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Melodías a tu nombre (ShiIta) por zeldaxlove1997

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Ya conocía esa sensación, como no recordarla si era con la misma que siempre se levantaba antes de conocer a Shisui, pero ahora todo parecía regresar a como antes, ese agujero en su pecho y esa tristeza rodeándolo volvían a presentarse, como si lo que hubiese arrastrado en esos meses fuera solo una coraza a su realidad, una especie de cura placebo que su mente habría creado como forma de salir de su horrenda realidad. Ahora que su vida dejó de ser rosa fue como un golpe de realidad ver que seguía encerrado en esa vida desastrosa en la que su madre era cruel con él, Sasuke parecía jamás respetarlo y su padre estaba muerto. 


Se sentía tan tonto al pensar que algo podría mejorar con el solo hecho de volver a enamorarse, salir con Shisui le enseñó las diferentes formas de amar con respecto a su relación con Hidan, pero también le hizo entender que no podía perderse en su enamoramiento y hacerse a la idea de que todo sería perfecto, ahora lo comprendía. 


Mira su reflejo en el espejo y suspira con pesadez, se notaba su aspecto deplorable y no era para menos si se la pasó toda la noche llorando hasta que ya entrada la madrugada logró conciliar el sueño. Se le veían ojeras muy grandes y su cabello estaba muy enmarañado. Con el ánimo por los suelos se dirige a la ducha buscando deshacerse de esa pesadez que le carcome por dentro. 


Ni siquiera es capaz de ver lo que se coloca, no le importaba ya como luciera ante la gente, después de todo hoy Shisui tampoco iría a la escuela y aunque así fuera no tenía ganas de verlo, no luego de lo que hizo. Quizá estaba exagerando mucho pero nadie comprendería que tan importante fue ese tema, era el primer detalle amoroso que alguien tenía para con él sin tener que ser un familiar, se había encariñado tanto con la canción que llegaba a reproducirla todos los días cada que hacía sus deberes, se convirtió en un regalo tan preciado que enterarse que ahora ya no sería tan íntima como en un principio se la presentaron le entristecian. 


Checa la hora y no puede evitar torcer los labios con melancolía al notar que aún tiene de fondo la foto que se hizo con el ojirojo en su primer cita, no había querido cambiarla por apego pero ahora que lo pensaba fríamente no estaba bien que aún le mantuviera como su héroe cuando al mayor no le importo causarle tanto daño. Negando con la cabeza va a ajustes y cambia a su fondo anterior, uno rojo sencillo.


Terminado de arreglarse baja a la cocina y para su pesar su madre se encontraba ahí tomando una taza de café mientras leía alguna novela. Pasa sin querer siquiera saludarla, no estaba para ponerse de peor humor y sabe que de tener cualquier tipo de contacto con ella terminaría en una discusión absurda en la que él sería el culpable. En silencio comienza a hacerse su desayuno que más bien parecía una merienda pues solo tomo un vaso de jugo y una tostada con mermelada. 


Las miradas indiscretas que le lanzaba la mujer comenzaban a incomodarlo, nunca le prestaba atención más que para quejarse de algo pero ahora intentaba hacer memoria si había hecho algo malo pero nada se le arrojaba a la mente, sus pensamientos estaban obstruidos por la tristeza del suceso de ayer. 


- Sasuke ¿quieres desayunar ya? - cuestiona en cuanto ve a su hermanito asomarse por la puerta, también para evitar que la mirada curiosa de Mikoto le siguiera molestando - 


El menor asiente y toma lugar en el comedor mientras Itachi se levanta a servir un vaso de leche y a preparar un sandwich, olvidándose de no ponerle mayonesa (Sasuke odiaba ese condimento). 


- Gracias - susurra el pequeño en cuanto el plato está frente a él, dando una pequeña mordida al emparedado - Nii-san sabe feo... - se queja devolviendo el pedazo - 


Mikoto frunce el entrecejo y abre el pan para notar el disgusto de su hijo menor, volviendo la vista a Itachi que se acerca para imitar la acción 


- Olvidaste que quitarle esa cosa - regaña seria - 


- Lo siento. - 


- No te disculpes, solo cambialo - ordena sin tacto, volviendo la vista a su novela - niño estúpido- 


El mayor revolotea los ojos, un tanto fastidiado con el trato, aventando a los platos sucios el trasto de plástico, creando un sonido estrindente


- ¿Tienes algo que decir? - cuestiona enfadada Mikoto - 


- No - 


- Entonces no hagas eso - 


Da una honda respiración, tenía que calmarse...


