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Chronosaurus por erickkbaj

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Capítulo VII: Pandora.

“Cegada por el cielo deslumbrante, estoy entre tus brazos

Estoy hipnotizada y cautivada por la música seductora

Oh, Dios, ayúdame”

—(G)-IDLE

 

Felix lanzaba su celular dentro de su auto, sus ojos estaban sumamente hinchados, después de una noche de insomnia se maldecía por haber peleado por algo tan estúpido con ChangBin. No entendía que era lo que les había pasado, habían iniciado tan bien, su relación era como un cuento de hadas, pero en estos momentos todo pendía de un hilo y este no hacía nada más que solo ignorarlo, sus llamadas simplemente no entraban y no sabía dónde más buscarlo hasta que se enteró por alguno de los asistentes que se quedaron hasta tarde que las cosas se habían salido algo de control, pudo escuchar algunas cosas, pero en cuanto se enteró condujo de regreso hasta ese maldito lugar. Veía a algunas personas caminar por ahí, devastadas y con claros signos de resaca. Suspiró cuando llegó, entrando al lugar y buscando en todos los lugares de la planta baja, encontrando algunos cuartos vacíos y otros con hasta cinco personas.

Mientras se cuestionaba por subir o no las escaleras decidió hacer una llamada al celular de ChangBin, buzón. Pero pudo escuchar el tono característico de su celular provenir de la parte de arriba de la casa. Su corazón se oprimió y se hizo el sordo, cada vez más rapido corría su pulso y siguió intentando con las llamadas solo para repetir la escena, dudando dio un paso al primer escalón viendo como un hombre alto, de cabellos largos salía de una habitación, sus miradas se encontraron y Felix no pudo hacer otra cosa más que avergonzarse viendo su camisa abierta, dejando ver su torso trabajado lleno de marcas de chupetones y rasguños, el otro simplemente lo ignoró.

Felix siguió subiendo y por instinto se dirigió al lugar donde había visto que aquel chico había salido. Su mundo cayó a sus pies y su corazón se detuvo. Veía como ChangBin abrazaba a BangChan con ternura, una que no mostraba con él ni en sus mejores días. Ambos estaban roncando plácidamente, desnudos y a duras penas las sábanas los cubrían, la habitación era un desastre, algunas cosas estaban rotas, otras tiradas por el suelo, sus cabellos arruinados, sus brazos, cuellos, torsos, espaldas, muslos, marcados con chupetones, arañazos y demás…Como aquel hombre que vio, ¿sería posible que se atrevieran a tanto?

Felix buscó entre los pantalones de ChangBin sacando su celular viendo su nombre en la pantalla con todas las llamadas que ignoró, sus lágrimas caían en silencio sin saber que hacer. Sujetó aquel artefacto sintiendo su respiración detenerse, las lágrimas caían y el enojo, la ira lo invadía, solo logró lanzar su celular por la ventana, quebrándola al instante, BangChan abrió sus ojos, sonriendo al ver la silueta de un hombre a su lado, el aroma de JaeBeom inundaba sus fosas nasales y su corazón dio un revuelo. —Buenos días, amor. —Acercó el cuerpo ajeno y dio un tierno beso en su frente, cuando abrió los ojos de nueva cuenta se alejó inmediatamente viendo que no era JaeBeom si no su mejor amigo ¡ChangBin! Se sentó deprisa en la cama, encontrándose con la mirada llena de furia y tristeza de Felix, el novio de su amigo haciendo que el alma se le fue del cuerpo.

Todo se quedó en silencio, las palabras se quedaban atoradas en la garganta del chico y las lágrimas salían de los orbes del mayor. Vacío. Felix dejó la habitación y corrió lejos de la casa, mientras BangChan se vestía y empujaba a su amigo para que despertara. En su prisa trataba de explicar lo que pasaba. Todo fue un caos mientras bajaban por las escaleras y trataban de alcanzar a Felix quien se fue en su auto a toda velocidad. Ambos chicos no sabían que había pasado, BangChan pensó que había pasado la noche con JaeBeom, y ChangBin pensó que quien le hablaba al despertar era Felix. ¿Cómo arreglarían este desastre? Se preguntaban sosteniendo sus cabezas con desesperación, siendo observados por un contento JaeBeom, simplemente sacó de su pantalón la nota que le había anunciado donde encontrar a su novio, pero instintivamente sintió la necesidad de visitar el lugar de procedencia de la nota que, aun sin remitente sabía dónde encontrarlo.

