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Turn Me On por Caperusita Kiryuu

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Notas del capitulo:

Aquí les traigo un nuevo capi y espero lo disfruten mucho...

 

Capítulo 2: los mellizos, Hiroki y Misaki




Durante su primer embarazo la cabeza de la familia Kamijou dio a luz a un hermoso par de mellizos, marcando así una nueva era Kamijou. El primero en nacer con dos kilos, 3 minutos antes, fue Hiroki un hermosos bebé con una pelucita castaña por cabello y enormes ojos color marrón, como un café intenso y fuerte. Después llegó el pequeño Misaki que pesaba dos kilos, el también poseía esa adorable pelucita marrón sobre su cabeza pero, en cambio, él tenía unos luminosos ojos color esmeraldas. Cuando Sumi recibió en sus brazos a sus pequeños pudo sentir cómo su pecho saltó de emoción y orgullo.

Los niños comenzaron a crecer y aunque todavía no estaban en edad de pasar la prueba del segundo género todo el mundo sospechaba que sería un par de omegas, tan hermoso como su madre. Definitivamente esa belleza que desprendía cada poro de sus jóvenes pieles eran tan exuberante como solo un omega podía serlo.



4 años

Los guardias estaban encantados con los niño y siempre que los cuidaban se turnaban para jugar con ellos.

 

-Te digo que seré un alfa, uno muy grande y fuerte- dijo Hiroki inflando sus adorables mejillas regordetas, muy característico de un niño de 4 años- seré tan fuerte para proteger a Misa de los alfas abusivos.

 

-¿Y por qué lo quieres proteger de los alfas?- preguntó uno de los guardias divertido que se encontraba en cuclillas para estar a la altura de los niños, adoraba el carácter dominante del mayor de los castaños.

 

-Porque Misa será un omega, el más lindo de todos, es más será tan bello que será nominado a Miss Omega- dijo Hiroki muy orgulloso tomando la manito de su hermano.

 

Misaki estaba medio escondido detrás de la espalda de su mellizo todo sonrojado porque era algo tímido y se apenaba con facilidad.

 

-Hiro también es muy bello, también puede ser Miss Omega- dijo Misaki con la mirada brillando de ilusión y admiración a su adorado hermano mayor.

 

-Yo no puedo ser Miss Omega- le dijo Hiroki.

 

-¿Por qué?- preguntó Misaki entre curioso y preocupado.

 

-Porque yo seré Alfa y ese concurso es solo para omegas- explicó Hiroki con la misma seriedad que se imparte una clase, como si dijera algo totalmente nuevo en el mundo del castaño menor.

 

-Nii-chan será alfa- dijo Misaki con los ojos destellando emoción- será el más fuerte y bueno de todos- el pequeño daba brinquitos de felicidad, celebrando la noticia.

 

-Alguien debería avisarle que él es un omega- susurró uno de los guardia que estaba de pie, hablando con el que estaba a su lado.

 

-No me atrevería a decirle la verdad, además se ve muy adorable jugando al alfa con Misaki- susurro él otro guardia mirando con cariño a los mellizos.

 

Hiroki, como siempre con el oído tan agudo, escuchó la conversación de los guardias. Frunciendo el ceño y a paso seguro se acercó y les dio una patada a cada uno en la pierna, una patada que no dolio pero si capto la atención de los guardias.

 

-Ya les dije, seré un alfa- dijo Hiroki muy serio, tan serio como podía verse un niño a su edad- el más fuerte de esta casa, más aún que papá, y cuidaré a todos.

 

-Entonces si vas a ser el alfa mas fuerte tiene que entrenar- le dijo el guardia que estaba agachado, mientras se ponía de pie para verse imponente.

 

-¿Entrenar?- preguntaron los mellizos a coro.

 

Si, definitivamente no había nada más adorable que ver a los mellizos emocionados por algo. Tenían un aura brillante alrededor y los ojos iluminados por la curiosidad.

 

-Exacto, deben saber pelear para ser los más fuertes de todos- dijo el guardia de brazos cruzados.

 

-¿Y cómo hacemos eso?- pregunto Misaki curioso.

 

-Si quieren convertirse en los más fuertes entonces deberán aprender del mejor- dijo una nueva voz, dulce como la miel, que se asomaba desde el interior de la casa.

 

-¡Mamá!- exclamaron los mellizos corriendo euforicos al encuentro con su progenitora.

 

La mujer recibió entre sus brazos a sus pequeños angelitos y los llenó de besos y mimos.

 

-¿Cómo está nuestro hermanito?- pregunto emocionado Misaki.

 

-Muy fuerte y saludable- dijo Sumi con su voz cálida, maternal.

 

Se volteo hacia los guardia y los miró con sus ojos que transmitían felicidad, calma, mientras sentía el calor de sus cachorros.

 

-Veo que los han cuidado muy bien- dijo Sumi a los guardias.

 

-Siempre velaremos por su bienestar y seguridad- dijeron a coro.

 

-Y he escuchado que mis pequeños se quieren convertir en los más fuertes- dijo Sumi con una voz cariñosa, sonando algo curiosa, con total atención en sus adoraciones.

 

-Quiero ser él más fuerte para proteger a Misa- dijo Hiroki con orgullo, inflando el pecho.

 

-Yo quiero ser fuerte para no darle problemas a Nii-chan- dijo Misaki con timidez, pero lleno de seguridad en su mirada.

 

-Tengo unos valientes cachorros- dijo Sumi con admiración- que orgullosa estoy de ustedes- deposito un beso en la frente de cada uno- entonces si eso quieren yo les organizare clases de defensa personal. Será un entrenamiento muy duro, ¿Creen que podrán con ello?

 

-¡Si!- exclamaron ambos niños muy decididos.

 

-Entonces es un hecho, mañana empezarán sus clases para ser los más fuertes- comentó Sumi, viendo como sus hijo celebraban dando pequeño saltos y aplausos- ahora vayan adentro que papá también está en casa y se muere por verlos.

 

Sin pensarlos los niños corrieron al interior entre gritos llamando a su papá que no veían hace una semana pues había salido de viaje por el trabajo.

 

-¿Ha ocurrido algo Jefa?- preguntó el Guardia que había estado jugando con los niños.

 

-Baekho solo quiero ser precavida- dijo Sumi mostrando en sus ojos un sentimiento que jamás había mostrado, preocupación- con solo verlos se que seran omegas y aunque recibirán los dones familiares, aún así quiero que ellos sean más fuertes. El mundo es cruel cuando eres un omega y mientras yo pueda cambiar en algo y hacer que ellos sean más felices yo lo haré.

 

-Nosotros siempre estaremos para ustedes, y sobre todo para los niños. Los cuidaremos con nuestras vidas- dijo Baekho agachado la cabeza en señal de respetó.

 

-Lo sé, están en buenas mano- dijo Sumi regalandole una sonrisa.

 

Así los mellizos comenzaron su entrenamiento en peleas, centrada en artes marciales (judo, aikido y karate) y boxeo. Se volverían fuertes sin importar su naturaleza.

 

🐾🐾🐾🐾🐾🐾

 

8 años

Los cerezos florecían, y con ellos llegó la época del años en la cual se llevaba a cabo la prueba del segundo género. Como siempre la escuela se organizaba para tomar las muestras de los estudiantes y una semana después entregaban los sobre sellados a los niños.

