Yu Hon se alejó del cuerpo caliente de Tey y miró sobre su hombro. Podía ver el reloj de la mesilla de noche. Eran las tres de la mañana. Se pasó una mano por la cara y se preguntó por qué se había despertado. Tey se movió más cerca, acurrucándose contra la parte frontal del cuerpo de Yu Hon.
Estaba tentado de volver a Dormirse, pero algo no estaba bien. Yu Hon sentía como si alguien lo estuviera vigilando. Él entrecerró sus ojos escaneando el oscuro cuarto, pero no vio a nadie.
-¿Qué pasa? -Tey se giro, enredándose contra Yu Hon. Pasó su mano sobre la espalda de su compañero, pero no podía dejar de pensar que alguien estaba en la habitación con ellos.
Sang Hyun se movió lentamente, sus ojos todavía cerrados mientras se giraba encima de Tey y volvía a caer dormido. Yu Hon miró a su compañero más pequeño durante un momento y sonrió para sí mismo. Tan duro como Sang Hyun luchaba contra ellos, el tipo estaba acostumbrándose a Yu Hon y a Tey.
Él no había pretendido rechazar a Sang Hyun donde Daniel Henney, pero Yu Hon no había sabido en quien podía confiar. Ahora que tenía a Sang Hyun abriéndose, Yu Hon iba a hacer todo lo posible por mantener esa confianza. Podía cuestionar un montón de cosas, pero él había decidido que le gustaba la idea de que Sang Hyun y Tey estuvieran en su vida.
Se quedo congelado cuando escuchó algo rascando contra el suelo. El sonido era tan insignificante que casi no lo había escuchado.
Pero Tey no. Sintió a su compañero tensarse. Yu Hon presionó su mano en la espalda de Tey, diciéndole al hombre sin palabras que no se moviera
Los dedos de Tey se curvaron en el pecho de Yu Hon.
Iba a ser difícil saltar de la cama y enfrentarse a quienquiera que fuese, considerando que Sang Hyun estaba tumbado no solo sobre Tey sino que se había movido hasta estar sobre Yu Hon también. El tipo era como una manta humana.
Tey se movió, simulando que estaba durmiendo cuando apartó a Sang Hyun fuera de ellos y coloco al hombre más pequeño al otro lado de la cama. Envolvió su cuerpo alrededor del de Sang Hyun mientras Yu Hon deslizó su mano debajo de la almohada, recuperando su arma.
El suelo debajo de la alfombra chirriaba.
Yu Hon se concentró en el sonido, saltó de la cama, apuntó y disparó. Sang Hyun se despertó gritando mientras Tey rodó sobre él, ambos hombres golpearon el suelo. Yu Hon rogaba por tener algo de ropa puesta. A él no le gustaba el hecho de que su polla estuviera libre.
-Todo lo que quiero es al gato -un hombre con una cicatriz en la cara dijo mientras se movía fuera de las sombras. Yu Hon podía ver donde había disparado al tipo. Justo en el corazón. Pero el extraño estaba ahí parado como si él no hubiera recibido una bala.
-Hell Hound -Tey dijo desde algún lugar debajo de la cama-. No dejes que él te muerda, Yu Hon. La única forma de matarlo es apuñalarlo detrás de la oreja. Podrás ver la marca.
-¡Cállate de una puta vez! -el desconocido grito-. Los voy a matar a los dos si no me entregan al gato. - El hombre dio un paso más cerca-. Pero los dejare libres si me lo entregan.
-¿Qué quieres de él? -Yu Hon quería ganar tiempo mientras trataba de pensar en cómo salían de este lío. Debían de estar a salvo en este lugar, pero parecía que nada era seguro. De alguna manera el chucho había conseguido entrar en la sala y Yu Hon tenía que encontrar la manera de apuñalar al hijo de puta.
-Eso no es asunto tuyo. -El extraño metió el dedo en el agujero de bala que Yu Hon acababa de hacer en su pecho. El miró a Yu Hon-. Eso duele un huevo.
Yu Hon abrió fuego. Disparando al tipo cinco veces más en la parte superior del torso. El desconocido cayó hacia atrás y entonces cambió a uno de esos enormes rottweilers. Tey se arrastró de debajo de la cama y luego cambió a su forma de lobo.
