Han pasado 17 días desde que Morinaga no ha regresado a su departamento, Souchi sin esperanzas de encontrarlo va nuevamente para ver si ha regresado y con gran asombro ve que una luz se asoma por la ventana y la silueta de una persona deambula por la casa. Subió corriendo por las escaleras y abrió la puerta de golpe encontrando a Morinaga guardando sus pertenencias en cajas.
― IDIOTA ¿DONDE HAS ESTADO?- grito mientras lo recibía con un buen golpe en la cara.
─ Eres malo Senpai ¿por qué me golpeas así?- chillo mientras se sostenía su mejilla
─ Maldito bastardo, te fuiste y no contestabas mis llamadas, ni siquiera te pusiste en contacto conmigo ni una sola vez
─ Como querías que te contactara, si lo que buscaba era alejarme de ti- sentencio dejándolo en silencio— si permanecía en la universidad en algún momento me iba a cruzar en tu camino, recuérdalo, dijiste que no querías ver mi cara, así que fui a mi ciudad natal para agregar unos asuntos
─ ¡MENTIRA!, llame a tu casa y no te habías contactado con tus padres
― No tengo muy buena relación con ellos por eso no los visite... pero acaso ¿tú conoces a mi familia?- lo miro un poco asombrado
― Eso se puede saber con una pequeña investigación- habló como tratando de quitar importancia a sus palabras― pero no me cambies el tema, ni una llamada, ni un mensaje, nada para saber si te encontrabas bien
― No podía contactarte porque no quería causarte más sentimientos desagradables de los que ya te cause, por eso decidí irme, porque ya no soy capaz de controlarme si permanezco a tu lado.
─ Maldito- apretó los dientes al sentir cierta impotencia─ No juegues conmigo, primero desapareces y luego te ibas a ir sin decir nada, ¿sabes cuantas veces te he venido a buscar?, todos los días para que lo sepas- gruñía enojado- desapareces sin decir una sola palabra, te irías sin decirle a nadie, ¿acaso pensaste que lo aceptaría sin decir ni una sola palabra?- las lágrimas comenzaban a resbalarse por sus mejillas- pensaste... ¿qué yo no sentiría nada?- su rabia lo había enceguecido y no se había dado cuenta de lo que había dicho
― Senpai, ¿tú estabas preocupado por mí?- se lentamente
─ Si, ¿hay algún problema?- un tierno sentimiento iba creciendo en el corazón de Morinaga porque aunque su Senpai no se haya dado cuenta las palabras que decía era porque lo extrañaba y un nuevo sentimiento hacia él iba creciendo en su corazón
─ Discúlpame, te hice llorar- acaricio su mejilla para limpiar sus lágrimas— ¿acaso me extrañaste?
─ ¡CALLATE!, ESO QUISERAS INÚTIL, SOLO ME ESTRESABA AL NO SABER SI ESTABAS BIEN- sin decir una palabra más Morinaga lo abrazo disculpándose por lo que le había hecho pasar y en cuestión de segundos su abrazo fue correspondido. Souchi se abrazó a él, soltó el agarre de su mochila mientras se negaba a soltarlo porque parecía que si lo soltaba volvería a desaparecer.
─ No te vuelvas a ir sin decírmelo o jamás te lo perdonare- parecía más una petición que un regaño.
─ Siento haberte preocupado, no volveré a hacer algo como eso- lo sujeto del mentó y deposito un tierno beso en sus labios y cuando sus manos iban bajando sintió como el peso le iba ganando porque Senpai se estaba desmayando.
― Senpai, Sempai ¿Te encuentras bien?- lo sujeto por la cintura y lo deslizo hasta llegar al suelo
─ Si, es solo que me maree un poco- un dulce aroma se esparcía nuevamente por la habitación, eran sus feromonas que intentaban atraerlo sin que él se diera cuenta.