 

-Buenos días alumnos- saludó con alegría la señorita Hitomi.

 

-Buenos días señorita- saludaron a coro los estudiantes, hicieron una reverencia y tomaron asiento.

 

-Hoy han llegado los sobres con los resultados del segundo género, voy a pasar a entregárselo y recuerden de dárselo a sus padres- dijo la señorita Hitomi. Tomó la caja y fue fila por fila dando los sobres.

 

Cuando los mellizos tomaron sus respectivos resultados los guardaron con cuidado en sus mochilas para no perderlos.

Tocó la campana del receso y todos los niños, eufóricos, salieron corriendo al patio para jugar y compartir con sus amigos. En las hamacas se encontraban los mellizos con su grupo de amigos. Misaki se mecía en el columpio mientras era empujado por Hiroki.

Cuando de repente un grupo de 3 niños se acercó a ellos entre risas agitando unos papeles.

 

-Paso a dar la noticia- dijo el chico que estaba en el medio, parecía ser el líder de la pandilla, y quien llevaba los papeles- ¿Hiroki no que ibas a ser un Alfa?- el pequeño grupo de tres rió de forma escandalosa llamando la atención de todos.

 

-Claro que seré un alfa- dijo Hiroki serio, dejando de empujar la hamaca y adelantándose, queriendo proteger a Misaki.

 

-Tus resultados dicen que eres un sucio omega- dijo el niño arrojandole al suelo el par de papeles, dejándolos a los pies del castaño- tu y tu hermano son un par de omegas- rio con malicia y burla.

 

Hiroki se agacho y tomo con cuidado los dos papeles y los leyó. Si, no quedaban dudas, sus resultados habían arrojado que era un omega. Siempre había escuchado por los pasillos que él y su hermano serían unos hermosos omegas pero él jamás lo tomó en cuenta porque se sentía alfa, o todo lo que se esperaba de un alfa. Agacho la cabeza rendido. Una lagrima traicionera acarició sus mejillas. Y pudo sentir las cálidas y temblorosas manos de su hermano tomando una de las suyas, quería protegerlo y darle apoyó.

 

-Si eres bueno a partir de ahora te podrías convertir en mi omega, porque yo si soy alfa- le sacó en cara el niño.

 

Y escuchar esa forma tan desagradable y despectiva de llamarlo hizo que su corazón explotará de rabia. Sin pensarlo se abalanzó como una fiera sobre el niño y lo atacó con sus mejores técnicas, inmovilizandolo en el piso con una llave que en un mal movimiento podía quebrarle el brazo. Cuando uno de los amigos del pandillero quiso atacar a Hiroki para ayudar a su amigo recibió un golpe que lo noqueo dejandole un ojo morado, si el gancho derecho de Misaki era de temer. Y sin pensarlo Hiroki se lanzó sobre el otro chico que terminó llorando en el suelo con una mejilla morada y el labio partido.

Minutos después los mellizos estaban detenidos en la dirección y los otros 3 niños en la enfermería. Cuando su madre llegó les regaló una sonrisa cálida para tranquilizarlos e ingreso a la dirección para hablar con la directora.

 

-¿Crees que mamá se enojara mucho?- preguntó Misaki entre lágrimas, pero no recibió ninguna respuesta de su hermano quien solo mantenía su mirada en el piso. Al ver esto Misaki le tomó la mano con fuerza- todo estará bien porque nii-chan es el más fuerte y valiente, y no importa si es omega.

 

Hiroki pudo sentir cómo por segunda vez en el día derramaba lágrimas. Siempre había soñado con ser un alfa para proteger a todos, pero no lo era, sin embargo a quien temió decepcionar sólo estaba ahí a su lado admirandolo y apoyándolo como siempre. No dijeron más y se quedaron tomados de las manos en silencio. La puerta se abrió y apareció su madre con 2 sobres en la mano.

 

-Por hoy vamos a casa- dijo Sumi regalandoles una sonrisa- vayamos a tomar un jugo con galletas mientras ayudan a papá a armar su nueva moto.

 

Los niños se pararon de un salto, y después de despedirse de la directora se retiraron. Cuando llegaron a casa Dante tomó al pequeño Misaki en brazos mientras Sumi se llevaba a Hiroki a la oficina. Cuando ingresaron se acomodaron juntos en el sillón, el niño seguía mudo.

 

-Hoy me dieron tus resultados de tu segundo género- comentó Sumi con voz clara y suave.

 

-¿Estás decepcionada?- preguntó Hiroki con la voz temblorosa, negándose a hacer contacto visual con su mamá.

 

-¿Por qué debería estarlo?- preguntó Sumi fingiendo confusión, aunque tenía muy claro el porqué de la pregunta su hijo.

 

-Porque no soy alfa, soy omega- dijo Hiroki entre sollozos.

 

-¿y Eso es malo?

 

-¿No es eso lo que debería ser?- pregunto Hiroki entre sollozos.

 

-¿Quien soy yo?- le preguntó Sumi con voz dulce.

 

-Mamá- respondió Hiroki con la voz temblorosa.

 

-¿Y que es mamá?

 

-Una omega- dijo Hiroki con la voz un poco más clara.

 

Entonces Sumi posó con cuidado su mano en el mentón de su hijo y le hizo levantar el rostro para que se encuentren sus miradas. Ella lo miró con amor y el dejo de llorar, mirando a su madre con los ojos llenos de ilusión.

 

-¿Y cual es el trabajo de mamá?

 

-Es la jefa del clan- pronunció Hiroki.

 

-¿Entonces que te tiene tan angustiado?- preguntó Sumi, acarició los suaves cabellos castaños de su pequeño cachorro- ser omega no es una vergüenza. Además ya viste la paliza que le diste a esos alfas. Aunque estoy en contra de usar violencia, pero solo por esta vez lo dejaré pasar ya que fue en defensa propia- dijo mientras le guiñaba el ojo al pequeño en señal de confidencialidad- para ser el más fuerte no hace falta nacer alfa. Todo está aquí- dijo tocandole la cabeza- y aquí- dijo tocandole el corazón- y también mucho entrenamiento.

 

Sin pensarlo Hiroki se arrojó a los brazos de su mamá, un fuerte abrazo de oso lleno de amor.

 

-Te amo Mamá, eres la mejor- dijo Hiroki perdiéndose entre los castaños cabellos de la omega- quiero ser tan genial como mamá.

 

-Te puedo asegurar que serás aún mejor que mamá- dijo Sumi abrazando con todo su amor a su pequeño.

 

🐾🐾🐾🐾🐾🐾

 

11 años

hoy cerraban una etapa de sus vidas, habían finalizado la primaria y ahora estaban en la ceremonia de cierre. Los estudiantes corrían alegres sacándose fotos con sus amigos y familiares.

Un grupo de alfas, de todas los cursos y edades (incluso alguno mayores, posiblemente familiares de alguno de los egresados), se había amontonado en tornó de un pequeño castaño, quien, aunque aún era algo pronto, comenzaba a desprender una belleza arrolladora y un aroma embriagante.

 

-Misaki te gustaría ir al karaoke con nosotros para festejar nuestro egreso- pidió un compañero que estaba en un grupo de 3.

 

-Claro que no- dijo otro alfa empujando al primero- el seguro preferiría ir a cenar en el restaurante de mi família, ahí hay muchos postres que le van a encantar.