Esto era una locura. No había manera de que Tey pudiera derrotar a la bestia. Ellos habían tenido un infierno de lucha en la carretera y casi habían perdido antes de que fueran sacados volando.
El lobo gruño, con la cabeza baja. El perro hizo lo mismo. Era un enfrentamiento que no acabaría bien. Yu Hon dirigió su arma hacia el rottweiler.
-Atrás, puedo descargar el resto del cargador dentro de ti. Lo que puede que no te mate, pero seguro que te tumba.
Yu Hon espero. No estaba seguro sobre eso. Él nunca había intentado matar a un Hell Hound antes. No con un arma. Ahogó un grito cuando Sang Hyun salió de debajo de la cama en su forma de ocelote y saltó sobre la espalda del perro, arañando y mordiendo la cabeza del animal.
-¡Maldición, Hyun -Yu Hon intentó acercarse, pero el rottweiler estaba sacudiéndose, intentando quitarse al gato de encima. Temía que si intentaba disparar le diera a Sang Hyun.
El rottweiler sacudió su cabeza, giro y entonces agarró a Sang Hyun por su espalda. Sang Hyun estaba colgando entre los dientes del perro.
-¡No! -Yu Hon gritó mientras Tey lo perseguía, pero el rottweiler corrió a través de un pasadizo que Yu Hon aún no había visto.
La puerta de la habitación se abrió de golpe, y unos pocos hombres aparecieron, se quedaron allí, mirando alrededor. Yu Hon apunto hacia la apertura. -¡Tiene a Sang Hyun!
Los hombres se giraron, Yu Hon corriendo tras ellos. Tey había ido ya subiendo las escaleras y Yu Hon estaba aterrado de que algo le pasara al ayudante.
Siguió a los hombres a lo que parecía ser la cima de la montaña. El viento soplaba fuerte, Yu Hon intentaba mantener el equilibrio. Él vio a Tey peleando con el Hell Hound, Sang Hyun tirado libido en el suelo.
No, no de nuevo. El corazón de Yu Hon golpeaba mientras corría hacia el cuerpo cambiado de Sang Hyun. Sus manos temblaron mientras levantaba al gato en sus brazos. -Por favor dime que no te mordió.
Los hombres que habían venido con él se habían sumado a la pelea con el sabueso. Todo lo que preocupaba a Yu Hon era encontrar la herida de Sang Hyun. Él pasaba sus manos sobre la piel del gato, explorando.
Tey corrió a su lado y entonces cambió antes de caer de rodillas.
Tenía la misma expresión de preocupación que Yu Hon sabía que él debía de tener. Los dos comprobaron a Sang Hyun de la cabeza a la cola, pero no pudieron encontrar ninguna marca de mordisco.
-No creo que fuera mordido -dijo Tey.
Los ojos del gato se abrieron de repente, y luego el felino empezó a arañar a Yu Hon.
-¡Hey, Sang Hyun! -Yu Hon gritó mientras hacia su mejor esfuerzo para evitar ser arañado-. Soy yo, Yu Hon.
Tey levantó a Sang Hyun por el pescuezo hasta que finalmente el gato comenzó a calmarse. -Estas a salvo -dijo Tey.
-Yo no contaría con eso.
Ambos Yu Hon y Tey se giraron para ver a So Ji Sub detrás de ellos. La mirada de Yu Hon cayó en el tobillo para ver el grillete que todavía llevaba firmemente agarrado. Jodidas gracias por los pequeños favores. Incluso con eso, el antiguo dios era poderoso, y Yu Hon tenía la sensación de que derrotar a este tipo no solo no iba a ser fácil, si no imposible.
-Debes de ser Lee Minho -Hyung Won dijo mientras se colocaba junto a Tey.
So Ji Sub hizo una pequeña reverencia. -El único e inigualable. Todo lo que quiero es al felino y me quitaré del medio.
Yu Hon se movió colocándose delante de sus compañeros. -Tienes que estar drogado si crees que te lo voy a entregar.
Minho, Ji Sub o cualquiera que sea el nombre que iba con el tipo, movió sus manos lanzándolas hacia fuera, YuHon gritó mientras volaba unos buenos diez pies hacia atrás y aterrizaba sobre su culo. Vio como el dios flotaba hacia adelante, cerniéndose sobre Tey, que aún mantenía a Sang Hyun firmemente entre sus brazos.
