Capítulo 1: la familia Kamijou
"En este mundo donde vivo existen 3 clases de personas: los alfas, los betas y los omegas. Los alfas por naturaleza poseen una fuerza, velocidad, agilidad e inteligencia extraordinaria y dotados con habilidades especiales para proteger a su hembra, son los depredadores, aquellos que están por encima de todos. Después están los betas, simples humanos sin ninguna cualidad especial. Y luego estamos los omegas una especie menospreciada por ser capaces de concebir y por las feromonas atrayentes que nuestros cuerpos desprenden provocamos el despertar de los instintos más bajos, nuestros cuerpos son armoniosos, pero nuestro celo nos vuelve débiles sobre todo ante los alfas(aunque esto es cuestionable)... Pero con el avance de la sociedad ya no solo importa que eres sino quién eres. Tu clase social siempre hará la diferencia, un alfa siempre será un alfa pero un omega de buena cuna puede estar por encima de un alfa de clase media, y será protegido como el más valioso tesoro. Porque al final solo importa el linaje para que prevalezca la supervivencia del más fuerte.
Cuando era niña siempre oía lo mismo de las personas ajenas a mi círculo familiar, siempre hablando de la inferioridad de los omegas, como si fuera que los omegas de clase alta pertenecieramos a otra especie. Cuando nací mi familia me recibió con mucho amor y se regodeaba de felicidad al saber que nacería su primogénita. Jamás fui menos en mi casa y mis padres se encargaron de darme la educación y los recursos necesarios para tomar la casa como las reglas del clan lo ordenan, el primogénito tomara la cabeza de la familia Kamijou y tendrá pleno poder sobre la misma.
Nací bendecida, de eso no me quedan dudas. Nací de una cuna que todo me lo daba y con padres que todo me lo dieron. Todo ese amor me impulsó a imponerme como lo que soy, quien sería ante esa sociedad. Me convertí en todo lo que se necesitaba para ser la cabeza del clan Kamijou.
Y llegó el día… mi primer celo, todavía recuerdo ese día. Estaba en la escuela, casi finalizando mi horario escolar, estaba en el club de pastelería y recuerdo que ese día estaba muy emocionada haciendo un pastel de chocolate y frutilla. En medio de la preparación había empezado a sentir un intenso calor recorrerme el cuerpo y un fuerte cosquilleo que me quería hacer doblegar. Fue en este punto cuando entendí muchas cosas. Recuerdo que todo se descontroló y corrí por los pasillos de la escuela tratando de huir de los alfas. Cuando me vi acorralada solo pude pensar una cosa ¡No dejare que me toquen! Y pasaron 2 cosas increíbles, por un lado sentí que mis feromonas se controlaban y que las feromonas de los alfas desaparecían como si nunca hubieran estado ahí, y lo segundo fue que lo alfas cayeron de rodillas como si llevaran un gran peso en su espalda. Recuerdo que corrí hacia la salida donde fui recibida por mi madre… y comprendí al fin a que se referían con que existían 2 clases de omega. La clase alta siempre cuido el linaje pues mientras más puro es el omega es capaz de desarrollar habilidades para ser selectivo y por ende elegir al mejor alfa para procrear, omegas con habilidades para doblegar a cualquier alfa.
Mi familia ha heredado los mejores genes omegas, los más puros. Por eso el mundo donde vivo me ha dejado hacer y deshacer a mi antojo, porque me temen y admiran. Y yo me convertí en una de las personas más poderosas e influyentes en este mundo porque tengo el poder y status, pues de esto trata mi mundo" Sunmi Kamijou, cabeza del clan Kamijou.
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La noche era intensa, de un oscuro color azul/morado se vestía el cielo. Las estrellas estaban ocultas tras un manto de nubes de tormenta. Los relámpagos iluminaban el cielo nocturno y los truenos eran la voz de aquella noche de intensa tormenta. La ciudad era cubierta por las finas gotas de lluvia que caían en abundancia llenando de agua las calles… Por los extensos pasillos de una enorme casa tradicional japonesa caminaba una hermosa mujer de largo cabello castaño, su andar era firme pero delicado haciendo que su cabello danzara con sus movimientos. Llegó al final de su recorrido donde quedó frente a una enorme puerta roja custodiada por 2 hombres de aproximadamente 2 metros de alto que vestían trajes negros. Conocía ese lugar, la última vez que había entrado ahí fue cuando nació su hijo más pequeño, aunque había pasado mucho tiempo que entraba a aquella habitación por un llamado especial del consejo de omegas y alfas (COA). Aquella vez había sido citada para recibir, de manera oficial y ante la sociedad, el mando como nueva cabeza de la familia Kamijou. Pero sabía bien que fuera de ese tradicional evento un llamado del COA no era algo muy bueno, presentía que podrían querer de ella y está dispuesta a demostrar porque se equivocaban después de todo como cabeza de familia sabía tratar muy bien esta clase de temas.
