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¿Cuándo me enamore de Ti? por Kyoko skipbeat

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Los dos chicos se quedaron solos, se sentaron en el suelo mirando a las estrellas, ahora era el turno de ambos para hablar y aclarar sus sentimientos.

― Yo...

― Vámonos- interrumpió Rukawa― mis papás nos esperan en casa y allá podremos hablar- Sakuragi asintió y se levantó del suelo, fueron a los vestidores para cambiarse y cuando terminaron emprendieron la caminata hacia la casa del pelinegro.

Rukawa iba al frente y Sakuragi un par de pasos más atrás, la distancia entre ambos no era mucha pero parecía que un muro se estaba formando por el silencio. Rukawa paró un momento giró su cuerpo y estiro su mano hacia atrás indicándole que la tomara, con un poco de duda en sus acciones estiro su mano hasta sujetar la de su compañero pero este la apretó y lo jaló para que caminara a su lado y a pesar de la silenciosa caminata podía sentir el dulce calor que comenzaba en su mano y se extendía por todo su cuerpo.

Este recorrido ya lo había hecho muchas veces pero al estar enfrente de la entrar titubeo por un momento pero el pelinegro lo sujeto con más fuerza dándole la confianza para entrar.

― Hola hijo- una dulce voz que reconoció al instante saludaba a Rukawa― que bueno que hayas llegado, ve a cambiarte, la cena está casi lista- dijo animadamente, era sorprendente su carácter porque a pesar de ser la madre de Rukawa su personalidad era completamente diferente. La mujer se asomó a la entrada y diviso una cabellera roja que conocía muy bien― ¡Sakuragi!- su rostro se ilumino― que bueno que viniste hoy, pensé que no nos íbamos a poder despedir.

― Hola señora- dio una ligera sonrisa― tenía unos asuntos que atender con unos amigos y hasta hoy los termine

― Que bueno, Rukawa ya nos lo había comentado- Sakuragi dejo de reír y se sorprendió, al parecer el había dado la misma respuesta que Rukawa le había dicho a sus padres.

― Suban a cambiarse y bajen a comer

― No se preocupe, la verdad no quiero ser una molestia y que prepare un plato para mí- dijo un poco apenado

― No te preocupes, tu plato se ha servido cada día- sonrío― no sabíamos cuando ibas a venir así que lo preparamos diario

― Señora- Sakuragi derramo una lágrima, no esperaba que hubiera un lugar en el cual día a día lo esperaba. La mamá de Rukawa se acercó, acaricio su mejilla y con el pulgar limpio la gotita que escurría

― Descuida, aquí siempre habrá un lugar para ti- se apartó y le hizo una señal a su hijo para que continuaran.

Ambos subieron las escaleras, había pasado un tiempo desde la última vez que estuvo en esa habitación, dio una ligera sonrisa al recordar las cosas que había vivido en ese pequeño cuarto.

― Toma- le entrego un cambio de ropa― tomemos una ducha, nos están esperando- Sakuragi miro las prendas y se dio cuenta que era su ropa, al dirigir su mirada a su alrededor noto como sus pertenencias ya tenían un lugar asignado. En el closet un cajón con ropa y algunas prendas colgadas, en el baño su cepillo de dientes junto a su vaso, en el escritorio una segunda silla y en la cama una almohada.

Sin darse cuenta ese lugar se había convertido en su hogar y nuevamente un dulce cosquilleo se extendió por todo su cuerpo.

Se dirigieron al baño despojándose de sus ropas a la entrada y ambos entraron a la regadera. El agua era tibia y relajante, Rukawa tomo un poco de Shampoo y coloco sus manos en la cabeza del pelirrojo dando un ligero masaje para lavar su cabello.

El sonrojo en su rostro era notable, por primera vez veía el rostro de Rukawa con detenimiento. Su piel blanca contrastaba con su ojos negro azulado, su mirada penetrante lo inquietaba, parecía como si atravesara su interior, el palpitar que sentía en su corazón era nuevo, ya que era la primera vez que estaba consciente de sus sentimientos.

