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¿No puedes recordarlo?... MDZS -WangXian- por Herloz_Kristallaugen

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Notas del capitulo:

Traigo actualización.

Por favor lean y si les gusta ojala puedan comentar y compartir con sus amigos, me emociona este proyecto mucho... No los entretengo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

—Lan Wang Ji~ ¿Porqué no quieres salir a jugar conmigo?- ¿Cómo podría hacerlo entender? ¿Era taaaaaaan difícil que ese niño comprendiera que él solo deseaba pasar la tarde estudiando música y practicando con su guqin*? Desde que se habían mudado a la casa de al lado este otro pequeño de al menos dos años menor siempre recurría a una parte donde los jardines de ambas residencias se conectaban y todo para jugar con él —Waaaaaaaang Jiiiiiiiiiiii~ — Era demasiado insistente y persistente en molestar.

 

 

—Wei Wu Xian... ¿Entiendes que estoy tratando de mejorar mis estudios?— Trató de mirarlo tan fríamente como pudo pero... 

 

 

—Si, pero también entiendo que si yo no vengo a jugar contigo, tú la pasarás todo el día estudiando y no disfrutando ni un poquito— Y ahí estaba: Ese demonio de tamaño pequeño y con un cabello negro tan oscuro como sus intensiones de que lo regañasen. Le era increíble como un niño podía ser tan bien parecido aún con el cabello largo y con ojos más grandes que lo normal. —Vamos a jugar con mis conejitos... Después regresas a tu horrible vida de pulcro—

 

 

—¿Cómo es posible que tengas tanto léxico?—

 

 

—Porque leo mucho y me gusta la música... Eso no quita que soy un pequeño y ahora quiero jugar— Una enorme sonrisa se pintaba en los labios del otro, dejando ver un especial brillo en sus ojos de color violáceo. Ojos con síndrome de Alejandría. Sí, cuando notó el color de ojos del menor le fue imposible no investigar si eso era posible.

 

 

—Pero ya te dije...— Wang Ji estaba a nada de hablar cuando le fue retirado su guqin de las manos. Era una de sus nanas, y sabía que era enviada por su madre al muy posiblemente escuchar al menor. Tenía que hacer una última jugada o posiblemente su presentación de música se iría de sus manos.

 

 

—¿Y sí mejor te enseño a tocar el guqin?— Lo dijo con voz mas suave, intentando disuadir al otro.

 

 

—No gracias, me gusta mi flauta... Ya ven a jugar, todavía que te alegro con mi visita— Y cínico aparte. No sabía como quitárselo de encima.

 

 

— ¿... O sea que me estás dando a entender que te debo algo?— Quiso no sonar tan duro pero... 

 

 

—Solo somos niños ¿Porqué me deberías algo?— En aquellos entonces Wang Ji era un niño de ocho años y Wu Xian tenía solo seis años. Ambos era parecidos e hijos de prominentes familias en China las cuales no se llevaban del todo bien, pero eran vecinos y tenían un trato cordial más por parte de las Matriarcas que de los Cabeza... Pero eso no le importaba a unos niños y menos al pequeño de ojos de color violáceo.

 

 

 

 

 

Desde que se encontró a Wu Xuan tocando su flauta en uno de los jardines y este lo había notado, no había ni un solo día que no tratase de pasar rato con él. 

El truco más sucio de ese pequeño granuja fue usar un par de conejitos que tenía en su propiedad (pareciera un criadero que un pequeño jardín, pero no era asunto suyo...) y en especial había una pareja de conejos que siempre estaban juntos, que eran en blanco y negro respectivamente.

 

Fue muy hermosa esa época en que ambos estuvieron juntos, podría casi decirse que eran más que una hermandad. Pasaron cerca de ocho años en los que ambos fueron inseparables. 

Wu Xian siempre pasaba la hora de comida en casa de los Lan y Wang Ji se encargaba de cenar y de llevar al menor a su casa. A veces era cuando el mayor se quedaba en casa del otro y pero era más común que el de ojos iridiscentes durmiera con Wang Ji con excusas de que le gustaba la calma y el silencio de su hogar... Aunque no era mucho lo que sabía, Wang Ji tenía en su conocimiento que los padres de Wu Xian no se llevaban bien.

 

 

Todos pensaban esos dos pequeños forjarían excelentes lazos y así fue...

