Al cerrarse la puerta, el beso siguió por unos instantes antes de que Yawhi le empujara con los brazos y se alejara de Caín, con las piernas temblorosas y el sonrojo por todas partes de su rostro. El malestar creció dentro del cuerpo de Yawhi, sintió la bilis crecer rápidamente dentro, conteniendo sus manos en un puño antes de cometer una tontería, viro a Caín que se encontraba respirando agitadamente contra la pared, con los ojos cerrados y reprimiéndose. Podía verlo, las hinchadas venas en el cuello, conteniendo ‘algo’, forzando a su cuerpo a permanecer pegado al muro.
— No debiste…
— No debí ¿Qué? — Yawhi dio un respingo en su lugar, odiaba con toda su alma tener esa extraña debilidad ante el rubio, sentirse tan cohibido, necesitado y débil. Caín camino rápido hacia él, se sintió como una presa, un gato pequeño acorralado por un animal salvaje, un lobo grande y hambriento deseoso de consumirlo, ¡Por dios! ¡Si! No espera, él no debía sentirse así, excitado. — No te entiendo Yahwi, pensé que el idioma no era un problema y de verdad que lo intenté.
Las manos de Caín terminaron en sus caderas, presionando y recorriendo con codicia la piel a su paso, Yawhi respiro fuerte, mareado por el olor a madera del perfume que compartían, volviéndose más espeso y profundo, sus manos quedaron en el perfecto pecho del más grande, esta vez la sensación de parar se esfumo, tal vez tenía que ver con el hecho de que estaba en perfil bajo por el estrés que Caín tenía con la empresa, con su padre y al parecer sexualmente, pensó sin querer que podía solucionar el ultimo problema, malditamente lo deseaba.
— Y luego, encuentro a Jooin siendo acariciado por ti. ¿Sabes lo que sentí? — El extranjero le obligo a mirarlo, el calor creció desde el fondo de sus pantalones hasta el último de sus dedos.
— No es lo que…
— ¿Parece? — Una sonrisa apagada salió del fondo de la garganta de Caín, rencoroso — ¿Me vas a decir que no estaban coqueteando?
— Creí dejarte en claro que no me gusta Jooin — Se las arreglo para no soltar ningún gemido ante el rosé caliente de Caín.
— Si, me lo dijiste — Algo hizo clic dentro del rubio, pero en lugar de bajar la intensidad de su mirada, algo se incrementó — ¿Dime entonces a quien quieres, Yawhi? — Ni si quiera entendió como pudo permanecer consciente, su nombre salió arrastrado de un gruñido excitado, la lengua de Caín recorrió su cuello y mordió parte de su lóbulo. Él quería, necesitaba, anhelaba con fuerza un beso — Dime.
— A ti — murmuro agachando la cabeza, con el rostro inundado en un rojo carmín, el rubio le miro intensamente antes de estrellar su boca con la suya, demando un beso que le hizo ver estrellas, enterrando su lengua hasta en fondo, no podía seguir el paso, este solo tomo y tomo y tomo todo de él. Sin vergüenza alguna. Gemidos pequeños salieron de su garganta como una criatura asustada pero deseosa de ser consumida, se hubiese asustado si su mente estuviera en sus cabales, pero cuando Caín le quito la ropa y le observo pidiendo su aprobación, con sus ojos brillosos por el deseo y la mandíbula apretada deteniendo impulsos que no sabía que tenía. Yawhi solo tuvo que asentir para que ese cuerpo grande se presionara con fuerza, fue llevado a la cama entre besos y jadeos, dejando ropa por todo el camino, fue lanzado sin mucho cuidado sobre el colchón, antes de enterrar su cabeza en su cuello, olisqueando todo.
— O- Oye — Yawhi se dejó hacer, mantuvo sus manos sobre el cuello de Caín con la intención de retenerlo más tiempo sobre él.
