Capítulo XVI: The Black Hall
“El campo oscuro se alza
El tiempo empezó a correr”
—The black hall
Un fuerte destello iluminó todo el cielo nocturno, sus cabezas duelen como el infierno y apenas procesando lo que pasaba notan como son envueltos por una especie de red que cubre todo sobre ellos, estaban atrapados y el miedo les hizo temblar cada músculo de sus cuerpos, tal como aquel ataque de esas horribles bestias, donde destruían todo y creaban un caos, ahora estaban atrapados y a la merced de ellos.
HyunJin ya estaba harto de la situación, de solo ser un simple lector de un libro antiguo ahora tenía que ser una maldita marioneta de seres supernaturales de los cuales duda de su existencia, quiere creer que esto sigue siendo un sueño, una pesadilla, pero en el fondo sabe que se equivoca. El suelo empieza a temblar y la calle se cuartea hasta separarse, los ocho chicos huyen espantados mientras de entre las entrañas oscuras de la tierra surgen las mismas criaturas parecidas a arañas que los acorralaron en el laberinto de la ciudad.
Felix se cubre mientras es ayudado a defenderse gracias a JiSung y ChangBin, todo es un desastre, mientras siguen avanzando por lo que queda de Seúl más grietas aparecen y más monstruos salen de ellas, sin pensar mucho sobre su mano se crea una esfera de luz, los ojos de Felix se iluminan con ese mismo brillo y lanza aquella esfera a los cielos, la jaula que JiEun había puesto sobre ellos no se rompe, pero las estrellas comienzan a caer, no saben cómo ha hecho eso, mucho menos sabe cómo es posible que pase, pero las estrellas comienzan a caer como si fueran meteoritos, impacto tras impacto hace que los pocos edificios que quedaban en pie se derrumben por la vibración de la tierra.
—¿Qué sucede? —JeongIn se sujeta del brazo de BangChan mientras miran la jaula soportar aquellos impactos del cielo.
—Vamos, hay que seguir avanzando. —Sostiene a JeongIn mientras los demás siguen huyendo de aquellas criaturas quienes lucen igual de desconcertadas que ellos.
—¿A dónde mierda vamos? Estamos encerrados. —MinHo detiene a BangChan mientras el crujir los hace voltear de golpe hacia arriba, la jaula había cedido.
SeungMin alza los brazos sobre ellos, detiene los últimos impactos mientras el resto destruye a esos monstruos, estan un poco aturdidos, cansados y algo sordos por ese bombardeo, sudan frío y sobre todo SeungMin y Felix parecen que estan por desmayarse.
—Lamento que tenga que pasar de esta forma. —WooSeok camina descalzo entre los escombros, manchándose de la sangre de los monstruos, avanzando hasta donde estan los chicos temerosos, confundidos y cansados.
—Dejen de usarnos, ¿Acaso no podemos decidir? —MinHo le reclama a lo que fue alguna vez su amigo, sabe perfectamente lo que es ahora y WooSeok no puede verlo a la cara.
—Lo siento, las cosas ya estaban decididas así… —Sus ojos ya no eran marrones, habían tornado un color grisáceo y ello hizo temer un poco a MinHo.
—¿Así que este es tu nuevo rostro? —Todos voltean a ver a la que alguna vez fue su profesora en la Universidad, desde entonces es la primera vez que la ven y que ven a un humano diferente, aunque debido a las circunstancias dudan ya que un humano existiera. —Descuida, no sientas pena por ellos, son solo unos humanos y para eso sirven. —Murmura en su idioma natal, todos los presentes pueden entenderlo, sus pies se manchan de sangre negra, pero eso ya no importa, la absorbe a través de sus poros.
—¿Olvidas que alguna vez fuiste uno? —Responde el más alto mientras se coloca delante de los ocho chicos. Alza la vista y desde los cielos empiezan a llegar uno a uno los recipientes de los leviatanes de JiEun.
—Tienes mucho que aprender niño, esto está más allá de tu simple entendimiento humano. —Las ruinas a su alrededor empiezan a arder y los ojos de la mujer se tornan rojos, sin embargo, WooSeok hace que las llamas bajen su intensidad.
Detrás de él se materializa Yuto, sale de entre las sombras sosteniendo la guadaña superior de la muerte, aquella que había robado la existencia a sus predecesores, JiEun confundida da un paso hacia atrás mientras sus largas uñas las entierra en la palma de su mano para hacerse sangrar pues sabía que el momento de atacar estaba por llegar.
