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Chang Ai por N3K0-Ch4N

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Otro día más transcurría con normalidad en la casa de playa del Señor del Fuego, en tres días llegaría el cometa de Sozin y con eso se definiría de forma automática el destino y balance del mundo entero. Aang se levantó temprano para entrenar como lo hacía todos los días desde que el equipo Avatar llegó a la isla Ember, al salir, sus amigos ya estaban esperando sentados en las escaleras de piedra en la entrada de la casa y Zuko lo estaba esperando de pie, los dos se saludaron el uno al otro, Aang aún se mostraba avergonzado pero Zuko se mantenía rígido y serio, estaba más que listo para empezar con otro entrenamiento de fuego-control.

El entrenamiento comenzó y Aang estaba practicando su fuego-control mientras Zuko solo se limitaba a observarlo.

-Con más furia-dijo Zuko, esta vez se estaba tomando el entrenamiento demasiado en serio. La expresión del maestro aire también era rígida, como siempre, se tomo todo el entrenamiento con seriedad-imagínate golpeando el corazón de tu oponente-

-Agh-gruño Aang con frustración y volvió su mirada cansada hacia Zuko-¡lo estoy intentando!-

-Quiero escucharte rugir como un tigredillo-Aang abrió los brazos y dejó escapar un tímido rugido y el fuego apenas brotó de sus manos, desvió la mirada hacia Zuko quien tenía el ceño fruncido y le dio una sonrisa-eso se oye patético, dije rugido-habló irónicamente, quería liberar a la bestia salvaje dentro de Aang.

-ROAR-rugió Aang con fuerza y deseo, enormes olas de fuego salieron de sus manos y boca, una sonrisa satisfecha se formó en el rostro de Zuko, hasta que Katara apareció con jugo de melón para todos.

-¿Quién quiere un vaso de jugo de melón?-preguntó la maestra agua mientras elevaba dos pequeños melones ofreciéndole al resto del grupo, esto hizo que Aang abandonara el entrenamiento para ir a buscar una bebida, pero su cuerpo se vio obstruido por dos brazos que lo aprisionaban fuertemente. Zuko lo estaba sujetando por la cintura y aunque hizo un esfuerzo por liberarse, Aang no conseguía moverse.

-Hey, tu entrenamiento no ha terminado. Vuelve aquí-dijo Zuko, desanimado y derrotado, Aang dejó de pelear por liberarse de su agarre.

-Relájate, Zuko. Solo tómate un descanso ¿cuál es el problema?-preguntó Suki recostada en la escalera de piedra junto a Sokka, bebiendo un poco de jugo.

-Está bien-Zuko soltó al joven Avatar quien siquiera esperó a que sus pies tocaran el suelo y comenzó a correr hacia la escalera, Katara le entregó un jugo y Aang se sentó y comenzó a beber-si quieren estar inactivos como un montón de caracoles perezosos entonces adelante, háganlo-

Le dio la espalda al grupo y comenzó a caminar perdiéndose entre la vegetación; sin embargo, Sokka lo interrumpió.

-Zuko quizás tenga razón. Estar sentados tanto tiempo nos ha hecho perezosos, pero sé exactamente que puede solucionar eso-dijo el chico de la Tribu Agua del Sur poniéndose de pie, se levantó y se quitó su ropa de la Tribu Agua revelando un traje de baño debajo de éste-¡FIESTA EN LA PLAYA!-

Y con eso, comenzó otro día de diversión en la vida del equipo Avatar, Sokka se arrojó al agua y comenzó a recolectar algas marinas, Katara uso su agua-control para surfear sobre las olas, mientras que Aang y Toph, quienes han logrado dominar la arena-control, hacen unas esculturas de arena. Sokka hace una horrible escultura de arena de Suki, recibiendo comentarios burlones por parte de Toph y Aang. De repente, de la nada, Zuko aparece y ataca ferozmente a Aang, asustando a todos, persigue a Aang fuera de la playa y de regreso a la casa, Aang logra alcanzar el techo de la casa y Zuko lo persigue, ambos se detuvieron en modo de defensa frente a frente, manteniendo una distancia segura para que no se quemaran.

-Cálmate antes de que decida atacarte-le advirtió Aang, estaba cansado de esta persecución y lucha sin sentido.

