El Progreso que había hecho estudiando todo lo que tenía que ver con ser el sucesor de su familia, no iba tan bien como había creído. Los documentos que hasta ahora había aprendido solo eran la punta del iceberg, necesitaba información más detallada pero esto involucraba tener que informar a su padre de su decisión y no quería que este se diera cuenta por el momento ¿Por qué? Simple, su madre se volvería loca al enterarse y sería atacado sin compasión y quería estar por lo menos algo preparado para ese momento.
Del año que había pedido para poder pensar acerca de su decisión ya iba por la mitad y a penas sabía lo básico de un Black. Había dejado todo lo que se le interpusiera en sus avances, el Quidditch y su obsesión por Severus tenían que esperar. Y lo que más le había dolido dejar no era el deporte en escoba, no, eso no había sido tan difícil; pero dejar de perseguir a Severus Snape había sido un calvario las primeras semanas.
Siempre se había asegurado de verlo por lo menos una vez en el día pero ahora que pasaba rodeado de libros ya no podía ir por el mapa y tratar de emboscarlo y para empeorar la situación Severus Snape parecía que le volvía a evitar. Podía entender su forma de actuar pero eso no hacía que doliera menos.
-Menos mal te tengo a mi lado Lunático -El chico de cabello largo dejó caer su cabeza sobre el libro que hasta hace poco había estado leyendo
-¿Por qué lo dices?
-Sin tu ayuda ya me hubiese muerto en medio de todo este desastre -Había levantado una de sus manos y señaló todo a su alrededor
-Manejar una familia como la tuya no es tan fácil -Le contestó el otro
-Nunca creí que estaría leyendo esto por voluntad propia -El chico movió su cabeza de un lado a otro provocando que las páginas del libro producirán un sonido un tanto molesto
-Tienes que aprender a manejar las finanzas y conocer cómo se realizan los negocios mágicos, contratos y obviamente los conjuros de confiabilidad. No puedes tomarte esto a la ligera o serás metido en un juramento inquebrantable o deber un favor
-Lo sé, Lo sé... -Sirius levantó por fin el rostro y le sonrió a su amigo -Esto es una mierda, apenas y estoy aprendiendo lo esencial para que no me estafen y ya siento que mi cerebro va estallar
-Y aún falta enfrentar a tus padres y después ponerte al día con todos los negocios de tu apellido
-Todo sería más fácil si fuese un Lupin y no un Black -Sirius volvió a poner la cabeza sobre el libro abierto -Dile a Hope que me adopte
-No llames a mi mamá por su nombre
-Pero ella me lo ha pedido
-Y tu crees que me lo creeré
Sirius levantó su cabeza en medio de una carcajada y trató de seguir con sus estudios, le faltaba mucho por poder tomar un descanso.
Por otro lado Severus Snape se reunía con una pelirroja en los jardines del colegio.
-Severus -Saludo la chica
-Lily -Severus estaba consiente de que debía de mantener su amistad con la chica, pero su remordimiento por su falta de confianza a un no sé había desvanecido
-¿Cómo has estado?
-Bien se podría decir -En los últimos meses se había mejorado de su anemia pero sus deberes como el mejor pocionista de las filas de El Señor Tenebroso se habían multiplicado así que se sentía un poco cansado
-Lo siento -Dijo de pronto la chica
-¿Por qué? -Severus seguía caminado y no le había devuelto la mirada
-Por no haber confiado en ti
Severus por fin la miro y vio que sus ojos estaban un poco llorosos
-Se que no deje que te explicaras y hice oídos sordos a todo
-A pesar de que no habías presenciado nada, aún así me creíste capas de semejante cosa -En su vida pasada si lo había llegado hacer pero en esta era diferente pues se arrepentía de todas las malas decisiones que había tomado
-Me equivoque y por eso te pido una disculpa -la chica le tomó de la mano y le trató de sonreír a pesar de que sus ojos derramaban lágrimas -Eres mi mejor amigo y ya no quiero estar separada de ti
Severus decidió dejar pasar sus malos sentimientos y la atrajo a sus brazos
-Esta bien acepto tu disculpa -La abrazo con fuerza y le dio un beso en la coronilla de su cabeza -La próxima vez que escuches algo de mi, ven y poreguntame tú misma y no te dejes engañar por los demás
La pelirroja lloro un poco más en los brazos de su amigo, en verdad lo había extrañado
-Lo lamento es que me sorprendió mucho lo que escuche y bueno... Yo soy
-No odio a los muggles Lily, no todos son como Tobías
La chica se aferró más a su amigo y susurro una vez más un lo siento
-¿No te duele mucho?