— Dime cómo hacerlo — Ojalá aquellas palabras hubiesen apagado su libido, pero al contrario de aquello, se descubrió imaginando los largos dedos de Caín dentro de él, expandiendo su entrada para llenarlo de su miembro, hasta hacer de él un desastre ¡Mierda! Dejo caer su cabeza pensando a mil por hora, al final solo se movió y consiguió un lubricante en el fondo de su buro, se lo lanzo a Caín y no pudo evitar pensar en lo surreal de la situación, a punto de dejarse penetrar por el estúpido perro.
— Mete un dedo — Se obligo a cerrar los ojos y a relajarse, el rubio trago fuerte, tomo el lubricante, lo vertió en sus dedos y dejo un poco en la entrada de su novio. El aire caliente salió de ambos cuando el primer digito entro, estaba apretado, considerando el hecho de que jamás había sido tocado en ese lugar, había una pequeña molestia que era opacado por un calor creciente en su vientre, después de varios meter y sacar, un segundo dedo fue introducido, no sintió nada más que placer, su cuerpo se contrajo cuando los dedos apenas rozaron algo dentro, tuvo el impulso de mover sus caderas pero sería demasiado patético de su parte — Pensé que serias más rudo.
Realmente lo pensó, Caín había estado de ánimo bastante raro, le sorprendía que este no se le haya lanzado para follarlo después de lo que paso con Jooin, se regocijo para sí mismo el saber que había estado celoso por él, le hizo algo dentro que fue consumido cuando un tercer dedo entro, entonces abrió los ojos. La mirada desenfocada, los labios rojos y el aliento caliente saliendo de Caín, entonces entendió que se estaba conteniendo para no lastimarlo. Los labios del rubio cayeron sobre sus mejillas, saboreando la piel salada.
— Ya no puedo soportarlo — Caín saco sus dedos, Yawhi entonces contrajo su entrada, sintiéndose vacío, observo al rubio acomodarse entre sus piernas y de repensé sintió el nerviosismo, el pene erecto de Caín le asusto, podía observar la punta roja y las venas por todo su miembro viril y grande, trago duro al saber que inevitablemente iba a salir lastimado, Intento relajarse a sabiendas que ya no podían parar. Caín estaba al borde y él lo deseaba tanto como el aire a sus pulmones. Lo sintió, contrajo sus caderas cuando su esfínter fue invadido, entro de forma lenta, hasta el fondo, sujetando sus piernas y colocándolas en el hombro del mayor.
Los ojos de Yawhi permanecieron cerrados al ser profanado hasta dentro, sintió su estómago lleno, se sentía maravilloso y pleno. Jodidamente amaba esto. Sus labios se abrieron cuando la primera embestida llego, quiso creer que se tomarían un momento de esos románticos y clichés, pero lo único que escucho fue el choque errático de las caderas de Caín contra sus nalgas, sus gemidos fueron audibles en poco tiempo. El extranjero de verdad quería deshacerlo, romperlo y mancharlo. No pudo ni esperar a que se acostumbrara, las embestidas eran fuertes y rudas, si experiencia, solo metiendo todo su miembro hasta el fondo. Yawhi grito algunas incoherencias cuando Caín por fin dio en su punto dulce, se contrajo tan fuerte que sintió su cabeza desaparecer, se vino inevitablemente. Nunca había tocado esa parte de su cuerpo y de un día para otro alguien bombeaba con fuerza, destruyéndolo por dentro.
— Es- Espera, déjammmmh — Su boca fue acallada con un rudo beso, el rubio no paro, siguió envistiendo las caderas de su novio perdido en el placer. En esa cavidad caliente y apretada, hecha solo para que su miembro entrara, para que recibiera toda su esencia, llenarlo hasta que el estómago de Yawhi se abultara por lo repleto que estaba de él. El placer subió en ambos, pudo apreciar la boca abierta del pelinegro, gritando maldiciones y rasguñando su espalda, ¡Mio! ¡Mio! ¡Mio!
— Mio — Su pene comenzó a dar en un punto donde Yawhi se deshacía en lágrimas y aullidos fuertes.
