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Estrellas y galaxias por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola~

Ya un poquito mas cerca del final, como aclare al inicio, esto es una historia corta. Espero les guste el capítulo.

— Me alegra que las cosas estén mejorando en tu casa— Lesley mastica una de las papas fritas de  mi plato.


— Gracias—  Ya no llevo la cuenta de los días desde que se enteraron, han pasado varios meses,  y las cosas mejoran cada día. Hoy es el inicio de las vacaciones, y no puedo estar más feliz por eso— a papá le cuesta aun aceptarlo por completo pero a mí me basta con que respete mis preferencias.


— ¿Y tu mamá?


— ella es feliz, se dio cuenta de que tiene otros dos hijos que pueden tener nietos— Ella hace un ruido raro cuando se ríe— es verdad.


— pero que va ¿no ha escuchado de las adopciones o los vientres sustitutos? Tú podrías llenarle la casa de niños si quisieras.


— Tal vez— no he pensado mucho en eso— ¿Cómo van los preparativos para tu viaje?


— Me falta empacar la mitad de la maleta— ahora yo soy el que ríe— ¿Y tú? ¿Qué planeas para el verano?


— umm, ver las estrellas. 


— ¿Ver las estrellas? ¿Hablas en serio?


— claro. Hay muchas cosas interesantes que aprender— y ahora que son vacaciones podre ir más seguido al campo. Eris estuvo bastante entusiasmado también con las vacaciones porque podría quedarse más tiempo y  no hacer trabajos, debe haber algo interesante estos días para que estuviera tan feliz— esta semana pude ver Saturno. Queda relativamente cerca, lo puedes ver a simple vista pero parece una estrella— estoy repitiendo lo que explico Eris cuando señalo la aparente estrella más brillante.


— eso suena muy científico.


— no lo es.


— solo he visto los eclipses lunares.


— ah, ese me lo perdí. Aun no conocía a Eris— Lesley me roba otra papa frita y la sumerge en salsa de tomate.


— ¿Eris? ¿Cómo la diosa griega?


— Sí.


— Creí que te gustaban los chicos— pongo los ojos en blanco.


— que me gusten los chicos no significa que ya no hablare con mujeres.  Y Eris es un chico— le doy un trago a mi soda.


— oh, con que un chico ¿eh?— levanta las cejas en un gesto insinuante que me hace reír— ¿Cómo es? ¿De qué lo conoces?


— es solo un chico. Lo conocí la noche que mis padres supieron que era gay. Ahora nos encontramos algunas noches en el campo para ver las estrellas. 


— eso suena a una cita.


— No es una cita— ahora ella pone los ojos en blanco— ¿Por qué sería una cita?


— me pregunto porque— se burla. Termino mis papas y nos despedimos, ella ira de vacaciones a alguna playa, mi mamá no tendrá vacaciones hasta la siguiente semana y papá prefiere no salir porque muchas personas aprovechan las vacaciones para iniciar procesos legales. Antes íbamos a casa del abuelo, luego murió y ya no tenemos viajes. Nunca nos hemos molestado por eso, hay muchas cosas que hacer en la ciudad.


Como quiero sentir esa sensación de “Libre de responsabilidades” camino hasta casa. Jesse llega con algunas de sus amigas y se encierran en su habitación, creo que André iba a pasar a la tienda de videojuegos y regresaría más tarde. Me entretengo viendo televisión.


— ¿Aun no estás listo?


— Mamá, iremos a cenar, es temprano— mañana es el día libre de mamá, y desde hace una semana están planeando una cena en familia, en un restaurant. André llega un rato después, y las amigas de Jesse se van entre risitas y mi mamá sigue la discusión con ellos sobre vestirse y el tiempo y cosas así.   Sera una larga espera, y tengo varios mensajes en mi teléfono.


¿Cómo va la cena? 


Es temprano. Mamá sigue intentando tenernos listos.


La mía está muy ocupada con las fiestas de graduación y estoy cuidando a Lorelei. No podré salir esta noche.


Deberíamos ir a comer a algún lado. De día.