El recital de Wang Ji se dió en el primer invierno juntos y la madre de este, había invitado al pequeño para que el mayor tuviera un compromiso de demostrar que las tardes a su lado no le habían afectado. Para Wu Xian era hermoso el sonido del guqin pero no se lo iba a decir al otro, y menos porque si se enteraba que era tranquilizador lo usaría para dormirlo en lugar de jugar. Había recibido un premio por esa ejecución y esa fue su primera foto conmemorativa desde que se habían comenzado a hablar. 

 

Los padres de Wu Xian le hicieron hacerle un obsequio, y ante la falta de creatividad del momento solo optó por algo que sabía había encantado al otro (aún con su inexpresiva cara) y eso fue el conejito blanco que solía estar junto al negro. Wang Ji debía contener las enormes ganas de abrazarlo, pues se vería incorrecto... Pero más tardó en pensar todo lo que pasaría cuando el menor le había abrazado y le felicitaba por su logro.

Era increíble lo cálido que se sentía el toque de ese que había entrado en su vida como tormenta en la calma... Y sin duda, eso lo hacía sonreír.

 

 

Más pronto que tarde, Wu Xian fue transferido a la escuela donde se encontraba Wang Ji. 

Al ir en cursos distintos era comprensible que no pudieran verse en todo el día, pero para la sorpresa de todos cuando notaron que el carismático chico nuevo se iba a comer con el llamado Príncipe de Hielo en lugar de con más niños era algo que nadie creía. Las niñas eran las que más alboroto hacían de aquello, pues Wang Ji siempre estaba solo leyendo algún libro o practicando piano en la sala de música y ahora pareciera que no le importara el perder su valioso tiempo por ese otro.

 

¿Eso le causó problemas a Wu Xian? 

Sin duda que sí, pero cuando unos niños trataron de intimidarlo por el largo de su cabello o su cara fina el muy machito se los terminó dando a palos incluso llegando al grado de que su madre tuvo que ir por él a la escuela. Si, tenía algunos moratones y algunas raspadas pero los otro niños tenían dientes de leche caídos y ojos morados. Wang Ji al verlo se mostró preocupado, pues no había notado el momento del incidente pero le reprendió al verlo.

Eso en lugar de hacer que el mayor se alejase, ahora siempre le acompañaba a todos lados... 

Y sí, las niñas no paraban de maldecir al otro por acaparar a su Príncipe. Wu Xian por su lado, seguía creciendo y ahora era solo un poco más bajo que el otro. Ya estaba Wang Ji en la escuela media cuando él, aún estaba en básica pero le hizo frente a algunos de grados superiores cuando trataron de molestar a un nuevo alumno...

 

¿Cuál fue la razón? 

El chico nuevo también usaba el cabello largo pero suelto, lo cual lo hacía el blanco de burlas de los que no tenían nada que hacer, pero lo que realmente molestó a Wu Xian es que era como ver a un Wang Ji más joven... 

Le fue imposible no sentir cólera ante aquello, por tanto lo defendió y terminó de nuevo en la sala de castigos pero fue salvado por ese nuevo que ahora le veía como un héroe: Si Zhui era su nombre y esa misma tarde cuando su madre y Wang Ji fueron por él, este se enteró.

 

 

El chico nuevo era pariente de Wang Ji y desde ese día viviría con ellos. Wang Ji no regañó a Wu Xian pero tuvo que llevarse a un Si Zhui al borde del llanto. Wu Xian estaba conmovido por ese niño y no dudó en proponerse cuidarlo ahora que Wang Ji estaría en grados superiores al menos ese año.

Cuando pasaron a la escuela media, Si Zhui no paraba de decir que Wu Xian era como su mamá y Wang Ji su padre adoptivos, cosa que al mayor no le hacía tanta gracia como al que juraba era su protector. Wang Ji ahora era quien usaba el cabello también largo con los otros dos, pero igualmente solo ataba parte de él en un moño alto, mientras que Wu Xian usaba su coleta alta y Si Zhui optaba por igual que el otro, usar la misma coleta aludiendo querer verse como él.

 

Ahora esos tres eran inseparables, y por tonto que pareciera, Wu Xian había decidido probar suerte en un festival de música tocando su flauta. Wang Ji adoraba de observarlo tocar, siendo siempre acompasado de Si Zhui. 

Ya eran casi 4 años de amistad y de que ambas familias los vieran juntos pero, siempre había cosas que salían de las manos de uno...

