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Me perteneces... Acto I : El acosador por zamschu

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Notas del capitulo: Agradesco bastante a las personas que se toman su tiempo el leer el fic asi como las personas que me han dejado sus opiniones.... y las respuestas están en la misma página de reviews

Parte IV: “Visitas nocturnas”

- ¿Pero que…? – dijo un incrédulo Hiro mirando a Yuki

Yuki esta de pie en la puerta furioso y agitado con la mejilla manchada de sangre, descalzo y solo con una camisa y pantalón

- ¿Dónde… está? – pregunta Yuki aun agitado y muy serio
 
- ¡Hirooooo! Apúrate y ven que esta parte está buenísima… - gritó Shuichi desde el cuarto de su amigo

- ¡ES…!

Yuki lo silencia, Hiro asiente y junta la puerta. Entra rápidamente hasta el cuarto para darle una excusa cualquiera a Shuichi, sale y va hacia el baño. Momentos después sale de su departamento mientras Yuki, a unos metros, está recostado en una pared calmándose a si mismo.

- ¿Te atacaron? – preguntó Hiro y le da unas vendas

- No exactamente… ¿Por qué diablos no contestaste tu maldito celular? – preguntó Yuki tratando de aguantar el dolor

Hiro parpadea y saca su celular del bolsillo de su pantalón... No hay llamada perdida alguna

- Debes haberte confundido de número

Y sin más marca un número de teléfono y llama a K

- ¿Para que diablos lo llamas? – preguntó Yuki molesto

-  Vente lo mas rápido posible… - dijo Hiro brevemente y cuelga - ¿Ahora si me vas a explicar lo que está sucediendo?

-*-

En el hospital, el doctor de turno termina de coserle algunos puntos en las heridas de la mano de Yuki y seguidamente le da unos calmantes para el dolor.

El doctor se retira dejándolo sólo con Hiro

- Lo único que estas haciendo es que Shuichi al final se termine enterando de todo… Me hizo un comentario de que estas actuando medio extraño últimamente… - comentó Hiro recordando aquella ocasión

Yuki lo mira en silencio

- Ya sabemos que ese mierda entra en tu casa y en la compañía NG cuando le de la gana... K hasta ahora no ha descubierto nada de nada y estamos como al principio

- No es un maldito loco cualquiera

- Parece que no… y no se por qué me da la impresión que tú estas haciendo lo que ese mierda espera que hagas

Yuki lo mira mucho más serio que de costumbre

- Si entra a tu casa cuando tú no estas, es porque sabe de alguna manera el horario de tus salidas o en tal caso te esta vigilando

- ¡¡¡Eso ya lo se!!!

- Te está vigilando a ti no a Shuichi… Shu tiene un horario fijo por las grabaciones pero tú no lo tienes…

Yuki lo mira aun mas serio

- ¿No será que quieren vengarse de ti y es por eso que esta tras Shuichi?- dijo Hiro mientras se recuesta contra la pared, cruzado de brazos - Solo mírate en el estado en que te encuentras… Pegándole un puñetazo al espejo, como si eso solucionara las cosas… ese mierda está haciendo que pierdas el control… Que no pienses las cosas claramente

Yuki se queda mudo

- Invade tu casa, tu espacio… Se lleva una foto de ustedes, deja marcas en Shuichi, le da flores, adornos y mensajes… todo para que tú veas y sientas lo que ese desgraciado quiere que veas y sientas… Para mi está claro

- Esta tras él – dijo Yuki fríamente

- Mira, ya seas tú o ya sea Shuichi, o ya sean ambos para tal caso… igual esta haciendo todo esto ¿para que? No quiero ni imaginármelo… ¿Y la próxima vez… que crees que hará?

- Ya verá cuando descubra quien es…

- Y hasta que lo descubras… pero por ahora no sabemos quien es o quienes son los que están tras de ustedes…

Yuki se pone de pie y lentamente sale del hospital, Hiro a su lado en silencio. Entran al mercedes y regresan hasta el departamento de Yuki.

- ¿Las llaves? – preguntó Hiro al ver que Yuki no abría la puerta

- No las tengo

- ¿El conserje?

Media hora después, ambos ingresan.