 

-Sigan soñando idiotas, él vendrá conmigo al cine- dijo otro chico poniéndose frente a los otros alfas impidiendoles el avance sobre el castaño.

 

Mientras 13 alfas se peleaban entre ellos por cortejar al hermoso omega, Misaki temblaba angustiado por tal amontonamiento a su alrededor infestado por feromonas de alfas en crecimiento. El castaño sentía como sus ojitos ardían, estaba asustado y tenía ganas de llorar. Siempre era acosado cuando no tenía cerca a su hermano o sus amigos, era como si siempre todos estuvieran acechando a su alrededor esperando la oportunidad de que estuviera sólo.

Por otro lado Hiroki se despedía de sus compañeros del club de voley, este año habían conseguido llevarse el primer lugar en el campeonato gracias a su liderazgo como capitán del equipo. A su alrededor todos eran muy correctos casi como si fuera otro alfa de la manda. Pero no es que él no hubiera desarrollado ya sus fuertes encantos omega que resultaban magnéticos para otros, la realidad era que el castaño poseía el carácter de un demonio y no se dejaba ni amedrentar ni acosar por ningun alfa o beta, básicamente resultaba fuera del alcance de cualquiera.

 

-He escuchado que los mellizos estrella de nuestra escuela entraron a un importante instituto- comentó uno de los miembros del club, el ahora actual capitán.

 

-Así es, Misaki y yo entramos al instituto Rakuzan- comentó Hiroki con su típica seriedad.

 

-¿Seguirás siendo parte del equipo de voley?- preguntó uno chico que era compañero tanto de curso como del equipo.

 

-La verdad es que no, creo que lo dejaré por un tiempo- dijo Hiroki.

 

-Creo que a ti te quedaría más el papel de presidente del centro estudiantil- comentó el capitán con una sonrisa.

 

-Definitivamente seria un gran presidente del centro de estudiantes, sería genial que estuvieras en un puesto como ese. Seguramente lograría grandes cosas- comentó otro chico emocionado.

 

-Me lo he pensado, ser presidente me ayudaría a impartir disciplina- dijo Hiroki con una sonrisa macabra, imitando como si llevara un látigo en las manos. 

 

Algunos de los alfas temblaron ante la imagen del demonio Kamijou, apodo que no solamente ganó por su increíble potencial en el voley y sus letales remates sino que también poseía una gran fuerza y un mal carácter (aunque esto solo con desconocidos).

Un chico llegó hasta el grupo muy agitado. Venía corriendo a toda prisa y en su rostro se veía algo de angustia.

 

-¿Te encuentras bien?- preguntó Hiroki quien rápidamente se acercó a ayudar al joven a mantenerse de pié.

 

-Alfas… alfas…- pronunciaba el chico muy agitado, la voz se le cortaba.

 

-¿Qué pasa con los alfas?- preguntó Hiroki frunciendo el ceño.

 

-Misaki…- dijo con dificultad el chico, apuntando con su brazo hacía la dirección de donde venía.

 

Sin pensarlo Hiroki le paso el joven al nuevo capitán y salió corriendo en busca de su hermano. Pero cuando llegó se encontró con la sorpresa de que varios alfas se frotaban las heridas algo alejados y enfrente veía a su hermano refugiado en los brazos de ese tipo, un alfa de una gran familia, el hijo menor de un íntimo amigo de su mamá. No le caía bien porque sabía que era un lobo con piel de cordero y le encantaba tener siempre la atención de su pequeño Misaki. El alfa de platinado cabello elevó su mirada y lo observo primero sería, casi como acusándolo por lo que pasó, para luego cambiar a una sonrisa de lado que le resultó una burla hacia su persona.

 

-No deberías dejar solo a Misaki, es peligroso. Si no hubiera llegado esos alfas hubieran puesto sus manos encima de él- dijo el peliplateado mientras acaricia los castaños cabellos del dulce omega que se aferraba a él con sus mejillas sonrojadas.

 

-Y sigue en peligro en manos de un tonto alfa- dijo Hiroki con el ceño fruncido, con la voz firme haciendo saber su molestia- ¿Cuando piensas soltar a mi hermano, Akihiko?

 

-Solo estoy consolandolo- dijo Akihiko regalandole un sonrisa de fingida amabilidad, obviamente era feliz con el castaño en sus brazos.

 

-Pues ya estoy yo para seguir cuidando de él- dijo Hiroki llegando frente al él a grandes zancadas.

 

-No me molesta seguir cuidandolo, además pronto iremos todos a almorzar a mi casa- dijo Akihiko.

 

-No te soporto- dijo Hiroki poniendo los ojos en blanco.

 

-Vas a ir aprendiendo, después de todo nos convertiremos en cuñados- dijo Akihiko mientras besaba la suave cabellera castaña del lindo omega que seguía aferrado a él pero más tranquilo.

 

-¿Cuñado?- preguntó Misaki curioso, despegando su rostro del pecho de su salvador por primera vez, ante una palabra que no conocía, mirando a ambas personas con ojos curioso.

 

-Si, Hiroki y yo seremos cuñados-dijo Akihiko con una sonrisa confiada, perdido en esos bellos ojos esmeralda.

 

-Sigue soñando Bakahiko- dijo Hiroki molesto, dándole un golpe en la cabeza.

 

-No estes celoso, algún día encontrarás un alfa- dijo Akihiko dándole unas palmaditas en el hombro a su amigo en señal de apoyo.

 

-Deberías bajar de las nubes- dijo Hiroki apartando la mano del peliplata de un manotazo- no te dejare que pongas tus sucias manos en un alma pura e inocente… además en el imposible caso de que yo te acepté, ósea nunca, todavía te queda convencer a Dante- argumento con una sonrisa malvada.

 

-¿Que tiene que ver papá?- preguntó Misaki curioso, aún más interesado ante la mención de su progenitor.

 

-Que es el guardián protector de la cueva- dijo una tercera voz que se acercaba al grupo.

 

Todos voltearon a ver al recién llegado. Otro alfa alto e imponente que ocultaba su intimidante mirada tras unos anteojos de marco gris.

 

-¡Haruhiko viniste!- grito misaki eufórico, se desprendió del cálido cuerpo del peliplata y se echó en los brazos del pelinegro.

 

-No podría perderme este gran día- dijo Haruhiko despeinando la sedosa cabellera.

 

-Gracias por venir- dijo Misaki con los ojos brillando de emoción.

 

-Entonces ¿Otra vez estaban peleando?- preguntó Haruhiko mirando a su hermano y al otro mellizo.

 

-Bakahiko delira- dijo Hiroki sacándole la lengua al peliplateado.

 

-Akihiko…- Haruhiko nombró a su hermano, pero antes de continuar cubrió los oídos del mellizo menor- ¿Sabes que si Dante te escucha te mandara a Siberia?

 

-Lo único que importa es lo que quiera mi Misaki- dijo Akihiko con una sonrisa orgulloso.

 

-Déjalo, ya no tiene salvación- dijo Hiroki poniendo lo ojos en blanco.

 

-¿Por que tapaste mis oídos Haruhiko?- pregunto Misaki.

 

-Es un secreto- dijo Haruhiko guiñandole un ojo- pero pronto lo entenderás.

