Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Juntos por Liss83

[Reviews - 19]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

El aquelarre de Denali fue el último en emprender la partida. Garrett se marchaba en su compañía, y allí se iba a quedar, de eso Jacob estaba bastante seguro. Ni Tanya ni Kate soportaban la atmósfera de júbilo imperante. Necesitaban tiempo para lamentar la pérdida de su hermana.

Huilen y Nahuel fueron los únicos en quedarse, pese a que Jacob y Seth, esperaban que se hubieran marchado con las amazonas. Carlisle se sumió en una intensa conversación con Huilen, y estaba fascinado. Nahuel permanecía sentado junto a ella, escuchando mientras Edward contaba a los demás el resto de la historia del conflicto, cuyas interioridades sólo conocía él.

 

 

 

-          Alice le facilitó a Aro la excusa necesaria para abandonar la lucha. Probablemente, habría seguido adelante con su plan original de no haber estado tan aterrado por Bella.

-          ¿Aterrado ese...? ¿De mí? — dijo la chica, muy escéptica.

 

 

 

El vampiro le dedicó una sonrisa mientras le lanzaba una mirada que Bella no reconoció del todo; era tierna, pero también con una nota de sobrecogimiento e incluso de exasperación. Luego, siguió hablando

 

 

 

-          Los Vulturis no han librado una lucha limpia en veinticinco siglos, y nunca, nunca jamás, han combatido en una batalla donde estuvieran en posición de desventaja, en especial desde que Jane y Alec se incorporaron a sus filas. Sólo han tomado parte en masacres sin oposición.

-          ¿De verdad? — dijo la chica intrigada

-          Deberían haber visto qué aspecto ofrecíamos a sus ojos — dijo Edward emocionado  —. Alec priva a las víctimas de los sentidos y los sentimientos mientras se celebra el simulacro de juicio. Así nadie se puede ir cuando se anuncia el veredicto. Pero nosotros seguíamos allí: preparados, alerta y en superioridad, y teníamos dones sobrenaturales de nuestra parte mientras que Bella anulaba los suyos.

-          Aro no se veía muy feliz — dijo Seth entre risas

-          Él sabía que, al tener a Zafrina de nuestro lado, eran ellos quienes iban a quedarse ciegos en cuanto comenzara el combate — le respondió Edward  —. Estoy seguro de que habríamos sufrido unas pérdidas terribles, pero las suyas no habrían sido menores, y existía una alta posibilidad de que ellos perdieran. Nunca antes se habían enfrentado a esa eventualidad y no estaban dispuestos a hacerlo ahora.

-          Resulta difícil sentirte cómodo cuando estás rodeado por hombres lobo del tamaño de un caballo — espetó Emmett mientras palmeaba el brazo de Seth.

 

 

 

Éste le devolvió una enorme sonrisa.

 

 

 

-          Lo primero que les detuvo fueron los lobos — dije Bella.

-          Por supuesto — coincidió Seth.

-          Totalmente de acuerdo — admitió Edward —. Ésa era otra imagen que jamás habían presenciado. Los verdaderos Hijos de la Luna no se mueven en manadas y no suelen tener mucho control de sí mismos. Diecisiete enormes lobos disciplinados era una sorpresita para la que no estaban preparados. De hecho, a Cayo le aterran los licántropos. Estuvo a punto de perder en un enfrentamiento con uno de ellos hace unos miles de años, y no lo ha olvidado jamás.

-          Entonces, ¿existen hombres lobo de verdad, de los que se transforman con la luna llena y a los que les afectan las balas de plata? — quiso saber Bella.

-          ¿Hombres lobo de verdad? — Jacob gruñó — Entonces, ¿yo que soy, irreal?

-          Ya sabes lo que quiero decir.

-          Lo de la luna llena sí es cierto; lo de las balas de plata, no — le explicó Edward —. Los hombres lo incluyeron luego en los mitos con la finalidad de que pudieran creerse que tenían una oportunidad. No quedan muchos, la verdad, pues Cayo los ha cazado hasta su práctica extinción.

