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Chronosaurus por erickkbaj

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Capítulo VIII: Leviatán.

“El tiempo no puede arreglarlo, si esperas te atrapan.

Haz algo. No puedo hacer nada más,

¿El tiempo es oro o un depredador?”

—Stray Kids.

 

—El asunto es que se nos pasaron los tragos e hicimos… cosas que no debieron de pasar…y bueno de alguna manera Felix nos vio y ahora todo está arruinado. —WooSeok regresaba a sentarse al suelo mientras le daba al par de amigos algo de café, escuchando el problema en el que se habían metido.

MinHo estaba algo triste en su expresión mientras BangChan se sentía juzgado por esa mirada, en cambio Yuto notó algo que envolvía los cuerpos de los recién llegados, no sabía con detenimiento que era, pero cuando el mayor de todos se puso de pie y pasó cerca de él lo supo. Su semblante serio pasó a ser uno más nervioso. WooSeok trataba de ayudarlos a encontrar una solución, pero su cabeza no estaba ahí, dolía y sentía que esta explotaría. Fue de regreso a su habitación y cuando entró sintió una repentina calma.

—Lamento que HimChan haya tenido que recurrir a ti para hacer un llamado la última vez. —Susurró HongSeok en medio del lugar oscuro en el que se había convertido su cuarto, o al menos ese ya no lo era.

—Maestro. —De inmediato hizo una reverencia y le habló en su idioma materno.

—Recuerdo que, aunque te faltaba mucho para los ataques tenías muy buena defensa, por eso disfrutaba los entrañamientos contigo, no eran de un solo movimiento y resistías bien, pero siempre ganaba yo. —Soltó una pequeña sonrisa mientras tomaba asiento. —La cuestión aquí es que el tiempo se acaba y eso que percibiste en tu amigo son rastros de magia y una muy antigua. Solo para empezar, quizá tu confusión al inicio sería por la fuerte aura que emana, pero me temo que es algo aun complejo para digerir. —

—¿Cuál es mi siguiente movimiento? —

HongSeok respondió cruzando sus brazos. —Primeramente, que no te enamoraras de un chico como WooSeok, aunque puedo verlos hacer una muy buena pareja. —Yuto se sonrojó por aquel comentario, pero no le dio tiempo de réplica pues su maestro continuó. —Y, en segundo lugar, recuerdo que mencionabas una esencia extraña en unos chicos, YanAn, KuanLin, SooJin… y otros… Creo que debemos de averiguar qué es lo que traman, las piezas del juego se estan moviendo y debo de entrar al ruedo con mi caballo de defensa estrella. Mientras tanto, es todo. —Yuto alzó su vista y trató de hablar, preguntar por más cuestiones, pero un fuerte viento de oscuridad lo envolvió solo para encontrarse de nuevo en su habitación.

—¿Y qué se supone que haces, rezas? —Yuto alzó su vista, seguía hincado y MInHo le veía como un bicho raro, así que ignorándolo salió de la habitación y luego del sitio, cumpliría su misión y esperaba que los pensamientos que tenía por WooSeok no le interrumpieran.

***

Los días continuaban con regularidad, la profesora Song estaba finalizando los últimos detalles para el viaje de excursión, aunque los ánimos habían bajado todos estaban obligados a ir, podría ser una buena oportunidad para que BangChan y ChangBin logren disculparse con Felix pues sus intentos fallidos solo lograban fastidiar más al menor y colmar su paciencia. Lo ocurrido en la fiesta había sido el hecho del año y quizá de la generación puesto que el caso de BangChan, ChangBin y Felix no fue el único, toda clase de problemas acorralaron a los asistentes y la atmosfera en los pasillos no era la mejor, se sentía la tensión en todos los grados y sin duda ya habían ocurrido varias peleas físicas y exposiciones en redes sociales. Pero los amigos querían explicarse, sin embargo, la idea sonaba cada vez más estúpida. Por su parte MinHo dejó de acercarse a BangChan, éste se la pasaba con su amigo tanto tiempo tratando de idear planes para emboscar a Felix y poder tener una charla y cuando no hacían eso se la pasaban lamentándose por lo sucedido, al menos se divertía viendo como Yuto y WooSeok intentaban algo, pero le frustraba que más allá de palabras y leves tactos en las espaldas no avanzaran. Lo hacía sentirse solo. La tranquilidad que había conseguido estando con BangChan se había ido, a estas alturas podría haber aceptado que tenía un crush con él, pero aun así y a pesar de los hechos BangChan seguía teniendo a su novio, eso pensó al menos hasta que mientras regresaba de sus clases vespertinas escuchó un fuerte golpe. MinHo decidió esconderse pues le daba miedo su novio.