 

🐾🐾🐾🐾🐾🐾

 

14 años

Las clases habían finalizado. Un castaño de ojos esmeralda corría a toda prisa hacía el centro de estudiantes, mientras esquivaba a quienes iban en dirección contraria a él. Tocó la puerta y cuando escucho un pase ingreso a la sala, todos lo saludaron con alegría y hasta le ofrecieron un poco de té y bocadillos.

 

-Muchas gracias a todos, pero hoy surgió algo y no puedo quedarme- dijo Misaki muy cortés, con voz dulce.

 

-Será un pena- dijo el secretario soltando un suspiró- hoy compre una torta de chocolate para compartirla contigo- hizo un tierno puchero.

 

-Mañana vendré a tomar té con todos- dijo Misaki animando a todos.

 

-Por cierto, si buscas a Hiroki a salido a arreglar un problema que surgió en la cafetería- dijo el presidente del centro que se acercaba al grupo con su siempre perfecta sonrisa.

 

-Oh, entonces demorará- dijo Misaki en un tono de voz suave- tengo algo que hacer y quería avisarle que ya me iba.

 

-No te preocupes por eso- dijo el presidente- puedes dejarnos a nosotros el recado y le avisaremos apenas llegué.

 

-¿Enserio?- preguntó Misaki emocionado, y el presidente asintió- Muchas gracias- dijo felíz y salió corriendo del centro de estudiantes a toda prisa.

 

-¿No cree que se enojara el vicepresidente si no le avisamos esto?- Preguntó el tesorero.

 

-Hiroki no contesta el teléfono, nunca lo hace cuando sale a hacer cosas del centro- dijo el presidente.

 

-Podríamos mandar a alguien que le avisé- sugirió el tesorero.

 

-Por ahora solo dejemos que las cosas pasen- dijo el presidente y se dio vuelta para entrar a su oficina y continuar con el papeleo.

 

-Vigilen mi puesto- dijo el secretario y salió corriendo de la sala.

 

-¿Y a ese que le pasa?- preguntó uno de los miembros que venía entrando.

 

-Parece que por fin Akihiko se le va a declarar a Misaki sin que Hiroki se lo impida- explicó el tesorero.

 

-Eso sí que amerita ser visto- dijo dándose media vuelta y siguiendo los pasos del secretario.

 

-Los demás regresen al trabajó, acá no pasó nada- dijo el tesorero, y todos continuaron con sus labores.

 

A los 15 minutos ingresó un Hiroki muy furioso con el uniforme todo desareglado. Traía el ceño fruncido y venía arrastrando las piernas.

 

-Eso vándalos jugaron con los extintores con la cafetería- se quejo Hiroki mientras se tiraba sobre el sillón- los deje limpiando al cuidado del profesor de biología.

 

-Oí que te arrojaron un poco del producto de extintor cuando te vieron aparecer- comentó el tesorero.

 

-Esos malditos me ensuciaron todo- dijo Hiroki señalandose así mismo.

 

-También patinaste en la persecución- acotó el tesorero.

 

-Exactamen…- comentó a decir Hiroki pero se detuvo al notar que todos sabían lo que pasaba, es más todos habían detenido sus labores para observarlo- Un momento, ¿Como saben todo eso?- cuestionó.

 

-Hay un video circulando de lo que pasó- dijo el tesorero agitando el móvil que traía en sus manos.

 

-Malditos- murmuró Hiroki furioso.

 

De pronto la puerta se abrió de forma estrepitosa dando paso a un emocionado secretario.

 

-Fuer hermosa la declaración de…- había entrado contento a los gritos cuando notó el aura oscura de todos y se quedó mudo.

 

-¿Que declaración?- pregunto Hiroki poniéndose de pie con un aura tenebrosa a su alrededor.

 

El secretario sintió la garganta seca y el frío sudor recorrer su cuerpo. La puerta de la oficina del presidente se abrió y se asomo la cabeza del mismo.

 

-Por cierto Hiroki, Misaki me dijo que te diga que volvería solo- dijo el presidente con calma.

 

-¡Y RECIÉN ME LO DICE PRESIDENTE BAKA!- gritó Hiroki furioso, cuando de pronto algo apareció en su cabeza-¡MALDITO BAKAHIKO!

 

Misaki salía a toda prisa hacia la entrada de la escuela donde les esperaba Akihiko. Como siempre el peliplata, a ojos de Misaki, se veía muy atractivo con ropa casual. Apenas las miradas se cruzaron los 2 sonrieron. Sin pensarlo Misaki se arrojó a los brazos del mayor quien lo recibió gustoso.

 

-Perdona la demora- dijo Misaki mirando a los ojos al peliplateado con un suave sonrojo en sus mejillas.

 

-No me iba a ir a ningún lado sin ti- aseguro Akihiko con una galante sonrisa. Se separó un poco y descubrió el brazos que tenía escondido detrás de su espalda- te traje este regalo- y mostró una hermosa rosa, grande y brillante.

 

-Es muy hermosa- dijo Misaki tomandola con delicadeza, embelezado con la majestuosidad de la flor.

 

-No se compara con tu belleza- dijo Akihiko acariciandole la mejilla al castaño.

 

El corazón de Misaki dio un salto en su pecho y sintió como sus mejillas tomaron un color más intenso, un rojo que sobresalía en su piel de porcelana. Con el contacto de las frías manos de Akihiko se le erizaron los bellos del brazo y sus ojos brillaron emocionados con el momento.

 

-Sabes hoy te pedí que nos viéramos solo los 2 porque hay algo importante que quiero decirte- dijo Akihiko algo más sería, manteniendo su intensa mirada prendida del par de relucientes esmeraldas.

 

-¿Que cosa?- pregunto Misaki sintiendo que el labio inferior le temblaba, lo mordió para que no se notara su nerviosismo.

 

Y misaki solo podía pensar que esta era una escena tan perfecta como las de sus sueños, preguntándose si este sería otro más. Akihiko tomo con delicadeza una de las manos del omega y deposito un suave beso en el dorso de está.

 

-Misaki nos conocemos hace mucho tiempo ya. Crecimos juntos, y soy feliz por ello- dijo Akihiko regalandole una cálida sonrisa- creo que he pasado mas tiempo contigo que con cualquier otra persona que me rodea. Fue por eso que puede conocer cada parte de ti… y para mi fue inevitable no pensar en lo hermoso y dulce que eres. Fue inevitable caer hechizado en cada una de tus facetas- y entonces se arrodillo- me dijiste que yo era como un príncipe, entonces esta declaración no podría ser de otra forma- beso nuevamente la mano que sostenía mientra entrelazaba sus dedos- Misaki me gustas… Más que eso, yo te quiero.

 

-Usagi- susurro Misaki sintiendo que se le escapaba el aliento.

 

-Y no solo tengo estos sentimientos por ti, lo quiero sentir a tu lado- dijo Akihiko clavando su intensa mirada en aquella dulce- ¿Misaki serias mi novio?

 

Y sin pensarlo el castaño se arrojó a los brazos del alfa dejando caer la rosa que llevaba en su mano. Akihiko lo recibió entre sus brazos cayendo sentado al suelo.

 

-¿Acaso esto es un sueño?- pregunto Misaki sintiendo su voz temblar.

 

-No, esta es la realidad. Nuestra realidad- le susurro Akihiko al oído.

