Capítulo X: Destructor.
“Todo a mi alrededor pasa en cámara lenta
Todos los sonidos se vuelven silencio
Todas mis preocupaciones desaparecen
Hoy es el día en que se lo dejo todo al viento”
—Stray Kids.
—¿Sabes qué esto está mal? —Felix al escuchar aquella voz frunció su entrecejo inmediatamente, empujando al chico.
—¿Y a ti cuando mierda empezó a preocuparte eso? —El menor le lanzó la lata de cerveza que tenía, tambaleándose en su lugar, sintiendo como todo daba vueltas en su cabeza. ChangBin se acercó a él para sostenerlo y evitar que se cayera.
Le sostuvo entre sus brazos, había extrañado como nunca tener esta oportunidad, extrañaba tanto a Felix que dolía como el infierno. El de cabellos rubios le abofeteó una vez más y del impulso cayó al suelo. Sus rodillas chocaron contra el asfalto al igual que las palmas de sus manos, sintió como estás sangraron, pero esa no era su preocupación, sino su estómago.
No pasó un segundo más hasta que todo el alcohol que había bebido lo sacó de su cuerpo, ChangBin se quedó de pie, agachándose para palmear su espalda y ayudarle a ponerse de pie, con las magas de su suéter le limpió los labios y observó dolido el rostro ajeno. Lleno de lágrimas, con una mirada llena de miedo y angustia. Le rompió el corazón verle, pero saber que era él quién lo había provocado todo.
—Vete, ChangBin, vete de aquí. Déjame. —Pidió desviando su mirada, alejándose de sus brazos, sintiéndose tan frío que no pudo evitar abrazarse a sí mismo.
—No puedo hacerlo… sé que te estas destruyendo por mi culpa. —Felix se sentó en la banqueta y ChangBin solo se quedó arrodillado delante de él.
—No te importó cuando estabas con BangChan menos te va a importar ahora, es solo tu consciencia hablando. Si lo que quieres es sentirte como el chico bueno, te perdono, ChangBin, ahora vete. —Le señaló uno de los extremos de aquella avenida, estaban afuera de un bar de mala muerte, cercano a la universidad.
ChangBin lo había estado siguiendo a escondidas desde hace días, en un inicio permanecía junto a BangChan, para que ambos pudieran disculparse y arreglar todo, pero esa situación era un sueño estúpido y sabía que nunca pasaría, además las cosas con él se complicaron y simplemente se alejaron. Pero él quería recuperar a Felix, era su felicidad, aunque pelearan tanto, no podía estar sin él. No podía hacer nada cuando el menor empezó a embriagarse cada día en ese bar de mala muerte, besándose con chicos y chicas desconocidos, sabía que trataba de olvidarlo y no podía hacer nada para ayudarlo, por el contrario, era un egoísta que solo lo quería para él, pero no por ello deseaba verlo así, tan devastado. En el fondo sabía que lo amaba y sabía que no era su culpa, nadie le creería, incluso si él escuchara a alguien más decir que se sintió como magia y que en realidad pensó que era Felix y no BangChan tampoco lo creería, pero aun así seguiría luchando.
—No me iré, Felix. No puedo dejarte. —Acarició su barbilla y por primera vez en mucho tiempo el menor no lo alejó.
—¿Por qué lo hiciste? —Lloriqueó mientras sostenía las mejillas del mayor.
—No sabía lo que hacía. —Cerró sus ojos, sabía que si seguía con aquella excusa nunca lo perdonaría. —Estábamos tan intoxicados… Lo lamento tanto Yongbokkie. —ChangBin no podía verlo a la cara, pero sus lágrimas manchaban las níveas manos del menor quién negándose a todo asintió a sus palabras y el peso de sus hombros disminuyó.
No debía haberlo hecho, no quería perdonarlo, pero era inevitable. Le abrazó con fuerza mientras ChangBin se rompía en llanto, ambos sollozaron, sosteniéndose él uno del otro, sin querer separarse.
***
La habitación estaba llena de música mientras varios invitados estaban sentados en una larga mesa, jugando cartas y comiendo todo tipo de comidas chatarras. JeongIn pudo reconocer a SeungMin y a HyunJin, riendo como si todos fuesen amigos en aquella habitación decorada con colores negros y plateados.
—¿Qué es esto? —Preguntó, pero nadie parecía escucharle.
—¿Has visto al Vacío, cierto? —Volteó a ver a quién le hablaba. Todos estaban ensimismados menos BangChan. Compartían una clase extra y solo lo había reconocido de vista. Había interactuado con él lo suficiente como para saber que aquella no era su voz.
—¿Quién eres? —Murmuró con algo de temor, los ojos violetas del chico no eran normales.
—Tiempo. —JeongIn abrió sus ojos sorprendidos. Quizá por eso todos estaban despreocupados, ese era el poder del tiempo.
—¿Esto qué es? —Cuestionó quedando frente a BangChan, mientras este metía las manos dentro de sus pantalones.
—Esto es un futuro del cual ustedes no serán parte. He estado esperando mucho, pero lamento decirte que no existe más, así que se los estoy ofreciendo como un regalo dentro de sus sueños. —Volteó a ver a los otros seis chicos con una sonrisa.
