...
Se dejó ir sobre Onodera, abrazándolo por la cintura, directamente a atacar sus labios, aquellos que había deseado besar desde que lo vio parado en las escalera, aquellos que quería morder desde que lo vio jadeando mientas conducía a toda velocidad, aquellos que quería que le pertenecieran desde que lo vio sonreír, y llorar, y hacer pucheros. Ritsu sonreía entre el beso, que correspondía gustoso.
⁃ ¿Estás consciente que si haces esto, serías como lo han dicho todos esos patanes?
Decía Masamune mientas besaba sus labios, solo jugueteando con ellos.
⁃ Hacerlo solo contigo de ese modo no me convierte en eso ... y si así fuera, no me molestaría comportarme como una zorra para ti ...
Ritsu atacó de nuevo los labios de Masamune, no de una forma superficial, quería besarlo con su lengua, pero de alguna forma eso alteró a Masamune, separándolo de inmediato, pues no sabía que reacción tendría aquello en su cuerpo.
⁃ Deberíamos irnos a otro lugar
⁃ ... hay un motel muy cerca de aquí ... ¿te parece?
⁃ Donde sea está bien si es contigo
Casi sin pensarlo sacaron dinero de más de sus bolsillos y los dejaron en medio de todo el desastre que habían dejado con sus vasos, corrieron como pudieron hasta el auto, y rogando a cualquier dios que pudiera escucharlos para que ningún policía los detuviera, Takano arrancó el auto completamente ebrio hacia un motel cerca de la carretera. Tampoco perdieron tiempo al llegar ahí, fue solo Takano a la recepción, quien era el más consciente de los dos, pagó la habitación y subieron corriendo entre risas las escaleras hasta el tercer piso, donde Ritsu casi se cae, Takano decidió tomarlo entre sus brazos y recorrer todo el pasillo de ese modo, corriendo, saltando, dando vueltas, como si fueran los novios más enamorados de todo el mundo en su luna de miel. Lo bajó al llegar a su habitación, Takano fue quien la abrió y dejó pasar a Ritsu primero, quien todavía reía por las jugarretas en el pasillo.
Takano cerró la puerta detrás de él, y se aseguró de ponerle el seguro, al voltear vio a Ritsu dando vueltas en medio de la habitación como un niño pequeño, y aún le seguía pareciendo precioso, borracho e infantil, no importaba, era el chico más hermoso que había visto en Inglaterra y en Japón, que Inglaterra y que Japón, seguramente era el chico más hermoso de todo el puto mundo. Se acercó sigilosamente y lo atrapó por la espalda, Ritsu soltó un pequeño grito de sorpresa pero enseguida comenzó a reír.
- ¿Acaso ya olvidaste a lo que venimos Ritsu-Chan?
Le susurró en el oído de forma suave, pero dejando en evidencia todo su deseo.
- ¿Podría hacerlo cuando siento tu cosa esa demasiado dura contra mi trasero?
- Pues mira que mi cosa esa está así por tu culpa precioso ...
Takano comenzó a acariciar sobre la ropa al menor, sintió todo lo que había imaginado desde que se paró a su lado en la fiesta, su cintura y su cadera. Aquella simple acción puso a Ritsu a temblar, y ni siquiera lo había tocado directamente en la piel. Se volteó quedando frente a frente, envolviendo el cuello del azabache en un abrazo, comenzó a frotar sus labios con delicadeza, y luego su nariz.
- Pídeme lo que quieras Takano ... haré lo que tú quieras que haga, puedo actuar como una chica asustada a punto de perder su virginidad, o como un maldito prostituto ... sólo dilo
- Sorpréndeme ...
Ritsu río y arrojó a Takano a la cama, colocándose sobre él.
- ¿Como fue aquella vez? La primera vez que estuviste con un chico ...
Takano no sabía el por qué de la pregunta, y tampoco sabía que respuesta darle.
- ¿Hiciste todo tu? ...
Uno por uno se iba deshaciendo de los botones de la camisa de Takano, hasta terminar con ello por completo y arrojarla fuera de la cama.
- Yo solo cumplo el rol de pasivo, no te preocupes por eso
- No creí que fueras otra cosa
Ritsu lo miró mal, y lo jaló de la corbata hasta sentarlo en la cama, quedando cara a cara.
