YUNHO Con el paso de las horas el dolor de mi cuerpo se estaba calmando, aunque aun mi estomago dolía y mis labios estaban hinchados con el color de los golpes recibidos ya podía salir de la cama y caminar hacia el baño. Me preguntaba donde estaba Jaejoong porque escuchaba un silencio extraño. Le llamé mientras bajaba las escaleras de mi casa pero él no se encontraba en ningún espacio, tomé mi celular y marqué su número pero él no contestaba, nuevamente le llamé y en ese momento la puerta principal de mi casa se abre dejándome ver un pelinegro de ojos negros grandes mostrándose sorprendido ante mí
-¿A dónde fuiste? –fue mi saludo -Toma tu celular y contéstame –su gestos me estaban preocupando, quería saber su respuesta cuanto antes, miles de ideas cruzaban por mi cabeza y no quería sacar conjeturas. Jaejoong desde su lugar saca el celular y baja su mirada al celular para escribirme -me reuní con Yoochun -¡¡¿Por qué hiciste eso?!! –traté de no levantar mucho mi voz y él rápidamente retoma el chat -¡yo también quiero cuidarte! Estás así por mi culpa, sé muy bien que fue Kyu Joong y mientras aprueban tu traslado estaré lejos de ti… lo más fácil fue hablar con Yoochun –mi mirada exigía saber más –solo dije que Kyu Joong tiene planeado traicionar a Yoochun, le daré más información si me ayuda a alejarlo de mí… ¡¿Qué no entiendes que quiero estar contigo?! –yo me le acerqué pero su rostro estaba mirando la pantalla, no me quería ver a los ojos –no me gusta que Junsu pueda venir cuando quiera para verte y mucho menos que cuide de ti… -con mi mano toqué su barbilla para levantar su mirada –Muero… de celos… -eso logró pronunciar haciendo un enorme esfuerzo en hablar -Junsu… no voy a negar que todavía… me hace sentir cosas… -los ojos de Jaejoong se abrieron demasiado dándome un gesto tierno que no pude continuar con mi broma y comencé a reír –niño tonto –dije besando su frente sintiendo sus manos tocar mi espalda esperando por más de mis palabras –te he regalado mi alma y aun ¿Te atreves a dudar de mí? –Jaejoong me da un simple contacto de labios que poco a poco se fue alargando, sus manos tocaron mi abdomen y solté un quejido por el dolor -lo siento… -Jaejoong volvió a hablar para luego regalarme una sonrisa preciosa en la que solo podía perdonar cualquier situación que me enojara -jamás volverás a ver a Yoochun sin decirme ¡promételo! –él asiente y vuelvo a darle un beso en la frente. Me había enamorado perdidamente, quería discutir con él pero solo ver sus labios rosados dispuestos para mí me hacia olvidar del resto del mundo. Jaejoong me abrazó fuerte colgándose de mi cuello y yo le acurruqué en mi pecho con fuerza. JUNSU -estoy esperando que me des una explicación –Yoochun me miraba a los ojos con mucho odio, era la primera vez que le veía tan molesto -yo… bueno… supe que Yunho estaría en problemas –él claramente no se encontraba feliz con mi respuesta –el punto es que… –yo di dos pasos para acercarme a él tocando el borde de su saco en el pecho mirando a su cuello para lucir más tierno –solo me importas tu, fue un error –miré a Yoochun fijándome en sus labios –no lo volveré a buscar, no lo necesito cuando tu… -pegué mas mi cuerpo a la entrepierna de Yoochun –tú me das lo que nadie más… -iba a besarlo pero él se aleja dando un paso atrás -no soy idiota Junsu –Yoochun cruza sus manos frente a mi -no eres el único que sabe hablar sensual ¿crees que no conozco de esto? -¡no me compares con tus putas! –yo lancé sintiéndome ofendido -no quieras burlarte de mí –su mano atrapa mi brazo para reafirmar su amenaza –puedo ser lo más dulce de este mundo pero también puedo ser tu peor recuerdo -¡no me gusta que me hables así! –me zafé de su amarre -creo que las cosas están claras ahora –quise ignorarlo y miré hacia mi lado izquierdo, le veo dedicarme una mirada fuerte pero sin lograr un resultado en mi se va de la habitacion para dejarme solo. Quería golpearlo por tratarme así y también quería golpear al bocón de Jaejoong por decirle de mi encuentro con Yunho. Mi humor era terrible y no podía soportar un minuto más en casa de Yoochun.
MINHO El día de hoy Yunho regresaba a la institución, escuché que ya se encontraba en su oficina y me apresure en ir a saludarle. Mi corazón comenzó a agitarse de forma anormal al ver la figura alta de Changmin abrazando a nuestro oficial favorito. Hice presencia y Yunho me mira feliz abriendo sus brazos para recibirme en ellos. Al caerme en su pecho mis ojos vieron a Changmin quien decidió ignorar mi presencia. -chicos –ahora escuchábamos a Yunho –vamos a ser los mejores de nuevo, confío en ustedes, he venido con nuevos planes y… -lo siento Yunho –mi mirada se enfocó en Changmin –el equipo de UK me ha pedido que haga parte de… -¡No puedes irte! –yo me adelanté sintiendo un poco de vergüenza luego de que la mirada de Yunho intentara descubrir que sucediera pero Changmin nunca me miraba, solo hablaba con Yunho -si es tu decisión la aceptaré -¡¿Qué?! –yo miré a Yunho y vi a mi amado irse de la oficina ¿Por qué yo era el único alterado con la situación? Iba a seguirlo pero el brazo de Yunho me detiene -confío en que le harás cambiar de decisión –yo solté un suspiro y me fui detrás de Changmin pero no pude encontrarle y Rain, mi actual director ya había llamado por mí.