- ¿Qué huele? – preguntó Hiro haciendo una mueca

Yuki ve la mesa del comedor intacta y la expresión de furia hace paso a una de sorpresa

- ¿Qué sucede…? – preguntó Hiro extrañado de aquella reacción

Ambos ven la mesa servida, pero solo para un comensal y en el lugar donde Yuki suele sentarse para comer. Los tenedores y cuchillos encima de las servilletas dobladas impecablemente, una copa de vino a medio llenar y un plato… pero el plato no está vacío, en el hay una porción de frutas, las favoritas de Yuki pero todas podridas y con gusanos vivos retorciéndose sin cesar. Hiro se asquea y frunce el ceño

- ¡¡¡HIJO DE PUTA!!! – gritó un furioso Yuki

Y de un manotazo el plato con la fruta y la copa de vino se estrellan en el piso… Hiro recorre el departamento al igual que Yuki pero ambos no encuentran nada mas o fuera de lugar, hasta que el rubio fija su vista en el adorno del ángel que le fue regalado a su Shuichi.

Sus puños se cierran con fuerza, a pesar del dolor de su mano lastimada y con el desprecio brillando en sus dorados ojos se queda inmóvil, unas ganas casi incontenibles de agarrar ese maldito objeto y despedazarlo hasta hacerlo polvo. Hiro llega a tiempo a la alcoba ante la ausencia del rubio, para detenerlo con palabras y así evita que Yuki descargue su frustración e ira en el consabido objeto

- Cálmate de una vez… Hay que ordenar y limpiar todo para mañana, antes de que venga Shuichi – dijo Hiro muy serio sin apartar la vista del adorno

- ¡¡¡Maldito hijo de…!!! – dijo Yuki furioso al extremo

- Poniéndote así no vas a lograr proteger ni a ti mismo… vamos de una vez

Yuki mascullando insultos y con un genio terrible que hasta Hiro logra cohibir un tanto, salen a la sala y empiezan a limpiar. Ambos en silencio por unos momentos, con sus mentes ocupadas analizando, cada quien, lo ocurrido. Y así ambos ordenan el caos.

- Yuki tienes que calmarte, eso si no quieres que Shuichi se entere… tenemos que hallar al mierda ese… Saber quien es… pero ¿Cómo? Debe saber que K protege a Shuichi de otro modo K ya lo hubiese agarrado…

Yuki va hacia la cocina y saca una lata de cerveza

- La seguridad en ti mismo solo es apariencia después de todo… - dijo Hiro negando con la cabeza

- ¡¡¡Cierra la boca!!!

- Te están dando una paliza… psicológicamente hablando, claro está

Yuki aprieta la lata con fuerza hasta hacerla estallar, Hiro mueve el sofá a su sitio de siempre cuando una idea se le cruza por la mente

- ¿y si pones un par de cámaras? Así podríamos ver quien es… - dijo Hiro mientras veía las esquinas del techo

¿Por qué, al rubio, no se le ocurrió eso antes? Ha estado tan concentrado en lo que le sucede a Shuichi y dejándose dominar por la rabia, celos e impulsos, que no ha podido pensar en algo tan simple como eso… Si… cámaras… así grabar al hijo de…

- Nada de policías ni detectives… - dijo Yuki atono

- Lo mismo opino… aunque no habría nadie quien tenga las 24 horas del día disponibles como para monitorear lo que pueda pasar

- Se grabaría en una cinta y ya se vería después

Ambos se miran y asientan

- Lo que sea para atrapar al mierda ese y trata de no ser tan obvio la cara de odio que pones… asustas ¿sabes? – dijo Hiro mientras trapeaba el piso

Yuki lo mira de reojo y con la mano disponible termina de arreglar lo que falta.

- También tienes que comprar un florero nuevo… - dijo Hiro levantando las flores del piso

Al día siguiente, Yuki espera a Shuichi en el balcón de su departamento con un cigarro en sus labios y con la mente lejana. Una vez que divisa al pelirrosa y también al rubio de la mágnum, entra.

- ¡¡¡Yuki!!! – dijo Shuichi abriendo la puerta y con una enorme sonrisa - ¡¡¡Ya vine!!!

