CHANGMIN
-No me voy a ir –dije al cerrar la llamada con Yunho y mirando por el retrovisor del auto, Minho estaba de acuerdo conmigo y decidimos esperar por Yunho a que regresara de ese casino. Afuera todo era oscuro y silencioso, realmente nadie creería que negocios turbios se realizarían en esa casa de terrible aspecto.
-¿está la calefacción encendida? –Minho me pregunta
-lo siento, en este auto no funciona –le veo soplar a sus manos dándome la idea del frio que estaba sintiendo. Con mis manos toqué las suyas para calentarlas un poco
-no tienes porque… tocarme –él quería esquivarme pero mi amarré fue más fuerte
-hemos sido amigos por dos años y desde hace unos días estas actuando demasiado extraño ¿quieres decirme que te pasa?
-no es nada, simplemente no soy ningún débil, puedo cuidarme yo solo –Minho finalmente corta nuestro contacto de manos. Me enojó su actitud y regreso mi mirada al retrovisor, finalmente Yunho corría hacia nosotros, enciendo el auto para estar preparado cuando subieran al vehículo.
Me alejé tan rápido como pude de la zona, encontré un parque retirado y que podía contarse como seguro. Estacioné el auto y encendí la luz interna para ver el rostro del chico
-él es Jaejoong –Yunho lo presenta –conoce el camino a la mansión de Yoochun –todos lo miramos pero el chico solo pudo bajar su mirada
-no vamos a hacerte daño –le dije pero él negaba con su cabeza y luego nos mostraba a su garganta
-¿no puedes hablar? –Minho fue más rápido en entenderle y el asiente
-¡eres un mudo! –Yunho dice en voz alta y desesperado -¡¿Cómo se supone que me llevaras con Yoochun?! ¡¡¡Necesito que hables!!! –Yunho golpea el espaldar de la silla frente a él -¡Esto no puede ser!- acto seguido se baja del auto, yo me quité el cinturón y le sigo. Me fijo que Minho baja del auto pero iba a correr para otra dirección
-voy a solucionar esto –eso dijo y mientras regresaba traté de calmar a Yunho hablándole suave diciendo que la situación no era grave
YUNHO
Minho regresa corriendo hacia nosotros –que suerte que estaba abierta la tienda –nos muestra un celular –él puede escribir, oficial Jung no sea tan cruel –él tenía mucho sentido - Quisiera ofrecerle mi casa pero mi familia no lo aceptará
-no hace falta, se quedará conmigo –le quité el celular a Minho y regresamos al auto, cada uno ocupando sus asientos Su cabeza miraba hacia la ventana y con su mano izquierda limpiaba una lágrimas que caía por su mejilla.
En verdad le había lastimado y ahora me sentía terrible pero esperaría a casa para ofrecerle mi disculpa por mi reacción
-Yunho… ¿quieres cambiar de asiento? –Minho me habló y sin pensarlo dije que sí. La conciencia me reprendía… había ofendido su incapacidad… no quise decir que… regresé mis pensamientos al auto y escuché a Minho explicarle con mucha calma el celular, es normal que cada celular nuevo tenga algunas funciones diferentes, ellos intercambiaron algunas palabras por el chat interno del celular y Minho le daba una gran sonrisa lo cual le calmó pero no le hizo borrar su rostro serio.
La primera parada que hicimos fue en mi casa, en la cual me despedí de todos y le pedí a Jaejoong que ingresara conmigo. Ambos nos quitamos los zapatos y seguimos a la sala. Le dije que podía sentarse en el sofá y así hizo muy tranquilo. Yo fui a la cocina y preparé dos chocolates caliente para ofrecerle una taza.
Él necesitaba entender porque había negociado con Kyu Jong su préstamo y además debía comprender lo importante que era para mí su ayuda. Serví las bebidas en una bandeja y las llevé a la mesa central de la sala. Me senté en la silla frente a Jaejoong con una amplia distancia entre los dos. Así nos podíamos observar mejor y comenzar a ganar su confianza.
