-Yo entiendo por qué, pero no voy a hacerlo.- Kuan Lin se sentía como un niño de cinco años mientras cruzaba los brazos sobre su pecho. Estaba tentado a pisarle el pie.
-Harás lo que tu madre dice-, discutió su padre. -Si ella quiere que te muevas de vuelta a casa, entonces empaca tus cosas y prepárate para mudarte-.
El dominio de su padre hizo que Kuan Lin se encogiera. Siempre había tenido miedo cuando su padre se enojó. Pero Charles no estaba tan enfadado como estaba molesto. Gran diferencia. Por otra parte, cuando su padre se molestaba en cualquier momento la mamá de Kuan Lin era infeliz.
-Estoy apareado-, recordó Kuan Lin a sus padres. Tuvo que hacerles ver que no iba a recoger su vida y volver a casa. Los amaba profundamente, pero los hombres crecidos no se movían de nuevo con su gente. Simplemente no lo hicieron. -¿Qué crees que hago con Ji Hoon? No se va a esconder en casa con nosotros.
-Nadie dijo que te estabas escondiendo.- Su madre suavizó su voz. -Sólo queremos mantenerte a ti y a su hermano a salvo. Si eso significa encerrarte en tu habitación, entonces, bueno, que así sea.
Kuan Lin se quedó boquiabierto ante su madre. -Yo no soy un adolescente errante que necesita ser enseñado una lección. Soy un hombre adulto que está casado.
-Un hombre adulto que terminó trabajando para el señor Inati, que permitió que Su hermano fuera llevado, que cargó en la pelea cuando debías haberte quedado en casa, y que sólo fue cazado en el patio de tu compañero-, su padre gruñó el innecesario recordatorio.
-¡El secuestro de Woo Jin no fue mi culpa! Ni siquiera le pedí que viniera aquí.
-Ahora levántate.- Ji Hoon presionó sus manos contra sus caderas. -Lo que ocurrió en el patio trasero no fue culpa de Kuan Lin.
-Eres el maldito sheriff de esta ciudad.- La voz de su padre se alzó cuando se volvió una luz roja. -¿Cómo pudiste dejar que esos cazadores entraran en tu ciudad en primer lugar?-
-¿Qué? -gritó Ji Hoon. -¿Dijo que los dejé entrar?
Kuan Lin había visto a su padre cuando estaba nervioso, y nunca fue una bonita vista. Ahora Ji Hoon estaba rechinando los dientes. Si Kuan Lin no hizo algo, y rápidamente, los dos podrían ir golpe por golpe. -Tenemos que discutir esto racionalmente-.
-No hay nada racional en la demanda de tus padres-, argumentó Ji Hoon. -¿Y necesito recordarles a la gente que interferir en un apareamiento es contra la ley Ultionem? Estoy sosteniendo mi lengua porque ustedes son los padres de mi compañero, pero empuje y puedo prometerle que no nos llevaremos bien. -
-¡No está a salvo aquí!- Charles ladró.
-Nadie está a salvo mientras los Cazadores están ahí afuera-, dijo Ji Hoon. -No importa dónde llevas a Kuan Lin. Mientras esos bastardos estén empeñados en matarnos o experimentar con nosotros, nunca estará fuera de peligro.
Kuan Lin contuvo la respiración cuando su padre abrió la boca, luego la cerró. Él gruñó. -Kuan Lin estaba más seguro en casa. No le pasaría nada de esa mierda.
-Y no puedes proteger a tu hijo para siempre. La vida es peligrosa, especialmente para los no humanos, pero eso no significa que tengamos que escondernos -, dijo Ji Hoon. Tomó la mano de Kuan Lin y besó sus nudillos. Hay demasiada belleza para disfrutar, y estaré condenado si dejo que los Cazadores me hagan encogerme en las sombras-.