Uno de los guardias llevó su mano al pantalón y de ahi saco su celular. Sin cambiar su expresión facial leyó el mensaje que acababa de llegarle. Guardó su celular y dirigió su mirada a la mujer que estaba de pie frente a él.
-Señorita Sunmi la esperan adentro- le dijo el Guardia sin cambiar su postura.
La mujer asintió con delicadeza. Acomodo su larga cabellera del lado izquierdo y respiro ondo. A paso calmado se acercó la puerta y los guardas la abrieron para ella para que se adentrara a la habitación. En una larga mesa, ubicada al fondo de la habitación y frente a ella, se encontraban sentados 7 personas, en su mayoría alfas. Ingreso a paso tranquilo y se acomodo en la silla que estaba acomodada en el centro de la habitación, se acomodo con toda la elegancia y clase con la que ella siempre se movía.
-Nos alegra que nos haya venido a visitar Sunmi- hablo quién estaba al medio, un hombre de aproximadamente 50 años.
-Siempre que me llamen vendré, es mi deber como cabeza de la familia Kamijou- respondió Sunmi con tono tranquilo.
-Esperábamos que hubieras sido tú quien llegara primero antes de nuestro llamado- le dijo aquel hombre, con una expresión neutral.
-No ha habido ningún acontecimiento que requiera de mi inoportuna visita- contestó con calma Sunmi.
-Has estado evadiendo tus responsabilidades como cabeza por lo que veo- le respondió aquel hombre acomodando mejor sus anteojos sobre el puente de su nariz.
-Señor Salomón le puedo asegurar que mi casa esta en orden- afirmó la mujer.
-No del todo, hay algunos cabos sueltos- dijo el señor Salomón, quien movió unos papeles que tenía frente a él, leyendolos rápidamente- al parecer no me ha llegado su solicitud de matrimonio para sus hijos.
-eso es así porque no he enviado nada, no me ha parecido que fuera algo que le correspondiera a la familia Kamijou- dijo Sunmi tranquila, confiada en lo que decía.
-Es tradición que las familias acerquen la petición para la búsqueda de un marido para sus hijos omega- advirtió la mujer sentada a la izquierda de Salomón.
-Con el debido respetó la familia Kamijou tiene un linaje puro y poderoso, es así cómo funcionan los arreglos matrimoniales, por poder. ¿No es acaso más apropiado que se acerquen a mi casa las propuestas de alfas que pretendan a mis hijos?- planteó Sunmi.
-¿No será en realidad esto una manifestación en contra de nuestras tradiciones? después de todo usted es partidaria del amor beta- dijo Salomón, cuestionando las palabras de aquella mujer.
-No voy a negar mi afinidad con el lado romántico de los beta, pero debo advertir que mis motivos son otros. Es cierto, todos mis cachorros son omegas, pero por mi linaje cada uno de esos omegas podrán engendra mínimo 2 alfas de alto nivel, no se olviden señores del consejo que mi madre dio a luz una omega y 4 alfas de alta nivel. Por lo tanto concluyó que mis hijos deben emparejarse con el mejor alfa o aquel alfa que le proporcione los mejores genes- planteó Sunmi, imponiéndose con firmeza y elegancia.
-Un argumento poderoso, pero aun no convincente- advirtió Salomón.
-Lo que la casa Kamijou quiere, es que todo alfa que pretenda desposar a mis hijos envíe a nuestra residencia una solicitud y nosotros evaluaremos a los posibles candidatos y filtraremos a los más aptos- sugirió Sunmi.
-Estamos todos atrapados en una laguna. Es cierto, usted y yo sabemos que no podemos obligar a contraer a nadie un matrimonio arreglado, pero es así como la sociedad esperas que funcionen las uniones en la alta sociedad. Pero usted no se puede negar a recibir las peticiones- dijo el señor Salomón cerrando la carpeta donde estaban los papeles- le tomare la palabra, haré llegar el aviso de su pedido a las demás casas y espero que aunque no cumpla la tradición por lo menos siga el protocolo- concluyó mientras se quitaba los anteojos- ya puede retirarse.
