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78. Yu Hon (10) por dayanstyle

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Yu Hon se alejó del cuerpo caliente de Tey y miró sobre su  hombro.  Podía ver el reloj de la mesilla  de noche. Eran las tres de la mañana. Se  pasó  una mano por la cara y se preguntó por qué se había despertado.  Tey  se  movió  más cerca, acurrucándose contra la parte frontal del cuerpo de   Yu Hon.

 

Estaba tentado de volver a Dormirse, pero algo no estaba  bien.  Yu Hon sentía como si alguien lo estuviera  vigilando.  Él  entrecerró  sus  ojos  escaneando el oscuro cuarto, pero no vio a   nadie.

 

-¿Qué pasa? -Tey se giro,  enredándose  contra  Yu Hon.  Pasó  su mano sobre la espalda de su compañero, pero no podía dejar de pensar que alguien estaba en la habitación con   ellos.

 

Sang Hyun se movió lentamente, sus  ojos  todavía  cerrados  mientras  se giraba encima de Tey y volvía a caer dormido. Yu Hon miró  a su compañero  más pequeño durante un momento y sonrió para sí mismo. Tan  duro  como Sang Hyun luchaba contra ellos, el tipo estaba acostumbrándose  a  Yu Hon  y  a  Tey.

 

Él no había pretendido rechazar a Sang Hyun donde Daniel Henney, pero Yu Hon no había sabido en quien podía confiar. Ahora que tenía  a  Sang Hyun  abriéndose,  Yu Hon iba a hacer todo lo posible por mantener esa confianza. Podía cuestionar  un montón de cosas, pero él había decidido que le  gustaba  la  idea  de  que Sang Hyun y Tey estuvieran en su  vida.

 

Se quedo congelado cuando escuchó algo rascando contra el suelo. El sonido era tan insignificante que casi no lo había   escuchado.

 

Pero Tey no. Sintió  a su compañero tensarse. Yu Hon presionó  su   mano en  la espalda de Tey,  diciéndole  al  hombre sin  palabras que no se  moviera

 

Los dedos de Tey se curvaron en el pecho de   Yu Hon.

 

Iba a ser difícil saltar de la cama y enfrentarse a quienquiera que fuese, considerando que Sang Hyun estaba tumbado no solo sobre  Tey  sino  que  se  había movido hasta estar sobre Yu Hon también. El tipo era como una manta humana.

 

Tey se movió, simulando que estaba durmiendo  cuando  apartó  a  Sang Hyun fuera de ellos y coloco al hombre más pequeño al otro lado de la cama. Envolvió su cuerpo alrededor del de Sang Hyun mientras Yu Hon deslizó su mano debajo de la almohada, recuperando su   arma.

 El suelo debajo de la alfombra  chirriaba.

 

Yu Hon se concentró en el sonido, saltó de la cama, apuntó  y  disparó. Sang Hyun se despertó gritando mientras Tey rodó sobre él, ambos hombres golpearon el suelo. Yu Hon rogaba por tener algo de ropa puesta. A  él  no le gustaba el hecho de que su polla estuviera   libre.

 

-Todo lo que quiero es al gato -un hombre con una cicatriz en la cara dijo mientras se movía fuera de las sombras. Yu Hon podía ver donde había disparado al tipo. Justo en  el corazón. Pero el extraño estaba ahí  parado como    si él no hubiera recibido una  bala.

 

-Hell Hound -Tey dijo desde algún lugar debajo de la cama-. No dejes que él te muerda, Yu Hon. La  única forma de matarlo es apuñalarlo detrás  de la oreja. Podrás ver la  marca.

-¡Cállate de una puta vez! -el desconocido grito-. Los voy a matar a  los dos si no me entregan al gato. - El hombre dio un paso más cerca-. Pero los dejare libres si me lo  entregan.

 

 

-¿Qué quieres de él? -Yu Hon quería ganar tiempo mientras trataba de pensar en cómo salían de este lío. Debían de estar a salvo en este lugar, pero parecía que nada era seguro. De alguna manera el chucho había  conseguido entrar en la sala y Yu Hon tenía que encontrar la manera de apuñalar al hijo de puta.

