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Amor Secreto por Angie404

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Notas del capitulo:

Segundo capitulo seguido :3

Capítulo 30

No se habían dirigido la palabra en todo el camino, obviamente se sentaron al lado del otro durante el traslado, pero intentaban mantener una distancia considerable entre ambos, para el resto era sumamente extraño. Pasar de ir casi abrazados al terminar las misiones a no querer verse siquiera era alarmante hasta cierto punto, pues por muy en desacuerdo que puedas estar con tu pareja de trabajo tienes que poner de tu parte para que las misiones resulten lo mejor posible, pero parecía que ambos estaban en el mismo plan.

Y era aún más raro pensar que cuando se reunieron en la recepción del hotel la primera vez, cuando Takano llegó solo, se veía radiantemente feliz, solo había ido a avisar que Onodera no había despertado aún, por mucho que él intentara hacer para despertarlo. En otras ocasiones incluso se hubiera fastidiado con esa situación, pero no había sido el caso, parecía incluso disfrutarlo. Cuando volvió la segunda vez la cosa ya había cambiado, había regresado solo y por mucho que intentara ocultarlo, se veía en extremo molesto e incluso algo afligido, todo indicaba que habían tenido una pelea, y quizá una bastante grave, lo suficiente para que ambos estuvieran en la situación en la que estaban.

Durante su camino a la base que los llevaría a Rusia se sintió una tensión horrible. Kirishima había optado por encender la radio a pesar de que no le gustara mucho escuchar música que no entendía. A su lado en el asiento del copiloto Yokozawa intentaba perderse en un libro, a pesar de que el mismo movimiento del vehículo lo mareara, y Nao y Haitani intentaban sacar platica de cualquier tontería que pudieran ver por las ventanas. Para desgracia de todos, Takano y Onodera iban en la fila de asientos de justo en medio, tensando por completo el ambiente para las otras dos parejas.

Todos creían que habían peleado, y que ambos estaban enojados, pero la realidad era otra. Onodera se sentía incómodo estando ahí, si hubiera sido por él se hubiera sentado al lado de Nao, pero estaba tan instaurado que siempre estuvieras junto a tu pareja que ni siquiera se atrevió a preguntar algo. Él sabía que el simple hecho de haber tenido sexo era un problema, pero, tal como Takano le había dicho en aquella ocasión, él intentaba fingir que nada había pasado, pero la actitud de su compañero no ayudaba mucho, estaba notoriamente molesto y ni siquiera se molestaba en dirigirle la palabra, ¿habría hecho algo para que se sintiera de ese manera? ¿Algo tan malo o vergonzoso? Cual fuera la respuesta, Takano parecía no querer hablar del tema, y eso ya comenzaba a molestarle.

Cuando llegaron a la base y subieron al jet la cosa continuó igual, ni siquiera querían voltear a verse, y al descargar las maletas de la camioneta todos se sorprendieron al ver que Takano fue el primero y el único en ofrecerse a bajar todo del auto. Cuando llegó el turno de bajar la maleta de Onodera este prácticamente se la arrojó encima con fuerza, golpeándolo en el estómago y obligándolo a retroceder. No dijo nada ni se quejó, solo se limitó a llevar sus cosas hasta el avión. Ya arriba ni siquiera se molestaron en sentarse juntos, había tanto espacio que no era ni siquiera necesario, se habían sentado en extremos opuestos del jet. Pero, aunque parecía que no podían ni verse en ese instante Onodera si que lo hacía de vez en cuando, intentando descifrar en el rostro de Takano aquello que probablemente le hubiera molestado, y le sorprendió al percibir en su mirada algo que parecía más decepción y tristeza que enojo. Seguramente fue algo que le dijo, algo que hizo de forma imprudente más allá del simple hecho de pasar la noche juntos, pero no podía recordar nada. Si las cosas continuaban así seguramente iba a sufrir un colapso nervioso ahí mismo, así que intentaba concentrar su mente en otra cosa, mirando por la ventana mientras mordía sus labios y jugueteaba con las mangas de su camisa.

Nao había estado observando a Ritsu todo el tiempo, y conociéndolo como lo conocía sabía que le estaba dando vueltas a algo en la cabeza, y parecía le estaba costando mucho trabajo descifrar cualquier cosa que fuera ese pensamiento. Se levantó de su asiento, el que estaba junto a la ventana, y le pidió permiso a Haitani para pasar y así seguir caminando hasta el último asiento del jet, donde se encontraba Onodera. Eso no pasó desapercibido por Takano, quien se encontraba sentado bastante cerca de aquellos dos en la columna contraria de asientos, y observaba desde su lugar detenidamente lo que aquellos dos fueran a hacer, y esto, a su vez, fue detectado por Haitani. Nao llegó y sin pedir permiso siquiera se sentó al lado de Ritsu, y sin previo aviso comenzó a intentar acomodar algunos mechones castaños por detrás de su oreja.