Quería tomarme un tiempo antes de iniciar, la luz de la lámpara me permitía ver mucho mejor sus facciones, sus ojos grandes, nariz pequeña, labios delgados pero con un color rosa pálido que aun en la noche se podía notar una ligera suavidad en ellos
-siento mucho lo que dije –Jaejoong sigue tomando su bebida ignorándome un poquito pero finalmente se llena de valor y me mira pero de inmediato baja su mirada regresando al café –quiero ser breve… mi prometido ha desaparecido, tengo la fuerte sensación de creer que Park Yoochun lo tiene secuestrado, necesito salvar a mi novio y tú me ayudaras ¿sabes dónde se esconde? –él asiente levemente –Kyu Jung me ha dado una semana para devolverte, hare todo lo posible para que iniciemos mañana la búsqueda –me levanté para tomar su celular y agregarle mi numero, se lo devolví y regrese sentándome en mi silla -¿Cuánto tiempo tardaremos en llegar? –Jaejoong toma el celular y responde “Dos días” -¿podemos llegar más rápido? –“su mansión esta en una isla, solo llegar allí son cuatro horas de viaje, hay que burlar su seguridad si deseas entrar” –buscaré la forma de salir mañana –le dije y volví a mirarle –te mostraré la habitacion donde puedes dormir –él me sigue y abro la puerta de una habitacion pequeña. Le expliqué lo esencial y le dejé descansar.
Estaba acostado sobre mi cama y mi mente estaba inquieta pensando en Junsu… ¿Por qué no había recibido nada de él? Aquella nota con su letra no era suficiente para mí, me giré mirando hacia el techo sin lograr dormir, recordé que tenia chocolate caliente en la cocina, que ahora no era caliente pero eso me serviría para dormir.
Salí de mi cama y caminé hasta la sala encendiendo la luz suave, escuché el sonido del agua saliendo de la ducha y fácilmente creí que Jaejoong estaría tomando un baño. Bebí todo el contenido de la taza de chocolate y aun escuchaba el sonido del agua, ¿podía ser que él tardara tanto en el baño? Los minutos seguían pasando y más agua escuchaba…
Caminé hasta la puerta y comencé a tocar llamándole pero… ¡idiota Yunho!... ¡¡¡Jaejoong no puede hablar!!!
-¡voy a entrar! –dije en voz alta y abrí la puerta encontrando la habitacion sola, efectivamente él estaba en el baño pero… no lo pensé más y toqué antes de abrir -¡¿pasa algo?!... –la ducha se había roto produciendo un escape de agua y él trataba de repararlo con sus manos, al tiempo que el agua le mojaba por todas partes -¡¡Hey!! ¡tranquilo! ¡tranquilo! -Retiré sus manos y cuerpo de la tina, le cargué por la cintura para sacarlo de allí dejándolo en un espacio seco. Luego caminé hacia la habitacion donde oculto se encontraba la llave para cerrar la salida del agua.
Ahora miré a Jaejoong quien vestía solo una camisa amarilla un poquito larga en la cual notaba con claridad lo mojado que estaba, sus piernas estaban sin cubrir luciendo muy tierno, su rostro y cabello estaban mojados también y de pronto le vi comenzar a temblar de frio
-aquí hay toallas y otras camisas –le señale unos cajones –deberías cambiarte –él asiente y evade mi mirada dirigiendo sus ojos a otro lugar. Yo no pude evitarlo y me ubico frente a él reconociendo los pocos centímetros que le llevaba de altura –si necesitas algo solo… escríbeme –él asiente y me voy de la habitacion para regresar a mi cama. Ahora si estaba algo cansado y me dije que era hora de dormir.
x-x-x-x-x
Al día siguiente me desperté, tomé un baño rápido y al llegar a la sala encuentro a Jaejoong sentado en el sofá y usando la misma ropa que traía ayer… debía solucionar eso… le dije que debía ir a trabajar y que esperara por mí hasta que le diera el día exacto en que iríamos a esa isla de Yoochun.
