-Creo que últimamente me eh estado sugestionando mucho, por la película que vimos hace poco-
-¿De qué estas hablando? ¿Cuál película?-
-Esa película que trata sobre un Mago, una señorita que puede viajar entre dimensiones y esa bruja-
-Aaaah. Si, si, ya se a cual te refieres- Asiente, bastante tranquilo, hasta que procesa muy bien lo que el otro intenta comunicarle -¿Cómo que te sugestionas con esa película?- El tono burlón, continua pero agregándole algo de picardía -¿Apoco has tenido sueños húmedos con alguno de los personajes-
-¡¡¡¿QUÉ?!!! ¡¡¡¿CLARO QUE NO DEATH?!!!- La cara pálida y se mezcla con el intenso rojo en las mejillas, para detenerse en seco y hacer un ligero puchero por las malas palabras del otro.
-Ja, ja, ja, ja, ja, ja, mira tu cara- Señala con el dedo índice al menor -Te ves tan ridículo- Las carcajadas lanzadas, claro que llaman la atención de los demás alumnos que caminan por el amplio patio de la institución.
-¡¡¡ES TU CULPA, POR DECIR ALGO TAN VERGONZOSO!!!- Desvía su mirada, bufando bastante molesto, por la indiscreción del otro -Por eso nunca te cuento nada, eres un bocón-
-Ja, ja, ja, ja, pero ¿Qué tiene de malo que tengas sueños así, Mu?- Sigue con su burla, casi que se le salen las lágrimas por este hecho.
La vergüenza invade el rostro del pobre pelilila, sus orbes verdes brillan con intensidad, por el rojo en esas mejillas -¡¡¡QUE NO HA PASADO!!!- Se cruza rápidamente de brazos, justo al nivel de su pecho, para girarse y caminar hacia otra dirección.
El burlón chico de cabellos morados desordenados, se da cuenta de esto y decide seguir al menor.
-Oh, vamos… Ja, ja, ja, es gracioso que quieras contarme algo así- Entre querer seguir la burla, y hacer algún tipo de tregua.
No le presta mayor atención, sigue su andar, sujetando su mochila, que la lleva sobre su hombro, cruzando su torso, bajando por la cadera, intentando pasar desapercibido por el pequeño espectáculo de las burlas del mayor hacia su persona.
Se da cuenta que ya lo hizo enojar, y avergonzar por pares iguales. No es que esté joven sea muy malo o cruel, es solo que le gusta molesta a todos a niveles que a veces pueden llegar a traerle problemas…
También que podría ser regañado por su padre, por no cuidar bien de su primo menor, y sabiendo que Mu, es de los que le cuentan a sus padres casi todo, sería mejor hacer que este mal momento desaparezca.
Contiene ligeramente su burla para acercarse al pelilila, y caminar a su par -Bueno, ya me callo… ¿Qué me querías decir?-
-Mejor no, conociéndote volverás a burlarte de lo que te diga y no diga- Indignado y bastante fastidiado, pues se supone que como familia se deberían llevar bien, pero Death siempre ha sido alguien difícil de tratar.
-Oh, vamos bebé borrego, no debes ser así…- Pasa un brazo por los hombros del otro, para llevarlo de esta forma sujeto, y de paso descansar su extremidad -Cuéntale a tu perfecto y bondadoso primo mayor ¿Que te ocurre?- Sonríe triunfante y burlesco aún -Tal vez, con mis bastos conocimientos de la vida, te pueda ayudar a resolver tus dudas-
Pero el otro no responde, solo le voltea la cara, ignorándolo de nuevo, bufando de coraje.
-Tsk, tampoco fue para tanto, solo era un pequeño chiste-
-No me gusta que bromees así conmigo- Encara de inmediato al de ojos azul oscuro, para casi gritarle -¡¡¡ADEMÁS LO QUE TE QUERÍA CONTAR NO TIENE NADA QUE VER CON TUS TONTERÍAS!!!- La costumbre de inflar ligeramente las mejillas, mientras sus manos en forma de puño se proyectan y le dan una imagen adorable.
Como primos, han pasado toda su vida conviviendo, así que se conoce bien, saben donde molestarse y fastidiarse… También de conocer los puntos débiles del otro.
Y claro que para Death, el que Mu haga estos pucheros, la advertencia para que ya lo deje de molestar, además que significa que es algo importante lo que le quiere contarle.
