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Chronosaurus por erickkbaj

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Capítulo VI: Olvidado.

“Creencias ciegas, que muestran signos de indigestión

Solo después de mostrar la sangre

Intenta huir, huir del mundo

Pero luego te escapas, te escapas de ti mismo

Y no conoces el camino de regreso a casa”.

—Epik High.

 

—Mi-mmi señor, la-lamento la falta de respeto. —Tan pronto reconoció la oscura energía se inclinó haciendo una completa reverencia al ente que apareció en su habitación.

—No preguntaré quién eres, porque eso realmente no me interesa. Pero ¿Por qué no puedo encontrar a tu maestro? —Avanzó por el lugar mientras todo era cubierto por una sombra profundamente oscura. HimChan se percató que algunas facciones en el rostro del humano le parecían ciertamente familiares, sin embargo, esos detalles no debían de tratarlos por el momento.

—Mi maestro mencionó que tenía que hacer algunas cosas con el maestro JinHo. —Yuto no tuvo más valor para poder ver directamente a los ojos de La Muerte.

—¿JinHo? ¿Es el nuevo nombre que usa? Vaya. —El vaso de cristal con agua que se encontraba a lado de la cama de MinHo explotó por el enojo que esa noticia le provocó. —¿Por qué estás aquí? —De repente HimChan tuvo curiosidad por el humano, calmando sus sentidos mientras elevaba su cuerpo sin tocarle, haciendo que le mirara directamente a los ojos. —¿Por qué HongSeok solo mantendría el contacto contigo? —

—No…no lo sé… —Su voz se quebró y el aire comenzó a faltarle.

—Llámalo. —Ordenó.

—No-no sé cómo hacerlo, él es quien se contacta-ah. —HimChan viró sus ojos los cuales se volvían completamente rojos e iluminaban la habitación, al igual que lo hacían los del humano amedrentado.

Cuando finalmente terminó el llamado, HimChan dejó caer al humano al suelo, éste estaba desmayado y sin energías, pude haberlo dejado sin vida, pero algo que vio dentro de su mente le provocó asombro. Necesitaría tener una larga charla con HongSeok y le dijera el origen de Yuto, pudo ver su vida entera e incluso la de sus familiares pasados, sus ancestros hasta que llegó con el origen.

—¿Llamaste? —La voz particular, se escuchaba con cierta gracia al notar las emociones de aquel ser.

—Tenemos que hablar de muchas cosas, pero primero quiero saber ¿Por qué Yuto? —HongSeok sonrió mientras la conversación la llevaban a otro plano, uno en el que su alumno o cualquier humano no pudiera ir fácilmente.

***

WooSeok caminaba hacia la tienda más cercana que encontró, había invitado a Yuto a la fiesta, pero él simplemente canceló a pocos minutos de comenzar, incluso ya lo estaba esperando con sus amigos y había estado un rato tratando de divertirse, pero no tuvo éxito. No dio más excusas así que solamente optó por retirarse del lugar. Sus piernas le hicieron caminar sin un rumbo aparente, varios minutos a donde sea estaba bien, hasta que sus piernas pedían un descanso y su estómago rugía por atención.

—¿Por qué la cara larga? —El chico alzó la cabeza cuando escuchó una voz familiar

—¿Qué haces tan tarde afuera? Pensé que Chan te invitaría a la fiesta. —Sacó un par de palillos y comenzó a comer los fideos que había estado esperando a que se terminaran de hidratar para comer afuera de la tienda de conveniencia a la que había llegado. Su compañero de cuarto solo le acompañó.

—Tenía cosas que hacer. —Mintió, en realidad estaba dormido y sus pesadillas en medio de un viaje sin sentido, acompañado de BangChan y otros chicos con los que estudiaba con los que nunca había hablado y otros que nunca había visto, ciudades por encima de las nubes, dos soles. Su cabeza dolía solo de recordar incluso ni se dio cuenta cuando salió del cuarto, algo nuevo por lo que preocuparse, caminar entre sueños. —¿Pasó algo con Yuto? —Trató de cambiar la conversación, sintiendo algo de empatía por la situación del menor.