- ¿Quieres ver que si puedo hacer otra cosas?
Takano solo tragó saliva, ese chico lo sorprendía cada vez más.
- N-no no ... te creo, pero no lo hagas así conmigo por favor
Ritsu rió victorioso y acarició la cara del contrario, luego se agachó y lo lamió desde la parte de arriba de su ombligo hasta llegar a sus clavículas. Takano sintió un escalofrío recorrer toda su columna vertebral, arqueando un poco la espalda por tal sensación. Ritsu continuó con lo suyo, abriendo el pantalón de Takano y comenzó a masajear su miembro sobre la tela del bóxer de forma lenta, casi con la intención de torturarlo, bajó lentamente sin quitarle la vista de encima, cuidando que no intentara hacer nada, y no lo hizo, ya estando parado al pie de la cama le quitó los zapatos y los calcetines, tiró de su pantalón junto con su bóxer de forma brusca mientras reía maliciosamente, pues sabía lo que el rose de todas esas telas le harían sentir. Dejando el miembro de Takano expuesto, ya erecto y cubierto de líquido preseminal.
⁃ ¿No crees que eres muy injusto? Tú tienes toda la ropa puesta
⁃ Dijiste, "sorpréndeme" ... así que haré lo que yo quiera por ahora
Ritsu comenzó masajeando su miembro por los testiculos y luego subiendo al cuerpo del pene, subía y bajaba con su mano izquierda una y otra vez, luego se colocó entre sus piernas y sin previo aviso se lo metió a la boca. Takano no pudo contener un ronco gemido que rebotó en toda la habitación, a pesar de que ahora parecía que lo que estaba haciendo Onodera era bastante obvio, no lo había visto venir. Onodera metía y sacaba el pene de su boca, lo lamía desde la base hasta la punta y luego haciendo círculos como si de una paleta se tratara, y las partes que su boca no podía cubrir seguían siendo estimuladas por sus manos.
No pasó mucho tiempo cuando sin previo aviso Takano se corrió dentro de la boca de Onodera, quien tragó todo sin pensarlo, también lo había ensuciado en algunas partes de la cara, pero no hizo nada por quitarlo. Gateo sobre la cama hasta llegar a estar cara a cara con Masamune.
⁃ ¿Limpiarías esto por mi?
Y sin pensarlo Masamune lamió la cara de Ritsu en donde pudiera haber restos de semen mientras el otro reía como si de un niño pequeño se tratara. Se incorporó un poco sobre la cama, sentado sobre las caderas del mayor. Y comenzó a quitarse la corbata de forma lenta mientras veía a Takano directamente a los ojos, para Takano aquello era realmente una tortura, pero vaya que todo había valido la pena cuando comenzó a ver algo de piel mientras desabotonaba su camisa de forma cuidadosa. Su piel se veía perfecta y demasiado apetecible, blanca, hermosa, y sus persones rosados resaltaban demasiado. Podían verse un poco sus costillas, y sus clavículas estaban demasiado remarcadas, aún con lo delgado que pudiera parecer tenía su abdomen bien marcado, y sus brazos contorneados, no podía creer lo que estaba viendo, ese niño solo le parecía casa vez más hermoso.
Ritsu se levantó de la cadera de Masamune y bajó de la cama, de forma lenta, y dándole la espalda, pero aún mirándolo, comenzó a bajar el cierre de su pantalón, luego, y con la misma lentitud bajó su pantalón junto con sus bóxers, así la primera vista que tuvo Masamune de su cuerpo completamente desnudo fue la de su trasero, y no podía pedir una vista mejor. Tan solo con eso el miembro de Masamune estaba erecto de nuevo, ¿como diablos podía ser eso posible?, ¿acaso su bebida tenía algo raro? Ritsu se volteó quedando frente a Masamune de nuevo, por entre las persianas de la habitación se colaban los últimos rayos de luz del día, enmarcando por completo la hermosa figura de aquel chico, en ese momento Masamune se sentía como la persona más afortunada del mundo. Ritsu se acercó y se sentó en la cama, luego se recostó sobre el pecho desnudó de Takano repartiendo besos y caricias.