─ Senpai- lo levanto y lo lleva a la cama para recostarlo, lentamente comenzó a besarlo
─ IDIOTA, ALEJATE DE MI- Intento resistirse sin mucho esfuerzo, sin saber porque lo dejo hacer y deshacer lo que quiera con su cuerpo, mientras su mente trataba de buscar una respuesta solo podía pensar que él era especial.
A la mañana siguiente las cosas parecían normales, las preguntas y respuestas de donde se encontraba y que había hecho durante ese tiempo no dejaban de sonar, aunque las cosas no parecían distintas entre ambos algo muy en el fondo comenzaba a cambiar.
─ Bueno, entonces ahora somos amantes- pregunto Morinaga con una boba sonrisa en el rostro.
─ Pero que demonios, no digas estupideces, yo sigo odiando Alfas, ni creas que va a volver a pasar otra vez, me cogiste con la guardia baja, así que olvídate de todo- muy enojado y exaltado salió del laboratorio dejando al otro completamente soqueado y con tantas dudas que no podía resolver.
─ Entonces, ¿qué fue lo que paso ayer? Y ¿Cuándo volverá a pasar?- se quedó shokeado al ver su reacción, entonces si no son pareja, ni son amantes ¿Qué son? ¿Y por qué sigue odiando a los Alfas? ¿son amigos con derechos? Pero si le decía eso moriría masacrado, lo mejor era esperar.
Los días pasaron hasta convertirse en semanas, ya llevaban mas de 3 semanas juntos pero nada parecía cambiar entre ellos, los insultos, los golpes, los malos tratos y regaños siempre estaban presentes como si nada de lo que habían pasado hubiera sucedido pero algo en cierta persona estaba cambiando.
― ...ai ... mpai ... SEMPAI- hablaba Morinaga un poco asustado porque a pesar de los movimientos bruscos que le daba no se despertaba- ¿Te encuentras bien?- pregunto angustiado.
― ¿Eh?, ah si- se tallaba los ojos para despertar, mientras él le quitaba importancia al asunto su compañero lo miraba preocupado.
― Senpai- llamó su atención― últimamente te has quedado dormido durante las horas de trabajo ¿Acaso no has podido dormir bien? O ¿Hay algo que le preocupa?
― No, durante la noche duermo bastante bien ¿por qué lo preguntas?
― Es que... es raro que te quedes dormido durante las horas de trabajo- tentaba el terreno para poder investigar un poco― además tampoco has querido comer muy bien, te distraes fácilmente y algunas veces te he escuchado vomitar lo poco que comes en el día, siento que algo raro te está pasando, ¿no deberías ir a la enfermería y hacerte una chequeo?
― Eso a ti no te importa, si estoy bien o mal es asunto mío, no tienes porque involucrarte en cosas que no te conciernen, mejor ponte a trabajar y entrégame los informes de los resultados que te pedí hace un momento- Morinaga apretó los labios odiaba que le respondiera de esa manera, aventó los informes a la mesa y lo sujeto de las muñecas para alejarlo del escritorio― Idiota, ¿qué es lo que te pasa? ¿Acaso no ves que estoy trabajando?- grito molesto al ser estampado contra el gabinete
― Escucha lo que dices, deja de ser obstinado, no ves que algo te pasa- lo miro fijamente y deslizo su mano sobre su rostro dejándolo sorprendido y un poco ruborizado― estás pálido y tienes ojeras- con su dedo pulgar acaricio sus labios― tus labios están un poco resecos, estoy... preocupado por ti- toco su frente con la suya y poco a poco se iba acercando hasta casi tocar sus labios pero fue detenido con un contundente golpe.
― Estúpido no hagas eso, ¿Qué no ves que alguien podría vernos?- grito exaltado, cubriéndose el rostro para ocultar su rubor.