—Sí… ¿Por qué asumes que el problema es él? —Mencionó nervioso y molesto.

—¿Y no lo es? —Soltó una pequeña risa, prefiriendo escuchar aquella trágica y tonta historia de amor no correspondido a recordar aquella pesadilla.

WooSeok suspiró y tragó lo que comía. —Invité a Yuto a ir a esa fiesta, todo estaba saliendo bien, llegué temprano con Felix, su novio, HyungGu y ShinWon, nos encontramos con otros chicos, JeongIn y JiSung, de otros grados. Como sea, Yuto solo me mandó un mensaje en el último momento para cancelarme, tenía “otras cosas” que hacer, sinceramente no lo entiendo. Creí que tenía interés en mí. —Su voz se quebró un poco y el pecho de MinHo se oprimió.

—No todo está perdido, puede que, si haya tenido cosas que hacer. Mañana puedes preguntarle o bueno cuando llegue a la habitación hazlo. Hablando no hay malentendidos. No saques conclusiones apresuradas, podría ser dificil, pero solo mantén la mente despejada. —Palmeó su hombro tratando de animarlo. —Acaba eso y regresemos a jugar tus videojuegos tontos, seguramente nos relajaremos un poco. —WooSeok asintió un poco más animado, quiso saber porque el mayor evadió el tema de BangChan, pero respetaría su privacidad, MinHo había sido muy bueno con él y este momento quería pasar tiempo con un amigo y dejar de tener en la cabeza a Yuto al menos por un instante.

***

Era un nuevo día, tenía que reunirse con algunos profesores para terminar de cuadrar las últimas actividades entre las disciplinas y ver algunos temas relacionados con la excursión organizada por la profesora Song, que sinceramente la veía como algo innecesario, pero todos los demás docentes parecían apoyarla fervientemente.

Tuvo que dejar a HoSeok solo en la cama esa fría mañana. Hubiera preferido quedarse a su lado abrazándolo. Mientras seguía su recorrido y avanzaba dentro de los pasillos de la universidad sintió como la temperatura bajaba, su cuerpo pedía más calor y detuvo su andar cuando la nieve comenzó a caer, no era temporada de nevadas. Así que se ajustó sus gafas y volteó a todos lados, pero no había nadie. Continuó caminando algo confundido, revisando el reloj de su muñeca. De nuevo se detuvo, su reloj no avanzaba, pensó en que sus pilas se habían agotado, pero cuando vio a su alrededor las hojas de los árboles que caían estaban detenidas en el aire, al igual que la nieve. Todo el tiempo estaba detenido.

—Tantas vidas y aún te sorprendes. ShowNu. —El mencionado se giró viendo como de la nada se materializaba una figura de un hombre de su misma estatura, vistiendo ropa tradicional antigua y extrañamente con el cabello corto y algo rizado.

—No es el nombre que uso. —Hizo una leve reverencia mientras el ser se acercaba.

—¿Hay algo que quieras compartir? —Le vio con imponente seriedad.

—Las energías continúan moviéndose y sin duda sus nuevos portadores se encuentran aquí. Señor…—Cuando alzó la mirada se dio cuenta que se encontraban en el salón donde usualmente daba clases.

—En esta vida puedes llamarme YongGuk. —Ladeó su cabeza mientras giraba su silla hacia la ventana. —¿Por qué a WonHo no les has contado que está aquí? —Murmuró sosteniendo uno de los libros de historia que se encontraban encima del escritorio.

—No he podido confirmar nada. Sabe que no soy de los que hablan sin fundamento. —Respondió. HyunWoo no le temía, al contrario, le respetaba, a pesar de poder detener a HimChan y le quitara el castigo a él y a HoSeok por un crimen más allá de sus entendimientos, sin embargo, es gracias a YongGuk que ellos pueden estar juntos en cada vida, o al menos eso creía por ello había aceptado servirle.

—No hay pretextos para nada ShowNu, no sigas cometiendo errores, que tanto yo como tú somos los menos involucrados en este crimen que ocasionó WonHo hace vidas. Ustedes tienen una misión, una condena. No me importa porque no se lo quieres contar, pero se trata de ella y sabes que está aquí. Tú no fuiste testigo del inicio del todo y la nada, eres un humano. Entiende que esto nos afecta a todos, incluyendo a tu preciado WonHo. —YongGuk giró su mirada hacia la puerta cuando un hombre de baja estatura caminó a ellos.

