Cap. 36: Expectativas
Después de mucho escarbar, André pudo encontrar esa otra parte de mí,
Me despreocupaba de todo, con alcohol en la sangre y mi cabeza dando vueltas.
Pude atorarme a su cuello con los brazos extendidos, pero preferí caminar a su lado.
Pasaba de medianoche, cuando todo terminó.
.*.
Habían llegado al bar, después del anochecer, nadie les esperaba y el lugar estaba a reventar, les tomó más de una hora tomar una mesa, André pidió una piña colada, Mathew una “revoltura” de cocteles y después cerveza. Estaban ajenos, no decían demasiado, pero al parecer, ya lo habían dicho todo.
Se miraban con constancia y sonreían, tal vez había sido ya el exceso de tiempo juntos y la adrenalina del viaje que había finalizado después de tener la completa libertad de hurgar bajo sus prendas, sin importar quién los mirase.
El exceso de bebida, estaban a punto de irse cuando pidieron la cuenta, Mathew aprovechó su última oportunidad de ir al baño antes de marcharse mientras André sacaba su tarjeta de la cartera. Sintió un ligero roce en su espalda, un cuerpo cálido detrás de él y el rostro de alguien pegado muy cerca del suyo.
— ¿Es tu pareja? — Había preguntado alguien de pronto.
— ¿Qué? — “It Ain't Me” a todo volumen impidió que André escuchara con claridad a la persona que hablaba, giró su rostro para entender y recibió un roce de labios suave.
Los labios de otro sujeto, enseguida se puso de pie y empujó al chico que lo había hecho, los quejidos de la multitud con el movimiento se volvieron demandantes y para cuando Mathew regresaba, aquel sujeto y otros empezaban a sacar a André del bar para iniciar una pelea, no lo pensó dos veces, jaló de vuelta a André y con toda la adrenalina del alcohol en su cuerpo, terminó por dar puños secos al rostro de quién se dejase. Jamás nadie hubiese imaginado que sería tan bueno con los golpes.
La seguridad los había separado y expulsado del bar apenas pudieron, hubo algunas amenazas más, pero ni los sujetos del problema y mucho menos André y Mathew decidieron continuar, como pudieron tomaron un taxi que les dejó en la pensión.
— ¿Qué fue todo eso? — Se quejó por fin Mathew, cuando bajaban del auto, aún continuaba un poco mareado y su voz sonaba lenta y entrecortada. André sonrió, pero recibió enseguida un golpe en su hombro. Le pareció asqueroso recordarlo y una inmensa vergüenza le invadió de pronto al pensar en lo que había ocurrido. Había sentido un completo desagrado al ver a aquel sujeto. Lo odiaba, el contacto con otro hombre le resultaba asqueroso, pero... con Mathew las cosas eran diferente. No sólo le resultaba atractivo, sino sensual — ¿Por qué?
— Estaba ebrio, me confundió y empezó la pelea. De no haberme tomado distraído le hubiese partido la cara. — Y sí, así era, su condición era mucho mejor que la de Mathew, y no sería la primera vez que estaba involucrado en una pelea, sin embargo, la situación le había sobrepasado.
— No seas estúpido André... pudieron tener un arma. Siempre pueden tener un arma.
— Tienes razón. — Evitó una pelea, ingresaron y enseguida Mathew se arrojó en la cama, él prefirió tomar un baño rápido. No demoró demasiado, pero Mathew ya estaba completamente dormido cuando salió.
Lo observó por un largo rato, hasta que no pudo resistirse, con el cabello húmedo goteó el rostro de Mathew. Estaba muy ebrio, tal vez no lo suficiente porque con molestia empujó el cuerpo de André, a las primeras molestias por la humedad.
— Tengo... mucho sueño.
— Quiero saber como eres, cuando... estás ebrio.
— Estoy cansado...
— Anda Matty. — Hablaba y empezaba a quitar una a una las prendas de Mathew, hasta dejarle completamente desnudo, dirigió su mano hasta la entrepierna del moreno, pero no pudo hacer nada con ninguno de sus movimientos. — Está igual de ebrio que tú.
Bromeó y aquel comentario logró sacar una sonrisa de Mathew. André tuvo que resignarse, pero junto en ese momento, el cuerpo de Mathew se arrastró para quedar boca abajo, André lo había logrado, se acomodó en la cama, Matty abrió sus nalgas y le recibió. Y después ambos durmieron plácidamente.
Un completo cliché.
André le recompensó con desayuno a la cama al despertar y después le dejó dormir durante el resto del viaje, de regreso a casa.
Domingo pasando las seis de la tarde, ambos estaban completamente sucios y tostados al llegar a su departamento, había marcas en sus rostros por la pelea de la noche anterior.
— Matty, despierta, ya llegamos. — Le llamó suavemente, después se encargaría de subir las cosas de ambos al departamento, lo importante fue ayudar a Mathew, incluso le ayudó a tomar un baño y tras enredarlo en una toalla, le acompañó a su recamara. — Descansa, haré la cena.
— Sí. — Susurró bajito, su habitación estaba a oscuras, con la ventana abierta un poco para que el encierro del fin de semana se desvaneciera. La resaca de muerte no le había permitido levantarse durante el resto de la tarde y por la noche, André le acercó un emparedado y suero que tomó de a poco.
Todo estaba bien.
Pudo descansar después de algunas horas y al despertar, el lunes estaba de regreso.
Las responsabilidades de la oficina. Tenía cero nociones de los pendientes, como si hubiesen pasado mil años desde la última vez que había estado en su trabajo. Se despertó a las seis de la mañana, André dormía a su lado.
Mathew despertó y bajó de la cama con cuidado de alertar a André, el rostro era lo único que dolía ya en ese momento. Encendió la luz. En su silla estaba la ropa del día y mochila con la laptop en perfecto estado y acomodada.
— Bobo. — Susurró ante tanto detalle, el cansancio de todo el fin de semana era algo de lo que había tenido consciencia ayer por la tarde, pero... nada podía hacer, intentó relajarse con una ducha caliente, se vistió, peinó su cabello y tomó una taza de café antes de salir.
Sabía que tenía algunas marcas en la cara por la pelea del fin de semana, pero... tampoco es como si pudiese ocultarlo de la gente en el corporativo, se presentó en perfecta imagen como siempre y saludó sólo a la gente necesaria. Ingresó a su nueva oficina asignada y el resto del día, tuvo completa tranquilidad.
Al parecer la noticia de que su proyecto había sido aceptado, había viajado mucho más rápido de lo que hubiese imaginado porque las cosas estaban completamente tranquilas. Él por su parte se había dedicado a adelantar con la planeación de la reestructura de procesos de distribución.
Agradeció aquel día, sin Ángel.
Pero pensarle era casi como una invocación.
Apenas salía de las instalaciones, su móvil vibró. Un mensaje.
“Me dicen que acudiste todo golpeado al corporativo, mañana te espero a primera hora en mi oficina”. Angel.
Mathew frunció el ceño y dejó caer el móvil al suelo para pasar su pie enseguida.
Recogió los restos, los colocó en la bolsa de sus pantalones y emprendió camino de regreso a casa.
Me despreocupaba todo, durante esos días, mientras tuve valor hice uso de él.
(º·. ¸ (¨*·. ¸ ¸. ·*¨) ¸. ·º)
«. ·°·~*~Dolor de cabeza'~*~·°·. »
(¸. ·º (¸. ·¨* *¨·. ¸) º·. ¸)
|¤°.¸¸. ·´¯`» Doki Amare Peccavi «´¯`·. ¸¸. °¤|