—JaeBeom, no hagas esto. Por favor, fue un error. —El menor de los dos gritaba, suplicaba incluso después de tener la mejilla roja, sus ojos lloraban y le sujetaba de la pierna para evitar que se fuera.

—¿Cuánto tiempo ibas a esperar para decirme? ¿Crees que no lo sabía desde el primer día? ¡Contesta, basura! — JaeBeom subió su tono, inclinándose para alzar por los hombros al menor.

—Fue un error, y no, no-no yo a quien amo es a ti. —BangChan temblaba entre los brazos del mayor, tratando de sujetar las mejillas del otro con sus manos temblorosas. MinHo al final del pasillo no pudo evitar morderse el labio, sintiendo su corazón oprimirse, porque a pesar de todo, BangChan amaba a JaeBeom y no a él.

—Tu existencia es el error. —Le dejó mientras el menor le veía con la mirada cristalina haciendo que el mayor le diera la espalda.

—¿Y aun así ocupas la ropa y perfume que te regale, no? —Dijo con sarcasmo, JaeBeom se dio la vuelta, haciendo de su mano un puño. Uno, dos y tres. BangChan estaba en el suelo con la ceja rota y goteando sangre, una, dos y tres patadas más mientras era insultado.

—Hey, tú, idiota. ¡Déjalo en paz! —MinHo no podía soportar más, no permitiría que siguieran maltratando a BangChan o incluso a otra persona.

Mientras avanzaba por el pasillo JaeBeom volteó a verle, era sumamente veloz, pudo ver el reflejo por los ventanales del corredor, una sombra, sumamente oscura, con unas alas que se expandía, el mismo reflejo no era suficiente, era una criatura enorme, como un ave, pero todo se volvió blanco por un segundo. MinHo golpeó la mandíbula del mayor, después su pecho y al final su estómago, arrastrándolo lejos. —Es la última vez que te apareces por aquí. —JaeBeom tirado en el suelo observó curioso al chico, viendo ahora un reflejo normal en aquellas ventanas que ahora estaban quebradas.

—Niño, no vale la pena, así como se revuelca con uno o dos a la vez pronto te desechará. No valen mi tiempo, idiotas. —Como si nada se puso de pie y con su diestra se acomodó sus mechones de cabello atrás de su oreja lamiendo la sangre que emanaba de su labio.

—Channie… —MinHo se giró a verle, pero este ya estaba abriendo la puerta para entrar.

—Quiero estar solo, déjame. —Detuvo su andar, viendo como caminaba con dificultad hasta su cuarto. Él no se merecía este trato, y aun así su voz se escuchaba llena de resentimiento contra él.

***

HoSeok revisaba su lista y veía como BangChan acumulaba su segunda falta consecutiva, llevaba todo el curso observándole de cerca, sentía una energía que emanaba de él, pero no estaba seguro de ello. Al inicio esas sensaciones llamaron su atención, pero los eventos más recientes hacían que una segunda vibración emanara de su aura. Todos dentro y fuera de la escuela hablaban de la problemática fiesta en la que se envolvieron los estudiantes. Los maestros no se entrometían, pero sin duda cada noticia nueva era objeto de discusión y pláticas entre los maestros chismosos. HyunWoo sentía lo mismo respecto al chico, pero ahora no podía seguir investigando, no estaba más y no sabría cuando regresaría.

—¿Podría quedarse un poco más? —MinHo se detuvo, fue el último en salir de la clase del maestro HoSeok y aquella petición le pareció extraña. —Tengo entendido que eres compañero de habitación del alumno Bang. —HoSeok prosiguió luego de la afirmación silenciosa de MinHo. —¿Por qué no ha venido a clases? —

—Esta indispuesto, espero regrese a clases mañana. —HoSeok asintió y dejó que el chico se fuera, sin embargo, aquella sensación que podría captar de BangChan ahora la sentía en MinHo. Era lo mismo, como si fueran la misma persona.

MinHo se extrañó de la pregunta que su profesor le hacía, lejos de sentirse incomodo por la pregunta fue las sensaciones que podía captar alrededor de su maestro y que por toda la escuela se sentía. BangChan se la pasaba encerrado en su habitación sin ánimos de salir, sentía cierta pena por su sentir, quería creer que era normal su actuar después de un rompimiento de una relación no tan buena como la que tenía con JaeBeom. Lo que no era normal era la constante sensación de sentirse observado y que algo o alguien en cualquier momento aparecería delante de ellos, se sentía acechado cada vez que estaba cerca de BangChan, la pregunta era ¿BangChan estaba siendo acechado o lo estaban acechando a él? Y con el repentino interés del profesor HoSeok las dudas comenzaron a salir.