-Los amo a ambos.- Kuan Lin abrazó a su madre, luego a su papá. Pero no voy a ir contigo. Esta es mi vida, y mi lugar está al lado de Ji Hoon. -Arrugó su nariz. Además, escuchándote a los dos a la hora de crecer fue bastante traumatizante. Prefiero no volver a eso.
Charles gruñó mientras su compañera se sonrojaba.
-No tenía ni idea -dijo su madre-.
Kuan Lin rodó los ojos. -¿Seriamente? Fuiste lo suficientemente ruidosa para despertar a los muertos.
-Bueno, suficiente sobre mí -dijo su madre-. -Pero no me gusta estar tan lejos de ti, Kuan Lin.
-Entonces está resuelto -dijo su padre-. -Estamos comprando una casa en Desire.
Kuan Lin gimió. Esto no podría estar sucediendo.
Durante la semana siguiente, los Ultionem cazaron a los mejores guerreros que pudieron encontrar. Recorrieron ciudades, pueblos y pequeñas manadas que vivían en el bosque. Finalmente, reunieron a seis hombres cuyos alfa los recomendaron. Dos eran lobos, dos eran osos, uno era león y el sexto era un puma.
JAehyo miró a través de sus archivos, mirando sus fotos. -No hay vampiros.
-Lo siento -dijo Young Jae-, pero los vampiros no pueden cazar durante el día y eso los impedirá.
JAehyo golpeó los archivos con la mano. -Se ven bien en papel, pero quiero ver de qué están hechos. Estos son los elegidos que estarán en la lucha de sus vidas una y otra vez mientras tratan de derribar a los cazadores. Necesitan estar físicamente en forma y mentalmente capaces de asumir este desafío-.
-No saben que han sido elegidos, o algo de lo que estamos planeando-, dijo Young Jae.
-¿Qué estás sugiriendo? -preguntó Changjo.
Young Jae se encogió de hombros. -Dé a cada uno de ellos alguien para capturar. Lo peor de lo peor. Si traen en su objetivo, son el hombre para el trabajo. Si son asesinados... bueno, eso lo dice todo. -
-Me gusta esa idea-, dijo Jongin. -Haz que demuestren su valor.
-Este.- JAehyo sacó el archivo de la pila y lo sostuvo. -Son Jun Hyung .
-¿El shifter oso del Bronx? -preguntó Jongin. -He oído hablar de él. Tiene una mala reputación.
Una sonrisa curvó el lado de la boca de JAehyo. -Veamos lo malo que es. Quiero que los hombres juren una orden de captura para mí. Dáselo a Son Jun Hyung.
Jongin arqueó las cejas. -¿Te estás convirtiendo en blanco?
-¿Qué mejor manera de averiguar de qué está hecho? -preguntó JAehyo. Él se recostó, apretando los dedos.
Changjo lanzó una sonrisa maliciosa. -Dale mi archivo al puma.
Su reunión acababa de tomar un giro interesante. Young Jae se frotó la mandíbula. -Dale mi archivo al shifter León. Ha pasado un tiempo desde que he tenido un reto muy bueno. -Él bajó su mano y entrecerró sus ojos. -Pero asegúrese de estipular que ningún compañero debe ser perjudicado o utilizado como cambio. Si ese shifter león va cerca de Sandeul, lo voy a atrapar.
Sandeul había pasado por bastante, y ahora vivía una vida bastante tranquila y aburrida. Justo la forma en que Young Jae quería que fuera. Todavía tenían problemas alrededor de Desire, pero Young Jae había sido capaz de proteger a Sandeul de la mayoría de ellos.
-Voy a enfatizar las consecuencias si violan esa estipulación de la orden-, dijo JAehyo.
-Ninguno de ellos puede saber que los otros están cazando un miembro Ultionem-, añadió Nam Joon. -Sus misiones son secretas.- -¿Y si no logran capturarnos? -preguntó Junjin.
-Eso depende -dijo JAehyo-. -No se trata tanto de que nos capturen si no de la estrategia que usan. Todos ustedes serán los jueces de sus oponentes.