 

Tomo de las mejillas el delicado rostro y lo contempló. Miro esa suave piel teñida por un delicado rosado del sonrojo, esos hermosos ojos esmeraldas cristalizados por lágrimas de emoción que lo miraban con tanto cariño y esos perfectos labios que los llamaban expectantes, tan rosados, puros y jamás tocados. Se acercó lentamente viendo como esos ojos se cerraban esperando por lo que venía. Y a solo milímetros de esos labios sintió el perfume natural de Misaki, el de sus feromonas, y su aliento tan dulce. En un suave roce unió sus labios, de forma delicada para enseñarle a Misaki su cariño. Lentamente lo fue guiando en un perfecto beso lleno de sentimientos, sintiendo que los brazos de Misaki con timidez rodeaban su cuello.

 

-Te quiero- le susurro Akihiko entre besos.

 

Ya nada más importaba, ahora eran ellos 2.

 

🐾🐾🐾🐾🐾🐾

 

15 años (Misaki)

Como era algo habitual hace ya un año Akihiko llegó como todos los viernes a visitar a su adorado novio. La verdad era que cuando la noticia llegó a oídos de la familia Kamijou, cortesía del escándalo que armó Hiroki al saber quien era ahora su cuñado, hubo mucho revuelo sobre todo cuando lo supo Dante. Si, el alfa esposo de Sunmi y padre de los omegas era ese tipo de padre sobreprotectores que cuidaba a sus cachorros como el más valioso tesoro, sin olvidar que en su juventud fue todo un mujeriego y se negaba a que algún maldito alfa le hiciera esas cosas a sus bebés. Porque para él siempre serán sus bebés. Cuando Dante se intentó oponer a que alguien posara sus manos en su pequeña adoración aprecio Sunmi con su aura maligna recordándole cómo era él de joven, y sobre todo recalcandole cómo fue enamorarla. Y como perro regañado se fue refunfuñando con la cola entre las patas.

Después de tal notícia Akihiko iba martes y sábado a pasar las tardes con su adorable novio, siempre bajo la custodia del peligroso Dante quien no le quitaba los ojos de encima para asegurarse de que no posaba sus manos sobre el dulce omega. Pero Sunmi estaba del lado del romance entre los jóvenes, así que invitaba a Akihiko todos los viernes mientras su marido estaba trabajando.

Ahora Akihiko y Misaki se encontraban en la habitación, estaban comiendo una torta que había comprado el alfa en una de las mejores pastelerías. Le encantaba ver como su omega disfrutaba de las cosas dulce, la cara de satisfacción que ponía era perfecta a sus ojos y eso lo hacía muy felíz.

 

-Esta es la torta especial de chocolate, hice una reserva para conseguirla- comentó Akihiko.

 

-todavía no la has probado, solo me has mirado comerla- dijo Misaki sonrojado, apenado de como su novio le encantaba mirarlo comer felíz.

 

-¿Debería probarlo?- preguntó Akihiko y notó como Misaki asintió con timidez.

 

Y sin pensarlo se acercó a Misaki robandole un apasionado beso. El ritmo era lento pero el juego de las lenguas era muy caliente, tanto que Misaki liberó un poco de feromonas de lo bien que se sentía.

 

-Esta muy buena- dijo Akihiko con una sonrisa de satisfacción.

 

Misaki sin importar cuantos besos había compartido con él seguía teniendo una reacción tierna y tímido. Le parecía adorable verlo tocarse los labios todo sonrojado.

 

-Usagi- susurro Misaki todo abochornado.

 

-Eres hermoso- le dijo Akihiko encantado.

 

-No digas esas cosas- dijo Misaki cubriendo su cara con las manos.

 

Akihiko dejó escapar una suave risa divertido. Sin pensarlo se acercó más al cataño y tirando del brazo lo colocó encima suyo. Misaki se puso aún más rojo por la cercanía.

 

-Estoy felíz de estar así contigo- dijo Akihiko con una sonrisa depositando un casto y rápido beso en los labios del castaño

 

-Pervertido- dijo Misaki, porque aunque no lo dijera en voz alta podía sentir lo que estaba debajo de su cuerpo.

 

-Solo estamos abrazados- dijo Akihiko apretando suavemente el cuerpo que estaba entre sus brazos que rodeaban aquella estrecha cintura.

 

-Pero es una posición vergonzosa- dijo Misaki mordiendo su labio inferior.

 

La situación era que Misaki estaba próximo a su celo, así que estaba más sensible de lo normal e incluso buscaba más contacto. Se sentía totalmente expuesto y vulnerable pues sentía además las dominantes feromonas de su novio. Una fría nariz rozó con suavidad la piel del cuello del castaño.

 

-Estos días hueles demasiado bien- comentó Akihiko perdido en aquel delicioso aroma, era embriagante pero no era tan hormonal como para hacerle perder la cordura, todavía.

 

-Es porque estoy cerca de mi celo- susurro Misaki sintiendo su cuerpo temblar al sentir aquel roce y sintiendo el tibio aliento acariciar su piel.

 

-Lo sé, tú mamá ya me dijo que la próxima semana previo a tu celo no podré venir porque puedo alterar tus hormonas y adelantarlo- dijo Akihiko levantando el rostro y mirando esos ojos con intensidad.

 

-Yo ya me siento diferente- dijo Misaki frotando su rostro en el pecho de su novio.

 

Y Akihiko lo sintió, una suave intensificación de ese dulce aroma. Se acercó lentamente y sin pensarlo atacó esos dulces labios, tan suaves y carnosos. Unos lentos pero apasionados movimiento de labios, sintiendo las manos del castaño subir por su nuca y luego enredando sus dedos en sus cabellos. Sentía la tención en el cuerpo encima de él, sentía un casi imperceptible movimientos de caderas.

Otra oleada de feromonas atacó, esta vez un poco más intensa. Akihiko delineo los labios de su novio e introdujo su lengua. Su lengua acarició la ajena, sintiendo el sabor a chocolate, sintiendo el calor y la suavidad. Apretó un poco más su agarre, con sus manos en aquellas marcadas caderas. Era un beso intenso y demandante. Misaki empezó a frotar más su cuerpo contra el del peliplata, un movimiento un poco torpe. Akihiko no sabía si el castaño lo notaba pero él sabía que su parte baja comenzaba a reaccionar y eso era peligroso.

Entonces de la boca del omega salieron entre besos suaves suspiros de satisfacción. Akihiko reaccionó y con cuidado lo guió a Misaki logrando recostarlo en el suelo, situándose entre las piernas de su novio. Y sin pensarlo apoyó su mano derecha en el costado de Misaki y comenzó a hacerle costilla, quien al instante comenzó a reírse moviéndose de un lado a otro.

 

-Jajajajajajajajajaja no más jajajaja no más- pidió Misaki entre risas, y Akihiko paró notando que ese delicioso aroma disminuía.

 

Con delicadeza acercó su rostro al cuello de Misaki y acarició con la punta de su nariz la piel de esa área. Empezó a darle suaves besitos, tan rápidos que robaba cortas risas.

 

-Da cosquilla- dijo Misaki divertido.

 

Entonces Akihiko mordió aquella área, clavó sus dientes en aquella tierna carne. Y lo escuchó, un sonoro gemido, acompañado de unas fuertes feromonas. Y sin poder controlarse volvió a morder dejando marcas. Misaki tenía los ojos húmedos, como pidiendo más, y se había aferrado al cabello plateado.

