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Amor Secreto por Angie404

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Notas del capitulo:

Pues no logré la meta, quería que el capítulo del cumpleaños de Takano saliera en su cumple, pero no se pudo :"b aun así lo voy a subir, que andamos más o menos por las fechas XD Llegamos a la recta final Banda, vayanse preparando 

Capítulo 31

Aun después de todo, el grupo llegó a Rusia. Acercándose el invierno ya eran recibidos por una gruesa capa de nieve que cubría todo aquello que sus ojos alcanzaban a distinguir. Nao y Ritsu intentaban ver por las ventanas, pero sólo conseguían ver nieve, nieve y más nieve. De repente no vieron nada, cosa que los tomó por sorpresa puesto que nunca antes habían ido a aquella base, la cual resultaba estar escondida en lo alto de una montaña nevada, lo suficientemente alta como para estar fuera de la vista de los curiosos. Aquella oscuridad no era más que las paredes de piedra de la entrada del hangar, y en poco tiempo el jet ya había aterrizado. Al bajar ya los estaban esperando un grupo de agentes, aunque algo alejados del avión, uno detrás del otro bajaron y comenzaron a caminar hacia aquel grupo que les daba la bienvenida. De alguna forma extraña, Takano caminaba al lado de Onodera, no lo miraba por supuesto, y aún se sentía el ambiente tenso a su lado, Onodera no comprendía por qué había hecho aquello entonces, y más pensando que cuando Takano estaba cerca, Nao huía, y eso justo había hecho, adelantándose del grupo para ser el primero en saludar, aunque mucho caso no le hicieron, el más viejo de ellos se dirigió directamente a Kirishima cuando estuvieron lo suficientemente cerca.

⁃ Fue muy grato saber que ya habías vuelto, mucho sin verte Zen

⁃ Lo mismo digo Yakov, un placer volver a verlo, a usted también Lilia

Ritsu y Nao veían todo atentamente, aquellos personajes parecían sacados de una caricatura, él era algo bajo y regordete, ella súper alta y delgada, con lo ojos más gélidos que recordaban haber visto, eso si, los dos igual de viejos. A pesar de que ellos pensaran lo contrario, le sonrió amablemente a Kirishima.

⁃ Su hijita se encuentra bien supongo, para que se animara a venir hasta acá

⁃ Por supuesto, mis padres me ayudan con ella así que no hay problema, pero por favor, permítame presentarle a mi nuevo compañero de trabajo, Yokozawa Takafumi

⁃ Un placer señora Baranovskaya, señor Feltsman

Cortés mente Yokozawa hizo una reverencia, y los otros dos lo imitaron de forma amigable, comenzaron a hacerle preguntas sobre él, y Onodera comenzaba a ponerse impaciente. Miró de reojo a Takano, quien permanecía con un semblante serio, miraba hacia el grupo de personas, tan inerte como una estatua. Le fue imposible no soltar un suspiro, tanto por el aburrimiento como por el cansancio de estar soportando una situación que ni siquiera sabía muy bien de qué se trataba.

⁃ Por favor, permítanme presentarles rápido a la pareja que los orientará en su misión, son jóvenes pero créanme que son bastante confiables

La voz de la mujer hizo que regresara su mirada al frente, curioso, así que caminó solo unos pasos hacia el frente para sentirse más involucrado en la situación.

⁃ Ellos son Mila y Giorgio, los guiarán hasta su objetivo y les ayudarán a infiltrarse del lugar, nosotros los acompañaremos pero solo estaremos ahí para que la extracción sea más rápida

