Capítulo 9
⁃ ... ¿tus novias?
⁃ Por supuesto que no, ¿por quien me tomas?, son unas amigas ...
Estaban a menos de dos metros de distancia, viéndose, sin atreverse a decir nada más, pero alguno debía ceder.
⁃ Takano yo ...
⁃ Onodera yo ...
Dijeron al unísono, y luego ambos rieron nerviosamente.
⁃ P-puedes hablar tú primero
Cedió Takano, provocando una tímida sonrisa en Ritsu.
⁃ B-Bueno yo ... q-quería pedirte perdón, por lo que hice. No te lo dije antes pero, todo lo que dijiste sobre mi es verdad, soy torpe y necio, un poco ególatra y muy impulsivo. Actúe mal, y puse tu vida en peligro ... de verdad lo siento mucho. P-pero también, hay cosas que no conoces sobre mi que deberías tomar en cuenta antes de insultarme.
La actitud tímida cambio de repente a una más segura.
⁃ Y-yo nunca he sido bueno tratando a las personas, no se hacerlo porque no he podido convivir con casi nadie a lo largo de mi vida, así que si muestro actitudes extrañas o incorrectas, me gustaría que me ayudaras a corregirlas. Y por último, y quiero que lo tomes lo mejor posible, yo hice todo lo que pensé que sería útil para estar a tu altura, ser un recién graduado y estar con un agente de rango alto te presiona, hice lo que creí que era correcto, pero me equivoqué
La mirada de Onodera bajaba mientras más hablaba, clavándose completamente en el suelo apenado, nunca había hecho algo como eso, pero no le resultó del todo difícil. Su mirada regresó a su compañero cuando sintió la mano de este posarse en uno de sus hombros.
⁃ Ahora escúchame tú a mi. Perdóname, por lo que te dije y por como te traté, la realidad es que me rehusaba al cambio, y de alguna forma tenía miedo por como iba a tener que lidiar con todo lo nuevo, por lo mismo no tuve la mejor actitud hacia ti. Lo qué pasó no fue solo tú culpa, también fue mía.
Ritsu sonrió aliviado.
⁃ Entonces estamos a mano
⁃ Así es, creo que el problema fue que ni siquiera intentamos conocernos bien el primero día, fallamos nuestra primera misión, ¿te gustaría intentar completarla?
Takano sonreía de forma sincera , aunque internamente estaba muy nervioso, pues nunca se había comportado de tal manera con alguien. Aún seguía sin confiar en él, pero mucho más importante, no sabía cómo reaccionaría ante sus acciones, era como caminar a través de un campo minado.
⁃ Por supuesto
Los ojos brillantes y la amplia sonrisa que Ritsu le dedicó fueron suficientes para que Masamune se relajara por completo.
⁃ Bueno, ya que aceptaste y ya conoces mi casa, es momento de que me dejes conocer la tuya.
Takano cruzó sus brazos con esa sonrisa socarrona, le daba curiosidad ver cómo sería la casa de alguien que siempre se vestía tan gótico y punk, quizá tendría posters de bandas de rock pegadas en las paredes y todo desordenado. La cara de Onodera se encendió en rojo sorprendiendo a Takano, quien nunca había visto a nadie ponerse de tal color.
