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TOMANDO EL CONTROL por DANI DARKRAI

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Notas del capitulo:

Para ver las actualizaciones mas rápidas, pasa a mi cuenta en whattpad VARANTINE PEREZ

- También quiero que un pequeño grupo de caballeros de plata custodie el templo de cáncer, no permitan que Manigoldo ponga un pie fuera de su casa zodiacal hasta que termine la batalla ceremonial


 


- ¡Entendido maestro! – respondieron en conjunto, para desaparecer con rapidez -


 


Una vez que lo santos de plata abandonaron el templo, Hakurei desvió su atención a Sage, quien aún estaba afligido por la discusión que tuvo con su estudiante.


 


- Suponiendo que las cosas resulten bien, aún existe la posibilidad de que alguien intente ayudar a Manigoldo a escapar... – con suavidad envainó la espada sagrada en su funda – ¿quién piensas que podría ayudarlo?


 


- Estoy seguro de que sería Albafica dijo limpiando el rastro de lágrimas e intentando regular su respiración – lo considera su hermano...


 


- Entonces tendré que vigilarlo – caminó en dirección a su hermano menor, entregándole la espada, para poco después ser rodeado por unas esferas de fuego – cuando estés listo, te estaré esperando en el coliseo – indicó antes de desaparecer por completo -


 


 


INFRAMUNDO – CASTILLO DE HADES


 


 


En la terraza principal, se encontraba el dios del sueño, tomando una taza de té, mientras observaba con el hermoso amanecer que brindaba el sol.


Todos sus movimientos comenzaban a ejecutarse con precisión, Pandora se encontraba infiltrada en el santuario de Athena, informándole todo lo que ocurría. Le comunicaba los pasos que llevaba a cabo el santo de Géminis; también que el patriarca Sage se encontraba distraído resolviendo los errores de su pasado, y que, al parecer, el caballero de Altar no tenía las intenciones de interponerse en sus planes.


A pesar de todo, aún existía la posibilidad de que el mismo dios del inframundo, junto con la diosa Perséfone, se enterasen y trataran de ponerle fin a sus intenciones.


No contaba con el apoyo de los espectros del inframundo, ya que todos servían fielmente al dios Hades y tratar de convencerlos de lo contrario sería tomado como traición. Aun así, poseía la información suficiente de aquellos que custodiaban el palacio de su hermano. Enterándose de un rumor, que relacionaba a Thanatos en una batalla en contra de un santo de Athena ,"sin duda se trata del maldito de Cáncer".


Ante sus sospechas y la posibilidad de que su hermano acudiera con el rey Hades, lo hacía pensar en una alternativa, se haría cargo de la situación antes de perder el control.


 


- Dioses del sueño, quiero su presencia ahora – dejó con cuidado la taza sobre el platillo, sintiendo la llegada de sus 4 hijos –



- Señor Hipnos – se inclinó Oneiros sobre el suelo, junto con sus hermanos, en señal de respeto hacia su padre – es un honor verlo de nuevo


 


Hypnos se complació al ver la obediencia de sus queridos descendientes, a comparación de Pandora, ellos le serian de más utilidad en su siguiente objetivo.


 


- Necesito la fuerza y astucia de todos para ejecutar un ataque sorpresa – se levantó de su lugar para encarar a los cuatro – deben ser cuidadosos pues su objetivo es el mismo dios de la muerte no violenta.


 


- ¿Desea que eliminemos al señor Thanatos? – habló con gracia Phantasos pensando en lo extraño de su orden -


 


- No, no quiero que lo maten, mi hermano es demasiado poderoso y no tendría problemas en acabar con ustedes - a pesar de mostrarse calmo, Hypnos se molestó por las palabras de la chica – deseo que lo encierren en el mundo de los sueños, impidiendo que logre escapar al santuario de Athena o en dirección a los Campos Elíseos.


 


Oneiros se mostró sorprendido ante las exigencias de su padre, sabía que él siempre sintió una extraña atracción romántica hacia su tío, pero jamás imaginó que llegaría hasta el punto de querer encerrarlo en el mundo de los sueños.


Pero al ser una orden directa, no tenían por qué negarse ante los deseos de su señor.


 


- Por su puesto, pero debo informarle que no será nada fácil debilitar al señor Thanatos – levanto su mirada, mostrando determinación en realizar su tarea – como usted lo había dicho, nosotros cuatro no somos tan poderosos para lograr derrotarlo, si queremos tener éxito en nuestra misión necesitaremos de su ayuda.


