La vida de Jon, sin Damian, era apacible y tranquila, sin duda escapar en aquel barco de pasajeros hacia esa pequeña isla donde se encontraba, le brindaba un reparador anonimato, era la mejor decisión que pudo tomar, lo único que lamentaba, era no haber traído consigo aquellos escritos y registros familiares, ya que no sabía qué hacer con su embarazo, ni con el cada vez más próximo parto, fuera de eso, Jon no se arrepentía de nada.
En la isla donde residía, existía una pequeña comunidad de habitantes, por lo que su llegada llamo la atención de los lugareños, que con el pasar de las semanas fueron acostumbrándose a la presencia de Jon, aceptando que su estadía seria permanente.
Al principio no tenía donde vivir, pero el oro que traía fue suficiente para hacerse dueño de una pequeña casita, sin gente. Aquella vivienda solo disponía de una habitación un comedor, cocina y un baño, era bastante precaria comparada con los sitios en los que estaba acostumbrado a vivir, pero acogedora gracias a él, y su esfuerzo por decorarla y personalizarla.
Jon iba al pueblo, solo para abastecerse de comida, o para recibir noticias del exterior de la isla, noticias que llegaban en los diferentes barcos que visitaban la localidad.
Y así mientras las semanas pasaban Jon siguió con su vida, si extrañaba a Damian a pesar de lo que lo hizo pasar, pero debía recordar que por mucho que amara a Damian, este era él enemigo, él lo había querido así.
Pasaban los meses y el embarazo de Jon, iba desarrollándose bien, y a notarse de manera visible, sus vecinos solían hacerle bromas sobre su peso, sin tener mínima idea su estado.
Jon se preguntaba, ¿si Damian lo extrañaba, o siquiera lo estaría buscando?, Seguro que ya lo había dado por muerto, pero en realidad que importaba lo que Damian pensara, él no se merecía que Jon lo pensara tanto, ni mucho menos conocer a su futuro hijo.
….
Pero Lejos de lo que pensaba Jon, Damian no se rendía, y seguía empeñado en la idea de encontrarlo, y pedirle perdón.
De día solo se dedicaba a utilizar hasta el último de sus recursos con el fin de encontrar al que siempre fue el dueño de su corazón, corazón que estaba hecho añicos, pero él sabía, que él era el único responsable de su estado, había lastimado a su Jon, alguien que siempre lo cautivo con su dulzura y pureza, pureza que el solo había corrompido y mancillado, aún a pesar de saber esto, Damian quiere encontrar a Jon para arreglar las cosas entre ambos y poder ser al fin una familia, junto a su hijo que aún no nacía.
Por otro lado, por las noches la personalidad de Damian cambiaba por completo, de ser fuerte y esperanzada durante el día, en la noche le simplemente le ganaba la tristeza y la culpa que sentía por todo lo que le hizo al de ojos azules, no siendo capaz de hacer otra cosa que lamentarse y llorar por lo que le ocurría, entendiendo que solo él era responsable de su dolor.
Continuara:….