Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Wrong House por NNK

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Como siempre, los personajes le pertenecen a J.K.Rowling y algunos son de mi completa propiedad.

 

 

Capitulo X: La preocupación de Phoenix.

 

Phoenix se apoyó en el mueble de la sala de adivinación, viendo como Luna se apoyaba a su lado con mirada curiosa, mientras se rascaba la punta de la nariz. Sonrió enternecida, tentada a decirle que aquel gesto era una broma para su hermana, pero prefirió no hacerlo, le gustaba saber que Luna le correspondía, o eso al menos quería creer. Miró a su mesa, viendo como Eli peleaba con su hermano Draco. Desvió la mirada a la ventana, viendo a su hermana menor, ayudar a los chicos de primero a limpiar las gradas de Quidditch por castigo de su padre y la profesora Mcgonagall.

La tensión se dejaba ver en el salón, en sus dos años en Hogwarts, jamás había sentido el ambiente tan pesado entre los Slytherin y Gryffindor como ahora. Los alumnos de primero realmente habían provocado una pequeña tregua entre ellos, para convertirse en sus víctimas. Giró su cabeza al sentir la mano de Luna sobre la suya y entrelazo sus dedos disimuladamente. Escucho como el trío de oro comenzaba a hablar sin levantar mucho la voz.

— ¿Crees que estén bien? He escuchado de Ginny que le dijo Colín que ninguno de los tres ha comido desde el desayuno—comentó Ron a Harry, mientras veía como los tres chicos de primero, lucían cansados.

—Pero le prohibieron a todo el colegio alimentarlos hasta que terminen su castigo—comunicó Harry un poco preocupado.

—También supe por mi padre que el caso fue ingresado al ministerio de magia, pero papá dice que es muy difícil que el caso sea estudiado porque los chicos no hicieron magia y solo se quedaron a esperar que alguien fuera a buscarlos—dijo Ron con un poco de molestia por la injusticia que habían cometido con ellos.

—Aún así creo que el castigo es bastante injusto. Aroa y Dennis no se han alimentado correctamente, tienen clases todo el día y luego trabajan hasta después de la cena—pronunció Hermione preocupada por Aroa—Además, supe por Pansy en el baño, que el hermano menor de Blaise, Hator no la está pasando bien, sus compañeros de primero lo mandan a dormir al sillón.

—Aun así, qué envidia—murmuró Phoenix haciendo sonreír a Luna

Aroa había tenido la oportunidad de salir de Hogwarts. Se había divertido en un supermercado muggle y le había traído un peluche muy interesante para estresar a su padre. Pero por seguridad no iba a usarlo hasta que su padre dejara de tirar fuego por la boca. Esta vez Aroa la había liado en serio.

—Señorita Malfoy—pronunció la profesora Trelawney con una sonrisa, llamando la atención de la nombrada y de todo el salón—Sé que la conversación sobre la aventura de los niños de primero es novedosa y jugosa, pero podría darnos el favor de ¿Poder leer la taza de su compañera?—`pidió con paciencia.

Toda la clase miró a Eli Malfoy esperando que ella contestara. Giró la cabeza hacia su compañera que estaba apoyada en el mueble, Phoenix asintió con la cabeza, negándose a soltar la mano de Luna. Eli tomó la taza de su compañera, y revisó su interior.

—Bueno…veo…un animal en forma de perro, cazando algo pequeño. El animal cazado es pequeño y este animal trata de defenderse, eso podría ser—consultó pensativa, mientras revisaba el libro. No le gustaba la imagen de la taza y mucho menos cuando lo leyó en el libro—Significa arrebatamiento…—nombró mirando a Phoenix preocupada, viendo que esta le miraba sin entender—de un ser amado.

Phoenix abrió sus ojos sorprendida, observo a Luna, quien le miraba sin entender. La clase completa le miró preocupado. Harry observo a la ventana con preocupación viendo como Aroa y Dennis estaban apoyados, espalda con espalda mientras descansaban unos segundos. Aroa se giró e hizo una mueca de fastidio al ver que aun sus compañeros le miraban con cierta molestia. Phoenix, rodó sus ojos, su padre y hermana tenían la misma mirada de fastidio, prefirió tomar sus cosas e ir a su clase de pociones en cuanto la profesora término la clase.

Severus observo extrañado cuando sintió suspirar a su hija por quinta vez en la clase, la vio pasar su mano por la nuca con preocupación. Eli Malfoy, tenía una mirada culpable y observaba a Phoenix cada vez que suspiraba ¿Habían peleado? No, toda la clase estaba bajo un ambiente de preocupación, había algo que molestaba a la clase entera y a pesar de que tenía la curiosidad por preguntar, prefirió ignorar y mirar por la ventana.