La mujer se desgarra más partes de sus brazos mientras obliga a los leviatanes a tomar sus verdaderas formas en tanto WooSeok y Yuto se cortan sus manos para hacer brotar su sangre, envolviendo juntos la guadaña cortan el cielo para hacer que sus Chronosaurus tomen su forma verdadera.
No quería ver la transformación, sabía lo dolorosa que podía ser y era ese el motivo de sus disculpas, no era algo que ellos hubieran querido hacer y los estaban obligando a hacerlo, estaban violando la regla de oro de la existencia humana, el libre albedrío, desafiando a las cuatro primeras.
Es un explote de energías que hacen a la tierra temblar nuevamente, los gritos desgarradores de los chicos se vuelven más guturales hasta hacerse bestiales, sus extremidades empiezas a alargarse, sus huesos crecen y rasgan sus músculos, sus entrañas quedan expuestas mientras alrededor de su cuerpo se materializa la materia suficiente para crear su verdadera forma, dándole el paso a increíbles y deslumbrantes seres, parecidos a los dragones de las leyendas humanas, con dos pares de alas saliendo de sus espaldas emplumadas y cubierta de escamas, rostros alargados con grandes dientes, unos con dos ojos y algunos con cuatro o hasta seis, lenguas bípedas y garras curvas, otros incluso con más de una cabeza. Se alzan sobre los cielos nocturnos, éstos son iluminados por los Chronosaurus, las bestias del tiempo que, junto a los Leviatanes se enfrentan en los cielos.
JiEun trata de cualquier forma eliminar a WooSeok, pero Yuto lo termina protegiendo en cada ataque, las llamas fluyen como ríos por los cielos, persiguiendo a WooSeok, pero es Yuto quien con su arma parte y detiene cada ataque, apagando el fuego con la oscuridad, JiEun se envuelve en llamas y lanza varios ataques, pero la mano de nueva Muerte lo impide. Yuto ha recibido más entrenamiento que WooSeok, éste se encarga de compartir su energía estelar con sus creaciones, aumentando su poder para vencer a los Leviatanes.
—¿Disfrutando el espectáculo? —JaeBeom camina lento, en medio de lo que alguna vez fue la plaza central de la Universidad a la cual BangChan asistía.
—No luces tan bien como te recordaba. —Eros esboza su característica sonrisa mientras se voltea a ver a JaeBeom y toma asiento encima de los escombros. —¿Qué te puedo decir? Es el fin del mundo y no hay nada mejor para ver en la programación. —
—¿Cuándo tuviste una actualización en tu cultura popular? Si mal no recuerdo, estabas siendo un viejo cascarrabias anti social en tu obsoleto templo helénico. —Tomó asiento, agotado y herido sobre el suelo, mirando a aquella milenaria deidad.
—Han pasado siglos desde que un solo griego me puso un altar, no tiene nada que ver el hecho que decidí mezclarme con las criaturas a las que usualmente les tenemos envidia. —Eros cruzó sus piernas mientras a lo lejos se escuchaba el sonoro eco de la pelea que se desataba, incluso el suelo en ocasiones se movía haciendo que las ruinas y escombros crujieran. —Esta cultura me parece interesante, pensaba en usar actualizar mi nombre como lo habían hecho los demás. —
—¿Y cuál ibas a usar? —Dijo JaeBeom sosteniendo su costado del cual emanaba bastante sangre.
—Moon JongUp, pero siquiera sabremos si habrá un mañana. —Suspiró observando como el fuego envolvía a WooSeok y a Yuto. —No creo que te recuperes, incluso si piensas que matando a BangChan mágicamente tus heridas sanarán. —
—Jieun sabrá un maleficio para arreglar las cosas… sabes que puede hacerlo. —Se queja de sus heridas mientras se quita la ropa de su torso para limpiarse sus heridas aun expuestas.
—La magia no puede ser eterna para esos casos, tarde o temprano acaba, es anti natural que la magia se use para el amor o para traer cosas a la vida, por eso tus intenciones con BangChan se rompieron en el momento en el que se encontró con los demás Chronosaurus. El hechizo que pusiste con él no iba a durar, solo lo usabas para mantener a Jieun de tu lado y siguiera poniéndote encima de KuanLin y SoYeon. —JongUp es quien se pone de pie y se acerca a JaeBeom, sentía lastima por lo que quedaba de su humanidad.
—Pero me hizo el candidato perfecto para heredar el poder del fuego, todos estos años siendo su perro fiel, le entregué en bandeja de plata a BangChan. Solo lo enamoré para eso, solo usé para eso y ese maldito… —Cerró sus dientes, apretándolos con ira.
