Todo comenzó con una pregunta inesperada: “Si Akashi-kun y Furihata se casaran y tuviesen una Luna de Miel, ¿Dónde irían y por qué?”. Esta pregunta surgió de la nada, además que fue Kuroko quien lo dijo. Esto debía ser un plan del pelirrojo para preparar todo de antemano, aunque quizás esté pensando muy a futuro, puesto que él y el castaño sólo llevan medio año como pareja. Aun así, Furihata simplemente comenzó a pensar en una respuesta satisfactoria, no sólo para sí mismo, sino también para Kuroko, quien probablemente estaría obligado a darle esa respuesta a Akashi.
— Fue una pregunta muy repentina, Kuroko. — Recalcó Furihata antes de dar la respuesta esperada. — Veamos… Conociendo a Sei, estoy seguro que él querría ir a un lugar lujoso. Probablemente destinos turísticos costeros o lugares considerados románticos.
— ¿Y estarías de acuerdo con sólo ser arrastrado por Akashi-kun o tienes tu propia idea de eso, Furihata-kun? — Más allá de simplemente querer una respuesta clara y concisa, Kuroko de verdad quería escuchar una respuesta sincera de Furihata, algo con lo que él se sintiera cómodo. Esto va más por un lado curioso que por una respuesta para Akashi.
— Por supuesto que quiero ser un poco egoísta, incluso en mi propia Luna de Miel. Nunca me he considerado alguien con muchas expectativas respecto a viajes, preferiría algo más acorde conmigo.
— ¿Por ejemplo?
— Sería feliz sólo yendo durante unos días a un onsen. No se me da pensar en destinos turísticos como El Caribe, Paris, Bali o Venecia para mi Luna de Miel perfecta. Pienso que sería feliz yendo incluso a un lugar de comida rápida mientras esté con Sei.
Por un minuto, Kuroko se sintió conmovido después de escuchar la respuesta de Furihata, incluso se sintió mal de estar siendo parte de la idea de Akashi sólo para tener organizados futuros planes. Entre comentarle la respuesta a su compañero o dejar pasar esto, Kuroko optó por enviarle un mensaje diciéndole que él mismo debería preguntarle a Furihata.
— Sueles ser una persona que se denomina así misma “Simple”, pero constantemente piensas en cómo hacerte feliz y que eso no perjudique la felicidad de otras personas. — Dijo el chico de cabello celeste a la par que guardaba su celular luego de enviado el mensaje. — Eres una persona considerada, Furihata-kun. — Esbozó una ligera sonrisa. — Deberías responderle de esa misma a Akashi-kun, porque viene en camino.
—… ¿Eh?
— Sí: Akashi-kun acaba de subirse a un helicóptero y viene en camino a Tokio.
— ¡KUROKO!
Quizás muchas veces a Kuroko le disguste participar en las situaciones donde debe ser un tipo de intermediario entre la relación de Kouki y Seijuuro, en más de una ocasión le expresó esa disconformidad a su antiguo compañero de equipo de Teiko, sin embargo, la única razón para seguir participando es que en el fondo termina pareciéndole divertido el descubrir facetas nuevas de amigos y compañeros. Le hace recordar a cuando Kagami les reveló su miedo a los perros y el cómo luego puede usar esa información a su favor.
Según sus propias palabras: “Hasta cierto punto, se volvió algo cotidiano.”
Debe ser divertido pensar en planes para una futura Luna de Miel.