 

-Eso no es asunto tuyo. -El extraño metió el dedo  en  el  agujero  de bala que Yu Hon acababa de hacer en su pecho. El miró a Yu Hon-. Eso duele un huevo.

 

Yu Hon abrió fuego. Disparando al tipo cinco veces más en  la  parte  superior del torso.  El desconocido cayó  hacia atrás  y entonces cambió  a uno  de esos enormes rottweilers. Tey se arrastró de debajo de la cama y luego cambió  a su forma de lobo.

 

Esto era una locura. No había manera de que Tey pudiera derrotar a la bestia. Ellos habían tenido un infierno de lucha en la carretera y casi habían perdido antes de que fueran sacados   volando.

 

El lobo gruño, con la cabeza baja. El perro hizo lo mismo. Era un enfrentamiento que no acabaría bien. Yu Hon dirigió  su  arma hacia el    rottweiler.

-Atrás, puedo descargar el resto del cargador dentro de ti.  Lo  que puede que  no te mate, pero seguro que te  tumba.

 

Yu Hon espero. No estaba seguro sobre eso. Él  nunca  había  intentado  matar a un Hell Hound antes. No con un arma. Ahogó un grito cuando Sang Hyun salió de debajo de la cama en su forma de ocelote y saltó sobre la espalda del perro, arañando y mordiendo la cabeza del   animal.

 

-¡Maldición,  Hyun   -Yu Hon   intentó   acercarse,   pero   el rottweiler estaba sacudiéndose, intentando quitarse al gato de encima. Temía que si intentaba disparar le diera a  Sang Hyun.

 

El rottweiler sacudió su cabeza, giro y entonces agarró a Sang Hyun por su espalda. Sang Hyun estaba colgando entre los dientes del   perro.

 

-¡No! -Yu Hon gritó mientras Tey lo perseguía, pero el  rottweiler  corrió  a través de un pasadizo que Yu Hon aún no había   visto.

 

La puerta de la habitación se abrió de golpe, y unos pocos hombres aparecieron, se quedaron allí, mirando alrededor. Yu Hon  apunto  hacia  la apertura.  -¡Tiene a Sang Hyun!

 

Los hombres se giraron, Yu Hon corriendo tras ellos. Tey había ido ya subiendo las escaleras y Yu Hon estaba aterrado de que algo le  pasara  al  ayudante.

 

Siguió a los hombres a lo que parecía ser la cima  de la  montaña.  El viento soplaba fuerte, Yu Hon intentaba mantener el equilibrio. Él vio a Tey peleando con el Hell Hound, Sang Hyun tirado libido en el    suelo.

 

No, no de nuevo. El corazón de Yu Hon golpeaba mientras corría hacia el cuerpo cambiado de Sang Hyun. Sus  manos temblaron  mientras levantaba al  gato  en sus brazos. -Por favor dime que no te   mordió.

 

Los hombres que habían  venido con  él se habían  sumado a la pelea con  el sabueso. Todo lo que preocupaba a  Yu Hon era  encontrar la herida de Sang Hyun.  Él pasaba sus manos sobre la piel del gato,   explorando.

 

Tey  corrió  a  su  lado  y  entonces  cambió  antes  de  caer  de  rodillas.

 

Tenía  la  misma  expresión  de  preocupación  que  Yu Hon sabía  que él  debía  de tener. Los dos comprobaron a Sang Hyun de la cabeza a la cola, pero no pudieron encontrar ninguna marca de  mordisco.

 

-No creo que fuera mordido  -dijo  Tey.

 

Los ojos del gato se abrieron de repente, y luego el  felino  empezó  a arañar a Yu Hon.

 

-¡Hey, Sang Hyun! -Yu Hon gritó mientras hacia su mejor esfuerzo  para evitar ser arañado-. Soy yo,  Yu Hon.