—Es WooSeok quien heredó el poder de YongGuk, no BangChan… eres otro más para ella, como lo fue Zelos. —JaeBeom sonrió de medio lado, amarrándose su larga cabellera. —Zelos era quien controlaba el odio, él me complementaba, juntos éramos equilibrio puro y todo estaba tranquilo, hasta que Jieun le metió la tonta idea que la magia le daría el poder para ser el mejor, traicionó a todos, terminó siendo un peón más para ella, no dudó en usarlo para defenderse y el hermano de YongGuk, quien llevaba el poder de la vida, lo matara. Usó el poder de Zelos, lo que quedaba para matar a YongNam. Su estupidez desequilibró todo, YongGuk tuvo que tomar su poder y sus responsabilidades aumentaron… Aunque Jieun haya perdido en esa ocasión sumergió a todos en un momento de inestabilidad que casi acaba con todo, justo como ahora, incluso estoy seguro que WooSeok ni siquiera sabrá el final para todos. —
—¿Es por eso que sigues aquí? —JongUp suspiró.
—Seré lo último que quede, a todos ustedes los veré morir y nacer las veces que ellas quieran. —Su mirada se tornó un tanto triste, aunque en esta ocasión realmente pensaba que sería el final.
—Una eternidad de soledad, vaya destino para el amor. —Trató de burlarse.
—Una eternidad sin ser correspondido. ¿Cuánto dolor crees que tuvo que pasar Jieun para destruir el mundo? ¿Qué final te espera con un BangChan que perdió el amor por ti hace meses? —JongUp soltó una carcajada mientras daba un salto hacia atrás al JaeBeom querer atacarlo. —Suerte con ello. —
JaeBeom se envolvió en llamas y tomó la forma de la bestia alada para unirse a la batalla, mientras JongUp seguía observando todo a su alrededor, suspirando al recordar como Zelos fue influenciado por Jieun para que le sirviera y ayudara en la guerra, justo como había hecho con JaeBeom, todo para dejar de existir y dejarle solo el resto de la eternidad, aunque la ventaja para él era que esa eternidad parecía llegar a su fin pues encima por los cielos, la noche comenzó a agrietarse el Sol pareció haber colapsado en su lugar, las aguas de los mares se alborotaban y las tormentas se elevaban en huracanes, todo parecía ser tragado y llevado a un solo punto, como si un agujero negro se estuviera tragando todo.
La luna finalmente se partió en millones de escombros, algunos caían sobre lo que estaba quedando de la Tierra, mientras el resto era absorbido.
—¿Así que todo acabará así? —Murmuró JongUp, mientras a su lado tomaba asiento HyungWon.
—Me parece que sí, no hay más lugares a los cuales huir. —Murmura mientras dirige su mirada a sus viejos discípulos, quienes estaban unos metros más lejos, sollozando y abrazándose mientras esperan el final del mundo. Los más cercano a un humano, los últimos también perecerían.
—¿Crees que sintamos algo al dejar de existir? —Cuestiona sin esperar una respuesta, no existía miedo en ellos, quizá solo la intriga por saber que era lo que seguiría después, pues nunca esperaron que el final sería uno de verdad.
***
Jieun estaba desesperada, Yuto seguía cortando el velo del tiempo, lo estaba desestabilizando y WooSeok la atacaba, sus Leviatanes seguían retrasados todo por los Chronosaurus, quienes habían lastimado a unos así que dejó que JaeBeom recibiera los golpes para poder ir detrás de aquellas bestias, aprovechando el caos que generó Yuto con la destrucción de la última dimensión un fuerte viento los atrapó, proveniente de ese lugar que tragaba toda materia.
Materia, la idea se apoderó de ella y de inmediato sabía cómo detener todo y ganar. Cortó uno de los brazos del Leviatán de SoYeon, la parte de carne salió volando hacia el agujero negro que estaba ya encima de ellos, esquivando los ataques de WooSeok y de la violenta pelea entre las bestias, fue detrás de uno de los Chronosaurus mientras JaeBeom perdía una a una sus alas cubiertas de fuego al ser cortada por la guadaña de Yuto, JaeBeom recobra su forma humana mientras cae del cielo mientras Yuto lo alcanza para enterrar su arma y acabar con su vida, es entonces cuando Jieun se roba una de las alas del Chronosaurus de JiSung, cortándola de tajo de su lomo, llena de plumajes dorados tuvo el mismo destino que aquel brazo, ser tragado por el agujero negro que en cuanto recibió aquellas partes aumentó su intensidad, empezando a tragar todo lo que quedaba de ese último mundo a una velocidad más allá de la velocidad de la luz, y entonces después de un fuerte destelló cegador, todo pareció haber acabado.