⁃ ¡C-claro claro! Pasa
Dio unos cuantos pasos hacia atrás y abrió la puerta de su departamento, dejando pasar a su compañero primero y cerrando la puerta, mientras Takano se quitaba los zapatos y el saco, Onodera corrió hacia la sala para acomodar lo más rápido posible los sillones que había movido antes con sus amigas. Takano lo vio hacer aquello un poco extrañado, pero más entraña era la casa del castaño. El color de las paredes era un lindo amarillo claro, con molduras en blanco. Los muebles eran antiguos pero en muy buen estado, quizá los había comprado en bazares o tiendas de segunda mano, pero debía decir que eran muy sofisticados y de muy buen gusto, hacían que el lugar se viera bohemio y vintage, y la decoración ayudaban a aquello. Había muchas plantas, en floreros, macetas grandes, pequeñas, unas caían con elegancia por el mueble de la televisión a modo de lluvia, una palmera de interiores se encontraba en la esquina entre los dos sillones de la sala, y el gran mueble que estaba en el recibidor, donde estaba el teléfono y un lindo espejo, estaba lleno de macetas con diferentes tipos de flores pequeñas. Sobre el espejo una guía de luces led en pequeños focos amarillos, y ese enorme tocadiscos eran el toque final. Pero claro, no debía dejar de lado ese enorme librero al final de la sala lleno de hermosos libros antiguos.
⁃ ¿Q-quieres tomar algo?
⁃ Si tienes café sería perfecto
⁃ ¡C-claro!
Onodera corrió hacia la cocina a encender la cafetera mientras Takano escrutaba cada rincón de la casa completamente sorprendido. Luego siguió al castaño hasta la cocina, sorprendiéndose aún más al ver que también esta tenía esa vista antigua en los gabinetes de color azul cobalto y encimeras blancas. Los bancos altos de la barra desayunadora eran de madera, encajando a la perfección con el estilo, y pensar que él seguía conservando los que ya estaban en el departamento cuando llegó. La barra era la que dividía la cocina del comedor, Takano apenas tenía una pequeña mesa redonda con un par de sillas, siempre que lo visitaban sus amigos se mantenían en la sala, por lo que no era necesario tener más sillas. En cambio Onodera tenía un hermoso comedor de seis sillas con una maceta de forma extraña en el centro llena de tulipanes, obviamente el comedor también tenía esa vista antigua, y para variar, más palmeras en las esquinas.
Onodera miraba a su compañero con extraseña mientras el otro miraba fascinado todo lo demás, pero no dijo nada, solo lo dejó ser. La mirada de Takano viajaba por todos lados de forma general hasta que llegó a la puerta corrediza del balcón, caminó lentamente hacia ella y la abrió. Era como entrar a un pequeño paraíso, Ritsu tenía de todo ahí, diferentes especies de cactus, macetas colgantes con diferentes guías que caían de ellas, más palmeras, muchas flores, hiervas aromáticas y especias para cocinar. Y ahí en medio, recargado en el vidrio de la ventana mirando hacia la cuidad, un lindo columpio de jardín con suficiente espacio para tres personas. No lo pensó ni dos veces para sentarse, era hermoso, se veía el lindo paisaje de cuidad con esos edificios de lujo de una zona exclusiva de Japón, en medio de estos la enorme avenida con ese bello corredor lleno de árboles de cerezo por el cual le gustaba pasear en primavera, y aún se podía ver desde ahí al lado derecho una parte del parque que estaba a un lado del edificio. Era un lugar mágico sin duda.
⁃ ¿Aquí afuera?
Llegó Onodera al balcón con dos tazas en la mano, mirándolo algo sorprendido.
⁃ Sip, aquí afuera, tienes este lugar bastante lindo
⁃ Gracias, me esfuerzo mucho
Onodera le dio una de las tazas a Takano, y se sentó en uno de los extremos del columpio, lo más alejado posible que pudiera del otro.
⁃ Vaya que te gustan las plantas
⁃ S-si, algo así
⁃ ¿Y por qué?
⁃ Bueno ... todo empezó con un cactus
⁃ ¿Con cuál?
⁃ ... murió
Takano soltó una carcajada acercándose un poco más a su compañero.
⁃ ¿Hablas en serio? ¡¿Como es que mataste a un cactus?!