⁃ ¿Que pasó que no puedes dejar de pensar en ello?

Onodera se había sorprendido en un inicio, pues su mirada se encontraba perdida entre las nubes. Por un momento pensó en que quien le acariciaba el cabello con tanta delicadeza era Takano, y aquello lo había hecho saltar en su lugar del susto, pero al ver a su mejor amigo sentado a un lado de él, sonriéndole tan cálidamente le fue imposible no sonreír también, sonrisa que rápido se vio opacado por una mirada afligida.

⁃ lo peor es que ni yo lo sé Nao … o quizá a pasado tanto que simplemente no se como ordenar todo en mi cabeza

⁃ o no ha pasado nada y solo estás pensando en tonterías

⁃ … quizá tengas razón

Su atención se fue de nuevo a la ventana, re pensando lo que su amigo le acaba de decir, regresando a esa expresión sería. Nao comenzó a sentirse inquieto, a decir verdad, ambos se habían distanciado desde que fueron asignados a parejas diferentes, se habían visto quizá en dos ocasiones y en cada una de sus interacciones sentía que su amigo estaba más y más lejos de él, y temía no poder alcanzarlo. Tenía que continuar como fuera con aquella conversación que parecía quería morir.

⁃ … ¿Y lo qué pasó es tan malo que no puedes contárselo ni a tu mejor amigo?

La atención de Ritsu regresó a la de su amigo, con clara duda en su mirada, siendo seguida por un pesado suspiro.

⁃ No puedo contarte nada porque no solo me involucra a mi, y es algo complicado

⁃ ¿Takano está en todo esto?

⁃ Claro, ¿no vez que ni siquiera quiere verme? No lo entiendo en absoluto, aveces estamos bien, aveces estamos mal, y otras veces, ni siquiera se como estamos ni por qué, y comienzo a cansarme de todo. Si nos hubieran emparejado a ti y a mi, no tendría que estar pasando por esto

Se dejó caer lentamente en el asiento, haciendo involuntariamente un puchero que, aunque estaban en un momento serio y Nao no quería reír, lo hizo reír.

⁃ Si, aveces yo también me pregunto que hubiera pasado si nos hubieran colocado juntos, a decir verdad Haitani y yo no nos llevamos bien

Ritsu se sintió intrigado por la declaración de su amigo, acomodándose de manera apropiada en su asiento mientras lo veía con los ojos bien abiertos y brillantes, delatando su curiosidad.

⁃ ¿A no?

⁃ No, él y yo vemos la vida de manera muy diferente, o eso creía, e notado que aveces apoyo sus ideas aunque estoy consiente de que están mal. A decir verdad eso me aterra, es como si conociera una parte de mi que nunca había visto …

Se quedó callado un momento pensando en lo que acababa de decir, la verdad era que hasta que no lo había dicho en voz alta no había sentido el peso de sus palabras. Un escalofrío le recorrió la espalda de manera involuntaria, un presentimiento o temor, o los dos combinados, cualquiera que fuera prefería no pensar en ello.

⁃ L-lo que quiero decir es que, al fin de cuentas solo son nuestros compañero de trabajo, solo es trabajo. Confío en Haitani porque sé que cumple su trabajo como se debe y no me dejaría abajo, no es necesario que trates de ser su amigo si no quiere, solo sigue haciendo el excelente trabajo que ya estás haciendo

Onodera se quedó callado, pensando en que aquello no era del todo cierto, comenzando con que no había hecho el mejor trabajo de todos en ocasiones y siguiendo con que, realmente no parecían solo compañeros de trabajo, pero Nao no podía saber nada de eso. Lo único que pudo hacer fue suspirar.


