Capítulo XXVI: Nymphadora Tonks.
Tonks se sintió extraña ese día lunes, cuando despertó y desayuno en Hogwarts, le recordó a sus años de estudiante. Se instaló en el lugar del accidente, mientras su compañero iba por los expedientes de los chicos a la enfermería. Hagrid había dejado todo tal cual desde aquella noche, solo había cambiado al animal de lugar. Decidió caminar por los recorridos hechos por los chicos de primero la noche del ataque, para evitar así, ser atacados.
Y se dio cuenta, de que Aroa, Dennis y Hator habían recorrido al menos un kilómetro. Hator había sido encontrado a unos quinientos metros del hábitat del hipogrifo, Dennis a unos setecientos y Aroa, su prima a un kilómetro. Supo que Aroa Snape, había rodado hasta la pequeña fuente, lo que explicaba la contusión en la cabeza. Pero, realmente su verdadera pregunta era ¿Por qué había huido el atacante? Las huellas desaparecían camino al agua.
Regreso por el camino hasta el hábitat antiguo del hipogrifo, imaginándose la situación vivida por los tres niños, llegó al lugar, viendo a lo lejos al hipogrifo movía su ala ya sana, mientras su compañero Newt Scamander hablaba con Hagrid, se sentó tratando de pensar que había provocado ese ataque.
— ¿Qué tal Nymphadora?— saludo Aroa con una sonrisa, que se borró al segundo al ver la mirada asesina de la chica.
Tonks primero le miró unos segundos sorprendida el suelo, ante el susto de escuchar una voz distinta a la de sus pensamientos y luego sintió cómo su sangre hervía al escuchar su nombre, levantó la vista encontrándose con Aroa, quien más que contenta le observo aterrada y solo por esa vez, prefirió ignorar su propio enojo.
—Tonks, me gusta que se dirijan a mí como Tonks—susurró entre dientes, aguantándose las ganas de matar a la menor de los Snape— ¿Qué estás haciendo aquí? No deberías estar en clases de pociones con tu padre.
—Lo siento, Cedric Diggory me dijo que te llamabas así—se disculpó sintiéndose incómoda. Tonks observo hacia la entrada hacia la entrada del castillo, viendo que el chico le saludaba con una sonrisa. —Y sí, deberías estar en pociones, pero teníamos prueba y nos dejó salir al terminar.
— ¿Qué sucede porque me estabas buscando?—preguntó Tonks con nerviosismo, no le gustaba cuando los Snape guardaran silencios.
—Quería darte las gracias por traernos al colegio en el supermercado muggle, fue maravilloso volver a verte desde mi cumpleaños número cinco—comentó Aroa, sorprendiendo a Tonks—En ese cumpleaños, me alegro ver a alguien más de la familia de mi papi.
—No debes agradecerme, era mi trabajo y una de mis primas estaba desaparecida—comentó Tonks con una sonrisa—Aroa ¿Reconoces este lugar?—preguntó Tonks volteando a Aroa para que viera el lugar.
Aroa observo a su alrededor algo confundida ante la pregunta de su familiar, intento recordar los aromas del lugar, pero aquello solo hizo que se confundiera, mientras una punzada se adueñaba de su cabeza, negó con ella como respuesta.
—Es el antiguo hábitat del hipogrifo, el lugar donde les atacaron—Aroa, le miró sin entender nada—Hagrid, ha cambiado a su mascota al frente de su casa. —aviso, viendo como su prima le miraba atenta— dónde estás parada, los aurores han encontrado una bandeja con algunos pescados. Hagrid, ha dicho que les ha traído una bandeja con veinte pescados ¿Recuerdas cuantos pescados comiste esa noche?—consultó viendo como Aroa bajaba la mirada pensativa.
—Ese día, recuerdo que tuvimos un control de transformaciones, la profesora Mcgonagall nos pidió transformar nuestra mascota en una copa—comentó Aroa como respuesta—Tuve una conversación extraña aquella noche, pero no recuerdo qué fue lo que dije.
