Capítulo XIII: La brújula rota.
“Mientras escuche a mi corazón
Yo puedo confiar en una brújula rota”.
—3Racha
Fue incomodo, pero al menos el recorrido en el elevador había sido corto, BangChan volteó a ver por las ampliadas ventanas a través de la ciudad notando como se incendiaba velozmente, viendo como las llamas empezaban a consumir el edificio donde estaban.
—¿Y ya que estamos aquí que es lo que sigue? —Cuestiona MinHo al sujeto que los había llevado.
—Tenemos que irnos de aquí. El siguiente espacio es una ciudad, tienen que llegar a este sitio para regresar a lo que quedó de su mundo, ahí enfrentaran a Jieun y sus leviatanes. —KiHyun miró directamente a SeungMin y a MinHo, pero los demás chicos estaban confundidos y no entendían de lo que hablaban al usar esas terminologías.
—Dreamwalkers… Somos eso. MinHo es quien puede ver en sus sueños el futuro, yo veía el pasado. Pensé que solo había dos, pero el libro de HyunJin hablaba de otros… —Todos voltearon a ver a las afueras de la habitación donde provenían gritos.
—Ahórrate eso niño, pongan sus manos sobre la mesa. —ChangKyun ordenó y todos obedecieron en medio de la confusión. KiHyun tomó uno de los libros que le había dado a SeungMin, percatándose que era similar al que HyunJin cuidaba.
Empezó a recitar palabras extrañas, sus ojos brillaban. El cuello de SeungMin ardió, el brazo de HyunJin y JeongIn también, el pecho de BangChan y MinHo parecía explotar. La frente de Felix y ChangBin comenzó a sangrar, así como la espalda de JiSung. De sus cuerpos salieron las partes de una brújula, los gritos y golpes empezaron a escucharse más cerca, los cristales se rompieron y todos los edificios y sus escombros empezaron a ser absorbidos hacia el cielo.
Las puertas del elevador se abrieron, dejando ver una avenida de una ciudad completamente distinta, todos corrieron hacia esta, pero fueron interrumpidos por los llantos de una bestia, volaba fuera del edificio, una enorme ave cubierta por las llamas atrapó entre sus garras el cuerpo de JeongIn, BangChan corrió para impedirlo, deteniéndose hasta el borde solo para ver como la bestia atravesaba el suelo, desapareciendo. Intercambió miradas con MinHo, y corrieron hasta el elevador, siguiendo el instinto y siendo cómplices apretaron el botón de HELL, el elevador se dejó caer, la ciudad ya no estaba y todos los demás chicos con pánico se sujetaron de los bordes del pequeño lugar hasta que finalmente las puertas se abrieron.
—¿Estamos muertos? —Felix golpea a ChangBin por el comentario, todos salen del elevador. Un sitio oscuro que de pronto es iluminado por la mano de Jisung, todos voltean a verlo, esperando una explicación sobre porque su mano está brillando, pero el sin saberlo solo alza sus hombros.
Lograba iluminar gran parte de ese lugar, parecido a un estacionamiento o a un congelador, contrario a donde estaban, siguieron avanzando con precaución, a través de lo que parecía ser un túnel, al final podían ver una luz, una muy tenue. Los siete chicos llegaron hasta ahí, no había más salidas hasta que Jisung logró ver el mismo elevador en uno de los bordes del reducido espacio. Felix alzó su cuello percatándose que la luz provenía desde la cima, una salida.
—Deberían de tener más cuidado, sin uno de ustedes…no son nada. —Todos se giraron a ver de dónde provenía aquella profunda voz. Desde las sombras materializándose la figura de Yuto.
—¿No estás muerto? —MinHo se sorprendió y a la vez aterró. Todo se volvía más confuso.
—¡Qué está pasando! —BangChan camino con ira hacia Yuto, exigiendo respuestas, pero SeungMin forcejeó con él para que se alejara de este.
—No lo toques. —Pedía el chico.
—¿Qué? No estorbes, estoy harto que… —
—Es la muerte. —Todos se congelaron y dieron un pasó hacia atrás. —Solo similares a él pueden tocarlo sin morir… nosotros seamos lo que seamos no estamos a su nivel. —SeungMin seguía viéndole, Yuto siguió sin demostrar alguna expresión facial.
