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Una navidad con los Weasley por IsabellySly

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Viernes 24 de diciembre 2004 (Nochebuena)

Draco dormía plácidamente encima de Charlie, haber dormido en una cama individual no había sido nada cómodo para este último.

– ¡CHARLIE! ¡DRACO! ¡A DESAYUNAR!

– Bebé, tenemos que levantarnos.

– Estoy de vacaciones, no quiero levantarme.

– Si no nos levantamos los gemelos vendrán a levantarnos, a mamá le gusta que todos estén en la mesa antes de comer.

– Pero aún no me baño ni me visto.

– No te preocupes por eso, todos seguramente están en pijamas y si no lo están, yo estaré en pijamas contigo.

– Bien, de acuerdo vamos entonces – Charlie iba a besarlo – Iugh no, sabes que odio tu aliento por las mañanas – Draco le dio un beso en la frente y ambos se pusieron de pie y comenzaron a bajar al comedor, donde todos los esperaban, algunos aun con cara de dormidos, despeinados, las mujeres con el cabello suelto o en un moño intentando que se viera decente y los niños con la energía muy alta. Draco se sentó y junto a el, Charlie lo hizo e hizo una ligera cara de molestia al hacerlo, cosa que no paso desapercibida por los gemelos.

– ¿Dormiste bien Charlie?...

– …Yo diría que bastante bien.

– Ninguna molestia fuera de lo normal ¿verdad?

– ¡George, Fred! Coman y no molesten a su hermano.

James sentado en su sillita alta, en cuanto vio a Draco le estiro los brazos y al ver que este no le brindaba la suficiente atención comenzó a gimotear, hasta que Charlie lo vio y le dijo a Draco que lo tomara, James fue levitado por Harry hasta los brazos de este.

– ¿Puedes comer con James en los brazos Draco?

– Claro que si Potter, le di varias veces de comer a Teddy.

– Shi y yo aventaba todo a todos lados, abuelita Andy tene fotos y Tio Dwaco se ve molesto y luego riendo y yo muy feliz aventando comida y luego también…. – Teddy siguió y siguió hablando de todas las cosas que había hecho junto con Draco y luego hablo de cuando visitaba a Harry y luego cuando estaba en casa de los Weasley y como una vez – los tios Geogie y Fed me pusieron los ojos morados y la piel azul, pero me dijeron que no dijera a señora abuelita Molly, poque se iba a enojar y… – de pronto puso una cara seria y los demás intentaban no reír – perdón tíos Geogie y Fed – Molly ya miraba mal a sus hijos y estos esperaban una reprimenda aunque aligeraron todo cambiando de tema.

Draco había comido tranquilo junto a Charlie y con James en brazos, Hermione les había tomado una foto cuando Charlie le quito una mora de su plato y Draco lo veía mal, pero le sonreía al final.

– ¿Tomando hábitos de Creevey, Granger?

– Debes admitir que las fotos son buenos recuerdos y ya te dije que soy Hermione para ti.

– Bien, necesitare una copia de eso… Hermione – Charlie sonriera, al menos Draco intentaba llevarse bien con su familia, aunque fuera con su cuñada, pero algo era algo, lo beso en la mejilla y todos siguieron desayunando.

Después se dispusieron a poner el árbol, toda la casa ya estaba adornada, pero poner el árbol era tradición de ponerlo juntos, Draco no había podido ayudar en nada, James lo traía de un lado a otro mientras iba caminando y cuando logro tenerlo quieto solo fue sentado en el sillón, donde se acercó Dominique y se sentó junto a él, "¿Quién le había puesto un imán de niños?"

– ¡Hoa!

– Hola Dominique.

– ¿Tu e-es mi tio ahoa?

– Eh… bueno supongo que sí.

– ¿tas casado con tito chalie?

– No, no estamos casados.

– ¿Casadan u ía?

– Supongo que algún día, sí.

– oh… cabeño boito – dijo mientras señalaba su cabello.

–Gracias el tuyo también es lindo.

– Gashas, allos – dijo mientras bajaba y se iba.

– Adiós – Draco pensó que fue la plática más extraña que había tenido con alguien.

– Hola bebé, hola james – Charlie se había ido a sentar junto a Draco.

– Hola cariño.

– ¿Qué pasa?

– No lo sé, acabo de tener una conversación un poco extraña con Dominique.

– ¿De que hablaron?

– Sinceramente no tengo ni idea – Charlie había reído.

Todos habían terminado de adornar el gran árbol y fueron a sus habitaciones a envolver regalos, otros fueron a hacer compras de último momento, Draco había terminado sentado en el pórtico de la parte trasera de la casa, aun se sentía extraño adentro y Charlie lo había corrido de su habitación alegando que no había envuelto su regalo.