Vuelve hacer el sándwich está vez alejando la mayonesa para no volver a confundirse, tendiendole nuevamente el desayuno al menor que agradece con una sonrisa, haciendo instintivamente sonreír levemente al mayor, solo por Sasuke haría algo así. 


Vuelve a tomar asiento para terminar y salir cuanto antes, no quería retrasarse


- Estás actuando muy extraño - afirma la mujer sin quitar la vista del libro - 


Itachi no respondió, solo se limita a terminar su comida 


- La gente comenzó a hablar sobre tu noviecito, al parecer es alguien famoso - 


- ¿Eso tiene algo de malo? - levanta una ceja - 


- Esa gente siempre está metida en problemas, involucrarte con ellos traería rumores a nuestra familia - 


- Nuestra relación no es pública - menciona para tranquilidad de la mujer - 


- De todas formas, no quiero que traigas problemas a la familia por tus tonterías de niño enamorado - 


Itachi aprieta los puños con impotencia, levantándose de su lugar para dejar los trastos en el fregadero, tomando a prisas su mochila para salir cuanto antes, sin embargo el sentimiento se amargura y pesadez no se iban, sentía que con cada paso que daba algo se iba sumando en sus hombros, como si su cuerpo fuera haciéndose de plomo poco a poco. Finalmente y con algo de valor voltea a ver a su madre


- ¿Alguna vez me quisiste? - 


Mikoto entreabre un poco los labios, el menor no solía responderle nunca


- Vete a clases - 


- ¿Porque no me respondes? - 


La mujer sale de la cocina sin prestarle la más mínima atención, pero Itachi está en un trance de adrenalina que no puede contener y va tras ella


- Siempre te respeto, jamás he llegado tarde a casa, te ayudo en todo lo que puedo ¿porque me odias tanto? - 


- Ya callate - 


- Es que no lo comprendo ¡Yo no te he hecho nada! - 


- ¡Mataste a mi marido! - grita por fin, encarando con toda la rabia - 


Itachi tiene que asimilar las cosas unos segundos antes de salir de su shock, mirando sorprendido a su madre


- Yo no lo mate... - 


- ¡Si lo hiciste! ¡Arruinaste mi vida, la de tu hermano y todavía te quedas ahí sonriendo como si nada! - en un ataque de histeria levanta la mano para soltarle una bofetada pero que no llega a impactar porque el menor le toma del brazo - 


- Yo no tengo la culpa de nada - enfatiza cada palabra - a mi papá lo mataron - articula eso con un nudo en la garganta, viendo los ojos furiosos de Mikoto - y creeme que me duele mucho en lo que te has convertido desde entonces - 


- No tienes ningún derecho en decirme eso - aprieta los dientes la mayor - 


- No, claro que lo tengo. Porque no mereces que te llame madre después de que me has herido tanto, te he respetado durante tanto tiempo porque llegaba ilusamente a pensar que regresarías a ser como antes, pero ya me di cuenta que eso no va a ocurrir, tu no puedes cambiar lo que eres, nunca fuiste una buena madre - tiene que tomar una bocanada de aire para no derrumbarse ahí mismo - y ya no te quiero. 


Suelta el brazo que cae sin fuerza a un lado de su madre que se mantiene quieta pero está vez su mirada ya no contiene coraje, sino que se convierte en un rostro inexpresivo perdido en la nada, podría decirse que ¿triste? posiblemente por el ataque a su ego, porque Itachi sabía que Mikoto ya no tenía amor que darle. 


Sale rápidamente del lugar, recargándose en la puerta y cerrando los ojos para respirar hondamente, sintiendo su cuerpo ahora más ligero que nunca, su alma descansaba tranquilamente y sin poner en duda podía jurar que por primera vez desde la muerte de Fugaku, sentía que había liberado toda su frustración. Sujeta su mochila y con una sonrisa nerviosa retoma su camino al colegio. 