 

Tey levantó a Sang Hyun por el pescuezo hasta que finalmente el gato comenzó  a calmarse.  -Estas a salvo -dijo Tey.

 

-Yo no contaría con  eso.

 

Ambos Yu Hon y Tey se giraron  para  ver  a So Ji Sub detrás  de ellos. La mirada de Yu Hon cayó en el tobillo para ver el grillete que todavía llevaba firmemente agarrado. Jodidas gracias por los  pequeños  favores.  Incluso  con eso, el antiguo dios era poderoso, y Yu Hon tenía la sensación de que derrotar a  este tipo no solo no iba a ser fácil, si no   imposible.

 

-Debes de ser Lee Minho -Hyung Won dijo mientras se colocaba junto a    Tey.

 

So Ji Sub hizo una pequeña reverencia. -El  único e inigualable.  Todo  lo que quiero es al felino y me quitaré del   medio.

 

Yu Hon se movió colocándose delante de sus compañeros. -Tienes que  estar drogado si crees que te lo voy a   entregar.

 

Minho, Ji Sub  o  cualquiera que sea el nombre que iba con  el    tipo, movió  sus  manos  lanzándolas  hacia  fuera,  YuHon   gritó  mientras  volaba unos buenos diez pies hacia atrás y aterrizaba sobre su culo. Vio  como  el  dios  flotaba hacia adelante, cerniéndose sobre Tey, que aún mantenía a Sang Hyun firmemente entre sus  brazos.

 

Hyung Won saco dos espaldas afiladas de su espalda y las sostuvo mientras se colocaba delante de  Tey  y Sang Hyun en  una  postura  defensiva.  Los  colmillos de la Bestia Alada aparecieron mientras su cara se  transformaba  en  una  máscara de furia.

 

-No tengo nada contra ustedes -dijo So Ji Sub-. Hazte  a  un  lado antes de que te destruya a ti y a tus   hermanos.

 

Más hombres aparecieron por la salida, todos tomando una postura de batalla. So Ji Sub estaba rodeado. Yu Hon se puso de pie  y  se  trasladó  más cerca, de pie al lado de Tey. Si ellos iban a morir, quería hacerlo de pie y al lado de sus  compañeros.

 

La batalla comenzó. Yu Hon vio como las bestias aladas atacaban y eran derribados uno detrás de otro. No creía que estuvieran muertos, pero estaban heridos  y sangrando.

 

Yu Hon agarró a Tey y huyeron hacia un  lado  de la montaña. Tenían  que salir de allí. No estaba seguro de dónde podían  ir  para que  So Ji Sub no  los encontrara, pero tenían que   intentarlo.

 

-Quédate en tu forma de gato -Tey  dijo  a  Sang Hyun-.  Será  más  difícil para él atraparte. Sí te dejo, encuentra un pequeño agujero y escóndete.

 

Yu Hon  estaba  de  acuerdo.  Sólo  tenían  que  esperar  a  que  So Ji Sub se  debilitara  y  volviera  al  infierno.  Le  gustaría  saber  cuándo  sería  eso.  Podían tener que estar corriendo durante día o meses antes de que eso    pasara

 

 

La pendiente se hizo mayor, y Yu Hon tenía que tener cuidado para  mantener el equilibrio. Un movimiento en falso y se caería por la ladera de la montaña. Con la niebla aún colgando pesadamente en el aire, él no podía decir por donde iba. Pero podría oír los combates que se llevaban a cabo arriba  y  tenían  muy poco tiempo antes de que So Ji Sub viniera detrás de   ellos.

 

Lo que necesitaban era un jodido   milagro.

 

Yu Hon clavaba sus talones en la tierra mientras descendía lentamente. A este ritmo, nunca llegarían al pie de la montaña a tiempo. Él miró  hacia atrás  para asegurarse de que Tey le seguía. La expresión en la cara de  su  compañero le dijo que él sabía que ellos no   escaparían.