⁃ ¡Lo sé! ... lo compré porque todos me decían que no podía cuidar de mi mismo cuando tenía alrededor de quince años, que moriría solo en mi departamento muy joven, así que hice una apuesta con una amiga, cuidaría una planta demostrando que podía cuidarme de mi mismo y de los demás, escogí un cactus porque no necesitaba mucho cuidado ni agua, y aún así lo maté. La vergüenza y decepción fue tal que no me rendí, conseguí cinco canctus, pero se veía muy desértico y no me gustaba, así que de a poco fui trayendo palmeras, arbustos, plantas acuática y luego fui subiendo la apuesta con flores y hierbas delicadas que necesitan más cuidado, cuando menos lo esperé ya tenía esto hecho una selva, les tomé mucho cariño, el saber que están vivas, y que dependen de mi para continuar viviendo me hace sentir útil, es algo bastante personal.
Ritsu no se atrevió a mirar a su compañero, escondiéndose en el sorbo que tomaba de la taza de café. Takano lo veía de verdad sorprendido, y luego volvió a mirar el lindo paisaje. A pesar de que su propio balcón estaba algunos metros a la derecha nunca había visto semejante lugar, quizá era porque llevaba meses sin poner un pie ahí, debería limpiarlo cuando volviera a casa, seguramente estaría cubierto de polvo rezagado.
⁃ No me lo hubiera imaginado ... je, es gracioso que la imagen que tengo de ti haya cambiado tanto en tan poco tiempo.
⁃ ¿A si? ¿C-como imaginabas que era?
⁃ Cuando solo eras mi vecino pensaba que eras un universitario ñoño, de esos que al único lugar al que salen es a la biblioteca. Cuando te convertiste en mi compañero pensé que eras un rockero malgeniudo, y ahora después de ver esto ... no sé qué pensar la verdad, me tomaste por sorpresa. Por cierto, tu casa es muy linda, acogedora.
⁃ Gracias, me gustan las cosas antiguas
⁃ Pude darme cuenta de eso
Ambos se quedaron en silencio durante prolongados segundos. No sabían si aquello era incómodo o no, más bien era inusual. Como Takano vio que el otro no tenía intenciones de decir nada, pensó en seguir las riendas de la conversación.
⁃ ¿Y en que carrera te graduaste en la academia?
Al prepararse como espías también se les daba la oportunidad de estudiar una carrera universitaria, eso sí, si eras capaz de cumplir con todo lo que ello implicaba. Y podían graduarse de forma simultánea.
⁃ Literatura, ¿y tú?
Takano lo miró por un momento, al parecer tenían más cosas en común que las que pensó al principio.
⁃ También
⁃ ¿En serio? No bromees Takano
⁃ No lo hago, no tendría razón
⁃ por Dios, nunca pensé que fueras de los que leyera
⁃ ¿Por qué?
⁃ Te vez como el típico estereotipo de hombre heterosexual, en plan, “unga unga soy un hombre y puedo con todo, testosterona unga unga”
Onodera se deba golpecitos en el pecho intentando dramatizar mientras lo decía, y cuando terminó fue sorprendido por un golpe en la nuca por parte de su compañero, provocándole reír fuertemente.
⁃ Que idiota eres Onodera, ¿en serio me veo así?
⁃ Aunque no quieras creerme, bien podrías caminar por la avenida de espaldas y sabría que eres tú desde aquí, por esa forma fuerte y petulante que tienes para caminar, como diciendo “mírenme soy un macho alfa” Llamas mucho la atención
⁃ ¿Y que acaso tú no haces exactamente lo mismo?
⁃ Noup, yo solo llamo la atención cuando quiero hacerlo, la mayoría del tiempo soy bastante discreto, no me notarias aunque tuviera puesto el perfume más fuerte en el mundo.
Onodera cruzó las piernas mientras tomaba su café con esa aura de altanería que no tenía que fingir del todo, le salía bastante natural. Rodando los ojos Takano decidió cambiar de tema.
⁃ Como sea ... ¿cual es tu cumpleaños?
⁃ El 27 de Marzo
⁃ ¿El día del marimo?
⁃ ... noooo?