—Te equivocas… hay algunos humanos que estan destinados a ser los grandiosos dreamwalkers… algo así como un trabajo del tiempo. Son herramientas del tiempo. —Yuto se acercó hasta el elevador, tocando el botón para abrir las puertas. —Exactamente este no es el infierno, si eso pensaron, pero aquel sujeto va detrás de ustedes. Cualquiera si muere… uno se irá detrás del otro. Los dreamwalkers estan conectados hasta que logran ser Chronosaurus. —
—¿Qué es toda esa mierda? Su maldito idioma no se puede traducir, hablan como si los Dreamwalkers fueran una asquerosa oruga y los Chronosaurus una hermosa mariposa. ¿Por qué nosotros? ¿Por qué tenemos que arreglar sus problemas? —SeungMin enfrentó a Yuto, éste sonrió poniendo su mano sobre su hombro, el chico sintió que era su final, pero seguía respirando y sus piernas temblaban del miedo.
—Esto es mucho más complicado de lo que crees, lo que tienen que entender es que para restaurar el orden se necesita de ustedes, no es como que sea fácil para nosotros suplicar por ayuda. —De las sombras Yuto toma el arma característica de la muerte.
—¿Te refieres a WooSeok? Él también es ajeno a esto, ¿Por qué YongGuk iba detrás de él? —Cuestiona MinHo, acercándose a él, sintiéndose extraño por la situación, tan solo ayer lo veía comer tranquilamente un cereal.
—Las primeras formas de vida fueron los Chronosaurus, eran seres perfectos creados por las cuatro primeras, sin percatarse que tanta perfección trajo consigo consecuencias en el balance del universo. Si hay luz debe de existir oscuridad, si hay todo debe de haber nada. Si hay Chronosaurus hay leviatanes. Finalmente fueron encerrados y el fuego los liberó para liderear una lucha contra la muerte, la vida y el tiempo, demás aliados. Como podrán darse cuenta no se puede matar a ninguno de estos seres sin que exista el caos, por eso fue encerrada y sus leviatanes también. Para ese entonces los humanos con su perfecta imperfección pasaron a ser los favoritos de las cuatro primeras y se les encomendó la tarea de contener y resguardar a los Chronosaurus hasta el día en que se llegara a necesitar. —Todos simplemente se veían entre ellos, sin entender del todo la situación, mostrando frustración en sus rostros a excepción de BangChan quien sostenía la mirada de Yuto pues ambos sabían que conocía esa historia.
—¿Y qué tienen que ver los dreamwalker? —
—Los efectos secundarios de cada generación que resguardaba este inmenso poder fue ver a través del tiempo. Después de todo son las bestias del tiempo. Era natural que eso pasara. Los demás quienes no pueden ver exactamente el futuro o pasado es porque sus especialidades originales de sus verdaderas formas eran otras. —Yuto voltea a ver a BangChan. —Tú esencialmente eres la cabeza de esto, son un equipo y deben de estar juntos. Dejar sus estúpidos pleitos y celos.—
—¿Por eso es que acabamos en el mismo lugar? —Susurra ChangBin
—La próxima vez que alguno se extravié utilicen la brújula que se les extrajo. No hay que seguir perdiendo el tiempo, tienen que regresar a su mundo. La brújula les dirá lo que necesitan saber. —Yuto empujó a todos dentro del elevador y mientras las puertas se cerraban todo comenzó a deshacerse.
***
—¿Conseguiste que llegaran al siguiente nivel? —Cuestiona un HyungWon cubriéndose con una sombrilla en medio de la arena de un desierto sin fin, viendo tirado sobre este un cansado WooSeok.
—Lo hice, estoy agotado. —Se queja mientras alza sus brazos para cubrirse de la intensidad del medio sol que se encuentra sobre él. —¿Por qué tengo todos sus recuerdos? Siento que soy dos personas… no fue lo que esperaba. —WooSeok se sienta sobre la arena mientras el vacío se acerca y le ofrece de su sombra.
—Es la esencia del poder, aunque el recipiente sea diferente… los recuerdos de los anteriores se hacen tuyos. Naturalmente todo está liado, así como tu amor por Yuto, tan inesperado. —HyungWon sonríe y eso capta la atención de WooSeok, quien se pone de pie una vez la luna sube al horizonte. —Lo cierto es que tu origen resultó ser la perfecta paradoja. —
—¿Ese es el motivo por el cual estas ayudando en esto? —Murmura en el lenguaje que los humanos ordinarios serían incapaces de pronunciar.