-¡Adelante, hazlo!-lo desafió Zuko ya queriendo comenzar a atacarlo. En lugar de hacer eso, Aang continuó huyendo, no podía soportar la idea de tener que herirlo para detenerlo, pero parecía que al maestro fuego no le importaba en lo más mínimo atacarlo física y emocionalmente. Finalmente, el maestro aire consiguió entrar a la casa a través de una ventana abierta y esconderse detrás de un armario, su corazón estaba acelerado y latía a mil por hora, y lo mismo pasaba con su mente ¿qué rayos estaba pasando con Zuko? necesitaba saber porque se había vuelto en su contra tan repentinamente, ayer estaban pasando un increíble tiempo juntos y ahora… Zuko logró entrar por el techo de la habitación y buscó a Aang sin abandonar su modo defensivo, el joven Avatar se cansó de esto y arrojó el armario sobre él, pero logró quemarlo fácilmente-¿cuál es tu problema?-el maestro aire siguió corriendo por la casa con el corazón en la mano, todo parecía moverse a cámara lenta a su alrededor; sin embargo, sus movimientos parecían ser más rápidos de lo normal. Zuko creó una especie de espiral de fuego y se la lanzó a Aang, quien totalmente conmocionado y herido, solo pudo pensar en usar aire-control a su alrededor y detener ese remolino de fuego-¡SUFICIENTE!-

Aang se volteó hacia Zuko y lo empujó con su aire-control, estaba tan enfadado que en ese momento siquiera considero que podría lastimar al chico, solo fue cuestión de segundos para darse cuenta de lo que había hecho, vio a Zuko tirado en el suelo con las manos en la cabeza y se percató de que podría haber ido demasiado lejos.

-¿Qué sucede contigo?-preguntó Katara furiosamente una vez que llegó allí con el resto del equipo detrás de ella. Aang saltó desde el balcón y se acercó al maestro fuego-pudiste haber lastimado a Aang-

-¿Qué sucede conmigo? ¡¿qué sucede con todos ustedes?!-preguntó Zuko mientras se incorporaba del suelo enojado y se volteaba para verlos de frente-¿cómo pueden estar tan tranquilos organizando una fiesta de playa cuando el cometa de Sozin se aproximará en tres días?-todos lo miraron en silencio y con una expresión triste, pero el más afectado fue Aang, quien se veía avergonzado-¿por qué todos me ven como si estuviera loco?-

-Sobre el cometa de Sozin-respondió Aang en voz baja y dio un paso adelante-lo cierto es, que pensaba esperar para luchar contra el Señor del Fuego hasta después de que llegara-

-¡¿Después?!-dijo Zuko quien los observaba como si ahora ellos fueran los que estaban locos.

-No estoy listo-respondió el joven Avatar, miró sus pies y luego al chico frente a él-necesito más tiempo para dominar el fuego-control-

-Y honestamente, tu tierra-control también necesita ser pulido cuanto antes-le sugirió Toph, Aang bajó la mirada con preocupación.

-Entonces ¿ustedes ya sabían que Aang pensaba esperar a que llegara el cometa?-preguntó Zuko quien, al parecer, era el único que estaba afuera de esa situación, demasiado afuera.

-Si se enfrenta al Señor del Fuego ahora, perderá-le dijo Sokka mirando a Zuko con incredulidad, Aang lo miró sintiéndose decepcionado de sí mismo-sin ofender-

El joven Avatar lo entendió y Zuko pudo ver como una lágrima corría por su mejilla.

-El propósito de enfrentar al Señor del Fuego antes del cometa era para impedir que la Nación del Fuego ganara la guerra-dijo Katara mientras se acercaba y se ponía de pie junto a Aang, le tomó la mano para tranquilizarlo y siguió hablando-pero ganaron la guerra cuando ocurrió lo de Ba Sing Se, las cosas no pueden empeorar-

-Te equivocas-le dijo Zuko a la maestra agua con tono firme pero por dentro estaba herido, Aang y Katara lo miraron fijamente, esos ojos grises lo observaban pero ahora de forma diferente, el maestro fuego se volteó dándoles la espalda-va a empeorar más de lo que te puedas imaginar, el día antes del eclipse, mi padre me llamó a una importante reunión de guerra-

*Flashback*

Zuko caminó hacia la cámara de guerra mientras algunos sirvientes lo ayudaban a colocarse su armadura, una vez que terminaron, se apartaron de él para dejarlo entrar en la cámara. Ya dentro de ésta, pudo ver a los generales de la reunión discutiendo que las rebeliones en el Reino Tierra debían ser detenidas lo más pronto posible.

-Príncipe Zuko, has estado entre los plebeyos del Reino Tierra-habló Ozai mientras miraba a su hijo-¿crees que enviar más tropas detendrán estas rebeliones?-

-La gente del Reino Tierra es fuerte, orgullosa y capaz de resistir todo mientras aun tengan esperanza-respondió Zuko.

-Sí, tienes razón-concordó el Señor del Fuego tras escuchar las palabras de Zuko-necesitamos destruir esa esperanza-

-Bueno, eso no es exactamente lo que yo…-Zuko quiso decir pero fue interrumpido por su hermana.

