Peniel levantó la vista cuando la campanilla de la puerta tintineó. Hyung Won entró, mirando a su alrededor hasta que los vio. Una ligera sonrisa curvó las comisuras de los labios mientras se dirigía a su camino. Su caminar era engreído y arrogante, como si tuviera el mundo por las bolas.
"¿Qué haces aquí?" Preguntó Eddy, cuando Hyung Won se deslizó en la cabina. "Pensé que estabas patrullando la ciudad de Changjo."
Peniel miró por la ventana de cristal grande cuando Hyung Won robó una de las patatas fritas de Eddy. Peniel no quería estar allí, pero no quería estar en casa tampoco. Él apoyó un codo en la mesa mientras se pasó un dedo por la frente, odiando la sensación de no pertenecer a ninguna parte.
"Estoy fuera de servicio ahora" dijo Hyung Won cuando él robó otra papa frita.
Después de golpear el pavimento en Villa Kim todo el día, Peniel y Eddy habían corrido a tres sabuesos. Peniel pensó que encontrarían más, ya que, de acuerdo con el alfa, la ciudad estaba siendo invadida, pero no lo había hecho. O bien el alfa estaba fumando algo o los sabuesos mantenían oculta su presencia.
"Me encontré este pequeño número caliente en The Trébol de la Suerte anoche", dijo Hyung Won mientras Peniel esperó a que Eddy comiera para que pudieran terminar su barrido de la ciudad. "Me encontraré con él de nuevo esta noche."
"Ojalá tuviera una cita" se quejó Eddy antes de que tomara un trago de su refresco. "Este período de sequía me está matando."
"Tú debes venir conmigo," Hyung Won ofreció. "Él tiene un amigo." Una de las cejas de Eddy se curvo.
"¿Amigo apuesto?" "Jodidamente sí."
Lo último que Peniel quería hacer era sentarse allí y escuchar la conversación de los dos sobre tener relaciones sexuales. Él empujó desde la cabina y decidió pagar la cuenta. Lo que sea para alejarlo de sus hermanos y sus planes.
"¿Cómo fue todo?" Preguntó Ren mientras le daba una sonrisa a Peniel. "En este momento el servicio es un poco lento, tenía dos de nuestros camareros faltando hoy."
"Todo estaba bien" dijo Peniel, aunque no había pedido nada para comer.
Ren se inclinó sobre el mostrador y puso su pequeña mano sobre una grande de Peniel, dando a Peniel una sonrisa dulce.
"¿Cómo estás?"
Todo el mundo sabía del zaterio muerto de Peniel. Por lo general ladró y gruñó a cualquier persona que palpó su vida personal, pero Ren era diferente. El shifter gato recordó a Peniel un pequeño gatito golpeándose la cabeza en una pierna por la atención. No había manera de que pudiera enredarse en el hombre.
Eso y el hecho de que el compañero de Ren era dueño del restaurante. Baekho trataría de extraer un brazo si le hacía algo a Ren.
"Haciéndolo bien." Le entregó el dinero y luego metió a toda prisa su billetera en su bolsillo trasero. Necesitaba salir de allí. La mirada de simpatía que Ren le dio hizo girar el intestino de Peniel. Odiaba la compasión, y el pequeño shifter gato estaba dándosela con creces. Su expresión decía que estaba agradecido de que él no era Peniel.
Peniel deseaba no ser Peniel. No le gustaría este tipo de vida a nadie. Frío, desolado y solitario. No fue una manera de vivir, pero era su vida, y no había nada que pudiera hacer Peniel para cambiarla.
Con un movimiento de cabeza, Ren le sonó. "Hazme saber si hay algo que pueda hacer por ti."
Era la misma canción y la danza se fue adelante con Ren cada vez que Peniel visitó el restaurante. Apreciaba la preocupación del hombre, pero no había nada que Ren pudiera hacer para ayudarlo. No había nada que se pudiera hacer.
"Gracias."
Cuando pasó por la mesa donde Eddy y Hyung Won todavía estaban sentados, Peniel dijo,
"Nos vemos fuera."
Eddy dio una inclinación de cabeza de que había oído Peniel, pero siguió hablando con Hyung Won. Cuando Peniel salió a la calle, sacó el teléfono del bolsillo y llamó al número de teléfono que se sabía de memoria.
"¿A qué hora?" El hombre en el otro extremo preguntó. Crow nunca entró en detalles o hizo preguntas excepto por lo que el tiempo de Peniel quería reservar una sesión de latigazos con él.
"Medianoche."
"Nos vemos entonces." Crow colgó.
Peniel se frotó el pecho. No estaba seguro de por qué, pero por alguna razón, desde que había conducido a Villa Kim esta mañana, se sentía... extraño. Hubo disturbios dentro de él, un dolor en el pecho que no daba tregua. Era diferente de la depresión y la pérdida que había sentido durante tantos años. No podía explicar la sensación, y le molestaba. Peniel conocía todas las emociones que se habían apoderado de él durante las últimas dos décadas, y todo lo que estaba sintiendo era nuevo.