Esa frase dicha por el pelirrosa con su tonito alegre y juguetón hace, no sólo que su mal humor desaparezca una vez más, sino que sienta un profundo alivio al saber que regresó a casa sano y salvo. Yuki aparece con su típica cara seria esperando más que nunca, que Shuichi lo vea y se le tire encima… Y hecho lo dicho

- ¡Yuki! ¿me extrañaste? – pregunto Shuichi mientras abrazaba a su amado

- Ah… - dijo Yuki parcamente aguantando las ganas de estrujarlo con todas sus fuerzas

El pelirrosa alza su rostro y lo queda mirando con esos ojos que el escritor tanto adora, y recién se da cuenta que es así… Recién se da cuenta cuanto lo ama y cuanta falta le hace… cuando ahora está en peligro. Yuki une sus labios con los de su pequeño, besándolo como si no lo hubiese besado en años, siglos tal vez. Una vez que el beso termina, Yuki lo abraza, aspirando el suave perfume del cabello de Shuichi y sintiendo la calidez de su cuerpo… Nada ni nadie lo va a separar de su pequeño, ningún ser en esta tierra va a hacer daño a “SU” pequeño ¡Nadie!.

Shuichi se extraña, no sólo por el beso recibido de parte del rubio escritor sino también por ese fuerte abrazo, siente que Yuki lo necesita más que nunca y sin pensarlo siquiera pasa sus manos que reposaban en el cuello del rubio a la espalda de éste. Estrechándolo con fuerza hacia él

- Te amo tanto Eiri – dijo Shuichi en un susurro

Yuki solo asienta en silencio hasta momentos después que lo suelta.

- ¿Qué le pasó a tu mano? – preguntó Shuichi alarmado

Yuki se sorprende un tanto puesto que no esperaba que se diera cuenta tan rápido

- ¡Yuki!... ¿Qué pasó? ¿Quién te hizo eso?

Shuichi trata de tomarle la mano herida y sin vendar a lo que Yuki lo esquiva diciéndole que sólo fue un accidente. Pero Shuichi visiblemente preocupado sale corriendo hacia el baño para traer gasa y curarlo, cuando se da cuenta que el espejo y sus gavetas no están en su lugar, solo la pared vacía

- ¿Y el espejo? – dijo Shuichi y voltea a mirar a todas partes - ¿el botiquín? ¿los remedios?

Yuki entra y lo ve

- Yuki, pero ¿Qué fue exactamente lo que pasó? – preguntó Shuichi consternado

- Anoche cerré la gaveta con fuerza y parte del espejo se rompió…

- ¡Pero ¿Cómo?! ¿Por qué estabas tan molesto como para que tiraras así la puertita del espejo? – dijo Shuichi y va hacia su amado y lo abraza - Yuki tu genio ha empeorado un tanto ¡mira! ¡te has lastimado!... Déjame ver tu mano

- ¡Que estoy bien solo fueron rasguños!

- ¡Quiero ver tu mano!

- ¡¡¡Que no he dicho!!! ¡¡¡Ahora báñate de una vez para que te vayas de una vez!!!

Y sin más, sale del baño dejando a un triste Shuichi.... Momentos después suena el agua caer de la ducha, Yuki suspira y vuelve a entrar, encontrando a Shuichi desnudo a punto de entrar a bañarse

- No quise… ser… desagradable… - dijo Yuki al que se le fue el aliento de golpe

Shuichi voltea y lo mira parpadeando sorprendido hasta que Yuki se le acerca y lo toma por la cintura, claro sin que la mano lastimada haga contacto con la piel de Shuichi… Pobre mano, lo que se está perdiendo en estos momentos… y con ese pensamiento hace que Yuki sonría un tanto, Shuichi voltea y lo ve, haciendo una leve mueca de extrañeza. Y antes de que el rubio vuelva a su expresión habitual, Shuichi lo besa.

- ¿Qué puedo hacer para que no te molestes tanto así? No quiero que te lastimes… te amo tanto que… No se que hacer para calmar tu mal humor… - dijo Shuichi con una mirada de preocupación y tristeza

- No es para tanto… - dijo Yuki sintiendo un nudo en la garganta

Shuichi toma la mano de Yuki muy cuidadosamente y la observa por unos momentos. Acerca su rostro y le da un muy leve y pequeño beso en el corte más grande. El rubio por su parte lo queda mirando mientras su expresión se va suavizando poco a poco…

Con solo la presencia de Shuichi hace que se calme, aunque no lo demuestra abiertamente, Yuki lo sabe y para él es más que suficiente… Claro, hasta que el engendro haga de las suyas y ahí si la paciencia se vaya al diablo como otras veces.