—¿Ocupado? —HoSeok terminaba de guardar sus cosas cuando escucho una voz femenina.

—Ah, JiEun-ssi, me espantaste por un momento. Vamos. —Sonrió y se puso de pie, saliendo con ella del lugar.

Había formado una buena relación con SongJiEun, compartían sus actividades y tenían que trabajar juntos creando otras, era muy ordinaria, divertida y realmente disfrutaba de su presencia, cada día al final de sus labores caminaban directo hacia el estacionamiento delantero del recinto, por alguna razón apenas notó que su ruta abarcaba gran parte de la barda delantera del estacionamiento, como si quisiera evitar algo del centro, dio un vistazo al centro y no había nada, solo autos estacionados y los edificios, quizá solo era su imaginación, empezaba a sentirse cansado y sin energías, pero al menos ya podría ir a casa a descansar.

Sus ojos se abrieron rápido y vio como unas siluetas se acercaban a él.

—Gracias por traerlo, pero hoy tenemos una cita y se nos está haciendo tarde. —JiEun sorprendida vio a HyunWoo sosteniendo a HoSeok quién incluso estaba más sorprendido que ella.

—HoSeok-ssi, no me habías contado, tonto. Te hubiera dejado ir desde hace rato. Todo tuyo, HyunWoo-ssi—Le dio un leve empujón mientras reía avergonzada con sus mejillas ruborizadas. Se despidió con una sacudida de manos al aire, alejándose de la pareja.

—Ustedes también deberían irse, no son horarios para que estén aquí. —HyunWoo sujetó con más fuerza el brazo de su pareja mirando por encima de sus hombros a aquellos chicos que respondían a los nombres de KuanLin, YanAn y Shuhua.

—También estábamos de salida, los exámenes se acercan. Hasta mañana, profesores. —Hicieron una reverencia y se marcharon.

—No tenemos una cita hoy. —Dijo dando un fuerte bostezo.

—Tenemos que hablar, ya. —Le ayudó a caminar hasta el auto que compartían, HoSeok no se había percatado, pero HyunWoo si, y se estaba quedando sin energía.

***

—Error tras error tras error. —Una voz gutural y a la vez melodiosa retumbó por el lugar. — Sabes perfectamente que no son de mi agrado joven KuanLin. —El mencionado se hincó con la cabeza hacia abajo temiendo por el tono oscuro y furioso que hacía eco.

—Lo-lo lamento. —Atinó a decir, sin embargo, no se atrevía a ver la figura delante de él. Era un cuerpo humano, justo como él, uno de una mujer hermosa, pero que guardaba en su interior una mística criatura, dueña de sus pesadillas si pudiese ver su verdadera forma.

—Y dime ¿A mí de que me sirve tu lamento? —Bajó de su silla mientras sus puños se apretaban con furia, era tanta la fuerza que ejercía que los huesos de su recipiente humano se rompían. Recorrió hacia abajo escalón por escalón. Dirigió su mano hasta el chico que, sin tocarlo lo elevó a los aires viéndole con enojo. —De nada me sirve hacer el trabajo a medias. Los sellos que mantienen alejados al tiempo y la maldita muerte se hacen cada vez más débiles, solo necesitaba matar a WonHo para terminar de llenarlos de la energía suficiente para encerrarlos a todos, ponerlos en jaque y rematar con el mate. Pero ahora me entero que ni BangChan estaba, ¿Todo por qué? Porque nuestra querida SoYeon no pudo hacer la miseria de trabajo que le pedí. —KuanLin trataba de respirar, pero era imposible, inclusive sintió algunas de sus costillas romperse mientras aquel ente femenino le estrujaba completamente al aire y sin tocarlo. Finalmente cayó al suelo y el siguiente en la fila recibía un castigo parecido al suyo.

Su cuerpo temblaba de dolor, le era imposible siquiera moverse por el miedo a morir y hacerlo de la peor forma, no le importaba siquiera que sus pantalones estuvieran mojados, lo que quería era salir con vida de esta pesadilla. Dos personas o al menos de aspecto humanoide arrastraban a Minnie delante de los ojos de sus compañeros, KuanLin trató de ponerse de pie estando sorprendido de la escena, Minnie se encontraba con una mirada vacía y de su nariz salía sangre, lucía como drogada, pero aquellas criaturas la clavaron en una cruz, cuando acabaron con ella fueron con KuanLin, gritaba y se esforzaba por ponerse de pie, en cada intento caía y sus manos se lastimaban, sus costillas terminaron de romperse. Otros más arrastraban de los cabellos a Shuhua con una SooJin tratando de impedirlo, uno a uno, eran clavados a las cruces que salían del suelo de azulejos antiguos. Con las piernas rotas y con un dolor silencioso KuanLin recibió el mismo destino que los otros. SoYeon trató de avanzar y escapar entre las personas, buscando a Yuqi para huir, tendría que hacer su jugada antes de lo previsto, pensó.