-Bueno, bueno… Ya bebé borrego, no es la gran cosa- Sigue invadiendo el espacio personal del otro, sonriéndole -Anda, ahora sí cuéntame, ¿Qué atormenta esa cabeza loca tuya?- Señala dicha parte del cuerpo.
Mu lo ve, no le agrada que le diga ese sobrenombre en la escuela, pero ya es tarde para hacer algo al respecto, todos lo conocen así y de hecho le queda bastante bien… Por la linda carita que posee.
Deja escapar un suspiro, pues sus pensamientos últimamente, como sus sueños lo han llevado a un solo punto, a quedar en una especie de confusión.
Necesitaba un pequeño concejo de alguien que conocía muy bien, y que a pesar de sus malos chistes, lo ha escuchado siempre que lo necesitaba y dado concejos que caigan en la sensatez.
Lanza un suspiro y sigue dejando que el peli morado lo medio abrace, para molestarlo -Es que… Últimamente he tenido sueños…- Alza su vista, para ver muy enojado al otro -Y no de esos cochinos que tu piensas- Le señala con el dedo índice.
-Oye, yo no dije nada- Mientras sus dientes se muestran en una media sonrisa, haciéndose el inocente.
Se intenta relajar, para seguir con su relato.
-Es que, últimamente he soñado, con cosas muy raras…- Alza sus brazos al nivel de su rostro, para enfatizar sus palabras -Sueño que tengo una armadura dorada, que representa al carnero del zodiaco, he visto a algunos amigos míos vistiendo otras, incluso a ti- Señala con el dedo índice al contrario.
-¿A mi?- Se impresiona fingidamente, riéndose del tema -¿Y cuál armadura uso? ¿La de cáncer?- La curiosidad de parte de este se presenta de manera poco sincera, ya que lo hace solo para molestar.
-No solo a ti, sino que incluso a mis padres, que vestían o vistieron antes armaduras diferentes, y también los tuyos… Y, no se…- Frunce sus peculiares cejas, para también morder ligeramente sus labios -Me hace pensar que igual que en esa película, pudiéramos tener contrapartes en otras dimensiones…- Revela su curiosidad y relación que hace con este suceso y lo visto.
-Mu, eso es sólo una película- Le habla con sorna en su tono -No existe eso de los multiverso, dimensiones, y cosa por el estilo.
-Pero, ¿No crees que es raro que empezará a soñar algo así, justo después de haber visto esa película?- Su carita muestra una auténtica preocupación, como enorme curiosidad.
-Tú mismo lo dijiste, te has sugestionado- Aleja su brazo de aquellos delgados hombros -¿Cómo vas a pensar que somos guerreros dorados, con armaduras? Ja, ja, ja, ja, y dime, ¿Por qué pelearíamos o vestiríamos esas cosas?- Posa su dedo índice en el mentón, haciendo alusión a la estatua del pensante -Ya se, puede ser que en vez de guerreros, todos seamos unos locos vistiendo algo tan absurdo como eso… Ja, ja, ja, ja, o vamos a una fiesta de disfraces- Solo se le ocurren tonterías, una más absurda que la otra y sin ningún sentido.
Sin embargo en contra de lo que se pudiera pensar, Mu no se esta enojando con este sujeto por burlarse o decir que lo que su mente trae al dormir son cosas absurdas.
Solo sigue recordando más de esos eventos, en que siente todo tan real.
-Siempre tengo el mismo sueño, en que estamos en unos templos de origen Griego, y cada uno defiende uno de estos… Peleamos para proteger a una Diosa, contra otro Dios… Creo que contra el del Inframundo de esa cultura…- Asiente sin mirar al otro, solo al frente mientras camina.
Death, decide escucharlo bastante atento, alzando una de sus ceja comunes.
-Recuerdo siempre a un pequeño niño, que tiene mis mismas cejas, y me llama “Maestro” y… Me gusta mucho estar con él en mis sueños, lo abrazo y le enseñó como reparar armaduras en algunos…- Posa su mano sobre el mentón como si fuera algún tipo de apoyo para pensar…
Su mente le deja ver tantos momentos, de formas muy diferentes, pero con la misma temática de guerreros vistiendo ropas dorados.
Todo bastante raro pero fascinante a su pensar, el joven pelilila que siempre ha disfrutado de cosas de esa índole.
Sumergidos entre la realidad, y lo mítico de antiguos cuentos.
El otro no dice nada, solo escucha atento, notando que está verdaderamente interesado en estos temas.