Onodera quedó impactado por la apariencia de aquellos espías, nada que ver con los líderes de la organización. Ambos de tez blanca, con unos hermosos ojos azules cada uno. Él con el cabello negro llevaba un peinado extraño, seguramente usaba un pomo de gel cada que hacía ese fleco extraño y rígido que iba ligeramente hacia arriba y hacia adelante, pero extrañamente no se le veía mal. Ella con un hermoso cabello pelirrojo, ondulado y corto, sostenía una sonrisa amigable y dulce hacia el grupo. Comenzaba a considerar la idea de pedir ser transferido a Rusia y conseguirse una chica linda, y así olvidarse de todo lo que estaba pasando. Tan embobado estaba viéndolos, que no se dio cuenta de cuando comenzaron a presentar a los miembros de su grupo, solo salió del trance cuando un estruendo rebotó por todas las paredes del hangar, proveniente de un balcón de metal bastante alto al fundo del salón, el cual estaba al lado de una puerta empotrada en las paredes de piedra y a la que se podría llegar subiendo unas escaleras también de metal, eran varios pisos para llegar hasta ahí, y aún así la voz de aquel chico alertó a todos en el lugar.

⁃ ¡¿LLEGUÉ A TIEMPO?! ¡YAKOV DÉJAME IR POR FAVOR!

El nombrado solo suspiro agotado, y comenzó un intercambio de gritos con aquel extraño personaje. Onodera no oía nada por supuesto, pues había salido de un trance para entrar a otro, y es que con la belleza de aquel chico cómo no hacerlo. Era sumamente blanco, casi como una hoja de papel, con un cabello rubio claro que le llegaba casi al hombro, sus ojos eran una mezcla entre azul y verde claro, algo bajo para el promedio en Rusia, y sumamente delgado, en contraste estaba ese estilo punk en su vestuario, sus cejas fruncidas en enojo y una voz fuerte y autoritaria, grave y profunda, pero a la vez dulce y suave, aún gritando enojado.
De la misma puerta salió corriendo otra persona, muchísimo más alta que el anterior, con el cabello platinado y unos hermosos ojos azul claro, ya ni hablar de su cara.

⁃ ¡Yakov! ¡Yo también quiero ir!

⁃ ¡¿Victor?! ¡Pero tú estabas de vacaciones!

⁃ ¡Pero no sabía que los que venían eran de Japón!

En un acto inesperado, Victor saltó desde el piso más alto hasta llegar rodando al suelo y levantarse como si nada, si que los rusos estaban locos. Corrió hacia el grupo y se presentó, mientras el chico rubio se decidía entre hacer lo mismo o no, prefiriendo amarrar una cuerda y deslizarse en ella hasta el suelo.

⁃ ¿dejarás ir a Yuri?

⁃ ¿que? ¿Tu con lo mismo? ¿Acaso apoyas esto?

⁃ Solo preguntaba

En lo que Víctor y Yakov platicaban, Yuri llegó corriendo y jadeando,dispuesto a embarcarse en esa misión, no necesitó más que ver a su superior directo a los ojos.

⁃ … ¡Agh! ¡Está bien! Chicos, el es Yuri Plisetky, es de nuestros estudiantes más brillantes, no les causará problemas, está a punto de graduarse

⁃ Que lindo …

Se le escapó a Onodera en voz alta, aunque solo lo suficiente para que Takano lo alcanzara a escuchar, quien interrumpió su fantasía dándole un rodillazo Justo por detrás de la rodilla, provocándole perder el equilibrio y caer al suelo, ahí, frente a todos, hubo unos segundos de silencio incómodo en el que todos lo vieron, hasta que Yokozawa habló.

⁃ A si, y el es Onodera, el “más brillante” de los graduados este año, así que estamos en las mismas

⁃ Que lindo …

⁃ Que lindo …

Dijeron Yuri y Víctor al mismo tiempo, provocando que la cara de Onodera se encendiera en un intenso color rojo, escondiéndola en el suelo y provocando la risa de todos en él lugar, de todos excepto uno.

