Habia pasado una semana desde que habia hablado con Hannes. Grisha no habia comentado lo dicho por su amigo a nadie, ni siquiera a Carla. Podía prevenir a Mikasa, aunque esta aun no decia de que reino era. La alfa solo hablaba con Eren.
Si contaba lo dicho por Hannes podría poner en riesgo a su familia y a su amigo. Pensar en huir después de decirlo era estúpido, sabiendo que la guerra iba a ser inevitable, sin importar que el rey matara o no a los omegas de los otros reinos. ¿Y si huían y el rey lograba su cometido? ¿Quien aseguraría que su familia estaría a salvo? No sabia en si como iba a llevar a cabo el rey su plan, sólo tenía una información vaga, que en sí no ayudaba en nada. Grisha se quitó los lentes y apretó el puente de la nariz, en señal de frustración. Iba a morir gente.. Hiciera lo que hiciera iba a morir, lo único que le quedaba era velar por su familia. No podía arriesgarse
- Querido - La voz de Carla lo sacó de sus pensamientos - Te he estado llamando desde hace ya un buen rato - Dijo la mujer acercándose a su esposo que estaba sentado en la cama - ¿Qué pasa Grisha?
Grisha miró por un momento el rostro de su esposa. Amaba a Carla, no quería perderla. Podría protegerla si seguían como iban en aquel lugar. Con la ayuda de Hannes los omegas del pueblo no serían tocados y solo se tendría que preocupar cuando la guerra comience. Con ayuda de los dioses al ser un pueblo pequeño no sería tomado en cuenta por nadie. Tenía miedo. Carla y Eren son su vida, no podría arriesgarse a un futuro incierto fuera de sus tierras
- No pasa nada, solo... - Dudo por un momento - Hable con Hannes, me contó que las cosas andan un poco complicadas en el reino
Carla se acercó a su esposo. Grisha suspiro al sentir el cálido aroma de su esposa
- Todo va a estar bien amor - Dijo la mujer poniendo una mano en el hombro. Grisha puso su mano sobre la mujer
- Todo estará bien - Repitió él
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Mikasa vio al ave posada en el marco de la ventana, tomando el pedazo de pan que habia dejado ahí y llevándolo al árbol más cercano. Kira habia llegado la noche anterior, con un mensaje de su padre. - Seguro uno de los enanos, fue el que le dijo que la mandara - Pensó ella. Esperaría a que el cuervo recuperara sus fuerzas para mandarlo de regreso
La alfa toco el vendaje que tenía en su cuerpo e hizo una mueca de dolor. No podría viajar así, no aun. El veneno que habia ingresado en ella habia sido muy fuerte, retardando la curación de su cuerpo. Tendría que esperar
- Hola Mikasa - Salido el castaño entrando con dificultad con una bandeja de comida en sus manos.
Mikasa se sentia comoda con el omega. Aunque ella no hablara, él le contaba todo lo que pasaba afuera, hasta cuando peleaba con los betas del pueblo. Sus ojos brillaban con fascinación al relatar cada detalles y eso le divertía a Mikasa. Le recordaba a Armin cuando hablaba de libros. El rubio omega que era pareja del el príncipe de Shiganshina. El omega era mayor que ella y le gustaba estar metido en la biblioteca, pero a veces le gustaba leerle historias a los más jóvenes del castillo
- Mamá dijo que debes comerte todo, si te quieres mejorar - Habló el castaño
- ¿Hoy no fuiste al pueblo? - Preguntó Mikasa
- Hoy no. Papá se quedó en casa y aun tenemos comida - Puso la bandeja en las piernas de la alfa - Cuando este mejor irás conmigo al pueblo. Te presentare a el caballo y comeremos las galletas de Bert - Dijo sonriente
Mikasa admiro la sonrisa del omega. Quisiera poder haber tenido un hermanito así, en vez tenia a esos enanos gruñones como familia... y su padre. Pensó con tristeza que cuando su herida sanara tenía que volver a su reino. No podía arriesgarse más. Pero se prometio que volveria, cuando el conflicto acabe, volvería a ver al castaño
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Dos alfas azabaches entrenaban con la espada, mientras dos personas los miraban
- No se para que se enfrentan estos dos fi tienen la misma fuerza - Dijo una castaña de lentes
- Por eso lo hace - Dijo un rubio alto - Nadie les podría seguir el ritmo
- ¿Tu no deberías estar atendiendo asuntos reales, cejon? - Preguntó la mujer
- Mi padre a pesar de su estado de salud, fue a una reunión del reino vecino. Me pidió que me quedara por si resulta algún inconveniente - Contestó el alfa rubio
- Y tú tan sufrido aceptaste y así poder quedarte al lado de tu lindo y tierno omega - Se burló la castaña, notando como el rubio no veía la batalla de los otros dos alfa, sino que su mirada estaba dirigida a otro lado, donde un rubio omega de ojos celeste jugaba con unos niños - ¿Que has sabido de lo problemas de aquel reino, Erwin? - Pregunto seria la mujer. El rubio fijó su mirada esta vez al frente
- Al parecer la alianza con el antiguo rey se a roto. Mikasa está desaparecida después de ir al ese reino. Al parecer el nuevo rey está decidido a desatar la guerra
- ¿Y aun no van a mandar a nadie a buscar a Mikasa?
- Hace una semana Kenny mando al cuervo mascota de ella. Rivaille dice que si el ave no ha vuelto, es posible que la haya encontrado, así que esperaremos unos días a que vuelva
- Es un poco arriesgado ¿No crees?
- Mikasa puede ser joven, pero no es débil, ni tonta, Hanji. Solo nos queda esperar