 

Quería golpear algo, lastimar a alguien. Se había acostumbrado a la idea   de tener a estos dos hombres en su vida  y So Ji Sub  amenazaba la  felicidad  que finalmente había encontrado. Yu Hon iba a pelear con uñas y dientes para mantener este  pedacito de cielo.

 

-No creo…  -Tey movió  la cabeza-. Si no salimos de  esta…

 

-Lo haremos  -dijo Yu Hon-. No te rindas  todavía.

 

-Por si acaso -Tey puso su mano sobre el hombro de  Yu Hon-.  Quiero que sapas que te he amado desde que puse mis  ojos  sobre  ti  por  primera vez. Los amo a los  dos.

 

Sang Hyun se revolvió sobre los hombros desnudos de Tey, y Yu Hon sabía que  eso  tenía  que  doler.  Pero  Tey  no  dio  ninguna  muestra  de   malestar.

-Yo también los amo a los dos, demasiado.  -Agarró  la  mano  de  Tey y ayudo a su compañero a atravesar una parte rocosa de la montaña-. Pero lo conseguiremos.

 

Podía ver la duda en los ojos de Tey, pero Yu Hon la ignoró. Se paró de golpe, Tey chocando y Sang Hyun detrás de él cuando So Ji Sub  voló  hasta donde estaban  y aterrizó  con facilidad.

 

-Dame el jodido  gato.

 

Yu Hon no sentía nada pero pura maldad emanaba del dios. So Ji Sub era alto, intimidante, y Yu Hon deseaba poder patear el culo del tipo. No le gustaba sentirse impotente. El quería arrancarle la  piel.

 

-Nunca -Yu Hon dijo con tono  seguro.

 

-Sal de mi camino -So Ji Sub agito su mano, y Yu Hon  voló  unos  buenos veinte pies ladera abajo. Él hubiera seguido rodando si no hubiera chocado con una raíz gruesa que le frenó. Cuando el miró hacia arriba, su corazón subió a su  garganta.  So Ji Sub  tenía  una  mano  enrollada  alrededor del cuello de Tey. El ayudante se estaba volviendo de un tono rojo profundo pero no perdió su control sobre  Sang Hyun.

 

Yu Hon dio la vuelta, empujándose sobre sus pies  trató  de  escalar  la  ladera de la montaña. No iba a llegar a   tiempo.

 

Se agachó cuando algo oscuro voló  junto a  él.  Yu Hon miró  hacia donde  la cosa oscura misteriosa había volado para ver  a  otro  hombre  aterrizando  junto a So Ji Sub.

 

 

Yu Hon nunca se había movido tan rápido en su vida. No estaba seguro de   si el tipo que había llegado estaba del lado de Minho o  de  las  Bestias Aladas. Pero la única cosa que sabía con certeza era que tenía que llegar hasta  sus compañeros.

 

So Ji Sub perdió su control sobre Tey, y este se desmoronó sobre el suelo. Yu Hon finalmente consiguió subir por la montaña y cayó al  lado  de  Tey, comprobando el pulso del hombre. Sang Hyun cambió y grito -Sí le has matado,  me asegurare de que mueras lenta y   dolorosamente

 

-Jaden -So Ji Sub dijo con un tono sarcástico-. Que agradable sorpresa.

 

Wheesung inclino la cabeza hacia un lado y estudió a So Ji Sub. -Debiste quedarte en el infierno donde perteneces,   Lee Minho

 

Un escalofrío recorrió la espina dorsal de Yu Hon ante el tono de la voz de Wheesung. Era oscuro, malicioso y no tenía ni una nota de compasión. Tenía la sensación de que Wheesung era diez veces más letal de lo que So Ji Sub podría  llegar a ser.

 

So Ji Sub intentó tomar vuelo, pero Wheesung  agarro  al  dios  por  la garganta. -No tan  rápido.

 

Las Bestias Aladas descendieron hasta ellos y les rodearon. Nam Joon mantuvo a sus hombres atrás. Yu Hon observaba la   escena.