Hyung Won saco dos espaldas afiladas de su espalda y las sostuvo mientras se colocaba delante de Tey y Sang Hyun en una postura defensiva. Los colmillos de la Bestia Alada aparecieron mientras su cara se transformaba en una máscara de furia.
-No tengo nada contra ustedes -dijo So Ji Sub-. Hazte a un lado antes de que te destruya a ti y a tus hermanos.
Más hombres aparecieron por la salida, todos tomando una postura de batalla. So Ji Sub estaba rodeado. Yu Hon se puso de pie y se trasladó más cerca, de pie al lado de Tey. Si ellos iban a morir, quería hacerlo de pie y al lado de sus compañeros.
La batalla comenzó. Yu Hon vio como las bestias aladas atacaban y eran derribados uno detrás de otro. No creía que estuvieran muertos, pero estaban heridos y sangrando.
Yu Hon agarró a Tey y huyeron hacia un lado de la montaña. Tenían que salir de allí. No estaba seguro de dónde podían ir para que So Ji Sub no los encontrara, pero tenían que intentarlo.
-Quédate en tu forma de gato -Tey dijo a Sang Hyun-. Será más difícil para él atraparte. Sí te dejo, encuentra un pequeño agujero y escóndete.
Yu Hon estaba de acuerdo. Sólo tenían que esperar a que So Ji Sub se debilitara y volviera al infierno. Le gustaría saber cuándo sería eso. Podían tener que estar corriendo durante día o meses antes de que eso pasara
La pendiente se hizo mayor, y Yu Hon tenía que tener cuidado para mantener el equilibrio. Un movimiento en falso y se caería por la ladera de la montaña. Con la niebla aún colgando pesadamente en el aire, él no podía decir por donde iba. Pero podría oír los combates que se llevaban a cabo arriba y tenían muy poco tiempo antes de que So Ji Sub viniera detrás de ellos.
Lo que necesitaban era un jodido milagro.
Yu Hon clavaba sus talones en la tierra mientras descendía lentamente. A este ritmo, nunca llegarían al pie de la montaña a tiempo. Él miró hacia atrás para asegurarse de que Tey le seguía. La expresión en la cara de su compañero le dijo que él sabía que ellos no escaparían.
Quería golpear algo, lastimar a alguien. Se había acostumbrado a la idea de tener a estos dos hombres en su vida y So Ji Sub amenazaba la felicidad que finalmente había encontrado. Yu Hon iba a pelear con uñas y dientes para mantener este pedacito de cielo.
-No creo… -Tey movió la cabeza-. Si no salimos de esta…
-Lo haremos -dijo Yu Hon-. No te rindas todavía.
-Por si acaso -Tey puso su mano sobre el hombro de Yu Hon-. Quiero que sapas que te he amado desde que puse mis ojos sobre ti por primera vez. Los amo a los dos.
Sang Hyun se revolvió sobre los hombros desnudos de Tey, y Yu Hon sabía que eso tenía que doler. Pero Tey no dio ninguna muestra de malestar.
-Yo también los amo a los dos, demasiado. -Agarró la mano de Tey y ayudo a su compañero a atravesar una parte rocosa de la montaña-. Pero lo conseguiremos.
Podía ver la duda en los ojos de Tey, pero Yu Hon la ignoró. Se paró de golpe, Tey chocando y Sang Hyun detrás de él cuando So Ji Sub voló hasta donde estaban y aterrizó con facilidad.
-Dame el jodido gato.
Yu Hon no sentía nada pero pura maldad emanaba del dios. So Ji Sub era alto, intimidante, y Yu Hon deseaba poder patear el culo del tipo. No le gustaba sentirse impotente. El quería arrancarle la piel.
-Nunca -Yu Hon dijo con tono seguro.
-Sal de mi camino -So Ji Sub agito su mano, y Yu Hon voló unos buenos veinte pies ladera abajo. Él hubiera seguido rodando si no hubiera chocado con una raíz gruesa que le frenó. Cuando el miró hacia arriba, su corazón subió a su garganta. So Ji Sub tenía una mano enrollada alrededor del cuello de Tey. El ayudante se estaba volviendo de un tono rojo profundo pero no perdió su control sobre Sang Hyun.