 


Me quedo mirando el mensaje. Hace un tiempo que nos mandamos mensajes, después de que me quede en su casa y en la mía se arreglaron las cosas, seguimos viéndonos en el campo, ahora con mi familia sabiendo donde estoy. Y hace un tiempo que estoy pensando eso, que solo nos vemos por la noche para ver las estrellas y podríamos hacer cosas diferentes en el día ahora que estamos en vacaciones.  


Claro ¿A dónde?


Deja lo pienso.


 


No solemos ir mucho a restaurants en familia, yo voy de vez en cuando con Lesley o con algunos otros amigos a restaurants familiares o de comida rápida donde podemos estar divirtiéndonos. En familia solo lo hacemos cuando hay ocasiones especiales  y son lugares que yo no frecuento por el precio de la comida. No sé que  estamos celebrando hoy pero es agradable pasar el rato con todos después de todo lo que paso. Son casi las diez de la noche cuando regresamos a casa, es temprano, pero no tengo nada más que hacer.


— Mira, como brilla esa estrella— Jesse va en la ventanilla del auto. Del otro extremo no veo nada, y tengo que aplastar a André para ver lo que señala.


— esa no es una estrella, es Saturno.


— ¿Qué?


— es un planeta, no una estrella.


— ¿Y tú como lo sabes?


— las estrellas no se ven tan brillantes en la ciudad. Y lo estuve observando con Eris— desde donde estamos puedo ver algunas estrellas pero son solo puntos casi sin brillo en el cielo— A veces puedes ver Marte y mercurio.


— ¿En serio? Creía que estaban muy lejos.


— aun así puedes verlos.


— Debes tener un telescopio especial para verlos de cerca— comenta André, que también está viendo por la ventana.


— creo que no, el telescopio de Eris no es especial, dijo que entre más caro mejor se podía ver, pero con uno económico puedes hacer buenas observaciones— la charla de telescopios fue muy interesante, porque yo  pensaba lo mismo que mi hermano.


— vaya.


— ¿Y no has visto naves espaciales?— ¿me está preguntando en serio?


— no, solo planetas, estrellas y galaxias.


— ¿Galaxias? ¿En serio, Ian?— Mi hermana usa este tono de escepticismo— son enormes ¿Cómo puedes ver una con un telescopio?


— las puedes ver porque están lejos, además la vía láctea es visible.  Solo tienes que saber buscar donde están, aun no sé cómo le hace Eris para poder encontrar las cosas tan rápido con el telescopio. 


— hablas mucho de tu amigo.


— solo digo lo que me ha dicho.


—no, hermano, Jesse tiene razón, mencionas a Eris para todo.


— No lo hago— los dos me miran con el mismo gesto de burla— No lo hago.


— Lo haces— dicen al mismo tiempo.


— me preguntaste si conocía algún restaurant vegetariano porque lo invitaste a comer y él es vegetariano.


— no voy a invitarle a un lugar donde solo vendan ensaladas.


— Ian— la voz de mi papá nos interrumpe lo que sin duda era el inicio de una discusión— Deberías invitarle a comer en la casa— ¿Qué?


— podría preparar una buena comida sin carne.


— ¿Por qué?— murmuro, no sé muy bien que decir.


— porque sería descortés poner carne en la mesa si tu amigo es vegetariano.


— mamá, eso no es lo que…


— ¿Es esa clase de amigo?— Jesse y André intentan no reírse, no sé qué expresión estoy poniendo.


— ¡No!  ¡No somos esa clase de amigos!


— Pero te gustaría que lo fueran— murmura André, y Jesse ya no puede aguantarse la risa.


— ¡no! no puedes llamar a esa relación amigos, y definitivamente no es… ¡Dejen de reírse!— ay, ya no sé qué estoy diciendo.


— Ian, como sea, quiero agradecerle por lo que hizo por ti y una comida es una buena ocasión para conocerle y agradecer—el auto se mueve, y siento la cara caliente, escuchar a mis hermanos reírse no me ayuda.


— Solo me quede a dormir en su casa una noche—sé que  Eris ha hecho mucho más que eso, pero mis padres no lo saben y no puede estar hablando de eso ¿o acaso lo está adivinado? ¿Es muy obvio?— Y le agradecí por eso.