-Dale a uno de ellos una orden de captura para el maldito shifter camaleón -gruñó Young Jae. Quiero a ese bastardo por pretender ser yo.
-Hecho -dijo JAehyo-. -Pero quienquiera que participe tiene que poner a su hombre a través del escurridor. Después de todo, estos son los que se encargarán de derribar a los cazadores. Sigilo, velocidad, agilidad, estrategia, todo lo que importa. -
Young Jae rió entre dientes. -Que empiecen los juegos.-
Son Jun Hyung frunció el ceño mientras miraba a su alfa. -¿Estás seguro?-
Dexter asintió. Le entregó el papel doblado. -No debes dar una palabra de esto a nadie. ¿Estoy claro?-
Jun Hyung desplegó el papel y leyó la orden. Era una captura, no una matanza. Leyó el nombre dos veces. Ahn JAehyo LeAnthony Espelimbergo. El nombre estaba escrito correctamente. No podía creer que hubiera una orden para el vampiro original. Capturar a JAehyo sería lo más difícil que Jun Hyung haya tenido que hacer.
Pero le gustaba un buen desafío, un desafío imposible. Metió el papel dentro de su chaleco de cuero. -Ni una palabra a nadie-, dijo.
Dexter entrecerró los ojos. -¿Leíste la parte de sus compañeros?
Jun Hyung lo había hecho. Eso era muy malo. Habrían sido el cambio perfecto, pero pasar el resto de su vida miserable en el inframundo si se acercaba a ellos no era atractivo. Su vida ya había sido una trampa jodida tras otra. No necesitaba revivir esos momentos una y otra vez por el resto de la eternidad. -Entendido.-
-Entonces sal de aquí.- Dexter giró sobre sus talones y se alejó.
Jun Hyung se dirigió a su habitación para planear la mejor manera de derribar al príncipe de los vampiros.
Ji Hoon y Kuan Lin habían mirado cada casa disponible en Desire y habían encontrado algo que faltaba en cada una, así que habían contratado a Yuta de la manada de Changjo para diseñar su casa ideal. – Ji Yeop había vendido su empresa contratista, pero seguía siendo un infierno de un constructor, por lo que lo contrataron para construir su casa cuando Yuta terminó con los diseños.
Seong Wu había decidido abrir su propio negocio, y con un poco de convencimiento, Ji Hoon había hablado con su miembro de la manada en la contratación de Kuan Lin, tan pronto como estaba abierto para los negocios. Por qué Seong Wu quería abrir una tienda de flores estaba más allá de Ji Hoon. El tipo no sabía nada acerca de las plantas y las flores, pero sorprendentemente, Kuan Lin era un genio.
-Estoy tan emocionado.- Kuan Lin rebotó de pies a pies cuando Ji Hoon le dijo a su compañero que Seong Wu había accedido a contratarlo. -Aunque estoy agradecido a YoungBin por darme un lugar para quedarme y un trabajo, realmente odio la escena del bar. La música es demasiado fuerte, la bebida huele, y los pases que me hicieron fueron agotadores.
Ji Hoon tiró de Kuan Lin en sus brazos. -Ahora tendrás un trabajo tranquilo haciendo algo en lo que eres bueno-.
-Oh, soy bueno con las flores. Pregúntale a mi madre. Yo fui quien plantó sus jardines y mantuvo el frente y el patio trasero luciendo premiados. Kuan Lin se encogió de hombros. Sólo tengo un pulgar verde.
Ji Hoon rió entre dientes. -Entonces supongo que Seong Wu nombró su negocio adecuadamente.
-¿Cómo lo llamó? -preguntó Kuan Lin.
-Pulgar verde.- Kuan Lin sonrió. -Me gusta.-
-Por cierto.- Ji Hoon dejó que Kuan Lin fuera y cogió su billetera del tocador. Tenía que estar en el trabajo en menos de treinta minutos. -Él quiere su opinión sobre el inventario de pedidos y cualquier otra cosa. Para ser honesto, yo sólo estaba escuchando a medias.
