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Ojos que no ven por Alana005

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La lección era tan sumamente aburrida a ojos de Bakugou que sin darse cuenta empezó a divagar entre sus pensamientos. De forma inconsciente sus ojos se posaron en cierto pecoso que se sentaba a escasos sitios delante de él. Al darse cuenta frunció ligeramente el ceño, ¿Por qué siempre acababa buscándolo con la mirada? Pero pese a todo lo observó unos momentos en silencio, incapaz de apartar la mirada. Izuku cabeceaba adormilado, por desgracia desde su posición solo podía ver su espalda pero estaba seguro de que de poder verlo de frente lo vería luchar por mantener sus párpados abiertos.

 

"Que adorable..." Se descubrió pensando, ruborizándose levemente ante el pensamiento.

 

¿En qué diablos estaba pensando? ¿Se había golpeado la cabeza sin darse cuenta? ¡Él no era así! O al menos eso creía, al parecer últimamente su cuerpo y su mente se esforzaban en llevarle la contraria. Durante toda su vida había conseguido todo lo que se había propuesto sin demasiada dificultad, no estaba acostumbrado a que las cosas se escaparan de su control. Pero ahora no estaba seguro de que era lo que quería y aquello lo frustraba.

 

"O si lo sabes pero te esfuerzas en negarlo..." Dijo una vocecilla en su mente.

 

¡Chsss! Alejó rápidamente el pensamiento de su mente, precisamente aquello era lo que más rabia le daba. Cuando se trataba de Deku nada salía como lo planeaba y lo peor, nunca se comportaba como solía hacerlo. Siempre había tenido muy claro quién era y a qué futuro lo llevaban sus pasos, pero cuando veía a Deku esa imagen se resquebrajaba, ese futuro tan estable que siempre había dado por sentado empezaba a difuminarse, dejando dudas y nervios en su lugar. Suspiró frustrado pues aunque se quejaba y negaba con todas sus fuerzas lo que en el fondo su corazón ya sabía, aquí se hallaba, escudriñando la espalda de Deku. Incluso a sus ojos sus palabras perdían credibilidad.

Izuku eligió justo ese momento para darse la vuelta y sus miradas conectaron, distrayendo a Bakugou de sus pensamientos y dejando su mente en blanco. Y por un momento Katsuki sintió como si el tiempo se hubiera detenido y no hubiese nadie más en el aula. Las mejillas de Izuku se tiñeron con un leve sonrojo y sus ojos brillaron como esmeraldas al sumergirse en el carmín de los suyos. Durante unos segundos ninguno de los dos rompió la conexión pero entonces Bakugou apartó la mirada rápidamente en un intento por esconder su rostro. Sentía sus mejillas arder, estaba seguro de que se había sonrojado, solo esperaba que Izuku no se hubiera dado cuenta.

No era la primera vez que sucedía, sus miradas siempre se encontraban y por alguna extraña y frustrante razón, todas y cada una de esas veces se ponía igual de nervioso. Bakugou sabía en el fondo que esto ocurría porque de forma inconsciente siempre acababa buscando al pecoso con la mirada. Y una pequeña parte de él, más cercana al corazón que a la razón, no podía evitar pensar con esperanza que Deku hacía lo mismo y por eso sus miradas se cruzaban constantemente.

Bakugou acalló rápidamente sus pensamientos e intentó concentrarse en la clase en su lugar, pero por más que lo intentó le resultó imposible prestar atención a lo que decía Aizawa-sensei. Su mirada se dirigía una y otra vez hacía Deku, hacía sus orejas enrojecidas, su nuca descubierta, su cabello sedoso... Incluso cuando se obligó a apartar la vista y en su lugar la clavó en la pared, sus pensamientos seguían llenos de él. Tenía que salir de allí, el revoltijo de nervios que era su estómago lo hacía sentir débil. Como odiaba todas aquellas dudas y nervios. A medida que pasaban los minutos, Bakugou cada vez se sentía más agobiado por los intensos sentimientos que sentía sin querer y aumentaba la desesperación por salir de aquella aula.

Después de lo que le pareció una eternidad, la clase finalmente acabó y Bakugou se dirigió hacia la puerta del aula a toda velocidad. Esquivó a Kirishima que había intentado acercarse para hablar con él y salió rápidamente, prácticamente huyendo de aquella aula. Necesitaba tiempo para pensar, para calmarse y recuperar el control que aquellas malditas emociones le habían arrebatado. Caminó apresurado, ansioso por salir del edificio y dejar todo atrás. Y cuando el aire fresco primaveral y el cálido sol del mediodía lo recibieron por fin suspiró aliviado. Bakugou echó a andar decidido, en dirección hacía los dormitorios pero una voz a sus espaldas lo hizo detenerse en seco. Una voz que justo en ese momento no quería oír.

 

- ¡Espera Kacchan!