 


- Lo entiendo – Hypnos invocó una gran cantidad de su cosmos para convertirse en su figura divina, la cual portaba su Cloth y al mismo tiempo mostraba su superioridad ante los dioses menores – me encargaré de distraerlo el tiempo suficiente para que ustedes logren debilitarlo y capturarlo – con cuidado descubrió la marca en su brazo, pudiendo apreciar la hermosa caligrafía con el nombre Θάνατος – una vez que sea encerrado en el mundo de los sueños, me encargaré personalmente de eliminar de una vez por todas los recuerdos del maldito humano.


 


Todos asintieron, dispuestos en completar sus deseos, para poco después desaparecer del castillo.


 


 


SANTUARIO DE ATHENA


 


 


Las ordenes de Hakurei no tardaron en ser cumplidas por los caballeros de plata, como lo había exigido, todos los caballeros de bronce, guardias, estudiantes y doncellas del santuario, se les fue informado que la batalla ceremonial se adelantaría. Todos los aspirantes a santos de Athena se movieron con rapidez limpiando el campo de batalla y retirando alguna de las armas que usaban como entrenamiento, para que todo estuviese listo en unas cuantas horas.


En cambio, en las 12 casas, la situación era completamente diferente, la noticia de que la batalla sería adelantada había sorprendido a todos los santos dorados.


 


El caballero de tauro, siempre se había abstenido en revelar cuál de los dos contendientes, creía sería merecedor del título de patriarca, desde su juventud siempre observó que Aspros y Sísifo, eran como mejores amigos que no dudarían en protegerse en medio de una batalla contra el enemigo. Ambos compartían sentimientos de justicia y paz para toda la humanidad, manteniendo así, la idea de que ambos serían los mejores candidatos para convertirse en patriarca de Athena. Pero desde el desafortunado accidente que provocó Aspros en contra de Manigoldo, sus pensamientos cambiaron por completo.



Aldebaran no titubeó en salvar la vida de Aspros al protegerlo de las rosas demoniacas, aunque había cometido un crimen imperdonable en contra de su amigo, no le parecía justo que pagara con su vida, después de todo era consciente del amor que sentía Regulus por el mayor y apartarlo de su lado era un castigo que el pequeño felino no merecía.


Pero su decisión tuvo consecuencias muy graves, ya que Albafica y Kardia lo ignoraban cruelmente cada que intentaba entablar una conversación con ellos, de seguro pensaban que él apoyaba las despiadadas acciones del caballero de géminis.


Incluso, al visitar a Manigoldo en su casa zodiacal para conocer su estado de salud, fue apartado con ímpetu por Kardia, impidiéndole la entrada a su habitación, diciéndole: "el no desea tu presencia, por favor retírate". Intentó buscar al joven canceriano, buscando alguna explicación sobre la situación, pero lo único que recibió fue un gesto de tristeza y dolor, pronunciando cansado: "Aldebaran estoy bien"


Su relación con sus compañeros no volvió a ser lo misma, procuraba mantener distancia de ellos, esperando dar el tiempo suficiente para que pudiesen disculparlo. Sin embargo, el momento jamás llegó, la guerra santa acabó con él antes de poder recibir el perdón de sus amigos.


Pero al menos se sintió aliviado al enterarse, por Dohko, que su muerte fue vengada por el espectro Kagaho de bennu, "si hubiese tenido más tiempo, me habría gustado agradecerle en persona"


 


- ¡Señor Aldebaran! – gritó Teneo con gran fuerza llamando la atención del caballero de Tauro – ¡¿Se ha enterado?! ¡La batalla ceremonial será esta tarde y todos los caballeros están casi listos para recibir a los señores Aspros y Sísifo! – se mostraba emocionado por las nuevas, ignorando la mirada de preocupación de su maestro – ¡¿no es increíble?!


 


- Por supuesto que sí - afirmó afable, alborotando los cabellos de su joven aprendiz – eso significa que nosotros también debemos prepararnos.


 


Con premura, Aldebarán y Teneo abandonaron el templo de Tauro, para dirigirse al campo de entrenamiento donde se llevaría a cabo el combate de ambos santos dorados.