—Deja de molestar a tus juguetes. Y mejor será que te apresures a mover tus piezas. Estoy seguro que HimChan tiene muchas cosas que decirte después de haber molestado a HongSeok. —

—¿Qué está pasando? —Cuestionó YongGuk.

—Las cosas parecen ir de mal en peor para que el mismo tiempo no lo sepa ¿Verdad? —Codeó un poco a HyunWoo quien le saludo haciendo una reverencia.

—JinHo… —YongGuk entrecerró sus ojos poniéndose de pie.

—Está aquí y está claro que oculta su identidad con una magia sumamente poderosa, además que este lugar está protegido para que nosotros no estemos aquí, quizá por eso sientes menos fuerza. —Llevó a YongGuk hacia la ventaba para que notara los símbolos en la entrada de la escuela. —Estoy seguro que las energías que ShowNu siente moverse son ocasionadas por esos símbolos. —

—Mejor dicho, por quienes los hicieron. —Respondió volteando a ver por la ventana.

—Mi pregunta sería ¿Cómo averiguaron hacerlo y como es que lo lograron? No recibes nada sin dar algo a cambio, el equilibrio entre las dualidades es vital. —Mencionó impresionado JinHo.

—Almas, las almas son tan poderosas como para hacerlo, se está burlando de la vida, la muerte y el tiempo, eso es lo que ocurre. —YongGuk apretó sus puños mientras por unos instantes la tierra se sintió mover. Cuando HyunWoo alzó su vista y vio a sus alrededores se encontraba solo nuevamente. Soltó un suspiro y vio el reloj de su muñeca volver a andar, así que retomó su camino hacia la junta que tenía. Averiguaría más sobre esos símbolos y liberaría a HoSeok de ese tormento de castigo, está seguro de ello.

***

—¿Qué es lo que ocurre ahora? —Murmuró mientras desde su silla veía como las puertas altas del lugar se abrían, el eco de los tacones de unas simples zapatillas resonaba por todo el catedral estilo gótico y oscura en la que se encontraba. —¿No fue suficiente la advertencia que te dio HyoSung? —

—Mi señora. —SoYeon llegó hasta la base de los escalones que daban a la silla o más bien, al trono del ente femenino delante de sus ojos. —Sabe muy bien que esa había sido mi misión. —Se hincó en forma de respeto, dejando ver su vulnerabilidad y servicio para con ella.

—Sé muy bien de lo que eres capaz, pero no es suficiente. Mientras tú te vas por los pasillos de la vida con tus consorcios humanos otros estamos trabajando por una verdadera causa, así que yo te recomendaría que te alejaras de esto y le dejes el puesto a nuestro querido KuanLin ¿Te parece? —Bajaba escalón por escalón, su vestido blanco se arrastraba por el frío suelo tiñéndose de rojo hasta llegar a la humana.

—¿Qué? ¡No, me niego! —Golpe, eco. Fue lo que resonó en el lugar, SoYeon había recibido una cachetada humillante, su cuerpo casi cae y la sangre de su nariz comenzó a caer.

—A comparación mía, no eres más que una simple y maloliente bacteria en el juego, así que ve aprendiendo tu lugar en el tablero, ¿Entiendes? —Los cristales de las ventanas comenzaron a brillar, el lugar dejó de sentirse frío para pasar a ser un horno, aquellos ventanales explotaron y el fuego los reemplazó.

A SoYeon no le quedó más remedio que alejarse y retirarse mientras las lágrimas de rabia e impotencia la invadían. Odiaba no ser tan fuerte como para enfrentarla y acabar con su existencia de una vez por todas. En ese momento recordó en la forma en la que todo empezó, eran tiempos diferentes y no tenía que poner su lealtad y capacidad a prueba a cada rato gracias a la presencia de KuanLin, antes todo era mejor.