─ Senpai entonces... - no iba dejarlo ir tan fácilmente de una u otra manera lo convencería─ ¿no quieres ir a mi departamento?, el trabajo de hoy no ha sido muy pesado y podemos pasar la noche juntos- un sonrojo inundo la cara de Souchi
― ¿QU... QUE TE PASA? Acaso piensas engatusarme nuevamente, ni en tus más profundos sueños volverá a suceder
― Deja de pelear, tu no te das cuenta pero estas esparciendo tus feromonas al igual que aquella vez en mi departamento, me estas incitando a seguir o ¿es que acaso ya no lo recuerdas?- se colocó en medio de sus piernas y encajándose en su cuello comenzó a inhalar la fragante esencia que lo capturaba.
─ Deja de decir estupideces, son alucinaciones tuyas- intento alejarse pero fue sujetado de las muñecas
─ Lo que acabas de decir, no es del todo cierto, tu mismo lo sabes y no quieres ir porque sabes que lo volverás hacer para atraerme, tu aroma empieza a cambiar o es que acaso no te has dado cuenta S e m p a i- susurro a su oído, con esa declaración de guerra sabía que no dudaría en aceptar pero conociendo inventaría una nueva excusa para evadirlo.
― YO NO HICE NADA DE ESO, ALEJATE DE MI, ESTOY BIEN NO NECESITO DE NADI...
― Deja de ser tan testarudo, ¿Qué tal si te pasa algo y no estoy cerca para ayudarte?- gritó exaltado
― NO NECESITO QUE ME AYUDES, YO PUEDO CUIDARME SOLO- grito enojado al mismo tiempo que lo empujaba para librarse de su agarre pero en ese instante un mareo hizo que se tropezara y casi cayera pero a pocos centímetros del estante fue sostenido del brazo por Morinaga.
― ¡SEMPAI!- lo levantó y lo sostuvo por la cintura― ¿lo ves? ¿Qué hubiera pasado si te caes y te lastimas?- lo abrazó con fuerza.
― Lo... lo siento- tartamudo al hablar, al ver que casi se estrellaba con el estante donde guardan los utensilios, se sintió un poco desorientado y correspondió el abrazó.
Sin saber como se recargo en su hombro, el calor de su cuerpo lo tranquilizaba, por primera vez desde aquella vez en su departamento se sentía completo.
― Salgamos un poco antes del trabajo y vayamos al hospital ha que te revise un doctor, ¿qué te parece?- preguntó
― S... Si... - contesto sin pensar- ¿eh? Que diga n...― pero antes de que se pudiera retractar, Morinaga ya estaba llamando por celular.
― Perfecto- hablo emocionado con el celular en la mano― programare una cita para hoy- salío de la habitación como todo un triunfador
― No... yo...tsk- chasqueo la lengua al darse cuenta que lo tomo desprevenido y con la guardia baja, el flujo de la conversación cambio súbitamente de un tema a otro y a otro, al final aquel joven se salió con la suya, no podía evitar que su corazón se acelerara, era verdad, algo estaba pasando en su interior y muy pronto lo descubriría.
/*En la sala del hospital*/ (Kyoko: Parece canción no? Jajajaja)
― Fue una gran ventaja que tuviera algunos conocidos para que nos atendieran rápido ¿no crees Senpai?
― Tsk- el chasquido de la lengua fue el único sonido que se escuchó, no podía creer que hubiera caído en una jugarreta tan estúpida.
― ¿Todavía sigues enojado?, tenía que hacer todos los preparativos antes de que te negaras nuevamente, vamos, quita esa cara Senpai, solo te sacaron un poco de sangre para hacer unos estudios y saber si es anemia lo que tienes- se mecía contento en su silla, después de todo, acompañarlo a una consulta médica lo así sentir feliz aunque sonara como una cosa ridícula.
― Debo estar en fase terminal de una horrible enfermedad para haber caído en una trampa como esa tan fácilmente- gruño molesto
― Tatsumi, Souichi favor de pasar al consultorio 2, ya están listos los resultados de sus estudios; pase, en un momento entrara el doctor- se levantó de su asiento, Morinaga esperaba paciente en el sillón cuando una mirada se cruzó con la suya.