 


 


SANTUARIO DE ATHENA – CASA DE ACUARIO


 


 


El regente del templo se enteró de las nuevas noticias, por medio de una guerrera de plata que le dio aviso desde la puerta principal. Escuchar el informe había inquietado a Degel, le parecía insólito que el maestro Hakurei decidiera tomar esa decisión tan pronto, sin tener lista la espada sagrada.


Se levantó de la cama con sumo cuidado, tratando de no despertar a su pareja, quien aún se encontraba descansado.


Se vistió con sus ropas de entrenamiento para después hacer uso de la armadura dorada de Acuario, para salir en dirección al templo del patriarca, deseaba saber las razones del cambio de planes a último momento. Sin embargo, fue detenido por Albafica quien lo esperaba en las afueras de su casa zodiacal.


 


- No esperaba verte por aquí Albafica – respondió con calma, observando extrañado la presencia del santo de Piscis, el cual rara vez se aventuraba en ir a su templo – supongo que tú también te encuentras inquieto sobre la noticia, ¿cierto?


 


- Así es, me informaron que se adelantaría la batalla ceremonial – habló, tratando de mostrarse tranquilo, aunque la verdad se sentía preocupado por el bienestar de su hermano – requiero llegar a la casa de Cáncer.


 


- Entiendo, esto se debe a Manigoldo - susurró para sí mismo.


 


Pero antes de poder adentrarse a la casa de acuario, los movimientos de Albafica fueron detenidos por la voz de Hakurei


 


- ¡Albafica! – increpó Hakurei de una forma seria y agresiva, para luego posicionarse en frente de ambos caballeros, impidiendo su avance – Manigoldo está incluido en su casa y no debe ser molestado, las ordenes que recibiste fueron presentarte en el campo de entrenamiento de inmediato, recuerda que aún estas castigado por desobedecer las órdenes del patriarca – observó a Albafica estoico, quien lo desafiaba con la mirada.


 


- Maestro Hakurei – Degel intervino poniéndose entre ambos guerreros impidiendo que se iniciara un enfrentamiento - no se preocupe, yo personalmente llevare a piscis allí.


 


- Eso espero – habló con dureza, dándoles la espalda - quiero verlos allí cuanto antes.


 


Con su habilidad de teletransportación, Hakurei desapareció en cuestión de segundos, dejándolos nuevamente a solas. La extraña tensión que sostuvo el maestro en contra de Albafica por intentar acercarse al caballero de cáncer, le parecía ridícula. Advertía en la mirada de su amigo, miedo, "¿qué está pasando?"


 


- Oigan, ¿qué pasa con ustedes?... -


 


Su escuchó una voz soñolienta desde el interior, era Kardia quien vestía la armadura de Escorpio y portaba juguetón los anteojos de su pareja.


 


- ¿Acaso ya es la reunión diaria con el patriarca? – bostezó cansado, viendo con alegría a su amigo, quien parecía sorprendido de verlo ahí– ¡hola Albafica!, es raro verte por aquí... después de todo siempre te gusta alejarte de nosotros y estar en compañía de Manigoldo – se burló, esperando alguna reacción de enojo o vergüenza -


 


- Kardia... – ágilmente Degel cubrió sus labios, impidiendo que continuara hablando – lo siento mucho, en ocasiones él puede ser demasiado fastidioso, debemos acatar la orden del maestro Hakurei si no deseamos tener más problemas.


 


Kardia, irritado por sus palabras, retiró las manos de su pareja, para luego abrazarlo sorpresivamente y comenzar a besar de forma obscena su cuello. Gozaba molestando a Degel con muestras de afecto delante de sus compañeros, ya que podía ver como perdía el estilo de ser alguien serio y educado.


 


- ¿Q-que estás haciendo? – se alejó al instante, recordándole que no estaban solos.


 


Kardia, sin importarle la presencia del caballero de Piscis, tomó con firmeza el rostro de Degel, para besarlo de forma apasionada introduciendo su lengua en su cavidad.


 


- Tal vez soy fastidioso – pronunció después de saborear con cuidado los labios del santo de Acuario – pero aun así estamos destinados a estar juntos por toda la eternidad – aseveró, tomando su brazo para dejar un beso sobre las letras doradas.


 


En un intento de volver a unir sus labios, Kardia fue golpeado con fuerza por una roca que rebotó sobre su cabeza, obligándolo a separarse.


 


- ¡Maldición! ¡¿Qué te pasa?!