Entonces la puerta se abrió de golpe, todo el ambiente se esfumó cuando apareció la imponente figura de Dante Sparda. No tuvo tiempo de reaccionar y Akihiko sintió como era arrastrado por los pasillos de la casa hasta el patio, donde sin poder reaccionar bien sobre lo que pasaba, sintió el agua helada impactando en su cara, en un chorro potente y certero que le congeló hasta los huesos.

 

-Mierda- exclamó Akihiko al sentir el agua helado.

 

-Espero que con esto se te bajó la calentura- le dijo Dante furioso, y luego mostró una risa malévola- pero si te hace falta puedo darte otra mano- dijo agitando la manguera entre sus manos.

 

Dante ingresó nuevamente a la casa y le dio paso a Hiroki quien traía una toalla, quién negaba con la cabeza reprochando los actos de su amigo.

 

-Wow seguramente así te ganas la confianza de mi padre- dijo Hiroki sarcástico, con el ceño fruncido. Le extendió la toalla a su amigo quien se lo agradeció con la mirada- no puedo creer que seas tan idiota como para ponerle una mano encima en nuestra casa.

 

-No pude controlarme, Misaki está cerca de su celo y parece que mis feromonas lo hacen reaccionar- dijo Akihiko mientras se secaba el rostro- Además ¿no se suponía que hoy no estaba Dante en casa?

 

-Se desocupo antes por un imprevisto y vino a ver a mamá, pero apenas puso un pie dentro sintió tus feromonas de adolescentes hormonal- dijo Hiroki mirándolo mal- y agradece que solo te echo agua.

 

-Viniendo de él esto fue una caricia- dijo Akihiko divertido.

 

-Si todavía estás de humor puedo darte una refrescada- dijo Hiroki con una sonrisa malévola.

 

-Por hoy paso- dijo Akihiko.



15 años (Hiroki)

Estaba apoyado en el marco de la ventana de la oficina del presidente del centro de estudiantes. Miraba a través de ella las canchas donde algunos estudiantes jugaban. La suave brisa agitaba sus cabellos castaños. Él solo estaba allí pensando, apoyado sobre su mano derecha y con el cuerpo reclinado.

 

-Pensé que no vendrías esta semana Hiroki- dijo una voz muy conocida para él.

 

-¿Que le hizo pensar eso señor presidente?- preguntó Hiroki sin voltearse.

 

-Ya te dije que me llames solo Masamune- dijo el presidente del centro de estudiantes- y pensé que estarías en celo.

 

-Somos mellizos, solo se sincroniza el celo en omegas gemelos- dijo Hiroki volteando a ver al presidente que estaba apoyado en el escritorio mirándole.

 

-Entonces me alegra contar contigo en una de las semanas más difíciles, eres siempre muy trabajador y eficiente- le alabó Masamune- pero creo que lo que te tiene tan pensativo no es el trabajo.

 

-Porque no intentas leer mi mente, y si adivinas te cuento que me pasa- dijo de forma sarcástica Hiroki quien empezó a caminar hacía la puerta.

 

-Seguramente se relaciona con Misaki pero es sobre ti- dijo Masamune y sintió como el castaño detenía su andar- Misaki debe estar pasando un celo difícil ahora que está tan apegado a su alfa, así que su celo debe pedir por la presencia de Akihiko… y eso te hace pensar en ti.

 

-Eso suena un poco rebuscado- dijo Hiroki sin voltearse, sintiendo los ojos del presidente clavados en su espalda.

 

-En realidad has pensado porque nunca nadie se te ha declarado- dijo Masamune y vio como el omega tensó la espalda- y en que nunca nadie te beso- y escuchó una exclamación de miedo salir de los labios del castaño.

 

-No se de que hablas- dijo Hiroki, quiso mostrar indiferencia.

 

-Es algo natural, el querer sentir y ser mimado- dijo Masamune de forma natural.

 

A paso tranquilo se acercó un poco al castaño y lo tomo con delicadeza de la mano, acariciando la tersa piel. Sin darle tiempo a nada lo tironeo y lo atrajo hacia su cuerpo en un abrazo. Hiroki mantuvo la mirada baja.

 

-Eres hermoso Hiroki- le susurro al oído Masamune.

 

-Eso no es verdad- murmuró Hiroki contra el pecho del presidente.

 

-No solo lo pienso yo, hay muchos alfas que babean por ti- declaró Masamune. Y sintió un suave golpe en su costilla que lo hizo reír- la cosa contigo es tu mal genio.

 

-No tengo mal genio- dijo Hiroki elevando su rostro y mirando a los ojos al alfa con enojó.

 

-Por supuesto que sí- dijo Masamune pellizcandole los cachetes, privilegio que solo poseía él- haces que los alfas queden con la cola entre las patas.

 

-A ti todavía no te doméstico- dijo Hiroki con el ceño un poco fruncido.

 

-Es que a mi no me das miedo, me gusta tu mal carácter- dijo Masamune con una sonrisa.

 

-No tengo mal carácter- contestó Hiroki.

 

-Es verdad. Lo que pasa es que eres fuerte, como un igual entre alfas- dijo Masamune- eso es parte de tu encanto, y el que solo te mire el culo se pierde de muchas cosas.

 

-No sé a qué viene todo eso- dijo Hiroki intentando terminar la conversación pues sentía que el color empezaba a teñir sus mejillas, pero cuando intento separarse un nuevo tirón lo atrajo hacia ese firme pecho- ¿acaso me piensas tener todo el día pegado a ti?- cuestionó con el ceño fruncido.

 

-Déjame terminar, no seas impaciente…y deja de ser tan gruñón- dijo Masamune divertido.

 

-¿Que quieres?- preguntó Hiroki con el ceño fruncido, algo divertido viendo que traía las mejillas rojas.

 

-Si miras con más atención habrías notado que me gustas- dijo Masamune mirándolo a los ojos con intensidad.

 

-Ya estas delirando- dijo Hiroki nerviosos, tratando de separarse del alfa con manos temblorosas.

 

-Escucha primero- dijo Masamune con voz calmada y firmé- no eres un omega, eres Hiroki Kamijou. Un hermoso chico por fuera y por dentro, con una gran fortaleza y muy inteligente… y todo eso a mis ojos te hace tremendamente sexy.

 

-No digas cosas vergonzosas- dijo Hiroki tironeandole con fuerza de las las mejillas mientras su cara se volvía totalmente roja por aquellas potentes palabras.

 

-Oye antes de criticar mis sentimientos podrías darme un respuesta- dijo Masamune con una sonrisa típica de él, de esas que transmitían seguridad.

 

-¿Por qué yo?- pregunto Hiroki desviando la mirada para no hacer contacto visual.

 

-¿Por qué no?- Contraatacó Masamune divertido. Posó una de sus manos en el mentón del castaño y lo hizo que volteara a verlo- la cosa es que he esperado mucho por este momento Hiroki.

 

-¿Cual momento?- pregunto Hiroki confundido.