***

—Gracias por su asistencia. —Todos asentían mientras uno que otro se estiraba en su silla, la reunión de los maestros había sido finalizada después de varias horas.

HyunWoo estaba sumamente agotado, la visita de YongGuk y esa extraña conversación que tuvo con el otro ente le había desconcertado, trataba de estar alerta sobre algún indicio que le dijera que el peligro estaba cerca, pero no, el lugar era una simple escuela, rodeada de símbolos antiguos para alejar a toda clase de poder. Su cabeza daba vueltas, ¿Cómo podría hacer su trabajo? Tenía que hacerlo por HoSeok, para que su condena acabara. Había pasado tanto tiempo desde aquel entonces cuando su amor había sido maldecido, que los motivos ahora se nublaban, no podía recordarlos, cada vida era una carga más, a veces se preguntaba si su destino estaba sellado como el del Sol y la Luna, los eternos amantes, persiguiéndose sin poder estar juntos más que unos segundos en los eclipses. Todo era una basura.

—HyunWoo-ssi, ¿Esta bien? —Alzó su vista para percatarse que en el lugar no había nadie, HyunWoo estaba apoyando su peso sobre el largo escritorio mientras que su compañera de trabajo le sostenía. —No luces bien, estas sumamente pálido.

—Oh, JiEun-ssi, estoy bien. —Por un instante sintió que todo se ponía en blanco, pero JiEun le sostuvo para que no cayera.

—Deberías de regresar a casa, aunque sea. —Le ayudó a sentarse mientras HyunWoo solamente se sentía peor, más débil. —Y quizá tomarte un par de estas. —Susurró mientras de su bolsa sacaba un par de pastillas y una botella de agua para ofrecerlas al hombre.

—Descuida, no es necesario. —Sin casi nada de aliento sacó su celular para llamar a HoSeok esto se volvía cada vez más extraño. Tan pronto como tecleó el número de su chico éste apareció, abriendo la puerta encontrándose con JiEun buscando algo dentro de su bolsa.

—¿Qué sucede? —HoSeok extrañado de la imagen dio zancadas para llegar con el mayor al verlo tan mal.

—HoSeok-ssi, que bueno que llegas, mnh no se siente bien e insiste en no tomar las pastillas que le estoy ofreciendo para que se sienta bien. —Negaba mientras hacía un leve mohín, se acercó a HoSeok para darle en sus manos las pastillas que antes HyunWoo había rechazado. —Nos vemos mañana, descansen… y HoSeok, también luces cansado, descansa bien. —Había colocado su mano sobre su hombro antes de dedicarle una sonrisa y salir del lugar.

—HyunWoo. —Fue directo hasta él, revisándole y viendo lo débil que estaba. —¿Qué ocurrió? —Acariciaba sus mejillas, cerrando sus ojos mientras esperaba transferir algo de su energía, al contrario, pero simplemente eso no ocurría. —Toma las pastillas. —Las extendió mientras tomaba la botella de agua, pero HyunWoo se negó.

—YongGuk vino a verme. —Tiró las pastillas lejos, tomando asiento sobre una de las sillas del sitio.

—HimChan también habló conmigo… —Por ese motivo sintió que debía llegar con HyunWoo lo más pronto posible, era una simple corazonada.

—JinHo también. —Le había interrumpido, HoSeok se quedó con las palabras mudas, era extraño que otros que no sean la pareja del Tiempo y la Muerte los dejen ver. —Las cosas no estan bien, amor. —Susurró acariciando su mejilla, bajando por su cuello y acercándolo hasta que sus frentes se encontraran. —Yo no necesito esas pastillas, y no necesito que me des de tu energía… solo me basta con dormir a tu lado. —

—Vamos a casa, debemos descansar y … tenemos que hablar. HimChan tampoco me dio buenas noticias, el tiempo se está acabando.