-recuerda tener siempre tu celular –él asiente –te… veo a la noche –se sentía tan extraño decirle esas palabras pero él ahora era esencial para mí, me llevaría con Junsu para tener de nuevo mi vida tranquila.
En la institución Changmin y Minho me esperaban en la oficina, al reunirme con ellos les mencione que necesitábamos dos días para ir a esa isla en la que se encontraba Yoochun, cada uno compartió su agenda y teníamos actividades que se cruzaban. Finalmente pensé que lo mejor era hablar con el director para tener esos días libres para todos. De algo debía servir que fuera su mejor hombre en la institución…
-entonces… iré a practicar armas –Changmin mencionó alejándose de la oficina, Minho quiso decir algo pero yo me adelanté…
-¿puedo pedirte un favor?
-el que quiera –dijo con mucha expectativa, él siempre dispuesto a ayudarme -¿puedes llevar a Jaejoong de compras? –le miré esperando su reacción y fue una sonrisa de alegría, saqué mi tarjeta de crédito y la entregué en sus manos –dile que es tu dinero-él abre su boca como sorpresa y recibe la tarjeta –no… vayas a abusar
-¡claro que no! –Minho sonríe muy feliz y se despide de mí. Ahora mi trabajo era solicitar dos días con mi equipo de trabajo para encontrar a Junsu.
MINHO
Tomé un taxi que me llevara a casa del oficial Jung… era un gesto bello de su parte querer comprarle algo de ropa a Jaejoong… él es un buen hombre, su corazón es muy noble y siempre quiere que todos estemos bien, por eso me dolía mucho cuando Junsu burlaba su amor.
Varias veces le encontré coqueteando con otros hombres mientras hacia sus investigaciones periodísticas, me enojaba mucho que fuera así cuando tenía a Yunho a su lado amándolo, pero pienso que él ha podido cambiar, quizás se habrá dado cuenta de lo valioso que puede ser Yunho y decida reservarse para él. El taxi se detuvo y me bajé del mismo tocando el timbre de la casa de mi oficial.
Jaejoong abre la puerta recibiéndome con una bella sonrisa, es un chico joven, de edad muy parecida a la mía pero muy tímido, quizás por su mudez él no podía mostrarse más abierto a las personas
-¿quieres acompañarme al mall? –fue mi pregunta y él asiente aceptando con agrado la invitación. Las siguientes horas fueron de muchas risas, nos divertimos mucho visitando las tiendas de ropas y comprando lo que nos gustaba. Descubrí que Jaejoong es hermoso y le ayudé a peinar su cabello para que no tapara esos bellos ojos que tenia.
Todo marchaba bien hasta que recibo la llamada de Changmin. Le pedí disculpas a Jaejoong para atender la llamada y me alejé unos pasos
-Hola Changmin –dije sin mucho ánimo
-¡Miiinhooo! Quiero que vengas aquíii –él otra vez estaba borracho y yo quise ignorarlo –quiero hablar contigo… por favor… déjame verte –por mucho que quise negarme, mi corazón fue más fuerte diciéndome que le fuera a ayudar. Llamé a Yunho y no tardaría en llegar para llevar a Jaejoong a casa, mientras le esperé nos sentamos en unos cómodos sofás del centro comercial
-¿puedo ayudarte en algo? –Jaejoong comprendió mi rostro un poco lleno de preocupación, pero ni siquiera yo mismo podía ayudarme
-el amor duele mucho… -mi nuevo amigo se mostraba preocupado por mí y me da un abrazo –gracias Jaejoong
-¡Hola! –escuchamos la voz de Yunho y le vimos frente a nosotros. Yo me levanté del sofá al igual que Jaejoong separando nuestro abrazo
-debo irme
-pero… -sin tardar más tiempo les di mi espalda para alejarme de ellos. Volví a tomar un taxi y pedí que me llevara al bar donde sabía que Changmin estaría bebiendo. El corazón me latía muy fuerte, como si supiera que no era buena idea lo que estaba a punto de hacer.
