Realmente se sintió alagado por las palabras de su contrincante, pero él había ido a vencer en ese torneo, no a distraerse en cuestiones del amor.
- Realmente me alaga que una jovencita como usted demuestre interés en mí, pero tendré que declinar nuevamente su oferta, ya que en este momento tengo una situación familiar que consume todo mi tiempo.
La jovencita iba a volver a replicar, pero el árbitro hizo sonar su silbato para dar inicio al juego. Ya nadie pudo decir más palabras.
Por fin terminaba este agotador día para Jonou, quien se llevo la victoria de sus 3 combates.
Gracias a la llegada de Mokuba también se pudo librar de Emilia, quien lo acosaba constantemente.
Ambos se dirigieron a la habitación del rubio para poder conversar a gusto, Jonou le pidió que ordenara algo para comer mientras se daba una ducha y cambiaba su vestuario. Pero todas las acciones fueron interrumpidas por la figura del hermano mayor.
- ¿Acaso te olvidaste de que tienes hermano?
- ¡Hermano! claro que no, solamente estaba salvando a Jonou, después pensaba ir a saludarte, además se supone que tienes una reunión dentro de 10 minutos y no quería distraerte.
- Supongo que te quedaras con Jonou .
- No te molesta ¿cierto?
- Claro que no, pero no se queden despiertos hasta tarde, yo probablemente no los vea hasta mañana.
- Ahora que lo pienso ¿Cómo es que tienes una llave de la habitación de Jonou?
Seto solamente se aclaro la garganta ¿cómo responder esa pregunta?
- Tu hermano es el dueño del Hotel, por supuesto que tiene una llave maestra. ¿Cuándo ha pedido permiso para hacer lo que quiera?
Después de meditarlo un poco el menor le dio la razón, su hermano era el dueño del mundo.
- Es tarde, me marcho.- Dijo Seto sacando al menor de sus pensamientos.
- Espera, tienes la corbata torcida ¿Quién diría que el gran Seto Kaiba puede arruinar su impecable imagen? – Dijo a modo de burla el rubio-
Luego de esas palabras le acomodo la corbata y le dio unos golpecitos en los hombros.
Seto no dijo nada y solo se despidió con un gesto de manos.
Mokuba por otro lado sentía que había sido abducido a otra dimensión y aún no regresaba en sí.
No fue hasta que llamaron a la puerta que regreso a la tierra, permitió que entrara el mozo con los alimentos y los dispusiera en la mesa.
Tenía tantas dudas en su cabeza que ni siquiera le entrego la propina, sintió que alguien tocaba su hombro y se volteo para visualizar a su amigo que le sonreía como siempre.
- Comamos antes de que se enfrié.- Dijo el mayor-
Mokuba solo tomo asiento y miraba a Jonou cada tanto, como buscando las palabras para preguntar.
- Si quieres saber algo, sólo dilo.
- ¿Desde cuándo tu y mi hermano se volvieron tan cercanos?
Los ojos de Jonou se agrandaron en sorpresa, no pensó que el pequeño preguntaría algo como eso, cómo se supone que debía responder a esa pregunta. Medito unos segundos antes de hablar.
- ¿ Por qué lo dices?
- Me extraño que Seto no dijera nada cuando mencionaste lo de su corbata, además la arreglaste por él.
- Fue solamente un impulso, además tu hermano estaba apurado por irse y no iba a gastar su precioso tiempo en responder algo tan insignificante.
- No sé porque siento que me ocultan algo.
Jonou que es fiel a la amistad se sintió terrible luego de esas palabras, Mokuba tenía razón. ¿Qué clase de hermano y amigo le ocultan algo tan importante? Debía conversar con Kaiba y buscar una forma de contarle al menor, obviamente no los detalles del acuerdo porque tenía miedo de cómo pudiera reaccionar, no quería que se desilusionará de él.
- Todo en la vida tiene su tiempo.- Dijo a modo de respuesta-
- Lo dejaré pasar por ahora, confió en que si no me han dicho nada es por algún motivo importante.
Después de eso ya no se toco más el tema y solo conversaron de cosas triviales, bromeando un poco acerca del torneo de hoy, sacando sonrojos a Jonou por la tal Emilia, hasta que el teléfono de Jonou timbro y este contesto porque se trataba de Yugi.
- ¡Katsuya¡- Exclamo el tricolor al otro lado de la línea.
- ¿Cómo has estado Yugi? ¿Cómo sigue el abuelo?
- Un poco cansado, del abuelito todavía no tenemos nuevos avances, pero según dijo uno de los médicos ya creen tener respuesta de lo que le sucede, si están en lo cierto podrán desarrollar algo para traerlo de vuelta.