-          ¿Y por qué nunca lo mencionaste...? — gruño Jacob

-          No surgió el tema — dijo su pareja sonriendo — y a ti te encanta el papel de macho alfa todo poderoso — Jacob meneo la cabeza dubitativamente y sonrió antes de besarlo

 

 

 

Bella puso los ojos en blanco. Alice se hallaba debajo del otro brazo de Carlisle. Se inclinó hacia delante mientras se echaba a reír y le guiñó un ojo. Bella le devolvía la mirada de complicidad.

Jacob la observaba a su cuñada en silencio, había aprendido a quererla, por supuesto, pero empezaba a sentirse irritado con ella ahora que había tenido ocasión de asimilar que estaba de verdad en casa y que su huida no había sido más que un ardid para que Edward creyera que los había abandonado. Le debía una explicación.

Alice sonrió

 

 

 

-          Vamos, suéltalo todo, desahógate.

-          ¿Cómo pudiste hacerme eso, Alice?

-          Era necesario.

-          ¿Necesario? — estalló Jacob —. Me tenías totalmente convencido de que íbamos a morir todos. He estado hecho una piltrafa durante semanas.

-          Y eso podía haber ocurrido — repuso con calma —, y en tal caso debías estar preparado para salvar a los gemelos.

 

 

 

La niña dormía sobre el regazo de Esmes mientras Elijah lo hacía en los de Rose. Esmes la aferró con más fuerza de forma instintiva.

 

 

 

-          Pero conocías la existencia de otras opciones — la acusó —, sabías que existía una esperanza. ¿No se te ocurrió pensar que podías contármelo todo? Sé que Edward debía pensar que estábamos en un callejón sin salida cuando Aro le leyera la mente, pero a mí sí podías decírmelo

-          Yo no lo veo de ese modo — replicó ella dirigiéndole una mirada pensativa  —. Desde que imprimaste literalmente te volviste un cachorrito.

-          Ah, esto tiene que ver con amor desmedido por tu hermano... — dijo Jacob y todos se rieron

-          Baja un poco la voz, Jacke. ¿Te haces una idea de lo complicado que ha sido montar todo esto? Ni siquiera estaba segura de que existiera alguien como Nahuel. Lo único que sabía era que debía encontrar a alguien a quien no podía ver. Prueba a imaginar cómo puede ser la búsqueda de un punto ciego. No es de las cosas más fáciles que he hecho, precisamente. Además, debíamos enviar de vuelta al testigo clave, como si no fuéramos ya bastante mal de tiempo. Y mantener los ojos abiertos todo el tiempo por si me lanzabas nuevas instrucciones, porque en algún momento me tendrás que explicar qué es lo que hay en Río — decía la chica sin parar mientras todos se reian

-          Alice cálmate — dijo Emmett en medio de un carcajada

-          Y por encima de todo debía estar atenta a cualquier treta de los Vulturis a fin de dejarte las pistas necesarias para que pudierais estar listos y afrontar sus planes de ataque — continúo sin parar  —. Y yo sólo contaba con unas pocas horas para rastrear todas esas posibilidades. Y sobre todo, había de asegurarme de que creyeran que los habíamos abandonado, para que Aro estuviera seguro de que no nos guardábamos ningún as en la manga. De lo contrario, jamás habría actuado como lo hizo. Y si te piensas que no me sentía fatal...

-          Tranquila, tranquila — interrumpio Bella  —. ¡Perdona a Jacke! Sé que también fue duro para él. Es sólo que... Bueno, los echamos muchísimo de menos. No vuelvas a hacerlo, Alice.

 

 

 

El trino de su risa se dejó oír por toda la habitación. Todos sonrieron al volver a escuchar esa música de nuevo.

 

 

 

-          También nosotros los echamos de menos, así que perdóname, e intenta contentarte con ser Alfa imponente y Bella la superheroina del día.

 

 

 

Todos se rieron de nuevo y a Bella le entró una gran vergüenza, por lo que ocultó el rostro entre sus manos.