-Deberíamos quitarles su preciada esperanza, el resto de sus territorios y quemar todo desde adentro-sugirió la princesa Azula.

-Sí, sí, tienes razón, Azula-dijo Ozai apoyando la idea de su hija, se levantó de la pagoda donde estaba sentado y comenzó a caminar lentamente abriéndose paso entre los generales sentados en la mesa donde había un mapa del Reino Tierra abierto en ella-el cometa de Sozin está a nuestro alcance, y ese día nos dará la fuerza y el poder de cien soles, ningún maestro tendrá oportunidad contra nosotros-

-¿Y qué sugiere que hagamos, señor?-preguntó el general Shinu.

-Cuando llegó el cometa, mi abuelo, el Señor del Fuego Sozin lo usó para eliminar a los nómadas aire, ahora usaré su poder para acabar con el Reino Tierra permanentemente-respondió Ozai mientras sonreía-desde nuestras aeronaves lloverá fuego sobre las tierras, un fuego que destruirá todo a su paso ¡y de las cenizas nacerá un nuevo mundo, un mundo en el que todas las tierras sean de la Nación del Fuego y yo seré el gobernante supremo de todo!-

Tras ese discurso pronunciado por el Señor del Fuego, los generales aplaudieron entusiasmados apoyando la idea de su soberano, Zuko solo permaneció inmóvil en su lugar sin poder creer lo que estaba escuchando.

*Fin flashback*

-No puedo creerlo-dijo la maestra agua quien se cubrió el rostro con una mano.

-Quería decir algo sobre este terrible plan, pero me dio vergüenza y no hice nada. Toda mi vida he peleado por ganar el amor y la aceptación de mi padre, pero cuando lo recibí, me di cuenta de que ya estaba perdido, había olvidado quien era en realidad…-dijo Zuko, Katara cayó al suelo sin poder creer lo que estaba escuchando, Suki se aferró a Sokka y Aang… él solo se quedó allí de pie.

-Siempre supe que el Señor del Fuego era malvado, pero su plan es demoníaco-comentó Sokka mientras abrazaba a la guerrera Kyoshi a su lado.

-¿Qué voy a hacer ahora?-preguntó Aang al darse cuenta de que su plan había sido desmoronado.

-Sé que tienes miedo y sé que aún no estás listo para salvar al mundo-dijo Zuko apenas se acercó al joven Avatar y colocó sus manos sobre sus hombros mirándolo fijamente a los ojos-pero si no lo derrotas antes de que llegue el cometa entonces, ya no habrá un mundo que salvar-

-¿Por qué no me hablaste del plan de tu padre antes?-dijo Aang mientras le daba la espalda y caminaba directo a la casa.

-No pensé que debía hacerlo. Asumí que pelearías contra él antes de que llegara el cometa, nadie me dijo que tenías planeado esperar-Zuko estaba a la defensiva, pero una parte de él se hallaba herida por tener que decir estas palabras.

-Esto es malo. Esto es realmente malo-murmuró Aang quien caminó unos pasos más, se arrodilló en el suelo y se llevó las manos a la cabeza queriendo pensar.

-Aang-lo llamó una voz, miró hacia atrás-no tienes porque hacer esto solo, ambos nos equivocamos al no contarnos nada, pero aún podemos ganar esta guerra-

Katara estaba de pie detrás de él, el menor se puso de pie y vio al resto del grupo acercarse, incluyendo Zuko.

-¡Sí! si luchamos todos juntos contra el Señor del Fuego, tendremos la oportunidad de vencerlo-exclamó Toph con su característico tono emocionado en su voz.

-¡De acuerdo! ¡el equipo Avatar está de vuelta!-exclamó Sokka, su entusiasmo había vuelto a él y comenzó a señalar a sus amigos-aire, agua, tierra, fuego, abanico y espada-

-Combatir al Señor del Fuego será lo más difícil que haremos juntos-dijo Aang, su expresión era cerrada y firme-pero no lo haría de otra manera-

Le dio una sonrisa a sus amigos quienes lo aceptaron y fueron a abrazarlo, excepto Zuko que solo miró la escena a la distancia, Katara lo notó y le sonrió amigablemente.

-Acércate, Zuko-lo llamó la maestra agua.

-Ser parte del grupo también significa ser parte del abrazo grupal-dijo el joven Avatar, aunque esta acción fuera en contra de su voluntad, Zuko se acercó a sus amigos y se unió al abrazo, logrando sostener la mano de Aang con la suya sin que nadie lo viera, Katara se dio cuenta de esto pero ella no habló, solo lo aceptó y sonrió al ver a sus amigos juntos, pero eso no significaba que nadie más sintiera la conexión entre ellos.

