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Me perteneces... Acto I : El acosador por zamschu

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Notas del capitulo:

Espero les guste ^^

Parte V: El ángel y la paloma

La mañana sigue su curso, Shuichi, Hiro y Suguru están componiendo en la sala acústica mientras K está puliendo su mágnum y observa de reojo a los muchachos

- ¿Te encuentras bien Suguru? – preguntó Shuichi con mirada de preocupación

- ¿Eh? – Suguru mira a sus compañeros - Si, no te preocupes

- ¿De verdad?

- No pude dormir bien anoche – dijo Suguru luego de suspirar

- ¡AHHHHHH! Ahora entiendo… - dijo Shuichi y codea a Hiro mientras se ríe con cara de idiota

- Je, je, je… Bueno ya esta en edad pues el muchacho… - dijo Hiro mirando de reojo a Shuichi

- ¿De que hablan? – preguntó Suguru extrañado

- ¿No te parece encantador Hiro? – preguntó Shuichi suspirando

- Así es… los niños crecen tan rápido…

- ¿Qué están insinuando si se puede saber? – preguntó Suguru con una mueca

K sonríe alzando una ceja sin dejar de pulir su amado revolver, momentos después reprime la risa que está a punto de soltar

- ¿Q-Q-QUÉ? – pregunta Suguru en completo shock

Hiro y Shuichi se ríen a carcajadas

- ¡¡¡CLARO QUE NO!!!

- ¡¡¡Andaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!! Si eso es normal…

- Claro, claro – dijo Hiro asintiendo con la cabeza varias veces

- ¡¡¡NADA DE SUEÑOS HUMEDOS NI… NI ESO…!!! – dijo Suguru muy avergonzado

- ¿Nunca has tenido un sueño húmedo? – preguntó Shuichi mirando con picardía a Suguru

Ambos lo analizan con la mirada, Suguru se pone rojo como un tomate

- ¡¡¡NO!!! ¡¡¡Además no fue por eso que no pude dormir!!!

- ¿Crees que haya visto una porno? – preguntó Shuichi mirando a Hiro

- Los niños crecen tan rápido – dijo Hiro luego de suspirar exageradamente

- ¡¡¡QUE NO FUE ESO!!!

- ¿Y quien te quitó el sueño anoche? ¿eh? ¿eh? – preguntó Shuichi aún más curioso

Suguru los mira a ambos parcamente

- ¡¡¡Pero Suguru!!! ¡¡¡Cuenta!!! ¡¡¡Cuenta!!! ¡¡¡Cuenta!!!

- Dile de una vez, sino no vamos a poder seguir trabajando… - le aconsejó Hiro al menor del grupo

Suguru se queda en silencio unos momentos, recordando la melodía con la mente lejana. Shuichi y Hiro lo miran

- Bueno pues… vamos a seguir entonces

- Pero… ¡Yo quiero saber!

- ¿Qué tal si después nos vamos por unas pizzas? – le preguntó Hiro a Suguru

- ¡¡¡Eso!!! ¡¡¡Vamos!!!

- ¿Con ustedes? – preguntó Suguru algo dudoso

- No, con mi abuelita… - dijo Hiro con sorna

Shuichi y Hiro hacen una mueca

- No gracias

- No te hagas de rogar… solo será un rato… o será que…. “el que te quitó el sueño ¿te está esperando…?” – preguntó Shuichi con voz algo melosa

- ¡¡¡Nadie me espera…!!!... en casa…

Hiro lo mira y codea a Shuichi

- ¡Pues con mayor razón para que vayamos a comer algo…! ¿somos amigos no?

- Si te digo que si ¿Me dejas trabajar?

- ¡¡¡Claro!!! - dijo Shuichi asintiendo de muy buen humor

- Es más… Shu también va a trabajar muy duro hoy…

Suguru y Hiro se miran y empiezan a reírse a carcajadas, K estalla en risa

- ¡Oigan! ¿Se están riendo de mí?

- ¡¡¡Así es!!!