Edward retomó el análisis de cada cambio de intención y los intentos de control acaecidos durante la confrontación, asegurando que era el escudo de la chica lo que había provocado la huida de los Vulturis con el rabo entre las piernas. Todos, incluso Edward, la observaron de un modo que la hizo sentir muy incómoda. Era como si hubiera crecido treinta metros en el transcurso de la mañana. Estaban impresionados, y ella procuro ignorar sus miradas, manteniendo sus ojos fijos en el rostro dormido de Nessie.

 

 

 

Sin embargo no era la única observada fijamente. Desde que habían llegado al claro, Nahuel (el semihumano y semivampiro) no podía dejar de mirar a los gemelos. Hasta donde él sabía, ellos se pasaban el día rodeados de vampiros y lobos hostiles y demoledores por lo que la escena del prado no tenía que haber sido nada extraña para él. Pero el joven no apartaba los ojos de Edward, o tal vez no dejara de mirar a Nessie, que ahora estaba en los brazos de Edward.

Y aunque Bella no lo noto, Jacob sí. Nahuel no debía haber pasado por alto que Nessie era la única mujer de su clase que no era medio hermana suya. No se le había ocurrido esa idea a Bella y el licántropo tuvo la esperanza de que eso no ocurriera pronto, pues ya había tenido suficientes enfrentamientos por una larga temporada.

 

 

 

Al final, los demás empezaron a bombardear a preguntas a Edward y la discusión general se disolvió en un manojo de conversaciones privadas.

Edward se sintió extrañamente fatigado. No tenía sueño, por descontado, pero sí notaba en los huesos que el día había sido demasiado largo. Añoraba un poco de paz, algo de tranquilidad. Quería que los gemelos descansaran en su propia cama y sentir las paredes de su casita alrededor.

Miro a su esposo y este sonrió. Aunque Edward no le había leído la mente, notó que él sentía justo lo mismo, estaba listo para disfrutar de un poco de paz.

 

 

 

-          Deberíamos acostar a los niños...

-          Quizá sea buena idea — convino enseguida —. Estoy convencido de que no han descansado bien la noche pasada con tanto ronquido.

 

 

 

Sonrió a Seth, que puso los ojos en blanco y luego bostezó.

 

 

 

-          Hace mucho tiempo que no duermo en una cama. Mi madre y Leah estarían encantadas de tenerme de nuevo bajo su techo, les apuesto lo que quieran...

-          Gracias, Seth — dijo Edward acariciándole la mejilla.

-          Estaré cuando lo necesites, amigo, pero eso ya lo sabes — y levanto su mano empuñada — compañeros de lucha

-          Compañeros de lucha — dijo el vampiro estrellando suavemente su puño contra el del chico

 

 

 

Seth se puso en pie, se desperezó y besó en la coronilla a los gemelos. Al final, palmeó el hombro de Jacob.

 

 

 

-          Los veo mañana, chicos. Supongo que ahora todo va a ser una taza de leche, ¿no?

-          Espero que sí, de corazón — contestó Jacob.

-          ¿Quieres que te lleve Bella? — dijo Seth

-          Por favor — dijo está sonriendo — Charlie va estar la mar de contento cuando me vea llegar. Aunque después me castigue por lo de la universidad

-          Sobre eso… — dijo Jacob

-          Jacke y yo vamos a ir a la universidad de Alaska — dijo Edward mientras el alfa se alejaba unos minutos y regresaba con dos sobres — y queremos que también vengan con nosotros

-          No se los habíamos contado por… ya saben — dijo Jacob entregándoles los sobres

-          Pero yo no tengo… — dijo Seth

-          Ni yo — coreo Bella

-          No se preocupen — dijo Edward sonriendo — ahora también son Cullen. Y no se pueden alejar de los gemelos

-          Gracias — dijo Seth

 

 

 

La pareja se levantó en cuanto ellos se marcharon. Fueron alterando la posición para no mover a los niños. Edward estaba muy contento de verlos dormir tan profundamente después de que hubieran tenido que soportar tanta presión. Era tiempo de que volvieran a ser niños, protegidos y seguros durante los pocos años de su infancia.