Apenas todos se separaron del abrazo grupal, Toph se acercó a Aang y lo apartó unos metros de sus amigos para poder hablar en privado.

-Aang-dijo Toph un poco más seria esta vez-¿no crees que es hora de decirles…? Ya sabes. Además, ya te diste cuenta de lo que la falta de comunicación y confianza entre nosotros puede hacer-el maestro aire se apartó de la maestra tierra, giró sobre sus propios pasos, ya que estaba sin su túnica puesta, podía sentir la tensión en sus hombros, sabía exactamente a qué se refería Toph pero no sabía si podía hacerlo, tampoco podía encontrar las palabras apropiadas y no sabía su Zuko estaría de acuerdo con esto, especialmente después de toda la escena anterior. Aang estaba tan perdido en sus pensamientos que no oyó a sus amigos llamarlo o hacerle preguntas, reaccionó cuando sintió una mano sobre su hombro-puedo sentirlo, está bien que les digas, él está de acuerdo con eso-

El joven Avatar se volteó hacia sus amigos quienes esperaban ansiosos su anuncio.

-Está bien… me gusta alguien, bueno, no en realidad, amo a esa persona y ha pasado un tiempo desde entonces. Recuerdo la primera vez que estuvimos a solas y hubo una especie de "conexión" entre nosotros, recuerdo cuando estábamos peleando y compartimos nuestro primer beso, incluso si te pregunte aquella vez que era lo que realmente querías. Recuerdo cuando participamos en la danza del sol, aunque no pudimos reconocernos porque usábamos máscaras, recuerdo cuando estábamos entrenando y hacías todo lo posible por llamar mi atención Recuerdo cuando recibí una profecía y estaba triste porque la adivina no me dijo lo que quería, pero hoy... sé exactamente lo que ella quería decir, también recordé cuando terminamos atrapados en una trampa y yo sabía que estaríamos bien, porque tú estabas allí conmigo-Aang se puso serio y miró al suelo, frente a sus amigos que estaban asombrados con la confesión y Katara, inesperadamente, se sonrojó cada vez más-recuerdo cuando estábamos en problemas y me mostraste un lado sentimental, diciendo y afirmando que querías conocer y buscar más información sobre la historia de tu gente. Y definitivamente recuerdo lo celoso que me ponía porque te veía estar cerca de alguien más-

Sus ojos no abandonaron el suelo ni por un minuto, Katara estaba un poco avergonzada al saber de quien estaba hablando su amigo, pero prefirió no hablar y dejar que el resto del grupo se llevara la sorpresa de sus vidas, Sokka se quedó viendo a su hermana un poco confundido porque, desde su punto de vista, no recordaba ninguna de las cosas que Aang estaba mencionando, Zuko estaba avergonzado y callado en un rincón con Toph a su lado tratando de contener su risa.

-Aang, sé que sonará obvio pero ya todos sabemos aquí que estás locamente enamorado de Katara-dijo Sokka pero Toph le cubrió la boca con su mano rápidamente.

-No interrumpas y solo escucha ¿de acuerdo?-le dijo ella en un tono amenazante al tiempo que quitaba su mano de su boca, Aang se volteó y Katara estaba tan sonrojada como le era posible. Zuko solamente se limitó a bajar la cabeza, esperaba esto, sabía que nadie los aceptaría.

-Lamento decepcionarte, pero no, Sokka, no es Katara-dijo el joven Avatar y miró a la maestra agua-ella es mi amiga y la quiero, pero no de esa forma, más bien ella es como una hermana para mi… lo siento-

-Está bien, Aang-le dijo Katara mientras lo abrazaba-solo quiero que seas feliz, no me importa con quien elijas estar-

-Pero, si no es mi hermana, entonces… ¿quién es?-preguntó Sokka confundido, Aang estaba nervioso y comenzó a mover sus manos rápidamente, pero apenas miró a Zuko, sintió que todas sus preocupaciones desaparecían, se relajó nuevamente y miró otra vez al suelo.

-Sé que me dijiste que no querías nada hasta que esta guerra terminara, pero mi mayor temor es ir allí, perder mi propia guerra... y perderte a ti también. Me preguntaba ¿no podemos estar juntos mientras todavía tenemos tiempo? porque para cuando queramos estar juntos ya será demasiado tarde-dijo Aang con un tono de voz muy bajo, casi en un susurro, pero todos estaban lo suficientemente cerca de él para escuchar lo que decía.