– Hola Draco.

– Weasley.

– Dime Bill o William, como gustes, me inclino más por el primero.

– ¿Por qué insisten en que los llame por su nombre? Los gemelos me acorralaron hace un rato en que me buscarían y aplicarían sus nuevos experimentos contra mí, si dañaba a Charles, pero luego con una gran sonrisa me dijeron "puedes llamarnos Fred y George, si nos reconoces, claro" – Bill sonrió al ver la imitación casi idéntica de sus hermanos por Draco.

– Bueno todos estamos de acuerdo en que vamos a aceptarte, no es como que nos hayamos sentado todos juntos a hacerlo, simplemente que todos queremos a Charlie, es el segundo como ya sabrás, pero él siempre estaba solo, venia y jugaba con mis hijas, con mis hermanos, y siempre estaba feliz, pero nunca lo habíamos visto con ese brillo tan especial en sus ojos, no desde que dijo que se iría a Rumania a estudiar a ser dragonologista. Le haces feliz y eso es bueno para nosotros, porque esperamos sinceramente que lo traigas más veces a casa, Charlie no había venido para navidad desde hace unos 3 años, venia ocasionalmente pero nunca en esta fecha y ahora lo hizo y te trajo, es obvio que eres especial.

– Tienes un punto William

– Bien me alegra que estemos en buenos términos, sinceramente a nadie le importa tu pasado, todos cometimos errores, nadie es perfecto, así que no te preocupes por eso.

– Ustedes con muy buenos leyendo a la gente ¿no es así?

– Un poco, bueno iré a robarle galletas a mamá ¿vienes? – Draco quería decir que no, que las galletas eran para los niños, quería seguir ahí afuera, pero Bill lo había hecho sentirse cómodo.

– Claro vamos.

– Pero por favor no decores más galletas de Charlie

– Oh por merlín, solo fue una y sin pensar – Bill río mientras lo tomaba de los hombros.


– Vamos Draquito será divertido, ya convencimos a mamá y ves que no quería dejarnos salir.

– No me llames Draquito, George.

– ¡Soy Fred! Enserio Draco ¿Y así te haces llamar nuestro cuñado favorito?

– ¡Oigan! Draco no está casado, en teoría todavía no es su cuñado.

– Vamos Harry, no te pongas celoso, sabes que eres nuestro favorito.

– Porque soy el único.

– Hasta que me case con Draco.

– ¿Salimos o no a jugar Quidditch?

– No, ya tienen dos buscadores.

– Vamos Draco, por los viejos tiempos, además jugare de cazador, puedes jugar de buscador contra Charlie – Ahí estaba Draco, sentado en el sofá rodeado de Weasley's Gryffindor's, porque les faltaba un jugador para estar a la par, el día anterior Harry había hecho de árbitro. ¡Oh! si tan solo sus compañeros de Slytherin pudieran ver esto.

– Bien voy a jugar.

– ¡Siiiiiii!

Así terminaron jugando en un equipo: Ron (guardián), Ginny (cazadora), Fred (golpeador) y Draco (buscador); en el otro equipo Bill, Harry, George y Charlie, respectivamente. El juego duro unas dos horas y había salido victorioso el equipo de Draco, le había ganado la Snitch a su novio, Fred y Ginny habían arrasado con los demás y Ron no dejo que Harry metiera ninguna.

Estaban celebrando y se metieron a duchar, para desgracia de Draco todos le ganaban la ducha primero, por lo que se quedó esperando con Charlie en su habitación.

– No Charles.

– Vamos Draco, van a bañar a los niños antes de la cena tenemos tiempo para divertirnos.

– Pero estamos sudorosos.

– Es mejor, terminamos de sudar y salimos limpiecitos del baño, además me tengo que vengar, quiero que ahora tu tengas problemas para sentarte – Draco comenzó a reír.

– ¿Quieres marcarte como el macho alfa?

– Seria divertido.

– Bien hagámoslo.


Después de que todos estuvieron listos para cenar, ayudaban a Molly con los últimos preparativos y colocaban todo en las mesas, para desgracia de Draco, se había convertido en la niñera de la familia, los niños solo le hacían caso a él, no obedecían a nadie más, por alguna razón se había convertido en su héroe, y nadie sabía porque, Draco ni siquiera tuvo que sobornarlos y vaya que lo había pensado. Así que los mantuvo en la sala jugando cosas tranquilas para que no se desarreglaran y si lo hacían tenía un peine y ligas para el cabello junto a él. Un rato después todos se sentaron y disfrutaron de la cena, Draco ya se sentía más cómodo y participaba en las conversaciones y/o abría tema nuevo para otras.

Notas finales:

Es cortito, pero con mucho amor.


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