***Flash Back***

Había pasado tanto tiempo perdida entre las montañas que apenas podía recordar su nombre, algo que a nadie le interesaba, la fuerte guerrera luchando por el liderazgo de un pueblo desagradecido que solo le levantó calumnias cuando la gloria estaba en sus manos y el peso de la corona adornaba su cabeza. Estaba perdida y seguía vagando muriéndose de hambre, la muerte solo era el comienzo. Y en medio de su agonía y sin saber cómo había llegado a la orilla del mar, veía la inmensidad de los mil mares y sus fuertes vientos soplaban sus cabellos oscuros. SoYeon esbozaba una sonrisa, rendida ante la muerte inevitable. A gatas, se arrastraba por encima de la arena, esperando que el agua del mar limpiara su cuerpo pecaminoso y le diera el descanso eterno que había estado deseando en el fondo de su corazón, pero no fue así.

Las olas llevaron hasta delante de su cuerpo una caja, antigua, con miles de grietas y con algunos moluscos pegados a ésta. Sus ojos ardieron de emoción y la sangre de su cuerpo palpitaba atraída a esa cosa que había sido olvidado por Dios, así como ella había sido olvidada. Y como un humano cualquiera, abrió tal cosa. SoYeon fue alzaba por los cielos, solo pudo sentir como su cuerpo era manejado como cualquier cosa. Esperaba que en cualquier momento su cuerpo cayera al suelo y eso acabara con su vida, pero no fue así, estaba flotando en medio de aquella playa, estaba temerosa pues veía como el cielo azul se quemaba, empezó a sudar ¿Estaba en el infierno? ¿Qué era esto? Cuando logró divisar en el horizonte vio como una figura de una mujer se acercaba a ella, caminaba, pero simplemente no tocaba el suelo. Usaba un corto vestido, con un color como el vino, aquel tono que solo los Dioses eran capaces de llevar, su cabello largo y negro, con un flequillo cayendo hasta la altura de sus ojos y con unas cadenas rotas y oxidadas que encarnaban sus muñecas mientras la sangre goteaba. La escena sin duda más terrorífica, más allá de la guerra.

¿Cuál es tu nombre? —Habló, la mujer delante suyo habló, pero era un idioma extraño el cual nunca había oído y que dudaba seriamente que se pudiera pronunciar. SoYeon siguió congelada sin saber que hacer o decir, su cuerpo era dejado en el suelo poco a poco mientras la mujer caminaba hasta ella. Colocó su mano sobre su cabeza y sintió un fuerte dolor, lo siguiente que supo era que estaba en medio de un campo, lleno de flores.

—Al fin despiertas. —Se puso de pie tan pronto escuchó esas palabras, encontró a aquella mujer en medio de las flores, con una sonrisa cálida y resplandeciente, se preguntaba ¿Cómo es que ahora podía entenderla?

—¿No estoy muerta? —

—Todo lo contrario, querida. Tienes la oportunidad de ser mía y a cambio te daré lo que más quieres. Es tu elección, SoYeon. —Algo le resultaba extraño, pero la atmosfera de paz y calma le hizo confiar en ese ser. No sentía que estuviera al extremo de la muerte y sus cabellos largos le decían que había pasado varios meses inconsciente.

—YuQi. —La mujer sonrió con malicia, incluso tuvo que morderse el labio para evitar soltar una carcajada mientras cortaba varias flores rojas que estaban a su alrededor.

—¿Sabes acaso que fue de ella? —La mujer caminó hasta ella con las flores en mano, su aura había cambiado y comenzó a dudar.

—No… Yo solo quiero que este a mi lado. —

—¿Aceptarás cualquier cosa a cambio? —SoYeon solo asintió sin dudarlo y aquel ser prendió el fuego de la nada en las flores, estas salieron flotando de sus manos y rodearon el cuerpo de SoYeon mientras sus cuerpos se elevaban en el cielo dejando el campo del suelo libre para ser devorado por las llamas. —Puedo traer a tu amaba de la muerte sin problema. Pero necesito algo de ti. —SoYeon quedo petrificada por la noticia, ¿Cómo Yuqi podría estar muerta?