 

-¿Cómo me encontraste? -So Ji Sub se atragantó cuando intento liberarse de la mano de  Wheesung.

 

 

Yu Hon tuvo que parpadear un par de  veces  cuando  vio  los rasgos  de Wheesung cambiar a algo totalmente diabólico. Una hilera de afilados colmillos apareció en la boca del hombre mientras alas    brotaban de su espalda.

 

¿Qué  demonios era Wheesung?

 

¿Yu Hon realmente  quería saberlo?

 

Wheesung tiró de So Ji Sub hacia adelante y luego hundió los  mortales  dientes en el cuello del dios. Luz brillante salió disparada por cada poro del cuerpo de So Ji Sub. Yu Hon no estaba seguro de cómo lo sabía, pero Wheesung no estaba enviando al Dios al  infierno

 

Wheesung estaba  matando a So Ji Sub.

 

Era como una escena de una película de terror. Wheesung consumió a So Ji Sub como si  fuera la cena. Cerró  los ojos  y giro su  cuerpo para escudar   a Tey y a Sang Hyun de la vista.

 

Había algunas cosas de las que una persona no debería ser  testigo.  Algunas cosas era mejor no recordarlas. Pero Yu Hon recordaría, y el tendría pesadillas  durante las  próximas semanas.

 

Una oscura niebla rodeo a Wheesung y So Ji Sub hasta que no podía verse a ninguno de los dos. Nam Joon agarro a Sang Hyun mientras Yu Hon y Tey eran cogidos también. Las Bestias Aladas les llevaron de vuelta a dentro y a su habitación.

 

 

Yu Hon realmente lo esperaba porque estaba listo para salir jodidamente rápido de ahí.

 

*        *        *

 

Habían pasado dos  meses desde que Wheesung había destruido a So Ji Sub o Lee Minho,    y Sang Hyun sentía como si su vida finalmente iba  en  la  dirección  correcta.  Todavía no podía creer que Tey y Yu Hon habían estado dispuestos  a  sacrificarse para  mantenerlo a salvo.

 

Nunca nadie había dado una mierda por el antes. Los dos le habían demostrado que les importaba, y Sang Hyun estaba  empezando  a descubrir  quién era en realidad.

 

Un tonto, un sabelotodo al que le encantaba   reír.

 

Él no sólo dejó de luchar contra sus compañeros sino que apreciaba a su ayudante y a su agente. Tey y Yu Hon habían llegado a significar todo para Sang Hyun en los últimos dos meses, y no cambiaría el estar con ellos por nada del mundo.

 

-¿A dónde vamos? -Sang Hyun preguntó desde el asiento  trasero  del  coche. Inclinándose hacia adelante, descansó sus brazos sobre el respaldo del asiento.

 

-Ya lo veras -Tey dijo mientras conducía por un largo tramo de autopista. No era una respuesta. Sang Hyun comenzó a discutir pero  sabía  que  Tey era un hombre obstinado y no le diría nada. El tipo podía guardar un secreto mejor que cualquiera.

 

Yu Hon se rió desde el asiento del conductor. -Es como un  niño  la  mañana de navidad.

 

Sang Hyun se sentó hacia atrás y cruzó los brazos sobre su pecho como un  niño haciendo pucheros. Odiaba cuando Yu Hon y Tey se unían    contra él.

 

-No te enfades -dijo Tey mientras se volvía a mirar a Sang Hyun-. Llegaremos pronto. -Una diabólica sonrisa apareció en su  cara  antes  de  girarse hacia Yu Hon-.  Para.

 

Sang Hyun frunció el ceño. ¿Por qué Tey le diría a Yu Hon que parara en medio de la nada? Empezó a preguntar cuando Tey  se  bajó  del  coche  y luego se deslizó en el asiento trasero. Pero Yu Hon no continuo conduciendo. Continuó  sentado ahí  mientras   Tey se movía cerca de Sang Hyun.

 

-Yo sé una manera de ocupar tu tiempo. -El ayudante se estiró  y bajo  la cremallera de Sang Hyun, liberando su   polla.