- ¿Te has curado tu mismo esto? – pregunto Shuichi arqueando una ceja

- Ah…

- Claro… Te cosiste los puntos tú solito…

Yuki alza una ceja y gruñe ligeramente

- ¿Por qué no me llamaste?

- Solo son un par de puntos ¡Nada más!

- ¿Y si yo me hubiese hecho daño y después te enteras que estuve en el hospital sin avisarte, que pensarías?

- Tú no harías eso

- ¡Ponte en mi lugar!

- Ya, ya… - dijo Yuki parcamente… esta vez si que fue vencido

Shuichi hace una mueca de que se está molestando

- ¿Me parece o estas tratando de retarme, eh?

- Te estoy diciendo la verdad

- ¡Ya!... – dijo Yuki y desvía su mirada a otro lado

- Hay que lavarla para que no se infecte… - dijo Shuichi aun preocupado

El pelirrosa, con la intención de ir a buscar el botiquín es detenido por el abrazo de Yuki y en un leve susurro directo a su oído le insta a un “después” y así lo convence de disfrutar, juntos, una excitante ducha de agua tibia para dar rienda suelta a la pasión. Las caricias (sin una mano…) los besos y suaves mordidas mientras el agua tibia riega sus cuerpos, hacen que el rubio bendiga al destino por haberse atrevido a cruzar en su camino a su pequeño… Y así ambos vuelven a ser uno solo, mientras se entregan mutuamente al clímax y al amor completamente.

-*-

En una habitación oscura de por si y solo con la luz de la luna llena que se cuela a través de un gran ventanal, un sujeto está sentado delante de una pequeña mesa. En ella se aprecia un fólder abierto, muchas fotos y recortes de periódicos así como revistas de música. Sólo se escucha una voz tarareando el tema “Spicy Marmalade” y tijeras que resuenan haciendo un eco seco en la habitación, cortando absorto y con extremo cuidado lo que tiene entre sus manos…

Una vez terminado y repitiendo una y otra vez la canción, toma un sobre y antes de meter unas fotos a el, las va besando una por una hasta llegar a la última. La queda mirando por unos interminables momentos hasta que la acerca aun más y le da un beso más prolongado que los anteriores. Y así la foto de un sonriente y radiante cantante de Bad Luck es finalmente metida en un sobre.

-*-

En otro lugar, en el departamento de Hiro, éste habla por celular a su novia quien se encuentra en ese momento en Kyoto. Claro que no le menciona lo del “admirador secreto de Shuichi” a lo que la muchacha de buena intuición “siente” que su pareja le está ocultando algo pero decide no preguntar… silencio… ambos se quedan en silencio varias veces, en lo que va de la llamada…

Una vez que se despide y cuelga, Hiro manda un suspiro y así medio cabizbajo entra a la cocina cuando de nuevo suena su celular

- ¿Amor…?

- Yes, darling? (¿si, querido?)

- Ah... eres tú… - dijo Hiro parcamente

- Llevo casi una hora tratando de hablarte… hum… How’s the little lady? (¿cómo está la pequeña dama?)

- Ocupada como siempre…

- ¿Y ya hablaron al respecto?

- No…

- Come on boy!!! Si siguen asi no podrás salvar lo que queda…

- No es eso… solo que… ya no es lo mismo… ella allá yo acá…

- Ni pienses siquiera en mudarte allá

- ¿Con sus padres botándome a patadas?

- Hablen claro, sean sinceros… si aun sienten algo pueden resolverlo

- Aunque podría escaparme para visitarla… es una buena idea tuya, gracias K

- Si deseas ir dentro de tu ataúd por mi no hay problema

- Ya me lo imaginaba… Si me has llamado a estas horas significa dos cosas: O quieres saber lo de Shuichi o te sientes muy solito

- La primera opción… Mr. Hiroshi porque la segunda… It hurts a little, you know… (duele un poco, tú sabes)

- Me imagino eso… - dijo Hiro luego de suspirar - ¿Por dónde empiezo?