X-X-X-X-X
En horas de la noche solo pude pensar que Changmin estaría en el bar de siempre bebiendo. Me dirigí de inmediato al club y buscando con mucho detalle le encontré en la barra. Iba de camino a su asiento cuando veo una mujer que se acerca a él y le planta un beso enorme en esos labios que fueron míos toda una noche. No podía quedarme quieto ante esa maldita escena, con mucha rabia me acerqué apartando a esa mujer de Changmin. -¡¿Qué es lo que haces?! –ella me reclama -él es MI novio –dije mirando a esa mujer rubia con enormes bolas en el pecho –aléjate de él –Changmin me apartó y tomó la mano de esa regalada -¿Quieres venir a mi departamento? –la muy estúpida no lo dudó por un instante y con una sonrisa aceptó la invitación. ¡Odiaba lo que hacia Changmin! Los dos se van tomados de la mano y no iba a dejarles ir, me fui detrás de ellos. -Changmin ¡¿Qué estupidez estás haciendo?! –sin decirme nada, continuo con su plan de llevarse a la mujer a su departamento, los dos subieron a la moto y se fueron. Me estaba lastimando mucho su actitud, era mi culpa, le había ofendido, pero no iba a verlo irse con alguien diferente, yo iba a recuperarlo…
CHANGMIN Abrí la puerta de mi departamento para que la chica caliente entrara, a ella le gustó mi espacio pero no quería perder el tiempo, así que se acercó a mí para besarme fogosamente introduciendo toda su lengua en mi interior, ambos queríamos disfrutar del sexo y nada más. Di unos pasos hasta arrastrarla al sofá en el que se sentó sobre mí moviendo su trasero en mi entrepierna, haciéndola despertar, continuaba besándola con mucha lujuria y estaba logrando concentrarme en lo que hacía hasta que alguien toca a la puerta -¡Changmin! ¡Changmin! ¡Abre por favor! –la mujer emite un quejido por que claramente ese ruido nos fastidiaba continuar con la calentura, intenté recuperar el ritmo de los besos pero no estaba siendo fácil. La puerta no dejaba de ser tocada por Minho y finalmente la mujer se rinde, se aleja de mi cuerpo y me dice que no puede continuar así. Al abrir la puerta, Minho ingresa casi que corriendo hasta ubicarse frente a mí, sus ojos estaban mojados -¡¡¡¿Qué es lo que quieres?!!! –le grité y vi como varias lagrimas bajaban por sus mejillas causándome un desespero al ver ese dolor que vivía por mi culpa. Él no dijo nada y me abrazo apoyando su cabeza en mi pecho sin que yo respondiera -yo lo siento… lo que dije… ni siquiera me expliqué bien… nunca dije que quería perderte, yo te amo… por favor –él me miró y yo no pude evitar doblegar mi enojo ante sus lagrimas -muy bien… ya puedes ir a casa yo voy a descansar –le dije y él seco sus lagrimas -¿vas a llamar a la mujerzuela esa? ¡No quiero que nadie más te toque! -bueno… no la voy a buscar… -si necesitas estar con alguien solo usa mi cuerpo –Minho me miró queriendo ser muy honesto –yo soy tuyo –Minho se colgó de mi cuello para acercar su rostro al mío, sus ojos no dejaban de ver mis labios con mucho detalle deseando besarlos. Minutos después recibí un beso que no pude rechazar...