- Ay… ay… bueno… Enough is enough… - dijo K apuntando su brillante arma contra Shuichi - Hurry up, boy!!!

-*-

Grabadora de voz: *Click* ¡¡¡LA-LI-HOOOOOO!!! En estos momentos ni mi Yuki ni yo nos encontramos disponibles… Es para pensar mal ¿no es cierto? JOJOJOJOJOJO… - ¡¡¡DEJATE DE HACER ESCÁNDALO BAKA Y TERMINA DE UNA VEZ CON ESO!!! – Je… je… lo siento Yuki… como decía, no estamos en casa o no estamos disponibles, deja tu mensaje y tu número de teléfono y te llamaremos… un día de estos JOJOJOJOJO - *Click*

- ¡¡¡YUKIIIIIIIIIIIIIIII!!! ¡¡¡SE QUE ESTAS AHIIII CONTESTAMEEEEEE!!! – la voz de Shuichi retumba por todo el departamento gracias al pequeño parlante de la contestadora

- ¡Ya! ¿Ahora que quieres?... – dijo Yuki luego de coger el auricular - ¿y para comer una cochina pizza me haces todo ese escándalo?... ¡No! ¡No estoy de mal humor!... ¿A dónde?... ¿Hasta que horas?... ¿con quien?... Ah… Sino te vienes a pie… Seh… Ya… -  y sin mas cuelga

El rubio, sentado en el sofá suspira y vuelve su mirada hacia un paquete encima de la mesa de la sala, junto al jarrón lleno de rosas. Saca una cajetilla de su bolsillo y prende su consabido cigarro con la mente ubicada en el pasado… Si en ese entonces usó el arma para defenderse a sí mismo, ahora el propósito es muy distinto… Pero a la vez parecido: Proteger su corazón.

Yuki se termina el cigarro y vuelve a prender otro. Acerca sus manos hacia el paquete y lentamente lo vuelve a abrir por cuarta vez de lo que va del día. Dejando el arma en la mesa la sigue observando... ¿Miedo en los ojos dorados del escritor? ¿o miedo de que su pasado vuelva a arrastrarlo hacia la oscuridad?. No… ahora tiene un motivo muy poderoso para seguir adelante y si eso significa tener que mancharse de nuevo las manos con sangre, lo va a ser sin duda ni remordimiento alguno.

Dejando el cigarro consumirse en un pequeño cenicero a su lado se pone de pie y empuñando el arma, apunta hacia el librero. Pero sus emociones lo están traicionando, no puede mantener el arma firmemente y tampoco evitar el temblor en sus manos… ¡¡¡Maldita sea!!!. Con la mano libre se seca el ligero sudor de su frente, inhala todo el aire que puede mientras intenta dominar los nervios obligando a calmarse a si mismo.

Vuelve a recordar lo acontecido hasta el momento desde que llegó de la conferencia en Nueva York y la rabia se va apoderando de él. La sombra, la mordida, las flores, el mensaje en su lap-top, la foto desaparecida, el espejo del baño, el adorno del ángel, el poema en el cubículo del baño.

Ahora si, Yuki logra su cometido, pudiendo fijar bien el blanco que tiene frente a él. Y aunque es solo una parte vacía del librero, el corazón le late rápidamente cuando su dedo índice recorre el gatillo lentamente. Su mente recrea la sombra que vio esa noche, de pie justo delante de él. Su respiración se torna cada vez mas agitada, los músculos de todo su cuerpo se tensan involuntariamente, pero la sombra se vuelve su peor pesadilla… ¡¡¡Kitazawa!!!... Y abriendo los ojos de par en par se queda paralizado, el arma se agita violentamente, todo su cuerpo empieza a temblar y las lágrimas empiezan a salir bañando sus mejillas pálidas por el miedo.

