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Amor Secreto por Angie404

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Notas del capitulo:

IIIIIIH esta vez si me pasé de lanza con las actualizacione, perdón :( no voy a poner excusas, pero si o si está historia se acaba acabando el años, así que actualización doble :3 disfruten 

Capítulo 29

La luz comenzaba a dolerle en los ojos, y no solo eran sus ojos los que le dolía, sentía que todo le pesaba, como si hubiera corrido un maratón. Pero al mismo tiempo se sentía relajado, como si su cuerpo flotara, como si todo el peso de sus hombros hubiera desaparecido. Dio la vuelta acomodándose en la cama, dándole la espalda a la ventana para seguir durmiendo. De manera distante, y sin poder descifrar si era o no un sueño escuchó una risa, divertida y amigable, después distinguió unos pasos que se acercaban hacia él, para finalizar con un pequeño golpe en su frente, de esos que se hacen al ejercer presión del dedo índice con el pulgar, y luego una voz que le provocó un agradable escalofrío.

⁃ Ya despierta dormilón, solo faltas tú para marcharnos

Onodera se quejó al dar vuelta de nuevo en la cama, la luz del día era ya más intensa, pero él quería seguir durmiendo de verdad. Cuando Takano vio aquello no se lo pensó dos veces para comenzar a sacudirlo divirtiéndose por la situación, pero casi en cuanto comenzó fue detenido abruptamente por Onodera sentándose en la cama. Hubiera hecho más, pero el movimiento tan errático de su parte lo había mareado por completo, y lo único que pudo hacer fue mantenerse en esa posición con los ojos cerrados, intentando desaparecer aquella fea sensación. Se había sobresaltado de tal manera al sentir las manos de Takano sobre él, sobre su piel, como si no tuviera ropa que lo protegiera, y al abrir los ojos en efecto se encontró con él mismo desnudo, cubierto con la sabana del hotel, y no lo podía creer. Takano solo observaba atentamente lo que pasaba, extrañándose un poco cuando su compañero simplemente se quedó congelado, viendo directamente hacia sus piernas.

⁃ … oye, ¿estás bien?

Takano puso su mano sobre la espalda desnuda de Onodera, aquel contacto fue suficiente para traerlo de nuevo al mundo real, pues le había provocado un escalofrío que lo obligó a arquear ligeramente su espalda en una sacudida.

⁃ ¡S-si! P-persóname, y-y perdóname por lo que probablemente viste anoche

Onodera estaba nervioso y completamente rojo, buscando con la mirada su ropa por la habitación intentando ignorar a Takano en cuclillas bastante cerca de él, al pie de la cama. Por su parte Takano estaba confundido con aquella declaración.

⁃ ¿Por lo que vi anoche?

⁃ S-si, tengo la costumbre de sacarme la ropa cuando me emborracho jajajaja

La risa nerviosa de Onodera le hubiera parecido graciosa en otra situación, pero ni siquiera pudo ponerle total atención, lentamente Takano se levantó y retrocedió algunos pasos hacia atrás.

⁃ … ¿no recuerdas nada de lo de anoche?

⁃ m-me temo que no, suele pasarme cuando bebo … ¿p-porque? ¿Hi-ice algo vergonzoso?

Onodera se había atrevido al fin ver a la cara a Takano, pero solo pudo encontrar su mirada ausente, perdida en algún punto del suelo con una mirada extraña que no sabía cómo describir

⁃ … No. No hiciste nada vergonzoso, creo que yo si lo hice.

Takano dio media vuelta rumbo a la puerta, y Onodera no había entendido muy bien lo que había dicho, ¿a que se refería? Además, su voz había cambiado, le había hablado de forma cortante y distante, y eso lo confundió aún más.

⁃ Te recomiendo tomar una ducha, a ver si así recuerdas lo qué pasó. Pero rápido que no tenemos todo el día

Y salió de la habitación azotando la puerta. Onodera se quedó en la misma posición algunos segundos, intentando averiguar por qué el semblante de su pareja había cambiado de amable a agresivo en tan pocos segundos, su mirada dulce se había endurecido de repente, ¿abría sido por algo qué pasó y no recordaba? Pensó en que quizá la ducha le aclararía un poco la memoria, así que obedeciendo a su compañero decidió salir de la cama. En cuanto se puso de pie sintió sus rodillas temblar y desestabilizarlo, sin darle tiempo a pensar cayó de rodillas al suelo, estando ahí sintió esa extraña punzada instalarse en la parte baja de su cadera, aquella que solo había sentido en dos ocasiones en su vida, y entonces entró en pánico. Se levantó a toda velocidad del suelo o corrió directo al baño, no sin antes percatarse de algunas de sus prendas tiradas bastante cerca.

Cerró la puerta de un golpe y se aseguró de ponerle seguro. Temeroso dirigió su vista hacia el espejo sobre el lavabo, al cual se acercó lentamente. Pudo ver marcas en su cuerpo de todo tipo cubriendo su pecho, abdomen, brazos y hombros, le dio miedo ver más abajo, pero al menos no había ninguna en algún lugar visible, había sido cuidadoso en eso. Tocó delicadamente una de las marcas, no dolía nada, pero si pudo sentir un escalofrío por su propio roce, su piel seguía sensible, por eso había sito tan receptivo con la palmada y sacudida de Takano. Estando parado ahí pudo darse por fin cuenta de otro detalle, algo biscoso bajaba lentamente de entre sus piernas. Cerró los ojos fuertemente mientras apretaba los labios, sabía bien que era aquello, y por consecuencia a que se debía. Ya no había otra duda, había tenido sexo la noche anterior, y muy probablemente con su pareja de nuevo ¿Aquella era la razón de su enojo? ¿Lo habría obligado a hacerlo en contra de su voluntad? Comenzaba a entrar en pánico.