-Gracias. Ha sido un placer hablar con el consejo- Sunmi se levantó e hizo una reverencia- me retiro.
La mujer dio media vuelta y a paso elegante emprendió su camino hacia la salida. Ya en los pasillos, fuera del salón, su expresión facial se endurecio. Había podido casi librar del todo a sus hijo de la tradición, aunque para ellos tendrían que hacer un pequeño sacrificio. Llegó a la entrada de la casa donde le esperaba uno de sus guardias con un paragua. Se colocó sus zapatos y a paso apresurado se adentro al auto. El guardia cerró la puerta, rodeó el vehículo, abrió la puerta del copiloto y se acomodó adentró mientras cerraba la puerta.
-Vamos a casa, ha sido una conversación horrible- advirtió Sunmi mientras se recostaba en el asiento del vehículo.
-¿El consejo ya le dio el ultimátum?- pregunto la persona que iba sentada junto a ella.
-Kisa no sabes lo duro que fue, ellos presionan por un matrimonio arreglado- contó la mujer.
-No esperaba menos de ellos, pero conociendola seguro libró una batalla de la que resultó invicta- dijo Kisa mirándola con una sonrisa relajada.
-Digamos que gane, pero no me dejaron librarme del todo- dijo Sunmi acomodandose bien en su asiento- deberías prepararte porque próximamente tendremos muchas solicitudes de matrimonio.
-¿Entonces ahora los alfas buscan omega?- pregunto Kisa divertido.
-No, ellos buscan a mis omegas- dijo Sunmi con una sonrisa ganadora- después de todos mis hijos son los mejores.
-han hablado el amor y ego de una madre- dijo Kisa divertido.
-Tu también eres todo un encanto- le dijo Sunmi tomandolo del mentón.
-Ya he perdido el toque, estoy pasado de edad- dijo Kisa con una sonrisa de lado, mirando fijamente a aquella mujer.
-No mi querido, un omega nunca pierde el toque- afirmó Sunmi con una sonrisa- si no mirarme, yo sigo igual de radiante como la primera vez.
Kisa solo rio y eso hizo sonreír a Sunmi.
-Me refiero que no estoy en condiciones de luchar contra omegas más jóvenes- dijo Kisa desviando su mirada hacia la ventanilla para apreciar el paisaje.
-Kisa- le llamó Sunmi y él volteo a mirarla- un omega pierde la lucha cuando no quiere pelear. Porque tú mi pequeño tienes todo lo que se necesita para tener a cualquier alfa- le regaló una hermosa y maternal sonrisa- solo que tu verdaderamente no encontraste todavía el alfa que tu omega necesita.
-Si compitiera con tus hijos barrerian el piso conmigo- dijo Kisa divertido.
-Mis cachorros son hermosos, pero no son tú. Cada omega es un mundo y para cada mundo existe un alfa- le respondió Sunmi con una alegre sonrisa- si no mirame a mi y a Dante, quien diría que habría un alfa en este mundo que me entendiera y amara como soy.
-Sabiduría, realmente nunca me quedan dudas de porque eres la cabeza de la familia Kamijou- contestó Kisa sonriendo más relajado.
El vehículo llegó hasta una residencia con un gran portón negro, que al instante de verlos les abrieron la puerta adentrándose el auto hasta las puertas de aquella enorme casa. El guardia que iba de copiloto bajó del vehículo abrió el paraguas y abrió las puertas traseras. Ayudo a bajar al joven y a la mujer y los acompañó hasta adentro para que no se mojaran. Una vez dentro de casa la mujer les hizo una seña y les dijo que por hoy ya podían ir a descansar.
-Parece que los chicos encontraron la carta- comentó Sunmi mientras avanza por los pasillo iluminados pues todavía no habían apagado las luces.
-¿Por qué lo dices?- pregunto Kisa mientras seguía a la mujer.
-Porque la luz del pasillo que lleva a la sala de invitados está prendida, eso quiere decir que me están esperando- dijo Sunmi mientras se adentraban por el pasillo.
-Seguramente lo que menos estarán es felices- comentó Kisa.
-Sobre todo Hiroki- dijo Sunmi soltando un suspiró.