Una vez que terminaron se dirigieron al comedor, donde los padres de Rukawa los esperaban para cenar.

La comida fue amena y divertida como hace mucho tiempo no había tenido, el hueco en su corazón se llenaba lentamente y la soledad que había sentido desde hace algunos días iba desapareciendo poco a poco.

― Bueno chicos, ya nos vamos, el taxi nos está esperando

― ¿Cómo? ¿ no se suponía que se iban a quedar a las nacionales?- pregunto Sakuragi sorprendido por la repentina despedida

― Lo sentimos mucho pero surgió un inconveniente y tenemos que partir antes, por eso le insistía a mi hijo que te trajera, solo queríamos desearle mucha suerte a ambos en las nacionales, los estaremos apoyando y veremos la trasmisión, así que... ¡DERROTENLOS!- grito con entusiasmo antes de salir de la casa.

Desde la entrada ambos chicos se despidieron, cuando el taxi dio la vuelta entraron a la casa.

Rukawa iba al frente y subió por las escaleras para ir directo a su cuarto, Sakuragi solamente lo siguió.

El pelinegro giro la silla de su escritorio y se sentó frente a la cama, mientras el pelirrojo se sentaba en la cama.

El silencio tomo el lugar por unos momentos hasta que fue roto por el menor.

― Ru...- tartamudeo un poco y luego se repuso, no podía dejar que los nervios lo controlaren así que apretó los puños con fuerza y con voz fuerte llamo a su acompañante- Kaede- de inmediato la reacción no se hizo esperar en su acompañante, captando por completo su atención en un instante― yo...tengo algo que decirte...- respiro profundo para continuar― cuando te conocí... te desprecie con todo mi corazón (â‹‹â–‚â‹Œ)- gritó molesto

Rukawa lo miro (¬_¬) ― "¿Qué diablos quería decir con eso?, ¿no se suponía que se le iba a declarar?"- pensó molesto

― Quería molerte a golpes y aplastar tu existencia. Tu rostro, tu actitud y comportamiento era insoportable para mí y tu simple existencia me molestaba... pero a la vez llamaste mi atención con tus jugadas- su tono de voz se suavizo― sin darme cuenta comencé a mirarte y prestarte atención, poco a poco mis sentimientos fueron cambiando y te observaba con más detenimiento. Te miré como un rival al cual derrotaría algún día pero a su vez un sentimiento diferente creció en mi interior, me divertía molestándote y me enojaba cuando todos esas chicas se te acercan, no entendía porque te prestaba tanta atención pero finalmente entendí que lo que sentía era amor- su corazón se detuvo por un momento al decir la palabra amor, sus mejillas se tiñeron de rojo y esperaba una respuesta pero no la hubo porque en ese momento Rukawa se levantó yendo directamente hasta su lugar dándole un beso devorador que le robo el aliento.

En menos de un segundo se encontraba sobre de él, con una mirada tan intensa que parecía que lo comería vivo pero de repente se recostó sobre su pecho y lo abrazo.

― Estúpido, ¿por qué tardaste tanto?- dijo Rukawa mientras se acurrucaba en su cuello, permaneció unos segundos así aferrándose a su cuerpo, hasta levantarse un poco y Sakuragi pudo ver un rostro aliviado que le causó cierta gracia.

― Tú eres el estúpido, maldito zorro- sonrió altivamente.

― Cállate- lo sujeto de las muñecas y comenzó a besar sus labios dejándolo sin aliento una vez más, se acercó a su oído para susurrarle―¿Puedo?- Sakuragi se sonrojo y solo asintió

Rukawa besó cada centímetro de su rostro mientras deslizaba sus manos entre sus ropas hasta despojarlo completamente de ellas. Frente a él, un cuerpo bien formado lo esperaba ansioso. Podía ver a detalle su rostro sonrojado, escuchaba el latir de su corazón y la respiración agitada, esta vez era consentido y la felicidad que sentía se desbordaba por todo su corazón.