 

Y sin tiempo a nada Masamune con delicadeza posó sus labios sobre los dulces y suaves del castaño. Hiroki abrió grande los ojos ante el contacto, lo había atrapado con la guardia baja, pero no se alejó porque se sentía agradable ese contactó. Un suave movimiento de labios inició el alfa para poder guíar al omega en un arte de la que desconocía, acariciando con toda la delicadeza que merecían esos labios vírgenes. Entonces en un instante entre la calidez y cariño de aquel íntimo contacto, Hiroki se dejó llevar y lentamente cerró los ojos. Masamune con cuidado guió los brazos del omega y lo hizo que rodarán su cuello, mientras él lo sostenía con firmeza de la espalda baja. Fue un primer beso lento pero apasionado, lleno de mimos y expectativas.

Se separaron lentamente, y Masamune no pudo evitar sonreír ante la interesante reacción del omega. Hiroki traía la cara teñida de un delicado rosa, el ceño fruncido y los ojos llenos de deseo, una combinación poderosa que hacía al alfa caer encantado.

 

-Quizás debería haberlo dicho antes, pero en este caso creo que primero debía dejarte en claro mis sentimientos- dijo Masamune tomándole con delicadeza una de las manos- ¿Te gustaría ser mi novio?

 

-Lo pensaré- dijo Hiroki dándose la vuelta, todo abochornado por la declaración y el beso.

 

-Lo tomó como un si- dijo Masamune mirando como el castaño se acercaba hacía la puerta.

 

-Esta bien si lo ves así- dijo Hiroki queriendo parecer desinteresado, pero sintiendo algo cálido en el pecho.

 

-Eso me hace feliz- dijo Masamune con una sonrisa, que aunque Hiroki no la vio por estar de espalda puedo presentirla y dibujarla en su mente. Cuando el omega posó su mano en el picaporte se detuvo ante la voz del presidente- por cierto, como buen novio que soy te diré una cosa… La verdad es que cada vez que estabas delante mío te miraba el culo.

 

Hiroki soltó el picaporte, se dio media vuelta y caminó hasta estar frente al alfa. Le agarro de la corbata y lo jalo de esta hasta dejarlo a su altura, y lo miro a los ojos con una sonrisa siniestra.

 

-Entonces espero estes listo para tu castigo- le susurro Hiroki con malicia.

 

🐾🐾🐾🐾🐾🐾

 

23 años (actualidad)

Una lujosa camioneta negra blindada aparcaba en el estacionamiento privado de aquel lugar. 2 hermoso omegas descendieron de la parte de atrás del vehículo ayudados por los guardaespaldas que vestían trajes negros. El mayor de los omegas vestía unos pantalones rectos negros de una tela vaporosa, una camisa blanca, zapatos de vestir negros y unos anteojos de sol. El otro omega traía unos jeans azul, una camisa blanca que en la parte de atrás era más larga llegándole hasta la altura de las rodillas, zapatillas de color violeta y anteojos de sol, entre sus brazos cargaba un gran ramo de rosas muy particulares llamadas baby románticas. A paso tranquilo caminaron en silencio por los largos senderos rodeados de un intenso pasto verde. Llegaron a una colina bañada por la luz del sol y allí reposaba una gran lápida de mármol. Los guardias se detuvieron a unos tres metros para dar algo de intimidad.

El menor de los omegas sintió un ligero escalofrío recordando aquel instante. Todavía estaba muy fresco en su memoria pero ya no dolía como en aquel entonces, ya no sentía su corazón arder de tanta tristeza. Se detuvo frente a la lápida contemplando el nombre de su amado.

 

-Hola Usagi- saludo Misaki con una sonrisa sintiendo que una lágrima escapaba de sus ojos- ¿Como has estado?... Espero que bien, que estés en paz.

 

-Donde esté seguramente es así- le dijo Hiroki apoyando una mano sobre el hombro de su hermano.

 

-Eso suena bien- dijo Misaki posando su mano izquierda sobre la que estaba en su hombro.

 

-Te amo con todo su corazón y te pudo proteger, eso es todo lo que él quería- dijo Hiroki presionando suavemente el hombro de su mellizo para transmitirle seguridad y calma.

 

-Yo también lo amo, fue mi persona especial- dijo Misaki sintiendo que más lágrimas acariciaban la piel de su mejilla- realmente me hacía la persona más feliz de este mundo.

 

-Eras su persona más amada, todo lo que él quería en esta vida- aseguró Hiroki sintiendo un nudo en la garganta, a pesar del tiempo nunca era fácil estar ahí menos aún cuando veía tan frágil a su hermano.

 

-¿Por qué todavía duele?- preguntó Misaki con la voz quebrada por las ganas de llorar. Su corazón latía desbocado y posó su mano izquierda sobre este tratando de calmarlo.

 

-Porque era amor- dijo Hiroki sintiendo las primeras lágrimas caer por sus mejillas- realmente Bakahiko estaba loco por ti.

 

-¿Todavía lo llamas así?- preguntó Misaki con una suave sonrisa en sus labios, recordando los buenos tiempos cuando su hermano pelea con su pareja.

 

-¿Por qué no?, aunque él ya no esté aquí físicamente sigue estan en mi corazón, sigue siendo mi mejor amigo- dijo Hiroki con la voz temblando pero firme en sus palabras.

 

-Akihiko ya escuchaste, acaba de llamarte mejor amigo- dijo Misaki felíz entre lágrimas.

 

-Fue el mejor cuñado- confesó Hiroki. Sacó su mano del hombro de su hermano y se alejó un poco- te dejo con él un rato.

 

-Gracias- dijo Misaki con suavidad.

 

Vio cómo se alejaba y se ponía a conversar con los guardias, siempre que lo veía hablar parecía tan profesional, no quedan dudas de que era el próximo jefe del clan. Se giró de nuevo al frente y miró la lápida, sonrió con nostalgia. Se acercó a paso tranquilo sin quitar la mirada de las inscripciones sobre aquel pedazo de mármol. Se arrodilló frente a la lápida y la acarició con cariño, como si acariciara la mejilla de su amado. Miró con los ojos brillando por las lágrimas, todavía dolía pero sabía que a lo largo del tiempo encontró la fuerza para seguir y esa fuerza venía de la misma persona que yacía en aquella tumba, él hubiera querido que siga sonriendo. Nunca estuvo solo y todos los que lo rodeaban lo ayudaron a sobrellevar su dolor y lo sacaron a flote. Todavía lloraba pero es porque amo a esa persona de verdad y con cada parte de su ser, ahora gracias a esa persona y a su amor, que perduró a pesar de ya no estar presente, podía llevar su vida adelante.

 

-Nunca pensé que Hiroki nos dejaría estar a solas- dijo Misaki soltando una suave risa, estaba un poco más animado aunque todavía lloraba- perdona- dijo mientras secaba sus lágrimas con cuidado con el dorso de su mano- se que no te gusta verme llorar, pero estar aquí me recuerda lo bello de la vida y me emociono- dijo regalando una auténtica sonrisa de verdadero amor- siento que me diste y me enseñaste lo más valioso de la vida, tu amor me hizo grande… se que ya no estas aquí para abrazarme y llenarme de mimos, pero siempre vivirás aquí- llevo su mano a su pecho tocando su corazón- sin importar que pase en mi vida, nadie te va a desplazar, lo que me diste siempre será el recuerdo más valioso. Fuiste y seras siempre mi primer amor.

 

Soltó unas lágrimas más gruesa y sintió su llanto golpear su garganta. Lo dejó salir y eso lo hizo sentir mejor, lo hacía sentir que realmente ese amor que compartieron había construido algo real.