La perspectiva de paz y seguridad le recordó a Jacob la existencia de alguien que no había conocido ninguno de esos sentimientos ni un minuto.

 

 

 

-          Ah, una cosa, Jasper — comentó el alfa mientras se dirigían a la puerta.

 

 

 

Él se hallaba entre Alice y Esme, y no sabía por qué, pero la imagen parecía más hogareña de lo normal.

 

 

 

-          ¿Sí, Jack?

-          Me pica la curiosidad. ¿Por qué J. Jenks se quedó helado de miedo nada más oír tu nombre?

-          La experiencia me dice que el miedo es un incentivo más fuerte que la expectativa de lucro para que funcionen ciertas relaciones laborales — dijo Jasper riendo entre dientes.

 

 

 

Jacob torció el gesto mientras se prometía en su fuero interno encargarse él mismo de esa relación laboral a partir de ese momento y ahorrarle a J el ataque al corazón, que debía de estar al caer.

Besaron y abrazaron a todos los miembros de su familia antes de darles las buenas noches. Edward le susurro un “Gracias papá” al médico cuando le toco abrazarlo y este solo sonrió y le beso la frente

 

 

 

Nahuel volvió a ser la única nota discordante. Los miró con fijeza mientras se marchaban, como si deseara seguirlos.

Tras cruzar el río, caminaron tomados de la mano a un ritmo humanos cargando cada uno a un niño. No había prisa. Se habían hartado de estar siempre al límite y ahora querían tomarse su tiempo.

 

 

 

-          Debo reconocer que en este momento Seth me tiene muy impresionado — dijo Edward.

-          Los lobos ya no causan el mismo impacto, ¿eh?

-          No me refería a eso — dijo Edward  —. No ha pensado en todo el día que, de acuerdo con lo expuesto por Nahuel, Elijah y Renesmee habrán alcanzado su plena madurez en sólo seis años y medio — Jacob consideró el asunto durante cerca de un minuto — Ni ve a Elijah de ese modo ni tiene prisa por que crezca. Únicamente desea su felicidad.

-          Lo sé. Como te he dicho, es impresionante — dijo Jacob —. Me fastidia mucho decirlo, pero a la niña le podría haber ido peor.

-          No voy a pensar en eso hasta dentro de unos seis años y medio — dijo Edward frunciendo el ceño.

 

 

 

Jacob se carcajeó mientras su compañero suspiraba.

 

 

 

-          Va a tener competidores por los que preocuparse cuando llegue el momento, por supuesto.

-          Lo he notado — dijo Jacob frunciendo más el ceño — Le agradezco a Nahuel su comportamiento de hoy, pero tanta miradita resultaba un poco rara, y me da igual si Nessie y Eli son los únicos semivampiros con quien no guarda parentesco.

-          Ah, no la miraba a ella, me miraba a mí.

-          ¿Qué cosa? — gruño Jacob — y me lo dices…

-          No por lo que tú crees, amor — dijo Edward sonriendo —. Y no grites que los vas a despertar. Me miraba porque estoy vivo — contestó él en voz baja.

-          No entiendo.

-          Toda su vida, y tiene cincuenta años más que yo... — Edward empezó a explicarle.

-          Ancianos — interrumpió Jacob. Edward lo ignoró.

-          ... se ha acostumbrado a pensar en él como una criatura diabólica, un asesino por naturaleza. También sus hermanas mataron a sus madres al nacer, pero a ellas no les preocupa nada de eso porque el tal Joham las ha criado con la idea de que los humanos son poco más que animales y ellos, dioses. Pero Huilen es quien ha educado a Nahuel, y Pire era la persona a quien Huilen más quería. Eso ha dado otra forma a su perspectiva, y en cierto modo, él se odiaba a sí mismo.

-          Qué triste — murmuró Jacob.

-          Entonces, llega y nos ve a nosotros cuatro, y comprende por vez primera que ser casi inmortal no tiene por qué ser necesariamente perverso. Me mira a mí y piensa en lo que podía haber sido su madre.