- Realmente no me molesta que ustedes estén justos – respondió Albafica indignado, liberando un poco de su poder en advertencia por las acciones de escorpión - pero si vuelvo a ver esa clase de afecto inapropiado enfrente de mí, juro que la próxima piedra golpeará algo más que tu rostro.


 


Incómodo por la escena, Albafica decidió partir solo, ya no deseaba estar cerca de ellos.


 


- En ocasiones desearía que no fuese tan reservado –


 


Sin esperarlo Kardia recibió otro golpe sobre su cabeza, dejando un pequeño bulto sobre sus cabellos.


 


- ¡No vuelvas hacer eso! – le exigió Degel avergonzado, tratando de controlar el rubor de sus mejillas – ¡juro que te congelaría por completo si no fuera a casarme contigo! – tomo sus lentes, que aún traía Kardia, para después correr en dirección del caballero de piscis, ignorando los reclamos de su destinado-


 


 


SANTUARIO DE ATHENA – CASA DE LIBRA


 


 


Una vez que Shion teletransportó a ambos a la casa de Libra, se distanció de su novio para explorar un poco los alrededores. Lo primero que notó, fue el extraño ambiente que se podía sentir, lo que alguna vez percibió como un lugar cálido y acogedor, ahora se mostraba lúgubre y frío.


Cuando iba a comentarlo, su cuerpo fue aprisionado agresivamente por los brazos de Dohko, impidiéndole moverse.


 


- ¿Qué te pasa? – inquirió Shion, desconcertado por las acciones de su pareja. Sin embargo, no obtuvo respuesta, inquietándolo aún más – si es una broma, no es gracioso.


 


De repente, bruscamente, lo obligó a ponerse de rodillas. Apareciendo Aspros, repentinamente desde las sombras.


 


- Shion, es bueno saber que viniste a visitarnos – replicó cizañero hacia el joven de Aries, quien mostraba confuso – por un momento pensé que declinarías la oferta de Dohko.


 


Con tranquilidad, Aspros llamó al pequeño Regulus, dándole la orden de ayudar a sujetarlo, conocía las habilidades del santo de Aries a la perfección. Era consciente que podría escapar con facilidad con la ayuda de su telequinesis, pero al haber ingresado en el templo de libra su habilidad ya no tendría efectividad.


 


- ¡¿Qué les pasa?! ¡¿Dohko?!, ¡¿Regulus?! – con persistencia, Shion se resistió ante la fuerza de ambos guerreros tratando de usar su cosmos, pero por alguna razón su habilidad de teletransportación no podía ser ejecutada – ¡Aspros! ¡¿Qué les has hecho?!


 


- Nada grave, solo los mejoré un poco – caminó con superioridad – quería ayuda y, ellos amablemente, se ofrecieron en apoyarme.


 


Sin piedad, Aspros golpeó con fuerza el abdomen bajo del carnero, obligándolo a doblegarse sobre el suelo. Estaba harto de que Shion y Albafica siempre ocultaran los secretos de Manigoldo, desde sus inicios como pareja, ellos siempre intentaban separarlos constantemente.


Ahora que tenía la oportunidad de desquitarse, tomando información de uno sus amigos más cercanos, no permitiría que volvieran a ocultarle la verdad.


 


- Sabes... desde el principio me pregunté por qué tú y el maldito de Albafica siempre se encontraban cerca de Manigoldo – con una señal, dio la orden de que lo levantaran para golpear su rostro –sospechaba que tal vez, estaban interesados en él de forma romántica, pero me equivoqué. Ustedes son las personas que se encargan de encubrir todos sus secretos, engaños y... lo más imperdonable, sus crímenes en contra del santuario.


 


En ese momento, percibiendo el afloje en el agarre de sus captores, Shion liberó una gran cantidad de energía, empujándolos el tiempo suficiente para atacar al caballero de géminis con Sutāraito Reboryūsshon (Revolución de Polvo Estelar). Sin embargo, su ataque fue repelido con Galaxian explotión (Explosión de galaxias), haciéndolo estrellarse contra uno de los grandes pilares.


Aspros se mofó del ataque de Shion, quien, a pesar de encontrarse atrapado en su técnica especial, aún tenía el poder suficiente para luchar.


Sin perder tiempo, Regulus utilizó la técnica Lightning Plasma, provocando que cayera el suelo con violencia.