 

-Te traje esto, ¿lo recuerdas?- dijo Misaki extendiendo el ramo de rosas y colocandolo cuidadosamente frente a la lápida- si, estas fueron las rosas que te regale cuando ganaste un premio por tu primer libro. Son preciosas- miro con nostalgia y en su memoria revivió aquel recuerdo- sabes, realmente fui felíz a tu lado y te ame de verdad. Gracias por enseñarme lo bueno de la vida- se acerco y deposito un casto beso en la lápida sobre el nombre- lo que pasó se que lo hiciste porque me amabas. Hay gente mala en este mundo y tú eras muy bueno para este mundo- esta vez solo escapó una lágrima solitaria de sus ojos, ya no pensaba en el día de su muerte porque revivir el dolor solo era echarle sal a la herida y no lo llevaría a buen camino- sé que estás felíz, porque siento que al fin puedo ver más allá del dolor. Siento que este último tiempo he crecido- volvió a sonreír mientras una suave brisa hacía bailar mechones de su cabello- de ti aprendí a ser más fuerte, era algo que admiraba mucho de ti y que ahora es parte de mi. Es el regalo que me dejaste, tu amor me hizo fuerte- y entonces sintió su corazón liviano como si el dolor se fuera muy lejos- por eso te prometo que seré felíz, te prometo que no dejaré de crecer y vivir, porque sé que lo que más querías en esta vida era que yo fuera felíz… gracias por elegirme y amarme tanto.

 

Y no, no estaba recitando la frase que él había grabado en la lápida para su difunto amado. Esas palabras eran algo que siempre le decía él, algo que lo hacía sonrojar hasta las orejas. A Misaki siempre le costó expresar sus sentimientos, quizás era de lo que más se arrepentía después de la muerte de Usagi. Por eso grabó aquella frase en la lápida, porque aunque no se lo dijo en palabra trato de transmitirselo con acciones. Porque Misaki siempre se sintió afortunado.

"Usagi gracias por elegirme y amarme tanto, yo también te ame con todo mi corazón" Misaki Kamijou.

Escucho uno pasos detrás suyo y supo que ya era hora de partir.

 

-Ya tengo que irme, pero volveré el próximo mes- dijo Misaki quien sonriendo se paró y empezó a caminar en dirección a los guardias.

 

Pero Hiroki se quedó contemplando la lápida. La Miraba fijamente como queriendo recordar la imagen de su amigo… y sonrió.

 

-Eres un loco Bakahiko, después no te quejes cuando otro alfa enamore a Misaki- y Hiroki sintió que pudo respirar, porque su amigo lo hubiera querido así. Ese era el Hiroki amigo/cuñado de Akihiko, alguien que le mostraría su mejor sonrisa y hacía bromas con sus enormes celos- No te preocupes lo cuidaré siempre, y si alguien se gana su corazón me asegurare de que lo ame y lo cuide, como tu lo hubieras querido- y su corazón dio un vuelco como si hubiera podido oír un gracias sincero de su amigo- nos vemos.

 

Se dio media vuelta y empezó a caminar en dirección a su mellizo. Lo veía sonreír y escuchar anécdotas alocadas de sus guardaespaldas, ese era el Misaki que quería siempre, no quería verlo llorar de nuevo pero sabía que debía dejarlo vivir, y a veces eso conllevaba dolor para seguir creciendo. Alcanzó a todos y tomó a su hermano de la mano.

 

-Tenemos que darnos prisa, yo tengo que ir a ver al señor Asami- dijo Hiroki poniendo los ojos en blancos.

 

-No se que porque reniegas, él es como un abuelo para nosotros- dijo Misaki mostrando una de esas maravillosas sonrisas que curan el alma, una que mostraba cuando hablaba de personas especiales en su vida.

 

-Por eso mismo, la última vez me tuvo 3 horas jugando damas- dijo Hiroki colocándose en la cabeza sus anteojos- siempre fue muy cariñoso con nosotros, preferiría hablar con el hijo pero me dijo que ahora andaba algo ocupado porque tendrían visitas importantes. Así que el me atenderá hoy. 

 

-Llega a ser increíble que lo conocemos de toda la vida y jamás vimos a su hijo- dijo Misaki pensativo, él no tenía recuerdos de haber conocido al hijo alfa orgullo del ahora ex cabeza del clan Asami.

 

-Una vez vino a caso, pero tu no debes acordarte porque volabas en fiebre- dijo Hiroki tratando de recrear en su memoria esa única imagen del en ese entonces adolescente, intento fallido porque realmente le costaba encontrar un rostro que ni conocía básicamente. Soltó un largo suspiró- el punto es que hoy quería estar temprano en casa para poder recibir a Ryouta.

 

-Lo se Nii-san, no te estreses. Ahora cuando llegue a casa me pondré manos a la obra y armare un almuerzo que dejará a todos con la boca abierta- dijo Misaki con voz calmada- preparé ésa torta de chocolate que tanto le gusta, estará muy feliz aunque no estén Mamá, Yuuri y Ritsuka.

 

-Con comida siempre es feliz él- dijo Hiroki negando con la cabeza.

 

-¿Y a ti que te hace feliz?- pregunto Misaki curioso.

 

-Mi familia- dijo Hiroki mirando hacía el cielo.




Continuará…

 

 

 

Notas finales:

Hola a todos soy Caperucita kiryuu…

Espero les haya gustado este capi, por cada personaje haré un breve recorrido de su vida hasta la actualidad así vamos conociendo un poquito sobre ellos.

Misaki y Hiroki son mellizos, me ha gustado la idea así que espero puedan emocionarse tanto como yo. 

Llore cuando escribí la parte del cementerio ???????? fue muy triste, realmente me gusta Akihiko y creo que él ama mucho a Misaki, no quería hacerlo infiel o algo así como una ruptura (me costó imaginar algo así después de leer varias historias que tocaron mi corazón), tuve esta idea que mientras avance la historia se revelara que paso. 

Hay muchas lagunas pero todo eso se irá develando conforme avance la historia e incluso se entrelazaran con las historias de sus hermanos.

 

Y llegó la hora de las teorías ???????? y haré preguntas basada en los protagonistas del capi:

¿Que opinan sobre la pareja Hiroki x Takano?

¿Que creen que paso con esa relación?

¿Creen que Misaki se enlazó con Akihiko?

¿Que creen que paso con Akihiko?

 

Y también preguntas para que todo compartamos:

¿Que fanfic recomiendan? (basado en las parejas de la historia)

Seguramente la mayoría que éste aquí por el MisakixAsami seguro leyó "Vas a llorar por mi" de Macarena-chan (y si no lo hicieron corran a leerlo) así que recomendare otros que me enamoraron.

-"Gran Prix Mágico(Yuri!!! on ice)" de LauraDiction (si les gusta Harry Potter y Yuri on ice no pueden no leerlo, es arte) (esta esta en watppad y no la encontre aquí)

-"El internado" de YukiMisaki97 (ella es una genia me gustan mucho sus historias tienen mucho humor)

-"Un omega tierno para un alfa violento" de simonned (porque no podía faltarme el omegaverse)



Gracias por leer?. Nos estamos leyendo en la próxima actualización. Los quieroooo?????????????

 


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