YUNHO
-y… ¿Cómo estuvieron las compras? –Jaejoong asiente regalándome una tímida sonrisa –mañana iniciaremos el viaje –le informé y él comprende… durante los últimos días había estado bajo mucha presión y quise despejar mi mente –Jaejoong… ¿te gusta el cine? –no creía que fuera una buena pregunta pero lo cierto era que en casa me torturaba pensando en Junsu.
Mi acompañante dice que sí y le guie para ir a la sala de cine y comprar las boletas para la película más interesante del momento. Entramos a la sala pero al estar todo oscuro siento las manos de Jaejoong tocar por mi brazo
-oh!... no estará siempre oscuro –le dije y en los pasos siguientes ya estaban las luces de las escaleras activadas. Nos sentamos y efectivamente él me escribe disculpándose diciendo que no le gustan los espacios oscuros –espero que te guste la película
-gracias –me escribió en nuestro chat
MINHO
-¿para que querías que viniera? ¿Sabes que mañana iremos de viaje a la isla? –le hablé a Changmin una vez llegué al bar y le encontré en la barra sentado con un vaso de vodka en sus manos, él sonríe muy coqueto y deja el vaso en la barra para luego mirarme produciendo un nudo en mi garganta. Su mano izquierda me hala hacia él, al tiempo que abre sus piernas para ubicarme en ese espacio quedando lo más cerca posible de él
-eres tan… adorable –su mano derecha tocaba mi cabello escondiéndolo detrás de mis orejas, mientras su otra mano marcaba mi espalda, fue a los pocos segundos que sentí sus labios hacer contacto con los míos y simplemente no podía detenerme.
Changmin finaliza el beso para colocarse de pie encerrándome entre su cuerpo y la barra, le veo beber el final de su vaso de vodka seguido de sus labios volver a degustar los míos. Él es tan alto que poso mis manos en su cuello mientras él sostiene mi cintura.
Es tan delicioso y real, sentir su lengua jugando con la mía, moviendo nuestros rostros de un lugar a otro, ¿Cómo negarle mis sentimientos? Como no dejarme manejar por él
-vamos a mi casa –él dice entre mis labios dejándome mudo… de los últimos encuentros esta es la primera vez que me invita a avanzar, pensé que solo le gustaba besar cuando tomaba pero… le veo dejar un billete en la barra y pedir una cerveza en botella. Salimos del bar y subimos a un taxi en el que me dedicó toda su atención, él quería más besos y yo quería más de él…
Cuando bajamos del auto le ayude a caminar porque su equilibrio no estaba muy bien, mientras subíamos por el ascensor él finalizó su botella de cerveza y cuando entramos a su departamento dejó la botella vacía en la cocina, caminando de regresó a mi comenzó a abrir los botones de su camisa… ¡Oh por Dios!... venia en dirección a mi mostrando su pecho tan amplio y perfectamente marcado… me besó de nuevo sentándose en el sofá y cargándome sobre el mismo besándome con mucho deseo de más y yo estaba asustándome ante la idea de seguir
-espera, espera –yo me detuve –esto no está bien… yo…
-pero si te gusta cómo te beso –Changmin quiso continuar pero mi mano en su pecho le dio a entender que necesitaba un minuto
-no solo es eso –Changmin se quedó quieto y me miró esperando que hablara más –tu… me gustas de verdad…
-entonces pasemos delicioso… -él me beso pero no estaba feliz con esa respuesta –vamos a divertirnos por esta noche…
-¿y luego qué? –Changmin atrapa mi rostro con sus manos
-no te tomes las cosas tan enserio –yo le empujé con mis manos y me levanté de sus piernas huyendo de su departamento. Había descubierto que solo me llamaba para saciar su necesidad de estar con cualquiera, yo era el único tonto que respondía a su llamado, con mucho dolor en mi corazón me dije que le iba a olvidar. Él solo me iba a lastimar y así no podía seguir.