-A ese niño jamás lo he visto, pero… Me hace pensar que es alguien muy importante, y que tiene gran relación con la familia…- Suspira y sus mejillas se ruborizan -También en mis sueños... A mis padres les llamo maestros…- La idea, le incomoda un poco, pues apenas tiene catorce años y pensar en algo así para su corta vida le da vergüenza -¿Tal vez sea una vista al futuro? Que algún día ese pequeño que he visto sea mi hijo- Lo dice con toda la vergüenza del mundo, con una di una grata emoción y sorpresa. No es secreto para nadie que Mu Anies es un Doncel bastante maternal.
Los ojitos verdes bien abiertos, dejan escapara una bocanada de aire repentino. El peli morado, simplemente se queda algo impactado, mirando con cierta duda a su primo, incluso dejando ver incertidumbre, ya que está idea se le hace lo más absurdo del mundo.
-Muy bien, nada de películas de superhéroes para ti, bebé borrego- Le sentencia, alzando una ceja, para esta vez, abandonar su mueva de burla.
-Death, solo te estoy contando lo que me ha estado pasando…- Le recalca, para que no lo mire con esa cara de duda y de confianza -Te dije que me debo estar sugestionando por completo, por que..- Baja su mirada, dejando escapar un suspiro algo triste -Por qué… La verdad, no creo que sea siquiera posible… Lo de los viajes interdimensionales o que estemos conectados a otros mundos…- Una risa nerviosa, pues por el rostro del otro debía seguir con la idea de que solo es producto de su imaginación influenciado por las películas que ha visto, y algunos animes revueltos en su mente.
-Obviamente- Le revuelve rápidamente los cabellos -Todo eso son cosas absurdas para entretener y vender muchos boletos, y objetos promocionales, para aquellos sin vida social se obsesionen con estos temas y discutan en redes sociales- Asiente decidido, pues la idea simplemente es absurda, ya que eso de ser guerreros, luchar por alguna causa, niños que llaman a otros “Maestros”… Solamente deben ser ideas revueltas de la mente de un joven algo hiperactivo y fácilmente influenciable en ciertas cosas.
-Ja, ja ja, Si, ¿Verdad?- Una risa nerviosa se apodera de los labios del pelilila, mientras rasca levemente el lado derecho de su cabeza -¿Cómo voy a pensar que alguien que jamás he visto, podría ser la persona de la que me enamore algún día? Suelta esta información de repente, sin haberla mencionado o analizado antes.
Esto no pasa desapercibido por su primo mayor, que el rostro de superioridad se le parece ir en el momento que ha escuchado eso.
-¿Qué dijiste?- Le hablé serio y curioso.
-¿Eh?- Mu rápidamente se hace el inocente, reaccionando a que conociendo al peli morado, fanático de lo relacionado a la muerte, que si bien pareciera poco interesado en convivir con él todo el tiempo, es protector y toma muy enserio su papel de cuidador, aunque sólo sean tres años de diferencia.
-¿Cómo que enamorado?- Se acerca para inspeccionar mejor el rostro rubor izado del pelilila, alzado su ceja acusadora, y poniendo sus manos en la cintura, imponiéndose desde luego.
Las mejillas de Mu se tornan rojas, sin duda no le ha dicho toda la verdad referente a sus sueños, pues se nota la vergüenza en este adolescente.
-Eh… Yo… Bueno… Es solo un sueño, No es como si lo hubiera conocido de verdad, ¿Cierto?- Solo habla por hablar, intentando salir de esta situación tan bizarra.
-¿Acaso con él tuviste a tu hijo de los sueños?- Si se pusiera a pensar lo que ha dicho, bien podría decir que es absurdo, pero su sentido de primo protector de activa de inmediato.
Debía salir rápido de ese lugar, no sería nada bueno que su primo empezará un interrogatorio, pues al final sería regañado por este, y de seguro acusado de estar viendo cosas impropias para su edad, que si bien… Mu sigue siendo muy inocente en muchos aspectos de su vida, no niega que el amor es un tema que le gusta, y sabe lo que se debe hacer para concebir una vida, pero no lo ha experimentado, ni visto, más allá de los libros de biología y sexualidad que la escuela proporciona.
-Oh, Death… ¿Mira la hora que es? Las clases ya van a iniciar, debo de darme prisa… Si…- Comienza a dar pasos hacia el primer pasillo que tiene delante -Quiero llegar a tiempo a mi salón…- Entre una risa nerviosa, y el deseo de huir, comienza a alejarse del peli morado, caminando algo rápido.
