Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

BABYLON por Arlequin_17

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Lo escribí hace casi medio año en un ataque de locura, más que nada al imaginarme esta situación entre ellos. Claro que a medida que escribo las cosas se van modificando, pero aun así tengo ganas de que esto continúe y espero que todos aquellos que lo lean también.

Notas del capitulo:

Espero disfruten de este capítulo que no me costó mucho escribir y que ni siquiera tuve que corregir demasiado. Gracias a todos los que han leído previamente mis fics.

 Cuando el despertador sonó  de forma insistente en la mesa de luz, abrió los ojos por inercia antes de cerrarlos al notar como la claridad lo cegaba y su flequillo tapaba parte de su ojo, provocando una molestia que le hizo mantenerse acostado unos minutos más. Se aferro a la manta que lo cubría, uniendo sus piernas con sus brazos para dormitar algunos segundos más.

 

Un dulce aroma permanecía impregnado en las sabanas, era una extraña mezcla dulce y a maderada que sólo podía recordarle a una persona: Shou. Sonrió ante el recuerdo de la noche anterior, puesto que había sido intenso y sumamente enredado. Aquel recuerdo, se manifestó con un pequeño dolor de cadera que estremeció cada poro de su piel.

 

 

Bastó un sonoro zumbido de su iphone, para voltear a tomar su móvil y revisar. Pero de un salto escapó de la cama, al recordar su cargada agenda. Tropezó con las sábanas y perdió la estabilidad pero se sostuvo rápidamente  del marco de la puerta, emitiendo un leve jadeo. El dolor de sus piernas probablemente se debía a las posiciones. Una sonrisa picara se pinto en sus gruesos labios.

 

Corrió al baño, al recuperar la estabilidad, para darse una ducha, misma que podía tardar varios minutos pero aquel día se lo tomó de una forma muy rápida. Tan pronto como llegó a salir de la ducha, se encontró con Mogu esperándolo en la puerta.  Hiroto parpadeo al verlo, había olvidado la vuelta que debía darle a su hijo, incluso salir a correr. Pero aquel día se había quedado dormido y estaba llegando tarde a todos lados.

 

 

Mogu  con su habitual energía, no tardó en tironear de la toalla que cubría a Hiroto, a lo que el mismo reaccionó para evitar quedar desnudo en medio de la sala. De inmediato tomó a su hijo entre sus brazos para abrazarlo y saludarlo, explicándole que aquel día no podrían salir.  El pequeño perro lo observaba como si pudiera entenderle a la perfección.

 

Hiroto dejo que su hijo bajara de sus  brazos, mientras se dirigía a su guardarropa para buscar la prendas que usaría aquel día. Tan pronto como estuvo totalmente vestido; acomodo la cama para armarla pero en cuanto movió las sábanas, un sonoro tintineo invadió la habitación, el mismo provenía de una vincha con orejas de gatito, misma que uso especialmente para Shou. Rio al levantarla del suelo y guardándola en la cajonera.

 

 

Shou es un gran amante de los gatos, Hiroto conocía de ello a profundidad, por lo que en ratos de intimidad simulaba ser un pequeño gatito. El vocalista tomaba aquello de varias formas, según sus ganas de jugar, desde comportarse cariñoso hasta tornarse algo erótico. Esos puntos los ganaba el guitarrista, quién sabía cómo pavonearse y volver literalmente loco al Rey Demonio. Pero también el que lograba poner en jaque a Shou, puesto que aunque el más alto era todo un dominante, lo cierto era que en la relación mandaba Hiroto a sus anchas, a veces tan solo usando un pequeño puchero.

 

 

El guitarrista, se dirigió hasta la reunión pre establecida para aquel día, luego se dirigiría al estudio antes de terminar pasando por la casa de un amigo, que le enseñaría su nueva guitarra, Hiroto era hiperactivo y toda su agenda estaba dominada por infinitas tareas. Con Shou se comunicaban vía mensajes (muchas veces sus agendas no coordinaban) o algunos stickers.

 

No convivían, pero si vivían en el mismo edificio de apartamentos, por lo que se turnaban para dormir juntos,  y siempre teniendo el cuidado de respetar las actividades del otro. Cabe destacar que Shou e Hiroto se entendían tanto, que sus discusiones eran escasas y que su relación había florecido de forma muy lenta pero bien arraigada.

 

 

El guitarrista había terminado su reunión con su amigo, antes de volver hacia el edificio. Le envío un mensaje a Shou para saber quién cocinaría o qué realmente le apetecía comer al mayor, pero por alguna razón desconocida, el mismo  no respondía. Preocupado el rubio, subió por el ascensor hasta llegar al piso del más alto (el mismo vivía unos dos pisos más arriba). Llamo a la puerta pero nadie respondía, Hiroto sintió su corazón acelerarse por el miedo, recordaba que aquel día Shou tenía una agenda poco cargada por lo que estaría temprano de vuelta en su casa, su última hora de conexión llevaba varias horas y ni siquiera le había avisado sobre un encuentro de amigos o algo por el estilo.

