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Wrong House por NNK

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Notas del capitulo:

Como siempre, los personajes pertenecen a J.K.Rowling, y algunos con propiedad mia. 

 

Capitulo IX: El traslador.

 

Dennis tomó su libro de transformación del cuarto de su hermano, pero su mirada se concentró en el traslador en forma de pelota de Béisbol que tenía su hermano mayor Collín, la guardó en su bolsillo para mostrársela a su amiga, bajó las escaleras hasta la sala común, viendo a Aroa se comía el último dulce, de la única bolsa de dulces que quedaba.

—Ya no quedan dulces, Aroa—le reclamó Dennis con desilusión—Oye, te parece saltarte la clase de transformaciones—tentó, mostrando la pelota de béisbol—tengo un traslador y podemos ir a una tienda a buscar dulces.

—Te diría que sí, porque es mi semana de sacar de quicio a papá y no lo he hecho, pero no tenemos dinero muggle—hizo saber con tristeza—Pero podemos ocupar la capa de invisibilidad de Harry.

—Pero, si la ocupamos él se enfadara—comentó Dennis—Pero a nuestra defensa podemos decir que nos dejó sin supervisión y no la guardo.

—Me gusta, vamos al jardín y viajamos—dijo Aroa con una sonrisa.

Ambos salieron de la sala común Dennis con el transportador de su hermano mayor y Aroa con la capa de invisibilidad, guardada bajo chaleco. Pero, se sorprendieron al ver a Hator en la entrada, cruzado de brazos, con una cara clara de molestia.

—Rápido, la profesora Mcgonagall nos espera en el salón—aviso con enojo

—No iremos, vamos a ir a comprar dulces a un supermercado muggle, con esto—comentó Dennis, mostrando el mostrador—Además solo nos saltaremos la clase de la profesora Mcgonagall.

—Dame eso, lo usaré para acusarlos con la profesora—alejo Hator, tratando de tomar el traslador, pero Dennis se lo impidió.

La dama Gorda vio como los tres niños se peleaban el objeto, vio como Dennis se ponía a pelear con Hator y le sacaba la capa, Aroa tomó el traslador, tratando de quitarlo de las manos de ambos, pero eso ocasionó que se activara.

—Está bien, no nos saltaremos la clase—comunicó Aroa, pero ya fue tarde.

La dama gorda lanzó un grito llamando la atención de la gente que pasaba cerca de los pasillos, pero cuando estos llegaron los niños ya habían activado el traslador y desaparecido de Hogwarts.

Dennis escondió el traslador, viendo como una señora que estaba a mitad del pasillo se desmayaba y el niño pequeño que estaba al comienzo salía corriendo. Hator observo a su alrededor, no entendiendo por qué su entorno había cambiado. Aroa los observo a ambos nerviosa.

—Rápido, devuélvenos al colegio, antes que venga un auror a buscarnos—susurró entre dientes a Dennis, quien rió nervioso.

—No puedo devolvernos al colegio, hasta pasada una hora—contestó, viendo como sus dos compañeros le miraban con odio.

— ¿Es una broma? Tenemos que estar una hora aquí—exclamó Hator con enojo— ¿Qué vamos a hacer una hora aquí? Mis padres van a matarme, porque tuve que ofrecerme a ir a buscarlos—se quejó, viendo como Dennis y Aroa le miraban rodando los ojos.

—Podemos divertirnos, aquí hay de todo—ánimo Dennis.

—No hagas eso, un traslador se activó, ¿Qué pensará el auror cuando nos vea jugando?—preguntó Aroa con enojo. Esto no estaba en sus planes y estaba seguro que esto se enojaría a su padre todo un mes, si no es más.

—Cálmense, tengo una idea, vamos a uno de esos juegos y cuando el auror nos encuentre les explicamos la situación. —pensó Hator con una sonrisa, tratando de convencer a sus amigos.

—Eso suena lógico, si el auror entiende, puede evitar que nuestros padres nos maten—comentó Aroa con una sonrisa. —Bien, entonces a qué juego nos apegamos ¿Dónde está Dennis?—preguntó al no ver a su amigo por ninguna parte.

— ¡Hey chicos, vengan este juego les agradará!—exclamó Dennis llamando su atención. Aroa y Hator se acercaron—Este juego se llama mata al topo, solo debes golpearlo cuando salga—explico, tomando un bate y el otro entregándoselo a Hator—Se golpea así.

Hator vio como Dennis golpeaba al topo con el bate y este volvía a entrar, mientras salía otro de otro agujero, le dio con el bate viendo que este se entraba y volvía a salir otro. Dennis y Hator estuvieron jugando cinco minutos, antes de que Hator le diera con el bate a su compañero en la espalda y Dennis se defendiera dándole un bate en las rodillas.