JUNSU
En menos de un minuto todos los periodistas estaban mirando hacia el ascensor por el cual saldría el político que entrevistaríamos, me gustaba ser más especial así que sin ningún motivo miré por el balcón hacia unas escaleras que llevaban al estacionamiento subterráneo. Vi un grupo de escoltas y un hombre cuyo abrigo era muy elegante y a simple vista de diseñador europeo. Él debía ser el negociante misterioso del político. Corrí por las escaleras para acercarme a ese hombre. -¡hola! ¡hola! –Gritaba desde unos pisos arriba a esos hombres -¡¿Podría responder solo dos preguntas?! -¿Quién es este tonto? –preguntó uno de los escoltas, creería que era el principal de ellos. Salieron al estacionamiento y yo hice igual pero al cruzar la puerta cuatro armas apuntaron a mi dirección asustándome de inmediato pero aun así mi mirada descubrió el rostro de ese hombre cuya presencia era imponente, era muy guapo y de mirada fuerte. Pasaron unos minutos antes de decidirse a caminar entre sus guardias para ubicarse frente a mí, siendo un poco más alto que yo, era mucho más atractivo de cerca y el perfume que desprendía de su cuello era el más delicioso que había sentido alguna vez -¿Qué es lo que quieres? –él me preguntó con voz suave y yo respire profundo para llenarme de confianza -¿Conoce al político Young? ¿Es usted su patrocinador de la campaña? ¿A qué negocios se dedica su firma empresarial? –él comenzó a reír como si hubiera dicho un chiste -acepto responder a tus preguntas pero no ahora, debo irme de aquí cuanto antes, que te parece el restaurante Lyl, el viernes a las 8:00 pm -ahí estaré pero… ¿por quién debo preguntar? –él sonreía de nuevo haciendo que me derritiera pero sabia disimular muy bien -Yoochun Park En ese momento supe que mi vida iba a cambiar… -otro por favor –le pedí al barman entregándole mi vaso para que lo llenara de nuevo –esta vez doble –mi cabeza dolía de tanto pensar en mi relación con Yoochun. Estaba lleno de dudas, no sabía si debía continuar o no, ¿Cómo sería mi futuro a su lado? Quería un hogar, un espacio donde sentirme estable… -¿a nombre de quien esta la reserva? –me pregunta el mesero y con algo de temor menciono el nombre de Yoochun. Hasta ese momento la razón me seguía hablando diciendo que me fuera de allí. Pero otra voz interna me decía que fuera, que nada malo pasaría si se trataba de una simple cena. Fui conducido a las afueras del restaurante, la mesa reservada estaba bastante retirada de las demás lo cual revelaba la posición económica digna de un mafioso, había estudiado su nombre y sabia con quien estaba tratando, aun así quise venir a esta cena. Yoochun estaba de pie de espaldas mirando hacia los rascacielos que creaba el paisaje capitalino. Él se giró al escuchar mis pasos y si que lucía diferente, pantalón negro, camisa de seda roja destilando sensualidad con los dos primeros botones abiertos sobre el cual caía una cadena en forma de cruz. Rápidamente miré a sus ojos porque estaba tomando mucho tiempo en los detalles de su cuello… -a mi también me gusta lo que veo -dijo en tono seductor y luego de eso supe que significaba ser infiel Mi teléfono celular sonaba por decima vez y era Yoochun. No quería contestarle… quería huir de él porque mi cabeza no podría pensar con claridad. Sin que pidiera el siguiente trago el barman me coloca el vaso frente a mí -por eso eres el mejor barman –el chico me sonríe ante mi halago -ese vaso lo invito yo –escuché a Yoochun apoyar sus brazos al lado de la barra observándome desde su puesto con una mirada que escaneaba todo mis sentidos y el resultado ya no le era difícil de adivinar –al menos puedo saber ¿Por qué no contestas mis llamadas? -¡¡Quiero huir de ti!! –Quise evitar su fuerte mirada enfocándome en el vaso frente a mí -me decepcionas Junsu, pensé que me sabias interpretar mejor –él se iba a ir y mi reacción inconsciente fue tocar su brazo para que no se alejara, me coloqué de pie para hablarle más cerca sobre nosotros, no quería que todas las personas escucharan -odio no ser tan especial para ti, no se me olvidan los muchos amantes que tuviste antes de mi y hoy tenias que recordarlo, dijiste que las cosas estaban claras –miré a sus ojos –¡Sí! me quedó claro que puedes deshacerte de mí en cualquier momento y… -Yoochun cubrió mi boca con su mano, me pegó a la barra y rodeó mi cintura con su brazo de forma cálida -es… es la primera vez en años… -Yoochun mostró un poco de calma -que siento celos… que siento algo real… que me vuelo loco porque… es una lástima que lo interpretes distinto –él miró mi rostro especialmente mis labios –es tu decisión… si quieres irte… no voy a detenerte –su respiración quiso buscar mi aliento, mis labios estaban abiertos reaccionando por su cuenta, sentí el corazón arrugarse cuando sus brazos me soltaron y su espalda se mostró en señal de irse. Saqué un billete de alta denominación de mi pantalón dejándolo en la barra para correr detrás de él. Sabía que el estacionamiento quedaba subterráneo y él debía tomar las escaleras para bajar. Necesitaba hacerle una pregunta, solo eso haría despejar mis temores, mis dudas, mi confusión. Le encontré abriendo la puerta de su Audi -¡Yoochun!... tu… ¿Te enamoraste de mi? -él cierra la puerta con molestia, toca su frente y luego toma mi mano para que diera unos pasos hasta la puerta trasera del auto, la abre y me empuja para que entre seguido de él cerrando la puerta. No tenía más alternativa que sentarme sobre sus piernas para estar frente a frente, era una ventaja que los vidrios de las ventanas fueran polarizados -no creo que deba responder a esa estúpida pregunta –el rostro de Yoochun estaba unos centímetros bajo el mío y pude tener control total de sus labios, saqué mi lengua para suavemente tocar la punta de la suya viendo como sus ojos deseaban probar más -¿Me amas Yoochun? -…me vuelves… loco… -sus manos apretaron mi trasero con fuerza y una dureza se sentía entre sus piernas, no iba a salir de ese auto hasta que le hiciera decir que sí.