 


 


 


Fue una sorpresa encontrarse a Deidara ya en el salón, el blondo llevaba varios días sin ir que incluso se dio a la tarea de enviarle mensaje diciéndole que reprobaría el cual no obtuvo respuesta 


- Hey... - saluda tímidamente - 


- Hola, Ita - devuelve el gesto formando una sonrisa, cosa que extrañan al pelilargo - 


- ¿Como va todo? - toma asiento a su lado - 


- De maravilla ¿como te va a ti? - su actitud confundían a Itachi que le mira sorprendido - 


- Bien... ¿seguro que todo está en orden? - se rasca tras la nuca - 


El blondo bufa viéndole un poco incómodo 


- Quiero ir superando todo esto - juguetea con sus manos sobre los libros - sé que en un principio será algo raro verme como antes porque bueno... tu sabes - esto último lo susurra casi como secreto - pero no puedo seguir así, Itachi, esto está jodiendome y ahora todos me tratan diferente, no quiero hundirme en esto - 


El pelilargo apoya la mano en la espalda del blondo, acariciando suavemente


- Lo entiendo - Deidara le sonríe agradecido, sabe que por nada del mundo Itachi le dejaría solo-


Las clases comienzan en su normalidad, con una que otra broma o comentario que lanzaba el rubio y que alegraban al pelilargo, olvidándose por unos minutos de su tristeza. 


Llegada la hora de descanso se va junto al blondo a las jardineras para comenzar su almuerzo y como era de esperarse Kisame ya no les acompañaba sino que era ya costumbre verlo junto a su antiguo grupo de amigos, cosa que seguía sin comprender, entendía que por estar con Deidara no se acercara a él, pero los días en los que esté faltaba de igual forma no le dirigía ni la mirada, se estaba planteando intentar hablar con él a la salida, haría lo imposible por conseguirlo, quería entender porque de repente su amigo había dejado de contactarlo. 


De momentos lanza una que otra mirada al patio para ver si el pelinegro asistió a la uni, pero no logra divisarlo en ningún lado. Hace una mueca triste, conservaba la idea de que solucionaran las cosas pese aún sentirse dolido por su acción. 


- Itachi - 


Devuelve la vista al rubio que pasea una mano frente a sus ojos para espabilar su mente


- ¿Eh? Lo siento, me distraje - baja la mirada avergonzado - 


- Lo note. Te decía que si hacemos juntos el trabajo que dejó Tsunade - 


- Claro - 


Deidara le observa por unos segundos y forma una expresión divertida


- Te miras diferente - suelta de repente, tomando por sorpresa al pelilargo - 


- ¿Diferente como? - 


- No lo sé, solo te ves distinto - pasa un mechón de pelo tras la oreja de este - te sienta muy bien -


Itachi ríe alegre, contagiando al blondo 


- Debe ser porque me enfrente hoy a mi madre - 


- ¿Enserio? - abre los ojos asombrado - 


- Si, creo que a partir de ahora me quedaré sin casa - suelta una risa nerviosa - 


- ¿Sabes qué puedes quedarte conmigo, no es así? - apoya una mano en el hombro contrario -


- Gracias - le regala un gesto agradecido - 


Ya había analizado las posibilidades de que cuando regrese sus cosas estén tiradas a la calle, por lo que de camino a la uni se puso a ver sus contactos y vio el número de su tío Madara, no era la mejor opción para vivir pero no tenía más remedio, sus demás familiares ni siquiera estaban en el mismo país, lo único que tendría que lidiar sería con su mal carácter pero a diferencia de estar con su madre es que este trabajaba prácticamente todo el día, así que no tendría que verlo la mayor parte del tiempo. Le llamaría está tarde.


Continúan almorzando y platicando amenamente, despidiéndose para retirarse a su respectivo salón, las últimas horas les tocaba en clases separadas.


Cuando suena la alarma de fin de clases, no puede aguantar la ansiedad y va hasta el piso en el que Shisui toma clases pero lastimosamente el mayor no había asistido ese día. Tuerce el gesto, esperaba poder hablar con él un poco más tranquilos y así escuchar la justificación de este sobre lo de ayer, pues fue tanta su tristeza que no permitió que le explicara bien las cosas, quería pensar ilusamente que el ojirojo lo había hecho por algo muy necesario y no solo por dinero. 


Con resignación se retira y dispuesto a llamar a su tío para tratar de convencerle de que le permita quedarse con él ,se ve detenido en cuanto choca contra algún alumno. 


- Lo lamento no... - queda en silencio en cuanto alza la vista - 


- Itachi - 


- Kisame... yo lo siento no vi por dónde iba - se disculpa avergonzado - 


El mayor no responde, parece perplejo de verle tan cerca, es decir, llevaban ya varias semanas sin juntarse siquiera para almorzar.