Empezó a caminar por la calle, dejando a Eddy para hablar con Hyung Won. Si la ciudad estaba realmente escondiendo una horda de perros infernales, Peniel no debería andar deambulando por él mismo. Era bueno, pero no lo suficiente para encargarse de ellos en masa.
Peniel vagó hasta que se encontró de pie junto a la estación de policía. Algo le había tirado allí. Y luego, de repente, fue como si un cartucho de dinamita se había encendido en sus entrañas. Una explosión de sudor estalló sobre su cuerpo, y su pene se hizo tan duro que era doloroso. Peniel cerró los ojos y trató de forzar su cuerpo de nuevo bajo control.
El calor en cascada a través de él, haciéndole sentir como si hubiera sido sumergido en gasolina y prendido fuego. Peniel intentó respirar, pero su pecho se había convertido en demasiado apretado, y no parecía que sus pulmones quisieran trabajar correctamente.
La ligera brisa hizo nada para refrescar su piel caliente. Dejando caer su mano a la entrepierna, Peniel le dio un tirón apretado. Estaba tan caliente que pensó que perdería la cabeza si no conseguía un poco de culo pronto.
Su líbido no había sido la misma desde que había descubierto que su zaterio había muerto. Desde entonces, los trabajos de mano y de una sola noche era todo lo que alguna vez se había permitido. No se había sentido así un tiempo muy largo, y la idea de alguien follándolo hasta la inconsciencia lo tenía listo para buscar la fuente.
"Bueno, eso era más de lo que necesitaba ver."
Peniel se volvió para ver Eddy y Hyung Won colados detrás de él. Ni siquiera había visto que lo siguieron. La mirada de Hyung Won cayó a la mano de Peniel.
Peniel hizo la moción señalando con la mano y luego extendió los dedos como si hubiera llegado allí mismo, en el acto.
Hyung Won arrugó la nariz.
"Sí, entiendo. Es desagradable, pinchazo. "
"Entonces saca la mirada de mi maldita mano." Peniel miró a su alrededor. Se sentía agitado e inquieto, caliente y agresivo. Se quedó allí sudando el culo mientras su cuerpo se tensó aún más.
"Amigo, ¿qué demonios te pasa?" Eddy lo miró como si a Peniel le hubieran brotado dos cabezas. "¿Por qué estas todo rojo y sudoroso?"
Peniel rodó los hombros y escuchó agrietarse sus vértebras. La tensión comenzó a construirse dentro de él, y sintió sus encías doler, y luego deslizó sus colmillos libres. Un pensamiento se le ocurrió, pero la idea era imposible.
No debería haber ninguna manera de que fuera a través del calor de acoplamiento.
¿El destino le había dado otra oportunidad con otro tipo? Peniel no veía cómo eso era posible. Una bestia alada estaba dotada con una sola pareja elegida. No hubo segundas oportunidades. Ninguna que había oído de todos modos.
Y si se le hubiera dado otra oportunidad, ¿dónde diablos estaba el tipo? Fue sólo Peniel, Eddy, y Hyung Won en la calle, y él sabía de hecho que ninguno de ellos era su compañero.
Peniel necesitaba averiguar qué era lo que lo tiraba en esta dirección. Necesitaba averiguar por qué su cuerpo estaba reaccionando de esta manera. Pero sobre todo, lo necesitaba. El calor no se acabó de remitir, y Peniel tuvo que averiguar qué demonios estaba pasando o joder su camino a través de Villa Kim hasta que el fuego lamiendo su camino a través de su cuerpo se extinguiera.
"Creo que finalmente ha ido por encima del borde," Hyung Won susurró a Eddy.
"Creo que tenemos que llamar a Nam Joon," Eddy susurró. "Definitivamente, algo está pasando aquí."
Con los labios juntos, Peniel se quedó mirando hacia el cielo. Se pasó una mano por la cara antes de dejar escapar un profundo suspiro de frustración. Si los dos no se callaban, él los estrangularía a los dos.
"¿Crees que finalmente se está volviendo loco?" Preguntó Hyung Won. Cuando Peniel miró a su amigo, las cejas de Hyung Won se dispararon, y él hizo un gesto con las manos hacia atrás y adelante. "¿Qué? Todos pensamos que es un milagro que no perdieras tu mente en aquel entonces. Ahora que estás de pie aquí mirando como si estuvieras a punto de atacar a alguien. Por no hablar de tus malditas alas agitarse. ¿Qué mierda, hombre?"
"Déjalo" espetó Eddy. "¿Tú quieres que él cambie aquí en la calle?" "Ya está flipando." Hyung Won señaló a Peniel. "¿No te das cuenta?"
