5 de marzo.
Fue hace tanto tiempo que recordarlo es difícil, pero me acuerdo del día, como uno de los mas bonitos de mi vida…Era 5 de marzo, fue hace algunos años, estaba en prepa, no era un día tan radiante ni bonito, de hecho hacia un calor infernal que con el uniforme escolar se hacia insoportable, en los pasillos de la escuela no había ni un alma pues todos estábamos en clase y yo lo veía sin siquiera prestar atención a la maestra, que en ese momento nos estaba dando clase de informática.
La noche anterior habíamos estado chateando hasta tarde, una platica larga que nos hizo desvelarnos, en la que claramente decíamos que nos gustábamos, pero sin decirlo en realidad, solo unas vagas insinuaciones de dichos sentimientos pero que habían sido suficientes para que al día siguiente llegáramos con muchísima pena a la escuela, era solo nuestra poca capacidad de dar el primer paso.
Sai en cambio, se veía remarcablemente rojo, su piel pálida estaba esta vez colorada, el estaba muy nervioso pero su personalidad fría no le ayudaba a acercarse aun mas del acercamiento que ya teníamos, esto me dificultaba demasiado dar el primer paso, pues para este momento de mi vida las inseguridades aumentaban como si fueran espuma, ese día milagrosamente dí el primer paso para una relación que cambiaria mi vida.
-Sai…-susurre en voz bajita para que la maestra no nos llamara la atención.
-Naruto, por atención- dijo con vergüenza, pero yo le hice la seña para que tomara un pequeño cuaderno que le pasé por debajo de la mesa.
En ese pequeño cuaderno puse un pequeño “hola” que esperaba contestara para platicar y continuar nuestro chat de la noche anterior.
-Contesta- dije apenas en una seña.
El se limitó a escribir ya sin contestar con su voz, pero esta platica justo como lo había planeado nos había llevado al mismo punto de la noche anterior que poco a poco me fue llenando de confianza y con el poco valor que tenía puse “¿Quieres ser mi novio?” y cual niño de secundaria puse unas casillas para que el pusiera un tache en el “si” o en el “no”
Pero el puso que si, esto hubiera sido una relación que avanzara rápido si nuestra inocencia momentánea no hubiera sido como un muro alto difícil de escalar, sin embargo, parecía ser un obstáculo que nos hizo ir lentos como si el mañana no existiera.
Es difícil explicar, porque pareciera que la relación era de color de rosa desde su inicio, pero no era así, nuestras personalidades y problemas familiares nos orillaron a ser entre nosotros nuestro único escape, no era bueno porque nos obligábamos mutuamente a aguantar los problemas del otro y era como si un ciego guiara a un sordo, solo yendo de la mano esperando no caer en el camino.
Sai solo tenia mamá y su mamá trabajaba todo el dia sin prestarle demasiada atención por lo que pasaba con sus abuelos gran parte del tiempo y estos eran muy estrictos…se sentía solo todo el tiempo
Yo por mi parte tenia a mamá y a papá juntos y ellos se amaban, pero antes había tenido problemas amorosos que me hicieron creer que ellos no me querían ahí, aunado a mi problema de autoestima y depresión…algo estaba mal con los dos y destacábamos como si tuviéramos letreros luminosos apuntándonos con una flecha bien brillante todo el tiempo…así que nos venían raro todo el tiempo, creo que fue esto lo que nos hizo acercarnos mas…además el físicamente me gustaba aunque no era guapo, simplemente me gustaba, su personalidad depresiva me encantaba.
Antes de llegar a este punto el y yo teníamos otro amigo, Gaara, Sai y yo…inseparables hasta que llego el momento en el que hacíamos bromas constantes con “jaja, ¿te imaginas que anduviéramos entre nosotros?” este fue solo el primer paso que Sai y yo tomamos para acércanos un poco mas de lo normal y lo admito…excluimos a Gaara, al punto de que cuando se enteró de la relación, se enojó, pero el no estaba enojado con Sai, sino conmigo porque aparentemente le había robado a su amigo…si, admito un poco que fue así, solo que en ese momento no nos detuvimos a pensar.
El 5 de marzo sorprendentemente solo me atreví a tomar su mano, no hubo besos, ni abrazos, solo tomé su mano, ese día fue la primera vez que sentí el amor solo con un roce de su mano en la mía, pero esa caricia fue suficiente para hacerme saber que sería mi gran amor de aquí hasta que la vida me lo permitiera, era algo muy inseguro porque nuestra situación emocional estaba tan mal que si nos hubieran dado un motivo mas para matarnos…probablemente lo hubiéramos hecho, pero ese también era un lazo de unión, de alguna manera sentíamos que éramos héroes y que juntos podríamos salvarnos de la situación tan miserable en la que nos encontrábamos y de no ser así, estábamos consientes de que en nuestras manos teníamos la vida del otro.
Nos encontrábamos en el abismo, oscuro y sin guía.
Al final de clases ese día dejamos salir a todos nuestros compañeros para quedarnos solos y tomarnos las manos sin interrupción, de repente solo éramos los dos y yo siendo un poco mas bajo de estatura que el, veía esos ojos azabache como si fueran el universo, demasiado cerca de su rostro tanto, que era peligroso, sin embargo no me atreví a hacer nada, porque yo tenía años sabiendo que era gay, pero no estaba realmente seguro de si el estaba consiente lo que era estar con un hombre, tenia tanto miedo de perderlo que incluso tomar su mano me parecía una apuesta, una peligrosa y aun así quería correr ese peligro, no tanto como para llegar a perderlo, pero si lo suficiente como para romper el hielo y saber si esto tenía futuro…si es que tenia el permiso para amar a este hombre frente a mi…mas bien, si el me daba permiso para amarlo y si que el también me amaría.