- Yo.. bueno debo irme - pasa por su lado pero el otro le sujeta del brazo, reteniendo - 


- Luces cansado ¿has estado durmiendo bien? - 


Itachi le mira extrañado pero asiente ligeramente


- Hmm.. yo no lo creo -


- Pero así es, quizá es porque se acerca el final de curso - se rasca tras la nuca - ¿tu como has estado? - no quería hacerle mención de lo que le contó Deidara porque solo los incomodaría más - 


- Bien, conseguí trabajo como tutor de unos niños ricos, les daré clases los viernes - 


- Eso es increíble - sonríe amable - me alegro mucho por ti - 


Un silencio incomodo se forma e Itachi no sabe bien como preguntarle la razón por la que se ha distanciado tanto de él


- ¿Deidara no ha mencionado nada sobre mi? - cuestiona con algo de vergüenza - 


- Hm.. no que yo recuerde - al ver el gesto melancólico del mayor decide anexar - pero estoy seguro que debe de pensarlo, es decir, hablamos de muchas cosas entre su familia y mi madre que bueno... era algo difícil concretarse en algo - ríe nervioso - 


- ¿Qué pasa con tu madre? - 


- Eh.. nada - desvía la vista - 


- Itachi - insiste - 


Soltando un suspiro, termina contándole la ocasión en que Mikoto le echó de la casa por una noche 


- No me puedo creer que haya sido capaz de hacerte eso ¡Esto es inaudito! - menciona indignado-


- Ya paso - se encoge de hombros con pena - 


El otro se lleva la mano al puente de la nariz e intenta calmar todo el coraje que le fluye en ese momento 


- ¿Porque no me llamaste? pudiste quedarte conmigo sin problemas - 


- Shisui fue a verme ese día y me llevó con él - 


Kisame guarda silencio y hace un esfuerzo por no hacer un gesto de inconformidad, después de todo él no era nadie para cuestionarlo 


- Ya veo - 


- Kisame.. - llama en voz baja - 


- ¿Qué pasa? - le mira atento - 


- ¿He hecho algo que te haya molestado? - fija su vista en sus manos - 


- ¿Porque piensas eso? - 


- Bueno.. llevas semanas sin hablarme, ni siquiera has respondido mis mensajes - 


El mayor le observa por unos segundos como si se mentalizara en lo que fuera a soltar


- No es tan fácil explicarlo, pero si te sirve de algo tú no has hecho nada - 


- Entonces ¿porque me evitas? - 


- No puedo decirlo ahora, lo siento - 


El pelilargo suspira y asiente en silencio, no entendía la actitud de su amigo pero tampoco le presionara para que le cuente todo. 


- comprendo - 


- ¿Y aún sigues en la casa de ese chico? - le mataba la curiosidad, por muchos problemas que tuviera en mente no podía dejar de lado el hecho de que amaba con locura a Itachi - 


- No, volví con mi madre luego de esa noche - 


- ¿Que? ¡Itachi eso es una locura! ¿tan siquiera te pidió disculpas? - se cruza de brazos molesto - 


- ¿No hablaras enserio o si? - arquea una ceja - 


Kisame niega rotundamente con enfado 


- Sigo creyendo que es una pésima idea que continues con esa mujer, Ita en serio puedes venirte conmigo, no tengo ningún problema, mi madre te adora - 


Este sonríe enternecido por las palabras de su amigo, sin embargo sabe que no puede acceder a eso


- Lo sé, pero creo que es mejor buscar a algún familiar cercano que pueda darme lugar, no quiero parecer una carga a tu familia - 


- No lo eres - le toma de la mano, deleitado por el tacto suave de la misma - 


- Kisame, gracias - le sonríe acariciando dulcemente el brazo del otro - pero estaré bien, no tienes de qué preocuparte - 


- ¿A donde iras? -  


- Encontré el número de mi tío Madara, pensaba marcarle ahora para ver si puedo quedarme con él - 


- ¿No es el de mal carácter que alguna vez nos platicaste? - pestañea un par de veces, esperando una respuesta negativa -


- No tengo muchas opciones - se encoge de hombros - 


- Pero irte con él sería básicamente abandonar un mal sitio para ir a otro que quizá sea peor -


- Mi tío trabaja todo el día, sería muy poco el tiempo que conviviría con él - intenta justificar - 


- Sigo creyendo que es mala idea - 


- Igual y sí pero ahora no tengo muchas opciones - 


Kisame asiente no muy convencido, hubiera preferido que Itachi dejará de lado su orgullo y permitiera que el azulado le diera asilo en su casa.