La sombra se esfuma por completo, Yuki aun muy agitado intenta controlarse, pero el susto se convierte en rabia y la rabia en impotencia. Violentamente arroja el arma a un lado, haciendo un ruido sordo al estrellarse contra el piso. Se da media vuelta y va hacia la refrigeradora por una cerveza, la abre como puede y toma casi todo el contenido de una sola y aun sintiendo la boca reseca, un llanto mudo…

-*-

En la pizzería, en una mesa un tanto alejada de la gente, los tres músicos comen con un hambre atroz hasta que la mesera, en su última visita, les pone una jarra de sangría en medio de la mesa

- Hiro, sabes bien que el alcohol y yo no somos buenos amigos… - dijo Shuichi con la boca llena

- Es sangría… Y me dijeron que está suave

- ¿sangría?

- Lo vi en un programa anoche… Es un trago dulce

- A ver para probar… - dijo Shuichi se sirve todo el vaso completo y toma hasta la mitad

Hiro y Suguru a la expectativa de alguna reacción… Usualmente, con un par de botellas de cerveza, Shuichi “muere” en el acto…

- ¡¡¡Dulce!!! – dijo Shuichi con una gran sonrisa y se relame
 
- A ver pues…

Una vez que se terminan la jarra, piden otra

- A ver… a ver… ahora toca “confesiones de un tecladista” – dijo Shuichi con una risita tonta

- Nada de confesiones… - dijo Suguru sonrosado por el licor

- ¿Ah, no? – pregunto Hiro acercando su rostro

Shuichi se queda en silencio y saca su celular

- ¿Qué haces?

Shuichi marca un número y escucha la grabadora

- ¿Yuki?... ¿Estas bien?... Respóndeme ¿si? Sé que debes estar ocupado con tus escritos pero… ¡Hola Yuki! – dijo Shuichi casi riendo -Si… - se levanta y se va al baño

- No va a cambiar… - dijo Hiro parcamente mientras niega con la cabeza

- Ah… - asintió Suguru

- ¿Pasó algo anoche? – preguntó Hiro algo preocupado

- No… bueno si… aunque aun me intriga un poco ¿sabes?

- Soy todo oídos

- ¿No te vas a burlar?

- ¿De que me burlaría si no me has contado nada?

- No quiero que lo hagas

- Ni siquiera se lo contaré a Shu… ¿ahora si te sientes mas tranquilo?

Suguru asiente y antes de comentarle la noche anterior, alzan sus vasos y brindan por cualquier cosa…

Veinte minutos después, un mercedes negro se estaciona frente a la pizzería, desde el asiento y mirando hacia un lado de la puerta Yuki reconoce el cabello rosado de su baka quien lo estaba esperando algo inquieto. Shuichi al verlo corre y abriendo la puerta del copiloto, entra.

Shuichi le da un beso a su amado y luego se ríe tontamente

- ¿Qué estas bebiendo esta vez? – preguntó Yuki con voz cansina

- ¡¡¡Tienes que probarlo!!! ¡¡¡Es dulce muy dulce y delicioso!!! ¡¡¡Aunque se siente el licor es muy dulce!!!

Los ojos de Shuichi brillan como si tuviera luz propia, el sonido de su voz, esa inocente y risueña sonrisa, hacen en conjunto la adoración del rubio escritor. Y aunque Yuki no está escuchando nada de lo que le está hablando, Shuichi sigue y sigue sin poder detenerse…

- Me estas mareando…
 
- ¿Estas bien? – pregunta Shuichi mientras le toma de la mano y se la lleva al rostro

Yuki se queda mudo de pronto

- ¡¡¡Me alegra tanto de que hayas venido!!! – dijo Shuichi besando la mano de su amado - ¡¡¡Ven vamos a la pizzería para que tomemos juntos esa Sangre!!!

- ¿Qué? – preguntó Yuki espantado

- ¡Así se llama! sangría…

- ¡¡¡Baka!!!