—No escapes de tu querida maestra. —SoYeon recibió un golpe que la arrastró por el corredor mientras otros humanoides se acercaban y se encimaban en ella, empezando a sofocarla.

Soyeon materializó una lanza desde la oscuridad, atravesando cada humanoide que se empezaron a derretir cuando fueron heridos. —Tu ridículo disfraz de maestra de historia de universidad es patético, por eso tu favorito fue KuanLin, tú siempre tuviste miedo de mí y aun así me necesitabas cuando pediste mi ayuda. —Más humanoides corrieron a ella, pero usando sus poderes los deshizo y dio forma a una especie de caballo que montó y encaró a su antigua dueña encarando el rostro de su profesora Song Jieun. —No te mereces tal poder, caer tan bajo… —Se atrevió a verla desde la cima, hacia abajo con desprecio, escupiendo. La mujer simplemente rio sin parar mientras las venas de su cuerpo se marcaban.

—Todo por un maldito amor, ¿No crees que es ridículo? ¿Hasta dónde te ha llevado querida? Ni viviendo esta realidad con un nombre tan básico como Song Jieun he entendido porque el amor los hace tan débiles. —Su voz dejó de ser burlón, sus ojos se volvieron rojos y las uñas de sus manos crecieron en punta como garras.

—¿Hablas por experiencia propia? Te recuerdo que tu amor asqueroso para con el tiempo fue lo que te trajo hasta este punto. —SoYeon estaba lista para enfrentarse a Jieun, pero esta hizo que su caballo demoniaco y lanza se derritieran en una masa caliente y roja.

—¿Y qué sabes tú de mi bacteria maloliente? —Hizo que el suelo en algunas partes se desmoronara mientras sus demás consortes de su aquelarre veían la escena estupefactos.

—Lo suficiente como para saber que existen criaturas con el poder de encerrarte de nuevo. —SoYeon se puso de pie mientras de las sombras extraía la caja que había guardo, aquella que JaeBeom le había ayudado a encontrar y a buscar. Entre sus manos la sujetó y la abrió, todos los demás se cubrieron por lo que iba a pasar, pero nada sucedía.

SoYeon con los nervios en la garganta vio dentro de la caja y nada, estaba completamente vacía, la masa caliente comenzaba a quemarle, no podía seguir moviendo y era arrastrada hasta el suelo, su piel comenzó a caerse y sus gritos de dolor no tardaron en surgir.

 —No querida, solo eres una simple humana que no entiende nada. ¿Crees que soy tan estúpida como para no saber lo que estabas buscando? —Rió un poco mientras se acercaba a la temerosa mujer tirada en el suelo, con partes de sus brazos descubiertas, descarnadas donde sus huesos comenzaban a ser visibles. —Eres un simple peón que hizo lo que quería desde un inicio, al menos al final hiciste algo bien, pero como te decía incluso si yo no entiendo al amor ¿Qué te hace creer que los humanos lo hacen? Traicionan solo por poder, esta es tu realidad, querida, acéptala. —Inclinó su cabeza, viendo hacia abajo, hasta sus pies a Soyeon, agonizando en dolor.

—No, tú- pero. —Soyeon volteó a ver a su alrededor, esperando que Yuqi la salvara o al menos saber que está a salvo, pero nada sucedió.

—Olvidaron decirte que tienes que mencionar el nombre de las bestias que tienes ahí y para tu mala suerte, el lenguaje usado ni siquiera un humano podría pronunciar, tendrías que arrancarte la garganta para intentarlo siquiera. —Jieun sonrió y se agachó, tomando la garganta de la chica para arrancarla. Silencio, solo silencio mientras los ojos llorosos volteaban a ver a Jieun desde el suelo. —Dale las gracias a tu querida Yuqi, quien parece temerme más a mí que amarte. Descuida, dejará de dolor cuando tu alma sea devorada. Y para que lo sepas, el lenguaje de tu especie tiene un equivalente para esta bestia… Leviathan. —Los ojos de Jieun brillaron con un color rojo intenso, pronunciando las palabras que un humano es incapaz de decir mientras de la caja, que yacía en el suelo, expulsaba grandes criaturas desde de su interior. Los integrantes de su aquelarre, crucificados fueron envueltos por estas sombras inmensas que poco a poco tomaron su cuerpo y devoraron sus almas.

Notas finales:

Gracias por leer <3


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