-Tengo pociones para ello -Respondió el platinado
Remus en ese momento terminaba de ponerse los pantalones mientras su vista se distraía en la esbelta y muy refinada figura de su compañero de cama.
Desde que se había embarcado en esa nueva aventura su vida había tomado un nuevo rumbo; uno más en armonía con su bestia. Las pociones de Severus le habían ayudado de una gran manera y poder compartir la cama con su mate le proporcionaba una gran calidez en su pecho, aún si todo era solo para poder vivir en paz con sus lados bestiales.
El amor que en algún punto había sentido por Malfoy no es que haya esfumado, no, claro que no, solo que lo había sepultado en lo más profundo de su ser y había decidido tomar y ser feliz con lo que pudiese obtener; un ser de su especie no podía ser codicioso, ya tenía más de lo que cualquier hombre lobo podría soñar aunque no estaba tan seguro de lo que su especie realmente desea.
Cuando los dos estuvieron ya con su correspondiente ropa en su lugar Remus por fin se atrevió a acercarse a su mate y le tomó por la cintura y junto sus cuerpos, hundió su nariz entre el delicado cuello del Slytherin
-Hueles tan bien -No recibió una respuesta clara pero si un sutil movimiento que le permitía poder disfrutar más de ese delicioso aroma
-Este fin de semana no vendré
Ambos amantes habían establecido los fines de semana como sus días de liberación, donde podían "Ser ellos mismos"
Remus se quedó en silencio pues no tenía que agregar nada, no podía preguntar nada y con el tiempo ya había perdido un poco la curiosidad
Poco tiempo después ambos se encontraban en su respectiva sala común.
El tiempo siguió su curso normal, algunos alumnos seguían enfrascados en obtener buenas notas, otros se distraían en sus entrenamientos de Quidditch (más ahora que Gryffindor corría peligro de perder la copa) otros le ponían mas atenciones a sus relaciones amorosas.
Pero nadie estaba mas ocupado que Severus Snape, este había sido contactado por su Señor y le había encomendado un gran pedido de pociones; tanto venenosas, curativas, multijugos y veritaserum. No eran pociones que se podían tomar a la ligera y lo más complicado era hacerlo a escondidas de su profesor, tanto Lucius como Regulus habían tenido que intervenir en sus mentiras para no levantar sospechas en el viejo entrometido.
Y lo que más le generaba estrés al pocionista no eran los pedidos de su amo, en vez de eso lo que más le asustaba era que el año escolar estaba por terminar y casi podía ver que el siguiente año no sería como en su vida pasada.
El Señor Tenebroso se estaba moviendo con más prisa esta vez, los asesinatos ya no se trataban de ocultar, los secuestros mucho menos y ahora parecía que sus tropas ya no sólo torturaban a los que se negaban, ahora simplemente los quitaban de su camino. En su vida pasada su modo operandi era un poco distinto, pues en vez de asesinarlos así porque sí; más bien los convencían por medio de amenazas a sus herederos o cualquier familiar.
Los periódicos estaban llenos de noticias con respecto al "Nuevo por venir" uno donde los nacidos de muggles no tenían espacio, la mayoría de familias habían optado por no tomar un bando que les perjudicará; eso significaba que el ministerio estaba peor que antes. Nadie sabía quién podía estar bajo el mando los Mortifagos y no podían bajar la guardia.
Lo que más le estaba preocupado a Severus era que no había escuchado nada de la orden del fénix, para estos tiempos solo se habían esparcido unos cuantos rumores acerca de una organización que se oponía a las fuerzas oscuras, no un nombre; pero si una pequeña esperanza.