- Desde el principio… Y todo lo que sabes

-*-

Más de media noche, mientras Shuichi duerme y de paso babea el pecho de Yuki, éste aun despierto abrazando fuerte y protectoramente a su pequeño. La rabia se hace notar en la mirada de ojos dorados del escritor, quienes brillan en la oscuridad de la alcoba. Si Shuichi estuviese despierto en esos momentos, no dudaría en gritar y salir corriendo de ahí. Pero no, las ideas asesinas del rubio rondan su mente y mientras prende un cigarro como puede, claro, sin dejar de abrazar al pelirrosa, toma una decisión en silencio, siendo las paredes mudos testigos de lo que Yuki hará temprano en la mañana del día siguiente.

Pero antes de que la noche se acabe, en el departamento de un dormido Suguru, una sombra camina decidida y calmadamente hacia la ventana cerrada y cubierta por las cortinas verde olivo que combinan elegantemente con los muebles y cuadros del lugar. Corre las cortinas de par en par y abre totalmente las ventanas donde se aprecia la vista hacia la ciudad ya dormida y la luz de una luna que aun no se digna a morir en el horizonte.

En ese preciso instante, el viento quien no duda en entrar raudamente bajando la temperatura del lugar, mece las cortinas y revelando por la luz intrusa de la luna, un hermoso piano de cola a unos metros de la ventana. La sombra se sienta y empieza a tocar “Para Elisa de Beethoven” sin molestarse siquiera por la hora ni por el dueño de la vivienda en cuestión.

Suguru mientras, en su alcoba siente a lo lejos la melodía y se mueve inconcientemente por el letargo del sueño, sin lograr que se despierte del todo… Un sueño con música de Beethoven…. Esa melodía que cautiva a quien tiene el buen gusto de apreciarla, las notas de esa canción… ¿Tristeza?... ¿Quién está tocando a estas horas de la noche? Y encima esa misma melodía que trae recuerdos dolorosos… Parece como si viniera de la sala, para ser más precisos, de su piano mismo…. Suguru a duras penas se despierta, cuando se da cuenta que la melodía proviene, efectivamente, de su piano.

¡Un momento…! ¿Quién está tocando si el tecladista del grupo vive solo en su departamento? Suguru se despierta por completo y un escalofrío lo invade… ¿Tohma?... Pero si él no suele tocar Beethoven… Además ¿Por qué tendría que hacerle ese tipo de visitas?... y si no es su primo ¿entonces?...

Suguru se levanta tratando de hacer el menor ruido posible, busca con la mirada cualquier objeto que pueda utilizar en su defensa y al no encontrar nada, se dirige hasta la puerta de su cuarto. El miedo y los nervios empiezan a jugarle en su contra… Suguru respira profundamente, calmándose y dominándose a si mismo, abre la puerta de su cuarto lo más sigilosamente posible cuando en ese instante, la música se detiene de improviso y por completo.

Suguru aún agudizando sus oídos en espera de algún ruido o algo, hasta que siente un golpe sordo en las teclas, una protesta enérgica y despectiva dirigida a quien fue interrumpido, haciendo que Suguru casi se pegue al techo del susto. Silencio… El tecladista traga saliva y ya agitado abre la puerta y paso a paso, mirando a todos lados, llega hasta la sala…

Rápidamente recorre la sala en busca de ese alguien… pero no encuentra a nadie. Sólo las cortinas y ventanas abiertas, el aire gélido que son lo único que está fuera de lugar… Suguru prende las luces y aun agitado va hacia la cocina pasando por el comedor para terminar revisando el baño… Nada. Ya más seguro, el tecladista se acerca al piano y ve en el suelo, a unos metros más lejos, unas partituras esparcidas. Cauteloso se acerca a ellas y las recoge… “Für Elise” se lee por título y analizando las hojas se da cuenta que está incompleta, faltando la mitad y el final.

Sumamente intrigado, aún un tanto temeroso y completamente desconcertado se asoma por la ventana pero no lo cree posible… si alguien entró pues no podría saltar así no más para huir del lugar… Estamos hablando de un séptimo piso… Aun con las partituras en sus manos va hacia la puerta de la estancia y la abre. Revisa la chapa de la cerradura, no forcejeo, no marcas de ningún tipo, no nada…

-*-

Al día siguiente, en la oficina principal de NG, Tohma habla por celular…

- Estoy programando una gira de Bad Luck y nuestra banda para el fin de mes a mas tardar – dijo Tohma seriamente

- Ahora no… déjame solo – dijo Ryuichi con un tono de cansancio

- ¿Cuanto tiempo?