 


Les habían proporcionado unos trajes especiales en la base rusa, eran pegados al cuerpo y ayudaban a soportar climas extremos, además tenían la peculiaridad de cambiar de color para camuflarse, y es que en medio de la nieve valía más un traje blanco que uno negro, pero al esconderse era necesario algo oscuro. A juego llevaban botas, guantes y unos pasamontañas que apenas y dejaban ver los ojos que quienes lo portaban. Onodera se sentía algo incómodo, pues sentía que el traje le apretaba en ciertas zonas, sentado en el aerodeslizador en el que los transportaban jalaba constantemente la tela de sus piernas, era algo que ya comenzaba a molestarle, y más con el arma larga que colgaba atravesada en su pecho, complicándole la situación. Su acción fue interrumpida con Kirishima, quien parándose se decidió a hablarle a todos los presentes.

⁃ Bien, estamos a punto de bajar, repasando el plan, Yokozawa, Haitani, Kiyomiya y yo bajaremos a las celdas para sacar a todas las personas que tengan aquí, saldremos en los autos del enemigo y subirnos la montaña hasta llegar al aerodeslizador. Víctor, Giorgio, Mila y Yuri estarán en la parte media del edificio, evitando que bajen a las celdas mientras hacemos la extracción, por último, Onodera irá a la sala de control para buscar cualquier cosa que nos sirva en información con la ayuda de Takano. ¿Entendido?

Respondieron al unísono un “si señor”, y tras unos ademanes con las manos, todos se levantaron se sus asientos acomodándose en dos filas hacia la puerta, y esperaron la señal para saltar desde lo alto cuando las puertas se abrieron. Estando aún en el aire presionaron un botón en sus botas, formando un snowboard bajo sus pies, deslizándose con gran velocidad cuando tocaron el sueño. Parecían estar en medio de una tormenta de nieve, pues Ritsu apenas podía distinguir la nieve del suelo del cielo, si no fuera porque estaba siguiendo a sus compañeros, realmente no tendría idea de por donde iba. De alguna forma aún no creía que todo aquello fuera real, una cosa era hacer simulaciones, y otra vivir todo en carne propia, fue incluso algo mágico ver cómo los trajes que antes eran grises, cambiaban a un blanco puro en cuanto saltaron del aerodeslizador. Aún en medio de la tormenta, buscó a Takano entre el resto, y lo encontró a pesar de ir completamente cubiertos, su silueta era inconfundible al fin y al cabo, tantos años observándolo desde la distancia habían servido para algo. El verlo ahí, tan lejos de él y sin poder alcanzarlo lo hizo pensar, ¿acaso era real que solo sentía admiración? ¿que quería ser como él? Si así fuera, ¿acaso lo alcanzaría algún día? Estando ahí, deslizándose a gran velocidad era como si todo desapareciera y el tiempo corriera más lento, quería con toda su alma entender a esa persona, pero cuando parecía se volvía más cercano a él, algo pasaba, como ahora…

Y cuando menos lo esperó, ya no había suelo bajo sus pies. Con miedo y torpeza, volvió a presionar el botón en sus botas, haciendo desaparecer la tabla solo a segundos de agarrarse de la copa de un pino. Con la respiración acelerada abrazaba el tronco como si su vida dependiera de ello, al mirar a su alrededor, vio al resto bajando en diferentes pinos, y sin más comenzó a imitarlos. El cuartel al que se infiltrarían estaba también dentro de un montículo de piedra, aunque en esta ocasión era un peñasco, escondido entre un espeso bosque nevado, por lo que la decisión que se había tomado era llegar desde arriba y a gran velocidad para no ser detectados. Dentro del bosque no fue difícil desasearse de los guardias que rondaban el lugar, y en poco tiempo ya estaban en una de las entradas de aquel lugar. Como se había dicho, la mitad del grupo corrió hacia abajo, y la otra mitad hacia arriba, la idea era causar el menor ruido posible, pues ya se había hecho mucho desorden en los otros lugares en los que estuvieron. Giorgio y Mila se quedaron de guardias en donde entraron, mientras Víctor y Yuri buscaban sabotear las cámaras y alarmas para no ser detectados, así que solo estaban Onodera y Takano subiendo por los pasillos, con el ambiente más incómodo en el que habían estado hasta el momento.