Pero no había nada ni el más mínimo rumor de ello.
Por otro lado había estado desarrollando un serio problema, el cual tenía nombre y apellido... Sirius Black.
Después de haber casi estado huyendo del heredero Black, ahora este ya no le prestaba nada de atención.
-No es que me importe... Así estoy mejor, menos problemas para mí -Se decía en los momentos donde su mente le jugaba mal
Sus preocupaciones se habían relajado los primeros meses, hasta le había agradecido a Merlin que por fin había reaccionado con eso de su supuesto enamoramiento. Pero entre más pasaba el tiempo más nervioso se había sentido, hasta había acudido (obviamente de forma discreta) a Regulus preguntado si en algún momento había tenido algún encuentro con Sirius; pero este le había dicho que no.
Sus miedos se dispararon cuando se enteró que dejó el Quidditch, jamás había llegado siquiera a imaginar un universo donde ese patan dejara por algún motivo la escoba. Y lo peor de todo es que después le vio sumergido en libros de contaduría, en compañía del licántropo.
Había tomado la estúpida idea de ser el cabecilla familiar de los Black.
Y lo peor de todo es que no había podido hacer nada por detenerlo y ahora ya estaban a dos semanas de terminar el año escolar, se avecinaba la muerte de Tobías, el traslado y ocultamiento de su madre, los viajes del Lor y por más que le pesase los asesinatos que tendría que realizar.
Se sentía solo y muy estrenado.
-Hola pelirroja
La chica no detuvo su paso, simplemente decido que lo ignoraría.
-Oh aún sigues enojada por esa pequeña broma jajaja -Joshua sonrió con picardía -Y eso que no soy fan de jugar bromas eh
-Vete al diablo Bristol -contestó con enojo
-Así que no lo tomaste como una simple broma, te hizo dudar -El Ravenclaw se ajustó un poco la capa que se había torcido debido a su carrera tras la chica -Dudas de que sea cierto
-Mira imbécil, no voy a permitir que sigas hostigando mi amistad con Severus -La chica había sacado su varita y estaba lista para lanzar unos cuantos hechizos -Esto qué tramas no te lo dejaré tan fácil
-¿Amistad? Jajaja bueno yo pensaba que es palabra tenía un significado diferente a lo que tú has demostrado por años, si mal no recuerdo es una relación de afecto, simpatía y confianza. Pero no veo que se adapte a ti
-¿Qué estás..
-Bueno una verdadera amiga no permitiría que unos chiquillos maltraten a su "mejor amigo" ¿O sí? -Al terminar de hablar pudo notar como la chica se quedaba perpleja
-TU NO SABES NADA!!!! -Gritó de repente -¡¡Cómo te atreves a juzgarme cuando no sabes nada!!
-¿Que no sé nada? Pero si todos en el castillo saben de tu pasividad hacia los causantes de todas las bromas hacia tu "mejor amigo" cuando tienes una gran habilidad mágica, nunca hubo un alto porque tú no lo buscasteis ¿No es así?
-Ca-cállate maldito... -Lily había adquirido un tono pálido en su rostro -Yo no podía hacer nada... -Los malos recuerdos la atacaban de manera desprovista, su tono de voz fue muy suave al hablar -No podía oponerme a ellos..
-¿Aún si uno de ellos decía amarte? -Continuó el tormento -No pensaste que quizás se detenían si tú lo pedías
-No!!! Cállate tú no sabes lo que pudo haber ocurrido, si yo me oponía ellos podrían venir tras de mí...
-Ah!! Eh allí el premio gordo!!! Jajaja -Bristol estaba disfrutando de lo lindo la mirada aterradora de la Gryffindor -Todo se trata de ti Evans
Lily no pudo constatar por el miedo y a la vez la repulsión que sentía en su interior
-Acepta de una vez por todas que nunca has sido una buena amiga jajajaja
Después de haber dicho todo lo que quiso se fue por donde había venido en medio de unas cuantas carcajadas dejando detrás de él una chica hecha un lío.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español