— Quiero conocerlo.


— Voy a… decirle— las risitas de mis hermanos siguen todo el camino de regreso a casa.


*****************


 


El campo está fresco, después de pasar algunos días nublados y con lluvia, la tierra esta húmeda pero eso no detiene a Eris, ni a mí al parecer porque aquí estoy, pedaleando para llegar. Solo han sido un par de días pero siento que ha pasado mucho desde que vine aquí por última vez.


— ¿Hay algo interesante?— pregunto, bajándome de la bicicleta y empujándola los últimos metros. Eris se gira a verme.


— Hay luna llena, así que dificulta mucho ver algunas cosas, pero la misma luna es admirable.


— Tienes razón— de hecho no necesitamos luz, de tan intensa que es la luz de la luna— Traje pizza. Es de queso— añado al ver que la mira con sospecha. Luego sonríe, y por algún motivo estúpido recuerdo la conversación de la otra noche con mi familia.


— ¿Ian?


— Nada, estaba pensando que como hoy no hay mucho que ver regresaremos temprano ¿no?— digo lo primero que se me viene a la cabeza mientras  desabrocho el arnés de la parrilla de la bicicleta donde traigo la pizza y me siento. Eris se sienta también.


— se quedara así unos días—  Ya se me esa rutina, no es la primera luna llena que pasamos aquí— sería perfecto si pudiéramos ver un eclipse lunar, pero no hay ninguno próximo— Hay cierto tono triste en su voz— ¿Estás bien? pareces un poco enfermo.


— solo estoy sofocado por el camino.


— Ah— él ya no me pregunta si puede tomar las cosas, solo estira la mano y abre la caja de la pizza. El olor logra distraerme unos momentos— ahora que son  vacaciones es genial no hacer nada, hay algunas cosas que quiero ver y serán muy de madrugada.


— ¿ah, sí?—  me quedo mirando sus movimientos, como levanta la mano con la pizza.


— Si, además… ¿seguro que estas bien? me estas mirando raro ¿tengo algo?


— ¡No!— ay ¿Qué demonios estoy haciendo?— no pasa nada, la pizza está bastante buena, ¿puedes creer que nunca había comprado una de queso solamente?


—… ¿Volviste a discutir con tus padres?


— ¿qué? No, todo está mejor ahora. Ya sabes, seguimos esforzándonos. Mis hermanos no tienen ningún problema con eso, hemos estado pasando mucho tiempo haciendo cosas juntos— si, mejor. Puedo hablar de esas cosas, y del último día de clases. También escucho a Eris quejarse de un problema que tuvo con uno de sus trabajos y como paso el día en el centro comercial con Lorelei. Luego nos quedamos en silencio, que por primera vez me siento un poco incómodo estando en silencio.


— ah, te extrañe.


— ¿Qué?


— La última vez que vine no estabas aquí— no vine un par de días porque tenía demasiados trabajo— fue un poco solitario, parece que me acostumbre a hablar contigo mientras estoy aquí.


— También me gusta estar aquí contigo— uf, siento que soné muy tonto. Eris  vuelve a su telescopio, ahora le ha recorrido el soporte para que quede bajo, y no tenga que estar de pie mientras observa, aunque eso no le gusta mucho porque dice que es incomodo, yo no he notado la diferencia. Me quedo recostado, mirando al cielo— Ah, una estrella fugaz— señalo la dirección que tiene.


— ¿Dónde?


— uh, se fue— Eris se encoje de hombros.


— no es raro, no duran mucho tiempo. Y te has equivocado, no es una estrella.


— ¿no? ¿Entonces qué fue lo que vi? No me vas a decir que fue una nave extraterrestre— se ríe, y me quedo mirándole reír tan alegremente que no le interrumpo.


— ¡Claro que no!  El término correcto es meteoros.  


— suena mejor estrellas fugaces, meteoros fugaces no suena bien.