Siguieron su camino en silencio por aquel pasillo. Kisa miro el reloj de su celular, ya eran casi las 11 de la noche, seguramente después de una larga charla familiar podría aspirar a dormir tipo 1:30, soltó un pesado suspiro esperando que todo fuera más tranquilo y rápido de lo que él se imaginaba. Aquel trayecto se les hizo eterno pues en el aire podía sentirse esa aura de enojo que emanaba de la habitación. Ahí en la puerta de la sala de invitados les esperaba Minako quien estaba a cargo de los hijos omega cuando la cabeza de familia no estaba, solo cruzaron unas miradas y la castaña asintió. Sunmi soltó un largo suspiró y se masajeo el puente de la nariz antes de abrir la puerta.
Posó sus manos en la puerta y las deslizó hacia ambos lados, justo al mismo instante una pesada enciclopedia voló en su dirección pero logró esquivarlo, aunque Kisa no corrió con la misma suerte, y terminó con un golpe en su frente.
-¡MALDITA BRUJA!¡CUANDO PENSABAS DECIRNOS ESTO!- gritó a todo pulmón Hiroki.
-Más respeto que soy tu madre- dijo Sunmi seria- Y a mi me gustaría saber qué hacían husmeando en mis cosas- mientras avanzaba por la sala.
-Simplemente llegó a nuestras manos por casualidades de la vida- dijo Shinobu mientras movía el sobre que tenía entre sus manos.
-Pues no les creo- dijo la mujer acomodandose en la mesa en medio de sus 2 hijos más chicos, se giró y miró fijamente a su hijo de ojos esmeraldas- Misaki dime la verdad.
-No… No… nosotros- tartamudeo nervioso Misaki jugando con sus dedos- nosotro… nosotros sólo te notamos extraña y queríamos saber qué te pasaba- terminó por decir agachando la mirada.
-Te vimos muy rara al salir y sólo entramos a husmear en tu oficina- dijo Shinobu de manera despreocupada- Y nos llamó la atención el sello de este sobre. Es el emblema de la COA.
-Cualquier tema que está bajo la responsabilidad de la cabeza de la familia Kamijou requiere de mi extrema concentración, no necesariamente un sobre de la COA define mi estado de ánimo- dijo Sunmi acomodandose el cabello sobre su hombro izquierdo.
-¡¡¡¿CÓMO ES ESO DE UN MATRIMONIO ARREGLADO?!!!- grito Hiroki furioso, completamente estresado.
-No deberían preocuparse por eso, yo sé tener todo bajo control. Ya atendí ese pequeño contratiempo- dijo Sunmi extendiendo la mano para que colocaran en su palma el sobre y a regañadientes, Shinobu, colocó el sobre en la mano de su madre- esto- dijo moviendo el sobre que ya estaba en su posesión- fue un intento de intimidación por parte de la COA, querían que los entregue como un pedazo de carne para un matrimonio arreglado. Obviamente solo pensaba en querer golpearles las cabeza contra la mesa, pero no puedo perder el control. No podía negarme de manera tajante pero pude hacer algo para mantener el orden.
-¿Entonces?- cuestionó Hiroki impaciente, estaba de brazos cruzados.
-Yo no voy a obligarlos a contraer matrimonio porque sí, son libres de elegir a quien quiera como pareja- explicó Sunmi.
-Pero…- dijo Hiroki dándole pie a lo que diría su madre.
-Bueno ser la cabeza también implica hacer negocios y mantener los lazos sociales- dijo Sunmi acomodandose un mechón de pelo detrás de la oreja, hizo una pequeña pausa y continuó- por esa razón llegamos al acuerdo con el COA de que si algún alfa los pretende en matrimonio nos hará llegar su solicitud… se que no es lo que esperan oír de mi boca pero aunque no los obligue a un matrimonio aun así tenemos que mantener algo las apariencias.
-¿Nos estas diciendo que a partir de ahora tendremos propuestas de cortejos?- preguntó Hiroki con la ira contenida.
-Algo así, filtraremos a los más decentes y a amigos. Los invitaremos a que los conozcan, tomaremos té y cuando se vayan les rechazaremos- explicó Sunmi.
-Pobre él que pretenda a Hiroki- dijo entre carcajadas Shinobu, con la mano en el estómago pues le dolía de tanto reír.