 

-¿Aquí? -Sang Hyun movió su cabeza alrededor pero no vio ningún  vehículo en la carretera.

 

-¿Por qué no? -Tey preguntó antes de bajar la cabeza y tragarse la polla de Sang Hyun hasta la raíz. Sang Hyun exhaló agudamente, los dedos  clavándose  en la tapicería mientras sus ojos se bloqueaban en los de Yu Hon. Este le estaba mirando a través del espejo retrovisor, los ojos  oscuros  cada  vez  más  calientes.

 

La cabeza de Sang Hyun daba vueltas mientras Tey  trabajaba  su  polla como  un  profesional.  El  hombre  no  le  daba  ningún  respiro.  Balanceaba   la  cabeza,    tomando a Sang Hyun más y más profundo. Sus dedos acariciaron  a través del pelo de Tey mientras trataba de conducir su polla más duro entre los talentosos labios de  Tey.

 

-Tan cerca -Sang Hyun gimió mientras sus caderas se alzaban.  Una  tormenta eléctrica atJong Susó  su  columna  vertebral  directa hacia  su  ingle  antes de que Sang Hyun arqueara su espalda y gritara su    liberación.

 

-Mierda -dijo Yu Hon-. La  policía está  detrás nuestro -Sang Hyun nunca  se había subido los pantalones tan rápido en su vida. Tey soltó una sonrisa baja, nerviosa, como si que le atrapasen fuera emocionante. Sang Hyun miró al hombre, pero Tey no parecía  arrepentido.

 

Girándose, Sang Hyun vio las luces intermitentes de un coche de policía. Se enderezó. Él podía estar acoplado a dos  policías, pero continuaban sin gustarle  los tipos con placa… sus parejas no   contaban.

 

Cuando el policía se acerco, Sang Hyun vio el uniforme del departamento de policía de Village Kim. Sang Hyun tragó, sentía que iba    a entrar en pánico.

 

-Está bien -le susurró  Tey-.  No hicimos nada  malo.  -Su pareja  le guiñó un ojo-. Nada que el viera por lo   menos.

 

Sang Hyun no encontraba a Tey ni un poco   gracioso.

 

-¿Necesitan ayuda muchachos? -preguntó un policía mientras se acercaba a la ventanilla de  Yu Hon.

 

Tey volvió a sonreír, y Sang Hyun sintió el impulso de hacerlo. No había manera de que este policía los ayudara. Sang Hyun se sentía como un adolescente atrapado haciendo algo malo,  y amó  esa sensación.

-Solo nos dirigimos a Villa Kim  -Yu Hon  dijo-.  Nos  detuvimos  para mirar el mapa.

 

¿Qué mapa?

 

El policía asintió. -Sólo sigue  por esa  carretera  y llegaras  directamente allí.

 

-Gracias  -Yu Hon dijo.

 

Cuando el policía se alejo, los tres  estallaron  en  carcajadas.  Yu Hon  volvió a la carretera mientras Sang Hyun miraba por la ventanilla trasera.  Él policía  se había girado y se alejaba en sentido contrario. -¡Eso estuvo cerca!.

 

Tey se lamió sus labios y le guiñó un ojo a Sang Hyun.    -Emocionante.

 

-Sabía que eras un pervertido  -Sang Hyun dijo  mientras  pasaban  la señal de bienvenidos a Villa Kim. Se sentó, sus ojos escaneando los edificios a su alrededor. Había una tienda de zumos, un restaurante, una floristería y una cafetería. Vio tantos negocios que le daba  vueltas la  cabeza,  aun  así  la ciudad se  veía pintoresca, acogedora.

 

Sang Hyun había explorado Pride Pack Valley y se había enamorado de la ciudad, pero no era tan grande como  esta.

 

-Nuestra ciudad solía ser más grande -dijo Tey pasando un restaurante-. Pero Jongin ha estado construyendo en su  ciudad  durante  años.