 


- Eres alguien persistente y eso es de admirarse –


 


- Tu eres quien ha estado alterando la protección de la diosa Athena... - levantó su mirada con dolor, pudiendo observar la estrella dorada formarse en su frente – supongo que debí suponerlo... ¿qué se puede esperar de un traidor?


 


Al ver a Shion adolorido y fatigado, Aspros no dudó en hacer uso del Satán Imperial contra su mente, para así terminar con su enfrentamiento, porque si continuaban con esta pelea, muy pronto serian descubiertos, a pesar de encontrarse en "la otra dimensión".


En pocos segundos la mirada de Shion cambió por completo, mostrando el mismo aspecto de los demás, un ser frio y sin sentimientos, dispuesto en obedecer a los mandatos de Géminis.


 


- Estas son tus ordenes Shion, quiero que me reveles todo lo que han hecho Albafica y Manigoldo en contra de las órdenes del patriarca Sage.


 


- Por su puesto... -


 


El relato de Shion fue lo más detallado posible, Manigoldo había escapado en dos ocasiones del santuario para reencontrarse con el dios de la muerte, siendo acompañado por Piscis en su último viaje. Además, le contó que él fue víctima del mismo patriarca y el poder de Hypnos, quienes robaron su Soulmate, alterando su destino. También relató el momento en el que Thanatos lo atacó de gravedad al punto de casi asesinarlo.


 


- Realmente mi querido cangrejito se mete en demasiados problemas – habló preocupado, pensando en lo terrible que debió ser para él enfrentarse nuevamente al ser que lo asesinó en la última guerra santa – ¿Qué me dices de Albafica? ¿Por qué escapó con Manigoldo?


 


- Albafica tiene una pareja destinada en el inframundo, el juez Minos de Grifo.


 


Sorprendido, Aspros no pudo evitar soltar una carcajada, realmente le parecía divertido como todo lo planeado parecía alinearse a la perfección. No solo podría exigir al patriarca Sage entregar a su preciado estudiante, ahora tenía el poder de señalar al santo de Piscis como un traidor del Santuario por su unión con un espectro.


 


- Está bien, creo que eso es todo por ahora – sin problemas, Aspros disolvió la barrera que rodeaba la casa de Libra, dejando que la presencia de todos volviera a percibirse – quiero que limpies tus heridas y te reúnas con nosotros en las gradas, procura mantenerte alejado de tus amigos, no quiero que despiertes sospechas –


 


Peinó sus propios cabellos antes de salir del templo de libra, acompañado por Dohko y Regulus. Observando desde fuera como todos los guerreros se reunían a lo lejos, en el campo de entrenamiento, dispuestos en espectar la batalla de los santos más poderosos.


 


– Ya es hora de que Sísifo desaparezca de mi camino.


 


 


SANTUARIO DE ATHENA – CASA DE GEMNIS


 


 


En lo profundo del templo de géminis, Deuteros se encontraba de pie, recargando su cabeza contra uno los ventanales. Cerró sus ojos pensando con dolor, todos los actos tan atroces que había realizado su hermano mayor con ayuda de su silencio, tomar el control de 3 caballeros dorados, para manipularlos a su conveniencia era demasiado cruel.


 


 


RECUERDO DE DEUTEROS


 


 


Una vez que ambos hermanos gemelos abandonaron el templo del patriarca, Aspros exigió la posesión de la armadura que compartían, para ir directamente a la casa de Libra, alegando que requería el gran poder que le brindaba y que se trataba de un asunto importante.


Cuando intentó detener sus acciones, para pedir una explicación más detallada, Deuteros fue apartado con fuerza por su hermano, quien poco después uso su poder para desprender la armadura dorada de su cuerpo, haciendo uso de ella.


 


- ¿Recuerdas lo que hablamos? – indagó, retirando el casco dorado de su cabeza – Shion será el siguiente en caer y necesito la protección de géminis para lograr mi cometido


 


- Controlarlo, no te acercará más a Manigoldo y lo sabes – respondió con molestia para levantarse del suelo – es un guerrero de Jamir, podrá escapar con facilidad antes de que logres llegar a él, después de todo no confía en ti.


 


- Pero confía en Dohko – dijo arrogante, antes de dirigirse al templo de libra – solo regresa a nuestra casa zodiacal y espera mi orden.