- ¿Amor? – dijo Shuichi mirando a Yuki - Dime que sucede Eiri y haré cualquier cosa para ayudarte

- Todo bien… - dijo Yuki luego de suspirar - Ahora vamos de una vez antes que me arrepient…

Shuichi lo calla con un beso y rodea el cuello del rubio con sus brazos hasta que el beso termina y aun abrazado de Yuki le susurra en su oído

- Te amo Eiri

Yuki siente tal tranquilidad, tal alivio y tal felicidad que, sin que Shuichi lo pueda ver esboza una gran sonrisa devolviéndole el abrazo

- ¿Ya estas borracho tan pronto? – le pregunta al oído del pelirrosa

Shuichi se arquea y tiembla un tanto ante el susurro, y en venganza o en retribución, para tal caso, Shuichi muerde ligeramente el lóbulo de la oreja de su amado escritor

- ¡Oye!

Shuichi se ríe muy cerca de uno de los puntos débiles del escritor haciendo que se estremezca involuntariamente

- ¡Vamos de una vez!

Y Yuki sale del auto, Shuichi sale también y se prende del brazo del rubio mientras se ríe contento pero antes de ingresar al local, Yuki desvía su mirada levemente, encontrando a K saliendo de un callejón. Ambos hacen contacto visual unos momentos, cuando K asiente levemente y empieza a caminar lentamente cruzando la calle.

En el interior del local, Shuichi jala a Yuki hacia la mesa, donde están aun presentes sus demás compañeros de banda y con su típico “Laliho” se auto-invita a sentarse junto con el escritor

- ¿Y esas caras? – preguntó Shuichi al ver a sus amigos con expresiones muy serias

- Buenas… - saluda Hiro a Yuki

Yuki fija su mirada en el pelirrojo unos momentos, éste cambia la expresión un tanto sería que tenía a la habitual. Suguru por su parte, está rojo como un tomate y demasiado alegrón para estar sobrio

- ¿Hay mas sangría?

- ¡¡Shu!!... ¡¡Claro!! ¡¡Justo pedí otra!!... Buenas noches Yuki-san – saluda Suguru cortésmente

- Buenas noches…

- ¿Pasa algo Hiro? – pregunta Shuichi ante el silencio de su amigo

- Pues te vas sin avisar siquiera… ya me iba a ir no mas…

Llega el pedido y a mitad de jarra, los músicos empiezan a cantar mientras brindan y Yuki en silencio renegando en voz baja porque ya sabe que va a tener que llevarlos a todos a sus respectivas casas… Como si fuera el chofer de estos mocosos idiotas

- ¡¡¡yiiiiiii!!! ¡¡¡Vamos amor de mi… vida ¿te gusta?!!! ¡¡¡Muy bueno ¿no?!!! – y Shuichi se toma la mitad del vaso de una sola

- ¡Asu! ¡estamos con sed! ¡Salud! – dijo Hiro alegremente

- ¡¡Salud!! – chillaron Shuichi y Suguru mientras levantaban sus vasos

- ¡¡Yuki!!

Yuki con un cigarro en la boca y parco levanta su vaso con desgano. Cinco jarras después, todos menos el rubio hablando incoherencias y riéndose de cualquier cosa. Después que pagan la cuenta, Yuki lleva a un dormido Shuichi en brazos y Hiro hace lo mismo con Suguru.

Una vez depositados en el carro, Hiro se sienta en el asiento del copiloto en silencio. Yuki arranca y van hacia el departamento de Suguru… Demasiado silencio, Yuki mira de reojo a Hiro, éste serio y antes de hablar voltea su rostro hacia el asiento de atrás, asegurándose que Shuichi y Suguru están completamente dormidos.

- Habla de una vez – dijo Yuki ya bastante impaciente

- ¿Por qué habría de hacerlo si tuve que enterarme a la fuerza de…?

- No confío en ti, pero algo sabes así que habla

- ¿Ya instalaste las cámaras? – pregunto Hiro mientras se cruzaba de brazos

- No

- ¿Y que esperas que pase para que lo hagas?

- Sacar al baka de mi casa

- Bótalo como lo hacías antes

- ¡Háblame bien, mierda o te bajas aquí mismo!