Kuan Lin se frunció los labios cuando Ji Hoon agarró su mandíbula. Ji Hoon le dio a Kuan Lin un apasionado beso, a tientas su culo y deseando no haber dormido en lo que podría haber tenido tiempo para tontear alrededor. -Compórtate hoy mientras estoy en el trabajo.-
-In Seong y yo hicimos planes. Kuan Lin sonrió. -Nos encontraremos con algunos de los compañeros en Villa Kim para ver una película.-
A Ji Hoon no le gustó la idea de que su compañero corriera después de lo que había pasado, pero sabía que no podía poner a Kuan Lin en una burbuja protectora.- Llévate a Seong Wu contigo.
Kuan Lin sacudió la cabeza. -Young Jae tiene que ir a ver a su hermano, así que aceptó dejarnos en la Guarida.
Ji Hoon se sintió mejor al saber que su alfa estaría con Kuan Lin, pero deseaba poder ser el que vigilaba a su propio compañero. -Voy a llamar y consultarte.
-Eso está bien -dijo Kuan Lin mientras se ponía los zapatos-. -Estamos cogiendo una matinee y almorzando en el restaurante después. Usted es bienvenido a unirse a nosotros. -
-Creo que voy a tomar eso.- Llamalo paranoico, pero todavía se sentía como si una amenaza fuera por ahí. El camaleón no había sido capturado todavía, y hasta que el bastardo lo fuera, Ji Hoon no descansaría tranquilo. Sólo cuida tu espalda y sé consciente de lo que te rodea.-
Kuan Lin asintió con la cabeza. -Me voy con Luhan y Heechul. De lo que Luhan me dice, unos pocos centinelas estarán sentados unas cuantas filas para vigilarnos. -Se deslizó los brazos alrededor de la cintura de Ji Hoon-. -Nos protegeremos, Ji Hoon. Créeme. No quiero repetir lo que pasó.
Kuan Lin todavía estaba despertando en medio de la noche temblando y agarrando su garganta. Ji Hoon había pensado en pedirle al doctor Sung Mo que hablara con Kuan Lin, pero dejó esa decisión a su compañero.
-Vete a divertirte -dijo Ji Hoon. -Voy a ir a trabajar y espero localizar a ese maldito ladrón de coches-.
Ji Hoon se dirigió al trabajo y sonrió a Loretta mientras caminaba a la sala de descanso para tomar un café. Encontró a Carlson hablando con Lakee por la cafetera.
-¿No tienes nada mejor que hacer que estar de pie?
-Sólo estoy hablando de lo que pasó en tu patio trasero-, dijo Carlson. -No puedo creer que todavía hay cazadores que se infiltran en nuestra ciudad-.
-Siempre serán problemas mientras existan -le recordó Ji Hoon-. Por eso patrullamos.
-Y para asegurarme de que Desire sea un lugar seguro para vivir.- Lake tomó un sorbo de café. -Dime que todavía vas a contratar a más agentes.
El último nuevo empleado había dejado un mal sabor en la boca de Ji Hoon. El bastardo resultó ser un Cazador, y Ji Hoon se cuidó de contratar a alguien nuevo después de esa experiencia. Pero Lake tenía razón. Aunque la manada ayudó a mantener el orden en Desire, necesitaban más hombres con uniformes.
-Hablaré con Young Jae sobre esto. Mientras tanto, ¿por qué no intentamos averiguar quién está robando esos coches?
Los dos asintieron mientras salían de la sala de descanso. Ji Hoon se apoyó en la mesa, suspirando mientras tomaba un sorbo de café. Le encantaba su trabajo, le encantaba este pueblo y esperaba que Young Jae tuviera una solución al problema de los cazadores. Desire era el lugar perfecto para vivir y criar una familia. No quería que la ciudad se convirtiera en una zona de guerra.
Tomando su copa con él, se dirigió a su oficina para comenzar su día.
continuará..