***

—¿Le rezas a Dios? —Una voz gruesa y mal intencionadamente burlona hizo eco en el lugar, el retumbar de su andar llamó la atención de la figura que estaba hincada delante del altar a los pies de una estatua.

—No es de tu incumbencia. —Se puso de pie y se dio la vuelta. SoYeon le amenazó con su postura, extendió sus manos lanzando un hechizo de ataque, pero este fue denegado por un muro transparente que lo unico que hizo fue hacer una leve brisa que movió los cabellos del hombre delante de ella. —¿Qué eres? —

—Un simple humano como tú. Mi nombre es JaeBeom y necesito entrar a este tablero del cual he escuchado que eres menos que una maloliente bacteria ¿O me equivoco? —Se fue acercando más hasta que un metro de distancia los separaba.

—Un simple humano no tendría esa clase de información. —Se cruzó de brazos mostrando curiosidad y desconfianza a la vez.

—El hecho es que necesitas que nuestra amada señora del fuego desaparezca y te puedo ayudar con eso. —Metió sus manos en los bolsillos de su pantalón, escaneando a la contraria.

—¿A cambió de qué? No eres de los que hacen esta clase de cosas sin esperar algo a cambio. —Avanzaba hasta él tratando de averiguar sus pensamientos, sea quien sea este chico estaba bastante protegido de la magia, debía de tomar precauciones si se iba arriesgar. En otro momento le diría de esto a su señora, pero dadas las circunstancias, algo de poder extra no le caería mal.

—Así es, pero la cosa aquí es que yo tengo la clave para volver a encerrarla y tú no. Así que en cuanto yo necesite algo tú estarás aquí para mí, solo quiero entrar al juego, querida, estamos en el mismo equipo ¿Aceptas? —Sin muchas opciones y con la desesperación de que esto acabe aceptó el trato, quizá rezarle a un Dios inexistente si daba sus frutos.

—¿Y cuál es esa clave? —

—Si no me equivoco, fuiste la desafortunada que encontró esa caja en donde ella estaba encerrada, la abriste y la liberaste. Pero ¿Alguna vez te preguntaste como llegó ella ahí? —SoYeon le miró detenidamente, entrecerrando sus ojos. —Seguramente ella solo mencionó que el Tiempo y la Muerte le habían hecho eso injustamente, pero déjame decirte que no, mi querida Pandora. —

—Ella quería que se le diera el crédito de la vida, tanto a la vida como el fuego fuerzas vitales de la energía. La vida celosa comenzó a hacer un caos hasta que ella se defendió y perdió pues sus aliados, muerte, tiempo, luz y oscuridad se unieron para encerrarla. Dándose cuenta que la suma de estas fuerzas apenas y pudieron detenerla, ella es más fuerte que todos ellos juntos, ¿Cómo superaré eso? —Respondió con la información que poseía.

—Aunque no sea humana puede mentir, y los humanos son más estúpidos de lo que crees. En parte tiene razón, pero no es más fuerte que ellos juntos, la verdad es que ninguno de ellos puede desaparecer. El equilibrio del universo caería y todo dejaría de existir, la respuesta fue encerrarla en las profundidades del océano, pero sus pleitos constantes con los vientos y rayos hicieron que la caja en donde se encontraba encerrada se moviera y finalmente saliera a la superficie hasta que la humana más estúpida del mundo la encontrara y abriera en su lecho de muerte. —

—¿Cómo sabes esa información? ¿Eres humano? —Sus comentarios despectivos ya le estaban colmando su paciencia y lo peor de todo era que no sabía cómo él tenía esos conocimientos.

—Claro que soy un humano, y quien liberó a este ser tiene que encerrarlo. Busca la caja en donde estaba y enciérrala, cuando sea el momento estaré contigo para ayudarte. —Y así como apareció desapareció, así que era el momento de moverse.

No la volvería a humillar de esa forma, pensaba, haciendo hechizos de protección para que no fuera fácil seguirla mientras hacía su viaje en la búsqueda de la caja, tal cual Pandora había sido bendecida y maldecida. Ella sería una nueva, una nueva Pandora.