⁃ Como fuiste bueno y obediente, ahora dejaré que me hagas todo lo que tú quieras
Dijo el castaño cuando llegó a su oído después de haber dejado un sin número de besos y pequeñas mordidas. A Takano de repente se le ocurrió la idea de mirar el miembro del menor, que estaba despierto si, pero no tanto como el suyo, y a su lado machito le parecía injusto que él ya se hubiera corrido una vez y el otro no, y no podía concebir la idea de que él siendo él eyaculara más veces que el propio Ritsu, aunque solo fuera una vez más. Entones aprovecharía esa oportunidad.
⁃ Yo no quiero hacerte nada ... ahora mismo, quiero que lo hagas tú solo
Ritsu lo miró sin entender muy bien a qué se refería, Takano notó eso, y en un movimiento rápido colocó a Ritsu debajo de él. Acarició su rostro y sus labios, luego bajó hasta su pecho, en donde pellizcó un pezon, y el sonido que escuchó proveniente del interior de Ritsu lo dejó completamente fascinado.
⁃ Quiero que te corras para mi tu solo
Se miraron a los ojos durante algunos segundos, por un momento Takano pensó que Onodera seguía sin entender a lo que se refería, pero antes de abrir la boca de nuevo lo vio mover su mano izquierda acariciando su propio pecho hasta llegar a su pezon y comenzar a juguetear con el. Su mano derecha bajó acariciando todo su cuerpo hasta su miembro, el cual comenzó a masturbar. Takano observaba aquello maravillado, escuchando los constantes jadeos que inundaban la habitación, ahora no solo pensaba que su cuerpo era una maravilla, su voz también lo era, el solo escucharlo jadear y gemir por lo bajo lo hacía desearlo aún más.
⁃ A-ah .. ah, Ta-takano.. san ~
¿Había dicho ya que amaba ese intento de acento japonés? Era adorable, y exótico al mismo tiempo. Ritsu dejó de prestarle atención al pezon y se llevó tres de sus dedos a la boca para comenzar a lamerlos, Takano no sabía si esa idea era rara o no, pero verlo hacer eso lo hacían tragar saliva y lamerse los labios, como si frente a él estuviera el plantillo más delicioso sobre la tierra. Cuando pensó que ya era suficiente, Ritsu casó los dedos completamente mojados, levantó un poco la cadera apoyándose en la cama con la punta de sus pies y comenzó a autopenetrarse con uno de sus dedos haciendo movimientos circulares, la exitación que sentía comenzaba a aumentar, y en reversa el ritmo que llevaba masturbando su miembro disminuyó. Cuando creyó que ya estaba completamente listo metió el segundo dedo, abriéndolos y cerrándolos imitando unas tijeras.
⁃ Suficiente
Takano se posicionó en medio de las piernas de Ritsu mientras este sacaba los dedos de su interior, su pecho subía y bajaba cada vez más rápido, y no precisamente por la situación. De repente algo de miedo y nerviosismo se apoderó de él, pues hacía ya bastante tiempo en el que no lo hacía con nadie, y vaya que el miedo era justificado, pues antes de que se diera cuanta Masamune ya lo había penetrado de lleno, haciéndolo gritar más del miedo que del cualquier cosa.
⁃ Pe-perdón ¿te lastimé?
⁃ ... no ... solo, me asusté...
Su voz se escuchaba jadeante y había apretado las sábanas debajo de él sin haberlo notado. Takano no se movió, sabía que tenía que dejar que se acostumbrara, pues contrario a lo que realmente había pensado en un inicio, ese chico estaba demasiado estrecho en su interior, demasiado. Ambos se miraron directo a los ojos, era extraño, había algo más allá que solo la lujuria, pero ninguno de los dos sabía darle nombre. Lentamente se acercaron el uno al otro y se unieron en un beso lento, lleno de dulzura, como si estuvieran con la persona que más amaban en el mundo.