Comenzaron sin mayor problema, esquivando y noqueando a los pocos que alcanzaban a verlos, hasta que uno de ellos no dudó en correr al verlos, y sabían que eso significaba que iría a alertar a todos. Y en efecto, en cuestión de segundos el sonido de innumerables pisadas acercándose al lugar los puso en alerta. Espalda con espalda, esperaban mirando a ambos lados del pasillo listos para disparar, y apenas vieron una cabeza asomarse el intercambio de balas comenzó. Ambos corrieron en sentidos opuestos enfrentando más directamente al enemigo, confiando en que aquellos trajes los protegerían de todo, la guerra se había desatado. Onodera se apoyaba de las paredes saltando y dando vueltas en el aire para disparar a la mayor cantidad de personas posibles, mientras Takano no dudaba en arrojar granadas por los pasillos, sin embargo, pudo notar de nuevo el patrón que había visto en misiones atrás, no tiraban a Onodera a matar, pero a él si, al ver que los chicos rusos llegaron a ayudar, no dudó ni un segundo en salir corriendo detrás de su pareja, disparando a sangre fría y sin prestar mucha atención a cualquiera que se metiera en su camino.


Entonces pasó lo inimaginable, una bala logró golpear internamente la piel de Onodera, asustado por la sensación, paró en seco mirando hacia la pierna a la que le habían dado, sin ninguna perforación, pero el dolor había sido real. En medio de su distracción, uno de ellos lo golpeó fuertemente en la cabeza y mandándolo directamente al suelo. Aquel sujeto no dudó ni un segundo en quitarle el pasamontañas, y al verlo pudo notar cómo abría grandes sus ojos.

⁃ ¡Si es él! ¡Es él!

Gritó a sus compañeros, pero no pudo decir nada más, pues fue interrumpido por una patada en la cara del mismo Onodera, quien rápido tomó de nuevo el pasamontañas y se lo colocó, no entendía que pasaba, y tampoco quería hacerlo, pero de repente su instinto solo lo obligaba a huir, así que sin pensarlo se dio la media vuelta y corrió de vuelta, pensando en que su vida dependía de ello, ¿como que “era él? Aquello comenzaba a darle miedo. Un disparo bastante cerca lo ensordeció, y casi como en una película en cámara lenta, pudo ver por el rabillo del ojo una bala casi rozándole la cara, seguir hacia adelante e impactarse en la cabeza de un sujeto que había disparado una red hacia él, que en efecto logró enredarlo y tirarlo al suelo al impedirle seguir corriendo, ¿que demonios estaba pasando? Tirado boca abajo fue arrastrado y volteado por alguien, quien para su sorpresa era Takano.

⁃ ¡¿A donde crees que vas idiota?! ¡Tu trabajo en arriba! ¡No abajo!

Enojado, Takano rompió la red en la que Onodera estaba atrapado con una navaja, lo tomó del cuello, lo puso de pie jalándolo y simplemente se alejó. Ya era suficiente, primero lo ignoraba, luego lo agredía, disparaba a centímetros de su cabeza y le valía completamente el hecho de que acababan de intentar secuestrarlo, para colmo la forma en la que el traje se metía en su entrepierna lo tenía completamente harto, hasta aquí.

⁃ ¡¿Me puedes decir que carajos te pasa de una maldita vez?!

Takano paró en seco y giró en si mismo para encarar a su compañero, el castaño lo veía al borde de las lágrimas, con todo el enojo que nunca le había visto a nadie en su vida.

⁃ ¡No entiendo una mierda de lo que te pasa! Si es por algo que hice o dije y no lo recuerdo ¡Escúpemelo en la cara! ¡Que suficiente tengo con este esúpido traje y esta estúpida misión para lidiar con un estúpido misterio que no quiere salir de tu estúpida boca!