- Si… Ha pasado algo más… - dijo Hiro seriamente

- Llévatelo y vuelves – dijo Yuki luego de detenerse frente al edificio donde vive Suguru

- Subamos todos – dijo Hiro mirando fijamente al rubio

- ¿Por qué? – pregunta Yuki molesto

- Suguru vive solo y anoche…

- ¿Ya llegamos…? – pregunta un medio zombie Shuichi

- Shu… ven vamos a dormir en la casa de Suguru

- ¿Por qué…? – preguntó Shuichi mientras se despabilaba

- ¡Porque ahí hay mas sangría!

- ¡Si es así vamos! – dijo Shuichi despertando por completo - Espera… - y ve a Yuki - ¿No… vamos a casa? Yukiiiii

- Yuki esta… Borracho… - dijo Hiro y mira a Yuki fijamente - BO-RRA-CHO

Yuki lo maldice con la mirada, con sus pensamientos y de todo corazón y se recuesta en el timón… Mas le vale al fumón ese que la información (chisme en otras palabras) valga la pena. Shuichi “ayuda” a Yuki a entrar al edificio pero lo que realmente pasa es que Shuichi está siendo ayudado por el rubio.

Una vez en el departamento y los menores roncando en la cama de la habitación de Suguru, los mayores se reúnen en la sala. Allí Hiro delante del piano de cola le cuenta sobre “el visitante nocturno”

- ¿Vio que saltaba por acá? – preguntó Yuki mientras revisaba el balcón

- Pero la cerradura está intacta… - dijo Hiro negando con la cabeza

- ¿No tendrías también la llave?

- Claro, y como yo se tocar piano, le quise dar una serenata y justo con esa melodía que lo entristece de alguna manera – respondió Hiro parcamente

- Serás el próximo - dijo Yuki mirándolo seriamente

- ¿Qué regalito me tendrá ese bastardo de mierda? – preguntó Hiro aun mas serio

- Todo gira en torno a Shuichi…

- Parece que así es… primero él, tú y después Suguru… No quiero dejar a Suguru solo aquí

- Dile que lo amas y llévatelo a tu casa

- Mira Yuki, se que no nos caemos muy bien que digamos, pero ambos estamos en esto, para variar podríamos colaborar el uno con el otro ¿No te parece?

Yuki suspira fastidiado y se sienta en el mullido sofá frente al piano

- ¿Ahora que le digo para que se venga a vivir conmigo? – se preguntó Hiro mientras se rascaba la cabeza - ¿Y que le digo a Ayaka?

- Que Tohma se preocupe por su propia familia, para variar

- Pues parece que no ha hecho nada al respecto… - dijo Hiro y se sienta en el sillón más pequeño - Ahora en la mañana Suguru le encaró y sigue pensando que ha sido el mismo Seguchi-san quien entró anoche…

Hiro se levanta y va hacia la cocina a ver que encuentra, Yuki sigue en su mismo lugar en silencio y con la mente lejana.

- Realmente este chiquito ni vicios tiene… - dijo Hiro regresando de la cocina y revisa las gavetas - Nada de alcohol, ni cigarros ni nada que le puedan alegrar la vida a uno…

- En la guantera hay un par de latas de cerveza… - dijo Yuki y le avienta las llaves de su auto

Hiro va corriendo hacia el auto y saca las llaves cuando se percata que la luna de la puerta del copiloto está abierta parcialmente… El pelirrojo voltea a ver a su alrededor, solo hay algunos carros estacionados y uno que otro transeúnte caminando tranquilamente por ahí.

Sin necesidad de usar las llaves, Hiro comprueba que la puerta está sin seguro y la abre sin problemas. Allí en el mismo asiento que el pelirrojo ocupaba momentos antes, se encuentra un sobre blanco y con letras grandes resaltadas:

Para Hiro-chan

Hiro se queda boquiabierto del susto, vuelve a mirar a su alrededor, agitado y muy confundido. Vuelve a mirar el sobre y lo toma con sumo cuidado. Entra al carro y revisa el asiento del piloto y los de atrás. Nada… Abre la guantera y no encuentra las latas de cerveza que dijo Yuki que estaban. Sale del auto rápidamente y abre la maletera. Nada tampoco…