Lo siguiente que vio fue la sangre del brazo escurrir del brazo de la mujer, diciendo palabras extrañas mientras sus ojos brillaban con una luz roja. Una especie de esfera roja las rodeó y todo fue dolor. La mano ajena atravesaba sus costillas, logró escuchar como estas se quebraban. —La mitad del corazón quien ama, para engañar a nuestra amiga la muerte, y confundir a su amante, la vida, cegando al tiempo ¿Verdad YongGuk? —No entendía nada, todo solo era dolor y de entre las llamas una pila de huesos se levantaba, caminaba poco a poco fuera de la ardiente tierra mientras se consumía por el fuego.

SoYeon cayó en el suelo y cuando abrió sus ojos YuQi estaba a su lado, adornando su larga cabellera con flores del campo en el que estaban.

***Fin Flash Back***

Cuando Yuto regresó en sí, MinHo y WooSeok se encontraban durmiendo y entonces sus ojos se tornaron completamente negros. Sus habilidades le ayudarían a que los chicos no escucharan ninguno de sus movimientos, sabía que no era ninguna coincidencia que tantas energías distintas se encontraran reunidas, empezando por MinHo. Esculcó sus pertenencias y no encontró ninguna señal de algo fuera de lo normal hasta que escuchó ruidos, atento a cualquier movimiento no logró ver nada hasta que se percató que todo estaba dentro de la cabeza del mayor ¿Cómo era eso posible?

Su maestro HongSeok le había premiado en una ocasión con el acceso a la biblioteca de la muerte. HimChan era a veces muy celoso de su conocimiento y solamente él era quien autorizaba quien podría leer qué. Sin embargo, al compartir las fuerzas de la oscuridad como energía vital HongSeok podía acceder también, pero él no era de disfrutar mucho de largas lecturas por lo que HimChan estuvo bien con ello, además de que Yuto solo tenía la autorización para acceder a todo lo relacionado con la oscuridad. Después de sujetar la cabeza de MinHo entre sus manos se percató del bloqueo que tenía contra el exterior. Usó todas las técnicas para poder entrar, pero no funcionó. Regresó a la biblioteca de la muerte, vacía, oscura y fría como siempre, en medio de una elegante mesa, libros y libros amontonados y abiertos. Parecía que HimChan ha estado ocupado últimamente, y sin desperdiciar más tiempo se decidió a empezar por el apartado de sueños en la sección de la oscuridad. Yuto oprimía sus pensamientos sobre WooSeok, pero la visita de HimChan y su misión inicial ordenada por su maestro HongSeok eran esenciales, mientras más pronto acabara esto tendría más tiempo para aprovechar al chico.

Una parte que no entendía era sobre los dreamwalker, el lenguaje en el que estaba escrito no lo dominaba por completo y necesitaba un decodificador el cual seguramente solo la muerte tendría acceso. Buscó más hasta que su cabeza dolía, la mayoría de los textos mencionaban a la oscuridad como medio de transporte entre los dreamwalkers, pero más allá nada. Caminó de regresó hasta el escritorio y dio una pequeña vista a los libros. Magia, humanos, las bestias del tiempo… se interesó por este último que por suerte se encontraba abierto y al parecer podría leerlo. La página expuesta era la única a la que Yuto podía acceder, necesitaba el permiso de HimChan. Viendo con detenimiento su cabeza dolió aún más.

…que después del enfrentamiento y al ser un riesgo para todo ser vivo en la tierra fueron separadas y ocultadas en distintas partes, las llaves son la clave para detener el fuego si llega a liberarse una vez más…

…se veía el fastidio que emanaban las cuatro primeras, siendo despertadas de su sueño eterno llevaron su celda a las profundidades del océano, ocultado el libro olvidado por dios, lejos de cualquier ser cósmico que pudiera llevar al borde de la destrucción al universo como el fuego lo había hecho…

Yuto no pudo seguir, no veía nada más en las hojas y el lenguaje se complicaba más descifrar, pero al menos ya tendría información con la cual comenzar y vigilar más a MinHo. Se apresuró a regresar a la cama, pronto la luna se ocultaría y el sol se alzaría nuevamente.

Notas finales:

Gracias por leer


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