-No creo que sea demasiado tarde-una voz gruesa sonó detrás de él, todos se voltearon para ver a la persona dueña de esa voz-sé que tienes miedo pero confío en ti y sé que vencerás a mi padre. Sé que terminarás esta guerra y podrás tener la vida que siempre soñaste-Zuko se acercó a Aang pasando por todos sus amigos-porque estoy orgulloso de ti-

Ambos se miraron, Aang le dio una sonrisa involuntaria, se acercó a Zuko y lo abrazó.

-¡¿QUÉ?! ¡¿ZUKO?! ¡¿ESTÁS HABLANDO EN SERIO?!-exclamó Sokka un poco sorprendido por la repentina confesión de su amigo pero más sorprendido estaba al saber que la confesión iba dirigida al maestro fuego-pero ¿por qué él?-

-Sé que no soy precisamente la princesa que imaginabas para el Avatar pero tampoco estoy tan mal ¿no es así?-preguntó Zuko dándole una sonrisa a sus amigos al tiempo que ponía una mano detrás de su cuello en señal de nerviosismo e incomodidad.

-¿Qué va a decir o a pensar la gente sobre esto? Nada, después de todo son el Avatar y el hijo del Señor del Fuego-dijo Toph mientras soplaba un mechón de cabello de su frente, todos se rieron de su comentario, la atmósfera tensa se había disipado después de eso, pronto, todos se reunieron en un nuevo abrazo grupal, esta vez incluyeron a Zuko, luego de separarse del abrazo, el maestro fuego miró a Aang.

-Como tienes miedo de la guerra, debes prometerme que no dejaras que el hecho de que vas a pelear literalmente con tu suegro interfiera en la batalla-el maestro aire se sonrojó y abrió enormemente los ojos-Aang realmente me gustaría que tuvieras un apellido para hacer esto de forma oficial pero, Avatar, el último maestro del aire, aceptaste ser mío pase lo que pase, hasta que termine la guerra y podamos darle un título a lo que sea que tenemos-dijo Zuko señalándose a ambos con su mano.

-Creí que nunca me lo preguntarías-dijo Aang, abrazó a Zuko y sus amigos los animaron y los felicitaron, apenas se separaron, ambos se miraron a los ojos. Zuko se disculpó por el inesperado abrazo y le robó un beso al Avatar, haciendo que los demás se sintieran un poco incómodos y avergonzados con excepción de Katara y Toph.


Más tarde, en el patio de la casa, Zuko decidió enseñarle a Aang la técnica de redirección de rayos, los dos estaban de vuelta en el lugar de entrenamiento, posicionados, listos para comenzar con esta nueva lección.

-Hay una técnica que debes saber antes de enfrentarte a mi padre-le dijo Zuko a Aang-cómo redirigir los rayos-Aang sonrió ante la mención-si dejas que fluya la energía en tu propio cuerpo y el rayo la sigue, la energía se volverá en contra de tu oponente"

-Es como el agua-control.

-Exactamente-Zuko se movió ligeramente y estaba tranquilo, pronto Aang comenzó a imitar sus movimientos y a escuchar bien a su maestro-mi tío inventó esta técnica estudiando a los maestros de agua-control-

-Entonces ¿alguna vez has redirigido un rayo antes?-preguntó Aang, estaba tranquilo y curioso.

-Una vez, contra mi padre.

-¿Qué se sintió?-le preguntó el joven Avatar.

-Emocionante-respondió Zuko, Aang sonrió-pero a la vez aterrador-su sonrisa se borró-te sientes tan poderoso sosteniendo tanta energía en tu cuerpo pero sabes que si haces el movimiento equivocado... se acabó-

-Bueno, no todo está acabado, quiero decir… siempre podemos contar con el agua espiritual de Katara ¿no es así?

-En realidad, la use toda luego de que Azula te atacó con tu rayo-respondió la maestra agua quien estaba sentada en la escalera de la galería con Momo a su lado, algo que decepcionó un poco a Aang.

-Tienes que quitarle la vida al Señor del Fuego antes de que él acabe con la tuya.

-Sí, lo haré.

El entrenamiento continuó con firmeza y seriedad, hasta que Sokka tuvo la "grandiosa" idea de ponerlos a todos en una simulación de ataque al Señor del Fuego. El resto del equipo, con excepción de Toph, quien actuaba como las fuerzas de ataque del "Señor Melón" crea una distracción para que Aang tenga vía libre al golpe final, durante el entrenamiento todo iba bien, hasta que Aang se negó a matar al "Señor Melón" diciendo que era incapaz de quitar una vida por lo que Sokka tuvo que terminar de hacer el trabajo por él y cortar la cabeza del "Señor Melón" con su espada.