 


 


FIN DEL RECUERDO DE DEUTEROS


 


 


Abrió sus ojos con pesar, tratando de recobrar su fortaleza, era consciente que había tomado malas decisiones a espaldas de sus amigos, con tal de tener el amor de Sísifo y que probablemente, muchos de ellos también se convertirían en víctimas por la locura de su hermano, después de todo ya no podría arrepentirse de sus acciones.


Antes de volver a ocultarse en su habitación principal, pudo escuchar la voz de un caballero de plata informando que la batalla ceremonial seria adelantada, para ese mismo día, y que se pedía su presencia en el coliseo.


 


- No entiendo, aún falta un día ... -


 


- Al parecer el maestro Hakurei decidió adelantar las cosas – respondió Asmita de improviso, quien caminaba por los largos pasillos del templo – tenía la intención de informártelo, pero creo que los santos de plata son más rápidos en dar las noticias.


 


A pesar de ser ciego, Asmita podía advertir con facilidad la presencia de Deuteros, quien a pesar de no tener un daño aparente en su cuerpo, podía sentir en su cosmos, un estado de tristeza y soledad, "¿acaso él sabe algo de lo que está pasando?"


 


- Entiendo que regresaste por la mañana, después de haber entregado la espada de Athena al patriarca Sage, así que probamente no estas enterado de los extraños acontecimientos que han ocurrido en el santuario – dejó reposar una de sus manos sobre su hombro, tratando de animarlo un poco –


 


Deuteros no pudo evitar mostrarse sorprendido y preocupado ante el poder del caballero de Virgo, a pesar de que Aspros se aseguró de mantener escondido el poder en sus víctimas, Asmita no tuvo problemas en identificar que algo malo estaba ocurriendo.


 


- En ocasiones me gustaría tener tu habilidad – suspiró levemente dejando que lo consolara un poco.


 


Con suavidad, Deuteros recargó su frente contra la de Asmita, cerrando sus ojos para sentir la paz que desprendía su cuerpo.


 


- A pesar de no ver el rostro de las personas, sabes sus verdaderas intenciones y quiénes te están mintiendo – su voz sonó en un tono afligido al recordar el amor imposible que sentía por el guerrero de Sagitario – ¿Qué opinas de mí?... ¿Puedes sentir la maldad en mi corazón?


 


- ¿Por qué me preguntas eso ahora? – respondió con un tono de calma y serenidad –


 


- Desde que era pequeño siempre fui catalogado por los demás como el del rostro malvado de géminis...la sombra...el segundo – pronunció en voz baja, reprimiendo sus deseos de llorar por todos los errores cometidos – ¿Realmente soy el demonio que tanto temen?


 


- Claro que no –


 


Asmita llevó una de sus manos al pecho de Deuteros, tocando con precisión el lugar donde se encontraba su corazón, podía sentir maldad en su alma, pero al mismo tiempo experimentaba dolor y arrepentimiento.


 


- Alguien que siente culpa por sus malas acciones no es un demonio – le sonrió cariñosamente, explorando detenidamente las facciones del rostro de Deuteros con una de sus manos – yo puedo sentir que sufres por un amor no correspondido y eso está contaminando tu alma.


 


- Realmente no sirvo para ocultar mis emociones –


 


Sin poder evitarlo, soltó unas cuantas lagrimas que comenzaron a deslizarse sobre sus mejillas y los delicados dedos de Asmita, no podía continuar apoyando los malvados motivos de Aspros, sabiendo que su mejor amigo sufriría el mismo infierno del que lo salvó años atrás.


 


- Ayúdame por favor...


 


- Lo haré – y sin importarle la humedad de su rostro, lo acarició con afecto, uniendo sus labios en un suave beso, esperando trasmitir los sentimientos que nunca pudo confesar –


 


 


SANTUARIO DE ATHENA – CASA DE CAPRICORNIO


 


 


Una vez que Sísifo verificó el estado de salud de su pareja, suspiró tranquilo. Solo había tenido una pequeña recaída por lo cansador que resultó el viaje con Deuteros.


 


- Pensé lo peor al escuchar que te habías desmayado – respondió tomando con fuerza las manos de Cid – me alegra saber que te encuentras mejor.


 


- Estoy bien, no es para preocuparse tanto – recargó su cabeza contra la cabecera de la cama. Trataba de recordar lo que pasó una vez que Sísifo ingreso al templo del patriarca, pero cada vez que lo intentaba, le dolía la cabeza con gran intensidad – no deberías estar aquí, se ha dado la orden de que la batalla ceremonial será dentro de unas horas, ¿no necesitas prepararte para tu enfrentamiento contra Aspros?