 

 

 

 

 

—Me gustas Lan Wang Ji, por favor, acepta mis sentimientos— Las declaraciones de amor hacia el mayor de los tres eran el pan de cada día, y realmente no era de extrañar. Wang Ji era ahora un joven que comenzaba a desarrollarse más y su cuerpo estaba tomando musculatura, sin mencionar que sus facciones se habían acentuado y su mirada se había afilado. Había tomado el club de arquería y el de música. Seguía siendo pulcro y dedicado y pareciera que nadie aparte de su primo y Wu Xian eran los únicos que podrían obtener su atención.

 

 

—Agradezco tus sentimientos, pero no puedo aceptarlos. Disculpa.— El mayor hacía una reverencia a la chica y sin más se daba la vuelta. Sin que se dieran cuenta los otros dos los observaban desde lejos y esto era lo de siempre, y era por si alguna se ponía a hacer dramas... Desde que el mayor era más atractivo y su cabello era más negro que la noche, muchas habían tratado de casi obligarlo a estar con ellas y Wu Xian siempre debía intervenir.

 

 

—¿Porqué nos rechazas a todas?— La joven se sentía dolida y ofendida, así que nuevamente se venía un drama.

 

 

—Porque solo tenemos 16 años y no considero sea primordial una relación... Si me disculpas, hoy es mi único día libre y voy a salir con...—

 

 

—¿Cuándo será el día que podrás tener una relación?- La voz alta de la chica estaba llamando la atención más de lo que debería, pero antes de que el mayor dijera más apareció frente a él Wu Xian, interponiendo su abanico entre ambos y mirando a la susodicha con algo de repudio —Esto es una conversación privada, muévete niño— Solo en ese momento Wang Ji pudo ver a una chica despreciable a sus ojos.

 

 

—Lamento decir que gritas como gaviota, y eso lo hace todo menos privado.- El de ojos iridiscentes le apuntaba con su flauta transversal a la chica ahora, cambiando con su abanico y haciéndose algo de aire con este —Wang Ji ha sido educado y sincero en sus palabras deja de atosigarlo porque eso no hará que cambie de parecer... Así que piérdete— Si Zhui salió de su escondite para ir con su primo.

 

 

—¿Estás bien Wang Ji?— Ya tenía las cosas del mayor con el otro, así como también las de Wu Xian.

 

 

—Si lo estoy, pero no entiendo como es que esto siempre pasa desde hace dos años...— Ahora si se veía mortificado e incluso molesto y eso era algo que el menor de los tres no había notado antes, así que decidió el amenizar la situación.

 

 

—Mamá defiende lo suyo— Si Zhui solo se reía mientras susurraba aquello a su primo... Sabía que eso le haría gracia.

 

 

—¿De nuevo con eso?— Wang Ji ya se había acostumbrado, pero... Había algo que no le gustaba de esas actitudes de Wu Xian para con él, pues podrían pensar mal de sus intenciones o acciones.

 

 

—¿Quién te crees para hablarme así?- La chica entonces trató de hacer quedar mal al de ojos más oscuros, ya no eran tan violáceos si no mas como un color gris —Ya entiendo... Tu cercanía con Wan Ji es que estás enamorado de él ¿No? Maldito enfermo, tratando de meter a Wang Ji a tu retorcido y sucio mundo... No es la primera vez que hablan estos rumores sobre ti y lo sabes ¿No?—

 

 

—. . .— Algo entonces tronó en la mente del mayor, que antes había sido respetuoso pero ahora no pensaba claro. ¿Desde cuándo estaba ese rumor en el aire? Eso era lo mas indigno e inaudito por lo que miró a Si Zhui quien trató de no verle a los ojos... ¡¿El también sabía que Wu Xian estaba siendo afectado por su culpa?!

 

 

—¡Te exijo que...!- El mayor no pudo seguir cuando Wu Xian había guardado de nuevo la flauta y ahora con su abanico tapaba la mitad de su rostro y se dirigía directamente hacia la chica —¿Wei Jing?— Callaba antes de que alguien más lo hubiera escuchado. Ese era el nombre de cortesía de Wu Xian y sin quererlo realmente había comenzado a llamarlo así... Con su hermano incluso llegó a tener esta actitud en ocasiones.