***

Para cuando WooSeok despertó MinHo y Yuto se encontraban en lo que habían acondicionado como sala, desayunando un cereal. La televisión estaba encendida, una que Yuto había traído, pero que solo transmitía un canal, en esta ocasión por ser Domingo estaban algunas caricaturas matutinas. No sabía cómo sentirse al respecto, aunque no eran emociones fuertes sí que tuvo una revolución la noche pasada. Realmente quería pasarla bien con el chico en la fiesta y la cancelación de la invitación lo tomó por sorpresa, sin embargo, pasó un rato agradable con su Hyung, después de que terminaran de comer regresaron a su cuarto para jugar algunos videojuegos, se la pasaron hasta altas horas de la noche y no notaron cuando Yuto regresó, sin rastros de resaca o algo sospechoso por lo cual deba ponerse celoso. Mientras le veía comer de su cereal pensaba en porque se sentía tan lastimado, traicionado. No se había planteado la idea de un amor a primera vista, después de unas cuantas decepciones amorosas pensó que el amor no era asunto suyo, pero cuando el chico llegó a su mundo algo lo movió y se preguntaba el porqué de ello. Estaba atraído por chicos, sí. Yuto podría caer en su tipo, sí. ¿Cuál era el miedo por lo que podría esperarles? En el momento en que pensó en si sus sentimientos serían correspondidos el de piel más morena cruzó miradas con él y a pesar de estar sorprendido la calma estaba en su corazón, las miradas que intercambiaban se conectaban más allá de lo superficial, era la primera vez que sucedía de esta forma y por unos momentos se sintió como si ya antes se habían conocido, se sentía como un viejo amor al cual volvían a ver y después de mucho tiempo de conocerlo vio sonreír al mayor por primera vez , fue entonces cuando sintió su pecho oprimirse.

—¿Qué hacen aquí? ¿Estás bien? —Todos en la habitación fueron sacados de su atmosfera cuando la voz de MinHo se alzó encima de la del televisor, ambos chicos voltearon a ver qué ocurría, encontrándose con un BangChan hecho un desastre y su amigo ChangBin, golpeados.

—Felix. —Respondieron al unísono, dejándose caer en el suelo. WooSeok y MinHo solo se miraron entre ellos sin saber que era lo que había pasado exactamente.

***

SeungMin había llevado a HyunJin a su casa principal a las afueras de la ciudad, su familia era una de las más antiguas en el mundo que aún conserva poder político y monetario por lo que no había sido dificil para él adherirse de literatura pesada y prohibida. Sus padres nunca le prestaban atención puesto que había pasado toda su vida al cuidado de su niñera Hanna, al menos hasta el día en que falleció. Ella era la única persona que creía en todos los sueños que le relataba, a veces se los tomaba demasiado en serio, pero gracias a Hanna, SeungMin pudo encontrar los libros que necesitaba para darse cuenta que realmente no estaba loco y todo lo que veía en su cabeza existía. Después de encontrar sobre su condición en los libros se interesó por el tema y cada libro relacionado a los dreamwalkers compró, incluso en el mercado negro.

No pasó mucho tiempo cuando descubrió que su nana había sido en realidad una poderosa bruja blanca que había logrado vivir al menos unos quinientos años, le había dolido más su muerte que cualquier otra, pero eso había sido ya hace unos diez años. Hanna parecía que le protegía de todo pues cuando ella murió sus pesadillas y vistas hacia el pesado comenzaron. Si ella estuviera con vida sería de gran ayuda para resolver todo este rompecabezas que había.

HyunJin estaba impresionado y seguía en todo momento al chico junto a su amigo JeongIn, un chico común y corriente por fuera pero que poseía características similares a las de SeungMin, su familia no era especial, sin embargo, SeungMin sabía que era similar a él desde el momento en que lo vio. JeongIn no tenía habilidades sobre las visiones hacia el pasada o al futuro, pero lograba hacer soñar a los demás lo que querían. Habilidad que no encontró del todo detallada en los libros que poseía, por esa razón cuando vio aquel que HyunJin protege con tantas fuerzas tuvo el presentimiento que ahí encontraría más respuestas.