― Muévete, terminemos con esto de una buena vez- dijo malhumorado, después de todo lo único que quería era irse lo antes posible y tampoco estaba dispuesto a sufrir algún interrogatorio después de salir por eso le hablo para que entrará con él y matar dos pájaros de un solo tiro, aunque no se percató lo que significaba esa invitación para Morinaga..
― Si- salto de la silla y se adentró con él al interior.
El doctor entro y con los resultados en mano los miro seriamente.
― Me alegra que entraran ambos, porque a partir de ahora necesitaran apoyarse mutuamente durante los siguientes meses- la seriedad que mostraba el doctor los dejaba desconcertados ¿Acaso Souchi tenía una enfermedad mortal?― Muchas Felicidades van a ser Padres- de su semblante serio cambio a uno sonriente que dejo pasmado a ambos Jóvenes.
― ¿Q... Qué acaba de decir?- dijo atónito con su rostro azul.
― Que esta embarazado señor Souichi- era costumbre que los pacientes que recibían esa noticia se quedaran pasmados, algunos se desmayaban y otros gritaban de alegría después de todo recibir esa noticia alegraba a la mayoría de las parejas y en las que no era planeado había llantos, silencio absoluto o arrepentimientos pero ante cualquiera de las reacciones ya se encontraba preparado pero no imagino que las cosas se tornaran de esa manera.....
― MALDITO BASTARDO, TE ATREVISTE A TOCARME Y NO CONFORME CON ESO ME EMBARAZASTE, TE CASTRARE EN ESTE MISMO MOMENTO- grito rabioso mientras sostenía un bisturí en la mano que le arrebato al doctor.
― Señor Souchi, calmase, no tiene porque reaccionar así y suelte mis instrumentos quirúrgicos por favor- decía tratando de calmar antes de que su consultorio se convirtiera en una escena de crimen
― Senpai, por favor no me hagas nada, no lo sabía, tu nunca me dijiste que eras un Omega- trataba de esconderse detrás el doctor para salvaguardar su vida
― IDIOTAAAA, NO PUDISTE DEJAR TU MALDITO PI&@%# DENTRO DE TUS PANTALONES Y USAR PROTECCIÓN, TENIAS QUE ANUDARME Y EMBARAZARME, ¿ACASO NO ERES CONCIENTE DE LO QUE PUEDE PASAR SI ANUDAS A UNA PERSONA?
― Si lo sé pero no lo pensé en ese momento, no me culpes, no era el único que pensaba que eras un Alfa o un Beta, no estaba preparado y me deje llevar- trataba de defenderse pero sin éxito
― ¿NO PENSASTE? ¿TE DEJASTE LLEVAR? AAAAAAAAAAAAAH CALLATE DE UNA VEZ, MERECES MORIR- se lanzó al ataque pero fue detenido por un par de enfermeros altos y fornidos― NO CREAN QUE ME VAN A DETENER TAN FÁCILMENTE- sonrió maléficamente y en solo unos segundos se liberó; como si fuera un ente maligno salido de una película de terror se lanzó al ataque una vez más.
— NOOOOOOOOOOOOO- Grito Morinaga mientras se cubría con un cojín que encontró— ALGUIEN QUE ME SALVEEEEEEEEEEEEEEEEEE- las plumas salían volando por toda la habitación mientras una escena de terror se desarrollaba en el consultorio.
Unas horas mas tardes un calmado Souchi se encontraba en la sala de espera custodiado por un par de policías y un par de enfermeros, todos ellos con arañones, mordidas y cortadas en su cuerpo; y en la recepción un Morinaga vendado y con curaciones se disculpaba con el resto del personal médico.
Morinaga respiro profundo, con la mirada agachada dio media vuelta, para encarar a la persona que lo esperaba en la estancia. Había cometido un gran error, lo miro detenidamente y este solo desvió la mirada completamente enojado, aunque se sentía muy feliz, ahora tendría que enfrentar una difícil prueba y en esta ocasión no podía aceptar la derrota, tenía que ser valiente para enfrentar todos los problemas que se avecinaban y la prueba más difícil seria que Senpai correspondiera sus sentimientos.