— las estrellas no caen, mueren de otra forma. Los meteoros son partículas de otros cuerpos, cometas casi siempre, que cuando entran a la atmosfera comienzan a quemarse y ese es el destello que vemos. La mayoría se queman antes de caer, pero si es muy grande lograra caer en la tierra y se le llamara meteorito— Ay, no, no, Ian, no puedes.


— ¿entonces no tiene caso pedir un deseo?


— ni siquiera es una estrella, es un trozo de roca.


— un trozo de roca mágico que cumple deseos ¿Y cómo es eso de que las estrellas mueren?— Eris me voltea a ver, toma otra rebanada de pizza y comienza a hablar sobre el ciclo vital de las estrellas, o algo como eso. Le escucho, aunque estoy pensando en otras cosas que caen.


*****


No hace tanto calor, aun así espero sentado en una de las bancas de la parada. Después de acordar que día podríamos salir a comer, acordamos vernos hoy. Hasta aquí todo es normal, lo que ya no es normal es que estoy tan nervioso como si tuviera alguna presentación de examen final. Por suerte Jesse no estaba y André estaba jugando en su habitación o se hubieran burlado de mí.


— Ian. Lo siento, tuve que pasar a dejar a Lorelei con Víctor— Llego.


— está bien, no espere mucho ¿vamos?


—no sé a dónde.


— cierto, sígueme, no está lejos— desde que comenzamos a planear esta salida, estuve pensando cosas tontas, empezando por cómo nos íbamos a encontrar, ir a su casa me parecía una buena opción pero eso sería algo muy de una cita, y esto no es una cita. Pero hacerle llegar directo al restaurant tampoco me parecía una buena idea. Un punto medio fue lo más sencillo, y él lo sugirió—  Jesse me hablo de este restaurant antes. Tienen buffet.


— o sea que puedo comer todo lo que quiera. 


— Eso significa la palabra buffet— me burlo. Eris podrá ser un poco cerrado con las demás personas, pero cuando hay comida involucrada se olvida de todo. Caminamos unas calles, y tenemos que poner atención a las fachadas de las casas porque no se cómo sea el local. Eris lo encuentra, una casa con el nombre del restaurant pintado.  Dentro han quitado los muros para hacer un salón amplio, con una docena de mesas y al fondo la barra del buffet. Una chica nos lleva a una de las mesas y nos señala donde están los platos para poder servirnos. Eris se levanta primero, y cuando le alcanzo ya ha tomado un plato, de los más grandes, y está mirando la comida.


— es ¿vegetariano?


— sí.


— pero a ti no te gusta.


— Pero a ti sí— ay ¿lo dije? ¿Sonó como creo que sonó? ¡Qué horror, me estoy sonrojando!—Y nunca dije que no me gustara la comida vegetariana— le doy la vuelta a la mesa, fingiendo interesarme por lo que parecen setas rellenas de queso. Yo nunca le he dicho que no me gustara esta comida, eso sí lo tengo muy presente.


— Ian ¡Tienen tarta de manzana!


— ¿Qué tienes con las manzanas?— rezongo, aunque también sonrió.


— quiero probarlo todo.


— puedes venir otra vez a servirte, no tienes que llevarte todo de una vez— no lo hace, pero sí que se lleva a la mesa más cosas de las que esperaba. La comida sabe mejor de lo que esperaba, no por ser vegetariano pero nunca he comido setas y tofu— umm, mis padres quieren que te invite a comer a casa.


— ¿a tu casa?


— Quieren agradecerte, por dejarme dormir en tu casa— ya no estoy  seguro de que sea una buena idea, estoy seguro de que mis hermanos estarán insoportables— pero si no quieres ir está bien, no les diré nada.


— No tengo problemas en ir— le doy un golpe a mi cuchara, que cae sobre el mantel y luego al piso.


— ¿En serio?


— no sería amable rechazar una invitación así, aunque no necesito que me agradezcan. O ¿tú no quieres que vaya? 


— no, digo si... arg, no me molesta si vas, si tu quieres venir.


— está bien, ah ¿sabes que pronto habrá una lluvia de meteoros?


— de estrellas fugaces.