-¡¡CALLATE!!- grito Hiroki lanzandole un libro a su hermano, dándole justo en la frente. Se volteó y miró molesto a su madre- yo puede ser que deba cumplir con este compromiso, como futura cabeza de la casa tengo la obligación de responder a la sociedad y demostrar mi compromiso con el título que poseemos. Y supongamos que Misaki y Yuuri también porque ya están grandes, y puede que también Ryouta porque ya casi está en su mayoría de edad. Pero Shinobu y Ritsuka todavía son muy chicos.
-Entiendo tus miedos y preocupaciones, yo tambien los tengo- dijo Sunmi sería- pero recuerda que solo son propuestas, aun aceptando un compromiso si así lo queremos no podrán tocarlos hasta ser mayor de edad e incluso imponer que no los toquen hasta después de la ceremonia… pero lo más importante es que ni Kisa ni yo permitiremos que se les acerquen, seremos extremadamente severos con la selección y la vigilancia que tendrán.
-¿No puedes impedirlo?- preguntó Misaki preocupado.
-Hay gente muy jodida en este mundo, y el COA mantiene la estabilidad. Sí no dejamos que envíen solicitudes para ustedes podrían mandarme presión otras personas que sienten que la barrera de protección está rota. Es más fácil aceptar 2 solicitudes y rechazarlos, así me asegurare de que nadie los tocara- explicó Sunmi, en su rostro se podía ver la preocupación y el cansancio- yo solo les pido que me ayuden, no es fácil para mí tener que permitir esto en mi hogar, pero es la forma de protegerlos.
-Entendemos mamá- habló Ritsuka por primera vez con voz calmada- yo haré todo lo que me pidas.
-Amor- le dijo Sunmi mientras miraba con mucho cariño a su hijo- tu solo escuchame a mi y todo estará bien- le regaló una hermosa sonrisa que fue correspondida.
-Y yo me encargare que nadie peligroso traspase estas puertas- aseguro Kisa, quien desde la puerta había contemplado toda conversación.
-Estoy segura de que Kisa hará un buen trabajo- dijo Sunmi regalandole una sonrisa.
-Les aseguro que ningún imbécil pisara esta casa- dijo Kisa guiñandole un ojos. Repentinamente vibro su celular y lo saco para chequear que le había llegado- estos tipos son rápidos- dijo Kisa volteando su celular para mostrar la pantalla- el COA ya liberó la información, oficialmente empezó el juego.
-No entiendo porque tanto apuro, es totalmente ridículo- escupió con enojo Shinobu.
-Seguramente el COA está buscando emparejar a sus hijo o nietos con ustedes, muchas familias suelen tener prisa en hacer perdurar el linaje- explicó Sunmi pensativa.
-¿Cuando se lo contaras Ryouta y Yuuri?- pregunto Hiroki serio, pero claramente podía verse la preocupación en sus ojos.
-Primero que nada no realizaremos ningún movimiento oficial hasta que no estén aquí, a Yuuri no quiero mencionarle nada por ahora porque quiero que pueda competir tranquilo y no quiero estresarlo, y no quiero irrumpir en el trabajo Ryouta- dijo Sunmi con voz calmada.
-¿Cuando vas a viajar?- preguntó Misaki tratando de calmar el ambiente.
-Se suponía que esta tarde pero estos del COA me han atrasado así que viajaré mañana después del almuerzo para llegar un día antes de la competencia- explicó Sumi, y fijó su mirada en el hijo mayor- como siempre quedas a cargo Hiroki, se que puedo confiar en ti. Ritsuka viajara conmigo así que se quedan solo los 3, aunque pasado mañana se supone llegará Ryouta- luego posó una mirada muy fría sobre el rubio- y espero que no le provoques ningún problema a tu hermano por estos 5 días que me voy a ausentar.
-Sólo porque es el momento de nuestro lindo Yuuri prometo mantener la paz- dijo Shinobu mostrando una mirada firme.
-Gracias por pensar tanto en tus hermanos, eres un buen chico- dijo Sunmi con una dulce sonrisa- Entonces, Kisa, será mejor que te prepares porque mañana será un largo día para ti- dijo mientras se ponía de pie- y ustedes- dijo mientras se volteaba a ver a sus cachorros con mirada maternal- será mejor que vayan a dormir porque mañana será un día algo movido.
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Soy Sunmi Kamijou de Sparda, la cabeza de la casa Kamijou. Soy una omega que dio a luz 6 cachorros omega, dotados de una poderosa sangre que le otorga a mis hijos habilidades impresionantes y posibilidad de engendrar alfas de primera categoría.
