Eren lo percibe, el aroma a alfa que se acercaba a su casa. No era el aroma de ninguno de los alfas que conocía del pueblo
- Vayan a su cuarto y no salgan hasta que yo les diga - Dijo Eren
- Pero mamá - Ancel iba a protestar, pero Eren lo miro dándole a entender que sin peros. Los dos pequeños alfas fueron a su habitación. Eren fue a la cocina y guardo un cuchillo en su pantalón
No demoraron mucho en sonar los golpes en la puerta, Eren abrió. Un gran alfa de cabello rubio estaba en la puerta
- Buenas ¿Qué necesita? - Dijo Eren mirando fijamente al alfa
- Venimos de reino de Shiganshina. Requerimos la presencia de todos los omegas del pueblo - Contestó Reiner, analizando al omega de pies a cabeza. En verdad era un espécimen exótico ese castaño, aunque a él le gustaban... más altos
- ¿Cuál sería el motivo? - Eren logro ver atrás del alfa a dos personas más. Al parecer betas; Una mujer de cabello castaño recogido con una coleta, que lo saludó moviendo la mano y al parecer estaba comiendo algo, acompañada de un joven rapado, con ojos avellana que parecía estar regañando a la mujer. Eren volvió sus ojos al alfa que tenía en frente. Sus vestimentas le resultaban familiar de algún lado
- No hagas tantas preguntas y solo acompañamos - Gruño Reiner. Eren frunció el ceño
- ¿Y si no me da la gana de acompañarlo?
- Entonces será a las malas - Dijo Reiner antes de estirar la mano para tratar de sujetar al omega, pero este fue más rápido y cerró la puerta de golpe en su cara. Eren sabía que eso no detendría a un alfa de ese tamaño por mucho tiempo pero al menos lo retrasaría un poco. Pudo escuchar un sarta de maldiciones por parte del alfa. Al parecer le habia dado en la nariz con la puerta
Eren se sorprendió la velocidad con la que la puerta cayó a sus pies, dejando ver a un muy, muy cabreado alfa
- Ya veras - Dijo Reiner antes de arremeter contra Eren. El castaño sacó el cuchillo peros su mano fue detenida por el alfa. Eren se mordió el interior de la mejilla para no demostrar el dolor que le producía el fuerte agarre del alfa. No le daría el gusto. Aunque no pudo evitar soltar el cuchillo. Pataleo y dio varios golpes en la cara del alfa, pero este era demasiado grande y lo sometió, dejando al omega con la cara contra el piso y una rodilla en su espalda, la cual hacía una fuerte presión para que no se moviera, aún así no dejaba de retorcerse tratando de liberarse. Pero algo lo hizo detenerse y palidecer
- ¡Mami! - Escucho la voz de sus cachorro y con horror vio como los pequeño se lanzaban encima del alfa que lo sometía
- ¡Ancel, Zelig! - Grito. No quería que dañaran a sus cachorros. Escucho al alfa quejarse pero aun así no le soltaba. Por el rabillo del ojo podía ver a sus hijos morder y arañar al rubio, pero este no hacia nada
- ¡Sasha, Connie, quiten a estos niños! - Dijo por fin el Reiner. Podía ser cualquier cosa pero no lastimaría a un par de cachorro, por muy desesperantes que fueran. Los dos betas tomaron a los cachorros, ganándose también unos cuantos golpes - Cálmense - La voz de Reiner resonó en toda la casa. Era la mejor forma para que nadie más saliera herido. Por su nariz un hilo de sangre desciende, por el golpe que le habia dado el omega con la puerta - Dios, deberían pagarme más - Reiner miro a los niños que se habían quedado quietos pero que lo miraban como si en cualquier momento le fueran a saltar a la yugular. Además esos extraños ojos si que llamaban la atención
- ¿Estas bien Reiner? - Preguntó Connie
- Si, no hay problema. Sasha pásame una cuerda - Respondió el alfa. La beta asintió y dejó al cachorro con Connie - Vamos a hacer esto - Miró al omega que lo miraba desde el piso. - Vas a venir con nosotros, te atare solo por que en verdad eres algo agresivo, pero nada malo pasara
- No te creo - Gruño el omega - Además no dejaré a mis hijos
- Ellos también vendrán. - Eren miro a todos los que habia en la habitación. Con sus hijos ahí no habia mucho que pudiera hacer. Buscaría después la forma de escapar.
Eren dejó que Reiner lo atara y después lo montara a un caballo. Sus hijos iban con los dos betas, aún afectados por la voz del alfa. Eren gruño
- Siento haber utilizado la voz - Reiner hablo. A el en verdad no le gustaba utilizarla - Pero era lo mejor o se lastimarían y nadie quiere eso - Eren se sorprendió por lo dicho por el alfa, pero igual no dijo nada en el resto del camino
Llegaron al pueblo y Eren pudo ver que en verdad habían reunido a todos los omegas y además habia mas gente extraña. Busco con la miera a Jean y Bert, cuales al verlo se acercaron. Reiner bajo a Eren y los betas a los cachorros
- Pero que mierda ¡¿Por qué lo traen atado?! - Grito Jean. Una estruendosa carcajada interrumpió
- ¡Pero mira como te dejaron Reiner! - Hanji se acercó. El alfa tenía la nariz amoratada y varios rasguños
- ¿Qué esperabas?, es un omega con cachorro. Costó mucho que se quedara quieto - Dijo el alfa después de soltar al castaño. Los pequeño corrieron a donde su madre.
Hanji miro al omega castaño, el cual se habia concentrado en ver a sus hijos. Se notaba el carácter que este tenía. Sería divertido ver quien seria el alfa que lograra domar tremenda fiera. Su atención se desvió a los dos pequeño; Gemelos al parecer, pero lo que le llamó la atención fueron los ojos de los pequeño: Uno con un ojo gris y el otro esmeralda como su madre y el otro tenía dos tonalidades de verde, como su hermano tenia uno esmeralda pero el otro era de un tomo mas oliva
- Curioso - Murmuró
Jean le contó a Eren lo que estaba pasando. El castaño iba a protestar, pero fue Bert el que lo detuvo
- Nos llevarán queramos o no - Dijo el omega alto - Piensa en tus cachorros
- Podemos distraerlos para que huyan - Comentó Jean
- La mayoría son alfas - Dijo Bert - Estamos en clara desventaja
Eren pensó lo dicho por su amigo, miró al alfa rubio que habia ido a su casa. Podían pelear, pero no podían competir con la voz de alfa. Habían dicho que serían llevados al reino de Shiganshina . Tendría que idear un plan en el camino