En ese momento su celular se prende haciendo que Hiro salte del susto. Lo saca y ve un mensaje: “Dile a Eiri q agradezco de todo corazón por las cervezas de sta noche”

Momentos después suena el timbre en el departamento de Suguru

- ¡Vas a despertarlos imbécil! ¿a que mierda tocas…? – dijo Yuki por el intercomunicador

- ¡¡¡ESTUVO AQUI!!!... ¡¡¡ABRE CARAJO!!! ¡¡¡ABRE!!! – dijo un desesperado Hiro

Yuki le abre y sale rápidamente al pasillo hasta estar frente a los ascensores… ¡Maldición! ¿Cuánto más se va a demorar el maldito elevador?. Minutos eternos después, las puertas del elevador se abren. El rubio ve a Hiro inmóvil y anonadado mirando lo que tiene en sus manos.

- ¡¡Habla de una vez!! – dijo Yuki mientras se le acerca

- ¡¡¡Mira!!! – dijo Hiro levantando la vista

Le muestra el paquete con la dedicatoria y va pasando las fotos que tiene en sus manos, tomadas a un alegre y despreocupado Shuichi quien en algunas sale caminando por la calle, en otras saliendo de NG y unas cuantas saliendo del departamento donde vive. Las fotos tomadas de diferentes ángulos y cercanías, haciendo notar no sólo que Shuichi nunca se dio cuenta del fotógrafo sino que mostraba diferentes trajes del cantante…

- ¡¡¡MALDITO HIJO DE…!!! – maldijo Yuki entre dientes y furioso

En ese momento, la puerta del ascensor se cierra dejándolos atrapados adentro. Yuki aprieta el botón del piso siete pero ambos ven que el elevador esta subiendo

- ¡¡¡MALDITA SEA FUMON DE MIER…!!!

- ¡¡¡ÉCHAME LA CULPA AHORA!!!

Yuki vuelve a apretar el botón del séptimo piso sin resultado, el elevador sigue subiendo

- ¿Cuántos pisos tiene este maldito edificio?

- 25…

- ¡¡Maldita sea!!

- A propósito y ahora que me acuerdo… ¿Por casualidad no habrás dejado la puerta del departamento abierta verdad?

Yuki se tapa el rostro de la bestialidad que sin querer, cometió

- ¡¡¡QUE IDIOTA ERES!!!

- ¡¡¡Si no tengo las llaves del departamento, imbécil!!! ¿Tú las tienes acaso?

- ¡¡¡Las deje en la mesa!!! – dijo Hiro luego de revisar sus bolsillos

- ¿Ya ves, animal?

- ¡¡¡Pero es mejor que este cerrado hasta para nosotros que este abierta para todo el mundo ¿no te parece?!!!

- ¿en que piso va?

- 15… - respondió Hiro muy inquieto

Ambos se pasean como leones enjaulados, el elevador sigue subiendo sin dar visos de detenerse en algún piso.

- ¡¡¡Maldita sea…!!! ¿Dónde encontraste las fotos? – preguntÓ Yuki alterado

- En tu carro… - respondió Hiro mirando al rubio

Y le cuenta todo lo sucedido, Yuki lee el mensaje del celular de Hiro y marca el número registrado. El pelirrojo expectante, con una expresión seria y a la vez casi desesperada. El timbre de la llamada suena y suena hasta que contesta.

- ¡¡¡¿Quién mierda eres?!!! ¡¡¡RESPONDE CARAJO!!! – exigió un furioso Yuki

- “Hoy también hay luna llena”

- ¿DÓNDE ESTAS? – dijo Hiro tratando de arrebatarle su celular al rubio

- “Pronto las puertas del infierno se abrirán y nos encontraremos” – y sin mas el sujeto cuelga

- ¡¡¡MALNACIDO!!!