- Lo más que puedas…

- Ya sea dentro de un mes o dentro de un año igual vas a tener que volver, no estas siendo profesional y tú no eres así ¿Crees que ocultándote así vas a poder continuar con tu vida? Tienes un contrato que cumplir que no se te olvide

- Sólo un poco mas de tiempo…

- ¿Cuánto tiempo más?

Ryuichi no responde

- Voy a esperar una llamada tuya antes que termine el mes, no mas – y sin mas Tohma cuelga

Tohma recostándose en el respaldar de su asiento se queda pensativo y serio, primero Ryuichi y ahora Shuichi, aunque al primero sabe cómo manejarlo, el segundo se está convirtiendo en un gran problema. Tohma sabe que aquel “fanático” que está acosando a Shuichi es alguien a quien no debe subestimar, y ya se lo ha demostrado.

En ese momento tocan la puerta, Suguru entra con el semblante mas serio de lo usual

- ¿Sucede algo primo?

- Tus bromitas te las guardas y como te encantan las indirectas y yo no las aguanto, entonces dime de frente si mi rendimiento como tecladista no te satisface – dijo Suguru mirando a Tohma fijamente

- ¿De que estas hablando? – pregunto Tohma calmado pero muy extrañado

- Sabes bien que la odio y también sabes por que – respondió Suguru y le tira a su escritorio la partitura encontrada la noche anterior

- Für Elise… - dijo Tohma tomando la partitura y lo mira - Si no me sintiera satisfecho con tu trabajo ¿crees que te dejaría seguir tocando en Bad Luck?

- ¿Qué es lo que te sucede? ¿Acaso no respetas mi espacio?

- No fue mi intención asustarte de ese modo – dijo Tohma con una sonrisa

- ¿Antes de entrar a mi casa serias tan amable de tocar la puerta aunque sea?

- Anoche bebí demás y estaba cerca de tu casa

- ¿Ebrio?... – preguntó Suguru tratando de asimilar aquello

- Mika y yo tuvimos una discusión… Pero no es de mi darte explicaciones de lo que pasa en mi matrimonio

- A mi no me importa si tienes problemas o no, no vuelvas a entrar como un ladrón a mi casa ¿quieres? ¿Después que sigue? ¿Acostarte también en mi cama?

- No volverá a suceder

Suguru lo ve unos momentos y con dejo de extrañeza se da media vuelta y sale de la oficina

A Tohma se le ensombrece el rostro por unos momentos… Se levanta de su sitio y llama a Sakano quien aparece inmediatamente en su oficina.

- Quiero que hagas algo por mi… - dijo Tohma para luego sonreír

- ¿S-si? – balbucea Sakano nervioso mientras mira a su jefe

-*-

En una avenida poco transitada y lejos del centro de la ciudad, un rubio con lentes y traje oscuro camina decididamente. Se detiene unos momentos a prenderse un cigarro y dando unas bocanadas reanuda su marcha hasta que al fin llega a su destino.

Frente a él, una tienda discreta y para nada llamativa. Analiza con la mirada a través de las puertas de vidrio, el interior del local. Pasan unos eternos minutos, bota lo que queda del cigarro al suelo y antes de ingresar aprieta sus puños con fuerza.

- Buenos días… ¿en qué lo puedo ayudar? – preguntó el vendedor

El rubio se queda de pie unos momentos ya dentro del local y con la mirada recorre todo el lugar. Un escalofrió le recorre el cuerpo por completo sin hacerlo notar tras esa expresión inalterable y seria y con pasos largos se acerca hacia el vendedor

- ¿Qué está buscando?
 
- Un revólver – dijo Yuki fríamente

 

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado el nuevo capítulo y mando una disculpas a las adoradoras, fans y amantes de Ryuichi ya que para esta primera parte del fic, aparece muy poco.... y cuando salga en escena espero no me maten por como se va a desenvolver

Hasta el próximo capítulo


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