Yu Hon dio la vuelta, empujándose sobre sus pies trató de escalar la ladera de la montaña. No iba a llegar a tiempo.
Se agachó cuando algo oscuro voló junto a él. Yu Hon miró hacia donde la cosa oscura misteriosa había volado para ver a otro hombre aterrizando junto a So Ji Sub.
Yu Hon nunca se había movido tan rápido en su vida. No estaba seguro de si el tipo que había llegado estaba del lado de Minho o de las Bestias Aladas. Pero la única cosa que sabía con certeza era que tenía que llegar hasta sus compañeros.
So Ji Sub perdió su control sobre Tey, y este se desmoronó sobre el suelo. Yu Hon finalmente consiguió subir por la montaña y cayó al lado de Tey, comprobando el pulso del hombre. Sang Hyun cambió y grito -Sí le has matado, me asegurare de que mueras lenta y dolorosamente
-Jaden -So Ji Sub dijo con un tono sarcástico-. Que agradable sorpresa.
Wheesung inclino la cabeza hacia un lado y estudió a So Ji Sub. -Debiste quedarte en el infierno donde perteneces, Lee Minho
Un escalofrío recorrió la espina dorsal de Yu Hon ante el tono de la voz de Wheesung. Era oscuro, malicioso y no tenía ni una nota de compasión. Tenía la sensación de que Wheesung era diez veces más letal de lo que So Ji Sub podría llegar a ser.
So Ji Sub intentó tomar vuelo, pero Wheesung agarro al dios por la garganta. -No tan rápido.
Las Bestias Aladas descendieron hasta ellos y les rodearon. Nam Joon mantuvo a sus hombres atrás. Yu Hon observaba la escena.
-¿Cómo me encontraste? -So Ji Sub se atragantó cuando intento liberarse de la mano de Wheesung.
Yu Hon tuvo que parpadear un par de veces cuando vio los rasgos de Wheesung cambiar a algo totalmente diabólico. Una hilera de afilados colmillos apareció en la boca del hombre mientras alas brotaban de su espalda.
¿Qué demonios era Wheesung?
¿Yu Hon realmente quería saberlo?
Wheesung tiró de So Ji Sub hacia adelante y luego hundió los mortales dientes en el cuello del dios. Luz brillante salió disparada por cada poro del cuerpo de So Ji Sub. Yu Hon no estaba seguro de cómo lo sabía, pero Wheesung no estaba enviando al Dios al infierno
Wheesung estaba matando a So Ji Sub.
Era como una escena de una película de terror. Wheesung consumió a So Ji Sub como si fuera la cena. Cerró los ojos y giro su cuerpo para escudar a Tey y a Sang Hyun de la vista.
Había algunas cosas de las que una persona no debería ser testigo. Algunas cosas era mejor no recordarlas. Pero Yu Hon recordaría, y el tendría pesadillas durante las próximas semanas.
Una oscura niebla rodeo a Wheesung y So Ji Sub hasta que no podía verse a ninguno de los dos. Nam Joon agarro a Sang Hyun mientras Yu Hon y Tey eran cogidos también. Las Bestias Aladas les llevaron de vuelta a dentro y a su habitación.
Yu Hon realmente lo esperaba porque estaba listo para salir jodidamente rápido de ahí.
* * *
Habían pasado dos meses desde que Wheesung había destruido a So Ji Sub o Lee Minho, y Sang Hyun sentía como si su vida finalmente iba en la dirección correcta. Todavía no podía creer que Tey y Yu Hon habían estado dispuestos a sacrificarse para mantenerlo a salvo.
Nunca nadie había dado una mierda por el antes. Los dos le habían demostrado que les importaba, y Sang Hyun estaba empezando a descubrir quién era en realidad.
Un tonto, un sabelotodo al que le encantaba reír.
Él no sólo dejó de luchar contra sus compañeros sino que apreciaba a su ayudante y a su agente. Tey y Yu Hon habían llegado a significar todo para Sang Hyun en los últimos dos meses, y no cambiaría el estar con ellos por nada del mundo.