-          Tú eres el ideal perfecto en todo — admitió Jacob robándole un beso. Edward bufó y luego se puso serio otra vez.

-          Cuando te mira, ve la vida que padre debió darles.

-          Pobre Nahuel — susurro Jacob.

 

 

 

Suspiró, ya que sabía que jamás podría pensar mal de él después de aquello, sin importar lo incómodo que pudiera sentirse por sus miradas.

 

 

 

-          No estés triste por él. Ahora es feliz. Hoy, al fin, ha empezado a perdonarse.

 

 

 

Jacob sonrió al saber de la felicidad de Nahuel y luego pensó que aquel día pertenecía al reino de la felicidad. Aunque la ejecución de Irina era una sombra oscura en un terreno iluminado por la luz blanca e impedía que la felicidad fuera perfecta, resultaba imposible negar la alegría. Edward también sonrió. La vida por la cual tanto había luchado volvía a estar a salvo. Su familia se había reunido y a sus hijos le aguardaba un futuro infinito por delante.

 

 

 

Jacob propuso ir a casa de su padre al día siguiente para que viera que la dicha había reemplazado al miedo en sus ojos y así también él sería feliz. De pronto, tuvo la seguridad de que no iba a encontrarlo solo. En las últimas semanas no había podido estar muy atento, pero en ese instante tomó conciencia de algo que había sabido hacía mucho tiempo. Sue y Bill estaban juntos, la madre de los licántropos con el padre de los vampiros. Él ya no iba a estar solo. Sonrío satisfecho ante esta nueva perspectiva.

 

 

 

Pero el hecho más significativo en esa oleada de felicidad era el más seguro de todos: él y Edward iban a estar juntos para siempre. No tenían interés alguno en revivir las últimas semanitas, pero debían admitir que le hacían valorar lo que tenían más que nunca.

 

 

 

La casita era un remanso de paz iluminado por la plateada luz azulada de la luna. Acostaron a los niños en sus camas y los arroparon con suavidad. Sonreían en sueños.

Edward se quitó del cuello el regalo de Aro y lo dejó en una esquina de la habitación. Nessie y Eli podrían jugar con él cuando quisieran. Les gustaban los objetos centelleantes.

 

 

 

-          Una noche de celebración — murmuró Jacob mientras le ponía la mano debajo del mentón para buscar sus labios con los suyos.

-          Y vaya que necesito celebrarlo — dijo Edward abrazándose al cuello de su pareja

-          No se diga más — murmuró Jacob, pero de inmediato se retiró.

-          ¿Qué pasa? — pregunto Edward sorprendido. ¿Acaso había hecho algo mal?

-          Te amo con locura y lo sabes — dijo el moreno acariciándole el rostro

-          Pero… — dijo Edward de pronto tenso nuevamente

-          No me voy arriesgar a perderte — dijo Jacob besándole la punta de la nariz — me voy a hacer la vasectomía

-          Pero… — de pronto Edward no sabía más palabras

-          Estaremos bien — dijo Jacob sonriendo  —. Ya tenemos a Renesmee y Elijah. Es mucho más de lo que nos imaginamos tener. No lo arriesguemos por favor

-          No quiero robart… — decía Edward cuando un beso lo interrumpió

-          Por favor — susurró Jacob y Edward se aferró a él escondiendo su rostro en el cuello de su pareja — te amo. Y a diferencia tuya, yo no intento suicidarme para decírtelo — y sintió como su pareja sonreía

-          También te amo — dijo Edward y se volvieron a besar. Y esta vez sin dobles intenciones

 

 

 

________________________________

 

 

 

La capa apenas rozaba el suelo a medida que avanzaba. Se movía con sigilo. Seguía el aullido lastimero que venía de lo profundo del bosque. Lo seguía desde hacía varios días. Una sonrisa cruel se dibujó en su rostro infantil

 

 

 

-          ¡Detenlo, por favor! — suplicaba Leah desnuda tirada en la nieve — sino me aceptas moriré

-          ¿Cómo sería un lobo vampiro? — dijo Jane con la más cruel de las sonrisas y se lanzó sobre ella