- ¿Las puertas del infierno…? – dijo Hiro consternado

En ese momento, el elevador se detiene, ambos ocupantes voltean y observan las puertas abrirse en el último piso. Ambos salen corriendo y viendo alrededor están en la azotea del edificio. Cada quien por su lado recorre el amplio lugar, la luna llena dándoles la luz suficiente para alumbrarlos mientras el aire gélido del invierno los envuelve sin misericordia. Yuki y Hiro buscan al desgraciado hasta que ambos coinciden en un solo lugar: Un pequeño cuarto sin ninguna ventana, con una puerta de fierro oxidado por el tiempo semi-abierta y luz que proviene de esta.

Yuki sin pensarlo dos veces la abre, haciéndose escuchar un chirrido tenebroso, Hiro a su lado se le escarapela el cuerpo y tragando saliva manda una furtiva mirada al rubio. Lenta y cautelosamente ambos ingresan a la habitación, los nervios y la tensión provocan que la agitación les recorra todo el cuerpo. El lugar en cuestión está lleno de estantes polvorientos y cosas oxidándose, latas de pintura, herramientas de diversos tipos.

Yuki maldiciéndose el no haber traído su arma consigo, coge una llave inglesa tirada encima de una mesa mientras sigue con el recorrido visual. Hiro por su parte lo sigue, buscando algún indicio del sujeto en cuestión y aunque la habitación no es inmensa, los diversos estantes y armarios hacen que parezca un pequeño laberinto. Ambos llegan hasta a un colchón enmohecido y hediondo recargado casi en su totalidad en la pared descolorida. En el, una hoja de papel esta pegada, la cual Yuki toma y Hiro se acerca para poder leer lo que dice:

“¿Qué hacen aquí? ¿No deberían estar velando el sueño de un ángel y de una paloma?...”

A Yuki se le va el color de pronto, la angustia le empieza a oprimir el pecho mientras Hiro maldice casi en gritos la estupidez que ambos acaban de cometer. Y así como almas que lleva el diablo bajan las escaleras, desesperados gritándose mutuamente hasta llegar al séptimo piso.

Ambos agitados ven la puerta aun abierta, y sin detenerse a evaluar la situación entran corriendo hasta que se topan con la puerta cerrada de la alcoba principal. Yuki sin pensarlo y empuñando fuertemente la llave inglesa que aun trae consigo, abre la puerta de sopetón y entra hasta donde dejó a un dormido Shuichi.

Dos bultos yacen en ella, Yuki destapa el cubrecama y encuentran a Suguru y a Shuichi profunda y plácidamente dormidos. Hiro se acerca a Suguru y lo mueve un tanto, éste hace un sonido y se mueve inconcientemente acomodándose mejor en su lugar. Yuki siente la respiración acompasada de su Shuichi, y acerca su rostro mientras su mano le acaricia los cabellos

- Yu… ki… - susurra Shuichi entre sueños y sonríe sin abrir los ojos

Yuki y Hiro suspiran aliviados a más no poder, el alma de ambos al fin vuelven a sus respectivos cuerpos.

- No estaba en el techo… - susurra Hiro suavemente
 
Yuki en cuclillas toma la mano de Shuichi y la besa en silencio

En ese momento…

- ¡POR… LA… PU… TA…! – dijo un sorprendido Hiro

Yuki se levanta y ve a Hiro que prende la luz del dormitorio sin apartar la vista de la pared que está metros frente a él y donde descansa el respaldar de la cama.

En letras inmensas y con spray color rojo, un mensaje:

    ¡Shhhh!
 Angelitos durmiendo… ¿No les parece hermoso este cuadro?

Y una flecha que apunta para abajo, dibujada debajo del mensaje.

Yuki retrocede sin quitarle la vista del graffiti con la impotencia y la frustración carcomiéndole las entrañas. Hiro aun agitado y en extremo furioso consigo mismo, apretando sus puños con tal fuerza, tratando de contener de alguna manera un error tan grave que le pudo costar la vida de su mejor amigo y de su compañero de banda...

 

Notas finales:

Lamento no haber respondido a tiempo los reviews que han escrito.... verán uno de mis amados gatos ha estado enfermo y aun lo sigue estando... Ya responderé todos y cada una de sus inquietudes....

Gracias por leer y hasta el próximo capítulo ^^


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