Mi hijo más grande es Hiroki de 22 años, es un conejo omega. Es uno de los mellizos, fue el primero en nacer y por lo tanto el heredero de clan. Es un estudiante de abogacía, próximo a recibirse. Su talento es la literatura, es su pasatiempo y posee un gran conocimiento de literatura, sobre todo en la antigua. Se toma un en serio su roll de sucesor y le gusta acompañarme en lo posible a mis juntas y pasar tiempo en mi oficina aprendiendo. Su habilidad especial es "confusión" Con lo cual puede bloquear temporalmente las habilidades de los alfas y alterar sus sentidos.
Después está Misaki de 22 años, es un conejo omega. Es el menor de los mellizos, por eso es un poco más pequeño, su apariencia es más frágil y es sobreprotegido por su mellizo. Es un estudiante de economía, también está próximo a recibirse. Su pasión es la cocina, un pasatiempo que se apoderó de la cocina de la casa, sabe distintos platillo tanto tradicionales como exóticos y su fuerte es la repostería. Es como una segunda mamá cuando yo no estoy, mantiene el orden entre los hermanos y cuida de que nadie se salte sus comidas (ni siquiera los guardias). Su habilidad es "dormir" puede darle la orden de quedar inconsciente a quien lo mire a los ojos.
Quien le sigue es Yuuri de 19 años, es un gato omega. Es patinador sobre hielo certificado, es el actual campeón (ganó 3 veces seguidas el gran prix) y además un modelo de varias marcas que lo patrocinan, nuestra casa siempre está llena de prendas nuevas y obsequios costosos de las marcas. Siempre fue apasionado del baile, sobre todo el ballet y dedica gran parte de su tiempo libre a ello, y obviamente su gran amor por el patinaje que lo llevó a dedicarse al mismo como un profesional. Su habilidad es "olvidar" que provoca que los alfas no lo puedan percibir como omega e imposibilita el uso de habilidades sobre él.
Sigue el radiante sol Ryouta de 17 años, es un zorro omega. Está en último años de secundaria, preparando su examen para la universidad. Trabaja de medio tiempo como modelo bajo el seudónimo de "Kise", oculta su verdadera imagen tras lentes de contactos y una peluca, él realmente es muy popular y apunta a ser un gran modelo. Con su fama abrió un hermoso café en Tokio, que por ahora lo supervisa Sunmi Kamijou al ser él todavía menor de edad. Es amante del básquet, de pequeño salía todos los domingos a jugar en las canchas de la plaza con su padre. Su habilidad especial es"callar" puede silenciar la voz de mando de los alfas y por tanto la voz de mando no lo afecta y tampoco sus habilidades.
Luego viene mi rebelde Shinobu de 15 años, un zorro omega. Está en cuarto año de secundaria. Tiene un talento natural para el violín, lo toca como si fuera una extensión más de su cuerpo, pero le apena admitir su talento y pasión por este instrumento porque según él arruina su imagen (cosa de adolescentes). Le gusta meterse en problemas, pero es un chico muy inteligente y aunque es algo peleador es muy buen chico, ama y protege a sus hermanos con uñas y dientes. Su habilidad especial es "cegar" con lo cual puede bloquear los sentidos de su alfa para que solo lo perciba a él, también funciona para anular las feromonas omegas que intentan invadir su territorio.
Por último el más pequeño Ritsuka de 13 años, es un gato omega. Está en 4 de secundaria. Por alguna extraña razón todavía no a presentado su primer celo, los especialistas atribuyen a algún trauma que produce un bloqueo dentro de él. Siempre a tenido mucha pasión por la fotografía por eso cuando cumplió 10 años le regale una cámara profesional que él siempre lleva encima, dice que ama capturar los momentos para que nunca olvidemos. Esta muy apegado a su hermano Yuuri así que cuando estan los 2 juntos suelen pasar mucho tiempo uno al lado del otro, e incluso aprendió ballet solo para estar más unidos. Su habilidad es "sumisión" que obliga a los alfas a seguir sus órdenes.
Como herencia mis 6 hijos poseen el poder de "bloqueo" habilidad con la cual les permite controlar su celo, por lo tanto las feromonas de alfas no los afectan cuando entran en celo y provocan un rechazo hacia los mismos.
Continuará...