Llegó la noche y con ella, los pensamientos de Aang, no se sentía lo suficientemente Avatar, todos decían que debía matar al Señor del Fuego pero los monjes le enseñaron que cualquier tipo de vida tenía valor, el maestro aire estaba sentado en un sector lejano del rincón en donde sus amigos estaban cenando todos juntos y hablaban animadamente, hasta que Katara apareció con un pergamino y Toph hizo una broma a la cual no le prestó mucha atención.

-Bueno, ese dulce niño creció hasta convertirse en un monstruo, y el peor de todos los padres en la historia de los padres-dijo Zuko.

-Pero aún sigue siendo un ser humano-la voz de Aang salió más gruesa de lo planeado, pero logró llamar la atención de todos. Aún estaba sentado en su rincón apartado de los demás, mirando la pared, comiendo solo, pero ahora estaba la excepción de que sus amigos lo estaban escuchando.

-¿Acaso piensas defenderlo?

-No, estoy totalmente de acuerdo contigo-dijo con más calma, no estaba en contra de lo que Zuko decía, eso era verdad-el Señor del Fuego Ozai es una persona horrible y el mundo estaría mejor sin él pero, debe haber otra solución-

-¿De qué tipo?

-No lo sé…-Aang esperaba poder encontrar una solución alterna a su problema de detener al Señor del Fuego sin tener que matarlo en el proceso. Aunque todos sus planes eran tontos o no parecían funcionar, al menos demostraba que su intención era buena-esto va en contra de todo lo que aprendí de los monjes. No puedo simplemente quitarle la vida a alguien que no me agrada-

-Por supuesto que puedes, eres el Avatar. Si es para mantener el balance del mundo, estoy seguro de que el universo te perdonará-dijo Sokka, pero desafortunadamente, ese no fue un buen momento para hacer uno de sus chistes malos. Aang no estaba de acuerdo con el guerrero de la Tribu Agua del Sur, no podía quitar una vida y tomar todo lo que aprendió para desecharlo como si nada le importara. Los monjes tenían una vida perfecta, no había necesidad de matar a nadie, el karma se encargaría de que la persona sufriera mientras atacaba a su víctima, la ira dentro de Aang se incrementó en su cuerpo, luego se extendió y finalmente estalló.

-¡No es una broma, Sokka! Nadie entiende la posición en la que estoy-soltó, ya no soportaría las tonterías de los demás, de ahora en adelante siempre seguiría su verdad.

-Aang, te entendemos, es solo que…-dijo Katara intentando calmarlo.

-¿QUÉ, KATARA?-le preguntó Aang, la maestra agua se dio cuenta de que no tuvo éxito alguno intentando calmarlo-¡¿qué?!-

-Estamos tratando de ayudarte-le dijo con el mismo tono de voz.

-Entonces, cuando encuentres alguna forma de derrotar al Señor del Fuego sin matarlo, me encantaría escuchar eso-dijo Aang, su voz se tornó más densa y pesada, tras decir eso se fue de allí pisoteando con furia el suelo.

-Aang, no huyas de esta conversación-le dijo la maestra agua, quiso ir tras él pero alguien la detuvo.

-Déjalo ir, necesita resolver esto-le dijo Zuko.

-¿Vas a dejarlo ir? ¿tú?-preguntó Katara poniendo una expresión de incredulidad en su rostro.

-Conozco a Aang, sé exactamente como se siente y como lidiará con esto-respondió el maestro fuego, Katara se fue y se sentó en las escaleras de piedra nuevamente, Zuko desvió la mirada hacia el corredor por donde Aang se había ido hace un momento.

Había transcurrido un tiempo, todos ya se habían bañado y se estaban preparando para ir a dormir, cuando Zuko regresaba a la habitación que él y Aang compartían, notó que la puerta estaba abierta, entró en la habitación y la encontró vacía, Aang aún no había vuelto. Caminó lentamente hacia donde iba el joven Avatar y lo encontró sentado en el porche de la casa de playa meditando, estaba a salvo, eso era lo que importaba ahora, Zuko regresó nuevamente a la casa y se fue a su habitación dormir.

Por otro lado, Aang meditaba en el porche de la casa de playa acompañado por Momo. Más tarde, él y Momo se quedan dormidos, y con la repentina aparición de una pequeña isla extraña cerca de la costa, Aang es inconscientemente arrastrado a ella con Momo volando detrás de él.


A la mañana siguiente, los demás integrantes del equipo Avatar se prepararon para salir de la casa de playa, cuando ya todo estaba listo, escucharon a Toph acercarse a ellos.

-¿Dónde está Aang?-preguntó la maestra tierra, todos se miraron alarmados, corrieron a la casa, se dispersaron y registraron todas las habitaciones pero nadie lo encontró cuando, Zuko recordó haber visto a Aang en el porche la noche anterior y todos fueron allí.