"Estoy llamando a Nam Joon." Eddy sacó su teléfono y marcó, dando a Peniel y Hyung Won la espalda.
"Deja de verme tan de cerca, hablador," Peniel dijo a Hyung Won mientras rodó los hombros de nuevo para tratar de disipar la tensión en su piel.
"Te he estado observando durante mucho tiempo." Hyung Won se apoyó en el edificio y cruzó los brazos sobre el pecho. Siguió mirando a Peniel, y la estrecha vigilancia sólo sumó a la irritación de Peniel. "Todos lo hacemos. Tú sólo has empeorado en la última década. ¿Crees que me gusta ver a mi amigo lentamente marchitarse? ¿Por qué crees que no sé nada de esas cicatrices en tu cuerpo?"
"Jódete" gruñó Peniel mientras rabia comenzó a construirse dentro de él. "No es asunto tuyo lo que hago en mi tiempo libre."
Empujando desde el edificio, Hyung Won se metió en la cara de Peniel, sus fosas nasales dilatadas.
"Joder si no es mi asunto. No estás sufriendo solo. Todos sentimos tu dolor." Metiendo sus manos en el pecho de Hyung Won, Peniel gruñó.
"No tienes ni idea de lo que este dolor se siente. ¿Has perdido a tu zaterio?
¿Has vivido con tanta angustia que tu alma muy puta clama por acabar con todo? ¡No, tú no sabes nada acerca de lo que paso, así que cierra la boca!"
"Yo no podría sufrir de la forma que lo haces, pero eso no quiere decir que no sienta tu dolor," replicó Hyung Won. "Eso no quiere decir que yo no daría cualquier cosa para tomar esa agonía lejos de ti. Todos estamos preocupados, Peniel."
"Déjame me fuera de esto," dijo Eddy mientras colgaba. "No estoy a punto de ir mano a mano con Peniel."
Hyung Won fulminó a Eddy. "Coño."
"Toda la razón", espetó Eddy. "Deja de empujar, Hyung Won. Deja a Peniel solo."
"Ese es el maldito problema." Hyung Won se alejó de Peniel. "Hemos ido de puntillas a tu alrededor durante tanto tiempo, asustados de que cambies, con miedo de recordarte de lo que habías perdido. Pero vaya si lo dejaré reposar allí y decir que no sufrimos con eso."
Peniel se había vuelto, dispuesto a alejarse, cuando él miró en el edificio de apartamentos al lado. Había cuatro chicos acercándose a la puerta de entrada, y aunque se veían ordinarios, había algo en ellos que hizo que las campanas de alarma en la cabeza de Peniel se encendieran. Él sobresalía la barbilla hacia los hombres.
"¿Por qué parecen tan familiar?" Hyung Won maldijo.
"Estás definitivamente fuera de tu juego. Esos son perros del infierno."
Peniel no estaba de humor para perseguir perros del infierno, pero era su trabajo enviar a esos bastardos desagradables de vuelta al infierno como sea posible. Su dilema actual tendría que esperar, y no se sienta bien con eso. Por otra parte, tan agresivo como Peniel se sentía en ese momento, golpear la mierda de ellos antes de matarlos era la solución perfecta.
Eddy y Hyung Won pasaron por encima del pequeño arbusto que separaba la estación de policía del edificio. Peniel siguió.
La puerta de entrada estaba bien iluminada cuando entraron. Peniel había visto el edificio de apartamentos antes, pero nunca había entrado en la casa. El vestíbulo tenía las paredes brillantes y suelos de mármol barato. Se veía elegante, pero era sólo un área bien mantenida como cualquier otro edificio de apartamentos donde el propietario se enorgullecía de su inversión. Había buzones que revisten una pared y un panel de apartamentos numerados con un botón situado a la derecha de cada nombre en la pared opuesta. También había una puerta que conducía al interior del edificio.
Una puerta cerrada con llave.
Eddy sacó algo del interior de la chaqueta y se dobló por la cintura. Segundos más tarde, tenía la puerta abierta. Se movieron en silencio por las escaleras, olfateando cada piso por los perros. Los pasillos estaban vacíos, pero cada puerta que pasaban, Peniel podía oír hablar, un juego de televisión, o ningún ruido en absoluto. El aire olía a comida cocinada, algunas buenas y otras hicieron arrugar la nariz de Peniel.
Siguiendo el olor de los perros a la planta superior. Peniel, Eddy, y Hyung Won olfatearon en cada puerta. Si alguien iba a salir de su apartamento y verlos, los tres se verían como bichos raros y probablemente tendrían a los policías buscándolos.
"Aquí," articuló Eddy mientras señalaba el apartamento frente al que se paró.
Peniel presionó su oreja a la puerta, pero el apartamento estaba en silencio. Empezó a pensar que Eddy había encontrado la puerta equivocada cuando un grito rompió el silencio. Patadas en la puerta, Peniel irrumpió en el apartamento y se detuvo en seco.
Continuará...