-¿A dónde vamos? -Sang Hyun preguntó desde el asiento trasero del coche. Inclinándose hacia adelante, descansó sus brazos sobre el respaldo del asiento.
-Ya lo veras -Tey dijo mientras conducía por un largo tramo de autopista. No era una respuesta. Sang Hyun comenzó a discutir pero sabía que Tey era un hombre obstinado y no le diría nada. El tipo podía guardar un secreto mejor que cualquiera.
Yu Hon se rió desde el asiento del conductor. -Es como un niño la mañana de navidad.
Sang Hyun se sentó hacia atrás y cruzó los brazos sobre su pecho como un niño haciendo pucheros. Odiaba cuando Yu Hon y Tey se unían contra él.
-No te enfades -dijo Tey mientras se volvía a mirar a Sang Hyun-. Llegaremos pronto. -Una diabólica sonrisa apareció en su cara antes de girarse hacia Yu Hon-. Para.
Sang Hyun frunció el ceño. ¿Por qué Tey le diría a Yu Hon que parara en medio de la nada? Empezó a preguntar cuando Tey se bajó del coche y luego se deslizó en el asiento trasero. Pero Yu Hon no continuo conduciendo. Continuó sentado ahí mientras Tey se movía cerca de Sang Hyun.
-Yo sé una manera de ocupar tu tiempo. -El ayudante se estiró y bajo la cremallera de Sang Hyun, liberando su polla.
-¿Aquí? -Sang Hyun movió su cabeza alrededor pero no vio ningún vehículo en la carretera.
-¿Por qué no? -Tey preguntó antes de bajar la cabeza y tragarse la polla de Sang Hyun hasta la raíz. Sang Hyun exhaló agudamente, los dedos clavándose en la tapicería mientras sus ojos se bloqueaban en los de Yu Hon. Este le estaba mirando a través del espejo retrovisor, los ojos oscuros cada vez más calientes.
La cabeza de Sang Hyun daba vueltas mientras Tey trabajaba su polla como un profesional. El hombre no le daba ningún respiro. Balanceaba la cabeza, tomando a Sang Hyun más y más profundo. Sus dedos acariciaron a través del pelo de Tey mientras trataba de conducir su polla más duro entre los talentosos labios de Tey.
-Tan cerca -Sang Hyun gimió mientras sus caderas se alzaban. Una tormenta eléctrica atJong Susó su columna vertebral directa hacia su ingle antes de que Sang Hyun arqueara su espalda y gritara su liberación.
-Mierda -dijo Yu Hon-. La policía está detrás nuestro -Sang Hyun nunca se había subido los pantalones tan rápido en su vida. Tey soltó una sonrisa baja, nerviosa, como si que le atrapasen fuera emocionante. Sang Hyun miró al hombre, pero Tey no parecía arrepentido.
Girándose, Sang Hyun vio las luces intermitentes de un coche de policía. Se enderezó. Él podía estar acoplado a dos policías, pero continuaban sin gustarle los tipos con placa… sus parejas no contaban.
Cuando el policía se acerco, Sang Hyun vio el uniforme del departamento de policía de Village Kim. Sang Hyun tragó, sentía que iba a entrar en pánico.
-Está bien -le susurró Tey-. No hicimos nada malo. -Su pareja le guiñó un ojo-. Nada que el viera por lo menos.
Sang Hyun no encontraba a Tey ni un poco gracioso.
-¿Necesitan ayuda muchachos? -preguntó un policía mientras se acercaba a la ventanilla de Yu Hon.
Tey volvió a sonreír, y Sang Hyun sintió el impulso de hacerlo. No había manera de que este policía los ayudara. Sang Hyun se sentía como un adolescente atrapado haciendo algo malo, y amó esa sensación.
-Solo nos dirigimos a Villa Kim -Yu Hon dijo-. Nos detuvimos para mirar el mapa.
¿Qué mapa?
El policía asintió. -Sólo sigue por esa carretera y llegaras directamente allí.
-Gracias -Yu Hon dijo.
Cuando el policía se alejo, los tres estallaron en carcajadas. Yu Hon volvió a la carretera mientras Sang Hyun miraba por la ventanilla trasera. Él policía se había girado y se alejaba en sentido contrario. -¡Eso estuvo cerca!.
Tey se lamió sus labios y le guiñó un ojo a Sang Hyun. -Emocionante.