Onodera se contuvo la risa viendo a Takano con una expresión de extrañeza mientras intentaba ordenar las fechas cívicas en su mente.
⁃ ¡A es el día de los cerezos! Perdón perdón me confundí, así que eres un niño cerezo, si lo piensas el color rosa si te queda bien
Onodera lo golpeó ligeramente en el brazo con el puño.
⁃ ¿Y tu cumpleaños cuando es?
⁃ El 24 de diciembre
⁃ ¡Oh mira un niño noche buena! Que bonito regalo le diste a tu mamá, aunque creo no fue muy grato estar en el hospital en lugar de la cena, que inoportuno eres Takano
⁃ ¡Oye! No bromees conmigo
⁃ Tú empezaste
Ambos rieron mientras miraban el paisaje del atardecer.
⁃ 24 y 27 ...
⁃ ¿Que dices?
⁃ ... ¿tienes 21 años no? Cuando yo cumpla 27 tú tendrás 24, nuestras fechas de cumpleaños cambiadas, no lo sé solo, me pareció curioso
⁃ Vaya, ya serás muy viejo para entonces
⁃ Solo soy dos años y tres meses mayor, tú no te quedas muy atrás, aunque si en estatura
⁃ ¡No soy tan enano! Mido 1.75, es una altura promedio, ¡tú eres muy alto! ... ¿cuanto medías?
⁃ 1.84
⁃ ¡Ni siquiera es tanto! ¡Solo son 9 centímetros más!
Un viento gélido hizo que Takano no tuviera tiempo para contestar, era tan frío que podía sentirse hasta en los huesos, después de todo el clima del verano comenzaba a quedar atrás a mediados de Septiembre, acercándose cada vez más al otoño.
⁃ ¿P-por que no entramos? Allá si hay calefacción, aquí nos vamos a congelar
⁃ Te sigo entonces, Onodera
Entraron uno detrás del otro, siendo Takano el último y el que se encargó de cerrar la puerta.
⁃ ¿Quieres más café?
⁃ Por favor
Sus manos se rozaron ligeramente cuando Onodera tomó la taza del pelinegro, un pequeño roce, algo insignificante, pero que provocó en ambos un extraño e inusual escalofrío, escalofrío que ambos prefirieron ignorar.
⁃ P-puedes ir a la sala y prender la tele si quieres, n-no me gusta el silencio ...
⁃ ... De acuerdo, lo que tú digas
Takano caminó hacia la sala para hacer justo lo que el anfitrión había pedido, seguía pensando que Onodera era alguien extraño, quizá con muchas cosas que ocultar, y no estaba muy seguro de si sería capaz o no de exponerlo. Prendió la televisión importándole poco, al parecer estaba el noticiero, así que no hizo por cambiarle. Se sentó en el sillón de tres plazas y no pasó mucho para que Onodera llegara y le entregara de nuevo su taza llena.
⁃ Quiero hacerte una pregunta y quiero que me digas la verdad
⁃ ... okay, adelante
Onodera se sentó en el sillón de dos plazas, aunque más que sentarse estaba en cuclillas en él, abrazando sus piernas con el brazo libre.
⁃ Dijiste que no se te da el trato con la gente porque no has convivido con muchas personas, ¿que a caso no fuiste a la escuela?
Dijo aún con el característico tono burlón con el que habían hablado hasta el momento, pero la respuesta que le dio Onodera la expresó con total seriedad.
⁃ No, fui educado en casa
⁃ Oh ... ¿p-por que?