— ¿Phoenix, estás bien?—preguntó en un susurró Eli al verla desconcentrada de la clase. —Realmente, lamentó mucho haber dicho aquello en adivinación.

La nombrada giró su cabeza para mirar a su amiga, tratando de entender por qué razón se sentía tan extraña. No la culpaba, ella le había dado la autorización de leer la taza ¿Tal vez molesta? No, no le había molestado escuchar aquello. Estaba inquieta, pero porque, ella no solía creer en el don de la adivinación ¿Entonces porque tenía ese horrible presentimiento? Solo sonrió a su amiga y volvió a agregar los ingredientes que le faltaban a la poción.

—Señorita Snape, quédese—pronunció Severus al terminar la clase. Vio cómo su hija le hacía una seña a Eli para verla en la cena, mientras todos abandonaban el salón— ¿Vas a decir que ocurre? No dijiste nada en toda la clase, ni siquiera hiciste el intento de molestarme.

—Luego de lo de Aroa, tenía pensado que sería bueno no molestarte para que no tires fuego por la boca—bromeó con una sonrisa, que se deshizo en el instante que quiso salir—Estoy preocupada, ¿Te sientes enfermo?

—No, pero ¿Qué te preocupa?—preguntó, mirando a su hija.

—Nada, tuve adivinación y salió un perro que cazaba algo pequeño y no me sentí cómoda con lo que significaba—comentó indirectamente. — ¿Estás seguro de que no estás enfermo o que tal vez mi hermana lo esté?

—No estoy enfermo y por como vi a tu hermana hoy en clases de pociones en la mañana ella tampoco, si tuvo la energía de decir que ella cuando grande sería una callejera que trataría de casarse y si no lo lograba se ahogaría, dudo mucho que esté enferma—dijo con desagrado y molestia.

— ¿Ella dijo que?—preguntó Phoenix sin entender.

—Eso no importa. Ve a cenar, todos estamos bien. No debes preocuparte—aconsejo con severidad.

Phoenix observo a su padre sin entender, pero prefirió obedecer de todos modos, debía cenar para ir a su clase de astronomía. Decidió olvidar lo dicho por su amiga Eli, sus familiares estaban bien y siendo sincera no creía en ese tipo de cosas. No sabía en qué momento había dejado que aquello le afectará. Tal vez la conversación escuchada hizo que se preocupara más de la cuenta de su hermana.

Soltó un bostezo cuando se vio a mitad de la clase de astronomía, Draco llevo su mano a la boca de su prima para cubrir el bostezo, ella se sonrojó y miró a la profesora nerviosa, suspirando aliviada. Miró a Draco quien le sonrió con fastidio.

—Yo se qué la clase es aburrida, pero que no sea evidente—propuso Draco, llevando su mano a su bolsillo. Phoenix le miró con cara de pocos amigos.

—Cállate, tonto. Solo estoy cansada, nada más—comentó con cansancio—No dormí bien anoche. Tuve una pesadilla que no quiero recordar.

—No quiero escuchar tus problemas—comentó Draco con desprecio.

Phoenix rodó sus ojos, era de esperar de Draco, prefirió concentrarse en su telescopio para mirar las estrellas y concentrarse en la clase. Draco a veces provocaba que le dieran ganas de golpearlo. Miró las estrellas, volviendo a sentir un mal presentimiento, negó con su cabeza y observo el suelo, sintiéndose extrañada cuando todo el mundo miraba hacia arriba con asombro. Sus ojos se abrieron con sorpresa al reconocer el patronus de su hermana. El caballo venía del bosque prohibido y galopaba encima de los chicos de tercero.

Phoenix comenzo a correr en dirección al bosque prohibido, hacía dónde se dirigía el caballo, el grupo de tercer año le siguió, pero se detuvo cuando la Profesora Mcgonagall hizo aparecer una pared transparente a mitad de su camino. Phoenix vio como su padre se adelantaba hacia el habitad del hipogrifo. Este se volteó al escuchar el hechizo de su compañera, vio en los ojos de su hija el miedo que sentía ante esa llamada de su hermana, pero este solo le sonrió pidiéndole con la mirada que volviera a su casa común.

—Vamos, Aroa estará bien—ánimo Draco, tomando a su prima y hermana para llevarlas a la sala común.

Phoenix observo a su padre, mientras mordía sus labios, aguantando las ganas de llorar, ante la idea de que a su hermana le haya pasado algo.

Notas finales:

Gracias a todos por llegar aqui, nos vemos en la siguiente publicación.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).