 

 

Yu Hon se paro en el  estacionamiento del centro de recreo local. Sang Hyun    vio  como  salían  sus  dos  compañeros  y  se  deslizo  fuera  del  asiento trasero.

-¿Por qué estamos  aquí?

 

Yu Hon agarró la mano de Sang Hyun le llevó por  las  escaleras.  -Lo tienes que ver.

 

Ellos entraron en el edificio donde escucharon balones de baloncesto golpeando el piso y chirridos de zapatos de tenis. Había un hombre de aspecto agradable detrás de un escritorio, que sonreía cuando se    acercaron.

 

-Me alegra que vinieras, Tey -El hombre estrechó la mano de Tey-. Estos son Yu Hon y Sang Hyun -Tey les presento y luego dijo- Y este   es seung Ri, el coordinador del centro de  recreo.

 

Se dieron la mano antes de que Seung Ri saliera del su escritorio y les señalara un pasillo. -Me alegra de que decidieras venir    a ayudar

 

¿Lo  hacían?  Sang Hyun  no  tenía  ni  idea  de  que  estaba  hablando Seung Ri.

¿Cómo  que ayudar?

 

Se detuvieron en una puerta que tenía un  gran  cristal  en  el  centro.  Sang Hyun se  asomó  para  ver  unos adolescentes  paseando, jugando a  videojuegos y a juegos de mesa. Algunos estaban sentados solos mientras otros leían libros.

 

-Estos jóvenes necesitan un Hermano  Mayor  -Seung Ri  dijo-.  Algunos han sufrido abusos mientras que otros han sido expulsados de sus propios  hogares  por distintos  motivos. Xiumin  ayuda  a  algunos  en el Centro de Reinserción, pero   podemos usar toda la ayuda que   consigamos.

 

-Por eso estamos aquí  -Tey  dijo.

 

Sang Hyun miro más atentamente y podía ver las expresiones oprimidas en algunas caras, la desesperanza y él quería ayudar a todos y cada uno de ellos. Sang Hyun sabía cómo se sentía ser rechazado, estar solo en este mundo cruel. No hacía mucho tiempo,  él se sentía igual que esos  jóvenes.

 

Abrió la puerta y entró en la habitación. Todo el mundo se volvió a mirarle. Sang Hyun no se sentía cómodo con toda esa  atención,  así  que  tomó  asiente en una de las mesas, mirando a todos a su   alrededor.

 

Vio a un joven en un rincón de lectura. El tipo todavía lucia un  ojo  morado y estaba demasiado delgado en opinión  de Sang Hyun.  Seungri  se unió  a  él y luego pidió al joven que viniera a la    mesa de Sang Hyun.

 

-Sang Hyun, este es Kim Si Hoo.  -Decidí emparejarlos a los   dos.

 

Kim Si Hoo miraba a Sang Hyun con unos ojos azules que parecían demasiado grandes para su cara. Tenía esa mirada de cachorro mientras miraba a Sang Hyun y luego desvió  la vista.

 

Sang Hyun se giró y miró a sus compañeros. Yu Hon estaba sonriendo suavemente  mientras  Tey asintió.

 

-Hola,  Si Hoo  -Sang Hyun dijo,  continuando sentado.

 

Si Hoo tomo asiento y no dijo ni una palabra mientras abría su libro y comenzaba a leer.

 

-Sólo tiene que acostumbrarse a ti -dijo Seung Ri-. Su historia no es  mía para contarla.

 

Sang Hyun asintió.

 

Él esperaría tanto como fuera necesario. Yu Hon y Tey habían cambiado  su vida y Sang Hyun quería hacer lo mismo para  Si Hoo, dar al joven  una  oportunidad. Todo el mundo merecía tener a alguien  a  su  lado.  Sang Hyun había sido bendecido con dos compañeros maravillosos y él sería el mejor Hermano Mayor que  Si Hoo hubiera  visto.

 

 

 

FIN

 

 

Notas finales:

a continuación...

79. Una Navidad para recordar (17) Villa Kim


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