La discusión fue interrumpida por un nuevo grupo de enemigos, en menor cantidad, por lo que sólo Onodera fue capaz de disparar a todos, pues Takano se había quedado ahí, parado en su lugar. Solo tragó saliva al ver como vaciaba con coraje toda la carga del arma en el último sujeto, casi parecía que al que le quería hacer eso, era a él. Y cuando todo estuvo en silencio de nuevo, Onodera volvió a dirigirse a él.

⁃ ¿Y bien?

⁃ … este no es momento ni lugar

Al dar la vuelta para seguir caminado, fue interrumpido por un fuerte golpe en la cabeza, al voltear, Onodera lo había golpeado con el mango de su arma.

⁃ ¡QUE LO DIGAS DE UNA MALDITA VEZ!

⁃ ¡ESTÁ BIEN!

Takano se colocó frente a él y se quitó el pasamontañas, quería que lo viera completamente.

⁃ ¡Si tanto quieres saber te lo diré! ¡Eres un puto mentiroso!

En ese momento, Onodera quedó paralizado, y sintiéndose en la obligación de quitarse también el pasamontañas, si él iba a ser transparente en esto, los dos debían serlo.

⁃ ¿de que hablas?

⁃ ¡De lo qué pasó en Alemania idiota! ¡Te besaste con tu amiga en frente de todos cuando me habías dicho que no eran nada!

⁃ ¡y no lo somos!

⁃ ¡¿y crees que voy a creerte?! ¡Me dijiste que besas a todos tus amigos cuando estás ebrio! ¡Y cuando despiertas me dices que es costumbre tuya el desnudarte!

Onodera no pudo responder, más por vergüenza que por otra cosa, y es que no había mentido en todo eso, pero si se lo dijo, ¿por qué mentiroso?

⁃ Yo intenté ser amable contigo esa “primera vez” porque sabía lo que se sentía hacer ese tipo de cosas en contra de tu voluntad, pero ahora creo que ni siquiera era cierto que eras Virgen, ¿quien no me asegura que te acostaste con otros estando ebrio como lo hiciste conmigo? Después de todo, se te olvida todo cuando tomas, como esta última vez, me siento usado y humillado, si no tuviste la confianza de decirme algo así, ¿crees que dejaría mi seguridad en tus manos?, ¡¿mi vida en tus manos?!

En algún momento, Onodera había bajado la cabeza como niño regañado, mordiendo su labio inferior y apretando sus puños con fuerza.

⁃ ¿y bien? ¿No dices nada? ¡Claro que no dices nada! Porque todo lo que dije es verd-

Un fuerte sonido rebotó en todas las paredes interrumpiendo a Takano, por el cual había quedado completamente atónito, el sonido de la mano de Onodera estampándose en su mejilla, una cachetada. Con algo de miedo, volteó lentamente de nuevo hacia el frente, encontrándose con lo que hasta ese momento entendió que nunca quería ver, Onodera estaba llorando.

⁃ … ¿en serio merezco tan poco respeto? Tan poca confianza … ¿por esa estupidez? ¡¿Que me gano yo mintiéndote con eso?! ¡Ese primer día también lo hice en contra de mi voluntad porque era necesario! ¡Porque sabía que iba a ser peor después! ¡¿Crees Que hubiera dicho que si, si no hubiera sido Virgen!? ¡Fue humillante para mí! ¡Todo lo ha sido desde entonces! Y si llegué a tener sexo con alguien y no lo recuerdo, ¡¿por qué sería mi culpa?! ¡Ni siquiera soy capaz de caminar por mi mismo! ¡Si llegué a tener sexo con alguien de esa manera sería un abuso! ¡Una violacion! ¡Tú lo hiciste! ¡Yo no estaba consciente de mi mismo y tú abusaste de mi en Alemania! ¡¿Y eres tú el que se enoja?! ¡¿Crees ahora que yo confiaría mi vida a ti si lo único que haz hecho desde que nos conocimos en abusar de mi?! ¡Tengo más motivos yo para estar enojado contigo! ¡¡Pero sigo aquí!!