Entonces Takano comenzó el vaivén, movía su cadera de forma lenta, tentando el terreno, pero sin despegar sus labios de aquel hermoso castaño. Ritsu acariciaba el pecho y hombros del mayor, a ciegas, pues permanecía con los ojos cerrados aún mientras lo besaba, ahogando así esos jadeos y pequeños gemidos. Una de sus manos llegó hasta la cabeza del contrario y no dudó en enredar esos oscuros cabellos entre sus dedos, tirando ligeramente de ellos. Takano se separó al no poder contener un ronco gemido, y luego miró al pequeño con malicia, estaba retándolo demasiado a ese punto, así que sin avisar comenzó a moverse más rápido, no de forma gradual, no, fue un desenfreno inmediato a modo de castigo.
⁃ ¡A-ah! ¡T-takano! Que ... ¡AAH!
Onodera no sabía muy bien que hacer en ese punto, arañaba la espalda de Takano buscando donde poder sujetarse, incluso llegó a morderle uno de sus hombros, y es que, a pesar de ser un movimiento bastante brusco, lo único que podía hacer era ver estrellas del placer. De repente encorvó su espalda soltando un gemido escandaloso, ahí era, Masamune había dado con su prostata, y riendo de lado solo se concentró en ese punto. No pasó mucho para que Ritsu terminara corriéndose en medio de ambos, ensuciándolos.
⁃ Ahora estamos a mano ...
Masamune acariciaba tiernamente el rostro de Ritsu, quitando su cabello de la frente ya empeñada en sudor, Ritsu lo veía con los ojos entre cerrados, lleno de deseo. Antes de que Ritsu pudiera atacar de nuevo sus labios, Masamune lo tomó de la cadera y lo giró poniéndolo boca abajo. Tomó con una ambas manos de Ritsu y las amarró con una de las corbatas, luego amarró la otra punta en la cabecera de la cama y volvió a posicionarse.
⁃ Ahora tomaré tu palabra ...
Comenzó acariciando a Ritsu desde sus costillas hasta su cintura, este solo podía encorvar la espalda gracias a los escalofríos que le producía aquel contacto. Luego llegó hasta su trasero, el cual masajeó y entrujó entre sus manos, para terminar dándole una nalgada.
⁃ ¡Aaahh!
⁃ Eres demasiado sensible en todas partes, me agradas
Takano hundió su rostro en la espalda de Ritsu, olfateado su piel y acariciandola con su propia mejilla, tan suave, tan perfecta ... le fue imposible no besarla, morderla y chupetearla, dejando un camino de marcas rojas hasta llegar a esos dos pequeños huecos en su cadera, como aquellos que algunas personas tienen en la mejilla, pero sin duda esos le gustaban más. Entró de nuevo en él de una sola estocada, y sin esperar ni un poco comenzó a moverse de nuevo.
⁃ ¡Ah! Ma~¡Masamune! AAH~
Escuchar su nombre de los labios del castaño fue suficiente parea hacer que toda su piel se erizara de repente, iba cada vez más rápido en sus envestidas, y todo era un completo escándalo, el rechinar del colchón y la base de la cama, la cabecera chocando contra la pared una y otra vez, los gemidos que iban en aumento de cantidad y volumen por parte de Ritsu, sus propios gemidos y gruñidos, y sobre todo el obsceno sonido que producían sus cuerpos cada vez que Masamune entraba y salía del menor. Ambos terminaron casi a la par, Onodera manchando las sábanas y almohadas y Takano dentro del castaño, jadeando y con la respiración entrecortada se dejaron caer en la cama.
Takano desamarró con delicadeza la corbata de sus manos, luego tomó el delicado cuerpo por la cintura, besando su cuello con aún más deseo. Onodera por su parte acariciaba el ancho pecho del chico con el que compartía la cama, moviendo su cabeza para darle más libertad de explorar y hacer lo que quisiese.
⁃ ¿Fue igual con el otro chico?
⁃ Huu, para nada
Susurró con voz ronca sobre su piel y en seguida regresó a lo suyo.
⁃ Y las chicas con las que has estado ... ¿te han tocado como lo hago yo?
⁃ ... nunca ...
Takano se separó de su cuello para encararlo, se miraron durante un momento, lo hacían con deseo. En desesperación volvieron a unir sus labios, cayendo de nuevo Onodera sobre la cama con Takano sobre él, sin duda sería una noche larga con sus manos enredadas en el cabello del otro.