- Siempre serás así de orgulloso ¿verdad? - bromea - 


- Callate, no es eso - desvía la mirada con un sonrojo - 


- Claro que es así, siempre fuiste así de orgulloso para recibir ayuda de alguien - acaricia los cabellos largos - pero creo que eso es lo que te hace especial - 


- ¿eh? - le mira confundido - 


- Por eso me agradas tanto - pasa los dedos por entre los cabellos largos, sorprendiendo a Itachi que le observa en silencio - 


- Kisame - 


- No sé porque fui tan cobarde contigo - 


- Hey... no es nada grave, solo me gustaría que me explicaras porque me evitas... -


- No me refiero a eso - le corta - 


- ¿Ah, no? - pestañea un par de veces - 


- No - la mano temblorosa del otro dejan de acariciar los largos cabellos y ahora acunan el rostro confuso del pelilargo - Si tan solo hubiera tenido el valor - 


- Kisame.. - vuelve a llamar - 


- Creo que las cosas hubieran sido diferentes para ambos - finalmente acerca su rostro hasta pegar su frente con la contraria - 


Itachi pone sus manos en el pecho del otro y le intentan empujar pero el mayor le sujeta de la cintura


- Basta - dice en un vago intento por apartarse - 


- No sabes cuanto me gustas, Itachi - confiesa el otro, acercando peligrosamente sus labios a los del pelilargo que se remueve incómodo - 


Todo pasa en cuestión de segundos, la presión en su cintura y la frente pegada a la suya es apartada tan rápido que apenas y logra comprender que acaba de suceder. No es hasta que entreabre bien los ojos y se fija en cómo su amigo está tumbado en el suelo sujetándose de la cabeza por el impacto contra los casilleros. 


Voltea a los lados y se encuentra con la imagén furiosa de Shisui, los ojos desprendían una ira incontenible a la vez que sus puños estaban tan apretados que se marcaban los nudillos blancos. 


Antes de soltar cualquier cosa el mayor ya se había acercado al peliazul y lo alza de la camisa, estampándolo contra los casilleros generando un sonido ensordecedor 


- ¡Quién mierda te has creído para tratar de besarlo! - gritaba con todo el enojo posible, apretando la camisa del otro que intenta apartarlo - ¡Contestame! - 


Itachi actúa rápido sujetando el brazo de su pareja que se alzó a punto de estrellar su puño contra el rostro del otro 


- ¡Shisui detente! - hablaba desesperado - mírame, por favor mírame - 


Los ojos carmesí escrutan los negros que se estremece ante el filo de la mirada furiosa pero no retrocede, no podía dejar que dañara a Kisame 


- Por favor... - suplica con la mirada - 


Shisui da hondas bocanadas de aire, tratando de calmar toda esa adrenalina que fluía por su sangre


- Shisui suéltalo - vuelve a pedir, acariciando el brazo del mayor que poco a poco va disminuyendo la fuerza ejercida - 


Finalmente los músculos se relajan y dejan de apretar la camisa del peliazul 


- Lo lamento - murmuró Kisame, ganándose una mirada de odio por parte del pelinegro - 


Itachi quiere acercarse a su pareja y explicar la situación pero no parece ser buen momento, no cuando el mayor seguía con la respiración irregular, el rostro rojo de la ira y la mandíbula fuertemente apretada


No esperaba que las cosas se dieran así, quería solucionar su anterior problema hablando tranquilamente pero nunca se imaginó que una situación así se presentaría. Estira el brazo para tocar el hombro de su pareja pero un fuerte dolor le detienen, haciéndolo caer de rodillas al suelo, gimiendo de dolor


Shisui le observa y alarma dejando todo coraje a la mierda, yendo hasta su pareja 


- ¡Itachi! ¿Que te sucede? - el menor no responde solo continúa quejándose -


- Llamaré a enfermería - menciona Kisame que hasta el momento se había mantenido alejado - 


- No, yo lo llevaré - sentencia sin quitarle la mirada de furia al peliazul que asiente con la mirada abajo - 


El ojirojo no pierde más tiempo y toma en brazos al menor que no podía articular ni una palabra más que quejidos de dolor. 

Notas finales:

Hola chicas, yo que sé que a muchas les da hueva leer los comentarios finales pero bueh :v 

Pues aquí con una nueva actualización, ya se me acabaron los caps de reserva que tenía así que ahora ando como loca escribiendo pero no me ha llegado mucho la inspiración por lo que veo posible solo hacer una actualización por semana

Ya estamos cerca de la recta final y quiero agradecer mucho a todas las personas que apoyaron la historia y que siempre están dando amor, de verdad que por ustedes es que hemos llegado hasta aquí 

No olviden dejarme sus votos y comentarios, los estaré leyendo en la brevedad

Besos<3. 

 


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