 

 

Cogió la llave que tenía como respuesta (por cualquier eventualidad) y sin más abrió la puerta. Las luces en su interior permanecían encendidas, algo que ni siquiera se había percatado de confirmar previamente desde la acera, sigilosamente buscó al mayor, encontrando en su camino como la televisión se encontraba encendida. Hiroto se acercó al sofá y se encontró con lo que nunca se imagino encontrar.

 

 

Shou dormía plácidamente sobre el sofá, acompañado de un...GATO. Hiroto le clavo la mirada al felino, no podía creer aquello, como es que el más alto no había mencionado nada sobre la existencia de su nueva mascota. Por unos cuantos minutos el guitarrista no pudo moverse, observando como aquella bola de pelos estaba durmiendo a la par de su pareja.

 

El vocalista despertó, y sus manos  recorrieron de inmediato al felino, sonriendo ante aquel gesto pero sin percatarse de su novio, quién seguía inmóvil a su lado. Para cuando Shou abrió los ojos, se encontró con la figura de su guitarrista, razón por la que dio un pequeño salto de su asiento al asustarse.

 

-         Pon... ¿Qué diablos...?— Preguntó de repente, soltando un improperio ante su susto.

 

 

-          ¿Qué haces tú con ese gato?— Cuestionó de inmediato el menor, quién observaba con recelo a la mascota de Shou.

 

-          Oh... es Shishamo. La acabo de adoptar ¿No te parece linda?— Pregunto algo embobado el vocalista.

 

 

-         ¿Qué?- Hiroto se sentía algo aturdido. Por primera vez se sentía bastante celoso. Mucho más del modo en que Shou trataba a aquella bola de pelos.

 

 

-           Pon...no me jodas. ¿Estás celoso de una gatita?— Shou podía leer a la perfección las miradas de su novio.—  Tú tienes a Mogu, y yo siempre he querido una gatita. Shishamo es ahora mi hija... creo que tu deberías aceptarla.— Recriminó el más alto, un tanto ofendido de la reacción de Hiroto.

 

 

-          Pero... yo era tu gatito o no.- inquirió el menor con cierta tristeza y haciendo un puchero.

 

 

-          Hiroto...tu eres mi gatito. Eso no cambiara, pero Shishamo es mi hija. Tanto como tu cuidas a Mogu y también lo he adoptado como mi hijo. No creo que tú no puedas hacerlo con Shishamo.

 

-          Mhm...— Hiroto dudo, mientras sentía más celos incontrolables. En su cabeza pasaba la idea de todo el tiempo que Shou le dedicaría a su gatita y que incluso le quedaría menos tiempo para estar juntos. De por sí, no contaban con tanto tiempo y de repente era "padre" nuevamente y sin ser consultado.— Podrías habérmelo mencionado, ¿no crees? A Mogu lo tuve antes de que seamos novios.

 

-          Y por mi parte lo acepte como parte de mi familia. Incluso lo he cuidado cuando me lo has pedido. ¿Por qué te molesta tanto la llegada de Shishamo?-

 

 

-         Me hubieses mencionado que deseabas adoptar una gatita y lo buscábamos juntos. Somos una pareja, mas allá de que no convivimos bajo el mismo techo, las decisiones las tomamos en conjunto ¿No te parece?-

 

-         Me encontré con Shishamo de casualidad al volver por la tienda de mascotas. Ne sucedió lo mismo que te sucedió a ti cuando adoptaste a Mogu. - Ofuscado el más alto, se paró de su asiento y llevó a Shishamo a su canasta.- Pensé que estarías feliz por mí, pero sólo estas comportándote como un idiota. –

 

-          Créeme que me alegro...pero la sorpresa…- El menor no termino de hablar puesto que Shou comenzó a elevar la voz.

 

-         No mientas, tú no quieres a Shishamo y sino la quieres a ella, tampoco me quieres a mí. Te pido Ogata que te retires de mi casa. No quiero seguir discutiendo. Por favor.— Pidió, sintiéndose agobiado.

 

El guitarrista estuvo unos cuantos minutos antes de entrar en razón, el más alto estaba a punto de cortar con él. Sabía que si seguía insistiendo o molestando, las cosas se complicarían aun más, por lo que decidió, retirarse y no seguirla discusión, aun cuando estaba demasiado tenso.

 

 

Se retiro del apartamento, cerrando la puerta de un golpe, tomando el ascensor para llegar hasta su piso. ¿Qué rayos había pasado? ¿Cómo todo cambio repentinamente?

Notas finales:

 

¿Quieren saber cómo sigue? Por favor háganmelo saber con un comentario o quizás con muchas leídas, así me siento motivada para escribir la continuación.

 

Deseo revivir la pasión por estas parejas de Alice Nine,  y espero poder lograrlo con este granito de arena. Gracias a todos los que leen!

 

Hasta la próxima!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).