—Mi naturaleza es la calma, odio el desorden, mi naturaleza es paralela a la de ustedes, comparto el interés del orden que HimChan tenía. Reglas estrictas, funcionó por un tiempo, pero los humanos son factores poco predecibles… —HyungWon baja su sombrilla mientras revisa su reloj de bolsillo, había avanzado solo un minuto. —Quizá debas de escarbar más en los recuerdos que YongGuk tuvo con HyunWoo. —
—¿Es relevante? ¿Qué cosas él puede responder? —
—Anteriormente usaba el nombre de ShowNu, creo que fue su primera vida… él es la razón de tu existencia, junto a WonHo, claro. Un desastre que ahora toma sentido. Me pregunto ¿Qué tanto poder tienen los humanos? —
—No pueden superar siquiera la velocidad de la luz o llegar a lo profundo del oceano… —
—Pero pueden crear paradojas tan poderosas que terminan con la muerte del mismísimo tiempo y ni hablar de la muerte. —HyunWon suspira viendo el rostro confundido del chico. Aunque sea mucho más alto que él y joven e incluso su parte humana e inexperta tomando este poder no puede evitar verlo como un hermano. Después de todo parte de la esencia de YongGuk está ahí. No conoce otra realidad en la que ellos no existan. — Ahora debemos en enfocarnos en terminar con esto… —Termina por ahora, no es su problema, pero desea descansar pronto, y la inexperiencia con el poder que WooSeok carga en estos momentos puede ser contraproducente, así que por el momento tratará de guiarlo en poder manejarlo lo mejor lo antes posible.
***
Las puertas del elevador se abrieron, los siete chicos salieron del reducido espacio, con dudas y temores. Aun todo se sentía tan surreal, ni en sus mejores sueños pudieron haberse imaginado esta realidad tan alocada y horrible a la vez. Al menos MinHo y SeungMin podían lidiar con ello, HyunJin podría tener dolores de cabeza, pero los demás seguían teniendo sus mentes alteradas por tan repentinos sucesos, aun trataban de pretender que todo era un sueño. Su aspecto cambiaba en cada dimensión que atravesaban y las sensaciones de ser seres diminutos era cada vez más fuerte, desde la anterior ciudad podían ver como se desintegraba la materia poco a poco, ahora el lugar parecía más chico, esa materia desintegrándose estaba cada vez más cerca.
—Wow. —Sin siquiera haberlo pensado o deseado, Felix alzo su mano y una brújula se instaura sobre esta, señalando un lugar especial en el estrado. Todos voltearon a ver primero la mano del chico con asombro, guiando la vista hasta su objetivo.
Había una multitud de personas sin rostro aclamando otras encima de un estrado, se acercaban y frotaban unos con los otros, idolatrándolos, estas personas sobre el estrado tenían atados con cadenas animales deformados, agonizando y entre ellos a JeongIn, golpeado, maltratado y humillado, con una cadena al cuello que JaeBeom sostenía.
BangChan enfureció por la escena, y sin darse cuenta sus ojos se tornaron de un profundo oscuro, sin pensarlo camino enfurecido hacia la multitud. MinHo iba detrás de él, por alguna razón sintió miedo, pero eso no le detuvo al ver el estado del mayor. Las venas en los brazos del chico comenzaron a resaltar demasiado y cuando se escuchó algo romper MinHo se detuvo. Justo como en sus sueños cuando conoció a BangChan vio como su ropa se rasgaba. La piel de su espalda comenzó a ser cortada desde el interior del cuerpo humano. Un par de extremidades resaltaron en la parte baja y otro par entre sus hombros. Las personas sin rostro se percataron de aquella presencia por lo que fueron contra de los chicos.
—Vamos, por acá. —Félix tomó la mano de ChangBin y guio a los demás hacia otro camino.
—MinHo y BangChan… —Se alteraba SeungMin pues ya los habían perdido de vista al escapar.
—Confía SeungMin, no los estamos dejando. —HyunJin tomó de sus manos a los demás chicos, saltando hacia la vereda justo en el momento en el que la calle se partió y dividió. Como un iceberg derritiéndose.
Las calles dejaron de existir y lo único que quedaba era un interminable laberinto entre los edificios, sin pensarlo mucho los chicos se adentraron en los edificios para subir hasta las azoteas, Félix seguía aquella brújula, confiando su instinto en todo lo que acaban de vivir. Dejándose llevar por la corriente.