-Sabía que eras un pervertido -Sang Hyun dijo mientras pasaban la señal de bienvenidos a Villa Kim. Se sentó, sus ojos escaneando los edificios a su alrededor. Había una tienda de zumos, un restaurante, una floristería y una cafetería. Vio tantos negocios que le daba vueltas la cabeza, aun así la ciudad se veía pintoresca, acogedora.
Sang Hyun había explorado Pride Pack Valley y se había enamorado de la ciudad, pero no era tan grande como esta.
-Nuestra ciudad solía ser más grande -dijo Tey pasando un restaurante-. Pero Jongin ha estado construyendo en su ciudad durante años.
Yu Hon se paro en el estacionamiento del centro de recreo local. Sang Hyun vio como salían sus dos compañeros y se deslizo fuera del asiento trasero.
-¿Por qué estamos aquí?
Yu Hon agarró la mano de Sang Hyun le llevó por las escaleras. -Lo tienes que ver.
Ellos entraron en el edificio donde escucharon balones de baloncesto golpeando el piso y chirridos de zapatos de tenis. Había un hombre de aspecto agradable detrás de un escritorio, que sonreía cuando se acercaron.
-Me alegra que vinieras, Tey -El hombre estrechó la mano de Tey-. Estos son Yu Hon y Sang Hyun -Tey les presento y luego dijo- Y este es seung Ri, el coordinador del centro de recreo.
Se dieron la mano antes de que Seung Ri saliera del su escritorio y les señalara un pasillo. -Me alegra de que decidieras venir a ayudar
¿Lo hacían? Sang Hyun no tenía ni idea de que estaba hablando Seung Ri.
¿Cómo que ayudar?
Se detuvieron en una puerta que tenía un gran cristal en el centro. Sang Hyun se asomó para ver unos adolescentes paseando, jugando a videojuegos y a juegos de mesa. Algunos estaban sentados solos mientras otros leían libros.
-Estos jóvenes necesitan un Hermano Mayor -Seung Ri dijo-. Algunos han sufrido abusos mientras que otros han sido expulsados de sus propios hogares por distintos motivos. Xiumin ayuda a algunos en el Centro de Reinserción, pero podemos usar toda la ayuda que consigamos.
-Por eso estamos aquí -Tey dijo.
Sang Hyun miro más atentamente y podía ver las expresiones oprimidas en algunas caras, la desesperanza y él quería ayudar a todos y cada uno de ellos. Sang Hyun sabía cómo se sentía ser rechazado, estar solo en este mundo cruel. No hacía mucho tiempo, él se sentía igual que esos jóvenes.
Abrió la puerta y entró en la habitación. Todo el mundo se volvió a mirarle. Sang Hyun no se sentía cómodo con toda esa atención, así que tomó asiente en una de las mesas, mirando a todos a su alrededor.
Vio a un joven en un rincón de lectura. El tipo todavía lucia un ojo morado y estaba demasiado delgado en opinión de Sang Hyun. Seungri se unió a él y luego pidió al joven que viniera a la mesa de Sang Hyun.
-Sang Hyun, este es Kim Si Hoo. -Decidí emparejarlos a los dos.
Kim Si Hoo miraba a Sang Hyun con unos ojos azules que parecían demasiado grandes para su cara. Tenía esa mirada de cachorro mientras miraba a Sang Hyun y luego desvió la vista.
Sang Hyun se giró y miró a sus compañeros. Yu Hon estaba sonriendo suavemente mientras Tey asintió.
-Hola, Si Hoo -Sang Hyun dijo, continuando sentado.
Si Hoo tomo asiento y no dijo ni una palabra mientras abría su libro y comenzaba a leer.
-Sólo tiene que acostumbrarse a ti -dijo Seung Ri-. Su historia no es mía para contarla.
Sang Hyun asintió.
Él esperaría tanto como fuera necesario. Yu Hon y Tey habían cambiado su vida y Sang Hyun quería hacer lo mismo para Si Hoo, dar al joven una oportunidad. Todo el mundo merecía tener a alguien a su lado. Sang Hyun había sido bendecido con dos compañeros maravillosos y él sería el mejor Hermano Mayor que Si Hoo hubiera visto.
FIN