Takano estaba paralizado, el ver las cosas de esa manera lo habían dejado en shock, porque realmente era así, el lo veía como “aprovechar oportunidades”, pero ciertamente, no había pensado en el daño que le ocasionaba a su compañero. Solo lo veía, intentando frenar las ganas de abrazarlo al verlo llorando y gritándole tan desesperadamente, pero no pudo hacer o decir nada. Onodera suspiró, se había parado a si mismo antes de decir algo de lo que pudiera arrepentirse. Apretando los puños tomó fuerza para seguir caminando, golpeando y empujando a Takano con su hombro para abrirse paso. Takano sintió que el aire se le iba, inhalando entrecortada mente una bocanada de aire sin ser capaz de ver a Onodera a la cara, él mismo había provocado aquello por un berrinche estúpido, por haberse sentido molesto con Onodera por el simple hecho de no recordar la noche anterior, por los celos que sintió al verlo besarse con su amiga y ser incrementados al él mismo provocar que estuviera todo el tiempo con su amigo, se odiaba en serio.

⁃ Ejem …

Un carraspeo de garganta lo hizo volver a la realidad, al levantar la mirada de topó con dos pares de ojos azules viéndolo, entre incómodos y curiosos.

⁃ Deberías ir tras él, si sigue aquí, es por algo

⁃ Y si tú reaccionaste así también es por algo, ¿sabes por qué?

Habló primero Víctor, siendo seguido por Yuri, había olvidado por completo que ambos estaban ahí, pero por algo pasaban las cosas y se sentía agradecido, pues solo siendo cuestionado por alguien mas iba a aceptar la respuesta con todas sus letras, Onodera le gustaba. Una lluvia de disparos se escuchó caer desde el piso de arriba, alarmando a los tres en el lugar.

⁃ Es hora de salvar a la princesa, ¡vamos! ¡corre!

Sonriéndole a Víctor por su comentario, Takano corrió rumbo a las escaleras, debía disculparse y ayudarlo en cuanto antes, pero como era de esperarse, al llegar al último piso encontró a todos muertos. La sangre de los cuerpos estaba salpicando las paredes y encharcándose en el suelo, no dudaba ni un minuto en que había sido obra completa de su compañero, si se paraba a pensar un momento, era realmente espeluznante pensar en cómo ese pequeño chico que apenas entraba a dos 20’s podía asesinar de manera tan sádica y sin mayor problema, podría matarlo en cualquier momento sin problemas y eso lo hizo temblar en un escalofrío, si que no había sido muy inteligente en su actuar. Recorrió todo el pasillo siguiendo el rastro de sangre, que daba hasta una puerta al final del pasillo, al llegar se encontró dentro de una enorme habitación llena de computadoras, con un enorme ventanal al fondo que dejaba ver todo el escenario invernal del exterior. Al rededor todos estaban inertes en sus asientos, y en medio del pasillo principal, Justo frente a él y remarcando su silueta por la luz que entraba por el ventanal estaba él, Onodera, inmóvil mirando hacia el frente de donde estaba parado, hacia el lado izquierdo de la sala. El verlo en ese estado de shock alteró a Takano en sobremanera, quien corrió hasta él sacudiéndolo.

⁃ ¡Onodera! ¡¿Estas bien?! ¿Que pasó?

Lentamente Onodera volteó a verlo, aún se veían sus ojos ligeramente irritados por el llanto previo, pero ya no había rastro de las lágrimas. A pesar de mantener su cara de miedo le habló con toda la calma del mundo.

⁃ … ¿cuantas personas castañas y de ojos verdes podría haber en Japón?

Takano lo miró confundido, ¿que clase de pregunta era esa? Al llevar la mirada hasta donde Onodera veía hace un momento comprendió todo, siendo consumido por el miedo que le provocó ver lo que estaba viendo, no lo podía creer.

Notas finales:

CAMEOOOO como siempre me gusta XD no hay que dejar a las buenas costumbres morir, espero leernos pronto ;)


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