— ¿Cómo sabes que fue extraña?—comentó Tonks con esperanza.
—Porque Hator y Dennis me miraron pidiendo que me callara—contestó, viendo como su prima le miraba insatisfecha.
— ¿Por qué no le preguntas a Phoenix? Supe por Ron Weasley que ella tuvo clase de adivinación esa tarde y mi prima Eli dijo algo super extraño, que dio al clavo con el accidente, pero no me quiso decir que fue—comentó con desilusión.
— ¿Phoenix? Antes solo era Nix—recordó con una sonrisa, pero se preocupó al ver como Aroa le miró apenada.
—Ya no somos niñas, nos separa la niñez y la adolescencia—comunicó Aroa apenada—No somos iguales.
—Esa es una estupidez, pero preguntaré mejor a tu hermana—comentó Tonks contenta—Aroa—nombró al ver que la chica se regresaba al castillo. Esta se giró—Gracias por sobrevivir—Su prima sonrió antes de marcharse.
Tonks regresó su vista a su compañero, viéndolo jugar con el animal, como si fuera un niño de cinco años, en vez de un hombre casado con hijos y nietos. Se acercó a él con una sonrisa, viendo que este dejaba de jugar para prestarle atención.
— ¿Recuerdo de viejo tiempos?—preguntó Newt, calmando al animal mientras le dedicaba una sonrisa a Tonks.
—Un poco, aunque pensaba más en ¿Cuál es la verdadera razón para atacar a tres niños? No es eso demasiado escándalo—preguntó a Newt pensativa, viendo como el otro asentía con la cabeza.
—Pienso lo mismo, de hecho creo que atacar al hipogrifo, fue una forma de asustar a los niños para que se separaran, no funciono y comenzo a descartar—comentó Newt con una sonrisa.
— ¿Solo atacar a uno? ¿Pero a quién?—comentó, viendo como Newt le miraba con impaciencia. Tonks, vio como Phoenix salía del castillo hacia su clase de vuelo.
—Averígualo, tú eres la aurora, yo solo soy el magizoologista, que vino a ver al pobre animal y ver si es una criatura mágica la que atacó—habló con una sonrisa alegre.
—Ya entendí, que pesado, voy con mi familia—comentó sacándole la lengua a su amigo con una sonrisa. — ¡Nix!—llamó Tonks, captando la atención de la chica, quien se volteó confusa y luego sonrió al verle.
—Tonks, tiempo sin verte—saludo Phoenix, cuando la chica le abrazo con una sonrisa.
—Has crecido, la última vez que te vi, tenías el porte de Aroa—comentó con orgullo— ¿Puedo preguntarte algo privado?—consultó, viendo como Phoenix miraba hacia su clase de vuelo, la profesora Hooch asintió con la cabeza al verla con Tonks.
—Claro ¿Qué necesitas?—preguntó interesada.
—Es sobre Aroa, ella me ha dicho que ha escuchado de tus compañeros de curso, que has recibido un llamado de atención sobre el accidente en la clase de adivinación ¿Recuerdas qué fue?—preguntó, viendo como Phoenix le miraba sorprendida.
Tonks vio como su prima se volteaba y llamaba a Eli con la mano para que se acercara. Esta acudió a su llamado con una sonrisa al ver a Tonks.
—Eli, solo me dijo que un perro había atacado a un animal más pequeño, pero ese cachorro se defendía de su atacante—recordó Phoenix, viendo a Eli, para ver si le ayudaba un poco—No recuerdo más.
— ¿El cachorro se defendía solo una vez o varias veces?—preguntó, viendo como Eli le miraba tratando de recordar.
—Varias veces—contestó con una sonrisa al recordar la imagen que vio en la taza.
—Genial, eso servirá mucho en mi investigación, vuelvan a clases—comentó con una sonrisa alegre.
Tonks se despidió de su familia con una sonrisa alegre, antes de hacer que regresen a su clase y prefirió volver con su compañero, ya encontraría la manera de volver a acercarse de su compañera.