⁃ Si … supongo


Takano ya tenía suficiente, ver cómo Onodera se expresaba de forma tan sincera con su amiguito le sacaba de quicio, además estaba la preocupación del tema de conversación, aunque sabía que Onodera no iba a andar diciéndole a todo el mundo lo que había pasado entre ellos no se sentía del todo seguro al tratarse de ese sujeto. Todo llegó a un momento culmine en el que vio como Kiyomiya pasaba su brazo por sobre los hombros del castaño en un abrazo, y además este se recargaba en él de forma reconfortante. Sin pensarlo realmente se levantó de su asiento y caminó hacia ellos, dispuesto seguramente a separarlos de una vez y gritarle a ese sujeto un par de cosas, pero al estar casi ahí se dio cuenta de lo estupido de todo aquello, y sin más remedio siguió su camino más allá de su asiento, deteniéndose en la puerta del baño. Se recargó en la pared al lado de la puerta, intentando encontrar alguna respuesta a aquel arrebato, mirándolos de nuevo desde donde estaba. Solo podía ver algo de sus cabelleras, pero pudo escuchar claramente la risa de Onodera, seguramente a causa de un chiste de su amigo. Realmente quería escuchar aquello de lo que estaban hablando.

⁃ ¿esperando para entrar al baño? ¿o escuchando conversaciones ajenas?

Al prestar atención a su alrededor pudo percatarse de la presencia de Haitani, no supo cuándo había llegado hasta ahí, pero no quería que se quedara más.

⁃ Largo de aquí Haitani

⁃ ¿por? Yo también quiero usar el baño, esperaré contigo, ya que veo que nuestras parejas nos han dejado por el otro

Sin quitar su sonrisa socarrona se recargó Justo del otro lado de la puerta del baño. Takano no dijo nada más, solo miraba el suelo intentando encontrar algo en sus pensamientos que ni siquiera sabía que era, para empezar ni siquiera quería ir al baño, pero tampoco quería soportar las entupidas caras de aquellos dos desde su asiento, ¿que podía hacer ahora?

⁃ ¿Y que te hizo para que estés así?

Al escuchar aquel tono de voz se sorprendió, no había sarcasmo, ni burla, solo una pregunta normal. Al levantar la mirada y dirigirla al pelirrojo junto al él lo encontró sonriendo, como nunca lo había visto sonreír, de forma desinteresada, y eso lo alarmó.

⁃ … Nada Que te interese

Volteó la cabeza de nuevo, hacia el interior del avión sin mirar nada realmente, solo escuchó a Haitani chasqueando la lengua.

⁃ Intento ser amable contigo y me contestas así, cuando el tonto ese hace cada estupidez y lo perdonas como si nada, que, ¿acaso te has enamorado de él?

Takano abrió grandes los ojos, como si se hubiera dado cuenta de algo inimaginable, miró a Onodera de nuevo, por sobre el asiento, y seguía ahí bobeando con Kiyomiya, de nuevo la sangre le subió a la cabeza, y le fue imposible no apretar el puño de la rabia, sin embargo, no se sentía enojado por ellos. Desafiante encaro a Haitani, mostrándose ofendido y agredido.

⁃ ¿que nunca te cansas de decir estupideces? Lo que pase entre él y yo, ¡no te incumbe!

Dio media vuelta y regresó en sus pasos, esta vez atravesando toda la sala hasta llegar a otra puerta, la que daba a la cabina del avión, y la azotó con fuerza al salir. Todos quedaron en silencio viendo hacia aquel lugar.

⁃ ¿y ahora que le dijiste Haitani?

Preguntó Yokozawa desde su lugar ya bastante cansado, pues aquella escena la había visto repetirse una y otra vez desde la academia, ya no era novedad. Haitani rodó los ojos ignorando a Yokozawa, y enseguida se encaminó a abrir la puerta del baño. Su sorpresa llegó al encontrar el lugar vacío, rápido recorrió todos los asientos y se dio cuenta de que todos estaban en su lugar, Yokozawa leía el periódico en una fila de asientos solo, mientras que Kirishima dormía ampliamente en toda la fila frente a él. Estaban también ahí Nao y Ritsu por supuestos, quienes lo miraban curioso a causa de la rabieta de Takano, esperando la respuesta a la pregunta de Yokozawa. Y no solo eso, Haitani pudo ver algo más que curiosidad en la mirada de Onodera, algo más similar a la preocupación que a la curiosidad, no lo soportaba.

⁃ ¡Tks! Yo no dije nada, está demente

Se dignó a contestar mientras entraba al baño cerrándola también con algo de fuerza. Una vez adentro no tuvo miedo a soltar un pesado y desolador suspiro, recargándose en la puerta que acababa de cerrar. Su mirada se había perdido en algún punto del lugar, y lo único que sus ojos podían reflejar, era tristeza.

Notas finales:

Ya estoy trabajando en la siguiente parte, y prácticamente tengo toda la historia planeada, solo es cuestión de escribir, espero cumplir la meta :"3 ¡les extrañé! <3


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