—No te golpees, sangre sucia— comentó Zabini antes de volver a golpearlo en las piernas.

—No dejes que te peguen, aceituna con ojos—comentó pegándole en la espalda con el bate. Hator le miró ofendido ¿Qué se creía ese niño de tratarlo así por su color de piel?

—Por culpa tuya mi hermano mayor me va a matar—le dio con el bate en la cabeza.

—Todos nuestros hermanos mayores van a matarnos, idiota—le golpeo en el lado derecho del cuerpo. — ¿Dónde está Aroa?

Ambos votaron el bate al suelo y se giraron sobre sí mismos buscando a su amiga. Se miraron extrañados al ver que Aroa apretaba cada diez segundos la guatita de un oso que no dejaba de pronunciar Yo te amo mucho, abrázame. Se acercaron y se pusieron al lado de ella.

— ¿Qué haces?—preguntó Hator al no entender que hacía.

 —Compruebo, cuan estresante puede ser para mi papá un oso así— dijo, volviendo a apretarlo, mientras reía. Dennis y Hator le miraron como si estuviera loca—Le lanzaría el hechizo bombarda en un máximo  de uno a dos minutos como mucho.

—No creo que puedas cabrear a tu padre en un buen tiempo después de esto—comunicó Dennis ante la idea de su amiga.

—Lo sé, pero puedo llevárselo a Phoenix, para que lo ocupe cuando se le acaben las ideas—dijo Aroa, volviendo a apretarlo—Me lo llevo.

— ¿Es que crees que tu padre es tu juguete de diversión?—preguntó Hator sorprendido. El profesor Snape era el mejor líder que había visto de la casa de Slytherin, cuidaba a todos sus niños.

—Puede que sea un buen líder Hator, pero es mi venganza por hacerme sentir odiada y menospreciada—comentó con rencor. Habían pasado dos semanas desde que estuvo en enfermería y su padre prefirió actuar como si nada hubiera pasado. No le molestaba, pero aún esperaba una opinión de su parte.

Los tres se voltearon al sentir a alguien atrás de ellos. Sonrieron, al ver a una chica de pelo teñido de morado, mientras le miraba cruzada de brazos. Se miraron entre los tres viendo como la chica exigía una explicación con la mirada.

—Me presento soy Thonks, Ahora ¿Quién me explica como tres niños de Hogwarts, terminaron en un supermercado?— preguntó con una sonrisa.

—Nos pusimos a pelear con un traslador en las manos—comunicó Hator.

—Que necesita una hora para regresarnos al colegio—siguió Dennis.

—Queríamos dulces, pero nos arrepentimos e íbamos a ir a clases, pero nos pusimos a pelear con un traslador en las manos. Fue una mala idea—susurró Aroa arrepentida.

—Al menos fueron inteligentes, se quedaron quietos y no ocuparon magia en el mundo muggle—comentó con una sonrisa— La profesora Mcgonagall y el profesor Snape, están que lanzan fuego por la boca—comunicó, viendo como los tres bajaban la mirada, arrepentidos—Denme el traslador, ocuparemos el mío para volver.

Dennis observo a Thonks antes de entregarle el traslador de su hermano Colín. Thonks lo tomó y lo guardó en el bolsillo antes de tomar a los tres niños y desaparecer de allí, mientras su compañero se encargaba de los muggles del supermercado.

Los cuatros aparecieron en medio de la oficina de Dumbledore. Thonks, les sonrió a sus antiguos profesores y vio cómo los niños se miraron con culpabilidad. Sintió compasión por los chicos y se puso en frente de ellos.

—No se preocupe, director Dumbledore. Los tres saben perfectamente que no hicieron lo correcto, tengo que reportarlo al ministerio, pero solo lo tomaran como un pequeño incidente, los niños no hicieron magia, solo ocuparon un traslador básico—comunicó, viendo como sus dos profesores relajaban un poco su mirada, pero sin dejar de mirar enojado a los niños. —Yo solo diría que fue una pequeña travesura que salió mal y que no van a volver a repetir.

—Por culpa de ustedes tres, ambas casas tendrán cincuenta puntos menos—aviso Dumbledore con severidad—Profesora Mcgonagall, por favor reporte a los padres de Hator Zabbini y Dennis Creevey. —Por favor esperen a sus profesores afuera.

Aroa obedeció junto a sus dos compañeros, viendo como su padre le miraba con enojo. Definitivamente su padre, no quería verla, ni hablar con ella en un buen tiempo.

Notas finales:

Gracias a todos por apoyarme en esta historia. Nos vemos en la siguiente publicación.


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