—Ninguno nos conocemos… no para ser amigos. ¿Por qué haces que veamos esto? —Cuestiona viendo hacia la misma dirección, aquellos seis chicos hablando y jugando tan animados.
—Porque de cierto modo es culpa mía que ustedes no disfruten de esto. Ahora solo vivirá en un mundo paralelo en donde difícilmente tendrán acceso, o en el que difícilmente pueda existir más tiempo. —Confiesa dejando que BangChan regrese con los otros chicos, presentando su forma real a JeongIn.
—No puedes extrañar algo que nunca tuviste. —JeongIn regresó con los demás chicos, como si nada hubiera pasado, estando dentro de aquel sueño pudo convivir con aquellos chicos, disfrutando del momento. YongGuk se recargó contra la pared observando mientras aquella voz llegaba hasta sus oídos.
—Es lo menos que puedo hacer… después de todo su muerte estará en mis manos. —HyungWon se recargó sobre la pared, observando a YongGuk.
—¿Finalmente pudiste ver un futuro claro? —Cuestiona cruzándose de brazos. A HyungWon estas cosas no le interesan, no tiene nada que ver con él, pero al igual que YongGuk sabe que esta vez la situación se sale de las manos de todos.
—Existen demasiados caminos posibles, pero hallé la forma. —HyungWon algo confundido alzó una de sus cejas, sus palabras se escuchaban interesantes y peligrosas a la vez.
—¿A qué te refieres? Suenas como si fueras un humano. —YongGuk chasqueó sus dedos mientras llevaba la conversación afuera de la habitación en donde los chicos disfrutaban sus juegos.
—Has existido más como Vacío que como humano… a comparación tuyo yo soy solo un niño. —Comenzó a caminar mientras en el cielo los relámpagos empezaban a caer con violencia.
—Ya no recuerdo si fui o no humano una vez. —Susurró viendo el espectáculo que comenzaba. —Cuando hablas de encontrar la forma… ¿A qué te refieres? —La duda lo estaba intranquilizando bastante.
—Hay varios factores que estan haciendo cambiar el destino, y me han dado muchos dolores de cabeza. JiEun por ejemplo ha tomado a humanos para hacer que cambien todo y eso mismo haré. Tomaré el camino por mi propia mano. —Sus ojos brillaron y las estrellas comenzaron a caer, el suelo se quebró y todo empezó a destruirse.
—¿Cómo haces esto? ¿Cuál es el sentido de esto? Estas rompiendo las reglas. —HyungWon estaba algo asustado que YongGuk este destruyendo esta dimensión.
—Jieun usó a varios humanos para cambiar el futuro, haré lo mismo para llegar al mejor camino. Uno donde ellos no sufran. —
—Por eso les regalaste esta ventana de un futuro que dejará de existir… en sus sueños. ¿Cómo? —HyungWon entró a la habitación donde los chicos continuaban como si el mundo no estuviera acabando.
—Ellos son mis Chronosaurus, la creación de las cuatro primeras… ellas me odiarán, pero para restablecer todo debo de hacer unos sacrificios. —YongGuk suspiró y volteó a ver a HyungWon. —Cuídalos hasta que logren vencerla. —HyungWon asintió, sabía que YongGuk no hacía las cosas por hacerlas, y aunque era más viejo que él, YongGuk heredó demasiada sabiduría por la naturaleza de su poder así que chasqueando sus dedos y volviendo todo oscuro, mientras el vacío terminaba de destruir aquel mundo.
***
JeongIn se sobó su cabeza al despertar, se sentía extraño después de aquel sueño extraño, por algún motivo que desconocía pensó en BangChan, trataba de recordar como era su voz, pero por más que intentara la voz dentro de su sueño lo confundía. No recordaba mucho más que el final cuando todo empezó a destruirse. SeungMin y HyunJin decían que poseía habilidades parecidas a ellos, habían descubierto las diferentes clases de Dreamwalkers que podían existir, sus sueños se conectaban junto a los de JiSung.
—¿Hola? —Contestó la llamada de su celular mientras preparaba su maleta para el viaje de excursión al que iría con ellos.
—Habla SeungMin. ¿Soñaste con una reunión con nosotros y otros chicos mientras el mundo se destruía? —Fue directo al grano, y el menor dejó de hacer lo que hacía mientras pensaba. A veces olvidaba que sus sueños se conectaban, debido a ello fue que descubrieron dicha conexión y dedujeron que ellos podrían ser Dreamwalkers también.
—Sí…éramos Tú y yo, HyunJin y Jisung… Los demás no los conozco… —Murmuró.
—MinHo estaba ahí también y Jisung dice que vio a ChangBin y a Felix, la parejita de la que todo el mundo estuvo hablando por la fiesta. —Susurra encogiéndose de hombros.
—¡BangChan! —Grita.
—¿Qué con él? —
—Él estaba ahí… él habló conmigo. —La cabeza le empezó a doler, no podía hablar, SeungMin estaba ahí gritando por él, colgando fue directo a verlo, a socorrerlo.