 

 

—Querida, no eres la primera como bien mencionas... Y es triste que debas recurrir a esos rumores para tratar de defender tu falta de clase.- Wang Ji casi se atraganta ante las palabras del menor. Wu Xian no negaba lo que decía aquella chica —Soy mas lindo que muchas chicas, y si eso es la envidia hablando no es mi problema... Ladren lo que quieran sobre mí basuras, pero si Wang Ji te ha dicho que no quiere nada ve y piérdete con tu ponzoña a otro lugar— El de ojos grisáceos cerró su abanico y dió media vuelta hacia Si Zhui y Wang Ji, dejando a todos los presentes callados y sin habla —Vámonos ya, que tus clases para la escuela Superior comenzaran pronto y debo llevar a Si Zhui a casa— Y el muy lindo y quitado de la pena, osaba sonreír tan dulce para ellos dos. Wang Ji solo asintió, viendo como a pesar de que Wu Xian iba sonriente y con su cara en alto... Había algo en esos ojos que no era tan brillante como siempre.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

—¿Se encuentra bien?— La voz de Wang Ji le había sacado de sus recuerdos y sus pensamientos... Lo peor era que pareciera tener miedo de ellos.

 

 

—P-Perdona... Es decir, perdone... Creo que me equivoqué de persona... Acabo de regresar de Tokyo y...— Wu Xian había sacado unas gafas de su mochila apresuradamente pues comenzó a escuchar pasos en el corredor y se acercaban, pero la puerta se abrió de nuevo esta vez dejando ver entrar a dos personas: Ambas de cabello largo y negro, uno en medio moño y el otro en coleta. ¿Se había equivocado? No, era imposible ahora viendo a esas dos personas frente a él —Me retiro perdone por su tiempo, permiso— Wu Xian ahora le había generado algo de intriga al otro, pero no pudo hablar al tener a estos que recién irrumpían.

 

 

—¡Wang Ji! ¿Hanguang-jun? ¡Hemos regresado!— Wu Xian tenía enormes deseos de llorar y su boca se torció levemente, pero no podría hacerlo... O mejor dicho, sería extraño hacerlo cuando se supone no le conocían...

 

 

—Si Zhui por favor, mantén tus modales que hay un invitado— Eso era la llamada a irse, pues aunque no lo hubiera conocido personalmente, sabía que ese otro que veía de reojo era el hermano mayor de Lan Zhan.

 

 

—Permiso— Quiso ponerse las gafas lo antes posible, pero extrañamente alguien más iba entrando con estos y lo vio.

 

 

—¿No es Wu Xian?— Si Zhui no podría confundir esos ojos de tan raro pero bonito color, en ningún lado.

 

 

—¡Aquí esta! ¡Wei Wu Xian!— No debía correr, pero ahora el antes mencionado tenía miedo más por la situación que por los fans que habían vuelto a encontrarlo. Salió corriendo de aquél lugar, con las lágrimas a nada de descontrolarse. 

¿Los demás podían recordarlo pero Wang Ji, no?

Lastimosamente acabó llamando a su nuevo padre y pidiendo un coche antes de que volvieran a aglomerarse sus fans. Le pareció eterna la espera pero apenas divisó su camioneta se subió y cerró.

 

 

—Estábamos preocupados.- El hombre que conducía usaba lentes de sol pero podía verse a un gallardo hombre —Vimos en noticias que te siguieron algunos fans...- El chico se limitaba a asentir con la cabeza —¿Te lastimaste?—

 

 

—N-Nada de eso... Solo estoy cansado— 

 

 

—Bien... Te llevaré a tu hotel a menos que aceptes mi propuesta de ir a casa con nosotros—

 

 

—Estoy bien papá... No te preocupes, iré a casa si no me decido en comprar algún departamento pronto pero el hotel será buena opción por ahora—

 

 

—Bien, pero debes pasar a comer o cenar al menos unos días a la semana para estar al tanto de las cosas que tenemos pendientes— Wu Xian ya no podía escuchar nada de lo que le decían... 

Su mente estaba quebrada...

Y quizá su corazón también...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Buenas noches a todos!!! O días mejor dicho mis Bomshell, Galletitas y mis Corazones de Cristal-

Reitero, capitulo re editado...

 

Me gusta mucho como estoy cambiando un poco la forma de escribir y redactar. Siento que he crecido y agradecería que votaran, compatieran y comentaran en la historia.

 

Estoy al pendiente y recuerden seguirme en mis redes sociales.

Espero seguir actualizando seguido todo, aprovechando la cuarentena.

 


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