-Dejo su planeador-dijo Sokka mientras observaba el planeador de Aang-eso es extraño-

-Aang no está en la casa, revisemos la playa-dijo Zuko y llevó a sus amigos a la playa donde continuaron con su búsqueda, revisaron la playa y se encontraron unas huellas en la arena que conducían al océano abierto.

-¿Entonces fue a nadar a medianoche y nunca volvió?-se preguntó Katara-probablemente haya sido capturado-

-No lo creo, no hay signos de lucha aquí-confirmó Sokka.

-Creo que huyó otra vez-dijo Toph.

-¿Y dejó su planeador y a Appa?

-¿Y qué crees que le pasó entonces, detective?-preguntó la maestra tierra con sarcasmo.

-Es obvio, Aang desapareció misteriosamente antes de una batalla importante. Definitivamente está en un viaje espiritual-les alertó Sokka.

-¿En serio? pero si fuera eso, su cuerpo estaría aquí-dijo Zuko quien estaba serio y a la vez preocupado.

-De acuerdo, lo olvidé-respondió Sokka. Por lo que el equipo decidió separarse para buscar por la isla Ember, durante su búsqueda, Suki y Katara encuentran una gran multitud aclamando por Aang, solo para darse cuenta de que se estaban refiriendo a los actores del la obra de teatro que fueron a ver hace unos días. Mientras tanto, Toph le cuenta a Zuko la historia de su vida solo para éste termine interrumpiéndola, diciéndole que deberían concentrarse más en buscar a Aang, lo que hace que Toph catalogue ese momento como el peor viaje de su vida. La búsqueda fue inútil y tras unas horas, todos regresan a la casa, apenas Sokka aterrizó con Appa, vio a Katara y Suki sentadas al final de las escaleras, Toph estaba recostada a un lado y Zuko estaba unos centímetros más atrás, cabizbajo y con sus manos aferradas a su cabello, se veía decepcionado-por sus expresiones, puedo deducir que no encontraron a Aang-

-No-dijo Zuko elevando la vista, su voz estaba llena de dolor-desapareció-su tono de voz bajó y su cabeza también, estaba triste y extrañaba al pequeño monje.

-Oye, espera un minuto-Toph se puso de pie-¿has notado que Momo también desapareció?-

-Basta, tenemos un problema real aquí-dijo el maestro fuego mientras levantaba la cabeza.

-¡No! ¡sabía que esto era cuestión de tiempo!-exclamó Sokka, se acercó a Appa que estaba descansando en la arena y miró debajo de él-¡Appa se comió a Momo!-no tuvo mejor idea que buscar el pequeño lémur dentro de la boca del bisonte volador-¡Momo, resiste. ya voy por ti, amiguito!-

-Sokka, Appa no se comió a Momo. Probablemente esté con Aang-dijo Katara un poco cansada de la estupidez de su hermano.

-Eso es justo lo que Appa quiere que pienses-le dijo Sokka, sin perder más tiempo se metió en la boca del bisonte que la cerró después de que el chico entrara en ella.

-Basta ya, Sokka. Sal de la boca del bisonte, tenemos un problema más grave del cual ocuparnos-le dijo Zuko-Aang en serio se fue… y el cometa se acercará en dos días-

-¿Qué haremos ahora, Zuko?-preguntó Katara esperanzada, el maestro fuego se puso de pie.

-No lo sé…-miró a sus amigos sentados en las escaleras, excepto por Sokka quien estaba tendido en el suelo sobre un enorme charco de baba de bisonte volador-¿por qué me miran así?-

-Bueno, eres como una especie de experto en rastrear a Aang.

-Sí. sí alguien tiene experiencia persiguiendo al Avatar, ese eres tú-coincidió Toph. Zuko los miró seriamente y luego elevó su mirada al cielo.

-Prometo que pase lo que pase, te encontraré.

Pronto todos estaban volando encima de Appa rumbo al Reino Tierra, mientras volaban, Zuko reveló la razón de por qué se dirigían al Reino Tierra, el equipo necesitaba confiar en él porque iban a buscar a una vieja amiga suya. Después de aterrizar, el maestro fuego condujo al grupo a una taberna donde encuentran a Jun, la cazarrecompensas quien en cierto tiempo lo ayudó a él y a su tío a encontrar al Avatar cuando todavía era el ambicioso príncipe de la Nación del Fuego. Y ahora, más que nunca, necesitaba su ayuda nuevamente, pero por otra razón, además de encontrar al Avatar, quería encontrar a su amado.

-Así que ¿nos trajiste al Reino Tierra para ir a una taberna? ¿qué está pasando ahora?-le preguntó Katara al maestro fuego.

