Hoy es un día importante para Furihata, puesto que luego de mucho pensarlo, ha decidido presentar a Akashi oficialmente como su novio a su familia, bueno, ese era el plan inicial, sin embargo, surgieron varios miedos y dudas respecto al tema. Después de horas y horas de meditación, el castaño llega la conclusión más segura de todas, presentar a Akashi sólo a su hermano mayor, quien vendrá a pasar el próximo fin de semana a casa después de muchos meses sin ir. La universidad le tiene con muy atareado, así que sólo regresa cuando hay más de dos días libres.
— ¡Tienes que comportarte frente a mi hermano, Sei! ¡Nada de ser absoluto delante de él! ¡Sé gentil y no muestres tu sadismo!
— Kouki, eso me ofende. — No, realmente no lo hace, sólo se lo dice porque quiere calmar un poco a su novio, parece muy alterado respecto al asunto.
A diferencia de Furihata, Akashi es distante con su padre, más que nada por lo estricto que fue durante su infancia y que se puso aún peor después de la muerte de su madre, así que por mucho que se negó a la relación, Akashi sólo tuvo que decir que se desligaría del negocio si no los aprobaba. Básicamente la mayor amenaza era dejar que su padre se quedaría sin un heredero digno, por lo que no tuvo más remedio que aceptar la relación de su hijo. No obstante, el caso de Furihata es lo contrario, se lleva bien con su familia, pero igual sería un shock llegar y decir que su pareja es un chico, un chico multimillonario que es excelente en muchas otras áreas aparte de la deportiva, por ejemplo, la musical. El tema puede extenderse todavía más, pero empezar por un miembro de la familia es la mejor apuesta.
Pasaron unas horas hablando sobre cómo presentarse, se les hizo tarde, pero al menos ya han planeado con una semana de anticipación varios aspectos de la futura presentación.
Los días se van uno tras otro, Kuroko trata de mantener relajado a Furihata en las prácticas, tiene muy metido en la cabeza que todo podría salir mal, eso está afectando su desempeño, si sigue así, Riko lo volverá a regañar.
Así continua el resto de la semana, hasta que por fin llega la tarde del viernes, Furihata Yuuki vuelve a casa después de varios meses ahogado en tareas universitarias, saluda a sus padres y a sus hermanos muy emocionado. Yuuki contrasta mucho con su hermano menor, es más expresivo, suele ser altanero, pero en el fondo es de buen corazón. Le gusta mucho resaltar, nunca jugó basquetbol en un equipo, pero a veces ayudaba a practicar a su hermano menor y se vio que no era tan malo, por el contrario, quizás hasta era mejor que el propio Kouki, aunque esto no hizo que el chico se sintiera minimizado, por el contrario, tenía a alguien decente con quien entrenar.
— Por fin podré volver a comer comida de mamá. La mayoría de mis comidas terminan quemadas.
— He-Hermano.
— ¡Oh! ¡Kouki! — Yuuki le revuelve el cabello, echaba de menos a su hermanito. — ¿Has crecido? ¿Cómo van las cosas en tu club? Mamá y papá me contaron lo de la Copa de Invierno. ¡Te esforzaste!
— ¡S-Sí! ¡Fue difícil, pero creo que nuestro entrenamiento me ayudó!
— ¿En serio? — Da una sonrisa llena de vigorosidad. — Pienso que lo mejor de todo fue el empeño y esfuerzo que pusiste, estoy orgulloso de ti.
— Gracias, hermano. — Kouki le devuelve la sonrisa, pero ahora no es momento para eso, necesita decirle. — Por cierto… ¿Estás disponible mañana?
— Sí, ¿Por qué? ¿Quieres que practiquemos nuevamente?
— No, no… Quería, bueno… — Kouki se acerca a su hermano, se para de puntillas, puesto que él es más alto y le susurra al oído. — Mi pareja vendrá mañana, quiero que le conozcas primero.
Los nervios de su hermano y el hecho de que se lo dijera al oído, dieron a entender a Yuuki que esto no quería que lo supieran sus padres, prometió guardar el secreto y tuvo muchas ansías de que llegara el día siguiente. La especulación que rondaba su cabeza era la chica por la cual su hermanito se había metido en el equipo, ¿Aquella chica por fin lo habrá reconocido? La sorpresa que le espera a Yuuki.
Al día siguiente, los padres de los hermanos Furihata salen de compras, advirtiendo que llegarán tarde por la noche, dejaron ingredientes para que sus hijos cocinen, sin saber que otro invitado iría también.
— ¡Estoy tan emocionado! ¡Conoceré a la novia de Kouki! ¿Cómo es ella? ¿Es la chica guapa por la que entraste al club de básquet?
— So-Sobre eso, verás, yo-
Antes de poder terminar la oración, suena el timbre, Yuuki va muy emocionado a la puerta esperando ver a una chica linda que ame a su hermano menor incondicionalmente, sin embargo, grande es su asombro cuando al abrir la puerta quien está parado en la entrada es un chico, piensa que quizás es alguien que Kouki invitó.
— Buenas días, mi nombre es Akashi Seijuuro, mucho gusto.
— Hola… Eh… Kouki, tu amigo está aquí.
— Te equivocas… Hermano, Sei es mi novio.
— ¿Qué? ¡Espera, espera, espera! — Yuuki mira a Akashi de pies a cabeza, pensando que le están haciendo algún tipo de broma pesada. — No juegues conmigo de esa forma. — Parece que su tono se volvió un tanto menos alegre. — Sei-kun, no es necesario que le hagas caso a Kouki respecto a estas bromas, no soy tan tonto.
— Si me lo permite. — Akashi se sacó sus zapatos, colocándose las pantuflas de invitados para entrar a la casa, ya que, todavía se encontraba en la puerta de entrada. Camina hasta donde Kouki y le da un beso en los labios sin si quiera pensarlo dos veces. — Kouki es mi novio, hermano mayor.
— ¡Te-Te dije que no fueras absoluto, ni sádico ni eso! — Humo salía de las orejas de Furihata, quien entre la vergüenza, el sonrojo y la ira no se decidía.
Tomó un tiempo explicarle toda la historia a Yuuki, pero sólo le basto ver cómo interactuaban para llegar a la conclusión de que hacían buena pareja, se puede decir que lo aprobó rápidamente después de haberlos vistos juntos. Parecían complementarse bien.
— Kouki, te ayudaré a hablarle a mamá y a papá sobre esto. Sei-kun, veo que no eres un mal tipo, así que te apruebo como el novio de mi hermano.
— Realmente te lo agradezco mucho, hermano mayor. — Dijo a la par que guardaba algo en su bolsillo.
— ¿¡Trajiste las tijeras!? — Furihata no fue estúpido y vio perfectamente ese movimiento sospechoso que hizo el pelirrojo.
— Dije que vendría preparado.
— ¿Tijeras para qué?
Fue un sábado difícil, aunque se logró cumplir una meta. Los tres esperan reunirse próximamente para que los padres de Kouki y Yuuki acepten a Seijuuro dentro de la familia, pero ya con el hermano mayor de su lado, definitivamente no tienen mucho que temer.