Finalizada una agotadora semana de entrenamiento y clases, los chicos de primer año de Seirin van a pasar un rato el tiempo a casa de Kagami, quien esta vez se aseguró de que Alex no estuviera para así evitar cualquier inconveniente con ella andando en ropa interior por la casa.
Kagami estaba preparando una cena para todos, mientras que el resto ponían la mesa y algunas cosas que habían comprado cuando iban de camino al lugar.
Todo había quedado delicioso y no tardaron en comérselo, ya para cuando planeaban ver una película, Fukuda da la maravillosa idea de jugar “Verdad o reto”. Al principio los chicos piensan si jugar o no, pero Kuroko es el primero en aceptar, así que jugarán con una regla especial: Si el que elige verdad se niega a responder, está obligado a cumplir un reto.
— Entonces yo empiezo. — Dice Fukuda muy animoso. — Kuroko, ¿Verdad o reto?
— Verdad.
— ¿Momoi-san es tu novia o realmente sólo lo dice por decir?
— Ella es una amiga. No tengo sentimientos del tipo romántico por ella. — Una respuesta tan directa que incluso llegó a dejar en shock a algunos, porque varios encuentran a Satsuki una chica atractiva. — Furihata-kun.
— Siento que independiente lo que escoja, terminaré perjudicado, prefiero verdad.
— ¿Ya logras-?
— RETO, RETO, RETO.
Por supuesto, lo primero que preguntaría Kuroko sería algo sobre la relación que actualmente tiene con Akashi de Rakuzan, es la razón por la cual quería evitar a toda costa escoger reto, pero Kuroko fue más listo. Furihata sabía de antemano la pregunta de Kuroko, seguramente preguntaría sobre si ya intimó con Akashi, así que lo interrumpió pidiendo su reto y evitar cosas peores, pero todo fue parte del plan de Kuroko.
— Iba a preguntarte si por fin habías logrado pasar el nivel de ese videojuego que me habías comentado la semana pasada. — Era una pregunta tan aburrida, sin embargo, Furihata cavó su propia tumba.
— Furihata, tienes que hacer un reto, son las reglas. — Aclaró Kawahara.
— A veces pienso que Kuroko me hace esto apropósito.
— No lo hago. — Sí lo hace, es su venganza por siempre ser intermediario. — Reto a Furihata-kun a vestirse como vampiro y hacerle una video llamada a Akashi-kun comportándose como uno. — Es tan específico, se notaba a leguas que la idea la tenía preparada desde antes.
— ¡Dudo que Kagami tenga un traje de vampiro en su casa!
— Lo tengo. — Kagami no ayuda. — Alex lo compró, pero me quedó pequeño.
Obligado por la casualidad del asunto, Furihata se coloca el traje y Kuroko llama a Akashi para comenzar con el reto, este último no tarda en responder. Se lleva una sorpresa al ver a Furihata y no a Kuroko, sobre todo por el traje que está usando.
— ¿Kouki? — Todos se tapan la boca para evitar reírse. — ¿Por qué me llamas desde el celular de Kuroko? ¿Y por qué estás vestido así?
—… ¡V-V-Voy a chupar sangre y te convertiré en uno de mis esclavos in-inmortales! ¡E-Espero que tu sangre sepa deliciosa! — Varios estaban casi por estallar de la risa, pero aguantaban para no arruinar el momento.
— ¿En serio? — Akashi se desabrocha un poco la camisa que usa, bajándose un poco la parte del cuello y dejando gran parte del cuello y el hombro al descubierto. — Pues me gustaría ser el fiel sirviente de Kouki por la eternidad.
Furihata cortó repentinamente la vídeo llamada, su cara totalmente roja, sus compañeros riéndose a carcajadas y Kuroko grabando todo con el celular de Kagami le pasaron factura, desmayándose de la vergüenza.
— Kuroko, ¿Furihata estará bien? — Pregunta Kagami mientras ve al chico de cabello celeste enviando el vídeo a quién sabe quién.
— Sí, lo estará. Este es el tipo de cosas que Akashi-kun me pide hacer para tener más grabaciones de Furihata-kun.
— ¿¡Akashi lo planeó!?