— Por eso viste varias estos días, estamos cerca de las perseidas— no sé que son las perseidas, y debe notárseme en la cara porque pasa el resto de la comida hablando de cometas, restos de rocas y la constelación de Perseo—  mira, a mamá le dieron esto en una de las fiestas que organizó, está mal pero a ti te gustara— me extiende un llavero, un pedazo de plástico transparente con dibujos de estrellas amarillas y letras blancas: Solo las estrellas fugaces rompen el molde.


 


Esto solo es una salida normal, sí. Después de comer caminamos para hacer un poco de ejercicio y terminamos en un centro comercial porque Eris quería usar el baño. Aún es temprano, ir al cine sería una buena opción, no sé qué tipo de películas le gustan a Eris ¿Qué películas están pasando? no he visto los estrenos últimamente pero debe haber un cine cerca.


— Hey, Eris, ¿quieres…?—  no me está escuchando.


— ¿Podemos ir aquí? ¿Por favor? di que sí, Ian— trae un papel, me inclino a verlo, resulta ser el anuncio de una feria.


— ¿A la feria?— bueno, también es una buena opción.


— no a la feria, aquí— un...— ¿Por favor?


—Está bien, vayamos al planetario— la feria trae como atracción un planetario. No me extraña que Eris quiera ir. Y de cualquier modo no puedo decirle que no si me mira con esa expresión anhelante. 


— ¡Sí!


— no es para tanto— murmuro, pero le sigo hasta la calle. Debemos tomar un autobús a unas calles, según la dirección que ponen de la feria.


La feria está del otro lado de la ciudad, cerca de la autopista. Tenemos suerte porque no es fin de semana, y la feria ya tiene cuatro días aquí y no hay tanta gente. A Eris no le importa empujar a los que se interponen en su camino, ni en ver las tiendas de artículos o comida, pero si hay algo que Eris ama más que la comida, son las estrellas. El planetario es visible desde la entrada, una gran estructura redonda en lo que parece ser el centro de la feria. Siento que estoy siendo arrastrado hasta allá. No hay fila cuando llegamos.


— Hay una función en veinte minutos— digo,  leyendo los carteles— pero podemos entrar a ver las exposiciones antes de entrar a la sala.


— Hagámoslo— suspiro y me pongo tras él para pagar mi entrada.  La exposición resulta ser una serie de fotos y artefactos a escala de planetas, satélites y cohetes, además de un  mapa estelar interactivo donde puedes tocar la pantalla y saber que estas tocando— faltan cinco minutos, busquemos un lugar.


— ¿Nunca habías venido a un planetario?— yo no, pero me extrañaría de él.


— Fui a uno con mamá antes de mudarnos— entramos a una sala redonda, con asientos distribuidos por todos lados. Los asientos son bastante cómodos y reclinados hacia atrás para tener una vista del techo sin tener que estar levantando la cabeza, ya hay un par de personas sentadas— pero no me importaría venir muchas veces— le creo.


— Ah— se apagaron las luces. Las pantallas se encienden, mostrando una imagen del universo en alta definición y una voz comienza a narrar. Las imágenes son increíbles. Hey, yo se eso de las galaxias— Eris…— no tiene caso. Sonrió, viendo su expresión de felicidad. Con la poca luz que hay puedo verle perfectamente. No me importaría venir diario solo por verle así, disfrutando de las cosas que ama. Yo encuentro mucho más interesante ver sus expresiones, ver como las luces de las pantallas se mueven por su rostro, hacen que parezca que brilla. Eris tiene el brillo de las estrellas en sus ojos, podría mirarle por siempre, yo…— No puede ser…— me llevo una mano a la boca, sorprendido por la revelación que acabo de  tener.


— ¿Qué?— Eris voltea a verme, y sonríe— si, la vía láctea y Andrómeda colisionaran algún día, pero faltan millones de años para que pase, y aunque  pase podría no notarse en el planeta— Me da unas palmaditas en el brazo y sus ojos vuelven a mirar al falso cielo, dejándome con mis propias colisiones de pensamientos. 

Notas finales:

Gracias por leer, nos leemos el próximo sabádo. 


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