 

Perfecto, justo la persona que más quería evitar. En contra de sus deseos, Katsuki se giró y encaró a Izuku quien parecía que había estado corriendo para alcanzarlo pues entre alientos entrecortado, Deku se esforzaba por disimular los leves jadeos.

 

- ¿Qué es lo que quieres Deku?
- No... yo... solo - Empezó a balbucear Izuku.

 

Aquello irritó a Bakugou, no estaba de humor para tonterías y menos de la persona que causaba todos sus problemas.

 

- Si no vas a decir nada me largo.

- ¡E-e-espera! Esto... ¿Dónde fuiste esta mañana? ¿Por qué llegaste tarde a clase?

 

Bakugou le dio la espalda, evitando la mirada de Deku. ¿Por qué le preguntaba eso ahora? Antes muerto que admitir que su sonrisa había provocado que vagara sin rumbo por los pasillos de la escuela, olvidando completamente que tendría que haber estado dirigiéndose a una clase en ese momento...

 

- No es asunto tuyo - Le espetó nervioso de repente.

- Pero...

- ¡TE HE DICHO QUE NO ES ASUNTO TUYO! Ya deja de joder Deku y lárgate de una vez - Le gritó Bakugou, ansioso por alejarse cuanto antes de él y de los sentimientos que le provocaba.

 

Sin embargo, al instante se arrepintió de haberse dejado llevar y haberle gritado, pues Deku puso una expresión triste y dolida que le revolvió el estómago, haciéndolo sentir mucho peor que antes.

 

- Entiendo, ya te dejo en paz - Repuso Deku agachando la cabeza.

 

Y dicho aquello, Izuku salió corriendo en dirección a los dormitorios. La culpabilidad arañaba sus entrañas con sus afiladas uñas con cada paso que daba el pecoso pero a pesar de ello Bakugou no se atrevió a perseguirlo. Se limitó a maldecirse a sí mismo por su impulsividad mientras observaba cómo Deku se alejaba, incapaz de decidir si quería seguirlo o no.

A su alrededor empezaron a pasar por su lado el resto de sus compañeros de clase, quienes también se dirigían al dormitorio y le lanzaban miradas curiosas al pasar. Metió las manos en los bolsillos de sus pantalones, aún maldiciendo entre dientes, y decidió seguir su camino pero antes de que pudiera echar a andar una vez más una voz a sus espaldas lo hizo girarse. Esta vez se trataba de Uraraka e Iida, quienes le hacían señas para llamar su atención.

 

- ¡Bakugou-kun! ¿Has visto a Deku-kun? - Preguntó Uraraka.

- No.

- Que extraño, se adelantó diciendo que quería hablar contigo - Replicó Iida.

- Pues conmigo no ha hablado - Mintió Bakugou descaradamente.

 

Uraraka e Iida intercambiaron miradas y lo miraron con escepticismo. Estaba claro que no le creían, pero antes de que pudieran replicar nada Bakugou continuó su camino y los dejó atrás, dejándoles con la palabra en la boca. ¿Es que nadie iba a dejarlo tranquilo aquel día? Estaba de muy mal humor y eso se debía sobre todo (y por mucho que le molestara admitirlo) a la discusión que había tenido con Deku. En ese momento sintió una mano sobre su hombro.

 

- ¡Hey Bakugou! ¿A qué viene tanta prisa? - Kirishima le había alcanzado.

- A nada que te incumba - Resopló Katsuki, incapaz de creer que lo hubieran detenido por tercera vez.

- Ey ey ey, ¿Por qué tanto mal humor?

 

En ese momento los adelantaron Uraraka e Iida quienes aún miraban a Bakugou con desconfianza.

 

- Ahhh ¿No me digas que peleaste de nuevo con Midoriya? - Adivinó astutamente Kirishima - No deberías tratarlo así, al final conseguirás que te odie.

 

Bakugou no dijo nada, se limitó a seguir su camino pero las palabras de Kirishima habían dado justo en el blanco, haciéndolo sentir aún peor.

 

- A este paso jamás accederá a salir contigo...

- ¡¡¿Que?!! ¿Y quién querría salir con el estúpido de Deku?

- No sé, desde mi punto de vista es muy obvio que te gusta. Deberías tragarte el orgullo antes de que sea demasiado tarde - Y dicho esto Kirishima huyó rápidamente del lugar, antes de que Bakugou le hiciera explotar.

 

Pero Bakugou se había quedado estático en el lugar, procesando las palabras recién escuchadas, demasiado tarde... Cuando por fin proceso el resto de la fase Kirishima ya había desaparecido. Resoplando siguió su camino mientras sentía su cara arder de vergüenza y de ira. Si alguien se atrevía a detenerlo por cuarta vez esta vez sí que lo haría explotar fuese quien fuese, y casi deseaba que sucediera para poder desahogarse. Por desgracia no ocurrió, nadie más se interpuso en su camino al dormitorio y una vez allí fue directamente a su habitación con la intención de dormir y acabar de una vez por todas con ese desastroso día aunque aún fuese mediodía.


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