De la forma más rápida que pudo y sin pensar mucho en el asunto tomó un baño, salió y rápido buscó un cambio de ropa limpio en su maleta, no quería que Takano lo encontrara de nuevo en esa situación, realmente ahora si que no sabía cómo verlo a la cara, y aunque intentaba no pensar en eso se ponía cada vez más nervios. Buscó por todo el cuarto alguna prenda que le perteneciera, cuando se aseguró que no quedaba nada lo colocó en otro compartimento de la maleta, se aseguró de no dejar nada más y se apresuró a dejar la habitación. Antes de salir le dio un vistazo al lugar, la cama de Takano estaba impecable, como si nunca la hubieran tocado, en cambio la suya estaba hecha un desastre, ni siquiera tenía el cubrecamas ya, y seguramente estaba asquerosa. Ya sabía donde había sido la escena del crimen. Ya era suficiente, abrió la puerta intentando escapar pero para su desgracias se topó de frente con su asesino, o su víctima, realmente no lo tenía muy claro.

⁃ ¿Pudiste recordar algo?

Takano lo veía directamente a los ojos de forma intensa, incluso podían parecer de un color más oscuro, aquello hizo estremecer a Onodera, quien solo atinó a bajar la mirada.

⁃ P-pude deducir algo …

⁃ … Bien.

Takano dio media vuelta y se alejó por el pasillo del hotel, dejándolo completamente atrás. Onodera supuso que el tema no se volvería a tocar, tal como lo habían hecho antes, así que no tuvo más remedio que ignorar todo y avanzar sólo hacia la recepción, ya comenzaba a acostumbrarse a eso, pero debía admitir que era una pena absoluta que no pudiera recordar nada, le hubiera encantado conservar ese recuerdo. Al llegar a recepción no encontró a nadie, así que decidió seguir su camino hasta la calle. Fuera del hotel estaban todos, incluido los agentes que les habían ayudado en Alemania y Francia, no eran exactamente agentes de un país y otro, eran más bien una alianza europea (que no incluía a Rusia) y habían personas que ni siquiera eran europeas, como el agente Levi y la agente Mikasa, quienes eran de ascendencia asiática, pero ninguno había dudado en ayudar cuando se les notificaron los problemas. Onodera se acercó al grupo, un poco cohibido, y fue recibido en poco tiempo por su incondicional amiga An.

⁃ ¡Ritchan! Ven, tus cosas van en esta camioneta, solo faltabas tú jeje

Mencionó An mientas emprendía el camino hacia la camioneta indicada, Ritsu solo se limitó a seguirla sin pensarlo demasiado.

⁃ Perdón, bebí mucho anoche y caí muerto

⁃ Si lo supuse, por cierto, ayer me besaste frente a todos, creí que debías saberlo

Onodera paró en seco al escuchar aquello, además de tener sexo con Takano se había atrevido a besar a su amiga frente a todos. Tenía que alejarse de la bebida por un buen tiempo.

⁃ Perdón An, se como te hace sentir …

⁃ Tranquilo, yo también estaba demasiado ebria, es la magia del alcohol supongo

⁃ Supongo …

Al subir sus cosas a la camioneta le era imposible no mirar hacia donde estaba Takano, quien platicaba amenamente con los agentes Levi y Eren, camuflando muy bien el humor que él sabía realmente tenía. Cuando todo estuvo listo se despidieron de los agentes de la división europea y se dividieron en diversas camionetas negras, algunos volverían a Japón y otros continuarían con la misión.

An, Saeki, Yuu, Mino, Hatori, Chiaki, Kisa y Yukina eran los que habían terminado con su labor en aquel continente y debían volver, pero Kisa no estaba muy de acuerdo con esa idea. Iba en una camioneta acompañado de su pareja, Chiaki y Tori, en el volante y de copiloto iban Eren y Mikasa, quienes los escoltarían a la base donde tomarían el jet. Kisa pensaba en silencio, miraba a todos lados y pensaba en algún plan para continuar con la aventura.

⁃ ¿Sucede algo Kisa-san?

Llamó Yukina sacándolo de sus pensamientos.

⁃ Nada nada, solo me hubiera gustado continuar con la fiesta, ¿que dices cariño?

Yukina lo pensó un momento en silencio, luego miró a Kisa divertido. Sabía lo que quería decir y estaba completamente de acuerdo. Kisa se paró de su asiento recargando sus codos en el respaldo para dirigirse a Chiaki y Hatori

⁃ ¿Les gustaría desobedecer algunas órdenes?

Ambos miraron a Kisa sorprendidos, después de miraron entre ellos y sonrieron.

⁃ Creo que nos gustaría, si

Los cuatro dirigieron la mirada a sus escoltas, quienes los vieron de reojo y luego se vieron entre ellos.

⁃ … No hagan algo de lo que pueden arrepentirse después.

Dijo Eren algunos segundos antes de que “el caos” comenzara.

 

 

Notas finales:

Nos vemos en el siguiente capituloooo 

 


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