”.  Los temblores corrían a través del cuerpo de Taemin, y Minho desplomado encima de él, también estaba temblando.

“Eso Fue - Yo...”   Taemin logró decir, con la voz temblorosa.

Minho gruñó en su garganta, respirando con dificultad, su cuerpo pesado, y caliente, y perfecto. Tan jodidamente perfecto.

Taemin no estaba seguro de lo que le hizo volver la cabeza, pero algo lo hizo.

Su mirada aturdida cayó sobre Yoona. Ella estaba mirándolos con una expresión muy extraña en su rostro.

Pero entonces ella sonrió, y Taemin pensó que probablemente sólo lo había imaginado.

“El está muy bien, ¿No es así?”, dijo con una sonrisa socarrona.

Taemin se rió sin aliento.  “Sí. Bastante bien.” 

Minho se retiró y salió de Taemin para descansar a su lado. Él retiró el condón, lo ató y lo arrojó a la papelera al lado de la cama.

“¿Bastante bien? ¿Debería estar ofendido?”  

Taemin volvió la cabeza y le sonrió, todavía aturdido por el placer. Él tuvo que morderse la lengua, literalmente, para mantenerse a sí mismo de decir algo ridículo como “Fue el mejor sexo de mi vida  o Por favor, fóllame de nuevo y nunca salgas de mí.”

“Bastante bien está bastante bien, ¿no?”  dijo en cambio y sopló un beso hacia él.

Minho lo miró fijamente durante un momento antes de repentinamente agarrarle su garganta, inclinarse y ajustar sus bocas juntas.

Taemin se volvió hacia él plenamente y cerró los ojos, disfrutando de los deliciosos pequeños escalofríos de placer que lo recorrían mientras se besaban despacio. Él no podía recordar la última vez que había disfrutado el simple acto de besar tanto así.

 Un suave cuerpo femenino se presionó contra su espalda, y Taemin se puso tenso y abrió los ojos.

 “Ustedes tuvieron su diversión, chicos,”   Yoona dijo a la ligera.  “Ahora es mi turno.”

 Minho dejó de besarlo, y Taemin aplastó la oleada de molestia.

 Era ridículo. Yoona tenía razón: se suponía que debían estar teniendo un trío, y hasta ahora habían sido negligentes con ella.

“Eso fue totalmente su culpa,”   dijo Taemin, volviéndose hacia ella y poniéndose una sonrisa en la cara.

Ella le devolvió la sonrisa y le besó.

Taemin cerró los ojos y trató de perderse en el beso, aun así no logró sentir nada más que el sentido de obligación. El firme cuerpo de Minho se apretó contra su espalda, y una gran mano acarició su estómago, pesada y perfecta, y eso sí lo hizo jadear de placer. Minho mordisqueó su lóbulo.

Sí, Taemin decidió, sintiendo a su polla empezar a endurecerse de nuevo.

Esto funcionaría.


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