— Mas, mas, mas — No pudo escuchar, se dedicó saborear los inicios de su propio orgasmo construyéndose dentro, destrozando el cuello de Yawhi con codicia y mordidas, sus ojos se cerraron cuando sintió el cuerpo acalambrarse, su pene bombeo un par de veces más antes de soltar su semen dentro del Yawhi, que al sentirse lleno también se derramo sobre ambos.
Caín no salió de Yawhi, solo se acomodó entre sus piernas y se derrumbó en él, con la respiración fuerte y los músculos relajados, sintió las manos del pelinegro acariciar su cabeza con calma, sintiéndose adormilado, su cuerpo esta casi flotando después de días de estrés y malas noticias, estaba convencido de que no podía dejar caer aquella bomba en Yawhi. Pero ahora estaba aquí, con la mente despejada sintiendo que todo había sido un error, su instinto estaba tan encendido que no le había importado el placer de Yawhi, su amor por él le había detenido de no follarlo en frente de Jooin, pero a pesar de ello sabía que se había comportado como un animal. Siempre era así con Yawhi, tan codicioso, tan insoportable y terrible.
— Tu — Dijo Yawhi adormilado. Caín se movió incomodo y salió de él con un gruñido — Lo hiciste bien.
— Pero te lastime — Se enderezo para mirarle, sintiendo la vergüenza llegar a él tan pronto le miro a los ojos.
— No lo hiciste.
— Lo hice, terriblemente lo hice — Caín dejo caer su cabeza entre el cuello de Yawhi, con la cara desesperada y triste — Hice algo que tu no querías.
— Yo quería.
— No mientas por favor — Yawhi frunció las cejas.
— ¿De verdad me crees tan débil? — Caín rápidamente volteo la cabeza — Yo quería, no soy débil estúpido perro, ya te lo dije, pude haberte roto las bolas.
— ¿De verdad no te lastime? — Yawhi estuvo a punto de decir una maldición, pero miro los ojos preocupados del rubio y su corazón se derritió.
— Fuiste rudo, pero — Un pico fue dejado en los cálidos labios, lento y suave — Me gusto.
Caín sintió el alivio, ambos se sonrieron, algo floto alrededor de ellos. Caín pensó que podrían matarlo ahora mismo y su sonrisa no podría desvanecerse, estaba feliz, por fin estaba con la persona que amaba.
— Pero de verdad necesito un baño ahora mismo — Yawhi jadeo un poco y se movió incomodo, algo comenzaba a salir de él, sus piernas temblorosas y la humedad por el sudor le hacían sentir sucio.
— Preparare la bañera — Caín soltó un beso de mariposa nuevamente y se puso de pie, acomodo sus pantalones.
El Pelinegro intento sentarse, pero algo en su cadera le detuvo, el rubio le miro con vergüenza y le paso la botella de agua que este intentaba alcanzar, lo bebió. Yawhi pensó que era una pena dejar de verle desnudo, contuvo una sonrisa cuando Caín tropezó con su ropa y le miro apenado mientras salía de la habitación. Se sintió enamorado, con esas mariposas destrozar su estómago, lo odia de verdad, lo ridículo que llegaba a ser alrededor de Caín, podría burlarse de sí mismo ahora pero un intenso sueño no le dejo, debía tomar un baño, estaba sucio y lo necesitaba.
El cuerpo de Yawhi quedo inerte en el colchón, con la respiración calmada pero casi llegando a lo inconsciente, Caín le miro desde lejos, con el rosto oscurecido y la mandíbula apretada.
El timbre de la puerta sonó con demasiada fuerza para su bien, su humor se volvió territorial, lo sabia por que la bilis comenzaba a subir por su pecho, coloco una playera en su torso desnudo.
Arrojo el sobre de papeles en la mesita de noche, esperando que fuera suficiente para alguien como el señor Go, que imponente y grande esperaba en la puerta de la casa, lo atendió de inmediato cuando el sonido se alargó.
— Que desagradable sorpresa — dijo el hombre detrás de esa puerta, el padre de Yawhi.
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