-¡¡¡¿A DÓNDE CREES QUE VAS?!!!- Le grita rápidamente para ir detrás de él.
No se va a quedar con la duda de lo que el otro planteo… Simplemente le parece algo curioso y poco común que Mu este pensando en esas cosas.
El hecho de que la familia tiene dificultades para darse cuenta, de que los menores de esta, también crecerán y tendrán deseos de experimentar nuevas cosas, y eso no es para nada malo.
Entre la carrera que ambos primos tienen, para que uno no alcance al más joven y lo obligue a hablar sobre temas delicados…
En la mente de Mu, la imagen de ese joven hombre se refleja en su pensar, recordarlo entre su escape, rubio, ojos azul cielo, que le sonríe solo a él, su semblante serio le atrae cada instante que lo logra ver en sus sueños.
No puede evitar sonrojarse, cada que piensa en los besos que ha tenido con él, los abrazos y suaves caricias, saber que ese niño que le llama maestro tiene más que ver con ambos…
Los nombres de aquellos que no conoce no los puede recordar. Sin embargo sus rostros los tiene muy bien definidos.
En su corazón acelerado por la huida, solo ruega algún día conocerlos, si es que esta destinado a que eso ocurra.
---A la Entrada del Instituto---
Un auto se ha estacionado de color negro, elegante, limpio y llamativo.
De este, un adolescente se baja de este vehículo.
La mirada imponente proyectada por unos azul claro, unos cabellos cual oro ondeando en el aire, es sumamente hermoso, pero por su complexión se puede revelar que no es para nada un Doncel.
Llevando una mochila acorde a su manera formal y sobria de vestir.
La puerta del auto la cierra él mismo, sin despedirse de quién lo ha llevado, pues en si no es miembro de su familia, sólo un empleado.
-Acabemos con esto de una vez- Se nota que no esta para nada feliz en asistir a una escuela como esta. Sencilla, de poca fama o prestigio, donde las pociones económicas no son de gran relevancia, sino que las calificaciones hablan más de lo que valen sus alumnos, y claro, también lo que aporten a la institución con actividades extracurriculares.
A simple vista este chico, no podría demostrar todo lo que su reputación le precede. Arrastrando un historial de falta de disciplina, tal vez no para decir que es un delincuente, pero si para catalogar lo como un mimado que quiere todo en bandeja de plata…
Ya había retado a sus padres que no importara donde estudiará, él no haría lo que se le ordenarán, haría su voluntad.
Le da igual haber sido “Castigado” al ser inscrito a esta institución a mitad de año escolar y habiendo los padres cobrado favores.
Por el momento no puede huir, el chófer lo vigilará todo el día, para que permanezca en clases.
Pero su mente, siempre encuentra la manera de salirse con la suya.
Solo quería segur dibujando, es bueno en eso, pero le molestaba tanto compartir su tiempo en actividades que no le interesan.
Su principal idea de diversión y pasar el rato, es quedarse en su habitación dibujando, ilustrando lo que quisiera. Y últimamente un rostro era lo que más plasma en esas hojas.
Y en su mente, deseaba conocer al dueño de esos ojos verdes, y cejas en forma de puntos que muchas veces asaltaban sus sueños, y le hacían sentir una felicidad tan enorme, como grandes deseos de hacer cualquier cosa para complacerlo.
Entra en aquel instituto sin ninguna expectativa, serio y deseando que nadie se le acerque, no quiere entablar una amistad con nadie.
Su forma de pensar es bastante cerrada.
Se le puede culpar por creerse mejor que los demás, cosa que es bastante absurda…
Viendo a todos como inferiores…
A nadie lo cree digno de su amistad…
Tal vez, este lugar le sirva para tener un muy fuerte golpe de realidad. Entender que las cosas no son como las desea siempre…
Ya que de esa manera de vivir tan mimada que lleva, no lograra nunca conseguir lo que realmente necesita en su vida…
Tendrá que aprender muchas cosas a la mala, ya que…
En el momento en que sus zafiros se topan con unas esmeraldas, que quedan a escasos centímetros, por la rápida persecución.
Ambos se quedan hipnotizados, sorprendidos a su manera de poder ver los ojos de aquella persona que solo habían estado conociendo en sus sueños, y que no creían que en la vida real existiera un ser tan perfecto y único que los haga suspirar.
¿Sera que la realidad superó a la ficción una vez más?