 


- Claro que sí, pero primero necesito saber que te encuentras bien, no quiero que vuelvas a desmayarte en medio de mi... -


 


Antes de seguir con sus palabras, Cid dejó un suave beso sobre los labios de Sísifo, para demostrarle que se había recuperado por completo.


 


- No pasará eso – sin problemas, se levantó volviendo a colocarse la armadura dorada de Capricornio, para dedicarle un gesto reconfortante – hay reunirse con los demás cuanto antes.


 


- Entiendo eso - extendió su mano, esperando que la tomase, para entrelazar sus dedos y salir de su casa zodiacal – ¿Pero ¿qué pasará si no logro vencer Aspros en la batalla ceremonial?


 


- Estoy seguro de que será un duro oponente – reforzó el agarre, logrando observar como Deuteros y Asmita salían de la casa de géminis - pero aun así confío ciegamente en tu poder.


 


 


SANTUARIO DE ATHENA – CASA DE CANCER


 


 


Manigoldo se encontraba alistando las últimas cosas antes de su escape, cuando de forma imprevista, algunos caballeros de plata comenzaron a rodear su casa, dejando caer algunos barrotes que sellaban todas las puertas y ventanas que se encontraban a su alrededor, impidiendo cualquier abertura que le permitiera abandonar templo.


 


- No sabía que eras alguien tan peligroso para ser encerrado de esta forma – respondió Verónica ante el comportamiento de los santos de Athena, para poco después volver a ocultar su presencia–


 


Desconcertado por las acciones de sus compañeros, Manigoldo corrió a la salida principal con la intención de derribar esos barrotes, usando su técnica "sepultura de almas", provocando una gran explosión. No obstante, su fuerza fue drenada con rapidez, lo que le obligó a caer de rodillas, "es el mismo material del que están hechas las prisiones del calabozo"


Irritado vio la seriedad en los santos de plata.


 


- ¡Porque demonios me encierran! – furioso volvió a golpear los barrotes, asustando a los caballeros que se encontraban fuera del templo –


 


- Tenemos órdenes del maestro Hakurei, debemos impedir que abandone su casa zodiacal señor Manigoldo, no podrá salir de aquí hasta que termine la batalla ceremonial.


 


- ¡¿De qué demonios hablan?! ¡Aún falta un día para realizar esa pelea! – respiró profundo tratando de calmar la furia en su interior –


 


- Las ordenes han cambiado, el enfrentamiento del señor Aspros vs Sísifo se hará en poco tiempo – sin prestarle más atención, los santos de plata decidieron darle la espalda al caballero de cáncer, posicionándose en todos los puntos de escape que existían – usted no podrá irse de aquí hasta que el señor Hakurei lo autorice.


 


"¿Acaso esto se debe a Sage?", se preguntó aburrido de lo controlador que podía resultar su maestro. A diferencia de la primera vez, ahora no contaba con la ayuda de Shion para escapar de su nueva prisión, y no podría comunicarse con Albafica para dejar en claro que abandonaría el Santuario.


 


- Verónica –volvió a ingresar por los pasillos de la casa de cáncer, buscando la presencia del espectro – ¿crees poder burlar la nueva seguridad que han colocado?


 


- Será difícil, existe un pequeño problema – advirtió desde lo profundo de la obscuridad, dejando ver solo la parte superior de su cuerpo – precisaré una gran cantidad de mi poder y eso podría llamar la atención. Requeriré una distracción para que no descubran mi presencia aquí.


 


- No creo que exista problema alguno – de su bolsillo sacó uno de su tabaco para fumarlo con desesperación – la batalla para escoger un nuevo patriarca será dentro de unos momentos, podríamos ocultar tu presencia usando el gran cosmos que se liberará en el enfrentamiento– exhaló con lentitud el humo de sus pulmones, pensando en la seguridad de Sísifo – solo debemos esperar un poco más...


 


 


SANTUARIO DE ATHENA – CAMPO DE ENTRENAMIENTO


 


 


Todos los habitantes del santuario ya se encontraban reunidos en el punto principal donde se llevaría a cabo el enfrentamiento, muchos de ellos se mostraban emocionados por presenciar una batalla que pondría a retumbar todo el territorio. Otros se mostraban angustiados por lo cruel que podría llegar a ser la batalla de los caballeros dorados.