—Aquí es donde desciframos los sueños, le damos sentidos y con tu libro, todo cobrará sentido. —JeongIn dejó caer un par de libros regordetes delante del rubio.  —Chronosaurus… —

—¿Chronosaurus? —Cuestionó HyunJin mientras leía el contenido.

—Las bestias del tiempo, su origen no se explica y esperaba que en tu libro encontráramos una respuesta. —Confesó mientras hojeaban otros libros.

—No viene ese nombre, hay un pasaje… pero es imposible de leer, pareciera que es imposible incluso para los humanos. —HyunJin saca cauteloso su libro viejo, buscando aquella parte. —¿Qué tendría de importante eso con los dreamwalkers? —

Estamos destinados o condenados, dependiendo de la forma en que lo veas, a encontrar a estas bestias. —Murmura SeungMin cruzando sus brazos, señalando los símbolos en las hojas.

…encerrados para mantener el equilibrio, ocultos en la oscuridad profunda, ocultos en la luz expuesta, solo ellos pueden liberarlos, gracias a la divinidad de las cuatro primeras…

—¿Qué quiere decir eso? —Cuestiona el rubio mientras de nueva cuenta una gran tormenta se deja caer sobre la ciudad, llena de relámpagos alumbrando la oscuridad del firmamento.

—Que las pesadillas que vemos no son pesadillas, es lo que pasará. —Susurra SeungMin mientras la temperatura baja.

—Lo que está destinado a ser. —De entre las sombras surge un serio y sombrío ente, una forma humanoide que cobra y da forma de una persona alta, esbelta y con un atuendo bastante actual, espantando a todos los presentes que cierran y sujetan con todas sus fuerzas los libros postrados en el escritorio.

—¿Qué eres? —Se aventura a decir con miedo HyunJin.

—Eso no es relevante. Lo que sí, es esto. —Sus zapatos hacen eco al caminar, dejando un reloj de bolsillo sobre el escritorio. Sus ojos brillan en un hipnotizante color morado que comparte con HyunJin quién le entrega el libro sin objeción. El ente hojea las páginas mientras todos se quedan atónitos y a la expectativa de una muerte segura. —No los mataré, ustedes no son de mi interés por el momento, pero… cuando lo tenga, lo sabrán. —Realiza una pausa tortuosa antes de continuar. —Chronosaurus…algo que deben de entender es el equilibrio que rige cada espacio dimensional. —

—¿Qué tiene que ver con no-nosotros, los dreamwalkers? —El ente desvió su vista del libro y vio a SeungMin quien le hablaba. La criatura llevó su mano hasta el brazo de SeungMin, sus uñas crecieron y cortó la muñeca del chico. SeugMin seguía paralizado y el sonido de sus gritos simplemente no se escuchaban. La diestra del ser se manchó de su sangre, trazando con sus yemas de sus dedos sobre las hojas del libro.

Chronosaurus…Dreamwalkers. No hay mucha diferencia entre ellos, ustedes pronto lo sabrán, son más útiles de lo que creen. —Sus dedos tocaron el cuello de JeongIn. —Su sangre sirvió para que pudiera escribir varios libros y ustedes tienen uno de ellos. —Mostró la página en donde había untado la sangre de SeungMin para hacerles ver los nuevos símbolos que ahora estaban. —Cuando sea el momento ese reloj se detendrá. Nos veremos pronto. —Todo se relajó un poco más cuando se desvaneció entre la oscuridad y la tormenta cesó.

—¿Estás bien? —Cuestionó HyunJin sosteniendo la mano ahora intacta de SeungMin, sin heridas.

—Lo estoy. ¿Qué fue lo que escribió? —Mintió, se sentía demasiado débil, pero le importaba más saber que estaba pasando.

… cuando sean liberados las llaves se revelarán ante sus ojos, libres al fin. Una vieja y rota brújula los guiarán pidiendo su sangre hasta que las ocho llaves se reúnan para liberar al verdadero Chronosaurus…

Notas finales:

Gracias por leer <3 


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