 

 

 

El aullido de Leah Clearwater desgarro el velo de la noche de Vancouver. Nunca pensó que su impronta iba ser su perdición. Al menos estaba lejos de la reserva y de quienes amaba

 

 

 

_______________________

 

 

 

El sol ya estaba en lo alto cuando el F430 Spider estaciono frente a la vieja casa. Los niños bajaron de prisa y corrieron al interior, donde su abuelo ya los esperaba con la puerta y los brazos abiertos. Los adultos bajaron más tranquilamente mientras sonreían

 

 

 

-          ¡abuelo! — dijeron los niños abrazándose al hombre

-          Te extrañamos — dijo Elijah subiendo al regazo de este

-          Nos convertimos en lobos y les dijimos a los Vulturis que se vayan — dijo Renesmee

-          ¿enserio? — dijo Bill — Vamos adentro, esto necesita tazas gigantes de chocolate. Quiero que me lo cuenten todo

-          ¡Si! — gritaron los niños

-          Buenos días — dijo Sam acercándose

-          Hola Sam — dijo Jacob dándole la mano

-          Edward — dijo este y este solo asintió

-          ¿Siguen sin saber nada de Leah? — pregunto Jacob

-          Nada — dijo Sam — Ya va una semana que no llama a Sue

-          Me tocar ir a buscarla — dijo Jacob — no me gusta el hecho de que ya no podamos escucharla

-          Seth querrá ir — dijo Edward

-          Querrá — dijo Jacob — pero no sé si podrá alejarse mucho de Elijah. Nosotros ya tenemos el vínculo consolidado, pero su caso es diferente

-          Yo iré también — dijo Sam

-          Lo organizo bien y te aviso — dijo Jacob — gracias

-          Sé que querrán un rato en familia, y lo entiendo, pero… me gustaría hablar con Jacob sobre lo de la manada y… — la pareja se miró entre si y Edward sonrió alzando las cejas

-          Sobre eso, Sam… — dijo Jacob — Edward y yo le hicimos ver a Elijah que esas responsabilidades son muy… ¿aburridas? — y miro a su esposo que asintió — por ahora, ya que no tendrá tiempo de hacer cosas más importantes, como jugar y hacer travesuras…

-          Tal vez… — dijo Edward — dentro de un par de años, cuando su gruñido sea más terrorífico — los tres sonrieron — su aullido más agudo… y tú te quieras retirar, entonces él pueda asumir su rol como Alfa

-          Y les prometo que llegado el momento yo le ayudare a dar ese paso — prometió sinceramente el Alfa

-          Gracias — dijo Jacob abrazando a su esposo por la cintura —. Por el concejo no te preocupes, mi padre se encargara de eso

-          Es tiempo que Eli y Nessie solo sean solo dos niños pequeños… — decía Edward cuando se escuchó una pequeña explosión en la cocina

-          ¡Bill! ¡Niños! ¡Papá! — fueron los diferentes gritos que se escucharon mientras corrían a la casa y los vecinos se asomaban a ver qué había pasado

-          ¡Papá! — decía Jacob mientras entraba la casa inundada de humo — niños ¿están bien?

-          Eli te dije que alejaras el paño de la hornalla — gruñía Renesmee

-          Pero cuando la tía Rosalie… — se defendió el pequeño

-          Casi incendias la casa de nuevo — acuso su hermana

-          ¿Alguien me explica lo de… “nuevo” por favor? — dijo Jacob cruzando los brazos

 

 

 

Edward ya sentía como se formaba la jaqueca cuando se acarició la frente cerrando los ojos, los gemelos sonreían nerviosos, y Billy y Sam solo reian de manera disimulada

La vida era perfecta

 *

*

*

*

FIN

Notas finales:

Sé que he tenido algunos problemas con este fics, y voy a revisarlo lo prometo. Pero quiero agradecer a todas las personas que han llegado hasta aquí. Espero haya sido de su agrado. Los invito a seguir mi perfil y a enterarse de las sorpresas que se acercan. Besos


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).