Se quitó la camisa y Sakuragi desvió la vista pero Rukawa lo beso una vez más― Mírame- le susurro con su voz ronca que le hizo erizar toda su piel, ahora no podía quitarle la vista de encima y el palpitar de su corazón se aceleró más al ver su cuerpo bien formado.

Los besos y caricias continuaron unos minutos más pero la paciencia de Rukawa se esfumo al escuchar el quejido del chico cuando rozaron sus miembros. Rukawa deslizo su mano a la entrepierna del pelirrojo y comenzó a masajearlo lentamente mientras escuchaba los quejidos ahogados de su pareja, la vista era increíble, tenía el cuerpo de su pareja retorciéndose bajo el suyo― Tócame- le susurro al chico que por un momento se quedó atónito pero recobro valor y sujeto el palpitante miembro del chico que ya clamaba atención.

El ritmo era lento en un principio pero conforme pasaban los minutos las caricias y besos subían de intensidad, ambos estaban al borde del placer pero Rukawa quería más.

Separo las piernas del pelirrojo dejando al descubierto su entrada, introdujó el primer dedo para comenzar a dilatarlo, podía ver el dolor en el rostro del chico así que comenzó a besar su cuello para distraer su atención e introducir el segundo dedo, con un ligero movimiento de tijeras comenzó a ensanchar la entrada y cuando el tercer dedo fue introducido los quejidos de dolor se convirtieron en placer.

La entrada estaba dilatada y lista para recibir su miembro. Lo besó una vez más acomodándose entre sus piernas y al ver su rostro noto un poco de miedo pero sujeto su mano y le dio un beso en el dorso indicándole que todo estaría bien, enlazo sus dedos con los suyos y comenzó a penetrarlo. Un poco de dolor se alojó en la zona pero Rukawa lo besaba hasta que finalmente entro, espero unos minutos a que se acostumbrará a su intromisión y cuando este comenzó a moverse inicio el vaivén de las penetraciones.

Al principio era suave hasta que los quejidos de placer resonaron por toda la habitación y las embestidas eran más profundas y rápidas

― Aaah- el placer se desbordaba en sus cuerpos, no podían creer lo que estaba sucediendo, ambos se entregaban en cuerpo y en alma al otro, los malos tragos y las peleas de los últimos días se desvanecían en el aire como si nunca hubieran existido, en esos momentos solo existían ellos dos y aquellas sombras oscuras se desvanecían por completo y en ese preciso momento la semilla de ambos se derramo dejándolos agotados.

El palpitar de sus corazones resonaba en toda la habitación, mientras su respiración se regulaba se miraron uno al otro y se sonrieron. Ahora eran rivales, pareja y cómplices para sus locuras.

― Te amo- dijo Rukawa mientras depositaba un pequeño beso en sus labios.

― Yo también te amo- contesto Sakuragi con una sonrisa y abrazados uno al otro cayeron rendidos por el cansancio.

Pasaron muchas cosas, hubo peleas y discusiones pero a pesar de las complicaciones ambos finalmente estaban juntos y ahora podían amarse uno al otro sin que nadie se interponga.

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Holaaaaaaaaaaaa

¿Les gustó?, espero que si y sino ¡que maaalos!.

Primero que nada quiero agradecerles la paciencia que han tenido por estos periodos tan largos de ausencias y solo quiero decirles que escribiré unos pequeños extras en el próximo capitulo para finalizar la historias, ¡Así es!, la sorpresa es que  habrá un poquito mas de RuHana para ustedes.

Gracias por sus comentarios y nos leemos en el próximo capítulo.

Sayonaraaaaaaaaaaaaaaa

 


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