-Jun-dijo Zuko señalando a la extraña chica vestida de negro con un tatuaje de serpiente en su brazo derecho, quien estaba reclinada contra una mesa con un vaso en la mano, un hombre corrió hacia ella con intención de atacarla pero ella logró inmovilizarlo aplicando una presión en su cuello con sus piernas sin abandonar su asiento.

-Oh, ya la recuerdo. Ella es esa extraña cazarrecompensas con el topo gigante-comentó Sokka mirándola, Jun se levantó de su asiento y comenzó a pelear con otro hombre que se había acercado para pelear con ella.

-¿Estás bromeando? Su piel es más bien, perfecta-le dijo Katara.

-No, ella monta sobre esa bestia enorme que parece un topo-le dijo el guerrero de la Tribu Agua del Sur a su hermana.

-La shirshu-dijo Zuko al tiempo que todos lo miraban-es el único animal que puede encontrar a Aang en cualquier parte del mundo, es nuestra única oportunidad para localizarlo-

-No sé quien sea esa chica Jun, pero me agrada-dijo Toph sonriendo tras ver la lucha de esa cazarrecompensas con aquel hombre. El grupo decidió acercarse a la mesa donde estaba sentada Jun.

-Genial, qué genial, es el príncipe malhumorado-dijo la cazarrecompensas, su voz siempre era extremadamente sarcástica, por lo que no se podía distinguir cuando hablaba en serio o no-¿dónde está tu abuelo espeluznante?-

-Es mi tío y no está aquí-le dijo Zuko, la chica desvió la mirada hacia Katara, quien estaba de pie a su lado.

-Así que ¿hiciste las paces con tu novia?-le preguntó Jun, Katara se sonrojo producto de la vergüenza y Zuko desvió la mirada con nerviosismo.

-¡No soy su novia!-exclamó Katara aún avergonzada.

-¡Ella no es mi novia!-respondió Zuko molesto.

-No me sorprende, tal vez se deba al hecho de que a él le gusta…-dijo Toph con un claro doble sentido y mucha ironía en su comentario, pero Sokka rápidamente le cubrió la boca antes de que ella se atreviera a decir algo que los hiciera meter la pata.

-¡Está bien! sheesh, solo estaba bromeando-respondió Jun mientras levantaba una mano para calmarlos a ambos-¿qué quieres ahora?-

-Necesito de tu ayuda para encontrar al Avatar-le dijo el maestro fuego, se veía muy serio y decidido, si ella se negaba a ayudarlo, entonces no tendría otra opción más que buscar a Aang por su cuenta.

-Eso no parece divertido-dijo la mujer con un impresionante tono sarcástico en su voz.

-¡¿Acaso te parece divertido el fin del mundo?!-tres palabras fueron más que suficiente para hacer que Zuko estallara y al parecer, eso logró convencer a la cazarrecompensas.


Afuera, Appa y Nyla, la Shirshu de Jun, estaban gruñéndose con furia el uno al otro, pero Appa se calmo y lamió el hocico de la bestia, lo que hizo que ella también se calmara y se hicieran amigos por un breve período de tiempo hasta que ambos pudieron ver a Jun y al resto del equipo Avatar caminar hacia ellos.

-Nyla-la llamó Jun ofreciéndole un trozo de carne, ella le arrojó la carne al animal quien la devoró en cuestión de segundos-¿quién es mi pequeña y aterradora bestia?-Nyla reaccionó un poco mal al afecto de su ama y sacó su lengua paralizante-¡oye, cuidado! bien ¿quién tiene algo con el aroma del Avatar?-

Katara le entregó el planeador que Aang había dejado cuando desapareció de la isla Ember a Jun, ella se lo acercó a su bestia para que lo olfateara, Nyla caminó en círculos alrededor del equipo Avatar por unos minutos y finalmente se dio por vencida.

-Bien ¿y eso que quiere decir?-le preguntó Zuko a Jun.

-¡Eso quiere decir que tu amigo se fue!-respondió Jun mientras acariciaba la cabeza de su bestia con ternura.

-Sabemos que él se fue, por eso estamos tratando de encontrarlo-le respondió Zuko quien ya estaba comenzando a perder la paciencia.

-No, quiero decir, él realmente se fue. Simplemente ya no existe.

-¿Estás diciendo que Aang murió?-preguntó Sokka no mostraba ningún tipo de tristeza o felicidad en su rostro, más bien, duda y angustia. Zuko sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal ante la posibilidad, acababa de recuperar a Aang y no pensaba volver a dejarlo ir, ya había sufrido demasiado cuando pensó que había muerto con el ataque de su hermana y no podría soportar otra vez la idea de perderlo.

-No, idiota. Si él estuviera muerto, probablemente podrías olerlo, pero cuando digo que ya no existe es que no existe.


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