⁃ Descubrí un pasadizo secreto en mi casa que me llevaba a la oficina secreta de mi padre, y leí muchos papeles que no debía, apenas iba a ingresar a la primaria. Me condené a mi mismo a seguir con el legado de mi padre, y de mi abuelo y tatarabuelo, mi familia ha sido parte de esto desde antes incluso de que la corporación tuviera nombre, no podían arriesgarse a que un niño de seis años dijera algo comprometedor, y no confiaban en el mundo para dejar a un niño en una escuela con información gubernamental incrustada en su cerebro, era peligroso para todos, y no solo yo, una de las chicas que viste hoy salir estaba conmigo, solo nos tuvimos el uno al otro desde entonces
Takano se quedó un momento sin palabras, viendo a la nada intentando contestar a toda la información que se le acababa de dar. Pensar en un niño pequeño ser obligado a hacer algo y aislarse de los demás era bastante triste.
⁃ Oh ... y tú, ¿no querías ser espía?
⁃ No tenía opción, y mis padres se rehusaron a que me borraran la memoria porque, bueno, ellos si querían que siguiera en esto, y pensaron que mientras más pronto mejor
⁃ Pero si hubieras tenido la oportunidad de elegir, ¿que habrías hecho?
⁃ ... ir por una vida normal tal vez, n-no lo sé solo, es una pregunta difícil
Acarició sus piernas con el mismo brazo que las mantenía unidas, aún pensando en la respuesta a esa pregunta.
⁃ Sabes, mis padres se conocieron en el trabajo, ella en el área de archivos, y con solo verse se enamoraron, o bueno eso es lo que me cuentan. Cuando era adolescente pensaba cosas raras, mi madre pudo retirarse sin ningún problema cuando quedó embarazada de mi, y la envidiaba, aveces en la noche cuando iba a dormir pedía llorando ser parte de un experimento que cambiara algo de mi para que no tuviera que seguir con eso, incluso le reclamé a dios quejándome de no haber nacido mujer, pensaba que mi vida hubiera sido más fácil así, y hubiera tenido más oportunidad de elegir, o mínimo enamorarme y retirarme pronto, porque no me gustaba la idea de matar personas. Claro esas solo eran ideas de un tonto niño de 14 años, ya ahora no me importa ni molesta, pero puedes usar esa información para burlarte de mi cuando quieras
Takano se mantuvo de nuevo en silencio, viéndolo sorprendido por su declaración, era gracioso si, pero era entendible.
⁃ Yo creo que estabas en tu derecho de quejarte, y si no eras feliz, creo que era normal ... comprensible querer cambiar.
Onodera también lo miró sorprendido, pues no esperaba una respuesta como esa de su parte. Takano se había perdido en sus pensamientos de nuevo, mirando la pequeña mesa de centro de patas talladas, levantó la mirada y sin vacilar continuó.
⁃ Hubieras sido una chica muy linda
Onodera abrió los ojos gigantes, encendiendo su rostro de nuevo en color carmesí mientras reía ligeramente.
⁃ Bueno, es lo más amable que me has dicho hasta ahora, así que supongo que gracias, pero nunca lo sabremos
⁃ Gracias a Dios, si hubieras sido una chica me hubieras metido en muchos problemas desde hace mucho
⁃ Jejeje, por Dios Takano cállate
Las risas de ambos fueron opacadas por un nombre que pareció rebotar en toda la habitación, llevando toda su atención a la mujer que conducía el noticiero.
⁃ “A todos nos tomó por sorpresa, pero oficialmente el multimillonario empresario Ryuichi Asami se ha postulado como candidato a gobernador de Tokio, lo más sorprendente de todo es que el Consejero Nishimura Ino ha declarado apoyarlo completamente, insulso hay rumores que apuntan a que su campaña está respaldada y apoyada por el primer ministro de Japón.”
Unas tomas de video aparecieron en la pantalla, en donde el consejero y Asami estrechaban amistosamente las mano, eran lo opuesto en todos los sentidos, Asami era alto, fornido y con una belleza joven natural, el consejero era bajo, gordo y llegando ya a sus 50’s. Ninguno de los dos en la sala podía quitar la vista de la pantalla.
⁃ Es él... ese sujeto, estaba con Asami en el video ...
Lentamente se miraron el uno al otro, comenzando a entrar en pánico.