- Que bueno saberlo, no debes desanimarte ¿Has estado comiendo? No debes saltarte las comidas o te vas a enfermar.
- Lo sé mamá.- Bromeo el otro.
- Espero que Hiroto te este cuidando bien, le pedí que te acompañara en lo posible.
- Ha estado al pendiente, dijo que te llamaría más tarde. Por cierto ¿Qué tal estuvieron los duelos de hoy?
- Pude ganar los 3 combates.-Dijo con una sonrisa triunfal-
- Que felicidad, sabía que eras capaz, estoy seguro de que mañana será tan bueno como hoy, por cierto me disculpo por no llamar anoche, pero temía ponerte nervioso y que luego no pudieras dormir.
- Tranquilo, no pasa nada, somos amigos y sé que tu apoyo es incondicional.
- Te dejare para que puedas alistarte para mañana, recuerda descansar bien.
- Descuida, tengo una pequeña compañía que se asegurara de que no me desvele.
- Me alegra que Moki este contigo. La familia Kaiba realmente se ha portado muy bien con nosotros, cuando regresen les agradeceré apropiadamente. Hablamos mañana, dulces sueños.
- Buenas noches Yugi, dulces sueños para ti también.
Mokuba lo miro un par de veces, realmente podía apreciar la cercanía que se traían esos dos provocándole un poco de celos.
- ¿Sucede algo Mokuba?
- ¿Tú y Yugi son muy cercanos?
- Es como un hermano para mí, desde que nos conocemos ha estado siempre apoyándome.
¿Por qué preguntas?
- Es que yo nunca he tenido un amigo tan cercano.
- ¿No nos consideras cercanos a ti?
- Bueno tú si eres cercano conmigo, pero no todo el grupo, no me mal interpretes.
- No lo hago, cada uno tiene su propia percepción de las cosas, tú también eres como un hermanito para mí así que no tienes que estar celoso.- Después de esas palabras el rubio se acerco al menor y le acaricio la cabeza- Mientras la vida me lo permita, siempre estaré para lo que necesites.
Después de conversar un rato más y ver algún programa de televisión se dispusieron a dormir, ambos estaban cansados, uno por el viaje y el otro por el estrés de los combates, cayeron rendidos al instante en que se acomodaron en la cama.
Entrada la madrugada una silueta hizo aparición en el dormitorio del rubio, si bien sus pasos eran ligeros lograron despertar al rubio, al notar esto la persona se acerco rápidamente para que el otro no hiciera un escándalo.
- Shhh, soy yo.-
- ¿Seto? ¿Qué hora es y porqué viniste?
- Tenía que asegurarme de que estuviesen dormidos y también quería darle las buenas noches a Mokuba.
Luego de decir esas palabras rodeo la cama y deposito un beso en la coronilla de su pequeño hermano, susurrando un -dulces sueños-.
Por su parte Jonou no espero ser testigo de lo cariñoso que puede ser Kaiba con su hermano, tan metido estaba en sus pensamientos que se asusto al sentir unos labios en cabeza.
- Dulces sueños para ti también.
El pobre rubio se coloreo hasta las orejas y se tapo con las mantas pensando en si se trataba de un sueño o la realidad, pero cuando se asomo para mirar el castaño este ya no estaba, el sueño fue mayor y nuevamente se quedo dormido.
Al día siguiente nuevamente llamaron a su puerta, pero esta vez se trataba del desayuno, luego llego el equipo de vestuario quien lo preparo con un nuevo conjunto para los duelos de ese día.
-Wow, realmente tengo buen gusto.- Dijo Mokuba
- ¿Tú elegiste el vestuario?
- Bueno fue mi hermano, pero yo le di varios consejos.
Será mejor que nos demos prisa o se hará tarde para el primero combate.
Ambos chicos se dirigieron rápidamente a las arenas de duelos, solamente debía ganar esos tres combates para coronarse con la victoria, gracias al cielo y a sus habilidades al final del día estaba siendo declarado como el ganador del torneo.
No pudo evitar derramar lagrimas de felicidad, no solo se estaba llevando el premio en dinero, sino que estaba cerrando muchas bocas que no lo creían capaz de lograr tal hazaña, se sintió orgulloso de sí mismo, pero al mismo tiempo sintió un vacio al no poder compartir ese momento con nadie, Mokuba no pudo subir a abrazarlo porque Seto considero que se podía prestar para malos entendidos. El menor regaño y pataleo, pero su hermano no se doblego.
Como en todo torneo, Seto realizó el discurso de cierre agradeciendo a todos los participantes, asistentes y obviamente felicitando al ganador.