- ¡Es muy emociónate saber quién de ellos será el nuevo patriarca del santuario!


 


- ¿Quién crees que sea el vencedor?


 


- Yo espero que el ganador sea el señor Sísifo – habló con dulzura una de las doncellas de Athena - es alguien amable y justo.


 


- Pues yo espero que sea el señor Aspros, se merece el puesto por ser el caballero más poderoso que existe.


 


No muy lejos de ellos, se encontraban Yato y Yuzuriha que preferían ignorar esas ridículas comparaciones.


 


- La verdad yo espero que ellos guarden silencio – comentó Yato irritado, dejando que su novia lo abrazara con delicadeza –


 


- Creo que estamos de acuerdo en eso – afianzó el abrazo, observando a lo lejos la llegada de los santos dorados– me pregunto si Manigoldo ya se encuentra mejor.


 


- Estoy seguro de que sí, es alguien fuerte, no caerá por un simple resfriado -


 


En la parte superior, se encontraban los asientos principales de los santos dorados, en donde estaban ya casi todos sus integrantes separados conforme al orden de sus casas, desde ese lugar privilegiado para presenciar la batalla, vieron ansiosos como Aspros y Sísifos ingresaban serios a la arena.


Deuteros observaba con atención a sus compañeros que estaban siendo controlados por el Satán Imperial, deseando que Aspros no llegara a usarlos para vencer al de Sagitario. Podía ver como Shion Dohko y Regulos mantenían una mirada fija e impenetrable, ignorando cualquier presencia no deseada.


Aldebaran se mostraba preocupado por el bienestar de sus amigos. Y Asmita por su parte, mantenía una postura de serenidad, tratando de identificar la extraña presencia que parecía cobrar más fuerza al avanzar el tiempo.


Kardia veía directamente hacia Aspros, él ser que había lastimado a su mejor amigo, "deseo con todo mi ser que pueda ser derrotado". Cid, ajeno a los deseos vengativos de escorpio, solo trataba de mantenerse sereno ante el peligro que podría surgir con su amado. Degel era el que se veía más impenetrable, ignoraba el tenso ambiente leyendo su libro favorito.


Mientras tanto, Albafica temía más por la seguridad de Manigoldo confirmando que, al pasar por su templo, lo vio rodeado de caballeros de plata, quienes lo estaban custodiando. E incluso cuando intentó acercarse para conversar con él, aunque sea desde fuera, no se lo permitieron, amenazando con contactar a Hakurei. Estaba seguro de que, a la mayoría de sus pares, le parecía sospechoso el actuar del hermano del patriarca.


La voz del patriarca Sage resonó, haciendo que todos los guerreros guardaran silencio.


 


- Finalmente, hoy llevaremos a cabo el inicio de la batalla ceremonial para elegir al nuevo patriarca del santuario de la diosa Athena, antes de dar inicio, el maestro Hakurei explicará las reglas que se deberán respetar en el enfrentamiento – lo presentó en voz alta, para ser escuchado por todos.


 


Sage permitió que Hakurei se posicionara delante de él para explicar las reglas.


 


- La batalla se dará por finalizada cuando uno de los contrincantes caiga; no tienen permitido emplear técnicas prohibidas; no se podrá utilizar armas; si alguno de los dos se encuentra demasiado exhausto, deberá dar la señal de rendirse antes de resultar herido de fatalidad.


 


- Si respetan estas reglas, todo podrá continuar con normalidad –anunció Sage ilustre, dejando que ambos caballeros se acercaran para saludarse en señal de compañerismo.


 


- Espero que nos divirtamos Aspros – habló noblemente, sintiendo el apretón en su mano – antes de empezar me gustaría escuchar tu deseo de victoria, claro si tú estás de acuerdo


 


- Por su puesto – devolvió su gesto caballeroso, para acercarlo más a él y susurrarle al oído – deseo casarme con Manigoldo ...


 


Sin esperar la reacción de Sísifo, Aspros liberó el agarre para darle la espalda y caminar hasta su lugar asignado.


 


- ¡¿Están listos?! - Sage esperó hasta que Sísifo se posicionara en su sitio, para iniciar la batalla ceremonial – ¡Comiencen! 

Notas finales:

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